A casi diez años del desborde del río Salado, en abril de 2003, los inundados cuestionan el proyecto de conmemoración. Pidieron que no se utilice el recuerdo de la tragedia como “herramienta de marketing político”.
10 mar, 2013
A medida que se acerca el décimo aniversario de la inundación del río Salado, crece la polémica en torno de la conmemoración de la tragedia que afectó en forma directa a un tercio de la capital provincial y que dejó 23 muertos según los registros oficiales (los grupos de inundados y las organizaciones de derechos humanos hablan de más de 150 víctimas, si se tiene en cuenta a aquellos que fallecieron en los meses posteriores por enfermedades causadas por la inundación).La polémica gira en torno de la memoria de los hechos ocurridos a partir del ingreso de las aguas del Salado a la ciudad, el 29 de abril de 2003. Los inundados cuestionaron el proyecto oficial del municipio –que contempla un monumento en honor a las víctimas– y exigieron, en el inicio de otro año electoral –como fue 2003–, que no se utilice el recuerdo de la tragedia como “herramienta de marketing político”.
Al debate se sumó la diputada nacional Celia Arena, quien cuestionó al intendente José Corral en términos similares –opinó que “no hay que hacer política con el dolor de la gente”–, algo que molestó al movimiento de inundados: Arena era funcionaria del gobierno de Carlos Reutemann al momento de la inundación y asumió al frente de la Secretaría de Promoción Comunitaria en reemplazo de Adriana Cavutto, desplazada de su cargo al comprobarse que había desviado donaciones para utilizarlas durante la campaña electoral de ese año.
El plan oficial
El intendente Corral y el vicegobernador Jorge Henn presentaron el pasado 28 de febrero las actividades previstas para recordar la primera década de la inundación. El objetivo proclamado es “mantener viva la memoria” y generar conciencia sobre la importancia de que la ciudad esté cada vez mejor preparada para enfrentar esos eventos. El plan de actividades busca propiciar instancias de reflexión y concientización sobre la convivencia de la ciudad y el río, la gestión de riesgos y la cultura de la prevención. “Tenemos que evaluar y sentirnos orgullosos de lo que pudimos hacer juntos en ese momento tan difícil que tuvo la ciudad y de todo lo que pudimos hacer para estar hoy un poco mejor que en aquel momento”, sostuvo Corral. “Sobre todo, tenemos que juntar fuerzas y trabajar hacia adelante para que la gestión de riesgo sea una política de Estado en la ciudad. Aprendimos que tenemos que trabajar juntos y hacer cada uno la parte que le toca para que no suframos más tragedias como esa”, añadió.
Entre las actividades previstas, el intendente mencionó la construcción de un Memorial de la Inundación: una estructura simbólica que “no será un monumento sino un lugar de encuentro y reflexión”. Será emplazado en la zona del Hipódromo, lugar por donde ingresó el agua del Salado a la ciudad, pero aún no se decidieron los detalles finales. “Está abierta la convocatoria para el relevamiento y el acuerdo de propuestas en torno a la construcción del memorial”, explicó.
Respuesta de los inundados
“Los vecinos inundados construimos la verdadera memoria, la que ambiciona la verdad a través de la Justicia. La impunidad se interpone y va en desmedro de la construcción de la memoria colectiva, de ahí el motivo de la lucha”, sostuvieron en un comunicado los integrantes de la Marcha de las Antorchas, uno de los grupos de inundados que militan por el esclarecimiento de las responsabilidades políticas de la tragedia de 2003.
Los afectados insisten en que no es posible la memoria sin la verdad y la justicia. Y continúan reclamando que avance la causa penal en la que hay tres imputados: el ex intendente Marcelo Álvarez, el ex secretario de Hidráulica de la provincia Ricardo Fratti y el ex ministro de Obras Públicas del gobierno de Reutemann, Edgardo Berli. En paralelo, exigen que la Justicia investigue a fondo los hechos y cite a declarar al ex piloto de Fórmula 1, cuyo testimonio –según consideró el primer fiscal de la causa, Ricardo Favaretto– no fue necesario recabar.
“A diez años de la inundación evitable, desde los poderes Judicial, provincial y municipal de Santa Fe, han trabajado para tapar y lavar la memoria reciente de los santafesinos”, añadieron desde la Marcha de las Antorchas. Y reclamaron “que la inundación de 2003, que avergonzaría a cualquier gobernante o funcionario del poder público, no sea usada como marketing político”.
Otro contrapunto
El viernes 8, en la apertura de las sesiones del Concejo Municipal, el intendente Corral se refirió al memorial de la inundación entre las obras que pretende desarrollar durante 2013. Afuera, un grupo de inundados se reunió para cuestionar “la memoria oficial” de la tragedia –que prescinde de los aspectos políticos y judiciales– y plantearon la necesidad de avanzar en la causa penal antes que en los monumentos.
María Claudia Albornoz, integrante de la Carpa Negra de la Memoria , sostuvo: “Plantear la memoria sin entender lo que pasó, sin un posicionamiento político claro, es como ser cómplice de aquella inundación. A nosotros la memoria nos permitió luchar en función de la justicia; no se puede decir «miremos el futuro, convivamos con el agua»; es una aberración. Nosotros vamos a convivir con el agua porque estamos rodeados de ríos. Los que tienen la responsabilidad de cuidar esta ciudad son los que gobiernan la Municipalidad y la provincia: ellos son los responsables de hacer las obras. Esa sería la mejor conmemoración”.
Por su parte, Jorge Castro, de la Casa de Derechos Humanos, opinó: “El intendente Corral presentó un programa para conmemorar los diez años de la inundación y los organismos de derechos humanos creemos que así se está vaciando de contenido el hecho”.
Fuente:ElCiudadanoyLaGente
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