8 de septiembre de 2013

LO QUE ESTA EN JUEGO DESPUES DE LA CUMBRE DEL G-20 EN SAN PETERSBURGO.

LO QUE ESTA EN JUEGO DESPUES DE LA CUMBRE DEL G-20 EN SAN PETERSBURGO
La Argentina entre los buitres y el desastre sirio
La conexión entre los fondos buitre y la crisis del sistema financiero. Por qué los países centrales volvieron a preocuparse por los paraísos fiscales. Las incógnitas que plantea la catástrofe siria. La opinión de Stiglitz y Krugman.
Por Martín Granovsky

Imagen: Télam.
En 1712 Pedro el Grande, el primero de los Romanov, estableció su capital en San Petersburgo. Quería abrir una puerta a Europa. En 1917 cayó el último de los zares, Nicolás II Romanov, y en 1918 la capital pasó a Moscú. Vladimir Putin, que gobierna desde tierra moscovita, acaba de ser el anfitrión del Grupo de los 20 en San Petersburgo. Esta vez la ciudad fue una puerta por donde entraron los problemas irresueltos del mundo, entre ellos la crisis financiera y la catástrofe siria.

El documento final que habla de “guaridas fiscales” en referencia a los paraísos y alegró a la presidenta argentina tiene una raíz en los problemas de los países más desarrollados.

“En los últimos doce meses se fueron de Italia a Luxemburgo 140 mil millones de euros para atesorar dinero fuera de Italia en protección para un eventual derrumbe”, explica el economista Arnaldo Bocco, ex director del Banco Central bajo Néstor y Cristina Kirchner. “Los grandes contribuyentes dejan de serlo en los países donde antes residían, lo cual genera grandes problemas en la recaudación tributaria de los países desarrollados como Alemania y los Estados Unidos”, afirma Bocco.

¿Por qué dentro del G-20 los países desarrollados comenzaron dándole un alto perfil al debate sobre los paraísos fiscales en 2009, bajaron luego el perfil del tema y volvieron a elevarlo en los últimos meses?

“Los paraísos fiscales son el patio trasero del sistema financiero”, dice el diputado nacional por el Frente para la Victoria Eric Calcagno, quien ofrece un dato para entender la magnitud del fenómeno que los expertos llaman “financierización”: “Hace 30 años por un 1 punto de producción había un punto de stock financiero. Hoy por cada punto hay 3,6 de stock”. Los paraísos fiscales quedan articulados con la práctica de los fondos buitre, que según Bocco son estudios de abogados especialistas en comprar títulos de deuda a bajo precio en medio de las crisis para especular con una suba futura.

“Los fondos buitre representan un poder financiero marginal al sistema capitalista”, dice Calcagno. Pero no tan marginal: “Hacen una parte del trabajo más sucio y al mismo tiempo conspiran contra la estabilidad de todo el sistema”.

Para Bocco, paraísos y fondos buitre se relacionan con el lavado de dinero, “porque en el paraíso fiscal se hace residente el grueso de los grandes evasores y el gran dinero de la corrupción”.

El economista sostiene que dentro del G-20 la resistencia al desmonte de los paraísos fiscales está encabezada por Gran Bretaña, que “ejerce una protección sobre los lugares de libre tránsito y sin regulaciones transparentes”. Pero a los países desarrollados cada vez les cuesta más equilibrar las cuentas fiscales, y eso explicaría que cíclicamente la tensión con la existencia de los paraísos aumente.

En parte la baja de recaudación ocurre por la utilización de fideicomisos de existencia discreta alojados en un paraíso. “Con frecuencia un fideicomiso alojado en un paraíso administra los bienes de una familia de fortuna que vive de sus beneficios y no tributa todo lo posible en el país donde reside”, ilustra Bocco.

El ex director del BCRA recomienda seguir con atención un dato que juega en este contexto mundial: quién piloteará la Reserva Federal, el banco central de los Estados Unidos. Una candidatura es la de la actual vicepresidenta, Janet Yellen. Otra es la de Larry Summers, que fue el poderoso consejero de Bill Clinton para las cuestiones financieras.

La desigualdad
En un artículo publicado el viernes en The New York Times el Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz escribió que trabajó con ambos y antes que a Summers prefiere a Yellen.

