28 de abril de 2013

Decadencia y confusión de la crema y lanata del poder mediático - Entrevista a Hernán Arbizu.

Decadencia y confusión de la crema y lanata del poder mediático
Año6. Edicion número 258.Domingo 28 de abril de 2013
Por Francisco Balázs
Desinfle. La expectativa que había despertado entre televidentes y el mundo político se diluyó en un show mediático y superficial.
El fugaz impacto del poder de fuego del Grupo Clarín. La representatividad opositora y el caso del aspirante a ocupar el lugar de Bernardo Neustadt, que luego de crear una desmedida expectativa solo demostró un show.
Amenos de una semana de la segunda emisión del programa de Canal Trece del Grupo Clarín, conducido por Jorge Lanata, en la agonizante noche del viernes pasado, la edición digital del diario La Nación, socio del Grupo en sus tropelías mediáticas, destacaba en un pequeño y perdido recuadro la siguiente noticia: “Detectan vuelos nocturnos de Fariña a Punta del Este: Según publicó el diario (uruguayo) El Observador, el empresario era un asiduo pasajero de vuelos privados con destino a Punta del Este”. A ese espacio, a esa “prueba”, quedó reducida una investigación extraviada, que resulta una muestra de los últimos resabios de lo que una semana atrás develaba a una audiencia que cautivó 33 puntos de rating esperando las pruebas de una denuncia que, al decir de Lanata, “durará lo que la gente decida que dure”, y duró menos de lo que el aspirante a Bernardo Neustadt de estos tiempos había previsto. El proyecto de reforma judicial tratado en el Congreso durante la semana terminó de sacar de la agenda mediática a Lanata, a sus colegas Luis Ventura y Jorge Rial, y a la troupe de figuras mediáticas involucradas en su denuncia. Quizá lo más entretenido que dejó la investigación fueron las discusiones de las hermanas Calabró, y que el tema fuera la comidilla de los panelistas del programa de Alejandro Fantino.

Cebados y cebadores. Comprender, asimilar los cambios de época, paradigmas y desafíos que presentan los cambios en las dinámicas políticas y sociales es la clave fundamental para que una empresa pueda sobrevivir, expandirse, o sucumbir. El Grupo Clarín, a través de sus medios de comunicación, entendió cómo adaptarse a esos cambios durante las últimas décadas. Dispuso de un poder efectivo de fuego en el manejo de la “realidad” que le permitió, sin pudor, admitir su capacidad de condicionar y debilitar gobiernos. Lo llevó a jactarse, y la sociedad lo naturalizó sin escandalizarse, de aquello que al Grupo le bastaba con las famosas cuatro tapas de Clarín para golpear, debilitar y hasta voltear a un gobierno, o forzar elecciones. Se constituyó en heredero y representante del poder civil que comenzó a construirse durante la dictadura. En alianza con los principales poderes económicos ejerció su poder de fuego contra el gobierno de Raúl Alfonsín, poniendo en práctica, por primera vez, su poder disciplinador a un gobierno democrático. Desde entonces, avanzó y creció de manera exponencial, a través del crecimiento de sus medios de comunicación y de la diversificación de negocios e inversiones en áreas que nada tienen que ver con el periodismo. En 2002, en plena crisis, le impusieron al entonces presidente interino, Eduardo Duhalde, el desplazamiento de su ministro de Economía (Jorge Remes Lenicov) para salvar al Grupo de la quiebra que lo acechaba. Esta larga enumeración de logros, crecimiento y demostraciones de poder, procura sintetizar la evolución de poder e impunidad, o para llamarlo con una expresión más de barrio, cebados de su poderío. Cuando quisieron imponer su fuerza con otro gobierno democrático, en 2008, representando intereses agropecuarios (otro de los negocios del Grupo) se encontraron con un adversario que le discutió su poder de fuego, y fue desafiado por primera vez. A partir de entonces, y hasta nuestros días, cambió en el país la manera de discutir la información y la lectura de la “realidad”, y la jactancia del poder de las cuatro tapas dejó de naturalizarse, y ahí nomás, llegó la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. En la brutal y casi enceguecida lucha que encabeza desde entonces el Grupo por imponer su otrora efectivo poder de fuego le está produciendo grotescos efectos de desgaste, de perdida de credibilidad y de dejar abiertamente al descubierto sus intereses, de utilizar y exponer hasta el ridículo a la casi totalidad del arco político opositor que se cobija en los pliegues de su poder creyendo que el grupo sigue siendo el mismo que antes del año 2008. La adaptación a los cambios de época son fundamentales, como se apuntó anteriormente, a la continuidad de cualquier actividad, empresarial en este caso. Negarlo, no entenderlo y persistir en la ceguera arroja decadentes resultados.


