28 de febrero de 2013

DEMOCRATIZACIÓN DE LA JUSTICIA.

LA CONVOCATORIA DE “UNA JUSTICIA LEGITIMA” EN LA BIBLIOTECA NACIONAL
Por un nuevo paradigma en el Poder Judicial
Por Irina Hauser
No era una fiesta, pero por momentos parecía serlo. Había algo en el aire, en el bullicio, en la forma de saludarse y esperar, cierto clima de estudiantina y entusiasmo colectivo. El auditorio de la Biblioteca Nacional empezó a saturarse de jueces, fiscales, defensores, académicos, empleados, estudiantes y curiosos con un visible ánimo asambleario. Se llenaron el hall, el café, la explanada. El espíritu del evento quedó reflejado en el lema de una “justicia legítima” y condensado en el discurso inaugural de la procuradora general Alejandra Gils Carbó, quien marcó contrapuntos con la exposición del día anterior del presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, y llamó a crear “un nuevo paradigma” para el sistema judicial “con magistrados que no estén mirando de reojo a qué sector del poder concentrado pueden beneficiar, que rindan cuentas a la comunidad, donde no haya feudos ni padrinazgos ni familia judicial y donde el acceso a la Justicia de los sectores débiles y marginados sea una realidad”. Lo que siguió, toda la tarde, fue una catarata de pequeñas alocuciones algo caóticas, de participantes variopintos que lanzaban ideas y propuestas para democratizar y romper el carácter corporativo del Poder Judicial, que al final del día difundieron un documento que dice que llegó la hora de “mirar hacia adentro” y promete una “autocrítica”. “No son los números de la Policía Federal, pero estamos llegando a mil personas”, bromeó desde el escenario el fiscal Félix Crous, ante una masa inesperada de gente. “Justicia legítima” identifica a funcionarios y empleados de tribunales que publicaron dos solicitadas para decir que no se veían representados en las denuncias de presiones políticas formuladas en un comunicado de la Comisión de Independencia Judicial de la Corte, la Asociación de Magistrados y entidades amigas, en medio del trámite de la causa sobre la ley de medios. Advertían ya entonces que la independencia judicial es mucho más vasta y debería ejercerse respecto de todos los poderes y corporaciones, incluso la mediática, la económica, la eclesiástica y la judicial misma.

–¿Usted sabe de los reclamos ante esa Comisión de Independencia? –miró Alejandro Slokar al juez Mario Portela. Como integrante de un tribunal en La Plata, Portela había planteado que el diario La Nación presionaba con sus editoriales en defensa del ex ministro bonaerense Jaime Smart cuando estaban por dictarle sentencia por crímenes de lesa humanidad. “Se devuelve por desconocerse destinatario”, decía el sello que rechazaba su denuncia. Slokar reclamó representación en esa comisión o la creación de un observatorio.


“Justicia legítima” se presentó desde sus inicios como la antítesis de la Justicia corporativa, verticalista y cerrada. “De lo que aquí se trata es de identificar esa matriz del Poder Judicial burocrática y autoritaria, alimentada durante décadas, que hoy subsiste”, sostuvo Gils Carbó. Una de las primeras frases que dedicó a Lorenzetti fue: “Para promover la democratización se requiere más debate que consensos, más discusión que unidad corporativa”. En un raconto de historia judicial atravesado por “una ficción de Justicia independiente”, Gils Carbó pasó por la Corte de 1930, que convalidó los golpes de Estado, por la Justicia dictatorial como “punto más alto de apartamiento de valores democráticos”, las reformas de la recuperación democrática y hasta el papel de los tribunales en los noventa, con las privatizaciones y los procesos de concentración económica.


La mención de la Procuración a la destrucción del sistema jubilatorio con las AFJP no pareció casual.


Lorenzetti dijo conmoverse por los jubilados y suele responsabilizar al Gobierno. “¿Dónde estaba la administración de justicia cuando ocurrían estas inequidades? ¿Alguna asociación de magistrados reclamó independencia judicial? ¿Dónde estaba el furor por las cautelares que conocemos hoy?”, disparó. Para diferenciarse –otra vez– del supremo que enumeró fallos de los últimos años de la Corte, ella dijo que no alcanza con repasar “jurisprudencia” ni con “buenos fallos mientras se mira al costado del aparato instalado para detener su cumplimiento”, cuestionó.


Las palabras de Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, causaron conmoción. Relató su acercamiento a la Justicia, en busca de su hija y su nieto, a jueces a los que no les conocía la cara y que llegaron a mandar decirle que “terminaría en una zanja”.


La frase “es un momento histórico” fue el hit de la tarde. Luego se mezclaron cientos de ideas: que los jueces deben asumir su papel político y que toman partido, como dijo el juez de Casación bonaerense Daniel Carral. Los concursos públicos, el juicio por jurados, la reforma procesal, el impuesto a las Ganancias. La necesidad de ver qué y cómo se enseña en la facultad, que sienta las bases del modelo de justicia, dijo la jueza de la Corte porteña Alicia Ruiz. El abogado Beinusz Szmukler retomó la idea de que los jueces no tengan cargos. El interrogante sobre cómo cambiar una estructura totalitaria heredada de la última dictadura y la ausencia de “administración de justicia para los sectores vulnerables” fueron muy mencionados. El único contrapunto de la jornada fue a raíz de la intervención del titular de los Judiciales, Julio Piumato, quien fue cuestionado por algunos de los presentes.


La defensora general, Stella Maris Martínez, quien estuvo como Gils Carbó empujando la realización del encuentro, dijo: “Hoy la Justicia argentina es como la Iglesia Católica antes del Concilio Vaticano II, que daba misa de espaldas al público”. “Sentimos malestar en la conciencia”, confesó. Y criticó a Lorenzetti por mantenerse “en la superficie de los problemas”. Las palabras de Gils Carbó se caracterizaron por poner en crisis manejos que el sistema judicial naturaliza como “las asimetrías del mercado que se trasladan al pleito”.


Y alertó: “La matriz corporativa reacciona de manera exuberante cada vez que se pone en riesgo el régimen establecido”.


Hoy seguirá el encuentro con cuatro talleres de los que se espera que surjan propuestas y tal vez se sienten las bases de alguna nueva modalidad de organización o asociación civil que pueda canalizarlas.



EL ROL DE LOS ORGANISMOS DE DERECHOS HUMANOS Y LOS JUICIOS A LOS REPRESORES
La enseñanza de las Madres y Abuelas
“La trasformación más importante que tuvo el Poder Judicial en estos años ha sido la que impulsaron los organismos de derechos humanos”, dijo el fiscal Abel Córdoba. Estela de Carlotto contó la experiencia pasada y actual de las Abuelas con los jueces.
Por Alejandra Dandan
El fiscal Félix Crous, que actuó en juicios sobre el terrorismo de Estado, fue uno de los moderadores de la jornada.
Imagen: DyN.
El rol de la Justicia durante la dictadura, pero sobre todo sus efectos, pensados como matriz de una cultura política hecha carne en el Poder Judicial, atravesó buena parte de las intervenciones de la primera jornada de “Justicia legítima”. Estela de Carlotto sentada al lado de la procuradora Alejandra Gils Carbó, definió el día, en el arranque, como “histórico”. Todavía sin leer el escrito que había llevado, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo cruzó presente y pasado en línea con lo que iba a suceder el resto de la jornada: “Son años que venimos sufriendo todos estos procesos injustos, no sólo de dictaduras cívico-militares, sino de esas corporaciones que se agregan a esos programas con mucho gusto”.

