Evo Morales llegó a buen puerto
Año 6. Edición número 279. Domingo 22 de Septiembre de 2013
Por Emiliano Guido
eguido@miradasalsur.com
Año 6. Edición número 279. Domingo 22 de Septiembre de 2013
Por Emiliano Guido
eguido@miradasalsur.com
Acuerdo. Ollanta Humala, Evo Morales y un pacto marítimo.
Bolivia tendrá salida al mar gracias a un acuerdo con Perú, que permitirá al Palacio Quemado la utilización de un importante puerto comercial a cambio de poder transitar, sin costos aduaneros, la ruta fluvial vecina.
Ahora bien, más allá de la potencialidad comercial que se abre para Bolivia y Perú tras la ratificación parlamentaria de un acuerdo bilateral que venía empantanándose luego de haber sido anunciado veinte años atrás por los jefes de Estado Alberto Fujimori y Jaime Paz Zamora, el pacto Lima-La Paz tiene un claro subtexto de revancha diplomática con el enemigo común que los humilló militarmente en la Guerra del Pacífico. A fines del siglo XIX, la poderosa y más moderna Armada chilena, con el auxilio logístico de Londres, aplastó a Perú y Bolivia en una contienda bélica que posicionó al país de O’Higgins como el líder geopolítico de una zona rica en recursos naturales como el salitre y el cobre. Y, por supuesto, tras el estirón territorial del mapa chileno, Perú perdió importantes posiciones marítimas y Bolivia, directamente, se convirtió en un país mediterráneo.
Por lo tanto, el gobierno del magnate Sebastián Piñera está que trina con la buena sintonía que están alcanzando sus pares Evo Morales y Ollanta Humala. No sólo porque, de ahora en más, Bolivia cuenta con un plan b para tocar las aguas del Pacífico, sino porque se prevé que, en simultáneo al nacimiento del pacto Boliviamar, en poco tiempo se conocerá el fallo de la Corte Interamericana de Justicia sobre la demanda que planteó Perú a Chile para modificar, en su favor, la actual delimitación marítima que linda con el puerto chileno de Arica, el principal embarcadero de las exportaciones bolivianas. Recapitulando, el Palacio de La Moneda entiende que, en esta especie de juego de billar diplomático, sus dos contrincantes están actuando rápido y coordinados para recuperar el terreno perdido en una guerra antigua pero que sigue latiendo en la memora colectiva de las tres naciones andinas.
Sin embargo, altos dirigentes de la oposición chilena como Marco Enríquez Ominami, hijo del mítico líder de la guerrilla MIR, advirtió este fin de semana al house organ de la Universidad de Chile que: “Una vez que La Haya entregue su veredicto en el litigio chileno-peruano, cualquiera sea el resultado, puede abrirse, a nuestro juicio, una nueva etapa en la resolución del conflicto. Nuestra perspectiva es política: que Santiago, La Paz y Lima se sienten a conversar y negociar”. Pero, en definitiva, la persona clave en Chile para destrabar todo este laberinto geopolítico será a partir del año próximo Michelle Bachelet, clara favorita a vencer en los comicios presidenciales de noviembre. Además, vale mencionar como buen antecedente bilateral, que Bachelet inició durante su anterior mandato una mejor relación política con la vecina Bolivia pero, tras la asunción del ex dueño de la aerolínea LAN y del canal de TV ChileVisión en el Ejecutivo chileno, el diálogo Santiago- La Paz retrocedió varios casilleros en el entendimiento mutuo.
Por último, el gobierno de Evo Morales tiene una sonrisa de oreja a oreja tras el consenso alcanzado con Perú porque estima que las exportaciones bolivianas van a dar un salto cualitativo en su cuenta comercial.
Por ese motivo, el ex líder de los cocaleros del Chapare vaticinó al diario paceño Cambio que “se viene la construcción de megapuertos en Perú”. Y a la hora de hacer declaraciones desbordantes de optimismo desarrollista, el vicepresidente Álvaro García Linera no se quedó atrás y advirtió a la agencia oficial de noticias ABI que “Bolivia aprovechará el puerto de Ilo invirtiendo más de mil millones de dólares para construir un tren internacional y el mejoramiento de las carreteras binacionales”.
En ese sentido, el Palacio Quemado cuenta con atributos comerciales que refutan la falsa visión pachamamistica que algunos analistas tienen sobre el vecino país. Bolivia, por ejemplo, es la estrella del recurso natural litio, clave en la elaboración de teléfonos móviles y en los motores de los autos eléctricos. Y, por supuesto, Bolivia cuenta con las reservas de petróleo y gas más importantes de Suramérica, luego de Venezuela. Es decir, la típica foto de la economía boliviana de pimientos y telares andinos coloridos es más una puesta en escena turística.
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