Ahora quiere dar cátedra sobre justicia
Durante su indagatoria dijo que Néstor Kirchner hizo un “golpe de Estado judicial” y calificó a los organismos de derechos humanos como “grupos de persecución, venganza y rapiña”. Cuando el juez le llamó la atención, le preguntó: “¿Me tiene miedo?”.
Alfredo Astiz está siendo juzgado por el Tribunal Oral Federal 5 desde el 28 de noviembre junto a otros 67 acusados.Imagen: Rolando Andrade
Astiz tildó de “corrupto” al juez federal Norberto Oyarbide porque “benefició sin disimulo al kirchnerismo” y “se apuró a procesar a un opositor”, por Mauricio Macri. En una actitud fuera de lugar, el genocida ya condenado en el juicio ESMA II pidió que “levanten la mano aquellos que piensan que Oyarbide no es corrupto”, y luego de echar un vistazo a la sala de audiencias en busca de respuestas completó: “Ah, entonces todos piensan como yo”.
A pesar de estar en medio de una declaración indagatoria, embistió también contra la Justicia en general al lamentar que, según dijo, no cuenta con “ningún juez federal” que lo “asesore”, en referencia al intercambio de mensajes entre el juez federal Daniel Rafecas y el abogado de un amigo del vicepresidente Amado Boudou implicado en la causa por la venta de la ex Ciccone Calcográfica. Los jueces, remató, “son meros funcionarios con obediencia debida al Poder Ejecutivo” de la Nación y en especial “los magistrados federales y los de la Corte” Suprema de Justicia.
Astiz está siendo enjuiciado por el Tribunal Oral Federal 5 desde el 28 de noviembre junto a otros 67 acusados, entre ellos varios presuntos pilotos de “vuelos de la muerte” que arrojaban a las víctimas vivas al mar. En el proceso se intenta determinar la responsabilidad de los acusados en 789 crímenes de lesa humanidad y se prevé que desfilen unos 830 testigos. Algunos de los imputados ya fueron condenados en el juicio ESMA II. El denominado proceso ESMA I tuvo un solo acusado, el ex prefecto Héctor Febres, quien fue hallado muerto en vísperas del veredicto.
La audiencia había comenzado con un Astiz reticente a brindar sus propios datos personales, por lo cual el juez Bruglia, en ejercicio de la presidencia del tribunal, le recordó que en esa parte del procedimiento estaba obligado a responder. “Eso es problema de ustedes”, le respondió el genocida. Y luego se dedicó a leer un extenso documento, dedicado “a los suboficiales privados ilegalmente de su libertad, las víctimas injustas de este proceso”, y en el que hizo permanente referencia al juicio que lo tiene en el banquillo nuevamente como “linchamiento”. Quien supo infiltrarse entre las fundadoras de las Madres de Plaza de Mayo y haberlas secuestrado y desaparecido, dijo que hoy se vive un “terrorismo judicial”, que él atribuye a Néstor Kirchner, quien habría dado un “golpe de Estado contra la Corte, reemplazándola por una de facto”. Además, el imputado acusó al ex presidente de ejercer “acciones de gobierno usando la Justicia como arma, hostigamiento y privación ilegal de la libertad”, destinadas a sus enemigos. Agregó que la actual presidenta Cristina Fernández de Kirchner decidió mantener estas acciones, incluso en actos públicos en “homenaje a los grupos terroristas”.
Fuente:Pagina12
07.02.2013
Dijo que Kirchner "dio un golpe de Estado judicial", al renovar la Corte Suprema
ESMA: Astiz desafió al Tribunal, hizo una acusación política y se negó a contestar preguntas
Dijo que Kirchner "dio un golpe de Estado judicial", al renovar la Corte Suprema
ESMA: Astiz desafió al Tribunal, hizo una acusación política y se negó a contestar preguntas
Dagmar Hagelin, la joven sueca baleada y secuestrada por el "Angel Rubio".
El capitán de fragata Alfredo Astiz, condenado por delitos de lesa humanidad, afirmó hoy que el ex presidente Néstor Kirchner "dio un golpe de Estado judicial", en el marco de su declaración testimonial en el tercer juicio por delitos de lesa humanidad en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). En una extensa declaración ante el Tribunal Oral, durante la cual se produjeron duros cruces con los jueces, Astiz consideró que es víctima del terrorismo judicial (sic) y agregó que Kirchner dio un golpe de Estado contra la Corte Suprema, "reemplazándola por una de facto". En ese sentido, el represor ya condenado a prisión perpetua acusó al ex presidente de ejercer "acciones de gobierno, usando a la Justicia como arma, hostigamiento y privación ilegal de la libertad, destinadas a sus enemigos".
El capitán de fragata Alfredo Astiz, condenado por delitos de lesa humanidad, afirmó hoy que el ex presidente Néstor Kirchner "dio un golpe de Estado judicial", en el marco de su declaración testimonial en el tercer juicio por delitos de lesa humanidad en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). En una extensa declaración ante el Tribunal Oral, durante la cual se produjeron duros cruces con los jueces, Astiz consideró que es víctima del terrorismo judicial (sic) y agregó que Kirchner dio un golpe de Estado contra la Corte Suprema, "reemplazándola por una de facto". En ese sentido, el represor ya condenado a prisión perpetua acusó al ex presidente de ejercer "acciones de gobierno, usando a la Justicia como arma, hostigamiento y privación ilegal de la libertad, destinadas a sus enemigos".