“Como Abuelas de Plaza de Mayo tenemos mucho para decir sobre esta discusión que nos convoca”, dijo. “Más allá de las personas particulares, sufrimos muchos de los vicios y defectos estructurales del Poder Judicial. Una de las primeras cosas que aprendimos fue que no veríamos las caras de los jueces ni ellos las nuestras: debíamos comunicarnos a través de abogados y papeles. También aprendimos en carne propia que debíamos comprender los ‘tiempos de la Justicia’. Esos tiempos para nosotros a veces significaron años, incluso décadas, tratando de que alguna Abuela recupere a su nieto, porque siempre aparecía una nueva apelación o amparo que frenaba un reencuentro; hoy vemos cómo esos mismos mecanismos frenan la aplicación de una ley clave para la democracia.”


Estela señaló que en los juicios vinculados con los crímenes de la dictadura “rige una gran discrecionalidad y hay graves fallas de planificación”. Y en la sala se oyó un “¡Bien Estela!”, cuando pidió que los jueces paguen el Impuesto a las Ganancias: “Vemos que aún no hay suficientes salas de audiencia en condiciones para desarrollar estos juicios. No es un tema sólo del juzgamiento de los crímenes de la dictadura, sino para cualquier juicio con más de una docena de acusados y cientos de víctimas. Por supuesto, desarrollar estas salas e impulsar cambios cuesta dinero... ¿nos preguntamos cuánto ayudaría a financiarlo que los jueces empiecen a pagar el Impuesto a las Ganancias, como el resto de los ciudadanos?”. El juez Otilio Romano, que continúa prófugo en Chile, dio paso a una nueva crítica a la corporación judicial: “Nunca escuchamos a la Asociación de Magistrados pronunciarse sobre este tema, apañando con su silencio esta conducta cobarde e ilegal”.


En la sala estuvieron muchos jueces, fiscales y defensores que llevan o llevaron adelante juicios clave en todo el país por la dictadura. En línea con Paula Litvachky, del CELS, el fiscal Abel Córdoba de Bahía Blanca puso en la mesa el rol que cumplieron los organismos de derechos humanos en este debate, que algunos llamaron “revolucionario”. “Creo que la trasformación más importante que tuvo el Poder Judicial en estos años ha sido la que impulsaron los organismos de derechos humanos en su lucha por obtener el juzgamiento de los crímenes de lesa humanidad, eso se hizo con un discurso muy fuerte y ha encontrado correlato en numerosos funcionarios, muchos acá presentes, que desde adentro de las estructuras los canalizaron en términos jurídicos.”


El fiscal Jorge Auat y la jueza de San Martín Lucila Larrandart dieron cuenta de las dificultades estructurales que aún anidan en la Justicia en ese sentido. “¿Cómo no se van a oponer a investigar crímenes donde de algún modo el Poder Judicial y el sistema judicial estaban claramente vinculados con esos hechos, en algunos casos directamente como imputados?”, dijo Auat.


El fiscal de Jujuy Pablo Pelazzo puso como ejemplo de la articulación entre PoderJudicial y económico la causa a los directivos de Ledesma.


“Sus defensores fueron jueces ambos. Uno del Juicio a las Juntas y el otro en la misma causa donde ahora es defensor. El codefensor del administrador de la empresa fue secretario en el juzgado donde tramitan esas causas. Y para completar el cuadro, el juez que realizó todas las maniobras posibles para dilatar el avance fue secretario de uno de los defensores de Pedro Blaquier.”


En los pasillos y salones de la Biblioteca se cruzaron Juan Carlos Vallejo, de Corrientes, Julio Bavio, de Salta, a cargo de la investigación por La Veloz del Norte; Mario Portela y Roberto Falcone, que impulsaron las investigaciones sobre Loma Negra y el tucumano Fernando Poviña, que interviene en el caso Ledesma.


“Es un paso trascendental frente al tiempo donde había una sola voz o una sola asociación o núcleo de dirigentes judiciales que se escuchaban como la voz de la opinión de todos”, dijo este último. Beinusz Szmukler, desde arriba del escenario, señaló: “Pensar en esto hace 20 años era materialmente imposible, necesitábamos jueces que no cedan a las presiones”.




EL DOCUMENTO COMPLETO DEL ENCUENTRO
Mirar hacia adentro
Imagen: Sandra Cartasso.
Los que estamos aquí queremos ser parte de una Justicia más plural y más independiente, dispuesta a transparentar y a rendir cuenta de su actuación ante la ciudadanía entera. Nos une la convicción de que existe un modo diferente de ejercer la magistratura y la jurisdicción.

Rara vez en estos casi treinta años de recuperación del Estado de Derecho, y salvo honrosas excepciones, un número tan importante de jueces, fiscales, defensores públicos, funcionarios y empleados han firmado con nombre y apellido un cuestionamiento claro y enérgico como el que se expresa en los documentos de “Justicia legítima”. Así se habilita el escenario de un debate público en el que sin desconocer la mayor responsabilidad que nos corresponde como integrantes del Poder Judicial, aspiramos a sumar muchas voces y muy diferentes actores sociales para inaugurar mecanismos de participación ciudadana.


También es inédito y auspicioso que miembros de las justicias federal, de la nacional y de la local elijan modos de encuentro y participación como el de esta asamblea nacida de una convocatoria en la que nadie se arroga la representación de otros ni apela a distinciones o jerarquías que no reconocemos ni aceptamos.


Es el primer paso de un largo camino que no se agota en la indignación y en el rechazo a una manera falaz e intencionada de “invocar independencia” para encubrir sumisión a grupos, intereses y poderes partidarios, económicos, mediáticos a cambio de ventajas y beneficios incompatibles con un servicio de justicia en un Estado de Derecho. Defendemos una noción de independencia que no ignore la trama de poderes formales e informales que atraviesa el espacio en el que trabajamos y el mundo en el que vivimos y somos conscientes de los deberes que nos son propios y estamos dispuestos a cumplirlos sin claudicaciones.


Llegó la hora de mirar hacia adentro del sistema de administración de justicia y hacer pública nuestra autocrítica a fin de dar sentido a la diferencia entre el accionar corporativo y una “Justicia legítima”. Para conformar otro sistema de Justicia hay que partir de un núcleo irrenunciable de principios y prácticas que aseguren la vigencia plena e irrestricta del Estado de Derecho, la defensa y ampliación permanente de los derechos humanos y de las garantías consagradas en la Constitución y en los tratados internacionales y el rechazo de toda forma de discriminación por condición social, étnica, religiosa o de género. Sabemos que todavía hay que superar las marcas que la dictadura imprimió y que subsisten en la estructura y en muchos agentes judiciales de cualquier nivel.