“Como autoridad del Departamento del Tesoro durante la administración Clinton, el señor Summers apoyó la desregulación de los bancos, incluyendo el rechazo a la ley Glass-Steagall, lo cual fue clave en la crisis financiera de los Estados Unidos”, dice el texto de Stiglitz. Al abundar sobre Summers escribió el Nobel que cuando Summers fue secretario del Tesoro entre 1999 y 2001 su gran “logro”, entre comillas, fue garantizar que los derivativos, es decir los productos no controlados del sistema financiero, “no fueran regulados, una decisión que ayudó a la explosión de los mercados financieros”.

Según Stiglitz, la desregulación es una de las causas de la desigualdad por cuatro motivos:

- De acuerdo con cómo se las maneje, las crisis son creadoras de desigualdad y pobreza. En la última crisis, los ingresos medios cayeron un 40 por ciento, muchísimos trabajadores perdieron su empleo y la sociedad sufrió el recorte de servicios públicos. En cambio el uno por ciento más rico “disfruta los resultados de la recuperación”.

- La desregulación contribuyó a la financierización de la economía.

- La desigualdad se ve reforzada “por las prácticas abusivas del sector financiero, que prospera a costa de los norteamericanos comunes, a través de préstamos predatorios, manipulación de mercados, abuso con las tarjetas de crédito y aprovechamiento del monopolio del sistema de pagos”. Frente a eso la Fed no usó su enorme poder, que sí utilizó “para fortalecer los balances bancarios a expensas de los ciudadanos comunes”.

- Además de lo que hizo mal, el sector financiero continúa sin hacer cosas como facilitar créditos para las pequeñas y medianas empresas.

Otro Nobel de Economía, Paul Krugman, escribió ayer que cuando a punto de cumplirse cinco años de la crisis de Lehman Brothers, símbolo de la actual gran caída, la administración Obama protagonizó “un gran fracaso”. Krugman lo atribuye al énfasis en la austeridad y no en la creación de empleo y la preservación de los hogares frente al remate masivo.

El dilema sirio
En este tablero fue que sesionó la última cumbre del G-20 en la que la Argentina y Brasil elevaron su protesta contra los paraísos fiscales y la desregulación financiera que aún gobierna el mundo. En el caso argentino no hubo una cumbre bilateral entre Cristina Fernández de Kirchner y Barack Obama. La Presidenta, por otra parte, eligió personalizar críticas en el colega norteamericano. En el caso brasileño, la revelación de que la Agencia Nacional de Seguridad espió en 2012 a la propia Dilma Rousseff y a sus consejeros sí generó una entrevista a solas. Dilma anunció públicamente el viernes que Obama le había prometido una explicación. También condicionó su programada visita de Estado a Washington a la respuesta, que debería llegarle de aquí al viernes.

Es el mismo período en que el presidente de los Estados Unidos anunciará su decisión final sobre Siria, donde ya hay 90 mil muertos y dos millones de desplazados dentro y fuera del territorio.
“Todo el mundo está a la espera del anuncio de Obama y hoy hay una probabilidad de un 85 o 90 por ciento en el sentido de un ataque sobre Siria en los próximos dos o tres meses”, opina Khatchik 
Derghougassian, experto de la Universidad de San Andrés.

Una duda es si Obama insistirá o no en su nueva estrategia de convencer al Congreso antes de lanzar un ataque, al parecer una medida necesaria frente al rechazo de 6 de cada 10 norteamericanas, cifra muy alta en un país que ya no tiene conscripción.

“Quiere lograr una mínima ‘legitimidad’”, dice Derghougassian. “Tomar esta decisión le será difícil. No tomarla también porque ya dio su palabra.”

Samantha Power, la flamante embajadora en las Naciones Unidas, reforzó en los últimos días su argumentación ante sectores progresistas.

El viernes dijo en el Center for American Progress que ante la denunciada utilización de ataques con gas venenoso y la parálisis del Consejo de Seguridad por la divergencia entre Washington y Moscú, “no hay un Plan B sin riesgos”. Su Plan A, como sucedió ante la crisis libia, es la intervención militar. “El gobierno debe tomar la responsabilidad por los riesgos y las consecuencias potenciales de su acción”, dicho lo cual prefirió dejar sin detalle alguno la exposición de esos efectos eventuales mientras se concentraba en publicitar la necesidad de una intervención militar inmediata.

La Argentina había votado contra las violaciones a los derechos humanos en Siria en el marco de las Naciones Unidas pero se opone a una acción militar como casi toda América latina.

