por Paula Castillo
Viernes, 31 de Mayo de 2013
El ex miembro del MIR y médico jubilado, Pedro Cardyn, se
refiere a la solicitud de desafuero del diputado RN Rosauro Martínez, quien en
1981, fuera el capitán de ejército al mando del contingente que acribilló a
Eugenio Monsalve, Próspero Guzmán y Patricio Calfuquir, sus compañeros.
Pedro Cardyn, familiares y amigos de las
víctimas, realizan romería cada año al lugar
Un cúmulo de emociones invaden a Pedro Cardyn, ex
miembro del MIR, y sobreviviente de la acción militar de Neltume en 1981, al
enterarse que el ex comandante al mando de la cuadrilla militar responsable de
terminar con la vida de tres de sus compañeros en la denominada “Operación
Contraguerrilla Machete”, podría ser desaforado y juzgado, tras la solicitud
realizada por abogados de Derechos Humanos en la Corte de Apelaciones de
Valdivia.
El ex guerrillero, sostiene que muchas ideas y
recuerdos se le vienen a la mente al recordar uno de los episodios más
difíciles de su vida, cuando sus compañeros fueron denunciados y atacados por
el ejército en una acción desproporcionada, ya que no estaban armados.
¿Cuál es su sentimiento al conocer de la
solicitud de desafuero del diputado Rasauro Martínez?
Hay gente que ha vivido el tema de la dictadura y
se ha olvidado, pero para nosotros es un volcán de sentimientos, un historia de
otro tipo, de recordar hechos importantes de la vida de uno y de nuestro país,
es una sensación de mucha indignación de ver personas que han hecho lo que han
hecho y que siguen en la vida pública como blancas palomas, como si nada
hubiera pasado.
Yo si hago algo me responsabilizo, asumo las
consecuencias de mis actos de mis decisiones, y en Chile hay personas que
tienen un interior horroroso y están en la vida pública, es el caso de esta
persona que sigue siendo parlamentario, ocupando un cargo público como si nada
hubiera hecho. Lo otro es la permisividad de la sociedad y de sus
representantes, me refiero a los 23 años de Gobierno democrático que
sistemáticamente han encubierto este tipo de situaciones, hay un sentimiento de
mucha indignación.
¿Cómo recuerda a sus compañeros acribillados
en Neltume?
Todos los años en febrero, hacemos un acto
conmemorativo, una romería, pero más que un acto político, es un acto de
recordar el valor, la dignidad y la entrega de personas que creyeron que era
justo luchar y que dieron la vida por ello.
Hay que decir una cosa respecto a Rosauro
Martínez, que nuestros compañeros lucharon contra una desproporción de
recursos, de medios, ante cientos de soldados con muchos recursos al alcance.
Los militares no nos ganaron en la batalla nos ganaron en la tortura, hay que
poner las cosas en su lugar. Esta romería la vamos a seguir haciendo, porque es
un ejemplo de dignidad, hoy en día que todo está a la venta, que todo tiene
precio, que se habla de terrorismo mapuche, cuando la mayoría de las víctimas
han sido asesinadas por la espalda, entonces, los motivos para seguir luchando
están ahí, al alcance de la mano, movimientos ciudadanos por la educación, por
los mapuches, por la lucha sindical, dan cuenta que se viene otra época.
¿Cree que se ha hecho algo de justicia?
El sentimiento general, es que en mi país se ha
hecho todo lo posible porque no haya justicia, me impacta cuando veo discursos
presidenciales o de medios de comunicación que se escandalizan por la seguridad
pública, por la delincuencia, y cuando me consultan por eso, yo me pregunto por
los abusos, la delincuencia de cuello y corbata, por qué esa no aparece. Yo
creo que en Chile, la delincuencia sólo existe cuando la ejercen los pobres,
pero cuando es la gente de poder la que asesina, tortura, roba a niveles
mayúsculos, eso no es delito, pero si alguien de una población hace cualquier
robo, eso si lo es.
¿Cree que se ha sacado alguna lección
histórica respecto de lo sucedido, establece alguna relación con las
movilizaciones sociales?
Si reflexiono, nuestra generación luchó, pero la
que pasó quedo un poco trunca, y es la generación actual la que lucha
nuevamente con sus propias dignidades, con sus propias dinámicas, teniendo
siempre en cuenta la del pasado, pero siento que la lucha social actual tiene
mucha identidad propia y creo que sería útil conocer la experiencia de las
generaciones anteriores. Yo, personalmente, sigo albergando la memoria nuestra,
la cultura de los cementerios, de mis amigos, los que dieron la vida por las generaciones
que vendrán.
¿Cómo visualiza el Chile de hoy?
Somos un país donde la tortura existe, está
instalada y se ve en lo que ocurre con el pueblo mapuche con bases americanas
que asesoran en el tema de los encapuchados, y también, otro tipo de tortura
que es del tipo social-económica y que tiene que ver con el nivel de
endeudamiento de los chilenos. Son abusos cometidos en los 23 años de
democracia, en lo que yo denomino la “ingeniería en la desmovilización del
pueblo”, pero lo importante está por venir, en que el alma de lucha no ha
muerto y eso se percibe con los movimientos sociales, el Gobierno, el que sea,
no tiene idea de lo que se le viene encima.
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