MARTES, 5 DE FEBRERO DE 2013
Las lecciones actuales de los diálogos de la Habana
Por Alberto Pinzón Sánchez
Todo parece indicarle al gobierno de JM Santos que, el actual proceso de paz de la Habana pactado para terminar el histórico conflicto social y armado de Colombia, no era como el propio santos lo dijo “una simple negociación de armas por votos”, sino el inicio de su Solución Política.
La compleja y dialéctica realidad real colombiana (no la que muelen diariamente las diferentes filiales de su aparato de Propaganda y Terror) ha ido pulverizando uno a uno toda la argumentación escolástica tradicional y el sistema de falacias y de confusión deliberada con que se ha pretendido “derrotar al narco terrorismo” de la Farc.
1- La primera realidad que la lucha de clases sacó a flote, ha sido la contradicción económica y política que existía al interior de las dos fracciones hegemónicas del bloque de Poder trasnacionalizado dominante en Colombia: La oligarquía latifundista, enfrentada a la oligarquía financiera. Esto bien vale una misa.
2- Derivada de esta pugna, salió a flote el problema madre de la madre tierra, entre los Agro-pecuarios o gamonales de Fedegán liderados por Uribe Vélez y los inversores Agro-mineros liderados por JM Santos. No es anacrónico el conflicto, como lo quiere hacer ver el presidente Santos, sino que lo anacrónico (o si se quiere pre-moderno) es la tenencia de la tierra. Por el contrario; lucha de clases siempre estará vigente y actual.
3- Que a diferencia de la celada del Caguán de 1997,tendida por el binomio Pastrana-Clinton para dar inicio al Plan Colombia/ Iniciativa Regional Andina (aprobado 6 meses antes de iniciar los diálogos) con el fin de rearmar al ejército colombiano, poner a Sabas Pretel como Gerente de la Sociedad Civil y abrirle el camino a Uribe Vélez; hoy ya no es posible debido a una larga y cruel maduración de conciencia precisamente dentro de la Sociedad Civil, que hoy no admite una suplantación tan burda y chapucera como aquella, porque ha asumido su papel frente a la paz, y, por el contrario, ha obligado a la “mano negra” de los enemigos ocultos de la paz (a pesar de que algunos siguen ocultos bajo los uniformes militares) los ha obligado, a sacar la cara y parte del rostro. Todo el mundo (nacional e internacional) sabe actualmente con claridad quién es Uribe Vélez, quienes son su parche, o combo, o gallada, qué argumenta y sobre todo, qué fracción del Partido Republicano de los EEUU y de los halcones gringos lo apoya incondicionalmente y lo asesora en su estrategia electoral- militar (como en el año 2001) para que ponga todos sus huevitos en el fracaso de los diálogos de paz de la Habana.
4- “Si el proceso avanza, es una tramoya previamente acordada entre el traidor de la seguridad democrática y los narco- terroristas. Si por el contrario no avanza, es uno de sus tantos engaños para fortalecerse”. Esta, una de las principales falacias argumentativas del Uribismo; ha sido disuelta por los hechos confortativos entre el gobierno de JM Santos y las Farc- EP. No hay ningún pacto ”negociado” entre el Zorro y la Gallina para darle inicio a la Solución Política de los problemas estructurales (como el de la tenencia de la tierra) que están en la base del conflicto colombiano; sino innumerables propuestas políticas por parte de la Insurgencia como la tregua unilateral. La resistencia popular y lucha pacífica de masas ante el terror Estatal. La entrega de militares cautivos y aceptación unilateral del Derecho Internacional Humanitario. La asamblea constituyente progresista y democrática, y otras innumerables iniciativas diplomáticas y pacíficas para resolver la confrontación, a las cuales el gobierno Santos solo ha respondido con un tajante NO y con un escalamiento de la guerra y los bombardeos pavorosos de exterminio, ampliamente publicitados por el aparato de Propaganda como acciones heroicas de la hipertrofiadas Fuerzas Armadas colombianas.
5- Finalmente la crisis económica global y la realidad internacional, por ejemplo, la dolorosa situación de postración de España con el hundimiento definitivo del Franquismo insepulto. Los numerosos procesos progresistas y populares de Latinoamérica y el Caribe. Y, no solo la maduración de una conciencia popular en Colombia, sino el aparecimiento como protagonista privilegiado de un amplio y unitario movimiento de las gentes del común, movilizado activamente en calles y carreteras reclamando Paz con Justicia social y Democracia verdadera; hacen que la soledad y debilidad del proceso de diálogos del Caguán, tan habilidosamente utilizado por la “mano negra” Uribista para tomarse todo el aparato del Estado colombiano e imponer su Estado de opinión en el 2002, hoy no sea más que un pequeño aquelarre melancólico y patético de reconocidos saca- bacinillas y segundones de Uribe Vélez, empeñados en volver al Poder, y frente a quienes el gobierno Santos pide un respeto que nunca se han ganado, ni se merecen. ¡Algo se ha aprendido ¿Cierto?.
