La Semana por la Paz: Una llama de esperanza en medio de la guerra
Por Wooldy Edson Louidor
“La paz es vida: pactemos paz, construyamos convivencia”, bajo este lema La Semana por la Paz lanzó, el pasado 30 de agosto en la Pontificia Universidad Javeriana en Bogotá, su vigésima sexta edición.
La Semana por la Paz es una iniciativa de la sociedad civil colombiana que se organiza para decir que la paz es posible en el país y también para exigir una salida negociada y dialogada al conflicto armado que ha durado más de 50 años.
Este año, tendrá lugar del 8 al 15 de septiembre; las y los ciudadanos en todas las regiones del país tendrán la oportunidad de sumarse a una gran cantidad de acciones colectivas por la paz.
Esta iniciativa cobra una significativa importancia este año, en el que continúan con altas y bajas las negociaciones de paz, iniciadas en septiembre de 2012 y en medio de la confrontación armada, entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno del presidente Juan Manuel Santos.
“Desde 1987 esta iniciativa que nació en la Pontificia Universidad Javeriana se viene realizando cada año en la segunda semana de septiembre”, expresó Ángela María Jaramillo, coordinadora del programa Javerianos por la justicia y la paz.
Luego, fue entregada en 1993 a la sociedad civil colombiana que la asumió, declaró Ángela Jaramillo, quien además rescató la importancia de este gran movimiento por la paz que enciende una llama de esperanza en medio del conflicto armado y de la violencia en el país.
Hoy día un importante grupo de organizaciones sociales y comunitarias, regionales y nacionales, defensoras de los Derechos Humanos, constructoras de paz, instituciones educativas, artistas, medios de comunicación, organizaciones gremiales, entre otras, participan activamente en la Semana por la Paz y le dan contenido desde sus diferentes realidades.
El Programa por la Paz de la Compañía de Jesús en Colombia, REDEPAZ, la Conferencia Episcopal Colombiana y la Pastoral Social de la Iglesia católica, con la participación de algunas universidades, congregaciones religiosas e incluso de la Alcaldía de Bogotá, siguen dinamizando la Semana por la Paz e invitando a distintos grupos de la sociedad a asumir este compromiso ciudadano a favor de la paz.
El lanzamiento de la Semana por la Paz se hizo este año en medio de una amplia protesta social, de apoyo al paro agrario, que tuvo lugar el día 29 de agosto a lo largo de todo el país.
Sólo en Bogotá se registraron como consecuencia de los disturbios tras esta jornada de apoyo al Paro nacional el siguiente balance: 2 muertos, 200 heridos, 1.500 locales afectados, 3.000 millones de pesos en pérdidas.
Bogotá amaneció el 30 de agosto, un día después de dicha jornada, custodiado por más de 5.000 militares y bajo toque de queda en las localidades de Suba, Engátivay Soacha; medidas que el gobierno colombiano dijo tomar para controlar los disturbios y prevenir nuevos actos de violencia y vandalismos en la capital colombiana. Además, el gobierno sacó a la calle 50.000 unidades del Ejército en todo el país.
Durante el lanzamiento de la Semana por la Paz, los distintos ponentes subrayaron, a la luz de esos acontecimientos, la necesidad de que no sólo se negocie en la Habana sino también con los movimientos sociales para encontrar soluciones pacíficas y dialogadas.
“Necesitamos no respuestas militaristas, sino mantener y sostener el diálogo para que sea productivo”, afirmó Ángela Jaramillo.
“Los actos de violencia le quitan legitimidad al movimiento campesino”, subrayó Monseñor Héctor Fabio Henao, para quien “La Semana por la Paz es un espacio de dialogo y de encuentro al que todos debemos sumarnos”.
Por su parte, Luis Emil Sanabria, director ejecutivo de REDEPAZ, expresó que
“la solución no se debe limitar a reforzar el militarismo sino dar respuestas a las demandas de los campesinos colombianos”.
Finalmente, Fernando Sarmiento, investigador del CINEP, agregó que “La Semana por la paz es hoy día una expresión muy importante de la movilización por la paz”.
