2 de octubre de 2012

VENEZUELA.

LUNES, 1 DE OCTUBRE DE 2012
“Solo dos razones”
Por Eleazar Díaz Rangel (ÚLTIMAS NOTICIAS) 
A cuatro días del cierre de la campaña, no hay nada que hacer. Los últimos esfuerzos estarán dirigidos a ganarse algunos indecisos y blindar los votos seguros y cautivos. A tal efecto se anuncian las últimas movilizaciones, y en el caso de la oposición, apelaron a armas vergonzosas como ese aviso donde aparecen unas supuestas y fantasmagóricas encuestadoras dándole el triunfo a Capriles R. No creo que nadie les crea, más allá de sus seguidores más firmes. 

Porque hablando de encuestas, todas las más confiables y acreditadas y cuyas mediciones son conocidas (Ivad, Datanálisis, GIS XXI, Consultores 30-11 e Hinterlaces), con la excepción de una: Consultores 21 que visualiza un empate, dan a Chávez como ganador con 10 o más puntos de ventaja. Personalmente, luego de examinar las mediciones de las tendencias de los electores y de observar por los medios sus respectivas campañas y concentraciones en todo el país, creo que Capriles R. tiene un techo en el 40% y Chávez del 60%, porcentajes que naturalmente pueden variar. La votación chavista podría ser afectada si, pese a toda las advertencias sobre el triunfalismo, hay gente que se enchinchorre, y si el descontento en algunos estados, se manifiesta el domingo. Creo que un diez por ciento será la brecha en el peor de los casos para los rojos rojitos. 

Los indecisos. Una amiga, profesora de la UCV, típica clase media media, me llamó el jueves para que le ayudara en su indecisión como votante. “Quiero que me des el domingo en tu columna dos razones para darle mi voto a Chávez, eso sí, solo dos razones”, y me comprometí a hacerlo. Recuerdo que en una de mis primeras entrevistas, en septiembre de 2001, con Miguel A. Capriles L., presidente de la Cadena, cuando asumía la Dirección de este diario, me preguntó porque apoyaba a Chávez, y le dije que por su política hacia los pobres, como nunca lo había hecho ningún gobernante. 

Hoy puede medirse en indicadores que van desde los 500 mil millones de dólares invertidos en el área social (salud, educación, alimentación y vivienda) hasta lo realizado en salud para los antes excluidos, en educación acabó con el analfabetismo, más de 4 millones de escolares reciben alimentación, si hasta 1998 había 765.989 estudiando en universidades, esa cifra está hoy por encima de los dos millones; es el país latinoamericano con menor desigualdad social, y en fin, según cifras de agencias de la ONU, Venezuela superó las metas del milenium para combatir la pobreza, gracias a las misiones. 

La otra razón es la política desarrollada para recuperar la independencia. 

Desde 1908, cuando Castro fue desplazado por Gómez, la política exterior venezolana ha estado de una u otra forma, con mayores o menores matices, sometida a los intereses de Washington. Desde 1998 comenzó a cambiar, simultáneamente se recuperaba el control de nuestra industria petrolera, sin lo cual habría sido imposible levantarle la voz. Ser cada vez más independientes, le dio fuerzas a Venezuela para contribuir a la integración latinoamericana y a la formación de Celac, Unasur, Alba, etc., y a estrechar relaciones con potencias como la República Popular China, la Federación Rusa, y en menor grado, con Irán. 

Pienso que esas dos razones son suficientes para votar por Chávez. 

- De Aldo Cermeño no podrán decir que fue comprado, o que él mismo anda con un maletín lleno de billetes comprando opositores para que salten la talanquera. Ha sido uno de los tradicionales y consecuentes hombres de COPEI (DC), diputado por ese partido y gobernador del estado Falcón. Dijo que Capriles R. tenía el doble discurso de un hijo de la IV república, y le recordó cómo había negociado su curul de diputado. Anunció que daría su voto por Chávez, a quien le pidió una política conciliatoria, decretar una amnistía general, porque hay mucho odio contendido. Ha sido un duro golpe a Copei y por carambola, a la MUD (Mesa de la Unidad Democrática). 

