19/Septiembre
En una nueva audiencia del segundo juicio por los delitos de lesa humanidad, que se llevó a cabo hoy, dio su testimonio Said Jorge Llapur, primo hermano del abogado desaparecido Jorge Turk, quien relató la búsqueda de su pariente tras su detención en 1976 a manos de las fuerzas represivas que actuaron en la provincia.
Luego declaró el exagente penitenciario Oscar Seco, testigo presentado por la defensa, quien no aportó mayores datos; reconoció que el acusado Antonio Vargas era director del penal de Villa Gorriti y aseguró haber visto a un preso político de apellido Valenzuela".
Said Jorge Llapur, también abogado, dio su testimonio con dificultad por su deteriorado estado de salud, aunque con firmeza y claridad. Relató que el mismo día en que Jorge 'Dumbo' Turk Llapur fue detenido, el 28 de mayo de 1976, horas antes de su detención, había ido al estudio el comisario Ernesto Jaig, a quien Llapur describió "de oscura memoria", a preguntar por Jorge, y que le había dicho que estaba mencionado como integrante del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).
El testigo dijo que Jaig, que había ingresado como técnico-agente en el Comando Radioeléctrico, llegó al grado de Comisario General y era el punto de unión de confianza entre la policía provincial y el ejército argentino. "Tuvo una carrera fulgurante en la policía”, dijo Llapur.
Por aquellos años, Said Llapur se desempeñaba en Fiscalía de Estado. Allí recibió el llamado de una tía que le avisaba que su primo hermano Jorge, con quien tenía una relación más de amistad que de parentesco, estaba detenido en el departamento central de Policía.
Al ir a buscar a su primo, fue atendido por el propio Jaig. "No le di importancia a la detención, pensé que era pasajera", señaló, y dijo que en esa oportunidad vio militares en la central. Recordó que también vio a su primo, sentado, y a su lado, un oficial identificado como Damián Vilte. “Dumbo decía, lloroso y nervioso, que no tenía nada que ver”, evocó el testigo.
Llapur relató el derrotero seguido junto a la esposa de Turk y otros familiares para liberarlo. Contó: "Con una tía nuestra fuimos a hablar con el obispo José Miguel Medina, y nos dijo que no sabía nada”. Medina, mencionado en numerosos testimonios en el juicio anterior, tuvo una activa participación en la cárcel jujeña, donde lo denunciaron por bendecir las torturas, tormentos y golpizas.
El testimoniante recordó las varias versiones que obtenían sobre el destino de su primo. Un ex subjefe de policía de apellido Silvera le dijo a Llapur que la causa de su primo era grave. Días después, a través de un amigo que tenía acceso a la cúpula militar del Área 323, le hicieron saber que el detenido "ya no estaba en este mundo".
Otro dato que obtuvieron en su peregrinar provino de parte de un exoficial del Ejército —al que identificó como el mayor Coma—, fue que Jorge Turk había sido abatido en el pueblo tucumano de Ticuyo, mientras que un subalterno les hizo una seña con la mano, indicando hacia arriba, diciendo "viajó". Se trataba de alguien a quien apodaban "el capitán Bigote".
En el itinerario de la búsqueda llegó con la esposa y la hermana de Jorge Turk hasta Tucumán, donde recorrieron una Brigada, la Policía Federal y el juzgado Federal. Allí les dijeron: "Está corriendo peligro”.
Llegó incluso a visitar n cementerio de esa ciudad, donde le llamó la atención una tumba que estaba a flor de tierra. "Había una capa de gusanos de cinco centímetros de espesor; con un palito pude sacarlos y por la ropa y la dentadura pude ver que no era mi primo, porque él tenía graves problemas dentales y el cadáver, que estaba en estado casi de putrefacción, tenía los dientes bien”.
De regreso en Jujuy, la esposa de Turk recibió un llamado del capitán Viola, quien le dijo que no siguiera buscando porque si seguía les pasaría lo mismo a sus hijos. “Cada hora y día que pasaba, las expectativas de hallarlo, eran cada vez menos”, dijo Llapur.
El próximo miércoles se reanudarán las audiencias de este segundo juicio por los crímenes de lesa humanidad, en el que se están ventilando las causas “Dominga Álvarez de Scurta y su desaparición” y “Giribaldi, Osvaldo José y otros”, por los secuestros, torturas y desapariciones de Jorge Turk Llapur, Jaime Lara Torrez, María Alicia del Valle Ranzoni, Juana Francisca Torres Cabrera, su hermano Pedro Eduardo Torres Cabrera, secuestrado a los 16 años.
Todos fueron detenidos a fines de mayo de 1976, torturados en centros clandestinos de detención y trasladados al Penal de Villa Gorriti en los primeros días del mes de junio de ese año, hasta el 10 del mismo mes, cuando son sacados y desaparecidos por orden del ahora prófugo, capital Juan Carlos Jones Tamayo y el comisario Ernesto Jaig, muerto hace años.
Los procesados son el ex interventor en el Servicio Penitenciario de Jujuy, Antonio Orlando Vargas, condenado a 25 años en el primer juicio y los guardiacárceles Carlos Ortiz, Ricardo Ortiz, Mario Gutiérrez, Herminio Zárate y César Díaz, todos represores.
Fuente:elSubmarino
Envío:Agnddhh
Said Jorge Llapur contó que llegó a abrir un féretro en un cementerio
Jujuy: Dramático relato de un abogado sobre la búsqueda de su primo secuestrado y desaparecido
Jujuy: Dramático relato de un abogado sobre la búsqueda de su primo secuestrado y desaparecido
El Colegio de Abogados y otras instituciones jujeñas comienzan a registrar un ciclo diferente de la vida política y judicial.