El investigador expresó, con base en el informe anual 2012 “Movilización por la paz en Colombia”, que las acciones colectivas de paz expresadas en marchas, concentraciones, encuentros, foros y seminarios, actos culturales y/o deportivos, han alcanzado una amplia cobertura geográfica a lo largo y ancho del país. De 1978 a 2012, se realizaron 5009 acciones principalmente en Antioquia, Bogotá, Valle del Cauca, Santander, Bolívar, Atlántico, Meta y Cauca.
La movilización social por la paz ha sido fundamentalmente pacífica; durante el último año sólo en 11 de un total de 181 acciones ha habido confrontación directa. Al contrario, se ha observado de manera general una intensificación de la protesta contra la violencia, una mejor organización de la movilización por la paz y cierto protagonismo de las víctimas en dichas acciones.
En el informe se formularon algunas recomendaciones a las negociaciones de paz en la Habana, entre las cuales: la ampliación de la participación ciudadana en la Mesa de conversaciones y la toma de conciencia de que la guerra sigue su curso, afectando a la población civil en las distintas regiones del país.
Vale subrayar que en una Declaración del SJR LAC (http://sjrlac.org/PuntoDeMira_Detail?TN=DTN-20130828091209&L=3), publicada recientemente, las personas encargadas de comunicación e incidencia en las oficinas de esta organización en Colombia, Venezuela, Panamá y Ecuador manifestaron que “ como consecuencia de la intensificación del conflicto armado en Colombia, sigue constante el flujo de personas colombianas a los países vecinos buscando salvar sus vidas, sin que los gobiernos receptores respondan oportunamente a la necesidad de protección internacional que requieren”. Wooldy Edson Louidor es Coordinador de Comunicación del SJR LAC.
Fuente:Argenpress
04.09.2013
Las conversaciones volverán a retomarse en La Habana el 9 de septiembre
Santos apura a las FARC para que terminen las negociaciones de paz
"La gente quiere la paz pero pide que avancemos con más rapidez", argumentó el mandatario en un acto ante militares, a quienes les prometió "tranquilidad jurídica". La guerrilla no quiere involucrarse en los ritmos electorales del gobierno.
"El tiempo apremia, la gente quiere la paz pero pide que avancemos con más rapidez", manifestó Santos en la inauguración de un hospital de las Fuerzas Armadas en Bogotá. El jefe de Estado dijo que el lunes se reunió con el equipo del gobierno que negocia en La Habana con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y que su intención es darle más agilidad a las conversaciones, que se iniciaron en noviembre del año pasado. "Vamos a ver cómo aceleramos estas conversaciones", dijo el mandatario y aseguró que en su administración están "haciendo todos los esfuerzos para que así sea".
El jefe negociador del gobierno, el ex vicepresidente Humberto de la Calle, dijo que el proyecto de ley que busca que un referéndum sobre la paz coincida con las elecciones legislativas del 9 de marzo de 2014 o con las presidenciales del 25 de mayo lo que busca es dotar al proceso de un instrumento de refrendación. "Lo que queremos es prevenir que en caso de llegar a un acuerdo con las FARC, este se muera por falta de instrumentos para su refrendación", manifestó De la Calle. Esa iniciativa fue rechazada por las FARC, porque la consideran una maniobra electoral del gobierno, con la intención de hacer coincidir el referendo sobre los posibles acuerdos de paz con las elecciones del año próximo.
Cuando se anunció el inicio de las negociaciones con las FARC, Santos dijo que sería un proceso de meses y no de años y se mencionó a noviembre próximo como fecha probable para la conclusión exitosa de las conversaciones para que el proceso no causara interferencia en las elecciones presidenciales de mayo de 2014. Sin embargo, en los casi diez meses de diálogos en la capital cubana se ha llegado a acuerdos en el primero de los puntos de la agenda, sobre cuestión de tierras y desarrollo rural, y está en marcha la discusión sobre la participación de las FARC en política. Faltan aún los temas relacionados con el fin del conflicto, que incluye un cese al fuego bilateral y definitivo, la cuestión del narcotráfico y el resarcimiento a las víctimas, además de la definición de la forma como se van a aplicar, verificar y ratificar los pactos firmados.
