21 de abril de 2013

PARAGUAY.

PARAGUAY
La hora del voto
Dos representantes de las históricas fuerzas políticas de Paraguay, un liberal y un colorado, buscarán mañana el triunfo en unas elecciones presidenciales que despertaron escaso entusiasmo en la ciudadanía y parecen encaminadas a ratificar el peso de las estructuras partidarias. El liberal Efraín Alegre y el colorado Horacio Cartes (foto) serán quienes, según todos los sondeos, protagonizarán la puja por la jefatura del Palacio de López, aunque habrá otros nueve candidatos, alguno de los cuales busca dar una sorpresa y otros llegar con sus postulantes al Congreso para romper esa polarización. La compulsa está lejos de despertar la efervescencia que en el 2008 generó la aparición de un outsider como Fernando Lugo que, aliado a los liberales, rompió una hegemonía de sesenta años del Partido Colorado en el poder, incluidos los cuarenta y cinco de la dictadura de Alfredo Stroessner.

Las de mañana serán las sextas elecciones desde la caída de Stroessner y están habilitados para sufragar poco más de 3,5 millones de paraguayos, aunque se estima que la asistencia a las urnas rondará el 50 por ciento del padrón. Cartes es un empresario dueño de una treintena de firmas, recién llegado a la política y a menudo acusado de relaciones con el narcotráfico y el contrabando, y Alegre fue senador, diputado y ministro de Fernando Lugo hasta que el PLRA rompió la alianza con el Frente Guasú y favoreció el golpe institucional. El poderoso aparato del gobernante Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) y la estructura armada en décadas por el Partido Colorado, sumado al impresionante gasto de campaña, mermaron las chances de los demás aspirantes, aunque los centroizquierdistas Mario Ferreiro, de Avanza País, y Aníbal Carrillo, del Frente Guasú, pretenden colarse en la pelea. No menos importante será la pulseada por las bancas de diputados y senadores, a la luz de que el paso de Lugo por el Ejecutivo mostró el poder real del Congreso porque, a la larga, fue un golpe legislativo el que sacó al ex obispo del poder. La presencia de Lugo disputando una plaza del Senado, junto a los líderes partidarios Blas Llano, de los liberales, y Lilian Samaniego, de los colorados, también realza la puja por las bancas de la Cámara alta.
Fuente:Pagina12


SÁBADO, 20 DE ABRIL DE 2013 
Paraguay: Elecciones antidemocraticas
Por José Antonio Vera 
De inmediato al cierre de las urnas, serán legalizadas por el Tribunal Superior de Justicia Electoral, y legitimadas por la Organización de Estados Americanos (OEA), así como por algunos otros organismos y ciertos gobiernos extranjeros, pero nadie, honestamente, podrá negar la ausencia de democracia que es la característica más sobresaliente de las elecciones generales, convocadas para este domingo 21 en Paraguay.

Su realización, si bien puede ser interpretada como una oportunidad para reordenar la vida institucional del país, fracturada hace 10 meses con el Golpe de Estado, llamado falsamente parlamentario, el resultado electoral constituirá un desafío insoslayable para la democracia en todo el mundo, porque su reconocimiento significará legalizar lo ilegítimo. ¿Qué harán, entonces, el MERCOSUR, UNASUR Y LA CELAC?.

El primer elemento que permite considerar antidemocráticas estas elecciones es el carácter espurio y faccioso del gobierno convocante, instalado hace 10 meses tras un Golpe de Estado, llamado parlamentario, que terminó con la administración de Fernando Lugo, elegido en las elecciones más libres en 200 años de historia del país, a cuatro años de su ejercicio y a sólo un año de finalizar su mandato.

La corrupción imperante en toda la campaña electoral a nivel de los dos principales partidos, el Colorado y el Liberal, cuyos dirigentes confiesan que han invertido muchos millones de dólares, es el segundo elemento antidemocrático en juego, al que se debe sumar un tercero: la censura aplicada por algunos órganos de prensa a las fuerzas progresistas o de oposición a ese bicéfalo y viejo engendro cupular colorado-liberal.

En concreto, Aníbal Carrillo Iramain, el presidenciable del Frente Guasu, encabezado por Lugo, e integrado por una docena de partidos y organizaciones, acusó al Canal 9 de la Televisión privada y a la propia Televisión Pública, de censurar a esa fuerza política que, según algunos sondeos, se situaría en tercera posición en las preferencias del electorado, con similitudes en las intenciones y parejas posibilidades con el recién formado Movimiento Avanza País, conducido por el comunicador Mario Ferreiro.

La discriminación de fuerzas opositoras, en particular las progresistas o con algún tinte de izquierda, también se ha expresado en la invitación a los postulantes en los programas de la pantalla chica y en dos actos públicos realizados en el Banco Central.

Un cuarto elemento probatorio del carácter antidemocrático de las elecciones de este domingo en Paraguay, es que se llegará a las urnas con una fuerte presión sobre el pueblo, buscando difundir miedo, particularmente en las poblaciones rurales, de lo que es una muestra grosera la docena de presos políticos que, desde hace varios meses, están repartidos en diferentes cárceles del país, sin condena por falta de pruebas.

Todos son activistas campesinos, cuyo “delito” es reclamar una reforma agraria que redistribuya la tierra, y termine con el abandono y expulsión de sus chacras de unas 300 mil familias, convertidas en parias, sin que el Ministerio Público haya podido, hasta ahora, presentar cargos que justifiquen tal encierro, ni tampoco la carátula de “prófugos” que la Fiscalía ha puesto contra unos 50 humildes labriegos, obligados a vivir escondidos como delincuentes.

Su calvario, uno más en la larga historia de sufrimiento y humillación del campesinado paraguayo, comenzó el 15 de junio del año pasado, cuando se produjo una masacre de campesinos y policías, que diversos elementos y fuentes consideran que fue parte del plan golpista que, una semana después, terminó con el Gobierno de Lugo.

Siete policías y unos 20 campesinos murieron, algunos rematados en el suelo y otros porque las fuerzas del orden los dejaron desangrarse sin prestarles atención médica.

Ese hecho fue utilizado por la dirigencia derechista, enquistada en los partidos y gremios empresariales, aplicando un diseño pergeñado por ciertos diplomáticos extranjeros y elementos de las corporaciones sojeras y de la megaminería, para acusar a Lugo de mal desempeño de sus funciones.