Queremos discutir cómo se forma a los jueces, magistrados, funcionarios y agentes; cómo y por quiénes se llevan adelante los procesos de selección para ingresar y permanecer en la institución judicial en todos sus niveles; cómo se asegura que la postulación y elección de miembros de los consejos de la magistratura sea abierta y sin restricciones; cómo se conforma y se exhibe la gestión de los recursos, de la jurisdicción y de la administración; cuáles son las condiciones imprescindibles para efectivizar el acceso a la justicia para todos, protegiendo a los vulnerables y cuáles las posibles vías de intervención de la sociedad civil en la construcción de una Justicia fuerte, independiente y democrática. Y estamos dispuestos a persistir en este intento.



OPINION
Aires nuevos en la Biblioteca
Por Mario Wainfeld
Imagen: DyN
La escenografía no “es el mensaje” pero sí forma parte de él. Un encuentro de integrantes del Poder Judicial en la Biblioteca Nacional tiene un sentido. Es un ámbito de debate, bien distinto al de los cónclaves de jueces o funcionarios. El auditorio Jorge Luis Borges no bastaba para contener a la asistencia. El foyer estaba preparado con pantallas gigantes, aunque tampoco se podía estar muy confortable ahí, con gente abigarrada, mucho calor humano y la mayoría de a pie. Los organizadores, precavidos, habían colocado altoparlantes en el playón de la Biblioteca. Era grato colocarse ahí en un día soleado y primaveral, con la contra de que no se podía aplaudir ni ver los rostros de los expositores.

Una moción de orden estipuló cinco minutos para los primeros oradores, excepción hecha de la procuradora general Alejandra Gils Carbó, quien tuvo a cargo el discurso de apertura.

Primacía de hombres trajeados y mujeres con ropas cuidadas, bastante formales tod@s, redondeaba una primera imagen, bien abogadil. Con un vestuario muy diferente al que predomina en las Asambleas de Carta Abierta o en tantas charlas o conferencias sobre temas culturales.

- El momento es también el mensaje. Gils Carbó cerró su exposición con una frase tan lógica como potente: “El cambio es posible porque su tiempo ha llegado”. Ese tiempo, curiosamente, fue detonado por una solicitada flojita y vergonzante firmada sin nombre y apellido por una nutrida fracción del Poder Judicial. Alejandro Slokar, juez de la Cámara de Casación Penal, designó como “sellos” a muchas de esas entidades. Varias lo son pero hicieron bambolla y se arrogaron una representación colectiva, unanimista. Les resultó un boomerang: traspasaron un límite y patearon un hormiguero. Muchos colegas entendieron que ya era hora de mostrar que la cultura judicial no es monolítica, ni es ideal, ni está a la altura de los tiempos.


- El discurso pronunciado anteayer por el titular de la Corte, Ricardo Lorenzetti, también connotó la jornada. Pretendió ser una suerte de anticipo ofensivo, en términos futboleros. Lorenzetti se valió de una fecha sacada de la galera para anticipar su tradicional alocución de inicio del año judicial. El discurso podía ser, en sustancia, un copy-paste de otros anteriores. Pero la ocasión lo resignificaba. El blogger Gustavo Arballo hurgó en su biblioteca y aludió a Pierre Menard, el personaje borgeano que escribió El Quijote copiándolo textualmente del original. La ironía de Borges explicaba que ese libro, escrito por otro hombre en otro tiempo, no era para nada el mismo. El blog Todo sobre la Corte leyó parecido el discurso, aunque acudió como cita erudita a Roland Barthes. Este cronista acuerda, agregando que Lorenzetti midió más sus palabras que otras veces, lució menos desenvuelto, apeló mucho más a la lectura del discurso. Fiel a un estilo, el Supremo coló tópicos que podían ser gratos a dos tribunas opuestas. La mención al Holocausto y a eventuales perversiones de las mayorías fue maná para republicanos antipopulares. El rescate de los derechos humanos como política de Estado podía complacer a obras banderías.


Lorenzetti se valió de una imagen que quiso ser gráfica: no se pueden cambiar las reglas y el árbitro durante el partido, cuando se discrepa con ellos. Los que estaban reunidos en la Biblioteca podrían haberle replicado (lo hicieron aunque no con esas palabras) que tampoco está bien que, unos meses antes del superclásico, su referí viaje a Miami a un seminario organizado por Boca o por River, con todos los suntuosos gastos pagos.


- Slokar fue el primero que mencionó con todas las letras a Certal, el tentáculo del Grupo Clarín que paseó al camarista Francisco de las Carreras, uno de los que tiene a su cargo la sentencia en el juicio que persigue que se declare inconstitucional la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.


Hilos invisibles fungen a veces de símbolos. En esa primera Corte que enalteció Lorenzetti había un Francisco de las Carreras, bisabuelo del viajero tan afortunado y tan inmune a las recusaciones. Esos linajes son comunes en Tribunales, y sugieren que no es tan loco hablar de “familia judicial”. Acaso no sea puro azar que el descendiente reviste en la Cámara Comercial, que suele ser un bastión de defensa de las empresas, un escudo protector de las quiebras o concursos amañados o fraudulentos.


Lo que a Lorenzetti le pareció normal o poco interesante como mención era un núcleo convocante para jueces que no creen en las relaciones promiscuas con las partes. Alicia Ruiz, integrante del Tribunal Superior de la Ciudad Autónoma, iluminó otros espacios. Dijo que hay que poner en revisión a las “escuelas de Derecho”, a cómo se forman los abogados. Ruiz no reniega de su condición de docente universitaria, pero subrayó a su modo que es hora de que lleguen cambios también en la etapa formativa.


- Engrosó el contexto un dictamen que se conoció ayer mismo. Lo dictó el fiscal de Cámara, José María Medrano, pidiendo la confirmación de la sentencia que rechaza la pretensión de Clarín. El fiscal de Primera Instancia, en un dictamen como para recuadrar, había mocionado lo mismo. Sin prejuzgar, la Corte adelantó que las leyes antitrust son constitucionales, en principio. Y ya van dos fiscales y un juez que se expidieron en igual sentido.


Todo indica que la Cámara ralentará su decisión, dándole tiempo a Clarín. La Corte le allanó el camino con un deplorable fallo a fin de año.


El multimedios quiere evitar que haya resolución definitiva antes de las elecciones, a la espera de que el kirchnerismo sea derrotado y cambie el escenario político. Tienen coherencia, cabe admitir: quisieron lo mismo en 2009 (donde pareció resultarle bien, apenas por un ratito) o en 2011, cuando les salió fatal.


La Corte, es sabido y no fue criticado por Lorenzetti en su ponderado balance, no tiene plazos para sentenciar. Puede eventualmente tomarse años para rechazar un recurso por razones formales, sin fundamentar el planteo. Habrá que ver cómo se maneja, máxime cuando tanto predica sobre la celeridad de los pronunciamientos.


- Estela de Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo, fue llamativamente invitada. Como ella misma resaltó, contrarió su estilo coloquial y optó por un texto escrito. En un tramo, rememorando crueles vivencias, dijo: “Nosotras no veíamos las caras de los jueces ni ellos veían las nuestras”. Mediaban entre ellos “abogados y papeles”. Un compañero y colega que escuchaba junto al cronista comentó que hablaba de los tiempos de la dictadura. Así era, en principio, pero la aguda observadora Carlotto ponía el dedo en una llaga que perdura. La mayoría de los ciudadanos que pleitean jamás ven a los jueces. La oralidad se aplica en relativamente pocos procesos, incluso se retacea en algunos en que es obligatoria. Las partes incomodan, transpiran, hablan de más o de menos, exigen. Sus Señorías (no todos, muchos) ponen distancia con la jerga, con los cortinados, con no dejarse ver ni forzarse a ver.