En su intervención, el mandatario aseguró que no se discute el futuro de las Fuerzas Armadas, a las que garantizó que una vez se firme la paz, "podrán sentirse tranquilas en el post conflicto en materia jurídica".
"Allá (en La Habana) estamos conversando sobre cómo ponerle fin al conflicto, no estamos para nada discutiendo el futuro de nuestras Fuerzas, de nuestro Ejército, de nuestra Fuerza Aérea, de nuestra Armada, de nuestra Policía", aseguró Santos ante los militares.
En ese marco, el presidente reiteró su instrucción de que las Fuerzas Armadas tienen que mantener "la ofensiva" contra las FARC hasta que se logre un acuerdo con esa guerrilla. "Hasta que no firmemos los acuerdos en La Habana la ofensiva militar continuará", dijo el jefe de Estado, según el cual esa "es la forma de llegar a la paz más pronto", aunque dijo que mucha gente "no entiende o no quiere entender eso". Agregó que "la ofensiva militar lo que hace es acortar la duración de este conflicto en lugar de prolongarlo".
pocos cambios en el gabinete
Tras la renuncia protocolar de los 16 ministros del Gabinete, el presidente Juan Manuel Santos analiza en cuáles cargos hará los principales ajustes para afrontar la recta final de su gobierno que le garantice la reelección.
La principal inquietud la genera la cartera de Agricultura, ya que el ministro, Francisco Estupiñan, quedó golpeado tras el paro agrario. Los analistas aseguraron a la revista Semana que este funcionario se convertirá en el primer fusible. La ministra de Justicia, Ruth Stella Correa, también está entre quienes podrían abandonar el gobierno. El ministro del Interior, Fernando Carrillo, si bien no saldría del gobierno, podría ser relevado de la cartera. Un escenario que cobró fuerza es que pase a ocupar Justicia, y que las riendas del Ministerio del Interior las asuma el actual ministro de Trabajo, Rafael Pardo.
Aunque la ministra de Relaciones Exteriores, María Ángela Holguín, manifestó su deseo de abandonar el gobierno, algunos políticos consideran que su relevo sería improbable. En cambio, uno de los cambios que parecen fijos es el del ministerio de Industria, Turismo y Comercio Exterior, Sergio Diaz Granados.
Fuente:TiempoArgentino
03.09.2013
Colombia
Sin nuevo gabinete, Santos pidió que se acelere el diálogo de paz con las FARC
Colombia
Sin nuevo gabinete, Santos pidió que se acelere el diálogo de paz con las FARC
El presidente colombiano, que ayer pidió la renuncia a sus ministros en medio de la crisis generada por la huelga agraria, advirtió que “el tiempo apremia” al diálogo que mantiene su gobierno con las FARC en La Habana desde noviembre pasado.
Santos aseguró que “el tiempo corre en contra de las negociaciones de paz” y es necesario llegar “cuanto antes” a un acuerdo que ponga fin al conflicto armado, a la vez que prometió a los militares colombianos que tendrán “tranquilidad jurídica” tras la firma de un acuerdo de pacificación.

“El tiempo apremia, la gente quiere la paz pero pide que avancemos con más rapidez”, manifestó el mandatario en la inauguración de un hospital de las fuerzas armadas en Bogotá.
Santos reveló que ayer se reunió con el equipo que negocia en La Habana y que su intención es darle más agilidad a las conversaciones, informaron las agencias noticiosas EFE y Prensa Latina.
Cuando se anunció el inicio del diálogo, Santos dijo que sería un proceso de meses y se mencionó a noviembre próximo como fecha probable para la conclusión de las conversaciones, para que el proceso no causara interferencia en las elecciones presidenciales de mayo de 2014.
