31 mar, 2013
“Unas 79 mil personas en la provincia de Santa Fe no tienen red de agua potable y sólo acceden a ella a través de bidones o canillas comunitarias. Además, se estima que 32 mil carecen de todo tipo de servicio relacionado”. Los datos fueron suministrados por el director de la Cátedra Libre del Agua de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Aníbal Faccendini, en el marco de las actividades desarrolladas en la ciudad por el Día Mundial del Agua que se celebró el pasado viernes 22.
Según Faccendini, la imposibilidad de acceso al agua no es por la falta del bien natural en sí, sino por la “ausencia de inversiones públicas” lo que se resume en “escasez social”. Además, hizo hincapié con que se “debe ser cauteloso” a la hora hablar sobre la problemática porque “muchas veces se usa el término de agua potable como sinónimo de agua corriente o de red, cuando hay personas que reciben el servicio a través de las cañerías pero con agua que no es apta para el consumo”.
Del mismo modo, de acuerdo con lo expuesto por el docente, hay tratamientos erróneos sobre la “sustentabilidad hídrica”. “Es un concepto que se encuentra muy cuestionado ya que para que algo sea sustentable debe comprender tres facetas: ambiente, economía y sociedad, de manera tal que todas se encuentren en armonía y permitan el desarrollo de los seres vivos, respetando su ecosistema”, dijo. En el caso de que haya “escasez social o falta de inversiones públicas” se estarían vulnerando los aspectos biológicos de la flora, la fauna y los seres humanos.
Lo aceptable y lo necesario
“Otro de los errores es creer que los camiones cisterna que entregan menos de 50 litros de agua potable por día y por persona a quienes viven en asentamientos de emergencia o pueblos, es darle una cobertura aceptable de agua”, destacó Faccendini. Además, aclaró que una de las características de gran parte del suelo de la provincia de santa Fe cuenta con “zonas de arsenicismo endémico” en las que el agua por red no es potable. “Si a ello agregamos falta de inversiones, las cooperativas encargadas de proveer el servicio no pueden filtrar el agua de sales insalubres y aún cubriendo la cantidad mínima no se puede tomar porque está contaminada”, agregó.
En este sentido, desde la Cátedra del Agua plantearon un parámetro para medir y comparar el derecho humano a dicho bien natural que toma como base a los cien litros de agua potable por día y por persona en su casa; “Si se tiene en cuenta que una mochila de baño gasta 30 litros en cada lanzamiento y una bañera llena demanda 200, es razonable que se garanticen cien litros a cada habitante”. Respecto a la necesidad del “uso razonable y no consumista” del agua, Faccendini sostuvo que ha habido avances en la sociedad. “Aún así, se debe trabajar más para lograr una ética del cuidado, que no haya derroche, porque si alguien derrocha hay otro ciudadano se queda sin acceder al agua”.
Fuente:ElCiudadanoylaGente
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