En una parodia de juicio político, que duró 17 horas, el parlamento destituyó al mandatario que había sido elegido democráticamente el 20 de abril del 2008, en presencia de miles de extranjeros que habían llegado al país con la esperanza de ver resurgir la democracia en este país miembro del MERCOSUR y la UNSAUR, de donde quedó suspendido a partir de cortando el proceso de cambios.

Insultos y acusaciones de corrupción es lo que más sobresale entre los candidatos con más posibilidades de imponerse. Propuestas de programa de gobierno no existen. Cartes es presentado por los liberales, y no sólo por ellos, como narcotraficante y contrabandista y éste dice que obligará a Alegre a devolver al Estado 25 millones de dólares que malversó cuando fue Ministro de Obras Públicas en el Gobierno de Lugo, quien lo destituyó a los dos años.

En política internacional, aunque es un tema casi ignorado por ambos candidatos, algo de sus intenciones se filtra a través de algún postulante a gobernador o parlamentario y, en general, poca diferencia habría con el comportamiento del actual gobierno del golpe, es decir, continuar la subordinación a Estados Unidos en todos los planos.

En la afanada competencia por quien es más entreguista de los intereses y la soberanía nacional, Cartes aparenta ser aún más preocupante que Alegre, pues se declara partidario de confiar al Ejército la misión de control de la ciudadanía, desplazando a la policía, proyecto avanzado por el Pentágono para toda Latinoamérica.

Además, en el entorno del candidato colorado, hay varios egresados de cursos militares y de espionaje organizados por Estados Unidos, y todos apoyan la instalación de una base bélica en el Chaco, en la frontera con Bolivia, con los radares puestos en dirección de Argentina, Brasil, Venezuela y la rica Amazonía.

Por la vereda de enfrente, camina una parte del pueblo que piensa diferente, pero que aún no cuenta con una representación política que vaya a la par, convencida de que el país necesita cambios políticos, económicos y culturales, tomando cuerpo el reclamo de un cambio estructural del Estado, cuya función sirva para consolidar independencia y bienestar social, goces que disfrutó la población desde el nacimiento de Nación Independiente en 1813 hasta 1864, cuando el imperio inglés lanzó la Guerra de la Triple (Infamia) Alianza, con los ejércitos de Argentina, Brasil y Uruguay.
Fuente:Argenpress

21.04.2013 

El colorado Horacio Cartes y el liberal Efraín Alegre aparecen como favoritos 
Paraguay va a las urnas sin gran expectativa de que algo cambie 
La única novedad luego de estos comicios será que permitirá la vuelta del país a los organismos regionales, de los que fue suspendido luego del golpe contra Fernando Lugo. La izquierda va demasiado dividida como para competir. 
Dos representantes de las fuerzas políticas tradicionales de Paraguay, un liberal y un colorado, aparecen más cerca del triunfo en unas elecciones presidenciales que despertaron escaso entusiasmo y parecen encaminadas a ratificar el peso de los aparatos partidarios. Efraín Alegre, del Partido Liberal Revolucionario Auténtico (PLRA), y Horacio Cartes, del Partido Colorado, serán los que, según todos los sondeos, protagonizarán la puja, aunque habrá otros nueve candidatos que llegan a esta instancia con la expectativa de poner en el Congreso a algunos de sus candidatos.

La elección no despertó el interés ciudadano como la de 2008, impulsada entonces por la aparición de un outsider como Fernando Lugo que, aliado a los liberales, rompió una hegemonía de seis décadas del Partido Colorado en el poder, incluidos los 35 de la dictadura del general Alfredo Stroessner (1954-1989). La de hoy es la sexta presidencial desde la caída del dictador y están habilitados para sufragar poco más de 3,5 millones de ciudadanos, aunque se estima que la participación apenas rondará el 50% del padrón.

Cartes es un empresario dueño de una treintena de empresas, un recién llegado a la política acusado de estar relacionado con las redes del narcotráfico y el contrabando. Alegre fue senador y diputado hasta que el PLRA rompió la alianza con el Frente Guasú y preparó el golpe de Estado que terminó por derrocar a Lugo e instalar a un liberal, Federico Franco, como presidente de facto del país.

Los poderosos aparatos del PLRA y el Partido Colorado, sumados al impresionante gasto de campaña, mermaron las chances de los otros aspirantes, aunque los progresistas Mario Ferreiro, de Avanza País (una escisión del luguismo), y Aníbal Carrillo, del luguista Frente Guasú pretenden colarse en la pelea.

No menos importante será la pulseada por las bancas de diputados y senadores, en un país en el que el poder real pasa por el Congreso. La presencia del mandatario derrocado disputando una plaza de senador, junto con los presidentes partidarios Blas Llano (liberal) y Lilian Samaniego (colorada), también realza la puja por las bancas de la Cámara Alta.

Además de presidente y vice, los paraguayos deberán elegir a 45 senadores, 80 diputados, 17 gobernadores, 228 gobernantes municipales y 18 parlamentarios del Mercosur. El temor a una alta abstención llevó a hacer campaña en favor del voto, que es obligatorio aunque la percepción generalizada es que es optativo. Además, no existen penas para quien no sufrague. La mayor participación de las últimas elecciones se dio en 1998, con el 77,18%, y 2008 con el 65,41 por ciento.

Habrá 1060 locales de votación habilitados en todo el país. Las mesas funcionarán de 7 a 16 (8 a 17 hora argentina) y, aunque están prohibidas las encuestas a boca de urna, existirá un Sistema de Transmisión de Resultados Preliminares (TREP) diseñado especialmente para ir adelantando datos. Los comicios tienen como telón de fondo, como en otras ocasiones, denuncias cruzadas por irregularidades, las más repetidas vinculadas a una desvergonzada compra de votos y el "acarreo" de personas, dos prácticas históricas y hasta naturalizadas en el país.

La salida electoral, que terminará el 15 de agosto con la asunción del ganador de hoy, debería suponer el retorno de Paraguay a la Unasur y el Mercosur, los dos bloques regionales que suspendieron al gobierno de facto tras el golpe de Estado del 22 ce junio del año pasado.

Horacio Cartes
A los 56 años, es su primera postulación. Surgió hace más de tres años, cuando a “platazo limpio”, como dicen los paraguayos, consiguió cambiar el estatuto partidario para erigirse candidato. Antes, sólo se lo conocía por las denuncias que lo daban como vinculado a los cárteles de las drogas y el contrabando.