MARTES, 5 DE FEBRERO DE 2013
Los secuestrados del Ejército colombiano
Por Sergio Camargo
No solo el ejército asesina a jóvenes discapacitados, sin futuro y/o arrojados a la miseria total, sino que ahora se dio a la tarea de secuestrar a jóvenes robustos y con buena salud, para que viertan su sangre defendiendo al régimen genocida colombiano, que dirige una enriquecida minoría narco-lumpenizada.
Madres desconsoladas y llorando todas las lagrimas de su ser y hombres angustiados e impotentes, son las dantescas imágenes que se observan en varias regiones del país y enfrente de puestos militares, pertenecientes a las diferentes ramas de las fuerzas armadas y en donde fueron a parar sus hijos varones la mayoría estudiantes, campesinos; también hay hijos únicos o trabajadores con la obligación y responsabilidad de ayudar a mantener a sus pobres familias.
Estas dramáticas escenas son el producto del secuestro que viene efectuando el ejército colombiano a los jóvenes del país con plena impunidad y sin que las autoridades judiciales, el defensor del pueblo (entidades cada vez más desprestigiadas) y otras entidades se apersonen de tan macabra maniobra.
En efecto, el ejército del régimen genocida colombiano, se dio a la tarea de secuestrar a todos y en todo lugar y/o establecimiento a los jóvenes con edad de prestar el servicio militar obligatorio (¿?), para así seguir teniendo carne de cañón, soldaditos quienes después de un fuerte y sofisticado lavado de cerebro, se hacen matar convencidos –equivocados- que están defendiendo la democracia colombiana, y no en realidad un régimen genocida que ha sumido a todo su pueblo en la miseria, la incultura y la indignidad y al país en el mayor de los desordenes, caos y atraso.
El secuestro de los jóvenes par parte del ejercito, va dirigido desde luego a las clases mas pobres del país y en especial a los habitantes del campo y medianas y pequeñas ciudades, en donde la ley del miserable es mas fuerte y la falta de información es notoria.
Los jóvenes secuestrados por el ejército son encerrados en antros militares y en un abrir y cerrar de ojos se les hace todo el papeleo de rigor para que pasen a ser soldados de la patria (y/o criminales en uniforme), luego en camiones son llevados a parajes desconocidos de sus familiares, para después ser enviados a guarniciones militares, siempre en contra de su voluntad. Igualmente son separados de sus padres y/o familiares cuando estos están presentes, y quienes no los vuelven a ver y a quienes se les oculta posteriormente sus paraderos o lugares de retención ilegal.
Cuando uno de los padres es informado del secuestro de su hijo, acude apresuradamente al puesto militar para hacer las gestiones necesarias y entregar la información o los datos con los cuales el joven queda exento de su enrolamiento en la milicia. Pero nada de esto vale, pues en la mayoría de los casos los soberbios y groseros comandantes responden que la decisión esta tomada y “lárguese de aquí, váyase para su casa a llorar”, es la respuesta mas calida que reciben estos ciudadanos colombianos.
Sobra decirlo, sobra afirmarlo. La inmensa mayoría de estos jóvenes que son raptados, no desean ni están de acuerdo con devenir soldados, ni mucho menos en ir a una guerra que no les pertenece, una guerra que ellos mismos aborrecen y con la cual no están de acuerdo.
Llamado urgente
Ante tanta injusticia, ante tal ignominia y ante tanta violación del derecho humano, hago un llamado a los padres de familia y en general a todos los familiares de jóvenes en Colombia, para que por todos los medios habidos y por haber eviten el enrolamiento de sus hijos, nietos, primos y/o amigos en esa maquinaria de muerte llamado ejército, ya que como se sabe, el futuro de un soldado es un hospital, la muerte o una cárcel.
Y a los jóvenes que se encuentran ya en la milicia se les ayude a DESERTAR. Se les de las facilidades para escapar de semejante infierno (una gran mayoría de militares sufren de problemas de alcoholismo y drogadicción), pues es una obligación de la sociedad proteger a sus hijos de los bárbaros, de los criminales y de los grandes peligros que les acechan dentro de esta institución de muerte.
Es una obligación de la familia y de la sociedad colombiana en su conjunto, el cuidar y prevenir a sus niños y jóvenes para que no caigan en las redes maléficas de la drogadicción, la delincuencia o el servicio militar, cada vez mas nocivo y peligroso este ultimo para la salud y bienestar del país.
Que la DESERCION no sea una mera palabra frente al reclutamiento forzoso de nuestra juventud, que sea un acto de dignidad por la VIDA.
Sergio Camargo Sergio Camargo es periodista y escritor.
Autor entre otros libros: Democracia Real Universal y El Narcotraficante N° 82 Álvaro Uribe Vélez. Ha sido director de la revista Universo Latino y autor de numerosos artículos sobre la realidad latinoamericana y mundial.
Fuente:Argenpress
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