“Solamente México, Colombia y Chile guardaron distancia y silencio”, dice el analista venezolano Modesto Emilio Guerrero. El resto condenó una invasión o una intervención militar. “Nunca tiene razón para invadir, pero en el caso de Siria tampoco puede sostener lo que dice. El gobierno ruso informa que el gas usado que se encontró tiene olor. Si tiene olor no es militar. Si no, es del gobierno sirio. ¿Y ahora? La Liga Arabe no apoya la intervención militar. La oposición al gobierno sirio está fragmentada y los dilemas son muchos ¿Los 
Estados Unidos quieren construir un régimen con Al Qaida dentro?”

Derghougassian subraya que “ya hubo un intento para una conferencia internacional, pero las partes no están de acuerdo, lo cual es un problema porque no hay una oposición unida sino varios grupos y los más extremistas no quieren saber nada de llegar a un acuerdo”.

Agrega el experto: “La oposición política del Ejército Libre Sirio, en cambio, quiere modificar el régimen baasista. Mientras, a los islamistas los apoyan Turquía, Arabia Saudita y Qatar. Cada país tiene su propio juego. Arabia lo hace para fisurar la alianza entre Siria e Irán. Turquía encontró en las revueltas árabes la oportunidad de presentarse como una potencia regional”.

El cuadro es complejo y hay grandes actores internacionales tratando de influir. Tal como se informa aparte, el papa Francisco fue ayer el principal. Entretanto, en el Senado norteamericano avanza una propuesta de los legisladores Joe Manchi y Heidi Heitkamp según la cual se le podría pedir al presidente Ba-shar al Assad que Siria firme la Convención sobre Armas Químicas y adopte pasos concretos para cumplirlo en 45 días. Pasado ese tiempo, los Estados Unidos quedarían con las manos libres.
Fuente:Pagina12

Entre buitres y palomas de la paz
Año 6. Edición número 277. Domingo 8 de Septiembre de 2013
Por Julián Blejmar
politica@miradasalsur.com
(PRESIDENCIA).
Eso se lo tienen que preguntar a Obama, si lo ven en algún pasillo, búsquenlo y pregúntenle. Yo no puedo atribuir intenciones a nadie, me parecería poco serio hacerlo.” Directa pero no confrontativa, así respondió la Presidenta a la consulta periodística sobre las razones por las que Estados Unidos rechazó incluir en el documento del G-20 una condena explícita a los fondos buitre.

El G-20 es un foro que se realiza de forma anual desde 2008, al que asisten 19 países que junto a la Unión Europea conforman las naciones con más peso en la economía mundial. Allí se dirigió la Presidenta el pasado miércoles, para elevar diversas propuestas de regulación económica a escala mundial, además de manifestar un fuerte rechazo a la posible intervención militar de Estados Unidos en Siria, un tema que si bien no debería formar parte de la agenda por ser éste un foro de carácter económico, sobrevoló las discusiones entre los mandatarios que acudieron a la cita.

De hecho, en conferencia de prensa el jueves pasado, la Presidenta trazó un interesante paralelismo entre los debates que está realizando el Congreso norteamericano para avalar una incursión bélica en Siria, con el fallo que la Justicia de Nueva York realizó a favor de los fondos buitre en su demanda por cobrar a valor nominal los bonos argentinos que compraron a precio de remate. Al respecto, la Presidenta también apuntó: 

“Hay una crisis evidente de multilateralismo, que se está haciendo trágicamente evidente en estos días con el tema de Siria, donde todos reclamamos que se aplique lo que disponga Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad, y donde realmente vimos discutir en el Senado de los Estados Unidos si se bombardea o no bombardea. Y en relación con la deuda argentina, la gran pregunta es si también la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos decide sobre una deuda que está reestructurada en un 93% y que comprende a distintos acreedores de todo el mundo”. Por eso, afirmó que “en realidad estamos ante una gran ficción de multilateralismo”. Fue en estas declaraciones ante periodistas cuando afirmó que Estados Unidos bloqueó la decisión del Fondo Monetario de concurrir a la Corte para intervenir como amicus curiae –es decir, tercero ajeno al litigio pero que se ofrece para dar su opinión sobre el mismo–, respaldando la postura argentina, desde la que se sostuvo que un fallo adverso para nuestro país representaría un grave precedente para el sistema de reestructuración de deudas de aquellos países que a causa de crisis socioeconómicas se vean imposibilitados de hacerle frente a los vencimientos de las mismas. De hecho, Francia decidió presentarse en virtud de esta figura para respaldar la postura argentina, cuestión que fue agradecida por la Presidenta, señalando al mismo tiempo que ese gesto no era sólo a favor de nuestro país sino también de muchos otros que deben atravesar crisis similares a las experimentadas por la Argentina.