En su ampliación de la declaración de la indagatoria, Astiz señaló que la actual presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, “decidió mantener éstas acciones, incluso en actos públicos, en homenaje a los grupos terroristas”.
En sus manifestaciones contra el Gobierno actual, Astiz lo tildó de ser una "tiranía", al tiempo que calificó de “ilegítima” la causa contra 68 acusados en que se debaten 798 delitos cometidos en ese centro de detención y exterminio durante la última dictadura militar.
Al inicio de la audiencia, Alfredo Astiz dijo: "Soy el capitán de fragata de la Armada Argentina y no voy a responder ninguna otra pregunta", lo que marcó una actitud provocativa ante el Tribunal donde se negó a dar otros datos personales y leyó un discurso político durante más de tres horas.
Ante la postura del imputado procesado, el presidente del Tribunal, Leopoldo Brugliqa, le advirtió a Astiz que durante la declaración se debería limitar a exponer sobre hechos investigados en la causa. En ese momento, Astiz gritó: “"¡Es mi derecho explicar todo. Si no puedo hablar, condénenme ya y no perdamos más tiempo!"” y luego insistió en recalcar que el juicio es “ilegítimo”, porque responde a “una persecución política por parte del Poder Ejecutivo”.
“
"Quiero decir por qué estoy sentado acá y llevo nueve años y medio detenido”", enfatizó Astiz, quien preguntó a los jueces del tribunal si estaban atemorizados por lo que fuera a declarar.
En respuesta, Bruglia remarcó que “el que dirigía la audiencia era él y, ante la situación generada, la fiscalía interviniente pidió que se le llamara la atención a Astiz para que el procesado “mantuviera el decoro” durante su exposición.
“
"No le voy a faltar el respeto a nadie”, pero “necesito tranquilidad y continuidad"”, expresó el capitán de la Armada.
Después de un cuarto intermedio para reordenar la sala de audiencias de la planta baja del tribunal, Astiz les dedicó su documento "a los suboficiales privados ilegalmente de su libertad, en particular a los muertos en cautiverio”".
En tanto, a los organismos de derechos humanos que denunciaron los hechos y ahora son querellantes en el nuevo juicio, los calificó de "grupos de persecución, venganza y rapiña", sin lograr que se generara ninguna reacción en la sala, que contaba con la presencia de integrantes de organizaciones de Derechos Humanos, como Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas e H.I.J.O.S.
La exposición de Astiz continuó y en ella aludió reiteradamente a la obediencia indebida (sic), de los actuales ministros de la Corte, jueces federales y fiscales que participan de los procesos por crímenes de lesa humanidad.
"¿No me dejará demostrar la ilegitimidad de este juicio? ¿Me tiene miedo?", le preguntó provocador en otro momento al presidente del TOF, Leopoldo Bruglia, luego de que éste le pidiera reiteradamente que se ciñera a los hechos por los que está nuevamente imputado.
Astiz dijo que ya lleva nueve años de "privación ilegítima de la libertad", y adujo tener "una falsa prisión perpetua y seguramente recibiré otra”".
El imputado también reivindicó al destituido juez federa Otilio Romano, removido por el Consejo de la Magistratura en diciembre del 2011 y ahora prófugo de la justicia en Chile, donde se analiza un pedido de extradición.
"Para no ser una víctima más de la privación ilegítima de la libertad, tuvo que pedir asilo político en Chile", concluyó Astiz, quien ya fue condenado por haberse infiltrado en el grupo original de las Madres de Plaza Mayo con el propósito de marcarlas para su secuestro en la Iglesia de la Santa Cruz el 8 de diciembre de 1977, junto a dos monjas francesas y un grupo de activistas de derechos humanos. Ahora, deberá responder por otros crímenes, como haber baleado y secuestrado a la joven sueca Dagmar Hagelin.
Fuente:Telam
07 02 2013
DECLARACIONES INDAGATORIAS
Día 17. Astiz: "Kirchner dio un golpe de Estado judicial"
En sus manifestaciones contra el Gobierno actual, Astiz lo tildó de ser una "tiranía", al tiempo que calificó de “ilegítima” la causa contra 68 acusados en que se debaten 798 delitos cometidos en ese centro de detención y exterminio durante la última dictadura militar.
Al inicio de la audiencia, Alfredo Astiz dijo: "Soy el capitán de fragata de la Armada Argentina y no voy a responder ninguna otra pregunta", lo que marcó una actitud provocativa ante el Tribunal donde se negó a dar otros datos personales y leyó un discurso político durante más de tres horas.
Ante la postura del imputado procesado, el presidente del Tribunal, Leopoldo Brugliqa, le advirtió a Astiz que durante la declaración se debería limitar a exponer sobre hechos investigados en la causa. En ese momento, Astiz gritó: “"¡Es mi derecho explicar todo. Si no puedo hablar, condénenme ya y no perdamos más tiempo!"” y luego insistió en recalcar que el juicio es “ilegítimo”, porque responde a “una persecución política por parte del Poder Ejecutivo”.