Sin embargo, en los casi 10 meses de diálogos en la capital cubana se llegó a acuerdos sólo en el primero de los cinco puntos de la agenda pactada, sobre la cuestión agraria, y apenas está en marcha la discusión sobre el segundo, relacionado con la participación en política de los guerrilleros que se desmovilicen.
Faltan aún los temas relacionados con el fin del conflicto, que incluye un cese al fuego bilateral, la cuestión del narcotráfico y el resarcimiento a las víctimas, además de la definición de la forma como se van a aplicar, verificar y ratificar los pactos firmados, que tomó forma de sexto punto en la agenda.
El alto comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, admitió que las negociaciones atraviesan “un momento crítico” y que sólo en unos meses se sabrá si el país logra poner fin a más de medio siglo de confrontación armada.
Jaramillo habló durante una audiencia pública en el Congreso, donde asistió para defender el proyecto de ley presentado semanas atrás por el gobierno con el objeto de permitir la realización de un referendo ante un eventual acuerdo final de paz, coincidiendo con las elecciones de 2014.
No obstante, Jaramillo aclaró en un comunicado que su alusión al estado crítico de los diálogos hizo “referencia a la importancia del momento que viven” esas conversaciones, lo que alejaría las dudas de un posible rompimiento.
Por su parte, el jefe negociador del gobierno en los diálogos, Humberto de la Calle, también citado por el Congreso, dijo a los legisladores que el proyecto del gobierno sobre el referendo es “un ejercicio de prevención”, consignó la agencia ANSA.
Las FARC rechazan la idea de una consulta popular que refrende lo que eventualmente pacte con el gobierno y prefiere una asamblea constituyente.
Al margen de las dudas sobre el proceso de paz, el gobierno de Santos atraviesa una crisis que ayer quedó reflejada en el hecho de que los 16 ministros de su gabinete pusieran sus cargos a disposición en medio de la huelga agraria iniciada el 19 de agosto, que incluyó cortes de rutas en todo el país y causó al menos nueve muertos.
Sin noticias sobre la conformación del nuevo gabinete -hace un año Santos tomó una medida similar, tras lo cual ratificó a 10 ministros y relevó a seis-, hoy tampoco hubo datos positivos acerca de la huelga que aún mantenía aislado y con escasez de alimentos a buena parte del sur y el sudoeste del país.
Los departamentos más afectados por los cortes de rutas eran Huila, Cauca, Nariño, Putumayo y sobre todo Caquetá, en cuya capital, Florencia, se acumulaban cerca de 900 toneladas de basura y a la escasez de productos se sumaba la suspensión de vuelos de las dos aerolíneas -Satena y Avianca- que llegan usualmente a su aeropuerto.
En Huila se suspendieron las clases, comenzaron a escasear alimentos y se registraron disturbios en el norte de su capital, Neiva, mientras en Putumayo permanecía aislada su capital, Mocoa, y seguía cerrado el paso fronterizo con Ecuador.

“El tiempo apremia, la gente quiere la paz pero pide que avancemos con más rapidez”, manifestó el mandatario en la inauguración de un hospital de las fuerzas armadas en Bogotá.
Santos reveló que ayer se reunió con el equipo que negocia en La Habana y que su intención es darle más agilidad a las conversaciones, informaron las agencias noticiosas EFE y Prensa Latina.
Cuando se anunció el inicio del diálogo, Santos dijo que sería un proceso de meses y se mencionó a noviembre próximo como fecha probable para la conclusión de las conversaciones, para que el proceso no causara interferencia en las elecciones presidenciales de mayo de 2014.
Sin embargo, en los casi 10 meses de diálogos en la capital cubana se llegó a acuerdos sólo en el primero de los cinco puntos de la agenda pactada, sobre la cuestión agraria, y apenas está en marcha la discusión sobre el segundo, relacionado con la participación en política de los guerrilleros que se desmovilicen.
Faltan aún los temas relacionados con el fin del conflicto, que incluye un cese al fuego bilateral, la cuestión del narcotráfico y el resarcimiento a las víctimas, además de la definición de la forma como se van a aplicar, verificar y ratificar los pactos firmados, que tomó forma de sexto punto en la agenda.