En este sentido, Cristina realizó durante la cumbre de mandatarios un planteo para que se formule una ley de quiebras a nivel internacional, haciendo referencia al caso argentino, en el que alcanza con que las dos terceras partes acepten la propuesta de pago, para que los demás acreedores deban aceptar obligatoriamente el esquema de pago propuesto. El objetivo, afirmó, es que no suceda lo que actualmente le ocurre a nuestro país, donde el 93% de los tenedores de bonos aceptaron la reestructuración propuesta por la Argentina, y a causa de que el 0,45% del total elevaron demandas para cobrar los bonos al ciento por ciento, se compromete toda la exitoso reestructuración de la deuda argentina. Al respecto, hizo referencia a un artículo en el diario inglés The Guardian escrito por el premio Nobel de economía Joseph Stiglitz, en el que da cuenta de cómo impactaría en el mundo una victoria judicial de los fondos buitre.

Con todo, Cristina realizó un balance positivo en lo que se refirió a la agenda del encuentro, sosteniendo que “es un G-20 en el cual ya se está hablando como nunca se hizo de las cosas que realmente se tienen que hablar, que son el trabajo y el crecimiento de la economía con inclusión social, así como de las guaridas fiscales, la evasión y elusión fiscal, y de una cosa muy pero muy importante, que es la sustentabilidad en el pago de la deuda”. Por eso es que, pese al veto de Estados Unidos hacia las iniciativas argentinas en contra de los fondos buitre, el Gobierno quedó conforme con los temas incluidos en el documento final, pues de acuerdo con Cristina, “hemos logrado que se incluya el tema de las deudas y la sustentabilidad del pago de las deudas, y otras cosas tanto o más importantes, como que ya la austeridad no es sinónimo de crecimiento, sino la generación de empleo, y la necesidad también de la expansión de la demanda agregada como uno de los motores del crecimiento”. También, señaló que en lugar de la denominación “paraísos fiscales”, “logramos que pusieran guaridas fiscales, algo que yo venía peleando desde hace muchísimo tiempo”.

Proteccionismo del proteccionismo. Un punto más que sensible para el Gobierno fue el tratamiento que se le dio al sistema de proteccionismo en el comercio internacional. En el documento final del G-20 se afirma que desde el foro “nos hemos puesto de acuerdo para limitar las políticas proteccionistas en el comercio mundial y extender respectivos compromisos de los países hasta 2017. Además trabajaremos para aumentar la transparencia de los acuerdos comerciales regionales y cumplir con los requisitos de la Organización Mundial de Comercio (OMC)”.

Pero más allá de estas declaraciones a favor de un sistema de comercio mundial más justo, Cristina afirmó que “no sé si muchas veces no hay un ejercicio de cinismo en esto del proteccionismo”, ya que “las declaradas o declamadas aperturas de las economías desarrolladas no son tal, nosotros todavía estamos esperando que Estados Unidos nos abra el comercio de las carnes y los limones, el cual traba con barreras fitosanitarias que son en realidad barreras paraarancelarias y bien proteccionistas”. En este sentido, afirmó que había peticionado ante la OMC para que “controle que a través de las barreras o las excusas fitosanitarias no se esté realmente ante verdaderas barreras paraarancelarias”. Asimismo, remarcó que “Los países desarrollados se llenan la boca hablando de libre comercio, de facilitar el comercio internacional, pero luego hacen exactamente lo contrario”, agregando que frente a la virtud de estas naciones en ponerse de acuerdo para elevar sus barreras, “nosotros, los países emergentes, tenemos un defecto, que es no tener una estrategia común que defienda nuestras incipientes economías en materia de industrialización y desarrollo”. 

Con todo, afirmó que las propias sociedades de nuestros países obligarían a sus líderes a implementar esta estrategia, porque “desindustrializar los países y reprimarizar nuestras exportaciones significaría lisa y llanamente volver a niveles de desocupación terribles, a salarios muy bajos y eso es un retroceso social que creo que ningún país emergente está dispuesto a tolerar. No por lo menos amigablemente”.

La anteúltima apelación. En la madrugada del sábado argentino, a última hora del viernes en los Estados Unidos, el gobierno argentino apeló el fallo de la Cámara de Apelaciones de Nueva York que el pasado 23 de agosto confirmó la sentencia del juez Thomas Griesa en la que se obligaba al gobierno a abonar más de 1.300 millones de dólares por bonos nacionales que los fondos buitre habían adquirido a precio de remate, tras la cesación de pagos de nuestro país en 2001.

