2 de junio de 2013

AMIA: LA MATRIZ DEL ATENTADO - olga degtiar y gerardo beer "Ir a Irán no es lo ideal, pero es lo que tenemos".

La matriz del atentado
Año 6. Edición número 263. Domingo 2 de junio de 2013
Por Walter Goobar
wgoobar@miradasalsur.com
(N.A.)
En un dictamen de medio millar de carillas, el fiscal general de la causa Amia, Alberto Nisman, documentó de manera exhaustiva la metodología empleada por Irán para convertir a la Argentina en cabecera de puente para la instalación de estaciones de inteligencia en la región que en julio de 1994 fueron claves a la hora de perpetrar el atentado contra la la AMIA.

En su dictamen, Nisman realiza un minucioso repaso de las posturas de esa nación islámica en las últimas tres décadas para plasmar en el expediente la matriz y la arquitectura subterránea que posibilitaron el atentado contra la mutual judía que se cobró la vida de 85 personas. El fiscal no duda al dictaminar que la acción iraní estuvo destinada a “cometer, fomentar y patrocinar actos terroristas, en consonancia con sus postulados de exportación de la revolución” islámica.

En el dictamen entregado al juez Rodolfo Canicoba Corral, Nisman no alude a la firma del –inexplicable e inexplicado–, memorando entre Argentina e Irán para interrogar a los acusados por el atentado contra la mutual judía. Sin embargo, el documento de la Fiscalía es el tiro de gracia para el memorando que ya se había convertido en letra muerta cuando el presidente iraní debió retirar de la Asamblea Consultiva el texto del Acuerdo con la Argentina, ya que no contaba con los votos necesarios para su aprobación. Las marchas y contramarchas iraníes parecen confirmar que lo único que pretendían era que Interpol levantara los pedidos de captura contra ex funcionarios de su gobierno.

Nisman analizó informes, diligencias probatorias de la Argentina, la región, Europa y Estados Unidos y sentencias judiciales de los respectivos tribunales “donde se demuestra que el modus operandi de todos esos actos responde a una misma matriz que va desde los procedimientos de infiltración y reclutamiento, los mecanismos de selección de blancos y análisis de las connsecuencias posteriores a la ejecución de los atentados ordenados en distintos países y atribuidos por sentencias firmes a agentes de inteligencia iraníes”.
El dictamen detalla que los centros de inteligencia y las células de acción iraníes se habrían instalado en Estados Unidos, Brasil, Paraguay, Uruguay, Chile, Colombia, Guyana, Trinidad y Tobago y Surinam. Para el fiscal, “la infiltración regional” se realizó en parte a través de la “utilización dual de organismos diplomáticos, asociaciones culturales, de beneficencia y, en algunos casos, hasta religiosas iraníes”.

Esta articulación regional explica por qué el conductor suicida que se inmoló en la AMIA ingresó a la Argentina por la triple frontera; por qué el jefe del grupo operativo local Samuel Salman El Reda dividía sus actividades entre aquel límite tripartito, la República de Colombia y nuestro país; por qué el embajador iraní en Argentina, Hadi Soleimanpour, también oficiaba como representante del régimen en Paraguay; por qué el coordinador del atentado contra la AMIA fuera del país operaba desde Brasil con un teléfono celular a nombre de André Marques y que Mohsen Rabbani también ejercía sus actividades en Uruguay, Chile y Colombia.

Pese a que en su disección de la estructura clandestina, el fiscal se remonta a los documentos del Seminario de Gobierno Islámico Ideal, de 1982 en Teherán– donde 380 clérigos de 70 países acuerdan “la exportación de la revolución iraní”, que incluía acciones violentas, como atentados, “cuando resultare necesario”, no profundiza demasiado en la elección de la Argentina como cabecera de puente para esta operación en la que el terrorismo es sólo un aspecto.

A partir de esa reunión, según relata Nisman, se produce la llegada de representantes iraníes de alto rango a los diversos países donde se produce la mencionada “infiltración”. En el caso de la Argentina, el clérigo Mosjen Rabbani, sindicado como el cerebro de los atentados, entra en escena en Argentina en 1983. Rabbani se valió de la embajada, de la consejería cultural, de elementos que frecuentaban las mezquitas “At Tauhid”, “Al Iman” (Cañuelas) y “El Mártir” (San Miguel de Tucumán), de las empresas de cobertura G.T.C. e “Imanco” y adoctrinó en sus posturas extremas a seguidores locales que podrían resultar funcionales a los objetivos del régimen iraní.