El alto comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, admitió que las negociaciones atraviesan “un momento crítico” y que sólo en unos meses se sabrá si el país logra poner fin a más de medio siglo de confrontación armada.
Jaramillo habló durante una audiencia pública en el Congreso, donde asistió para defender el proyecto de ley presentado semanas atrás por el gobierno con el objeto de permitir la realización de un referendo ante un eventual acuerdo final de paz, coincidiendo con las elecciones de 2014.
“El tiempo apremia, la gente quiere la paz pero pide que avancemos con más rapidez”El funcionario aseguró que en La Habana se están “tratando temas esenciales” y esto significa “un reto particular”, y aclaró que “una negociación de paz funciona en unos tiempos que no son los tiempos de las instituciones ni de la Constitución”.
Juan Manuel Santos
No obstante, Jaramillo aclaró en un comunicado que su alusión al estado crítico de los diálogos hizo “referencia a la importancia del momento que viven” esas conversaciones, lo que alejaría las dudas de un posible rompimiento.
Por su parte, el jefe negociador del gobierno en los diálogos, Humberto de la Calle, también citado por el Congreso, dijo a los legisladores que el proyecto del gobierno sobre el referendo es “un ejercicio de prevención”, consignó la agencia ANSA.
Las FARC rechazan la idea de una consulta popular que refrende lo que eventualmente pacte con el gobierno y prefiere una asamblea constituyente.
Al margen de las dudas sobre el proceso de paz, el gobierno de Santos atraviesa una crisis que ayer quedó reflejada en el hecho de que los 16 ministros de su gabinete pusieran sus cargos a disposición en medio de la huelga agraria iniciada el 19 de agosto, que incluyó cortes de rutas en todo el país y causó al menos nueve muertos.
Sin noticias sobre la conformación del nuevo gabinete -hace un año Santos tomó una medida similar, tras lo cual ratificó a 10 ministros y relevó a seis-, hoy tampoco hubo datos positivos acerca de la huelga que aún mantenía aislado y con escasez de alimentos a buena parte del sur y el sudoeste del país.
Los departamentos más afectados por los cortes de rutas eran Huila, Cauca, Nariño, Putumayo y sobre todo Caquetá, en cuya capital, Florencia, se acumulaban cerca de 900 toneladas de basura y a la escasez de productos se sumaba la suspensión de vuelos de las dos aerolíneas -Satena y Avianca- que llegan usualmente a su aeropuerto.
En Huila se suspendieron las clases, comenzaron a escasear alimentos y se registraron disturbios en el norte de su capital, Neiva, mientras en Putumayo permanecía aislada su capital, Mocoa, y seguía cerrado el paso fronterizo con Ecuador.
02.09.2013
Colombia
Santos decidió renovar el gabinete en plena crisis por la huelga campesina
Colombia
Santos decidió renovar el gabinete en plena crisis por la huelga campesina
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, preparaba esta noche la renovación de su gabinete, luego de que los 16 ministros pusieran sus cargos a disposición en medio de la crisis generada por la huelga agraria iniciada el 19 de agosto.
“Los miembros del Consejo de Ministros pusieron sus cargos a disposición del señor presidente para que con plena libertad pueda hacer los cambios que considere convenientes”, afirma un breve comunicado leído por el secretario general de Gobierno, Aurelio Iragorri, y publicado en la página de internet de la Presidencia.

La decisión fue adoptada durante una reunión del gabinete “en pleno, incluidos ministros, altos consejeros y secretarios”, detalla la nota.
Aunque no lo dice taxativamente el comunicado oficial, la “renuncia protocolaria” incluye también a consejeros y secretarios, por lo que “son alrededor de 30” los funcionarios afectados, publicó el diario bogotano El Tiempo, que hasta hace poco más de un año tuvo entre sus accionistas a la familia de Santos y habitualmente contiene buena información gubernamental.