En el caso de Jorge Lanata, con quien comenzó esta nota, su protagónico papel que le otorga el programa de entretenimiento político que conduce los domingos por la noche es otra pieza del armado mediático que, cual tango, podría llamarse en lugar de “Los mareados”, “Los cebados”. Poco necesita el aspirante a Bernardo Neustadt para que lo ceben y se crea hasta encabezando a las fuerzas opositoras. El cebo, generalmente, se convierte en veneno.

“Gracias a Lanata se volvió a hablar de la estafa de Clarín”
Año 6. Edición número 258. Domingo 28 de abril de 2013 
Por Francisco Balazs 
fbalazs@miradasalsur.com
Denuncia con pruebas. Son las que aportó Arbizu ante la justicia.(VERONICA MASTROSIMONE).
Entrevista. Hernán Arbizu.
En el mismo horario en que se emitía el programa del Grupo Clarín que presenta los domingos Jorge Lanata, en el canal de noticias C5N, Hernán Arbizu, denunciante ante la Justicia del Grupo Clarín en 2008 por lavado de dinero, evasión y eventual fraude, volvía a ratificar su denuncia que cuenta con documentación, y pruebas fechacientes. Arbizu trabajó durante casi 20 años en el sistema financiero de bancos internacionales. Su último puesto durante cinco años fue en el banco JP Morgan con mandato de cuentas del Cono sur. Argentina, Uruguay, Chile, Paraguay.


–¿Qué es lo que lo llevó a hacer pública la semana pasada su denuncia contra el Grupo Clarín?
–Se dio gracias a Lanata, que permitió que a partir de sus propios errores en su supuesta investigación, yo pudiera recordar que existe desde el año 2008 una denuncia radicada en la Justicia, que realicé de manera efectiva, con pruebas y documentación, y sin farandulismo, sobre lavado de dinero, fraude y estafa del Grupo Clarín a las AFJP, justamente desde el mismo medio en el que Lanata pretendía realizar denuncias de lavado de dinero. Y mi denuncia Lanata la conoce muy bien porque él mismo escribió notas sobre esto y me entrevistó para el diario Crítica.


–¿Cuál es el estado de la causa a cinco años de su denuncia?
–Congelada, no hubo movimientos posteriores a mi denuncia al Grupo Clarín ante la Justicia, centrada en lo que es evasión impositiva, si bien nombró el fraude de AFJP. Después, la Unidad de Información Financiera me llamó dos o tres veces a declarar, o a una indagatoria, y ahí hablé más también sobre la denuncia de lavado, evasión impositiva y las estafas a las AFJP.


–¿Cuándo fue la última vez que lo llamaron de la Justicia por la causa de denuncia contra Clarín?
–El día en que hice la declaración, en junio del 2008.


–¿Pudo tener acceso últimamente a la causa para observar su evolución?
–Yo no tengo acceso a la causa como parte. Mis abogados no pueden ver la causa.


–¿Por qué?
–Porque estoy excluido. Yo no soy parte, a pesar de ser denunciante.


–Usted afirmó, tiempo atrás, que desde los puestos que ocupó en diferentes bancos multinacionales vio pasar mucho dinero de argentinos, personas y empresas a lo largo de su carrera. Al menos de una parte de lo que se cuantifica del total de dinero de argentinos en el exterior
–Sí, de ese monto que se calcula podría llegar a estar cerca de los 300 mil millones de dólares. Y sí, yo soy parte real y física de eso.


–¿Cuál fue el monto aproximado de dinero que manejó y salió del país durante el tiempo que trabajó en esos bancos?
–Cerca de 20 mil millones de dólares. Y repito algo que ya he dicho otras veces: vi deportistas, empresarios, gente del mundo del espectáculo, pero yo no vi políticos. Entre mis ex compañeros de trabajo la pregunta siempre era “¿dónde tienen la plata los políticos?”. No quiero ser necio y negar que pueda ocurrir, la corrupción, como en toda estructura social de todos los países del mundo, alcanza a políticos, empresarios, pero en mi caso yo no vi nunca a políticos, y los colegas míos nunca habían visto un político tampoco.


–Del J. P Morgan ¿qué queda en la Argentina?
–Del J. P. Morgan, la unidad de banca privada en enero de este año, les avisaron a su clientes argentinos que para el 29 de marzo pasado tenían que tener las cuentas cerradas y obviamente haber transferido la plata a otros bancos.