“
"Quiero decir por qué estoy sentado acá y llevo nueve años y medio detenido”", enfatizó Astiz, quien preguntó a los jueces del tribunal si estaban atemorizados por lo que fuera a declarar.
En respuesta, Bruglia remarcó que “el que dirigía la audiencia era él y, ante la situación generada, la fiscalía interviniente pidió que se le llamara la atención a Astiz para que el procesado “mantuviera el decoro” durante su exposición.
“
"No le voy a faltar el respeto a nadie”, pero “necesito tranquilidad y continuidad"”, expresó el capitán de la Armada.
Después de un cuarto intermedio para reordenar la sala de audiencias de la planta baja del tribunal, Astiz les dedicó su documento "a los suboficiales privados ilegalmente de su libertad, en particular a los muertos en cautiverio”".
En tanto, a los organismos de derechos humanos que denunciaron los hechos y ahora son querellantes en el nuevo juicio, los calificó de "grupos de persecución, venganza y rapiña", sin lograr que se generara ninguna reacción en la sala, que contaba con la presencia de integrantes de organizaciones de Derechos Humanos, como Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas e H.I.J.O.S.
La exposición de Astiz continuó y en ella aludió reiteradamente a la obediencia indebida (sic), de los actuales ministros de la Corte, jueces federales y fiscales que participan de los procesos por crímenes de lesa humanidad.
"¿No me dejará demostrar la ilegitimidad de este juicio? ¿Me tiene miedo?", le preguntó provocador en otro momento al presidente del TOF, Leopoldo Bruglia, luego de que éste le pidiera reiteradamente que se ciñera a los hechos por los que está nuevamente imputado.
Astiz dijo que ya lleva nueve años de "privación ilegítima de la libertad", y adujo tener "una falsa prisión perpetua y seguramente recibiré otra”".
El imputado también reivindicó al destituido juez federa Otilio Romano, removido por el Consejo de la Magistratura en diciembre del 2011 y ahora prófugo de la justicia en Chile, donde se analiza un pedido de extradición.
"Para no ser una víctima más de la privación ilegítima de la libertad, tuvo que pedir asilo político en Chile", concluyó Astiz, quien ya fue condenado por haberse infiltrado en el grupo original de las Madres de Plaza Mayo con el propósito de marcarlas para su secuestro en la Iglesia de la Santa Cruz el 8 de diciembre de 1977, junto a dos monjas francesas y un grupo de activistas de derechos humanos. Ahora, deberá responder por otros crímenes, como haber baleado y secuestrado a la joven sueca Dagmar Hagelin.
Fuente:Telam
07 02 2013
DECLARACIONES INDAGATORIAS
Día 17. Astiz: "Kirchner dio un golpe de Estado judicial"
Alfredo Astiz, quien ya tiene una condena en Argentina a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad cometidos en la ESMA y otra condena a perpetua en Francia, declaró hoy en el juicio por la megacausa ESMA.
Con la sala casi llena, el imputado se sentó en el banquillo para ampliar su declaración indagatoria. No fue una presentación más. El juez Leopoldo Bruglia, en ejercicio de la presidencia del Tribunal durante la audiencia, le pidió que diga sus datos personales. "Soy el Capitán de Fragata de la Armada Argentina, Alfredo Astiz. No voy a responder ninguna otra pregunta". Inmediatamente, Bruglia le explicó que debe responder sobre sus datos personales, porque es obligatorio. "Eso es problema de ustedes", contestó y Bruglia le dijo: "nuestro y suyo".
Con la sala casi llena, el imputado se sentó en el banquillo para ampliar su declaración indagatoria. No fue una presentación más. El juez Leopoldo Bruglia, en ejercicio de la presidencia del Tribunal durante la audiencia, le pidió que diga sus datos personales. "Soy el Capitán de Fragata de la Armada Argentina, Alfredo Astiz. No voy a responder ninguna otra pregunta". Inmediatamente, Bruglia le explicó que debe responder sobre sus datos personales, porque es obligatorio. "Eso es problema de ustedes", contestó y Bruglia le dijo: "nuestro y suyo".
Astiz aclaró que dedica el trabajo (el documento que leyó en la audiencia) a "los suboficiales privados ilegalmente de su libertad, en particular a los muertos en cautiverio. Son las víctimas más injustas de este proceso".
Desde ese momento, hizo permanente referencia al juicio como un "linchamiento", "ilegítima causa". Se refirió al actual gobierno como una "tiranía", a pesar de haber sido elegido por el voto popular, a diferencia de los gobiernos dictatoriales de los que formó parte.
Terrorismo judicial
En su extensa exposición, Astiz, recordado por ser quien se infiltró entre las fundadoras de las Madres de Plaza de Mayo y haberlas secuestrado y desaparecido, dijo que hoy se vive un "terrorismo judicial", que él atribuye a Néstor Kirchner.
Según el imputado, el ex Presidente Néstor Kirchner dio un "golpe de Estado contra la Corte, reemplazándola por una de facto". Además, lo acusó de ejercer "acciones de gobierno, usando la justicia como arma, hostigamiento y privación ilegal de la libertad", destinadas a sus enemigos. Agregó que la actual Presidenta de la Nación, Cristina Fernández, decidió mantener estas acciones, incluso en actos públicos en "homenaje a los grupos terroristas".
