24 de agosto de 2013

GETULIO VARGAS.



Difamado y sistemáticamente atacado por la prensa opositora, abandonado por los militares, por sus funcionarios, por los políticos de su partido y hasta por su vicepresidente, cuando no le quedaba más que renunciar, el presidente de Brasil pone fin a su vida de un balazo. "No me acusan, insultan -decía en su Carta Testamento-; no me combaten, difaman; y no me dan el derecho de defensa. Necesitan apagar mi voz e impedir mi acción, para que no continúe defendiendo, como siempre defendí, al pueblo y principalmente a los humildes. Sigo lo que el destino me ha impuesto. Después de décadas de dominio y privación de los grupos económicos y financieros internacionales, me hicieron jefe de una revolución que gané. Comencé el trabajo de liberación e instauré el régimen de libertad social. Tuve que renunciar. Volví al gobierno en los brazos del pueblo". A medida que su carta de despedida llegaba por las radios a los oídos de los brasileños, la indignación popular fue creciendo y se desencadenó una impresionante revuelta que puso fin a los planes golpistas del conservador Carlos Lacerda, quien se vio obligado a huir al exterior. Gran estadista, Vargas fue artífice de un importante crecimiento económico implantando un régimen de justicia social e igualdad de derechos. Creador de empresas como Petrobras y Compañía Siderúrgica Nacional, fue artífice de una legislación federal que benefició a los trabajadores, creó el salario mínimo y estableció la jornada semanal de trabajo, instituyendo el voto secreto y otorgando a la mujer igualdad de derechos políticos y civiles.
Fuente:Telam
FuenteFotos:Web

No hay comentarios: