Corea del Norte
Kim Jong-un, un aliado molesto para China
El joven líder norcoreano Kim Jong-un aprendió desde niño uno de los principios que le dieron gloria y prestigio a su padre y a su abuelo: no humillarse nunca ante Estados Unidos.
Hasta ahora ha cumplido a rajatabla con esa premisa, teniendo un papel estelar en una de las peores crisis de las dos Coreas desde que ambas sostuvieron una guerra entre 1950 y 1953, que dejó alrededor de dos millones de muertos.

Pero Kim, de unos 30 años y de gran parecido físico con su abuelo, Kim Il Sung, fundador de la dinastía en 1948, se está convirtiendo en un aliado molesto para China, su principal protector, que teme que un conflicto bélico aumente el poder militar de Washington en Asia.
La crisis se inició tras el último ensayo nuclear subterráneo norcoreano, a principios de febrero, que fue condenado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, con apoyo de China.
A principios de marzo, Washington envió a la península dos bombarderos B52 y B-2, con capacidad nuclear, en el marco de una serie de maniobras militares que realizan anualmente Seúl y Washington, agravando aún más la situación con Pyongyang.
Los expertos aseguran que si estallara una guerra entre las dos Coreas, Seúl sufriría enormes daños ya que la capital surcoreana se encuentra a 50 kilómetros de la frontera entre ambos países, aunque finalmente Norcorea sería derrotada.
Alarmado por esta situación, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, viajó ayer a Beijing para pedir a la cúpula china que ejerza mayor presión sobre Corea del Norte.
Anteriormente, Kerry había visitado Corea del Sur, donde mencionó la posibilidad de que se realicen conversaciones “serias” entre ambas Coreas.
De todos modos, el funcionario advirtió que la comunidad internacional no aceptará una Norcorea con capacidad nuclear, luego de que restara importancia a un informe de una agencia del gobierno estadounidense que señala que Pyongyang podría montar una artefacto nuclear en un misil.
En este marco, el vocero del Pentágono, George Little dijo que "sería inadecuado sugerir que Norcorea ha completado, testeado, desarrollado o demostrado la clase de capacidad nuclear referenciada" en ese informe de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA).
Pero a pesar de la tensión que se vive en la península, hay algunas señales que indican que la crisis podría encaminarse hacia una negociación diplomática.
La primera en tender la mano hacia Corea del Norte fue la presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, quien llamó a construir la confianza política entre ambas Coreas, con el fin de resolver la suspensión por parte de Pyongyang de un complejo industrial conjunto en la ciudad fronteriza norcoreana de Kaesong.
Para el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de San Andrés, Khatchik DerGhougassian, "Norcorea tiene la ´costumbre´ de recurrir al chantaje nuclear como táctica de negociación con Estados Unidos, con el supuesto que tiene a su favor el factor chino que es la mayor disuasión a una política más dura, incluyendo la opción militar, que Washington podría incluir en sus opciones”.
“La tensión actual parece insertarse en esta lógica del comportamiento norcoreano. Pero esta vez es alarmante el nivel de las movilizaciones militares de Corea del Sur e incluso Japón, así como el malestar público de Beijing con la nueva provocación norcoreana”, dijo a Télam DerGhougassian.
En cuanto a la posibilidad de un ataque nuclear de Pyongyang, el analista opinó que “no va a impactar a Estados Unidos pero causará sin dudas un desastre en la región y, sinceramente, no se sabe bien qué consecuencias estratégicas podría tener un primer ataque nuclear después de Hiroshima y Nagasaki” en la Segunda Guerra Mundial.
Precisamente, las últimas señales de Pyongyang no son las esperadas, ya que prometió atacar Japón si este país intercepta cualquier misil que se dirija hacia Tokio, que colonizó la península coreana durante 36 años en la primera mitad del siglo pasado.
A pesar de la magnitud de la tensión, Washington y sus aliados esperan que Norcorea reanude las llamadas conversaciones a "seis bandas", suspendidas por Pyongyang en abril de 2009.
En el marco de este tipo de negociaciones, iniciadas en agosto de 2003 con la participación de representantes de Rusia, China, Japón, las dos Coreas y Washington, Norcorea desmanteló un reactor instalado en su centro nuclear de Yongbyon, ubicado al norte del país. Pero ahora Norcorea prometió reactivar ese complejo atómico.
El próximo lunes se cumplirá el 101 aniversario del nacimiento del fundador de la República Popular Democrática de Corea, Kim Il Sung, llamado el "Gran Líder", quien fue un aliado destacado de China y de la desaparecida Unión Soviética.
El padre del Kim Jong il y abuelo de Kim Jong-un era venerado por los comunistas norcoreanos quienes le rendían "culto a la personalidad".
