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14 de abril de 2013
LA PARTIDA DE SERGIO LOPEZ.
LA PARTIDA DE SERGIO LOPEZ
El 9 de Abril, cercano a la medianoche, falleció Sergio López Burgos, el”Pipi”. Pasados los agitados años de la clandestinidad , del exilio, y los treinta y pico, se hizo llamar “Cacho”.
Lucy –la madre de su hija Laura-, Elba y Violeta,-compañeras históricas de militancia- fueron las tres personas que estuvieron de principio a fin, en estos tres meses de internación, en las que sus fuerzas, fueron menguando. Sergio, fue dirigente de la textil Phuasa y se formó junto a León Duarte de Funsa, integro la R.O.E., participo en la fundación del P.V.P , y luego, como tantos compañeros, que aprendieron pensar el mundo con su cabeza, desarrolló una militancia independiente, fue un agitador político en el tema de DDHH, circunscripto a nuestra peripecia en el pozo Orletti de Argentina de donde fuimos traídos. Últimamente, participó en el comité del Frente en El Pinar.-
El 29 de Mayo de 1981, salimos del penal de Libertad. El entonces Cnel .Fausto Gonzalez, nos mandó sacar fotos hasta de espaldas…y como ultima verdugueada, mandó decir por un ordenanza, que nuestra familia, no nos había venido a “retirar” según la norma...por lo tanto teníamos que sacarnos la ropa de civil y volver a la celda… yo solo escuché, él, contestó: ”Estuvimos cinco años, que nos va hacer una semanita más” .Al minuto -sin palabras-, se abría la reja principal, abrazábamos a nuestra familia y a Montevideo…luego, él se fue al exilio, en Austria.
Sergio fue negociante radicado en Rocha, vendió nafta, autos, libros, viajó bastante, tuvo muchos compinches , amigos, novias y gente que le era incondicional, por sus grandes habilidades personales. Era hermético para sus asuntos, y demasiado ”canuto”, para compartir la información con sus pares. Estaba hecho de un metal que oponía una tenaz resistencia, a los obstáculos, a la burocracia y a las dificultades en general. Nada lo detenía, y si no podía vadearlo, lo transgredía.-
La detención del 76 le dejó un tímpano perforado, el maxilar quebrado, una tuberculosis en la cárcel. Antes de entregar su domicilio donde estaba Lucy y Laurita su beba de pocos meses,prefería morir. Y se bancó.
En 2009,varios, formamos Independientes por los Derechos Humanos, proyecto que se desinfló, en una sociedad dos veces temerosa y muy reacia a revisar las brutalidades cometidas.-
En plena campaña electoral, Le estacionaron una camioneta en la puerta de su casa,y con un micrófono direccional, grabaron la charla que él mantenía con un amigo en el living. Luego, nos mandaron lo grabado, a la casilla de voz de nuestros celulares, le atacaron la computadora, el teléfono e intentaron amedrentar a una amiga de entonces, pero no funcionó.
Retomo la causa del “viejo Enrique” (Rodriguez.Larreta), luego de su muerte y la hizo suya. Fue a declarar decenas de veces. Abrió una causa adicional en Buenos Aires, con información que desarchivamos del ministerio de RR:EE de Uruguay, porque aquí dijo: ”No pasa nada”.
Jamás se le oyó decir: “esto se va a terminar cuando estemos todos muertos” y más allá de algunos métodos de promoción personal excesivos o polémicos, entendió su accionar como un acto de correspondencia. Duarte fué desaparecido tratándonos de salvar el pellejo en Orletti.
El colapso del voto Rosado, estrechó su campo de acción. La chatura social, las mezquindades del poder y de la política doméstica, lo aislaron, en un tema que muchos prefieren olvidar. Demasiados clavos de punta, aún para el mas terco, o él más astuto.
En los últimos tiempos lo acompaño una ambigüedad: El deseo a ser nombrado para un cargo público, en DDHH en el país, y a la vez, no abandonar la primera línea. Hace unos días me dijo: ”Cuando salga de esta, me voy a Argentina por Manuel Cordero”.
No pudo, fue un hombre contradictorio y digno, un héroe en la resistencia a la tortura, algo que pocos dirigentes o militantes pueden lucir con orgullo, pero si olvidan con poca elegancia. lo extrañaremos.
RAUL ALTUNA, Integrante del grupo Orletti
Falleció Sergio López Burgos: oriental ejemplo de lucha contra los represores
“Presenté la denuncia que involucra a dos ex presidentes, a dos ex embajadores, cinco ex cónsules y nueve agregados militares, además de otro medio centenar de represores que trabajaron en Buenos Aires entre las décadas de 1970 y 1980”, afirmaba el compañero Sergio López Burgos a la salida de los tribunales en Argentina, en 2011.
Miércoles 10 de abril de 2013
Sergio López Burgos (izq)
“Tengo muchas expectativas con esta denuncia, porque acá en Argentina hay una legislación clara que considera los delitos de lesa humanidad imprescriptibles”, remarcaba, tras denunciar a Gregorio Álvarez y Juan María Bordaberry, entre otros.