El Tribunal Oral Federal de Jujuy escuchó hoy el dramático testimonio de un abogado, ex funcionario de Fiscalía, sobre la infructuosa búsqueda de un primo hermano detenido desaparecido durante la última dictadura, por el que removieron "cielo y tierra". Said Jorge Llapur relató que Jorge Turk Llapur fue detenido el 28 de mayo de 1976 cuando se presentó espontáneamente en la central de la Policía jujeña y que, cuando fue ese mismo día a preguntar por su primo, el represor Ernesto Jaig, "de oscura memoria", le dijo que estaba "mencionado" como integrante del ERP. Jaig, quien se desempeñaba en esa época en el Comando Radioeléctrico y posteriormente llegó a comisario general, era para entonces el "nexo de confianza" con el Ejército y "se notaba que había crecido" en influencia, dijo el testigo de este segundo juicio en Jujuy por delitos de lesa humanidad. Said dijo que pudo verlo a su primo el mismo día de la detención en una dependencia de Infantería, donde el oficial Damián Vilte estaba, al parecer, por tomarle una declaración.
El Tribunal Oral Federal de Jujuy escuchó hoy el dramático testimonio de un abogado, ex funcionario de Fiscalía, sobre la infructuosa búsqueda de un primo hermano detenido desaparecido durante la última dictadura, por el que removieron "cielo y tierra". Said Jorge Llapur relató que Jorge Turk Llapur fue detenido el 28 de mayo de 1976 cuando se presentó espontáneamente en la central de la Policía jujeña y que, cuando fue ese mismo día a preguntar por su primo, el represor Ernesto Jaig, "de oscura memoria", le dijo que estaba "mencionado" como integrante del ERP. Jaig, quien se desempeñaba en esa época en el Comando Radioeléctrico y posteriormente llegó a comisario general, era para entonces el "nexo de confianza" con el Ejército y "se notaba que había crecido" en influencia, dijo el testigo de este segundo juicio en Jujuy por delitos de lesa humanidad. Said dijo que pudo verlo a su primo el mismo día de la detención en una dependencia de Infantería, donde el oficial Damián Vilte estaba, al parecer, por tomarle una declaración.
En la desesperación por lograr su liberación, él y una tía fueron a hablar con el obispo José Miguel Medina, quien los atendió en cama por un resfrío y les respondió que no sabía nada del tema.
Un ex subjefe de policía de apellido Silvera le dijo que la situación de Jorge era "grave" y días después le llegó la versión de que "ya no estaba en este mundo", a través de un amigo que tenía acceso a la cúpula militar del Area 323 de la represión.
La misma versión de que a Jorge Turk lo habían asesinado provino de un oficial del Ejército al que identificó como "el mayor Coma".
En la incesante búsqueda, hablaron con el mayor Donato Arenas, jefe policial durante la dictadura, quien aludió a un supuesto "enfrentamiento" en Ticucho, provincia de Tucumán, por lo que viajaron a esa provincia con la esposa de Jorge Turk, Elena Mateo, quien ya prestó declaración como testigo en este juicio.
Said y Elena Mateo buscaron al detenido desaparecido en dependencias de la 5ta. Brigada de Infantería, en la delegación de la Policía Federal y en el Juzgado Federal, donde les dijeron que se fueran porque estaban "corriendo peligro". Todavía en Tucumán, fueron también al cementerio en el acceso a la capital provincial, donde abrieron, con ayuda, un cajón semienterrado pero los restos hallados en su interior no eran los de su primo, según relató.
Said contó además que, estando ausente de su casa por un viaje, su esposa recibió una llamada telefónica amenazante contra dos de los tres hijos, ordenándole que no siguieran buscando a su pariente. "Cómo sería la vorágine -dijo-, que hasta se recurría a un adivino" para saber sobre el detenido desaparecido, expuso el testigo ante el Tribunal que integran los jueces Fátima Ruíz López, Daniel Morín y Federico Díaz.
Además del caso de Jorge Turk, en este juicio se investigan los secuestros de Dominga Alvarez de Scurta, Osvaldo José Gregorio Giribaldi, Jaime Lara Torrez, María Alicia del Valle Ranzoni, Juana Francisca Torres Cabrera y Pedro Eduardo Torres Cabrera.
Todos fueron detenidos a fines de mayo de 1976, torturados en centros clandestinos de detención y trasladados al penal de Villa Gorriti a comienzos de junio, para ser sacados del penal el 10 del mismo mes, por orden del ahora represor prófugo Juan Carlos Jones Tamayo, que era capitán del Ejército, y el comisario Ernesto Jaig. Hasta ahora, sólo fueron hallados los restos de Dominga Alvarez de Scurta, en el cementerio de la localidad de Yala.
A este segundo juicio de lesa humanidad llegaron imputados los represores Antonio Orlando Vargas, un oficial del Ejército que era interventor del Servicio Penitenciario de Jujuy y fue condenado a 25 años en el primer juicio; Carlos Ortiz, Ricardo Ortiz, Mario Gutiérrez, Herminio Zárate y César Díaz, que eran carceleros.
También declaró hoy como testigo el ex agente penitenciario Alberto Seco, aunque nada aportó en la última audiencia de esta semana (la siguiente será el miércoles próximo). "En mi guardia nunca vi nada" sobre el ingreso y egreso de presos políticos en el penal de Gorriti, aseveró Seco y dijo que sólo recordaba a uno de ellos, de apellido Valenzuela.
Fuente:Telam


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