- Como lo habíamos prometido, el miércoles 10 de octubre celebraremos el foro con los representantes de las encuestadoras, para contrastar los resultados de sus últimas mediciones con los escrutinios de domingo 7. Esperamos que asistan todos, incluidos los que fallaron. 

- Pocas veces hemos asistido a una reunión del periodismo y los medios con la característica única del I Encuentro Nacional de los Consejos de Lectores, que reunió a quienes fueron miembros de los primeros Consejos de Últimas Noticias, y de los actuales de los tres diarios de la Cadena Capriles: UN, El Mundo Economía y Negocios y Líder. Se trata de una experiencia única en Venezuela y en América Latina, que permitió tanto a los consejeros como a los ejecutivos de la Redacción hablar de sus vivencias en estos años. Si de este diario, que tiene otras instancias de vinculación con sus lectores, se pudo afirmar que es mejor desde que asimiló las sugerencias, críticas y propuestas de sus consejeros, no dudamos que ocurrirá igual en EMEN y en Líder. 

- Interesantes libros he recibido en estos días. Comencemos por ellas: “Chávez en tinta de mujer”, con artículos, reseñas, relatos de 11 periodistas y escritoras, de una caricaturista: María Centeno. La presentación la escribió Asalia Venegas y reproduce versos de Chávez dedicados a su abuela Rosa Inés. En la última página de “Cuatro relatos”, de Vladimir Acosta, se asegura que “tienen en común que son todos realistas, misteriosos, crudos, mágicos y hasta poéticos”. Usted juzgará. Nada de ficción en “Guayana: el milagro al revés”, de Damián Prat, con el subtítulo “El fin de la soberanía productiva”. Harto crítico. De Armando José Sequera, “La comedia urbana”, con relatos y cuentos cortos de la vida en Caracas; si quiere, en la misma librería puede buscar en la pág. 24, “Vestido de rojo, con unos cachos”. 

Javier Conde, veterano del diarismo político, entrevistó a Octavio Lepage en “La Conjura Final”. Y si es el béisbol, lo que le gusta, pues nada mejor que “Las Reglas”, interpretadas, comentadas, etc., por Bruno Egloff. 

- Leopoldo López criticó el lanzamiento del satélite, “dinero como ese debe gastarse en dotar mejor a la policía”. 
No se si lo dijo porque no conocía el multitudinario apoyo que recibió Chávez cuando en la plaza de Los Museos anunció que el “Francisco de Miranda” había sido lanzado con éxito. Ni se había informado que el martes se graduaron 8.262 nuevos oficiales de la Policía Nacional Bolivariana. 

*) Eleazar Díaz Rangel, director del diario Últimas Noticias (300.000 ejemplares), académico, ex senador y dirigente del periodismo venezolano y latinoamericano. 

LUNES, 1 DE OCTUBRE DE 2012 
Otra tontería imperial: Estados Unidos “espera” que Venezuela tenga comicios "justos y libres” 
Por Jean-Guy Allard 
Estados Unidos, el país con el sistema electoral más incoherente y engañoso del planeta, espera comicios "justos y libres" en Venezuela "como en cualquier otro país del mundo", afirmó el viernes el vocero del departamento de Estado Mike Hammer. 

Las mismas palabras habían sido pronunciadas apenas minutos antes por Roberta Jacobson, subsecretaria estadounidense para el Hemisferio Occidental, reporta el diario derechista El Universal de Caracas, "Nuestra posición es clara: esperamos que los venezolanos tengan la posibilidad de expresar sus preferencias de liderazgo de manera justa y libre”, destacó Jacobson poniendo implícitamente en duda el valor del sistema electoral venezolano. 

Lo ridículo no mata, dicen. Hammer y Jacobson tal vez no se enteraron que el expresidente norteamericano Jimmy Carter aseveró hace unos días que el sistema electoral venezolano es el de mayor calidad en el mundo y Estados Unidos “uno de los peores”.

Una vez más en noviembre próximo, con la confrontación Obama-Romney, el actual sistema electoral –cuyas reglas fundamentales fueron establecidas en 1787–, la corrupción generalizada a través de las contribuciones millonarias ahora ilimitadas de las corporaciones a los fondos de campaña y la enajenación político-cultural hacen descartar toda esperanza de una elección presidencial realmente democrática. 