En el escrito, presentado a través del Estudio Cleary Gottlieb, se pedía la confirmación del pleno de la Cámara de Apelaciones de Nueva York, integrada por 13 magistrados, ya que la sentencia había sido dictaminada únicamente por los tres jueces que intervinieron en la causa, y se incluía la propuesta de reapertura del canje elevada al Congreso para que el 7% de los bonistas que no entraron en la reestructuración pueda cobrar en las mismas condiciones que el 93% restante. De todas formas, se volvieron a presentar los argumentos esgrimidos por la Argentina en contra del fallo favorable a los fondos buitre, donde se señalaba que la exigencia de pago a los fondos buitre exacerbará futuras crisis financieras de deudas soberanas.

Se considera que la estrategia del Gobierno es estirar los plazos para que la Corte Suprema de Estados Unidos defina si toma o no el caso. Sucede que si la Cámara de Apelaciones de Nueva York rechaza esta última apelación, el país dispone de tres meses para pedir la intervención de la Corte. De todas formas, la aplicación de la sentencia contra Argentina se encuentra en suspenso hasta que esta Corte decida si toma el caso. De no aceptarlo, el fallo quedará firme.

La advertencia de Stiglitz.El pasado miércoles, el premio Nobel de economía Joseph Stiglitz se refirió a la estrategia de los fondos buitre y al fallo de la Cámara de Apelaciones de Nueva York. “Si los buitres de la deuda se salen con la suya, jamás habrá un nuevo comienzo para los países endeudados… y nadie estará de acuerdo con la reestructuración”. En su artículo en el diario The Guardian, afirmó: “Una reciente decisión del tribunal de apelaciones de Estados Unidos amenaza con voltear los mercados de deuda internacionales. 

Como mínimo, hacen inviables todas las reestructuraciones de deuda en los contratos estandarizados de endeudamiento. En consecuencia, se ha derrumbado un principio básico del capitalismo: que cuando los deudores no pueden pagarles a los acreedores, hace falta un nuevo comienzo. Los problemas empezaron hace doce años, cuando Argentina no tuvo otra opción que devaluar su moneda y entrar en cesación de pagos sobre su deuda. Bajo el régimen vigente, el país venía cayendo en espiral de un modo muy similar al que hoy nos resulta familiar por lo que está pasando en Grecia y en otros países de Europa. El desempleo se estaba disparando y las medidas de austeridad, lejos de reconstruir el equilibrio fiscal, exacerbaron la recesión. La devaluación y la reestructuración de la deuda funcionaron. En los años siguientes y hasta el estallido de la crisis financiera mundial en 2008, el crecimiento del PBI de Argentina fue del 8% anual, uno de los índices más rápidos del mundo.

’’Hasta los antiguos acreedores se beneficiaron de este rebote. En una medida altamente innovadora, Argentina intercambió deuda vieja por deuda nueva, a un valor aproximado del 30%, junto con un bono indexado según el PBI. Cuanto más crecía Argentina, más les pagaba a sus antiguos acreedores.

’’Los intereses de Argentina y de aquellos acreedores estaban, consecuentemente, alineados: ambos querían que hubiera crecimiento.

’’A menudo, los países deudores ajustan tanto para pagar, que vuelven a quebrar pocos años después. Los economistas aplaudieron el intento de Argentina para evitar este resultado a través de una profunda reestructuración acompañada de los bonos vinculados al PBI. Pero algunos fondos buitre –más notoriamente el fondo especulativo Elliott Management, encabezado por el multimillonario Paul Singer– vieron los esfuerzos de la Argentina como una oportunidad para obtener grandes beneficios a costa del pueblo argentino. Compraron los bonos viejos por una fracción de su valor nominal, y luego usaron el litigio para tratar de forzar a Argentina a pagar el 100%. Los fondos buitre han llevado la codicia a un nivel nunca visto.

’’Lo insólito es que la Corte de Apelaciones de Estados Unidos resolvió que si Argentina les pagaba en su totalidad a aquellos que habían aceptado la reestructuración de la deuda, tenía que pagarles en su totalidad a los fondos buitre. Si este principio prevalece, nadie aceptará jamás reestructurar deuda. Nunca habrá un nuevo comienzo, con todas las consecuencias desagradables que esto implica”.
Fuente:MiradasalSur

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