Según el periódico, “la decisión busca enviar un mensaje ante la opinión pública de que todo el gobierno pone la cara frente a la dura crisis que se desató en las últimas semanas por el paro agrario, por lo que es casi seguro que se acepten algunas de estas dimisiones”.
La medida tuvo lugar menos de un mes después de que el mandatario iniciara el último de los cuatro años de su mandato y tres meses antes de que venza el plazo para que anuncie si aspirará a ser reelecto.
Hace un año, tras cumplir dos años en el gobierno, Santos pidió la renuncia de todos sus ministros, de los cuales ratificó a 10 y relevó a seis.
El ministro más cuestionado es el de Agricultura y Desarrollo Rural, Francisco Estupiñán, que es también el de menor antigüedad en el equipo, pues ocupaba el cargo sólo desde mayo pasado.
“Es obvia la falta de liderazgo y la necesidad de que haya una persona con más manejo político y conexión con el campesinado”, dijo el senador Juan Manuel Galán, del Partido Liberal, uno de los tres que forman la coalición gobernante.
El senador José Salazar, del también oficialista Partido Conservador, opinó que “es inconcebible que durante el paro agrario se conociera el recorte a los recursos del sector agrario en el presupuesto”.
En tanto, Jaime Buenahora, copresidente del Partido de la U -la fuerza de Santos-, pidió cambios no sólo en Agricultura sino también en las carteras de Educación, Minas, Salud y Relaciones Exteriores, informó la radio Caracol.
Pese a los acuerdos alcanzados en el fin de semana por el gobierno y líderes de la protesta, en amplias zonas del centro y el sur del país persistían hoy los cortes de rutas, lo que llevó al gobernador del departamento Huila, Carlos Iriarte, a advertir que la situación allí era “crítica” porque había “varias poblaciones que no tienen víveres”.

La decisión fue adoptada durante una reunión del gabinete “en pleno, incluidos ministros, altos consejeros y secretarios”, detalla la nota.
Aunque no lo dice taxativamente el comunicado oficial, la “renuncia protocolaria” incluye también a consejeros y secretarios, por lo que “son alrededor de 30” los funcionarios afectados, publicó el diario bogotano El Tiempo, que hasta hace poco más de un año tuvo entre sus accionistas a la familia de Santos y habitualmente contiene buena información gubernamental.
Según el periódico, “la decisión busca enviar un mensaje ante la opinión pública de que todo el gobierno pone la cara frente a la dura crisis que se desató en las últimas semanas por el paro agrario, por lo que es casi seguro que se acepten algunas de estas dimisiones”.
La medida tuvo lugar menos de un mes después de que el mandatario iniciara el último de los cuatro años de su mandato y tres meses antes de que venza el plazo para que anuncie si aspirará a ser reelecto.
Hace un año, tras cumplir dos años en el gobierno, Santos pidió la renuncia de todos sus ministros, de los cuales ratificó a 10 y relevó a seis.
El ministro más cuestionado es el de Agricultura y Desarrollo Rural, Francisco Estupiñán, que es también el de menor antigüedad en el equipo, pues ocupaba el cargo sólo desde mayo pasado.
“Es obvia la falta de liderazgo y la necesidad de que haya una persona con más manejo político y conexión con el campesinado”, dijo el senador Juan Manuel Galán, del Partido Liberal, uno de los tres que forman la coalición gobernante.
El senador José Salazar, del también oficialista Partido Conservador, opinó que “es inconcebible que durante el paro agrario se conociera el recorte a los recursos del sector agrario en el presupuesto”.
En tanto, Jaime Buenahora, copresidente del Partido de la U -la fuerza de Santos-, pidió cambios no sólo en Agricultura sino también en las carteras de Educación, Minas, Salud y Relaciones Exteriores, informó la radio Caracol.
Pese a los acuerdos alcanzados en el fin de semana por el gobierno y líderes de la protesta, en amplias zonas del centro y el sur del país persistían hoy los cortes de rutas, lo que llevó al gobernador del departamento Huila, Carlos Iriarte, a advertir que la situación allí era “crítica” porque había “varias poblaciones que no tienen víveres”.
Fuente:Telam
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