Efraín Alegre
Fue uno de los artífices de la la coalición que llevó a Fernando Lugo a la presidencia. Y también uno de los organizadores del golpe que lo derrocó. Fue su ministro de Obras Públicas y debió irse cuando se comprobó que había derivado varios millones de dólares del presupuesto ministerial a cuentas personales.

21.04.2013
Voces que se cruzan por las calles de Asunción
La corrupción en el gobierno es tal vez la mayor preocupación que tienen lo ciudadanos paraguayos. 
"Tenemos una de las mejores economías de Latinoamérica. Si los políticos que están en el gobierno dejaran de robar, seguramente estaríamos mucho mejor", consideró Ana Carrizo Uriarte, empleada de un negocio dedicado a la venta de publicidad en la capital del país.

El comerciante Joselo Caballero coincidió con la joven estudiante de Publicidad y Marketing. "En Paraguay todos roban. Nadie controla nada. Rabaron en el gobierno de Lugo, en el de Franco, en los anteriores y, sin embargo Paraguay sigue creciendo. Ojalá que quien sea electo ponga mano dura", señaló difusamente.

El empresario Daniel Aaron produnzió un poco más en la cuestión y sostuvo que "quienes somos comerciantes y empresarios (tiene la licencia de una empresa deportiva multinacional, y su negocio está ubicado en la céntrica calle Palma) pedimos que se termine con el comercio ilegal de mercaderías.

Acá se contrabandea todo." Josefa Paredes solicitó que quien gane se preocupe por la gente mayor. "Merecemos una mejor cobertura en todo sentido". El tema de la salud, fue el otro ítem que les preocupa a los ciudadanos. "Se debe mejorar la salud pública", dijo la emplead bancaria Solange Valiente.

A pesar de que ese fue uno de los derechos que se ampliaron con la gestión de Lugo, al punto que extendió la atención gratuita, la mujer resalta que "muchos debemos viajar a la Argentina, por ejemplo a Misiones, para tener una mejor cobertura en salud".

La vuelta del país a los organismos regionales, un tema que preocupa en los estamentos políticos, se ha minimizado por los sectores más acomodados. Es lo que refleja el economista Rodolfo Pilar al decir que Paraguay no padeció demasiado con la suspensiónt tras el golpe.

"Sin Mercosur, Paraguay siguió comercializando con Brasil y Argentina, por ejemplo. Es decir, no tuvo ningún bloqueo comercial por no estar en el Mercosur."

21.04.2013 
entrevista con lilian soto, ex ministra de fernando lugo
La candidata feminista
A la expectativa por la posibilidad de recuperar la credencial democrática en Paraguay, se suma la aparición de Kuña Pyrenda, un movimiento socialista y feminista. Lilian Soto y Magui Balbuena, la dupla presidencial, se expresa por la despenalización del aborto y el matrimonio igualitario, entre otras medidas plasmadas en siete ejes de gobierno, 50 propuestas legislativas y la candidatura de campesinas, docentes e indígenas. 
Por: Mariana Fernadez Camacho
–¿Por qué Kuña Pyrenda? 
–“Kuña” significa mujer y “pyrenda” es el lugar donde se pone el pie. La traducción del guaraní sería “lugar del pie de la mujer”. Esto implicó un debate sobre el simbolismo que queríamos transmitir. Por una parte, el lugar donde las mujeres ponemos el pie para impulsarnos, nuestra plataforma de mujeres, el lugar desde el cual podemos avanzar. Y también donde las mujeres dejamos huella. Utilizamos los dos significados para mostrar a la sociedad los aspectos importantes de este movimiento político.

–Usted fue funcionaria en el gobierno de Lugo. ¿Cómo surge la idea de lanzarse como candidata presidencial? 
–Fui ministra de la Función Pública porque me pidieron que llevara adelante un proceso de profesionalización del sector, pero tengo una militancia de más de 30 años, desde que ingresé a la Facultad de Medicina, en 1982. Estuve dos años fuera del país, estudiando administración pública. A partir de 2010 conformamos el movimiento Kuña Pyrenda, haciendo un análisis de lo que implica nuestra exclusión histórica y la necesidad de que la política tenga una mirada que posibilite transformaciones para la igualdad de clase y de género desde un movimiento socialista y feminista.

–Es presentada como la única candidata que sienta posición ante la despenalización del aborto o el matrimonio igualitario. ¿No es arriesgado darse a conocer así?

–Kuña Pyrenda decidió hacer este proceso de construcción sin ambigüedades y con posiciones claras, de modo que si llegamos a espacios de poder, tengamos todas las condiciones para ejecutar las políticas que consideramos importantes. Si bien son temas difíciles, deben ser abordados, y el momento electoral es central para ello. Porque además son temas que implican derechos. Derecho a no morir por un aborto realizado en malas condiciones, derecho de las personas del mismo sexo a que su relación sea reconocida por el Estado.

–¿Cómo se posiciona ante los organismos regionales? 
–Tenemos una apuesta clara sobre las relaciones regionales y los procesos de integración, que requiere la incorporación plena de los mejores cuadros profesionales del Paraguay y, también, que todos los países comprendan que si el desarrollo y la superación de desigualdades y condiciones de pobreza no se producen en toda la región, no será positivo, porque estas asimetrías generan flujos migratorios. Es importante pensar la integración desde dos perspectivas. Por una parte, en lo que hace al crecimiento con igualdad de toda la región y, por otra, hacer un análisis claro sobre el rol de América Latina frente a otros bloques.

–¿Qué diferencias marcaría con los otros espacios de izquierda que se presentan, como el Frente Guasú y Avanza País? 
–Kuña Pyrenda tiene el componente que todavía les cuesta sumar a los diversos sectores de izquierda, como es el aspecto ideológico feminista. Cuando pensamos y diseñamos políticas públicas lo hacemos con perspectiva de igualdad de clase y de género. Creo que esa es una carencia en los otros sectores de izquierda.