- “Estamos los de siempre y algunos más”, comentaba una jueza de intachable trayectoria y coherencia. No se hacía ilusiones exorbitantes acerca de la representatividad, que deberá medirse si hay continuidad en la movida.


Por añadidura, no había pleno acuerdo entre todos los asistentes. Una agrupación de empleados judiciales, “La Centeno”, repartía volantes cuestionando normas promovidas por el gobierno nacional (la Antiterrorista y la reforma a la Ley de Accidentes del Trabajo). También recorrían la precariedad y el acoso laboral en los juzgados. Y pedían ser parte en el debate, en su condición de trabajadores.


El cronista dialogó con jueces que comparten en general la iniciativa, pero que agregan reproches a varias designaciones (tanto como a falta de nombramientos) por parte del Poder Ejecutivo. Que exigen un trato más severo con los funcionarios acusados de corrupción, que cuestionan a los operadores judiciales del oficialismo.


Así es: cuando se abren puertas y ventanas el viento desordena los papeles, entran personas no esperadas o no investidas. Enhorabuena. Un cambio cultural se construye sin planos aprobados ni esquemas cerrados.

Sería poco serio hacer pronósticos. El cronista apenas intuye que la agenda pública se ha engrosado y enriquecido. Que la sugestiva jornada de la Biblioteca, que continuará hoy, abre instancias que en un país politizado y vivaz como la Argentina suelen ahondarse y no cerrarse. Que las polémicas ampliarán su círculo y llegarán al Agora. Que Gils Carbó y Slokar insinuaron condiciones de liderazgo (la claridad política y la voluntad entre ellas) de un movimiento aún en germen. Que lo ocurrido interpela a los tres poderes del Estado y no a uno solo: para democratizar la Justicia todos deben hacer introspección, autocrítica y ponerse las pilas. Para una primera tarde primaveral, no es poca cosa.
Fuente:Pagina12

28.02.2013

Un millar de personas participó en la Biblioteca Nacional de la primera jornada de la convocatoria por una Justicia Legítima 
El debate sobre democratización de la justicia, empezó por la "independencia" 
Hubo fuertes críticas hacia la postura "corporativa" de un sector del Poder Judicial. La procuradora Gils Carbó lo acusó de no haber puesto jamás en cuestión al poder financiero. La defensora Stella Maris Martínez calificó de "ficción" a la Corte Suprema. Detalles. 
Por: Gabriel A. Morini
Alrededor de un millar de personas se dieron cita ayer en la Biblioteca Nacional en la jornada inaugural de la convocatoria por una Justicia Legítima, con un fuerte cuestionamiento y denuncia hacia la postura "corporativa" de un sector del Poder Judicial. "Para democratizar los estamentos judiciales debe haber más debate que consenso", dijo en las palabras de apertura la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, en respuesta al discurso pronunciado el martes en la apertura del año judicial por el titular de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti. La creación de una organización paralela a la tradicional Asociación de Magistrados, un observatorio externo de la independencia judicial, la reforma de los códigos de procedimiento, la mejor asignación de recursos, la participación ciudadana en la selección de jueces y la renovación periódica de los cargos, fueron algunas de las propuestas que se escucharon, y que continuarán siendo debatidas en los talleres que se realizarán hoy.

Con un auditorio repleto de jueces, fiscales, defensores y funcionarios de la justicia, comenzó ayer la primera de las dos jornadas de la convocatoria surgida a partir de una solicitada por un nutrido sector del Poder Judicial que reaccionó ante un documento –impulsado por la Corte– que denunciaba presiones del Poder Ejecutivo a los jueces, en medio de la causa por la Ley de Medios. La capacidad quedó desbordada incluso en el primer piso del edificio, por lo que hubo un importante grupo de asistentes que permaneció escuchando las exposiciones desde la explanada de la Biblioteca. La apertura del evento estuvo a cargo de Gils Carbó que permaneció en primera fila, al igual que la encargada del cierre, la defensora general de la Nación, Stella Maris Martínez.


"Hay que reconciliar el sistema judicial con la ciudadanía", afirmó la jefa de los fiscales, a la vez que hizo foco en que "los mecanismos internos de sometimiento por cooptación, difícilmente puedan ser erradicados a través de una ley". Acusó de tener una "visión sesgada de la independencia" que reclamaron las entidades de magistrados como un "mero slogan", y lo diferenció con su silencio ante la pérdida de derechos sociales a lo largo de la historia. "El Poder Judicial jamás puso en cuestión al poder financiero", fustigó. A su vez, cargó contra la Cámara Civil y Comercial cuando mencionó las prácticas de "forum shopping, justicia cautelar, y elección a dedo de jueces subrogantes", todas vinculadas al tratamiento de Ley de Medios, en los últimos años. "La dependencia judicial se construye desde las reglas internas y los lobbys oscuros que mueven los hilos en la Magistratura", aseguró Gils Carbó que consideró un "punto de inflexión" la convocatoria, he hizo un llamado a la "revisión profunda de las bases institucionales", no sólo en los reglamentos. Por su parte, Martínez resaltó: "El detonante de este movimiento fue lo que pasó con la Cámara y la Ley de Medios, donde todos nos sentimos humillados", y calificó de "ficción" a la Corte. "Tiene tanta cantidad de casos que no puede llegar a analizarlos jamás, y se le da más facultades que a cualquier otro funcionario del país. La Corte puede decir 'no, porque no'", sostuvo. "No tenemos que tener miedo a la gente, sí le tienen que tener miedo los que convirtieron a la justicia en un club privado", concluyó, en medio de un cerrado aplauso.


El primer documento que generó la asamblea hizo énfasis en el "rechazo a una manera falaz e intencionada de invocar independencia para encubrir sumisión a grupos, intereses y poderes partidarios, económicos, mediáticos". Y además, se propusieron una "autocrítica" para "superar las marcas que la dictadura imprimió y que subsisten en la estructura y en muchos agentes judiciales".

Fuente:TiempoArgentino 


27.02.2013
PRIMER ENCUENTRO
Más de 800 jueces participaron en la jornada por la Justicia Legítima
La primera jornada del encuentro convocó a más de mil jueces, fiscales y defensores públicos de todo el país, que coincidieron en las críticas al "actual sesgo corporativo de la denominada `familia judicial`”.
Más de ochocientos magistrados colmaron el auditorio de la Biblioteca Nacional en la primera de las dos jornadas del encuentro, que mañana culminará con talleres y exposiciones de la Defensora General de la Nación, Stella Maris Martinez, y el jurista portugués Antonio Cluny.

Los expositores que participaron de las mesas de debate pusieron especial énfasis en el rechazo al actual sesgo corporativo de la denominada `familia judicial`; la discrecionalidad en la administración de los fondos por parte de la Corte Suprema de Justicia de la Nación –atribución originaria del Consejo de la Magistratura-; a la falta de transparencia en los nombramientos; a la ausencia de un sistema generalizado de concursos, y a la impronta conservadora de las cúpulas del Poder Judicial.


La Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, encargada de abrir en encuentro fue ovacionada cuando, tras historiar la pérdida de derechos sociales, previsionales y laborales con la políticas neoliberales, se preguntó “dónde estaban las asociaciones de magistrados, el interés por la independencia de la justicia, dónde estaban la cautelares que son furor hoy”.


En un discurso de tono fuertemente crítico a las pautas de funcionamiento de la justicia, Gils Carbó dijo que el objetivo de la reunión no era modificar las reglamentaciones internas del Poder Judicial sino “el paradigna del juez impasible frente a la desigualdad de las partes, mientras esta desigualdad se traslada a los pleitos”.


Entre los primeros oradores figuraron el juez de casación bonaerense Daniel Carral; Alejandro Slokar, integrante de la Cámara nacional de Casación Penal y Alicia Ruiz, del Tribunal Supremo de la Ciudad de Buenos Aires, quienes agregaron matices al reclamo común de “reconciliar la justicia con la ciudadanía”.


También participó el ex titular de la Oficina Anticorrupción, José Massoni; el presidente de la Cámara del Crimen, Gustavo Bruzzone; la ex presidenta de la Camara de Casación, Angela Ledesma; los jueces federales Carlos Rosanki, Mario Portela, Fernando Povina, Juan Carlos Reinaga, y los fiscales Mónica Cuñaro, Jorge Auat, Angel Osorio y Felix Crous, flamante titular de la Procuraduría contra el narcocrimen.


La presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, invitada como símbolo del compromiso de la convocatoria de los derechos humanos, según un folleto repartido entre los presentes, recordó las décadas que tuvieron que esperar para encontrar justicia al tiempo que elogió la iniciativa para que los jueces paguen impuesto a las ganancias.


Cuando estaba por finalizar la jornada, el secretario general del Sindicato de Empleados Judiciales, Julio Piumato, pidió el micrófono recién llegado al lugar, pero debió interrumpir su discurso por un abucheo generalizado del auditorio, incluyendo los empleados judiciales que se encontraban presentes.


En medio de los silbidos, Piumato decidió dejar el micrófono y se retiró inmediatamente del lugar, ante la reprobación de sus representados.       
Fuente:Telam
Envío:Agnddhh   

28.02.2013  
Fiscal Jorge Auat: "El poder Judicial está en un punto de inflexión"
Fiscal Auat. El ariete voluntario de una reforma imprescindible 
El titular de la Unidad Fiscal de Coordinación de causas de lesa humanidad, Jorge Auat, consideró ayer que el encuentro "Justicia Legítima", convocado por más de seiscientos magistrados y funcionarios judiciales, es "el mojón que marcará el punto de inflexión para democratizar el sistema judicial". En diálogo con Télam, el fiscal Auat destacó que si bien el encuentro que concluirá hoy en la Biblioteca Nacional responde a una "reacción inmediata" de magistrados, juristas y miembros del Poder Judicial que no se sintieron representados por una solicitada firmada por instituciones judiciales que denunciaron presiones políticas, la "discusión no es de ahora".

"Esa solicitada (de la cuestionada Asociación de Magistrados) fue el disparador para discutir sobre la

democratización del Poder Judicial, que es el único poder del Estado que en las dictaduras se mantuvo intacto y que a lo largo de su historia se ve claramente su espíritu corporativo", señaló Auat.

Como ex fiscal de causas de lesa humanidad, Auat recordó las dificultades en avanzar en las investigaciones en las que jueces y funcionarios "fueron funcionales a la dictadura cívico-militar".

"Los jueces que militaban por la impunidad, tenían a su vez la cobertura de las agencias encargadas de controlar el funcionamiento jurisdiccional, montando un sistema que consagraba la impunidad de las causas", señaló.

Para Auat, durante las jornadas de hoy y mañana "habrá propuestas desde lo instrumental", pero también se dará la oportunidad de "cambiar paradigmas en el funcionamiento del sistema con una mirada crítica ante un diagnóstico que se visibiliza hoy pero que no es nuevo".


"La puesta en crisis de los paradigmas ya representa un principio de cambio, y el diagnóstico marca un avance y el camino para una reflexión profunda", subrayó Auat.

El Primer Encuentro Nacional "Justicia Legítima" comcluirá hoy en la Biblioteca Nacional, Agüero 2502, a
partir de las 14.30.

La apertura estará a cargo de la Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, y continuará con la intervención de miembros del Poder Judicial de la Nación, de las provincias y de los Ministerios Públicos.

El cierre estará a cargo de la Defensora General de la Nación, Stella Maris Martínez y del presidente de la Asociación de Magistrados Europeos, Antonio Cluny.

Mañana se continuará con la lista de oradores y luego se realizarán talleres temáticos sobre "independencia judicial", mcanismos de ingreso al Poder Judicial, democratización ciudadana, políticas de transparencia. La reunión se cerrará con la presentación de un documento final.  


Clima armónico en la primera jornada, aunque hubo cruces entre Piumato y Auat

El "Encuentro por una Justicia Legítima", en la Biblioteca Nacional, superó las expectativas
Horacio González, Director de la Biblioteca Nacional y anfitrión del encuentro. 
La primera jornada del encuentro por una Justicia Legítima despertó un espíritu de "día histórico" entre la multitud presente en la Biblioteca Nacional y ante la amplia concurrencia de jueces, fiscales y defensores que asistieron desde temprano y que continuarán debatiendo acerca de cómo democratizar el sistema judicial en el día de mañana. La organización dispuesta para el acontecimiento, abierto también al público, ya tenía prevista la masiva concurrencia y por ese motivo dispuso de pantallas en distintos puntos estratégicos del edificio para que nadie se perdiera las alocuciones del auditorio Jorge Luis Borges.

El encuentro, que contó en la apertura con la apertura a cargo de la Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, fue seguido dentro y fuera de la sala principal, e incluso una multitud debió seguir a los oradores desde una pantalla dispuesta en la puerta de entrada que da a la calle, porque el primer piso no daba lugar ni para caminar con fluidez.


Hubo también mucho debate fuera del auditorio, entre pasillos, y en mesas chicas informales que comentaban y aplaudían las intervenciones que se iban sucediendo desde el micrófono que luego del acto inaugural fue alternándose en turnos de cinco minutos para cada uno de los expositores.


El ensayista y escritor Horacio González, a cargo de la Biblioteca Nacional y de las palabras de bienvenida, también calificaba el primer día del encuentro por una Justicia Legítima como "un día histórico", al explicar en diálogo con Télam que la consigna convocante de por sí ya era "estimulante, porque se trata de un encuentro sapiente, de gran significación".


En la primera comunicación sobre la convocatoria para abordar propuestas sobre cómo debe ser reformado el sistema judicial, se anunciaba la presencia de más de seiscientos juristas durante las dos jornadas, aunque desde la organización, desbordados por el primer día de trabajo, aseguran que el número de asistentes superará ampliamente lo previsto. El desborde y la expectativa era tal que incluso desde el bar lindante al Auditorio Jorge Luis Borges se dispuso de otra pantalla que tuvo dificultades con el sonido, y que generó en más de una oportunidad llamados a silencio entre unos y otros, porque

nadie quería perderse ni una coma sobre la apertura del debate.