Nisman atribuye al ex agregado cultural iraní en la Argentina, Moshen Rabbani, acusado por el ataque a la AMIA, la coordinación de la penetración en Sudamérica y especialmente en Guyana “a través de su discípulo Abdul Kadir, máximo referente iraní en dicho país, ex Parlamentario y ex Alcalde de la Ciudad de Linden, hoy cumpliendo pena de prisión perpetua por su responsabilidad en el frustrado atentado al aeropuerto de Nueva York”.

En cuanto al ataque a la Amia, concluye que no fue un hecho aislado, sino que fue “un engranaje, una parte de un entramado mucho mayor, dominado por una fuerte penetración iraní en la región”.
En el documento, Nisman detalla cómo opera, cómo se organiza, cuál es el entramado y cómo se oculta el aparato de inteligencia iraní en los países sudamericanos. Al desmenuzar ese entramado, el fiscal describe el “devastador” ataque a la AMIA y vincula a las infiltraciones el “complot” que tenía previsto hacer “volar todos los tanques de combustible del aeropuerto estadounidense John F. Kennedy por parte de agentes de inteligencia iraníes residentes en Guyana y Estados Unidos”.

El dictamen señala el tema nuclear como trasfondo del atentado, pero omite un dato crucial respecto del motivo por el que la Argentina fue elegida como cabecera de puente de las unidades de inteligencia iraníes: en aquel momento en que Irán estaba involucrado en una sangrienta guerra que duró ocho años con Irak, Argentina jugaba a dos puntas: la Fuerza Aérea desarrollaba el misil Cóndor en sociedad con Saddam Hussein, mientras el Ejército, a través de Fabricaciones Militares vendía armas a Irán y figuraba como falso destinatario de las armas que Europa no podía exportar directamente a Irán a causa del embargo sancionado por la ONU. No fue la necesidad de exportar la revolución, sino la de exportar armas y espiar a los iraquíes asociados al proyecto misilístico lo que hizo que la Argentina fuese prioritaria para los servicios de inteligencia persas. Esta omisión en el dictamen del fiscal no es menor porque en el reclutamiento de miembros para las células locales y los agentes durmientes que el informe describe a la perfección, los militares y miembros de fuerzas de seguridad e inteligencia locales siempre estuvieron en la prioridad de los agentes iraníes. Cuando el dictamen explica que los potenciales reclutas eran enviados a la Universidad de Qom para ser evaluados, sería interesante conocer cuántos carapintadas –que estaban en contacto con la Embajada y las mezquitas en las que operaba Moshen Rabbani– viajaron a Irán. Y, de ellos, cuántos eran expertos en explosivos. El dato no es menor porque sería la llave para desentrañar un punto neurálgico de la nunca investigada conexión local. Quien firma estas líneas ha señalado desde 1996 en el libro El tercer atentado, la responsabilidad intelectual de Irán y Hezbollah en los ataques cometidos en la Argentina, pero en ninguna otra parte del mundo –ni antes ni después de la AMIA–, Hezbollah ha alcanzado la misma “perfección en la demolición de edificios”. Eso habla de que la elección, el cálculo de los explosivos y el diseño del coche-bomba deben atribuirse a mano de obra local, especializada, que se cuentan con los dedos de una mano si además esos expertos en demolición o explosivos viajaron a Irán o tenían contacto con Rabbani.

El pronunciamiento de Nisman hace un extenso repaso sobre otras personas sospechadas de terrorismo, las conexiones con grupos como Hezbollah.

La investigación acreditó que “el prófugo y máximo responsable de la conexión local, Samuel Salman El Reda, se valió de una falsa ciudadanía colombiana para arribar de manera más sencilla a la República Argentina varios años antes del atentado sin despertar sospechas y ocultando su pertenencia a la organización Hezbollah, que hoy lo cobija y le da protección en el Líbano”.