Tras estas declaraciones, se dedicó a hablar sobre un concepto reiterativo en su exposición, la "obediencia indebida". Según Astiz, esta práctica es realizada por los jueces federales, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, la Procuración General de la Nación y el Ministerio Público Fiscal. La "obediencia debida", en cambio, es la que pesaba sobre los uniformados, según sostuvo el mismo imputado.
En ese momento, el juez Bruglia lo interrumpió para pedirle que su declaración se centre exclusivamente en los hechos por los que está imputado. A partir de entonces, se abrió una discusión entre Astiz y el juez, que mantuvo en alerta a toda la sala.
"¿Me tiene miedo?", le preguntó al juez
Astiz sostuvo que tiene derecho a hablar durante 3 horas, dado que lleva 9 años de "privación ilegítima de su libertad". "Tengo una falsa prisión perpetua y seguramente recibiré otra. ¿Soy privado de hablar 3 horas y media?". El juez Bruglia le pidió, nuevamente, que se centre en los hechos procesales y que los demás lo declare en los medios de comunicación.
Insistente, Astiz dijo, subiendo el tono, que "estoy sentado acá (en el juicio) por una política de persecución del Poder Ejecutivo". Esta situación abrió un diálogo entre el juez y el imputado, para intentar avanzar con una audiencia acorde a los hechos juzgados: delitos de lesa humanidad.
"¿No me deja mostrar la ilegitimidad de este juicio? ¿A qué le tiene miedo? ¿Me tiene miedo?", fueron las preguntas de Astiz al juez Bruglia. El fiscal Friele decidió intervenir y citó el artículo 370 que establece sanciones para quienes no mantengan el respeto y decoro dentro de la sala, por lo que Astiz fue advertido sobre la posibilidad de usar esta herramienta.
Posteriormente, Astiz se explayó con sus críticas sobre la decisión de la Cámara Nacional de Casación Penal de abreviar los juicios por delitos de lesa humanidad. "Propongo hacer un juicio por escrito".
Papel Prensa
Habló sobre los testigos, a quienes acusó de mentir, y puntualizó el caso de Lidia Papaleo, sobre quien sostuvo que "cambió impunemente su declaración sin consecuencias penales".
Dijo también que los testigos "tienen licencia para mentir", y acusó a la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y las querellas "le dan libreto".
Venganza
En el público hubo integrantes de organismos de Derechos Humanos, como Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas e H.I.J.O.S. A pesar de las declaraciones agraviantes del imputado Astiz, la sala se mantuvo en calma, incluso cuando se refirió a los organismos cono "grupos de persecución, venganza y rapiña".
También acusó a la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación de no hacer honor a su nombre.
Un político frustrado
Astiz decidió usar su derecho a la legítima defensa para hablar sobre el vicepresidente de la Nación, Amado Boudou; el ex procurador general de la Nación, Estaban Righi; el juez federal Daniel Rafecas; al juez Norberto Oyarbide; la actual procuradora, Alejandra Gils Carbó, y el Ministro de la Corte Suprema, Eugenio Zaffaroni. Se refirió a todos ellos como parte del "universo kirchnerista".
El Tribunal tuvo que disponer pasar a un cuarto intermedio cuando el imputado Alfredo Astiz provocó a la audiencia: "Cito a un diputado", dijo y miró a la sala, como si estuviera en el recinto del Congreso Nacional: "Que levante la mano acá el que piense que Oyarbide no es corrupto". Volvió a mirar al público y dijo: "Veo que todos piensan igual que yo". Esta provocación generó el enojo unánime de los participantes en la sala, por lo que los jueces decidieron reunirse para resolver cómo debe continuar la declaración del imputado.
Tras el cuarto intermedio, siguieron las provocaciones
Astiz se dedicó a agredir verbalmente al juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Eugenio Zaffaroni, a quien acusó de ser "el responsable intelectual de que yo esté sentado acá". Se tomó el tiempo de exhibir la tapa de un diario sensacionalista (LIBRE), para recordar una denuncia hecha al mencionado juez. Ante el repudio del público por las provocaciones permanentes por parte del imputado, un abogado defensor pidió el desalojo de la sala y el apercibimiento del público que no mantenga el silencio. El juez que preside la audiencia, Leopoldo Bruglia, rechazó el pedido.
El imputado también se refirió a Otilio Romano, juez destituido en diciembre de 2011, por estar procesado por 103 delitos de lesa humanidad. Romano está prófugo de la justicia argentina, viviendo en Chile con una visa otorgada por ese país. "Para no ser una víctima más de la privación ilegítima de la libertad, tuvo que pedir asilo político en Chile", dijo Astiz.
Dedicó un tramo de la declaración al juez Sergio Torres, a cargo de la instrucción de la megacausa ESMA. "Me procesó ilegítimamente en no sé cuántas causas".