El clima de armonía sólo sufrió apenas una interrupción cuando desde el micrófono principal el titular del gremio de judiciales y dirigente moyanista Julio Piumato se cruzó con algunos de sus pares como Jorge Auat, el titular de la Unidadad Fiscal de Coordinación de causas de lesa humanidad.


El balance y las conclusiones de las exposiciones aún no tienen un destino formal, pero muchos de sus asistentes esperan que el resultado de las mismas sean un aporte para que el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo puedan encarar reformas necesarias y pendientes del sistema judicial desde el regreso de la democracia, siempre con una fuerte espíritu anti coporporativista y teniendo en en cuenta desigualdades sociales en el acceso a la justicia.

Fuente:Telam


27.02.2013
DECLARACIONESGils Carbó aboga por "terminar con los lobbys oscuros que mueven los hilos de la magistratura"
La Procuradora General de la Nación lo dijo al dejar inaugurado el encuentro “Por una Justicia Legitima” que nucleó a cientos de jueces, fiscales, defensores y funcionarios del Poder Judicial.
La jefa de los fiscales fue ovacionada cuando, tras historiar la pérdida de derechos sociales, previsionales y laborales con la políticas neoliberales, se preguntó “dónde estaban las asociaciones de magistrados, el interés por la independencia de la justicia, dónde estaban la cautelares que son furor hoy”.

En un discurso de tono fuertemente crítico a las pautas de funcionamiento de la justicia, Gils Carbó dijo que el objetivo de la reunión no era modificar las reglamentaciones internas del Poder Judicial sino “el paradigma del juez impasible frente a la desigualdad de las partes, mientras esta desigualdad se traslada a los pleitos”.

Medio millar de magistrados colmaron el auditorio de la Biblioteca Nacional en la primera de las dos jornadas del encuentro, que mañana culminará con talleres y exposiciones, en tanto que la Defensora General de la Nación, Stella Maris Martinez realizó el cierre de hoy.

Entre los primeros oradores figuraron el juez de casación bonaerense Daniel Carral; Alejandro Slokar, integrante de la Cámara nacional de Casación Penal y Alicia Ruiz, del Tribunal Supremo de la Ciudad de Buenos Aires, quienes agregaron matices al reclamo común de “reconciliar la justicia con la ciudadanía”

“El objetivo de la reunión es modificar el paradigma del juez impasible frente a la desigualdad de las partes"
También participó el ex titular de la Oficina Anticorrupción, José Massoni; el presidente de la Cámara del Crimen, Gustavo Bruzzone; la ex presidenta de la Cámara de Casación, Angela Ledesma; los jueces federales Carlos Rosanki, Mario Portela, Fernando Povina, Juan Carlos Reinaga, y los fiscales Mónica Cuñaro, Jorge Auat, Ángel Osorio y Felix Crous, flamante titular de la Procuraduría contra el narcocrimen, así como el dirigente judicial Julio Piumato.

La presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, invitada como símbolo del compromiso de la convocatoria de los derechos humanos, según un folleto repartido entre los presentes, recordó las décadas que tuvieron que esperar para encontrar justicia al tiempo que elogió la iniciativa para que los jueces paguen impuesto a las ganancias.

Gils Carbó recordó que la convocatoria había surgido del rechazo a una declaración corporativa que denunciaba presiones políticas sobre el Poder Judicial, pero cotejó ese pronunciamiento con el habitual silencio de esas entidades de magistrados ante la pérdida de derecho sociales.


Denunció los mecanismos de designación irregular de subrogancias para perpetuar a los jueces burócratas “que reemplazaron a los aristócratas de otras épocas”
Gils Carbó cargó también contra “el doble estándar en el control judicial del derecho de propiedad” y denunció los mecanismos de fórum shopping y designación irregular de subrogancias como los habituales para perpetuar a los jueces burócratas “que reemplazaron a los aristócratas de otras épocas”.

La jefa de los fiscales se manifestó por un Poder Judicial que abandone el “lenguaje encriptado” y actúe “sin feudos ni padrinazgos”, como parte de un proceso de democratización pendiente hace tres décadas.
Fuente:Telam
Envío:Agnddhh