Hubo también un grupo de supuestos estudiantes iraníes que habían ingresado al país durante el segundo lustro de la década del ’80. Guardaban relación con el gobierno iraní; cursaron únicamente la carrera de medicina; condujeron taxis; concurrieron asiduamente a las mezquitas de Floresta y/o Cañuelas y, algunos de ellos, desaparecieron misteriosamente después del atentado, sin dejar rastros. Este dato, que nunca ha sido debidamente investigado, podría –por ejemplo– aportar pistas para desentrañar porqué el coche-bomba estuvo emplazado en el estacionamiento Jet Parking que está ubicado justamente frente a la Facultad de Medicina.
Fuente:MiradasalSur


02.06.2013
olga degtiar y gerardo beer "Ir a Irán no es lo ideal, pero es lo que tenemos" 
Son familiares de víctimas del atentado a la AMIA. 
Apoyan tanto la investigación de Nisman como el Memorándum. 
Por: Franco Mizrahi
Quién se pone en mi lugar? No me quiero morir sin saber la verdad. Siento que los años se me van. Estos 19 años se me fueron entre los dedos. Y no avanzamos. Y no lo hacemos porque no podemos indagar a los acusados", afirma Olga Degtiar, integrante de la asociación Familiares, Amigos y Sobrevivientes de víctimas del atentado a la AMIA, con los ojos vidriosos. Olga perdió a su hijo, Cristian, en el acto terrorista del 18 de julio de 1994 y cree que el memorando que la Argentina firmó con Irán es un buen instrumento para movilizar una causa estancada. "El acuerdo con Irán fortalece el avance del expediente", complementa Gerardo Beer, compañero de ruta de Degtiar, que sufrió la muerte de su hermano en el atentado que dejó 85 muertos y 300 heridos. Ambos transmitieron a Tiempo Argentino el sentir general de la organización 18J, en una semana densa para la comunidad judía que estuvo marcada por el dictamen que emitió el fiscal del caso AMIA, Alberto Nisman, en el que acusó a Irán de infiltrar redes terroristas en América Latina. 

 
–¿Ustedes consideran que el dictamen de Nisman es un obstáculo para el avance del memorando que firmaron Argentina e Irán?
OD: –Nosotros no lo consideramos así. La investigación, de la que estábamos al tanto, es previa al memorando. Nosotros tenemos reuniones periódicas con Nisman.  
GB: –Hace tres años que venía trabajando el tema.
OD: –Él investigó que la matriz del atentado a la AMIA se utilizó en otros actos terroristas. 

–¿Están conformes con el trabajo del fiscal?
OD: –Sí, avalamos totalmente su trabajo. 

–¿Qué consecuencias creen que el memorando generará en la causa?
OD: –Para nosotros el memorando abre la única y última posibilidad de que los acusados sean indagados. En nuestro país, por ley, no se puede juzgar en ausencia por lo tanto o los acusados tienen que venir o habrá que viajar. Yo tengo esperanzas de que alguno se pueda quebrar o que el juez indagándolos pueda descubrir algún entramado que le permita profundizar la investigación con nueva pruebas. 
GB: –Creemos que se puede destrabar el caso. Si los imputados se prestan a la indagatoria, Canicoba Corral determinará si son o no culpables. Si no se prestan quedarán expuestos ante el mundo de que son los culpables. Que es lo que yo creo que sucederá.
OD: –Que no se caigan las alertas rojas a nosotros nos da tranquilidad. Es algo que nos daba mucho temor. Tratar con Irán es algo que nos cuesta. Sabemos que estamos enfrentando a un país que tiene un gobierno terrorista. 

–Para ustedes se trata de un instrumento que se suma a una causa paralizada…
OD: –No se puede seguir avanzando si no se indaga a los acusados. Los que peleamos por esto, nos levantamos todos los días pensando en acciones para que la causa AMIA no se muera. Somos junto a Memoria Activa los grupos más activos y los que hicimos que lleguemos a este punto. Ir a Irán no es lo ideal pero es lo que tenemos. Y no podemos perder esta oportunidad. Nosotros propusimos ir a un país neutral pero no se pudo. 
GB: –Esta es una manera que se encontró para intentar avanzar.
OD: –Se puso como excusa que un país que niega la Shoah no es creíble. Y es cierto que Irán no es creíble. Pero el tema de la Shoá no puede ser un impedimento. Hay que separar las cosas. Los países negocian siempre. Israel negoció a un soldado secuestrado por 1000 terroristas, 1000 enemigos del pueblo de Israel por una vida israelí. Yo lo apoyo plenamente. Entonces, ¿por qué nosotros no podemos indagar a los acusados con la justicia argentina? Sabemos del compromiso de este gobierno con la causa AMIA. 
GB: –Crearon la unidad fiscal que dirige Nisman.
OD: –Esa unidad cuenta con más de 50 abogados jóvenes que hace ocho años vienen trabajando en la causa. Esa unidad hizo avanzar la investigación. Hasta ahí sólo teníamos la investigación de Galeano que fue un verso. 