Estados Unidos, el país que tanto pretende imponer su versión de la democracia en cada rincón del mundo, posee uno de los sistemas electorales más complejos, incomprensibles e incongruentes del planeta. 

Para no extenderse en una enumeración interminable, aquí unas breves observaciones. 

Caso único en el mundo, cada estado o municipio determina el método de votación: papel con lápiz, cartón con bolígrafo, tarjeta perforada, aunque cada vez más se favorece el voto computarizado, manejado por empresas dominadas por intereses republicanos. Los sistemas de votación dependen de cada estado y, dentro de éste, de cada condado. 

En cada elección, miles de votantes, aunque formalmente inscritos, son luego excluidos de las listas electorales, mediante una serie de trucos como – entre muchos otros - el "caging" que permite eliminar a un elector si no contesta a una solicitud hecha por correo a su dirección.

La gran mayoría de las víctimas de tales procesos de exclusión son negros, latinos o miembros de minorías raciales, un sector de la población más propenso a votar por los demócratas. Un ejemplo: en la Florida, más del 30% de los hombres negros no pueden votar por tener antecedentes penales. El Washington Post calculó en más de seis millones, en todo el país, la cantidad de personas contabilizadas más de una vez. 

De acuerdo a las quejas expresadas al terminarse el escrutinio del 2004, las irregularidades el día de votación son innumerables: además de la supresión deliberada del voto en zonas cuyos electores apoyan a los demócratas, de las urnas electrónicas que cambian el voto, de la anulación arbitraria de sufragios, el cómputo del voto es deliberadamente manipulado en numerosos distritos. El voto por correo es constantemente objeto de fraude. En el condado miamense de Broward, en el 2002, se determinó que 104 000 votos fueron omitidos por las máquinas y hasta 55 000 boletas perdidas en el correo. 

El controvertido uso de puestos de votación electrónicos que no emite recibos al votante, resultados de voto obviamente sin relación con la clientela electoral, fallos técnicos y demás desviaciones de resultados son constantemente (e inútilmente) objetos de denuncias, en cada escrutinio, en el territorio entero. 

El ciudadano norteamericano no vota por su candidato preferido sino a favor de un partido que designará Grandes Electores cuyo Colegio Electoral luego elegirá al presidente, sin obligación alguna de respetar el deseo del elector o a dar la presidencia al candidato con más votos. En el 2000, Al Gore tuvo la mayoría de los votos y George Bush recibió la Casa Blanca por el número de votos en el Colegio Electoral. 

Cada estado tiene un número de votos electorales según su población más los senadores con que cuenta, más el número de representantes a la Cámara Baja. ¿Entendió? ¿No? Normal, la mayoría de los norteamericanos tampoco. 

Casi nadie conoce a los Grandes Electores, personajes designados por los propios candidatos -parece que a nadie tampoco le importa su identidad-. 

El diseño y el rediseño de las circunscripciones se hacen periódicamente en función de los intereses de los elegidos, según la ubicación de su clientela electoral, de tal forma que la gran mayoría de los representantes a la Cámara Baja son reelegidos sistemáticamente. 

Las presidenciales tienen lugar siempre un martes cuando la mayoría de los electores están en el trabajo. 

Los medios de comunicación, que viven de la publicidad comercial de los grandes consorcios y que se benefician de las campañas millonarias de los grandes partidos, ignoran sistemáticamente a los candidatos de los terceros partidos. Y evitan criticar al conjunto del sistema. 

Según sondeos, una gran mayoría de los electores desean elegir al presidente en sufragio universal. De manera evidente, a pocos políticos les conviene cambiar un sistema que les asegura, en muchos casos, reelecciones casi automáticas. 

¿Hay esperanza de que los norteamericanos, algún día, tengan un sistema electoral que respete las normas universalmente reconocidas de voto?

No, mientras hay tipos como el vocero del departamento de Estado Mike Hammer, que siguen repitiendo inepcias, sugiriendo que el sistema electoral norteamericano es un modelo para la humanidad.
Fuente:Argenpress

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