López Burgos pidió también que se revocara la prisión domiciliaria a Manuel Cordero –el único detenido uruguayo en Argentina por el Plan Cóndor- entregando al juzgado de Norberto Oyarbide videos donde se veía a Cordero saliendo de su casa, infringiendo el beneficio que tenía. Denunció también a la embajada de Uruguay en Buenos Aires, como centro de coordinación de secuestros, sobre la base de maniobras de inteligencia que se hicieron sobre las personas que requerían renovar sus pasaportes.
López Burgos presentó documentación sobre 123 casos de uruguayos secuestrados en Argentina, muchos trasladados a Uruguay, y desaparecidos.
Uno de los fundadores del Partido por la Victoria del Pueblo Sergio López Burgos había sido textil antes de la dictadura, en Phuasa. Preso por la Dirección Nacional de Información e Inteligencia en 1973, lo liberaron en 1975.
Diez días después lo vuelven a buscar y cuando lo liberan, se exilia en Argentina y forma una comisión de la CNT. Cuando comienza la dictadura en Argentina, es detenido por una patota de Aníbal Gordon, en la que actuaba Manuel Cordero.
“La mayoría eran uruguayos”, recordaría después. Lo trasladan a la Automotora Orletti, donde oficiales uruguayos los interrogan y torturan: Gavazzo, Cordero, Buratti, son algunos de los que torturan: lo trasladan en el “primer vuelo” a Uruguay en 1976.
Identifica al segundo copiloto: el después comandante de la Fuerza Aérea Enrique Bonelli.
En Uruguay estuvo en el “300 Carlos” y de allí al Calen, en Bulevar Artigas. Allí conoce a María Claudia García de Gelman “a punto de tener familia”. Procesado por asociación subversiva, es liberado en 1981, y viaja a Viena donde permanece hasta 1985. En Uruguay priorizó la lucha para anular la Ley de Caducidad.
Fuente:LaRepublica
Envío:Agnddhh
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1 comentario:
Hace muy poco murió en Uruguay Sergio Lopez Burgos, Cacho, como yo lo conocí. Desde hacía casi 2 meses le enviaba mensajes y lo llamaba, pero el no me atendía, ni respondía...
Ayer, recibí en casa un llamado de quien fuera su última esposa, al menos, por mi conocida. No habló conmigo, le contó a mi esposa, que Cacho había fallecido hace casi 2 meses...
Conocí a Cacho apenas salido de la cárcel cuando arribo a Viena, en Austria, refugiado y exiliado por decisión de quienes por entonces digitaban los destinos de Uruguay.
Desde el primer día armamos vínculo, yo era uno de los pocos que hablaba alemán, o mejor dicho, chapuceaba mejor el idioma que el resto; aparte de eso soy argentino y de alguna manera Cacho nos quería, pero por sobre todo aparte de esta verdad... Eramos muy amigos de su mujer e hija... habíamos armado junto con mi pareja un vinculo muy fuerte con ellas, que habían viajado en condición de refugiadas desde Buenos Aires a Viena... Las acompañamos y apoyamos mucho durante el tiempo que no se supo nada de él, y luego, cuando se supo que estaba en una cárcel de Montevideo.
Desde el primer día que piso Austria, me pidió que lo acompañara a hablar con la asistente social, con la gente del ministerio de interior, con cierto periodista de Le Monde, con la gente del Sozialistische Partei Österreich -SPÖ- o con quienes recorrían por entonces el mundo buscando testimonios... con cualquiera que pudiera contar su historia y pudiera hacer algo por el resto de la gente que quedo allá en Montevideo, o de aquellos de los que nunca más se supo nada...
Cacho fue secuestrado en Buenos Aires, lo tuvieron en Orletti, y fue llevado a Montevideo en el marco de ese acuerdo militar que se llamo el Plan Cóndor. Llegó a Austria con la mandíbula reconstituida... con varias historias y cicatrices en su cuerpo y alma...
Fue un luchador imponente, defendió con su vida su ideología, y por eso siempre tuvo mi respeto y cariño. Lo acompañe en todo lo que pude, y en todo lo que yo también creí.
Volvió a Uruguay luego de la vuelta de la democracia, como muchos de nosotros, algunos antes... otros después...
No le fue fácil "reconstituirse" -no soy de aqui... ni soy de alla...-, y padeció la lucha por rebuscarsela al igual que muchos otros, pero nunca dejo de denunciar lo que padeció, la injusticia de "la impunidad del Estado", la "responsabilidad" del Estado, que torturó, mató, secuestró y desapareció, a militantes, a inocentes, y a recién nacidos, que pertenecen a una categoría especial, y por ello la perversidad de aquellos a los que nunca se perdonara.
Aprovechó cada espacio de esta democracia para denunciarlos, no sólo en Uruguay, sino que protagonizó las denuncias en nuestro país en las causas que aún siguen cargando expedientes de policías y militares...
Este es mi terrenal homenaje para vos... Porque no pude despedirme... Porque ya te extraño querido compañero, querido amigo del alma... Como decía Machado, y cantaba el Nano... querría desamortajarte, y regresarte...
Hasta siempre Cacho... Hasta la victoria siempre!
El tanito
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