Otro cuarto intermedio
Lo dispuso el Tribunal, debido a las provocaciones del imputado Astiz. Algunos familiares no pudieron contener el enojo y emitir algunas expresiones de repudio a las declaraciones aberrantes hechas por el imputado. Esto provocó que las defensas reiteren el pedido de desalojo de la sala y los jueces resolvieron tomarse unos minutos para debatir cómo seguir.
El fin de la declaración
Tras el cuarto intermedio, el TOF Nº 5 decidió que el público no ingrese a la sala y se le informó al imputado Astiz que daba por terminada la declaración y que podría ampliarla toda vez que quiera, en uso de su derecho a la defensa.
El imputado se paró y se dirigió a los jueces a los gritos. Las defensas presentaron su queja por el corte de la declaración.
Por su parte, el abogado defensor Luis Zamora solicitó que el público pueda ingresar a la sala. El juez Bruglia respondió que podrían hacerlo una vez que concluya la etapa indagatoria de Astiz, hecho que sucedió inmediatamente, para dar paso a la declaración del imputado Ricardo Miguel Cavallo.
Cavallo: “En un juicio normal, los muertos no declaran, en estos sí”
El imputado Ricardo Miguel Cavallo declaró hoy, leyendo desde su computadora. A diferencia de Astiz, aceptó responder sobre sus datos personales. Después de las formalidades empezó su declaración. Se declara inocente de los cargos que le imputan. Al igual que Astiz, se quejó de no conocer la totalidad de las acusaciones en su contra, dado que en Marcos Paz no hay suficientes computadoras. “Todavía no pude enterarme de qué me acusan”.
Sostuvo que se lo “acusa de cosas que no son delitos y no lo eran en ese momento”. Agregó que se lo acusa causa violando la Constitución Nacional, el Código Penal, el Pacto de San José de Costa Rica, el Tratado de Roma y leyes internacionales.
En reiteradas ocasiones dijo que “no hay igualdad de armas”, porque no puede leer la causa en las pocas computadoras del Penal de Marcos Paz, donde cumple su condena a prisión perpetua, obtenida en el juicio anterior por la megacausa. También vinculó esto con quienes tienen arresto domiciliario, quienes “tienen acceso a un teléfono e internet” y no tienen “un horario rígido”.
En su declaración provocó el rechazo del público cuando se refirió a una “alquimia que se está haciendo con elementos de muertos y testigos de dudosa legalidad”. Nombró que, a su criterio, hay dos tipos de testigos: “los genuinamente afectados” y los “otros, notoriamente coordinados” para perjudicar a los imputados. “En un juicio normal, los muertos no declaran, en estos sí”.
En línea con Astiz y otros imputados, sostuvo que “los tribunales son incompetente e ilegales, los juicios son nulos”. “Acá se aplica el derecho del vencedor, acá la diferencia es que los vencedores crearon un mecanismo judicial que es un verdadero derecho paralelo, que está sólo en nuestro perjuicio”. Y como si no fuera suficiente agregó que esto se da en el marco de una “persecución política hasta el exterminio”.
Amenazas a la justicia
Cavallo dijo que “los jueces están involucrados en una sangrienta venganza, pero los que dieron las órdenes en ese momento no las firmaron, ustedes sí: son buscables y ubicables”.
Cerca del final de su exposición sostuvo que “Soy un preso político”. Planteó que el de mayor graduación se hace responsable de las de menor graduación, por lo que pidió que las pruebas en contra de los imputados para Altamira, Baucero Binotti, Cuomo, Daer, Izaguirre, Galián, Orlando González, Navarro, Olivera, Pereyra, Poch, Polchi, Hess “me las imputen a mí y que a ellos se los exonere”.
Un pilotoOtro de los imputados que prestaron declaración indagatoria hoy fue Ricardo Jorge Lynch Jones, quien se arrimó al estrado con un maletín, al cual le resultó difícil abrirlo. Comenzó a sacar papeles y sentó. Los papeles le temblaban en las manos y empezó la lectura. Saludó amenamente y dijo que va a contar cómo fue su carrera naval.
Aceptó declarar, pero aclaró que sólo responderá preguntas de sus abogados. Ratificó sus declaraciones anteriores y planteó que esclarecería la información sobre las fechas de la declaración anterior.
Dijo que formó parte del Grupo de Tareas y que sólo está capacitado para conducir aviones de caza, y que piloteó aviones panter 328. Mostró una del avión, para intentar evidenciar que es el único que sabe comandar, y alegó que no está capacitado y que no tiene habilitación para volar otro tipo de aviones.
Decidió leer su declaración y detalló los aviones que voló. Mostró imágenes de las mismas, Hizo descripciones de la capacidad de los aviones que piloteó, destacando la “imposibilidad de llevar pasajeros”.
Sostuvo que en 1976 fue destinado a la ESMA hasta enero del 1977 para hacer un curso, y que después del golpe cívico-militar les asignaron “tareas” cuando el curso fue suspendido hasta nuevo aviso.
El juego de no ser quien está acusado
En su defensa, sostuvo que “se me imputan a mí hechos que podría haber cometido mi hermano”, quien está muerto. Por eso, le pidió a la fiscalía que aclare a cuál de los dos hermanos se refiere.