–¿Cree que Paraguay está preparado para darle el voto a una dupla femenina que propone un proyecto socialista y feminista?
–Creo que hay procesos que se van construyendo en las sociedades, y la sociedad paraguaya está en un proceso de cambio que permite que ahora haya mucho más pensamiento crítico. Esto lo vamos a ir viendo en estas elecciones y en las próximas. Porque Kuña Pyrenda tiene claro que su presencia en el escenario político no termina hoy.
Fuente:TiempoArgentino


21.04.2013

Alerta colorada en Paraguay 
El posible retorno del stroessnerismo al poder y las denuncias sobre un supuesto plan de fraude en manos del Partido Liberal ponen varios interrogantes sobre la salud institucional paraguaya en sus elecciones. 
Por: Emiliano Guido 
En el anochecer de esta jornada, ruidos pantagruélicos sacudirán a la capital paraguaya. No se puede prever con exactitud si la tradicional quietud dominguera será vulnerada por el estruendo de fuegos artificiales partidarios o por los disparos cruzados de los grupos de choque de la centenaria Asociación Nacional Republicana (Partido Colorado) y de su principal oponente, el oficialista Partido Liberal. Pero sí que no será una jornada desabrida y de bajo impacto informativo.
Es lógico, nueve meses atrás, una comisión parlamentaria destronaba en un proceso inconstitucional a Fernando Lugo. Y tras ese putsch, el ilegítimo gobierno paraguayo, cuya elite gobernante a diferencia de sus socios regionales nunca logró reencauzar cierta transparencia institucional tras el fin del ciclo de las dictaduras del Cono Sur, reabrió las urnas pero no cerró las sospechas de fraude electoral y menos dio lugar a una nueva dirigencia política, ya que el candidato favorito, el multimillonario tabacalero colorado Horacio Cartes, está sospechado de ser el rey narco en el contrabando de la marihuana guaraní.

Más allá de las dudas sobre la transparencia en la fiscalización del comicio y de los desbordados enconos callejeros entre azules –color oficial de los liberales– y colorados durante la campaña electoral, la elección presidencial de hoy promete ser bastante reñida entre los dos partidos tradicionales. En principio, todo indicaba que la Asociación Nacional Republicana se encaminaba a retomar las riendas del Palacio López, vértice del Poder Ejecutivo que regenteó durante seis décadas de forma ininterrumpida hasta que el fugaz gobierno del ex sacerdote tercermundista Lugo terminó con el monólogo colorado. En todas las encuestas y sondeos, Cartes vencía al dirigente liberal Efraín Alegre por 10 o 15 puntos. Pero, una inesperada y contranatura alianza entre el partido oficialista y la cúpula del partido Unace (liderado hasta su muerte por el general golpista Lino Oviedo) está revirtiendo todas las mediciones ya que una buena parte de la feligresía colorada está migrando su voto hacia la boleta de Alegre. Según señala la prensa local, la compra millonaria y sobrevaluada con fondos públicos de una estancia perteneciente a un familiar de Oviedo torció la decisión de la dirigencia de Unace –en la última elección tuvieron el 10% de los votos– que, en un principio, se habían declarado “prescindentes” en la elección tras el trágico accidente aéreo de febrero último donde murió Oviedo.

Luego del nuevo tablero político demarcado por la sociedad Partido Liberal-Unace, los números de las principales consultoras se reconfiguraron. “Las opciones tomadas por el electorado nacional no variaron. Cartes sigue adelante con un margen cómodo para llegar a la presidencia”, advirtió ayer el director de la firma, Adolfo Grau, al diario asunceño Última Hora. Paralelamente, otra encuesta con gran rebote en los medios, en este caso perteneciente a Gabinete de Estudios de Opinión, mostró a Alegre con un 36,7% de la intención de voto y al líder colorado con un 34,8%, lo que representó un drástico cambio respecto a otra medición de la misma empresa divulgada semanas atrás y que lideraba el empresario tabacalero. Luego, la medalla de bronce de la elección será, sin discusión, para el locutor de televisión y ex referente luguista Mario Ferreiro. En ese sentido, el candidato de la debutante fórmula Avanza País estaría ganándole una especie de interna abierta al ex jefe de Estado y actual candidato a senador Fernando Lugo, cuyo partido, el Frente Guasú, no parece estar recuperándose, por lo menos en la dimensión electoral, del golpe destituyente que no sólo le arrebató el poder sino que evidenció su falta de liderazgo y audacia para contener la contraofensiva institucional de la derecha local.

Ahora bien, la otra pulseada doméstica, la de las corporaciones partidarias, ¿qué particularidades presenta? ¿El modelo 2013 del Partido Colorado es más o menos conservador que sus oponentes liberales, cuya capilaridad territorial siempre estuvo representada por los grandes señores de la soja? La historiadora argentina Lorena Soler, que acaba de publicar en Buenos Aires el recomendable libroParaguay. La larga invención del golpe, opina que “Horacio Cartes posee un poder económico que le brinda muchísima autonomía a la hora de financiar una palestra de asesores internacionales. El principal, otrora comercial y ahora aggiornado a la política Francisco Cuadra, fue hombre de confianza de Pinochet y su secretario de gobierno entre 1984 y 1987. Sin embargo, los millones que gastó en su campaña no lo proveyeron de un programa de gobierno comunicable ni un léxico claro para los tiempos de la televisión. Un personaje que se siente más a gusto en reuniones privadas, por la incomodidad de dar la cara frente a la lluvia de acusaciones sobre las vinculaciones al comercio ilegal”. A su vez, la investigadora del Conicet señala que “su principal contrincante, el liberal Efraín Alegre, por entonces ministro de Obras Públicas y Comunicaciones de Fernando Lugo, es el candidato de un partido que no pagó aún el costo de ser el responsable directo del golpe de Estado. Su asesor, Antonio Solá, lo provee la derecha española de Aznar y el Partido Popular. El candidato liberal se presenta como un hombre del interior del país y su fuerza radica en el control político de una parte de ese territorio, sabiendo en la campaña despegarse de lo más retrogrado de su partido”.

Por último, con el correr de las horas, se agiganta la sospecha de que liberales y oviedistas orquesten una especie de fraude patriótico a la paraguaya. En ese sentido, hay que tener en cuenta que dos tercios de los presidentes de mesa en cada centro de votación tienen sus simpatías puestas en la boleta de Efraín Alegre. Incluso, el jefe de la misión de observadores de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Salomón Lerner –ex jefe de gabinete del presidente peruano Ollanta Humala– advirtió este fin de semana que el Partido Colorado y el Frente Guasú lo “alertaron” sobre la posibilidad de que “exista un ajuste de los resultados” que podría determinar el no reconocimiento por “alguno de los candidatos más importantes”. Por lo visto, el peruano Lerner, cuyo equipo de trabajo desplegará unas cuarenta personas en media docena de los 17 departamentos del país, tendrá un trabajo difícil. Seguramente, su hoja de ruta en Asunción será monitoreada por la alta diplomacia del Palacio San Martín y del Palacio Itamaraty, ya que las cancillerías de los países grandes del Mercosur son los órganos políticos que tendrán que decidir de qué manera y cuándo Paraguay recuperará su membrecía regional luego de los comicios presidenciales de hoy.

