Remando de Nueva York a Buenos Aires
Año 6. Edición número 280. Domingo 29 de Septiembre de 2013
Por Daniel Miguez
politica@miradasalsur.com
Año 6. Edición número 280. Domingo 29 de Septiembre de 2013
Por Daniel Miguez
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Después de la seguidilla de medidas post-primarias (entre ellas la modificación del Impuesto a las Ganancias y del Monotributo), la Presidenta lanzó una nueva línea de créditos para viviendas, que esta vez incluye, además, a la clase media con buen nivel de ingresos, ya que se puede acceder a un préstamo de 500.000 pesos para comprar un departamento o una casa de hasta 850.000 pesos.
También volvió a dar entrevistas a periodistas, que en ocasiones anteriores le dio buenos resultados, porque le sobran argumentos y recursos para dar respuestas y la gente puede verla en otra faceta. Primero lo hizo ante un periodista que adhiere al modelo, Hernán Brienza, pero hoy a las 19 saldrá al aire otra entrevista con otro periodista, Jorge Rial, que dijo públicamente que es amigo personal de Mauricio Macri y que simpatiza políticamente con Sergio Massa. Rial anticipó en su programa de radio que la Presidenta había dicho que había sido menemista Después se rectificó. En los avances promocionales de la entrevista ya puede verse cuando él le pregunta si fue menemista y ella contesta con un “nooooo” bien largo y cara de espanto. En ese punto lo que se sabe es que en aquella interna de 1988 entre Carlos Menem y Antonio Cafiero, Néstor Kirchner era partidario de apoyar a Cafiero y Cristina se inclinaba más por Menem. Otra cosa fue el Menem de 1989. Y otra cosa mucho peor aún el Menem de 1991.
Entre Irán y los Buitres. Antes del anuncio de los créditos para viviendas y de la última entrevista periodística, Cristina había ido, como todos los años, a la Asamblea General de la ONU, donde siempre llama la atención de los que no la vieron en anteriores ocasiones porque es la única entre todos los jefes de Estado que da su discurso sin leerlo. Allí, refiriéndose al memorándum de entendimiento para avanzar en la investigación del atentado a la AMIA, le dijo a Irán que no debe confundir “nuestra paciencia con ingenuidad y estupidez”. Y le pidió “que nos digan si se ha aprobado el acuerdo, cuándo se va a aprobar si no se hizo, y si podemos tener una fecha para que un juez argentino pueda viajar a Teherán”.
Eso ocurrió el martes. Dos días después, casi en simultáneo con un pedido del canciller Héctor Timerman a su par estadounidense, John Kerry, para que Estados Unidos incluya en su diálogo con Irán el caso AMIA “porque también es un tema del terrorismo internacional”, Irán pidió una reunión entre los dos ministros de Relaciones Exteriores.
El cambio de actitud de Irán va en paralelo a su nuevo vínculo con Estados Unidos, que derivó el viernes en una charla telefónica entre Barack Obama y el nuevo presidente iraní Hasan Rohani, la primera entre mandatarios de ambos países desde 1979, cuando aún gobernaba Reza Pahlevi.
No sólo de Irán habló Cristina en la ONU. También volvió a dar la pelea contra los fondos buitre con el argumento del peligro que implicaría para el orden financiero de muchos países un fallo contra la Argentina de parte de la Justicia de Estados Unidos. El tema era ineludible, más aún a tan pocos días de una fecha clave: mañana la Corte estadounidense decidirá si toma el caso o no. Pero la noticia para Argentina sería que la Corte decidiera no intervenir y quedase firme el fallo de la Cámara.
Remando en la provincia. Pero no sólo Cristina la rema. En Buenos Aires los diputados batallaron hasta conseguir media sanción a la Ley de Presupuesto 2014. En esta guerra desaforada que mantienen los medios opositores con el Gobierno, los diputados no kirchneristas que aprobaron el Presupuesto fueron debidamente atacados en diarios, radios y canales de TV.
También en la provincia de Buenos Aires Martín Insaurralde y Daniel Scioli siguen buscando votos para que los números de Massa no se disparen. El principal candidato de la oposición, cubierto de amianto mediático, puede encender llamas sobre sí mismo, que serán siempre autoextinguibles.