Se refirió a la noche del 24 de marzo, cuando dijo haber sido destinado a recuperar la sede de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM). Narró que cuando llegó al lugar, ya había sido desalojado y sólo quedaba un policía de guardia. Contó que ocuparon el lugar durante algunos días, hasta que fue destinado al Ministerio de Bienestar Social.
Según Lynch Jones, desde esa función fue enviado a entrevistar al personal de las de obras sociales para “regularizar” las actividades, dado que había irregularidades. Dijo que cumplió esas tareas en Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Santa Fe y Corrientes.
En 1977 asumió como comandante de cuadrilla en Punta Indio. Sostuvo que el comandante aeronaval le comunicó, que debía preparar a los comandantes para el combate, por eventual un conflicto con Chile. “Estuvimos a dos horas de un conflicto”. Explicó que los pilotos que le asignaron no tenían experiencia en aviones y que tuvo que capacitar a todo el personal asignado en Trelew.
En 1978 asumió como responsable de cuadrilla y, simultáneamente, por su capacidad fue designado a la comisión que debía probar las naves que se compraron para el conflicto con Chile. Luego, ese mismo año, fue a Francia e Italia a probar los aviones que iban a comprar.
El imputado Lynch Jones declaró que en la Base de Punta Indio recibían grupos de ciudadanos que eran llevados para instruirlos como conscriptos para aviación naval y que muchos llegaban e condiciones deplorables de salud, por lo que algunos eran dados de baja y otros eran curados.
Admitió que fue jefe de Inteligencia, porque era muy inteligente y que, a pesar de no estar capacitado, lo asignaron igual, en el marco de la inminencia del posible conflicto con Chile.
Sostuvo que estuvo en Río Gallegos hasta finales de 1979 y que, por esta razón, es imposible que estuviera físicamente en el lugar de los hechos que se le imputan (la ESMA). Según él, en estuvo en la ESMA, haciendo un curso, porque lo iban a mandar a Perú en comisión como asesor aeronaval del Ejército de ese país.
Para concluir, sostuvo que a pesar de ser piloto de aviones de guerra, no podría “encender” un avión de transporte.
Próxima audiencia
El juicio continuará el miércoles 13 de febrero a las 10:00 horas con la declaración indagatoria de más imputados.
Fuente:MegacausaEsma
Desde ese momento, hizo permanente referencia al juicio como un "linchamiento", "ilegítima causa". Se refirió al actual gobierno como una "tiranía", a pesar de haber sido elegido por el voto popular, a diferencia de los gobiernos dictatoriales de los que formó parte.
Terrorismo judicial
En su extensa exposición, Astiz, recordado por ser quien se infiltró entre las fundadoras de las Madres de Plaza de Mayo y haberlas secuestrado y desaparecido, dijo que hoy se vive un "terrorismo judicial", que él atribuye a Néstor Kirchner.
Según el imputado, el ex Presidente Néstor Kirchner dio un "golpe de Estado contra la Corte, reemplazándola por una de facto". Además, lo acusó de ejercer "acciones de gobierno, usando la justicia como arma, hostigamiento y privación ilegal de la libertad", destinadas a sus enemigos. Agregó que la actual Presidenta de la Nación, Cristina Fernández, decidió mantener estas acciones, incluso en actos públicos en "homenaje a los grupos terroristas".
Tras estas declaraciones, se dedicó a hablar sobre un concepto reiterativo en su exposición, la "obediencia indebida". Según Astiz, esta práctica es realizada por los jueces federales, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, la Procuración General de la Nación y el Ministerio Público Fiscal. La "obediencia debida", en cambio, es la que pesaba sobre los uniformados, según sostuvo el mismo imputado.
En ese momento, el juez Bruglia lo interrumpió para pedirle que su declaración se centre exclusivamente en los hechos por los que está imputado. A partir de entonces, se abrió una discusión entre Astiz y el juez, que mantuvo en alerta a toda la sala.
"¿Me tiene miedo?", le preguntó al juez
Astiz sostuvo que tiene derecho a hablar durante 3 horas, dado que lleva 9 años de "privación ilegítima de su libertad". "Tengo una falsa prisión perpetua y seguramente recibiré otra. ¿Soy privado de hablar 3 horas y media?". El juez Bruglia le pidió, nuevamente, que se centre en los hechos procesales y que los demás lo declare en los medios de comunicación.
Insistente, Astiz dijo, subiendo el tono, que "estoy sentado acá (en el juicio) por una política de persecución del Poder Ejecutivo". Esta situación abrió un diálogo entre el juez y el imputado, para intentar avanzar con una audiencia acorde a los hechos juzgados: delitos de lesa humanidad.
"¿No me deja mostrar la ilegitimidad de este juicio? ¿A qué le tiene miedo? ¿Me tiene miedo?", fueron las preguntas de Astiz al juez Bruglia. El fiscal Friele decidió intervenir y citó el artículo 370 que establece sanciones para quienes no mantengan el respeto y decoro dentro de la sala, por lo que Astiz fue advertido sobre la posibilidad de usar esta herramienta.
Posteriormente, Astiz se explayó con sus críticas sobre la decisión de la Cámara Nacional de Casación Penal de abreviar los juicios por delitos de lesa humanidad. "Propongo hacer un juicio por escrito".