Una vez elegido el nuevo jefe de Estado paraguayo, el bloque de la Cuenca del Plata tendrá esta vez sí cinco socios plenos, ya que Caracas ingresó a la sociedad mercosureana, paralelamente a la expulsión de Asunción. Eso sí, declaraciones como las de Horacio Cartes durante su cierre de campaña en la pequeña ciudad nororiental de Limpio no ayudan mucho a restablecer los vínculos interzonales. Subido a la tarima de un precario escenario, el poderoso empresario lucía exultante, su autoprofecía de éxito parecía elevarlo unos centímetros del suelo cuando aseguró a los humildes asistentes de la comarca que el Partido Colorado no sólo volverá al poder por otros cincuenta años, sino que “iba a volver para siempre”.
Fuente:InfoNews


20.04.2013
elecciones en Paraguay
Liberales y colorados van este domingo en busca de la presidencia
Dos representantes de las históricas fuerzas políticas de Paraguay, un liberal y un colorado, buscarán este domingo el triunfo en unas elecciones presidenciales que despertaron escaso entusiasmo en la ciudadanía y parecen encaminadas a ratificar el peso de las estructuras partidarias.

El liberal Efraín Alegre y el colorado Horacio Cartes serán quienes, según todos los sondeos, protagonizarán la puja por la jefatura del Palacio de López, aunque habrá otros 9 candidatos, alguno de los cuales busca dar una sorpresa y otros llegar con sus postulantes al Congreso para romper esa polarización.

La compulsa está lejos de despertar la efervescencia que en el 2008 generó la aparición de un outsider como Fernando Lugo que, aliado a los liberales, rompió una hegemonía de 60 años del Partido Colorado en el poder, incluidos los 45 de la dictadura de Alfredo Stroessner.

Las de mañana serás las sextas elecciones desde la caída de Stroessner, y están habilitados para sufragar poco más de 3,5 millones de paraguayos, aunque se estima que la asistencia a las urnas rondará el 50 por ciento del padrón.

Cartes es un empresario dueño de una treintena de empresas, recién llegado a la política y a menudo acusado de relaciones con el narcotráfico y el contrabando, y Alegre fue senador, diputado y ministro de Fernando Lugo hasta que el PLRA rompió la alianza con el Frente Guasú y favoreció el golpe institucional.

El poderoso aparato del gobernante Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) y la estructura armada en décadas por el Partido Colorado, sumado al impresionante gasto de campaña, mermaron las chances de los demás aspirantes, aunque los centroizquierdistas Mario Ferreiro, de Avanza País, y Aníbal Carrillo, del Frente Guasú, pretenden colarse en la pelea.

No menos importante será la pulseada por las bancas de diputados y senadores, a la luz de que el paso de Lugo por el Ejecutivo mostró el poder real del Congreso, no solo porque se vio que la gobernabilidad está atada a la correlación de fuerzas, sino también porque, a larga, fue un golpe legislativo el que sacó al ex obispo del poder.

La presencia de Lugo disputando una plaza del Senado, junto a los líderes partidarios Blas Llano, de los liberales, y Lilian Samaniego, de los colorados, también realza la puja por las bancas de la Cámara alta.

Además de presidente y vice, 1.713.372 mujeres y 1.802.901 hombres podrán elegir a 45 senadores, 80 diputados, 17 gobernadores, 228 gobernantes municipales y 18 parlamentarios del Mercosur.

El temor a una alta abstención obligó a campañas en favor del voto, que es obligatorio en el país, aunque la percepción generalizada es que es optativo, porque no existen penas para quien no sufrague.

La mayor participación electoral de las tres últimas elecciones se dio en 1998, con el 77,18 por ciento. En 2003 bajó al 62,28 por ciento y en 2008 fue del 65,41 por ciento.

Habrá mañana 17.527 mesas en 1.060 locales de todo el país, que funcionarán de 7 a 16 (8 a 17 de Argentina), y aunque están prohibidas las encuestas a boca de urna, existirá un Sistema de Transmisión de Resultados Preliminares (TREP) diseñado especialmente para ir adelantando datos.

Los comicios tienen como telón de fondo, como en otras ocasiones, denuncias cruzadas por irregularidades, las más repetidas vinculadas a la compra de votos y el "acarreo" de personas, dos prácticas históricas y hasta naturalizadas en el país.

Sabedores de los temores a irregularidades y de que los comicios son especialmente mirados en la región, las autoridades electorales habilitaron la participación de observadores de la OEA y la Unión Europea, junto a otros de la Unasur.

La salida electoral que terminará el 15 de agosto con la asunción de quien gane mañana supone también el retorno de Paraguay a la Unasur y el Mercosur, bloques de los que está suspendido desde junio pasado tras el golpe parlamentario que depuso a Lugo.

20.04.2013
elecciones en Paraguay
Mujica desautorizó el uso de su imagen en la campaña paraguaya
El presidente de Uruguay desautorizó el uso de su imagen en un aviso de campaña del candidato presidencial liberal, Efraín Alegre, publicidad que había generado malestar en el Frente Guasú, que lidera el ex presidente Fernando Lugo.
El incidente se originó cuando el oficialista Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) paraguayo publicó en diarios asunceños una publicidad con su candidato, Alegre, junto a José Mujica, fotografiados en una reunión que ambos tuvieron el pasado martes en Montevideo.

Como el encuentro generó versiones cruzadas en Asunción, el PLRA publicó ayer avisos con la foto y la leyenda "Toda la esperanza es una Latinoamérica unida".

En un comunicado, la Presidencia uruguaya informó que Mujica "no ha autorizado el uso de su imagen y/o nombre".