Así como la semana pasada había recibido en sus filas a Aldo Rico sin que los medios opositores al Gobierno, que lo quieren catapultar a la presidencia en 2015, difundieran la noticia, ahora dijo con total tranquilidad que está en contra del plan Conectar Igualdad y de la entrega gratuita de netbooks a alumnos y docentes. Massa argumentó que la plata de la Anses se debería usar para otra cosa. Pero Massa, que repartió netbooks junto a Diego Bossio en Tigre, sabe que ese dinero sale del Tesoro y no de la Anses, que sólo hace la tarea de logística en la entrega de las computadoras. Al margen de esa precisión, son tres millones de alumnos que están contentos con sus netbooks. Alumnos que tienen dos padres, seis millones de votos. Eso sin contar tíos y abuelos. Una declaración de ese tipo con los grandes consorcios mediáticos en contra hubiera sido un suicidio. Pero con ellos de su lado, una vez más, casi nadie se enteró. Y la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual junta tierrita en la Corte.
Las encuestas indican que Massa se distancia de Insaurralde, que también creció, pero en menor medida.
Los votos que van a Massa provienen de los que tuvieron en las PASO Francisco de Narváez y Margarita Stolbizer. Insaurralde toma un poquito de Stolbizer y de Néstor Pitrola. Curiosidades de las encuestas: el partido que entre sus votantes tiene mayor porcentaje de clase alta es Pitrola y el que tiene menos votos de clase alta es De Narváez.
En el resto del país. Como es archisabido, la provincia de Buenos Aires importa muchísimo por el impacto político del resultado que allí se obtenga el 27 de octubre, pero para el Gobierno es fundamental mantener el control de ambas Cámaras en el Congreso.
Es probable que si el kirchnerismo pierde la mayoría propia, la oposición tenga una actitud más obstruccionista y menos republicana aún que cuando se conformó el “Grupo A” en 2009. En aquella ocasión le arrebataron a la primera minoría la presidencia de todas las comisiones, algo que nunca había ocurrido en la historia democrática, pero no llegaron al extremo de ir por la presidencia de la Cámara de Diputados. Aunque legisladores del radicalismo anticiparon que ante una circunstancia similar esta vez tampoco aceptarán ese exabrupto institucional, habrá que ver si llegado el caso sostienen con los hechos la palabra empeñada.
Pero para garantizarse el control parlamentario el oficialismo tiene que mejorar su actuación en algunos distritos y en ellos específicamente debe poner toda su artillería. En la Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, las encuestas dan una buena ventaja a Daniel Filmus sobre Fernando Pino Solanas en la compulsa por una banca en el Senado, descontando que los dos senadores por la mayoría serán del PRO. Pero entre los candidatos a diputados, Elisa Carrió está muy bien posicionada y puede acarrearle muchos votos para su circunstancial socio Solanas, si es que lo declarado por los votantes ante los encuestadores después no se materializa en la acción de cortar boletas.
Otras provincias donde el kirchnerismo debería poner toda la artillería son Neuquén, Catamarca, San Juan, Córdoba y Jujuy. Salir segundo en Neuquén (Marcelo Fuentes quedó a sólo 400 votos en las PASO) implicaría un senador más. Y ganar en Catamarca y San Juan, dos diputados más. En Córdoba mejoró muchísimo en las PASO respecto de 2009, pero tiene que superarse mucho para lograr dos bancas. En Jujuy el triunfo fue muy ajustado y debe al menos revalidarlo el 27 de octubre. También genera expectativas en el oficialismo poder mejorar las buenas performances en Entre Ríos y Santa Fe.
El diálogo social. Una de las iniciativas que tomó la Presidenta después de las primarias fue la de convocar a un diálogo abierto y franco con empresarios y sindicalistas. Luego de esas reuniones se sucedieron los cambios en el Impuesto a las Ganancias y el Monotributo y se les restituyó una importante cantidad de dinero a las obras sociales de los gremios.
Ahora se está avanzando con fuerza en acordar mecanismos para mejorar la competitividad, con las limitaciones, ya clásicas, que impone el kirchnerismo: que no haya despidos, que no se baje la capacidad adquisitiva del salario y que no dispondrá una devaluación abrupta.
El camino a recorrer será, entonces, a través de mejoras impositivas, facilidades crediticias y eventualmente subsidios en casos puntuales. Pero, a cambio, profundizará la lucha contra el trabajo en negro.
El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, ya les comunicó a empresarios y sindicalistas que se viene la batalla final contra el empleo no registrado. El kirchnerismo hizo mucho en ese sentido: tomó el Gobierno en 2003 con un 50% de trabajo en negro y al cabo de diez años lo bajó al 32%. Pero el número sigue siendo alto, comparado con los valores medios históricos que rondaban el 25%.
Se trata de una decisión ajena a las elecciones, porque después de votar seguirá habiendo gente sin obra social, sin aportes jubilatorios, sin vacaciones y sin ninguno de los beneficios de los trabajadores registrados.
Es uno de los desafíos para los dos últimos años de un gobierno que pretende seguir gobernando hasta el último día.
Fuente:MiradasalSur
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