25 de septiembre de 2013

OPINIÓN: De cómo el punto final de Lanata-Clarín puede convertirse en punto seguido.

El show montado en "Periodismo Para Todos" destruye la credibilidad del tándem
OPINIÓN: De cómo el punto final de Lanata-Clarín puede convertirse en punto seguido

Los biólogos moleculares Héctor Targovnik y Daniel Corach, entrevistados por el autor en 1991.
Por Oscar Taffetani
Si en el futuro hubiera que dar una clase práctica sobre desinformación, ocultamiento de la verdad y uso tendencioso de las fuentes periodísticas, la emisión del programa televisivo “Periodismo Para Todos” de ayer, domingo, y su dúplica en el diario Clarín de hoy bien podrían utilizarse como ejemplo.

Jorge Lanata, al menear el delicado tema de la mudanza del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) y de la causa –todavía abierta— por la apropiación y supresión de identidad de los bebés que fueron bautizados como Marcela y Felipe Noble-Herrera (NH) pareció perder el control de sus palabras y jugar los restos de credibilidad que le quedaban en la defensa ciega de una “verdad” (corporativa) que muy pronto puede desmoronarse como un castillo de naipes a golpe de crudos datos científicos, históricos y jurídicos.


En el cóctel de trascendidos, documentos secretos (con flagrante  violación de correspondencia incluida), alertas científicos y sospechas generalizadas sobre la política gubernamental, Lanata llegó a decir que el posible cruce entre los datos del BNDG y los de la base del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) estaría por causar “destrucción”, “contaminación” y un sinnúmero de “falsos positivos”, hechos que, dijo a la teleaudiencia, podrían anular las certezas que hasta hoy se tienen en materia de filiación. y particularmente en el caso de los hijos de los desaparecidos.


No es necesario tener formación científica para discriminar entre lo que es una muestra biológica extraída de la materia ósea, la sangre, la saliva o cualquier humor o tejido orgánico, de los datos genéticos agrupados, clasificados y comparados en lenguaje binario por una computadora.


Advertir a los incautos televidentes, entonces, de que un cruce de datos puede “contaminar” o puede “destruir” una muestra de laboratorio, es un disparate y constituye un ejemplo nítido de desinformación. Es mal periodismo, para todos.


En otro pasaje de su grave advertencia sobre los peligros que acechan a la Verdad, la Memoria y la Justicia, Lanata dijo que tras el análisis y cotejo del ADN de los Noble-Herrera con las muestras del BNDG, había quedado probado fehacientemente que los hermanos Noble Herrera “no son hijos de desaparecidos” (sic).  


Sin embargo la única verdad que surgió de aquel  cotejo fue que no había coincidencia entre las muestras de los hermanos NH y las escasas muestras que hay en el BNDG, un pequeño porcentaje  de los casi ocho mil casos de desapariciones denunciados ante la Conadep y otros organismos.


Pero aún en el muy hipotético caso de que ni Marcela ni Felipe fueran hijos de desaparecidos, subsistiría el gravísimo delito de supresión de la identidad y apropiación de menores, sobre lo que aún no hay fallo definitivo de la justicia. Porque como bien nos refiriera Clara Lis (una joven argentina que abrió camino en la compleja selva de la búsqueda de la identidad) “Si ellos (por Marcela y Felipe) no son hijos de desaparecidos… ¿de quiénes son hijos?”.


Clarín tituló esta mañana, como un eco automático de PPT: “Desaparecidos: denuncian el riesgo de manipular las muestras de ADN”. Un título desgraciado, muestra de pésimo periodismo, ya que los riesgos no se denuncian, sino que se advierten. Pero sugerir además que científicos de la talla del Dr. Héctor Targovnik (a quien tuvimos. el gusto de entrevistar, justamente para Clarín, en septiembre de 1991) no saben “manipular” una muestra genética, un laboratorio de Genética Molecular o un banco nacional de datos genéticos, es un insulto a la inteligencia.


Ya en aquel reportaje publicado por Clarín, nos decían Targovnik y su colega en la cátedra de la UBA Daniel Corach, que el Estado podía estar en perfectas condiciones de brindar el servicio público de búsqueda de la filiación e identidad por medio del análisis genético. Desde entonces han pasado 22 años, y jamás el Dr. Targovnik ha dicho otra cosa.


En el otoño de la dictadura cívico militar que padecimos los argentinos entre 1976 y 1983, la última junta de comandante intentó publicar un “informe final” y seguidamente dictar un “punto final” sobre los crímenes imperecederos que había cometido. Soñaban los dictadores  con ocultar la luz del sol con un harnero.


La última operación mediática del eje Clarín-Lanata pretende poner un “punto final” a la causa por la apropiación de los bebés que son ahora Marcelo y Felipe Noble Herrera.


Hay malas noticias para la corporación: una ex funcionaria judicial que intervino en la "adopción" de Felipe ya manifestó que está dispuesta a declarar lo que sabe . Y si un testigo se anima, tal vez se animen dos… y tres.

Así fue, en el pasado reciente, como el punto final se volvió punto seguido, inaugurando un inédito ciclo de juzgamiento de los crímenes de lesa humanidad.


24.09.2013
La titular de Abuelas cargò contra el conductor de PPT
Estela Carlotto sobre Jorge Lanata: "No sé si está trastornado o le han pagado"

Estela Barnes de Carlotto, Presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, criticó hoy con dureza al periodista Jorge Lanata, que anoche en su programa aseguró que el gobierno quiere intervenir el Banco Nacional de Datos Genéticos para un uso político y puso en duda la trasnparencia del organismo en la búsqueda de familiares de desaparecidos durante la última dictadura militar. "Lanata miente, desvirtúa y ensucia", aseguró Carlotto en diálogo con el programa Dadyman de Radio América, y agregó. "Pone piedras en el camino de esta democracia que estamos construyendo". "Lo que dice sobre el Banco es muy grave, porque nos costó años de lucha, desde el 84. Es único en el mundo este banco, que siempre fue nacional", explicó la titular de Abuelas, y aclaró que "el Banco es exclusivamente para determinar la identidad de los niños robados durante la dictadura cívico militar y no para otro efecto", ya que "están solamente los familiares de esos bebés que nacieron en centros clandestinos o que fueron robados".

"Las Abuelas lo que queremos es que este banco se respete con una ley como la que se sancionó y no desvirtuar ni sembrar miedos. Que no se preocupe nadie, no se va a hacer más que mejorar el sistema con gente experta que irá a concurso, como corresponde", agregó.

Para Carlotto, el informe de Lanata forma parte de "una campaña electoral en contra de todo lo que hace el gobierno". "Siempre están mirando a ver qué más pueden poner en duda para hacer tambalear la democracia", afirmó, y cuestionó al periodista porque "antes se mostraba de una manera y hoy es otra persona".

"No sé qué ha pasado. Está desvirtuando desde ese lugar incidiosamente cosas que hay que contestar y perdemos tiempo en todo esto. Lanata fue parte de Página 12, tiene una historia. He estado con él en muchas oportunidades, nos ha tratado con respeto, ha llevado nietos a sus programas, pero últimamente se ve que algo ha pasado en el medio, ha cambiado de ideas. No sé si le han pagado, si se ha convencido, o si está medio trastornado", ceustionó.

En ese sentido, criticó que sea funcional a grupos económicos que fueron cómplices de la desaparición de personas: "Las Abuelas somos las que estamos hace 36 años vigilando la historia, y ahora salen a hablar aquellos y distorsionan lo que nunca apoyaron".
Fuente:Telam

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