05 02 2013
“Por la participación de Magnacco, estuve desaparecido 21 años de mi vida”
Guillermo Pérez Roisinblit nació en cautiverio el 15 de noviembre de 1978 en el centro clandestino de detención, tortura y exterminio que funcionó en la ESMA. El capitán de navío y médico retirado de la Armada, Jorge Luis Magnacco, asistió su parto. El Tribunal Oral Federal N° 5 acaba de ordenar la detención del obstetra y su remisión al Complejo Penitenciario de Marcos Paz, al comprobar que violó la prisión domiciliaria.
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“Ya era hora de que la Justicia suspendiera su prisión domiciliaria. Se le quita un beneficio a alguien que no lo merecía”, opina Guillermo Pérez Roisinblit sobre la decisión del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 5 de la Ciudad de Buenos Aires, de suspender el beneficio de la prisión domiciliaria a Jorge Magnacco, condenado por apropiación de bebés durante la dictadura cívico-militar y procesado en la megacausa Esma.
La medida judicial se conoció hoy tras una denuncia realizada por la agrupación H.I.J.O.S., que a través de un video probó que el represor andaba de compras por las calles de Barrio Norte.
Guillermo es hijo de Patricia Julia Roisinblit y José Manuel Pérez Rojo. Abuelas de Plaza de Mayo recibió denuncias anónimas sobre su caso en el año 2000. La familia se acercó y Guillermo recuperó su identidad en 2004. Su abuela, Rosa Roisinblit, es la vicepresidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.
-¿Cómo se sintió cuando se enteró que Jorge Luis Magnacco camina con libertad por las calles de Buenos Aires?
-El impacto fue muy grande. Me senté un rato a ver Twitter y de repente encontré el video que H.I.J.O.S. acababa de publicar. Mis apropiadores están en libertad desde hace mucho tiempo. La última vez que lo vi a él fue en 2003 y me amenazó de muerte. Entonces, el hecho de saber que está por la calle y que en cualquier momento me lo puedo cruzar, ya lo vengo experimentando. Lo diferente es saber que está libre el tipo que también actuó en mi nacimiento y la justicia en 2005 determinó que participó, que fue la persona que estuvo cuando mi mamá me parió arriba de una mesa en el sótano de la ESMA. Eso es lo que impacta, porque está completamente comprobado por la justicia que Magnacco asistió a mi mamá en el parto en la ESMA. No sólo vulnera la prisión domiciliaria, burlándose de toda la sociedad, sino que además miente y engrupe en la cara a los jueces en una nueva causa.
-¿Habló con su abuela de esto qué pasó con Magnacco?
-Soy papá de una nena y me imagino qué debe sentir ella al ver que una de las últimas personas que vio a la hija, en vez de estar pagando por los delitos que cometió, está tranquilo caminando por un shopping.
-¿Cómo se les podría explicar a los genocidas la necesidad de que digan la verdad sobre los bebés que nacieron en la ESMA y sobre los cuerpos de los desaparecidos?
-Hoy me parece una insensatez tratar de explicárselos. Llevamos más de 35 años de esta lucha en la Argentina. Si todavía no entendieron es porque no tienen escrúpulos. Yo no tengo ni la certeza de cuál es la hora en que nací. En mi partida de nacimiento, de cuando recuperé mi identidad en 2004, lo único que figura como lugar de nacimiento es la Ciudad de Buenos Aires y la fecha, ni siquiera tengo el lugar, gracias a la intervención de este hombre, por ejemplo.
-¿Qué siente al comprender que determinadas personas, incluso algunas condenadas, sepan más que usted mismo sobre un momento tan importante como su nacimiento?
-Impotencia, indignación, tristeza. Es muy feo que todo el mundo sepa más de vos que vos mismo. Por la participación de Magnacco y un puñado más de militares yo estuve desaparecido 21 años de mi vida. Tengo 34, más de la mitad de mi vida la pasé desaparecido, viviendo en una mentira. ¿Cómo me puedo sentir cuando alguien tiene un dato como ése, que es la hora exacta de mi nacimiento, y no me la da? Para mí es una pieza más en este rompecabezas que es reconstruir mi identidad.
-Pensando en los jóvenes que nacieron en cautiverio y todavía no conocen su identidad, ¿qué importancia tiene recuperarla y saber la verdad?