–¿Qué opinan de la posición crítica que tomaron la AMIA y la DAIA al respecto? 
OD: Nosotros estamos distanciados de esas instituciones y de sus dirigentes. Yo siento dolor de que los cuatro partidos de la AMIA hayan utilizado a los muertos para hacer política. Cada partido se opuso al memorando para conseguir un rédito político en las elecciones internas (NdelR: el 30 de mayo se conformó la Comisión Directiva que encabezará la institución hasta el 2016). Los que buscamos la verdad somos los familiares. Nosotros no queremos politizar la causa. No hacemos política con esto. 
GB: –A la AMIA se le cayeron los ladrillos y el edificio ya fue hecho de nuevo. A nuestros muertos no nos los devuelve nadie. Y el dolor es irreparable. 

–¿Qué les pareció el tratamiento mediático que tuvo todo el proceso?
OD: –A mí me molesta la parcialidad. Cada medio se manifiesta según a quién responda. En este momento está todo polarizado. Últimamente no leo Clarín para que no me dañe. Nosotros tratamos de tener las versiones originales, reales, de los protagonistas. No voy a apoyar los intereses creados de cada medio. 

–A casi dos décadas del atentado, ¿qué creen que lo motivó?
OD: –Nosotros tenemos entendido que en el gobierno de (Raúl) Alfonsín se firmó un acuerdo para entregar tecnología nuclear a Irán y cuando asumió Menem el acuerdo no se cumplió. Encima envió fuerzas al Golfo. Creemos que ese fue el motivo.  
 

Los familiares están organizando el acto del 18

Falta un mes y medio para el acto de conmemoración del ataque terrorista a la mutual judía y su organización es motivo de debate. “Este año estamos organizando el acto en Pasteur porque creemos que los familiares somos los que realmente tenemos derecho a hablar”, aseguró Olga Degtiar, de la Asociación de Familiares, Amigos y Sobrevivientes del atentado a la AMIA. Tradicionalmente, el evento era armado por AMIA y consensuado con los parientes de las víctimas pero en el último aniversario algo se quebró.
"Nos sentimos dolidos porque el año pasado iba a ser yo la oradora, por primera vez –relató Degtiar, quien perdió a su hijo Cristian en el atentado–. Me lo habían pedido infinidad de veces pero yo no estaba en condiciones de hablar. El año pasado había salido de una situación grave y sentí la necesidad de poder expresarme. Cuatro días antes del acto me llamaron de AMIA y me dijeron que ninguno de nuestro grupo podía hablar."

El motivo del conflicto fue el discurso que Sergio Burstein, integrante de la misma asociación que Degtiar, brindó en 2011. "Era un año electoral y nosotros habíamos criticado al (ex director de la Policía Metropolitana, Jorge Alberto) 'Fino' Palacios, que respondía al jefe de gobierno porteño Mauricio Macri", explicaron. Palacios fue procesado en la causa AMIA por su accionar en la investigación. La crítica de Burstein generó una reprobación de parte del público presente cuyas secuelas políticas se hicieron sentir al año siguiente. "Más de una vez nos dijeron que nos quieren expulsar de la comunidad", agregó la madre de Cristian. 

Con este antecedente, desde la asociación 18J aseguraron que están realizando los trámites pertinentes ante el Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad de Buenos Aires para organizar el próximo acto aniversario. "Presentamos la documentación necesaria para montar el escenario y el palco en el mismo sitio de siempre. Falta la respuesta del ministerio", sostuvieron. 

Respecto a su relación con AMIA, Degtiar afirmó: "Vamos a ver cómo actúa su nueva comisión. Nosotros siempre buscamos la unidad. Nunca discriminamos a nadie". "No nos cerramos porque sabemos que esta investigación va a llevar muchos años y vamos a tener que estar todos juntos. También estamos abiertos a que familiares que no participaron en estos años, participen. Yo entiendo el dolor de todos", concluyó.
Fuente:TiempoArgentino

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