Se cree que durante los festejos que se realizarán por su cumpleaños, que se celebra como una fiesta nacional, Corea del Norte podría realizar una nueva prueba con un cohete Musudan, que tiene un alcance de entre 3.500 y 4.000 kilómetros.

Pero Kim, de unos 30 años y de gran parecido físico con su abuelo, Kim Il Sung, fundador de la dinastía en 1948, se está convirtiendo en un aliado molesto para China, su principal protector, que teme que un conflicto bélico aumente el poder militar de Washington en Asia.
La crisis se inició tras el último ensayo nuclear subterráneo norcoreano, a principios de febrero, que fue condenado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, con apoyo de China.
A principios de marzo, Washington envió a la península dos bombarderos B52 y B-2, con capacidad nuclear, en el marco de una serie de maniobras militares que realizan anualmente Seúl y Washington, agravando aún más la situación con Pyongyang.
Los expertos aseguran que si estallara una guerra entre las dos Coreas, Seúl sufriría enormes daños ya que la capital surcoreana se encuentra a 50 kilómetros de la frontera entre ambos países, aunque finalmente Norcorea sería derrotada.
Alarmado por esta situación, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, viajó ayer a Beijing para pedir a la cúpula china que ejerza mayor presión sobre Corea del Norte.
Anteriormente, Kerry había visitado Corea del Sur, donde mencionó la posibilidad de que se realicen conversaciones “serias” entre ambas Coreas.
De todos modos, el funcionario advirtió que la comunidad internacional no aceptará una Norcorea con capacidad nuclear, luego de que restara importancia a un informe de una agencia del gobierno estadounidense que señala que Pyongyang podría montar una artefacto nuclear en un misil.
En este marco, el vocero del Pentágono, George Little dijo que "sería inadecuado sugerir que Norcorea ha completado, testeado, desarrollado o demostrado la clase de capacidad nuclear referenciada" en ese informe de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA).
Pero a pesar de la tensión que se vive en la península, hay algunas señales que indican que la crisis podría encaminarse hacia una negociación diplomática.
La primera en tender la mano hacia Corea del Norte fue la presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, quien llamó a construir la confianza política entre ambas Coreas, con el fin de resolver la suspensión por parte de Pyongyang de un complejo industrial conjunto en la ciudad fronteriza norcoreana de Kaesong.
Para el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de San Andrés, Khatchik DerGhougassian, "Norcorea tiene la ´costumbre´ de recurrir al chantaje nuclear como táctica de negociación con Estados Unidos, con el supuesto que tiene a su favor el factor chino que es la mayor disuasión a una política más dura, incluyendo la opción militar, que Washington podría incluir en sus opciones”.
“La tensión actual parece insertarse en esta lógica del comportamiento norcoreano. Pero esta vez es alarmante el nivel de las movilizaciones militares de Corea del Sur e incluso Japón, así como el malestar público de Beijing con la nueva provocación norcoreana”, dijo a Télam DerGhougassian.
En cuanto a la posibilidad de un ataque nuclear de Pyongyang, el analista opinó que “no va a impactar a Estados Unidos pero causará sin dudas un desastre en la región y, sinceramente, no se sabe bien qué consecuencias estratégicas podría tener un primer ataque nuclear después de Hiroshima y Nagasaki” en la Segunda Guerra Mundial.
Precisamente, las últimas señales de Pyongyang no son las esperadas, ya que prometió atacar Japón si este país intercepta cualquier misil que se dirija hacia Tokio, que colonizó la península coreana durante 36 años en la primera mitad del siglo pasado.
A pesar de la magnitud de la tensión, Washington y sus aliados esperan que Norcorea reanude las llamadas conversaciones a "seis bandas", suspendidas por Pyongyang en abril de 2009.
En el marco de este tipo de negociaciones, iniciadas en agosto de 2003 con la participación de representantes de Rusia, China, Japón, las dos Coreas y Washington, Norcorea desmanteló un reactor instalado en su centro nuclear de Yongbyon, ubicado al norte del país. Pero ahora Norcorea prometió reactivar ese complejo atómico.
El próximo lunes se cumplirá el 101 aniversario del nacimiento del fundador de la República Popular Democrática de Corea, Kim Il Sung, llamado el "Gran Líder", quien fue un aliado destacado de China y de la desaparecida Unión Soviética.
El padre del Kim Jong il y abuelo de Kim Jong-un era venerado por los comunistas norcoreanos quienes le rendían "culto a la personalidad".
Se cree que durante los festejos que se realizarán por su cumpleaños, que se celebra como una fiesta nacional, Corea del Norte podría realizar una nueva prueba con un cohete Musudan, que tiene un alcance de entre 3.500 y 4.000 kilómetros.
Sus eventuales blancos podrían ser Japón, Corea del Sur o la isla de Guam, en el Océano Pacífico.
Fuente:Telam
No hay comentarios:
Publicar un comentario