Papel Prensa
Habló sobre los testigos, a quienes acusó de mentir, y puntualizó el caso de Lidia Papaleo, sobre quien sostuvo que "cambió impunemente su declaración sin consecuencias penales".
Dijo también que los testigos "tienen licencia para mentir", y acusó a la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y las querellas "le dan libreto".
Venganza
En el público hubo integrantes de organismos de Derechos Humanos, como Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas e H.I.J.O.S. A pesar de las declaraciones agraviantes del imputado Astiz, la sala se mantuvo en calma, incluso cuando se refirió a los organismos cono "grupos de persecución, venganza y rapiña".
También acusó a la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación de no hacer honor a su nombre.
Un político frustrado
Astiz decidió usar su derecho a la legítima defensa para hablar sobre el vicepresidente de la Nación, Amado Boudou; el ex procurador general de la Nación, Estaban Righi; el juez federal Daniel Rafecas; al juez Norberto Oyarbide; la actual procuradora, Alejandra Gils Carbó, y el Ministro de la Corte Suprema, Eugenio Zaffaroni. Se refirió a todos ellos como parte del "universo kirchnerista".
El Tribunal tuvo que disponer pasar a un cuarto intermedio cuando el imputado Alfredo Astiz provocó a la audiencia: "Cito a un diputado", dijo y miró a la sala, como si estuviera en el recinto del Congreso Nacional: "Que levante la mano acá el que piense que Oyarbide no es corrupto". Volvió a mirar al público y dijo: "Veo que todos piensan igual que yo". Esta provocación generó el enojo unánime de los participantes en la sala, por lo que los jueces decidieron reunirse para resolver cómo debe continuar la declaración del imputado.
Tras el cuarto intermedio, siguieron las provocaciones
Astiz se dedicó a agredir verbalmente al juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Eugenio Zaffaroni, a quien acusó de ser "el responsable intelectual de que yo esté sentado acá". Se tomó el tiempo de exhibir la tapa de un diario sensacionalista (LIBRE), para recordar una denuncia hecha al mencionado juez. Ante el repudio del público por las provocaciones permanentes por parte del imputado, un abogado defensor pidió el desalojo de la sala y el apercibimiento del público que no mantenga el silencio. El juez que preside la audiencia, Leopoldo Bruglia, rechazó el pedido.
El imputado también se refirió a Otilio Romano, juez destituido en diciembre de 2011, por estar procesado por 103 delitos de lesa humanidad. Romano está prófugo de la justicia argentina, viviendo en Chile con una visa otorgada por ese país. "Para no ser una víctima más de la privación ilegítima de la libertad, tuvo que pedir asilo político en Chile", dijo Astiz.
Dedicó un tramo de la declaración al juez Sergio Torres, a cargo de la instrucción de la megacausa ESMA. "Me procesó ilegítimamente en no sé cuántas causas".
Otro cuarto intermedio
Lo dispuso el Tribunal, debido a las provocaciones del imputado Astiz. Algunos familiares no pudieron contener el enojo y emitir algunas expresiones de repudio a las declaraciones aberrantes hechas por el imputado. Esto provocó que las defensas reiteren el pedido de desalojo de la sala y los jueces resolvieron tomarse unos minutos para debatir cómo seguir.
El fin de la declaración
Tras el cuarto intermedio, el TOF Nº 5 decidió que el público no ingrese a la sala y se le informó al imputado Astiz que daba por terminada la declaración y que podría ampliarla toda vez que quiera, en uso de su derecho a la defensa.
El imputado se paró y se dirigió a los jueces a los gritos. Las defensas presentaron su queja por el corte de la declaración.
Por su parte, el abogado defensor Luis Zamora solicitó que el público pueda ingresar a la sala. El juez Bruglia respondió que podrían hacerlo una vez que concluya la etapa indagatoria de Astiz, hecho que sucedió inmediatamente, para dar paso a la declaración del imputado Ricardo Miguel Cavallo.
Cavallo: “En un juicio normal, los muertos no declaran, en estos sí”
El imputado Ricardo Miguel Cavallo declaró hoy, leyendo desde su computadora. A diferencia de Astiz, aceptó responder sobre sus datos personales. Después de las formalidades empezó su declaración. Se declara inocente de los cargos que le imputan. Al igual que Astiz, se quejó de no conocer la totalidad de las acusaciones en su contra, dado que en Marcos Paz no hay suficientes computadoras. “Todavía no pude enterarme de qué me acusan”.
Sostuvo que se lo “acusa de cosas que no son delitos y no lo eran en ese momento”. Agregó que se lo acusa causa violando la Constitución Nacional, el Código Penal, el Pacto de San José de Costa Rica, el Tratado de Roma y leyes internacionales.
En reiteradas ocasiones dijo que “no hay igualdad de armas”, porque no puede leer la causa en las pocas computadoras del Penal de Marcos Paz, donde cumple su condena a prisión perpetua, obtenida en el juicio anterior por la megacausa. También vinculó esto con quienes tienen arresto domiciliario, quienes “tienen acceso a un teléfono e internet” y no tienen “un horario rígido”.