"La Presidencia del Uruguay precisa que no tiene ni el propósito ni la potestad de intervenir de ninguna manera en el debate interno de un país hermano, y menos aún a pocos días de una instancia electoral", indicó el texto.
Fuente:Telam

Alerta colorada en Paraguay 
Año 6. Edición número 257. Domingo 21 de abril de 2013 
Por Emiliano Guido 
contacto@miradasalsur.com
Afiches. Al cierre de las campañas, Horacio Cartes llevaba una ventaja sobre el candidato Efraín Alegre de entre 10 y 15 puntos .
El posible retorno del stroessnerismo al poder y las denuncias sobre un supuesto plan de fraude en manos del Partido Liberal ponen varios interrogantes sobre la salud institucional paraguaya en sus elecciones.
En el anochecer de esta jornada, ruidos pantagruélicos sacudirán a la capital paraguaya. No se puede prever con exactitud si la tradicional quietud dominguera será vulnerada por el estruendo de fuegos artificiales partidarios o por los disparos cruzados de los grupos de choque de la centenaria Asociación Nacional Republicana (Partido Colorado) y de su principal oponente, el oficialista Partido Liberal. Pero sí que no será una jornada desabrida y de bajo impacto informativo. Es lógico, nueve meses atrás, una comisión parlamentaria destronaba en un proceso inconstitucional a Fernando Lugo. Y tras ese putsch, el ilegítimo gobierno paraguayo, cuya elite gobernante a diferencia de sus socios regionales nunca logró reencauzar cierta transparencia institucional tras el fin del ciclo de las dictaduras del Cono Sur, reabrió las urnas pero no cerró las sospechas de fraude electoral y menos dio lugar a una nueva dirigencia política, ya que el candidato favorito, el multimillonario tabacalero colorado Horacio Cartes, está sospechado de ser el rey narco en el contrabando de la marihuana guaraní.

Más allá de las dudas sobre la transparencia en la fiscalización del comicio y de los desbordados enconos callejeros entre azules –color oficial de los liberales– y colorados durante la campaña electoral, la elección presidencial de hoy promete ser bastante reñida entre los dos partidos tradicionales. En principio, todo indicaba que la Asociación Nacional Republicana se encaminaba a retomar las riendas del Palacio López, vértice del Poder Ejecutivo que regenteó durante seis décadas de forma ininterrumpida hasta que el fugaz gobierno del ex sacerdote tercermundista Lugo terminó con el monólogo colorado. En todas las encuestas y sondeos, Cartes vencía al dirigente liberal Efraín Alegre por 10 o 15 puntos. Pero, una inesperada y contranatura alianza entre el partido oficialista y la cúpula del partido Unace (liderado hasta su muerte por el general golpista Lino Oviedo) está revirtiendo todas las mediciones ya que una buena parte de la feligresía colorada está migrando su voto hacia la boleta de Alegre. Según señala la prensa local, la compra millonaria y sobrevaluada con fondos públicos de una estancia perteneciente a un familiar de Oviedo torció la decisión de la dirigencia de Unace –en la última elección tuvieron el 10% de los votos– que, en un principio, se habían declarado “prescindentes” en la elección tras el trágico accidente aéreo de febrero último donde murió Oviedo.

Luego del nuevo tablero político demarcado por la sociedad Partido Liberal-Unace, los números de las principales consultoras se reconfiguraron. “Las opciones tomadas por el electorado nacional no variaron. Cartes sigue adelante con un margen cómodo para llegar a la presidencia”, advirtió ayer el director de la firma, Adolfo Grau, al diario asunceño Última Hora. Paralelamente, otra encuesta con gran rebote en los medios, en este caso perteneciente a Gabinete de Estudios de Opinión, mostró a Alegre con un 36,7% de la intención de voto y al líder colorado con un 34,8%, lo que representó un drástico cambio respecto a otra medición de la misma empresa divulgada semanas atrás y que lideraba el empresario tabacalero. Luego, la medalla de bronce de la elección será, sin discusión, para el locutor de televisión y ex referente luguista Mario Ferreiro. En ese sentido, el candidato de la debutante fórmula Avanza País estaría ganándole una especie de interna abierta al ex jefe de Estado y actual candidato a senador Fernando Lugo, cuyo partido, el Frente Guasú, no parece estar recuperándose, por lo menos en la dimensión electoral, del golpe destituyente que no sólo le arrebató el poder sino que evidenció su falta de liderazgo y audacia para contener la contraofensiva institucional de la derecha local.

Ahora bien, la otra pulseada doméstica, la de las corporaciones partidarias, ¿qué particularidades presenta? ¿El modelo 2013 del Partido Colorado es más o menos conservador que sus oponentes liberales, cuya capilaridad territorial siempre estuvo representada por los grandes señores de la soja? La historiadora argentina Lorena Soler, que acaba de publicar en Buenos Aires el recomendable libro Paraguay. La larga invención del golpe, opina que “Horacio Cartes posee un poder económico que le brinda muchísima autonomía a la hora de financiar una palestra de asesores internacionales. El principal, otrora comercial y ahora aggiornado a la política Francisco Cuadra, fue hombre de confianza de Pinochet y su secretario de gobierno entre 1984 y 1987. Sin embargo, los millones que gastó en su campaña no lo proveyeron de un programa de gobierno comunicable ni un léxico claro para los tiempos de la televisión. Un personaje que se siente más a gusto en reuniones privadas, por la incomodidad de dar la cara frente a la lluvia de acusaciones sobre las vinculaciones al comercio ilegal”. A su vez, la investigadora del Conicet señala que “su principal contrincante, el liberal Efraín Alegre, por entonces ministro de Obras Públicas y Comunicaciones de Fernando Lugo, es el candidato de un partido que no pagó aún el costo de ser el responsable directo del golpe de Estado. Su asesor, Antonio Solá, lo provee la derecha española de Aznar y el Partido Popular. El candidato liberal se presenta como un hombre del interior del país y su fuerza radica en el control político de una parte de ese territorio, sabiendo en la campaña despegarse de lo más retrogrado de su partido”.

Por último, con el correr de las horas, se agiganta la sospecha de que liberales y oviedistas orquesten una especie de fraude patriótico a la paraguaya. En ese sentido, hay que tener en cuenta que dos tercios de los presidentes de mesa en cada centro de votación tienen sus simpatías puestas en la boleta de Efraín Alegre. Incluso, el jefe de la misión de observadores de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Salomón Lerner –ex jefe de gabinete del presidente peruano Ollanta Humala– advirtió este fin de semana que el Partido Colorado y el Frente Guasú lo “alertaron” sobre la posibilidad de que “exista un ajuste de los resultados” que podría determinar el no reconocimiento por “alguno de los candidatos más importantes”. Por lo visto, el peruano Lerner, cuyo equipo de trabajo desplegará unas cuarenta personas en media docena de los 17 departamentos del país, tendrá un trabajo difícil. Seguramente, su hoja de ruta en Asunción será monitoreada por la alta diplomacia del Palacio San Martín y del Palacio Itamaraty, ya que las cancillerías de los países grandes del Mercosur son los órganos políticos que tendrán que decidir de qué manera y cuándo Paraguay recuperará su membrecía regional luego de los comicios presidenciales de hoy.