-Recuperar la identidad fue tener eso que yo anhelaba. Es estar de una vez por todas en el lugar que tenía que haber estado toda mi vida. Por más que mi historia sea un poco cruel y dura, no deja de ser mi vida. Prefiero crecer y enseñarles a mis hijos cuál es la verdadera historia de su padre antes que eternizarlos también a ellos en una mentira. Me gustaría invitar a aquel que tenga datos a que se acerque a Abuelas. A mí me encontraron por denuncias recibidas en Abuelas, yo no buscaba mi identidad. Siempre recalco que no sólo es necesario que quienes dudan de su identidad se acerquen, sino también que cualquiera que pueda aportar alguna información sobre esa época también es válido y quizás es la pieza que falta para encontrar a alguno de nosotros.
Fuente:EspacioMemoriayDDHHExEsma
La medida judicial se conoció hoy tras una denuncia realizada por la agrupación H.I.J.O.S., que a través de un video probó que el represor andaba de compras por las calles de Barrio Norte.
Guillermo es hijo de Patricia Julia Roisinblit y José Manuel Pérez Rojo. Abuelas de Plaza de Mayo recibió denuncias anónimas sobre su caso en el año 2000. La familia se acercó y Guillermo recuperó su identidad en 2004. Su abuela, Rosa Roisinblit, es la vicepresidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.
-¿Cómo se sintió cuando se enteró que Jorge Luis Magnacco camina con libertad por las calles de Buenos Aires?
-El impacto fue muy grande. Me senté un rato a ver Twitter y de repente encontré el video que H.I.J.O.S. acababa de publicar. Mis apropiadores están en libertad desde hace mucho tiempo. La última vez que lo vi a él fue en 2003 y me amenazó de muerte. Entonces, el hecho de saber que está por la calle y que en cualquier momento me lo puedo cruzar, ya lo vengo experimentando. Lo diferente es saber que está libre el tipo que también actuó en mi nacimiento y la justicia en 2005 determinó que participó, que fue la persona que estuvo cuando mi mamá me parió arriba de una mesa en el sótano de la ESMA. Eso es lo que impacta, porque está completamente comprobado por la justicia que Magnacco asistió a mi mamá en el parto en la ESMA. No sólo vulnera la prisión domiciliaria, burlándose de toda la sociedad, sino que además miente y engrupe en la cara a los jueces en una nueva causa.
-¿Habló con su abuela de esto qué pasó con Magnacco?
-Soy papá de una nena y me imagino qué debe sentir ella al ver que una de las últimas personas que vio a la hija, en vez de estar pagando por los delitos que cometió, está tranquilo caminando por un shopping.
-¿Cómo se les podría explicar a los genocidas la necesidad de que digan la verdad sobre los bebés que nacieron en la ESMA y sobre los cuerpos de los desaparecidos?
-Hoy me parece una insensatez tratar de explicárselos. Llevamos más de 35 años de esta lucha en la Argentina. Si todavía no entendieron es porque no tienen escrúpulos. Yo no tengo ni la certeza de cuál es la hora en que nací. En mi partida de nacimiento, de cuando recuperé mi identidad en 2004, lo único que figura como lugar de nacimiento es la Ciudad de Buenos Aires y la fecha, ni siquiera tengo el lugar, gracias a la intervención de este hombre, por ejemplo.
-¿Qué siente al comprender que determinadas personas, incluso algunas condenadas, sepan más que usted mismo sobre un momento tan importante como su nacimiento?
-Impotencia, indignación, tristeza. Es muy feo que todo el mundo sepa más de vos que vos mismo. Por la participación de Magnacco y un puñado más de militares yo estuve desaparecido 21 años de mi vida. Tengo 34, más de la mitad de mi vida la pasé desaparecido, viviendo en una mentira. ¿Cómo me puedo sentir cuando alguien tiene un dato como ése, que es la hora exacta de mi nacimiento, y no me la da? Para mí es una pieza más en este rompecabezas que es reconstruir mi identidad.
-Pensando en los jóvenes que nacieron en cautiverio y todavía no conocen su identidad, ¿qué importancia tiene recuperarla y saber la verdad?
-Recuperar la identidad fue tener eso que yo anhelaba. Es estar de una vez por todas en el lugar que tenía que haber estado toda mi vida. Por más que mi historia sea un poco cruel y dura, no deja de ser mi vida. Prefiero crecer y enseñarles a mis hijos cuál es la verdadera historia de su padre antes que eternizarlos también a ellos en una mentira. Me gustaría invitar a aquel que tenga datos a que se acerque a Abuelas. A mí me encontraron por denuncias recibidas en Abuelas, yo no buscaba mi identidad. Siempre recalco que no sólo es necesario que quienes dudan de su identidad se acerquen, sino también que cualquiera que pueda aportar alguna información sobre esa época también es válido y quizás es la pieza que falta para encontrar a alguno de nosotros.
Fuente:EspacioMemoriayDDHHExEsma
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