El nuevo foro crítico en la Justicia
Ajusticiando por un sueño

Convocado por más de seiscientos jueces, fiscales y abogados, la primera jornada del foro “Justicia Legítima” -que encabeza la procuradora Alejandra Gils Carbó- se diferenció con las organizaciones y asociaciones de magistrados “tradicionales”. Los detalles de un encuentro donde se habló del pago de Ganancias de los jueces, la "familia judicial", "elitismo" y "burocracia" en el Poder Judicial.
Por Gustavo Ahumada
Este miércoles y luego del discurso de apertura del año judicial del presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, la Biblioteca Nacional fue testigo del debate por una “Justicia Legitima”. Allí los “no alineados” con el Máximo Tribunal buscan generar discusiones y modificaciones del status quo, añejo y clasista, de la “corporación” judicial argentina, según lo califican desde el nuevo foro crítico.
La jornada se inició con el aplauso, emotivo y de pie, cuando ingresó al auditorio la titular de las abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, quien entró junto a la Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó.
Cara visible de las propuestas, Gils Carbó fue la encargada de abrir la tanda de oradores que llenaron el salón Jorge Luis Borges del primer piso de la Biblioteca. Asimismo, tanto en la puerta del auditorio, como en el playón de la Biblioteca Nacional, había muchísima más cantidad de gente que no pudo ingresar pero que siguió las exposiciones a través de parlantes allí ubicados.
Gils Carbó, en un discurso duro, reclamó la necesidad de "encontrar una Justicia Legítima" y para ello, diferenciándose de Lorenzetti, sostuvo que "se requiere más debate que consenso, más discusión que unidad corporativa" para lograr así “la reconciliación del Sistema con la sociedad”.
Mientras la procuradora expresaba las palabras del comienzo atentamente era seguida, entre otros, por los jueces Alicia Ruiz del STJ porteño, Carlos Rozanski del TOF N°1 de La Plata, Patricia López Vergara y Horacio Corti, de la Justicia porteña, María Laura Garrigós de Rebori de la Cámara del Crimen, Alejandro Slokar y Ángela Ledesma de la Cámara de Casación Penal y Daniel Carra de la Casación bonaerense.
Siguiendo con los dichos de Gils Carbó tras analizar la históricamente posición estructuralmente “elitista” del Poder Judicial, llegó a la conclusión de que no se “velaba por los valores democráticos” sino que se responde a “criterios elitistas”, para luego meterse de lleno en la influencia de los intereses corporativos y económicos.
Recordando el negociado que significaron las AFJP se preguntó "¿Dónde estaba el furor de las medidas cautelares?, ¿alguna asociación de magistrados reclamó?”, desafió la procuradora y estableció la necesidad de “identificar esa matriz burocrática y autoritaria para que sea removida”.
Su discurso cerró pidiendo terminar con los "lobbies oscuros que mueven los hilos de la magistratura" y reclamó "una Justicia legítima en la que no haya feudos, padrinazgos, ni familia judicial".
Los aplausos inundaron el auditorio, entre ellos podía verse a la Defensora General de la Nación, Stella Maris Martínez, los fiscales Jorge Auat, Mónica Cuñarro, Javier De Luca y los abogados Damián Loretti y Alfredo Barcesat. También pudo verse entre la gente a varios asesores y funcionarios del Consejo de la Magistratura.
“El cambio está en marcha” dijo Estela de Carlotto y expresó la necesidad de que se termine con los juzgados y tribunales llenos de “hijos y amigos de...” bregando por un “ingreso transparente al Poder Judicial. Asimismo solicitó que los jueces paguen el impuesto a las ganancias “como cualquier ciudadano”, tras lo que los aplausos volvieron a inundar el auditorio, esta vez, con más fuerza.
Luego, con respecto al caso de Otilio Romano y apuntando directamente a la Asociación de Magistrados, dijo que la “Asociación acompaña con su silencio la conducta de Romano”.
Por su parte, el juez de Casación Alejandro Slokar celebró la posibilidad de “verse cara a cara” y agradeció al comunicado realizado el 6 de diciembre del 2012 que haya generado esta reunión. “Sabemos que alguien llamó por teléfono para que alguno no concurra”, dijo Slokar y planteó la necesidad de crear un Observatorio para controlar.
“Toda decisión que tomemos es una decisión política”, resaltó el magistrado de la Casación Bonaerense Diego Carral, separándose así de la media de jueces y organizaciones de magistrados que se consideran “apolíticos”. "La imagen de la Justicia sin la venda me resulta más simpática”, culminó.
Alicia Ruiz, por su parte, baso su discurso en los jóvenes ya que habló de la formación y la necesidad de discutir el modelo de Derecho que ellos incorporan. "Discutir los tipos de saberes” dijo y destacó que es “en el espacio de la cultura donde debemos dar batalla” ya que es necesario “crecer y aprender fuera de la familia”.
Beinusz  Smukler, encaró la cuestión en la necesidad de “definir el perfil del juez” para saber “qué juez se quiere” y generar jueces “con sensibilidad social”. “El carácter vitalicio del cargo no tiene nada que ver con la independencia”, desafió. También el fiscal ante la Cámara de Casación, Javier De Luca, estimó que “no se debe caer en la creencia de que independencia consiste en estar contra el Poder Ejecutivo” y bregó por la “eliminación de los privilegios y los conflictos de intereses”.
Esta “corriente” denominada “Justicia Legítima” se expresó como reacción a los dichos y reclamos de independencia judicial de las asociaciones tradicionales. En este sentido, el magistrado cordobés Gabriel Perez Barbera propuso crear una asociación y “constituirnos como factor de poder” en el marco de una “organización horizontal”, despegándose de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional, ya que los “lobbies económicos son poderosos”.
Jorge Auat, titular de la Unidad Fiscal de Coordinación de causas de lesa humanidad, se refirió nuevamente al comunicado de diciembre pasado: "Esa solicitada fue el disparador para discutir sobre la democratización del Poder Judicial, que es el único poder del Estado que en dictaduras se mantuvo intacto y que a lo largo de su historia se ve claramente su espíritu corporativo”, dijo.
Asimismo, volvió a referirse al episodio de la selección de Luis Cabral para subrogar la Cámara de Casación, “es un episodio menor en sí mismo” dijo, pero “me preocupa la metodología de designación y lo que refleja”. Auat considera que la designación “fue a dedo” a pedido de uno de los integrantes de la Cámara.
Mientras hablaba Auat, como todos tenían sólo cinco minutos para hablar, eran apurados para culminar, el fiscal sufrió ese mismo apuro. Al ser tocado con el dedo por uno de los coordinadores de la mesa: “Me están apurando che” dijo, “no hay independencia judicial”, exclamó. Las risas se escucharon en todo el salón.
“La Justicia no puede inspirarle temor a la gente. El ciudadano de a pie no entiende lo que dicen los jueces en sus sentencias inentendibles y así, no puede haber Justicia. Hay que transparentar la administración de Justicia: no se puede funcionar en base al secreto” dijo la Defensora General, Stella Maris Martínez y agregó: “Hay que abrirse a la gente, y este proceso de "Justicia Legítima"  busca eso: poner en contacto la Justicia con la gente. La Justicia, antes que ser un poder, es un servicio público”.
Al término de esta edición se encontraba hablando el juez porteño Horacio Corti, quien dejó una frase que podría considerarse como uno de los espíritus, no el único, de la reunión, que fue ejemplificada con el “17 de octubre” y “la ronda de los jueves”. Necesitamos “una visión nacional y popular del Derecho”, dijo.
Fuente:DiarioJudicial - Envío:Agnddhh

Gils Carbó criticó el discurso de Lorenzetti en defensa de los jueces

Por Nicolás Pizzi

”Se requieren más discusión que unidad corporativa”, dijo al responder el mensaje del presidente de la Corte.

Aplausos. Estela Carlotto y Gils Carbó se saludan ayer en la reunión realizada en la biblioteca nacional./MAXI FAILLA
28/02/13
Con fuertes críticas al Poder Judicial “corporativo”, al funcionamiento del Consejo de la Magistratura y al “furor por las medidas cautelares”, la procuradora general de la Nación Alejandra Gils Garbó inauguró ayer las jornadas de debate del grupo autodenominado “Justicia Legítima”.
La jefa de los fiscales federales habló apenas 24 horas después que el presidente de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti puso límites a la decisión Cristina Kirchner de “democratizar la Justicia”. Gils Carbó dijo: “ Se requieren más debates que consensos, más discusión que unidad corporativa”. Gils Carbó no fue el martes al acto por los 150 años de la Corte.
Y lo hizo 48 horas antes de que la presidenta hable mañana, en la inauguración de las sesiones ordinarias del Congreso.
En medio de aplausos, Gils Carbó pidió fundar un “nuevo paradigma” judicial, en sintonía con los anuncios que podría hacer la presidenta.
Sorprendió el contenido ideológico de parte de su exposición, donde se dedicó a cuestionar las políticas económicas de la década del 90´. Habló de las privatizaciones y de la AFJP. “¿Dónde estaba la administración de Justicia cuando ocurrían esa inequidades? En ese momento no había conflictos con el Poder Judicial ...”, ironizó parafraseando al discurso Lorenzetti.
A esa hora, en el primer piso de la Biblioteca Nacional, ya estaba lleno de jueces, fiscales y defensores de todo el país.
Hubo pocos funcionarios judiciales de Comodoro Py que ayer estuvieron mayoritariamente en el acto de la Corte. También se la vio a la fiscal Fabiana León, pareja del representante del Poder Ejecutivo en el Consejo de la Magistratura, Hernán Ordiales. Entre los jueces se destacaron Alejandro Slokar y Angela Ledesma, de Casación, Martín Vázquez Acuña, María Laura Garrigós de Rébori y Carlos Rozanski. De los representantes de la Ciudad, dieron el presente el ex juez Andrés Gallardo, los jueces Alejandra López Vergara y Horacio Corti, y Alicia Ruiz, del Tribunal Superior de la Ciudad, entre otros. Se vio al jefe de los empleados judiciales, Julio Piumato, quien ayer estuvo en el acto de Lorenzetti. Pese a la cercanía de muchos de los presentes con el Gobierno, no hubo funcionarios del Poder Ejecutivo.
Gils Garbó aseguró que el colectivo “Justicia legítima” nació de la “necesidad de interpelar el sistema de Justicia”, luego de una declaración de la Comisión de Independencia Judicial de la Corte, en diciembre del año pasado, por el caso de la Ley de Medios.
En ese marco, cuestionó el “modelo elitista” y “la matriz burocrática y corporativa” del Poder Judicial. En concreto, la procuradora le apuntó a la utilización del forum shopping (así se denomina a la manipulación de la elección de jueces para las causas), a la “justicia cautelar” y a la “designación a dedo de los jueces”, en alusión a los mecanismos que utilizan algunas Cámaras para cubrir las vacantes.
La funcionaria fue elegida por Cristina Kirchner tras el paso en falso de Daniel Reposo, el titular de la SIGEN tras la renuncia de Esteban Righi por el caso Boudou.
Acompañada de la presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, quien cuestionó la “falta de aplicación” de la Ley de Medios y pidió que los jueces paguen ganancias, Gils Garbó descargó sus dardos contra los jueces “que están a disposición de las corporaciones” y cuestionó los “lobbys oscuros que mueven los hilos de la Magistratura”.
Fuente: Clarin - Envío:Agnddhh
Nuevo movimiento