Una vez elegido el nuevo jefe de Estado paraguayo, el bloque de la Cuenca del Plata tendrá esta vez sí cinco socios plenos, ya que Caracas ingresó a la sociedad mercosureana, paralelamente a la expulsión de Asunción. Eso sí, declaraciones como las de Horacio Cartes durante su cierre de campaña en la pequeña ciudad nororiental de Limpio no ayudan mucho a restablecer los vínculos interzonales. Subido a la tarima de un precario escenario, el poderoso empresario lucía exultante, su autoprofecía de éxito parecía elevarlo unos centímetros del suelo cuando aseguró a los humildes asistentes de la comarca que el Partido Colorado no sólo volverá al poder por otros cincuenta años, sino que “iba a volver para siempre”.

“La pelea será voto por voto” 
Año 6. Edición número 257. Domingo 21 de abril de 2013 
Por Emiliano Guido 
eguido@miradasalsur.com
Entrevista. Miguel Armoa. Director del diario cooperativista E'A. 
En Paraguay hablar de una prensa crítica y alternativa al poder es toda una noticia. Los medios hegemónicos, cuyas plataformas principales son los diarios ABC y Última Hora, no sólo tienen una presencia abrumadora en todos los formatos y en todo el territorio nacional sino que en ningún momento intentan camuflar su identificación con las elites gobernantes. En este panorama, el periódico cooperativista E'A, formado por dirigentes del Sindicato de Periodistas del Paraguay, es una grata excepción. Miradas al Sur habló con su director, Miguel Armoa, para tener una visión más amplia sobre la jornada electoral que hoy consagrará al nuevo jefe de Estado paraguayo. Según Armoa “el comicio será sumamente reñido entre colorados y liberales”. Además, el colega guaraní explica por qué las sospechas de fraude, denunciadas a la misión de observadores de Unasur por los partidos Colorado y Frente Guasú de Fernando Lugo, tienen su cuota de verosimilitud: “Por cada mesa de votación habrá tres fiscales. El problema es que tras la alianza del Partido Liberal con Unace (partido fundado por el recientemente fallecido general Lino Oviedo), dos tercios de los veedores serán de un mismo bando político”.

–Las encuestas vaticinan un comicio parejo, ¿coincide con los sondeos o considera que puede haber una sorpresa electoral de último momento?
–Las encuestas en Paraguay no son muy confiables. Generalmente, el porcentaje de precisión entre lo que se anticipa y lo que finalmente ocurre es muy bajo porque no suele medirse el voto de la población rural. Es decir, los sondeos o bocas de urnas tienen un trabajo de campo muy acotado, más ligado a consultar a los sectores urbanos. Igualmente, me parece que el aparato del centenario Partido Colorado podría ser determinante para definir una elección que promete ser muy reñida más allá de lo que digan los encuestólogos.

–Entonces, ¿se puede afirmar que, a partir de mañana, el Partido Colorado retornará al Palacio López? 
–No sentenciaría ese interrogante. No hay que olvidarse que el proceso electoral está administrado por el Partido Liberal, ya que accedió a la cúpula del Estado tras el golpe parlamentario a Fernando Lugo. Además, tras la sorprendente alianza con la gente de Lino Oviedo, los liberales tienen prácticamente asegurado el control de los comicios porque de cada tres responsables o veedores por mesa de votación, sólo un fiscal responderá al Partido Colorado.

–El candidato colorado Horacio Cartes está sospechado de ser un líder narco y un gran contrabandista de frontera. ¿Por qué una parte de la opinión pública le está dando su voto? 
–Un eurodiputado alemán me dijo está semana que le resultaba peligroso y extraño que un dirigente con chances de ser jefe de Estado pueda estar tan vinculado al crimen organizado. Evidentemente, el poder económico de Cartes encandila a una parte de la sociedad paraguaya. No olvidemos que, prácticamente, compró al Partido Colorado, ya que en su condición de outsider o independiente ingresó al partido y cambió su estatuto en pocos meses para poder ganar la interna a los caudillos tradicionales del stroessnerismo. Otro factor que explica el crecimiento electoral de Cartes es que el golpe parlamentario contra Lugo fue una jugada magistral de su corriente política porque no quedaron ante la opinión pública como los responsables del trabajo sucio. Los dirigentes liberales pensaban que una vez destronado Lugo, iban a arrasar a los colorados con el peso del aparato estatal. Pero, finalmente, su mal manejo del gobierno y sus múltiples casos de corrupción y negociados los terminaron deslegitimando con la sociedad.

–El campo popular llega dividido en tres boletas partidarias y la popularidad de Fernando Lugo descendió. ¿Por qué escribió en su periódico que la izquierda guaraní hará una elección histórica? 
–Hay que entender que tras la larga dictadura de Alfredo Stroessner, la izquierda paraguaya quedó muy debilitada. Sin embargo, es la primera vez que un partido formado por dirigentes populares y honestos alcanzará el tercer lugar y superando el 10% de los votos. No olvidemos que Lugo llegó a la presidencia con una sociedad donde la mayor cantidad de los sufragios los garantizó el Partido Liberal. El luguismo nunca tuvo una representación autónoma en el Parlamento. Ahora, con la elección de este domingo, varios diputados y senadores –ya sean identificados con Lugo o con el ex luguista Mario Ferreiro– de izquierda podrán llegar al Congreso.

–¿Cómo observa la posición del gran empresariado paraguayo sobre el Mercosur? ¿Hay intención de volver al bloque regional? 
–Me parece que, en líneas generales, el Partido Colorado y Horacio Cartes son más proclives en intentar reconciliarse con los países del Mercosur. En ese sentido, quizás porque durante su gestión se produjo la expulsión del bloque de Asunción tras el golpe a Lugo, los liberales no tienen una posición clara y uniforme sobre la agenda integracionista.

En busca de los brasiguayos 

Año 6. Edición número 257. Domingo 21 de abril de 2013 
Por Eduardo J. Vior. Sur en América latina
contacto@miradasalsur.com
Brasiguayos. El grupo electoral que puede torcer la elección.
El candidato del Partido Colorado, Horacio Cartes, no duda de su triunfo en los comicios de este domingo, pero sólo podrá gobernar si mejora las relaciones con la importante minoría “brasiguaya”. Por eso el jueves 18 cerró su campaña en Presidente Franco, en el Departamento de Alto Paraná, en el Este del país, una región eminentemente rural con fuerte presencia de colonos descendientes de los inmigrantes que llegaron del otro lado del Río Paraná.