En su declaración provocó el rechazo del público cuando se refirió a una “alquimia que se está haciendo con elementos de muertos y testigos de dudosa legalidad”. Nombró que, a su criterio, hay dos tipos de testigos: “los genuinamente afectados” y los “otros, notoriamente coordinados” para perjudicar a los imputados. “En un juicio normal, los muertos no declaran, en estos sí”.
En línea con Astiz y otros imputados, sostuvo que “los tribunales son incompetente e ilegales, los juicios son nulos”. “Acá se aplica el derecho del vencedor, acá la diferencia es que los vencedores crearon un mecanismo judicial que es un verdadero derecho paralelo, que está sólo en nuestro perjuicio”. Y como si no fuera suficiente agregó que esto se da en el marco de una “persecución política hasta el exterminio”.
Amenazas a la justicia
Cavallo dijo que “los jueces están involucrados en una sangrienta venganza, pero los que dieron las órdenes en ese momento no las firmaron, ustedes sí: son buscables y ubicables”.
Cerca del final de su exposición sostuvo que “Soy un preso político”. Planteó que el de mayor graduación se hace responsable de las de menor graduación, por lo que pidió que las pruebas en contra de los imputados para Altamira, Baucero Binotti, Cuomo, Daer, Izaguirre, Galián, Orlando González, Navarro, Olivera, Pereyra, Poch, Polchi, Hess “me las imputen a mí y que a ellos se los exonere”.
Un pilotoOtro de los imputados que prestaron declaración indagatoria hoy fue Ricardo Jorge Lynch Jones, quien se arrimó al estrado con un maletín, al cual le resultó difícil abrirlo. Comenzó a sacar papeles y sentó. Los papeles le temblaban en las manos y empezó la lectura. Saludó amenamente y dijo que va a contar cómo fue su carrera naval.
Aceptó declarar, pero aclaró que sólo responderá preguntas de sus abogados. Ratificó sus declaraciones anteriores y planteó que esclarecería la información sobre las fechas de la declaración anterior.
Dijo que formó parte del Grupo de Tareas y que sólo está capacitado para conducir aviones de caza, y que piloteó aviones panter 328. Mostró una del avión, para intentar evidenciar que es el único que sabe comandar, y alegó que no está capacitado y que no tiene habilitación para volar otro tipo de aviones.
Decidió leer su declaración y detalló los aviones que voló. Mostró imágenes de las mismas, Hizo descripciones de la capacidad de los aviones que piloteó, destacando la “imposibilidad de llevar pasajeros”.
Sostuvo que en 1976 fue destinado a la ESMA hasta enero del 1977 para hacer un curso, y que después del golpe cívico-militar les asignaron “tareas” cuando el curso fue suspendido hasta nuevo aviso.
El juego de no ser quien está acusado
En su defensa, sostuvo que “se me imputan a mí hechos que podría haber cometido mi hermano”, quien está muerto. Por eso, le pidió a la fiscalía que aclare a cuál de los dos hermanos se refiere.
Se refirió a la noche del 24 de marzo, cuando dijo haber sido destinado a recuperar la sede de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM). Narró que cuando llegó al lugar, ya había sido desalojado y sólo quedaba un policía de guardia. Contó que ocuparon el lugar durante algunos días, hasta que fue destinado al Ministerio de Bienestar Social.
Según Lynch Jones, desde esa función fue enviado a entrevistar al personal de las de obras sociales para “regularizar” las actividades, dado que había irregularidades. Dijo que cumplió esas tareas en Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Santa Fe y Corrientes.
En 1977 asumió como comandante de cuadrilla en Punta Indio. Sostuvo que el comandante aeronaval le comunicó, que debía preparar a los comandantes para el combate, por eventual un conflicto con Chile. “Estuvimos a dos horas de un conflicto”. Explicó que los pilotos que le asignaron no tenían experiencia en aviones y que tuvo que capacitar a todo el personal asignado en Trelew.
En 1978 asumió como responsable de cuadrilla y, simultáneamente, por su capacidad fue designado a la comisión que debía probar las naves que se compraron para el conflicto con Chile. Luego, ese mismo año, fue a Francia e Italia a probar los aviones que iban a comprar.
El imputado Lynch Jones declaró que en la Base de Punta Indio recibían grupos de ciudadanos que eran llevados para instruirlos como conscriptos para aviación naval y que muchos llegaban e condiciones deplorables de salud, por lo que algunos eran dados de baja y otros eran curados.
Admitió que fue jefe de Inteligencia, porque era muy inteligente y que, a pesar de no estar capacitado, lo asignaron igual, en el marco de la inminencia del posible conflicto con Chile.
Sostuvo que estuvo en Río Gallegos hasta finales de 1979 y que, por esta razón, es imposible que estuviera físicamente en el lugar de los hechos que se le imputan (la ESMA). Según él, en estuvo en la ESMA, haciendo un curso, porque lo iban a mandar a Perú en comisión como asesor aeronaval del Ejército de ese país.
Para concluir, sostuvo que a pesar de ser piloto de aviones de guerra, no podría “encender” un avión de transporte.
Próxima audiencia
El juicio continuará el miércoles 13 de febrero a las 10:00 horas con la declaración indagatoria de más imputados.
Fuente:MegacausaEsma
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