–¿Sabe adónde fueron esas cuentas, o cómo asesoraron a sus clientes en esa migración de fondos? ¿Perdieron a todos esos clientes?
–Sí, los perdieron. Lo que hizo rápidamente el Citibank fue contratar al jefe de Cono Sur en la JP Morgan, Lucke Palacio.


–¿Dónde se encuentra operando Lucke Palacio?
–En Miami. Estaba en Nueva York conmigo y ahora está en Miami. Justamente lo contratan para que lleve la mayor cantidad de clientes.


–Cuando menciona los casi 20.000 millones de dólares esos que vio pasar por las cuentas que usted manejaba ¿hay alguien, aunque sea una persona física o jurídica, aunque no la pueda nombrar, que sea el que pica en punta lejos en cantidad de dinero entre argentinos y argentinas?
–Hay alguien muy claro sobre el resto y que está lejos de ser un empresario kirchnerista como pretende acusar Lanata. Digamos que son empresarios supragubernamentales porque han pasado por todos los gobiernos. Cuando vi publicada en algunos diarios esta semana la solicitada de la Asociación de Empresarios Argentinos (AEA) en contra de la reforma del Poder Judicial, me reí porque todos los firmantes que vi, o eran clientes o eran prospects míos, es decir los que no eran clientes y que íbamos a buscar como clientes.


–En la experiencia que tuvo en ese período, ¿cuáles otros países tenían la dimensión de giro al exterior de dineros como la Argentina.
–Son números bastante veraces. La relación de inversión en el extranjero, ahorros en el extranjero y ahorros domésticos de un país era, Argentina, 70%-30%, 70 en el extranjero, 30 en el país, siendo generoso. Por ahí era más alto, era 80-20. Chile era al revés, 30 del extranjero, 70 local. De hecho, Morgan tenía una oficina de banca privada local para que invirtieran en la bolsa de comercio de Chile, les daba préstamos hipotecarios sobre un supermercado grande a los clientes... Brasil era 60 extranjero, 40 doméstico. El famoso flujo de ingresos de capitales que ha tenido Brasil son ellos mismos, son brasileños. Están repatriando los capitales, tal es así que también Morgan en Brasil está abriendo un fondo de inversión de acciones locales que en el término del lanzamiento a dos meses había juntado 3 mil millones de dólares, que eran clientes de Morgan que estaban trayendo la plata al país. Estaba pasando a ser mucho más la repatriación de capitales que la fuga de capitales. Muchísimo más.


–¿Y cuando se fugaban esos capitales en Brasil también tenían las características de evasión de la argentina? ¿O era salvaguardar dinero en la banca extranjera por temor a las inestabilidades propias de Brasil?
–En Brasil, en plena inflación compraban reales, invertían en reales. Pasaba más por salvaguardar, que por evadir. No es como el lineamiento argentino que de entrada dice “yo mando la plata afuera” porque primero da un estatus social y además, “porque no pago impuestos”.


–También en Brasil hubo períodos de grandes salidas de capitales y con también una enorme laxitud.
–Sí, sí seguro. El problema es que acá en Argentina se culpa siempre a los gobiernos. Es decir, el ciudadano es víctima. Mencionaba hace un rato que en Brasil, en etapas de altas tasas y hasta de hiperinflación, por lo cual en teoría esos gobiernos estaban haciendo mal las cosas, se seguía invirtiendo en reales. La gente tenía confianza en la moneda y en el país por más que el gobierno en teoría hubiera sido malo porque tenían una inflación que volaba.


–Entre las inconsistencias de lo que pretendió ser una investigación de cómo lavar dinero, en el programa del Grupo Clarín, Lanata habló de cómo funcionaría la fuga del país de grandes cantidades de dinero, y que se lo sacaba en grandes cantidades de billetes transportados en bolsos.
–Es importante aclarar este punto: en la mayoría de los casos, un 80%-90%, del dinero que se dice se va del país no sale en billetes, en efectivo, sino por medio de transferencias electrónicas. ¿Cómo uno se da cuenta si sale o no del país? Cuando le dicen cuánto está el cable, si está muy caro traer dinero es porque obviamente todo el mundo está trayendo dinero y entonces hay que conseguirla por otra parte...


–¿Y dónde está toda esa plata?
–En cajas de seguridad, en la compra de propiedades o en propiedades de alguna manera simulando un crédito.


–¿Y cómo lo traen?
–Por transferencias también, y acá se les habilita ese efectivo que anda dando vueltas. Si está muy caro mandar dinero es porque está todo el mundo demandando. Es oferta y demanda. Hay veces, yo me acuerdo, que si alguien quería traer dinero no solamente no pagaba, le pagaban para que pudiera traerlo porque obviamente faltaba plata acá.

Fuente:MiradasalSur

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