Compuesta por unas 350.000 personas, esta comunidad persiste en no identificarse con Paraguay, aunque la segunda y tercera generación nacieron y crecen en el país, y su identificación con Brasil es fantasiosa, ya que no vivieron la evolución de su sociedad en casi tres décadas de democracia. No son brasileños ni paraguayos, sino una categoría intermedia que despectivamente se calificó como “brasiguayos”, pero producen y exportan el 80% de la soja paraguaya (el cuarto productor del mundo). Dividen sus simpatías entre colorados y liberales, pero limitan su participación a la política local y prefieren presionar a los políticos paraguayos desde afuera del sistema, involucrando muchas veces al gobierno brasileño (contra la voluntad de Dilma Rousseff) en la defensa de sus intereses.

Esta situación no debería cambiar con el triunfo de Cartes, pero mucho dependerá de las relaciones de éste con el Mercosur y de cómo resuelve los conflictos por la propiedad de las tierras que los colonos ocupan. Si Paraguay reingresa al bloque regional, deberá aplicar en los próximos años el arancel aduanero común, lo que implicaría trastrocar toda la economía del contrabando de la que se alimenta gran parte del empresariado paraguayo.

La agricultura representa el 25% del Producto Interno Bruto de Paraguay, pero aporta el 40% del crecimiento económico que este año podría llegar al 13%, de acuerdo a las últimas estimaciones del Banco Central del Paraguay. Los brasiguayos son responsables por el 80% de la producción agrícola del país.

En el contexto del giro geopolítico de la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-89), que a partir de la década del ’60 alió a Paraguay con Brasil, ambos países acordaron el asentamiento en el este y norte del país de miles de colonos brasileños. Para ambas dictaduras se trataba de ocupar un espacio sólo habitado por indígenas, frenar lo que percibían como amenaza argentina y reprimir a las guerrillas antidictatoriales. Para el gobierno paraguayo la inmigración tuvo la ventaja suplementaria de desbrozar a mano el monte e incorporar enormes extensiones a la producción. A la dictadura brasileña, la presencia de los colonos en suelo paraguayo le sirvió para intervenir en la política del vecino país. Entre mediados de la década del ’70 y principios de los ’80 inmigraron cientos de miles de agricultores brasileños, descendientes de alemanes e italianos, cuyos padres habían llegado de Rio Grande do Sul y Santa Catarina en los '40 y '50 expulsados por la concentración de la tierra en el campo brasileño. Paraguay se convirtió en su última posibilidad de acceder a la propiedad, lo que explica la fiereza con la que defienden lo adquirido.

Esta colectividad arrastra sentimientos culturales complejos. Sus antepasados poblaron desde mediados del siglo XIX las colonias de alemanes e italianos que sirvieron al Imperio para ocupar el sur de Brasil. Sin embargo, siempre vivieron aislados de la sociedad brasileña, cultivando sus lenguas y credos de origen. Cuando en la Segunda Guerra Mundial Brasil entró en guerra contra Alemania e Italia, el gobierno de Getulio Vargas (1930-45) reprimió brutalmente estas colonias, prohibió el uso de sus lenguas, cerró sus iglesias y expulsó a la población. En ambas colectividades persistió así el terror hacia el Estado brasileño y la sensación de no pertenencia.

Cuando los hijos de esos colonos pasaron la frontera paraguaya, en ambos países regían dictaduras. Crecieron y se desarrollaron en Paraguay bajo Stroessner y la débil democracia siguiente. No vivieron las intensas transformaciones del Brasil democrático. Su imaginario combinó el resentimiento antiestatalista y la sensación de supremacía racial de sus abuelos con la socialización autoritaria que tuvieron en Paraguay y la lejanía mental de Brasil. Este complejo racista, autoritario y antiestatal explica por qué no se meten en la política paraguaya y permanentemente reclaman la intervención del gobierno brasileño. Sólo uno de sus representantes, Fernando Schuster, se presenta en estas elecciones como candidato a diputado por el Departamento de Alto Paraná en la lista colorada, algunos municipios de la región están gobernados por intendentes brasiguayos y la abogada Marilene Sguarizi los representa ante las autoridades de ambos países.
Cuando Stroessner pergeñó su acercamiento a Brasil, personeros de la dictadura compraron a precio vil extensiones de tierra en el este y norte del país. Luego las parcelaron y revendieron a los colonos brasileños, pero en la gran mayoría de los casos no las escrituraron. Aunque hay unos pocos terratenientes brasiguayos, la inmensa mayoría de las parcelas oscilan entre las 100 y 300 hectáreas. Desde que esas tierras aumentaron su valor gracias al desmonte y a los precios de la soja, se multiplicaron también las exigencias de devolución de los antiguos propietarios. Los tribunales de Ciudad del Este están tapados por una ola de procesos judiciales sobre la propiedad de las tierras de los brasiguayos.

Como además Paraguay carece de un catastro consolidado y confiable, nadie conoce la delimitación precisa de las parcelas. Cuando el gobierno de Lugo intentó regularizar el catastro, hizo estallar la caldera. Al mismo tiempo las ocupaciones de algunas propiedades brasiguayas por “carperos” (los ocupantes instalaban carpas en los campos tomados) generalizaron la histeria.

En declaraciones recientes Fernando Lugo rechazó las acusaciones de haber impulsado las ocupaciones de tierras y llamó a instalar “un nuevo tipo de relación con los brasiguayos”.

La comunidad de origen brasileño no se mete en la política paraguaya, pero puede presionar enérgicamente, cuando ve afectados sus intereses. En las semanas previas a las elecciones se movilizó contra un proyecto de ley que imponía una tasa del 10% sobre la exportación de soja. Después de que el Senado aprobó la medida, los líderes brasiguayos organizaron una marcha a Asunción para obligar a la Cámara a anular el proyecto, lo que ocurrió diez días antes de las elecciones. Cartes promete que va a acabar con las demandas de restitución de las tierras poseídas por los brasiguayos, pero son demasiados los intereses de personeros del Partido Colorado en esas extensiones. Sin catastro y sin escrituras, con los precios de la soja en alza y con la perspectiva de una cosecha récord es lógico suponer que estos conflictos se agudicen.
Fuente:MiradasalSur

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