Un grupo de jueces y fiscales se diferenció de Lorenzetti

Los miembros de "Justicia legítima" criticaron que se acuse al Gobierno de presionar al Poder Judicial y cuestionaron el "corporativismo"
La reunión fue en el primer piso de la Biblioteca Nacional, en un auditorio que tenía lugar para 200 personas sentadas, pero aglutinó más del doble y dejó afuera a otro tanto. "Esto es un sueño del pibe hecho realidad. Es preciso que esta reunión se constituya como eje de poder", dijo el juez de la Corte santafecina Daniel Erbetta.
Los discursos de la primera jornada reclamaron una Justicia "más plural" y estuvieron plagados de críticas -algunas más veladas que otras- al presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti. Él había encabezado, un día antes, los festejos por los 150 años del máximo tribunal con un acto que dejó a la luz la tensión con el Gobierno. No fue ningún invitado del kirchnerismo. Tampoco Gils Carbó ni Martínez.
Lorenzetti había hecho alusión entonces a la "expansión de derechos" que representaron los fallos de la Corte y había pedido evitar las "peleas de vecinos". Ayer, Gils Carbó le respondió: "La discusión de hoy no pasa por hacer un análisis de la jurisprudencia, que sin dudas ha significado una evolución. Lo que de aquí se trata es identificar esa matriz del Poder Judicial burocrática y autoritaria que subsiste".
Pero además, en sintonía con las denuncias del Gobierno, afirmó: "El forum shopping, la justicia cautelar y la designaciones a dedo de jueces subrogantes son los mecanismos que utilizan determinados jueces para estar al servicio de intereses corporativos. Y se acepta lo inaceptable con aire distraído".
Una y otra vez, los discursos volvieron sobre los poderes "concentrados", "económicos" y "mediáticos". También, sobre la necesidad de trabajar para los más vulnerables, y terminar con los "resabios de la dictadura". Ése fue el eje central del discurso de Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, una de las más aplaudidas.
El clima del encuentro fue descontracturado y entre los organizadores, de fiesta. Para garantizar que funcionara como un encuentro de pares, dispusieron que quien quisiera hablar tuviera cinco minutos en el estrado. Había, además, oradores predeterminados, como los jueces Alejandro Slokar, Daniel Carral y Lucila Larrandart; el constitucionalista Eduardo Barcesat; el fiscal Felix Crous y el ex consejero de la magistratura Beinusz Szmukler.
Slokar fue uno de los más duros contra Lorenzetti. "Acá no hay vecinos que disputan. Tiene que cumplirse la Constitución", dijo. Se refirió en concreto al presupuesto del Poder Judicial, y dijo que se usa como un "mecanismo de cooptación". Criticó al administrador -hombre cercano a Lorenzetti- y dijo que quien debería manejar el presupuesto, según la Carta Magna, es el Consejo de la Magistratura.
Pero además cuestionó a la Comisión de Independencia Judicial que integran las juezas de la Corte Elena Highton y Carmen Argibay, y dijo: "Si funciona, vamos a participar, y si no, tendremos que crear un observatorio nosotros".
A salvo de toda crítica quedó el ministro Raúl Zaffaroni, que fue incluso elogiado por el director de la Biblioteca, Horacio González, cuando, como anfitrión, dio inicio al evento, que juzgó "histórico".
Angela Ledesma, compañera de Slokar de la Casación, lo veía por televisión en el salón contiguo, también lleno de gente. A pocos pasos estaba Carlos Rívolo, el fiscal que impulsó la investigación contra Amado Boudou por el caso Ciccone.
No todos los que estaban presentes comulgan con el kirchnerismo. El acto tuvo incluso un orador abiertamente enfrentado: Julio Piumato, líder del gremio judicial, que agradeció que le hubieran dejado participar, pero pidió considerar también "las presiones del Gobierno". Criticó además las "dos caras" de algunos jueces, "como uno de La Plata", que "se las da de progresista y tortura a sus empleados". El destinatario de su crítica estaba en el auditorio. Por un segundo, el clima festivo se quebró. Hoy seguirá el debate y discutirán, entre otros temas, si los jueces deben empezar a pagar impuesto a las ganancias.

Visiones del nuevo grupo

Frases que auguran una división en la Justicia
  • "Hay que terminar con los lobbies oscuros que mueven los hilos de la magistratura"
    A. Gils Carbó - Procuradora general
  • "El Poder Judicial debe ser atravesado por el poder democrático y rendir cuentas"
    Alejandro Slokar - Juez de casación penal
  • "Lo que nos unió fue lo que pasó con la Cámara y la ley de medios; nos sentimos humillados"
    Stella M. Martínez - Defensora general
LA DEFENSORA GENERAL LES APUNTÓ A LOS MEDIOS
La defensora general de la Nación, Stella Maris Martínez, de habitual perfil bajo, habló ayer de las presiones que recibe la Justicia y apuntó contra "las corporaciones", en particular "las mediáticas".
"En la práctica lo que vemos es que quienes presionan son las corporaciones", dijo, en un diálogo con periodistas en la oficina del director de la Biblioteca Nacional.
Consultada sobre qué corporaciones son, en concreto, las que denunciaba y por qué hechos, respondió: "Yo como defensora nunca recibí las presiones, pero estoy retomando las palabras de la procuradora general, que conoce más del tema por haber sido fiscal. Pero vamos a un ejemplo concreto: las presiones mediáticas. Vemos lo que ocurrió cuando el director del servicio penitenciario permitió salir a presos para actividades recreativas. Días antes, en Tucumán se había demostrado que en una comisaría torturaban a dos presos. De eso se habló poco. En cambio, con el otro tema se presionó. Pilas y pilas se escribió. Y la presión mediática es fuerte".
Martínez habló también de la Corte. Sobre su ausencia en el acto de anteayer, dijo que tuvo un problema grave uno de sus empleados, pero que si no, hubiera ido. "Que la Corte le dé dolores de cabeza al poder político está muy bien. Eso significa que es independiente", afirmó, pero dijo que debería ser más transparente al elegir los casos que toma. "De manera oculta elige algunos temas y otros no", dijo..
Fuente:La Nacion - Envío:Agnddhh                               

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