21.09.2013
Cómo será el proceso manual de demolición del edificio de Salta 2141
La estructura se desmantelará de arriba hacia abajo. Trabajarán 30 operarios, se comenzará por una casa lindera y un pasillo para luego poder llegar a los laterales de las torres.
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Se pondrá tanto acento en el retiro cuidadoso de los elementos que quedan en los departamentos, que habrá una carpa con boxes donde los propietarios podrán encontrar sus bienes rotulados (ver recuadro).
Las tareas comenzarán por una casa de planta baja y dos pisos lindera a Salta 2141, continuarán con unas unidades de pasillo y, una vez despejado este corredor, se colocará maquinaria más pesada para avanzar sobre la torre uno (que da a la calle Salta) para luego seguir por la torre tres.
Serán cuatro meses de labor minuciosa, con jornadas de trabajos en la que participará un equipo de 30 personas que se destacarán en un obrador ubicado sobre un terreno baldío que está casi enfrente del edificio siniestrado. Una vez que se retire todo el material y se limpie la zona, la provincia deberá definir si rellena los subsuelos y deja todo el lote a nivel de la vereda.
La gerente de servicios corporativos de Milicic, María de los Angeles Milicic, y el jefe de obra de la demolición, Lucas Yanantuoni, brindaron detalles a LaCapital de cómo será el proceso de demolición, que no utilizará explosivos ni impactos con peras para golpear las estructuras.
"Seguramente empezaremos por las casas del costado, que están linderas a Salta 2141 hacia Balcarce. Primero habría que derrumbar una casa al frente de planta baja y dos pisos, accediendo a un pasillo hay tres departamentos más, y posteriormente una fila de viviendas de las cuales la segunda será intervenida por el estado en que ha quedado", describió Yanantuoni.
Esta primera etapa del proceso será manual y habrá que trabajar con cuidado por el estado de la mampostería, techos y losas.
Luego se avanzará en la torre uno y en la tres con el retiro de elementos que han quedado colgando peligrosamente.
Marcos.En los edificios propiamente dichos se armarán marcos hechos de andamios y escaleras con mediasombra para mitigar el polvo. Se trata de un sistema que lleva por dentro una escalera. No podrá instalarse en todas las caras de las torres. En el caso de la torre uno, no hay lugar al frente y contrafrente, por lo que se trabajará más desde los costados.
Una parte de la demolición consistirá en cortar las losas de hormigón, que se apuntalarán con la grúa-torre para descenderlas y recién después demolerlas. Lo mismo con las vigas y columnas. Se aplicará un sistema artesanal, más laborioso y caro que la implosión.
Desfile de camiones. El volumen de escombros que estima Milicic se generará al demoler la estructura de hormigón en pie que incluye a las dos torres colapsadas con sus columnas, vigas y losas, está en el orden de los 735 metros cúbicos. A esta cantidad hay que agregarle el resultado de la demolición de las mamposterías, contrapisos y revestimientos. Si un camión traslada unos 9 metros cúbicos de escombros, se calcula que sólo para los edificios se necesitarán más de 80 camiones.
"Se irán colocando torretas (conformadas por cuatro puntales) en cada uno de los pisos hasta el noveno para la torre uno y el décimo para la torre tres. Se realizará la demolición desde la parte superior a la inferior, de modo que cuando se vayan liberando las torretas se van bajando. Las columnas, losas y columnas se sacarán con la grúa. El material fino, como la mampostería y contrapisos que se pueden romper manualmente o con martillos neumáticos se trasladará por un conducto vertical o en montacargas hacia abajo", explicó Yanantuoni.
21.09.2013
Comerciantes afectados por la explosión enfrentan la incertidumbre de reabrir
Ya hay treinta que tomaron créditos blandos para poder volver a trabajar en la zona de Salta y Balcarce, pero muchos dudan y comienzan a analizar mudarse de barrio.
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Además del subsidio de 20 mil pesos que la provincia otorgó hay tres tipos de créditos que se vienen ofreciendo y que la mitad de damnificados ya solicitó.
Uno es el de la Agencia Regional de Desarrollo (Ader), que ofrece 50 mil pesos a devolver en 36 meses y con seis meses de gracia para comenzar a pagar; mientras que el Banco Municipal ofrece dos alternativas de préstamos por 50 mil y 150 mil pesos, aunque la última exige mayores requisitos. La mitad del total de 60 comerciantes registrados ya solicitó alguna de las alternativas crediticias de 50 mil pesos, mientras que apenas 3 fueron por la ayuda de 150 mil.
Cerrado. "No voy a volver, ahí no puedo a volver, pero tampoco sé si puedo reabrir en otro lugar porque es mucho lo que se necesita para hacerlo", contó Lorena Alí, que desde que compró por 80 mil pesos el fondo de comercio estaba al frente del gimnasio ubicado a sólo metros de las torres. Desde el 6 de agosto pasado, la mujer tiene apiladas en todos los espacios de su casa las máquinas, cintas y bicicletas con las que trabajaba.
"Son todo mi capital, pero están dañadas, habría que arreglarlas y eso cuesta dinero. Y ofrecí venderlas, pero me quieren pagar mucho menos de lo que valen", agregó la mujer, que tiene dos hijos y aseguró que "el subsidio se fue en cubrir obligaciones que teníamos previamente, como la casa".
Lorena teme solicitar un crédito y la angustia la situación de su hermano Daniel, que hasta el día de la explosión trabajaba en el gimnasio y que ahora busca un nuevo empleo. Repitió una y otra vez que "hay gente peor y que tuvo pérdidas que no fueron sólo materiales", pero insistió: "Es difícil pensar en cómo seguir adelante".
Traslados. Desde el mostrador de su joyería, María del Carmen Fiorino veía todos los días el ingreso de Salta 2141. "Estábamos justo enfrente, la onda expansiva se llevó todo, no podemos volver a ese lugar", afirmó sin dudar la mujer, que llevaba junto a su marido Raúl Heinrich casi una década en ese local.
El matrimonio, que trabaja en el rubro desde hace más de 40 años, estimó en 150 mil pesos las pérdidas que sufrieron luego de buscar entre los vidrios y los escombros cada una de las piezas que pudieron rescatar. "Capaz que es más, pero ese es el cálculo grosero que hicimos", dijo María del Carmen y señaló que "los relojes de calidad fueron lo más costoso".
Ahora buscan un local en el barrio y evalúan pedir una ayuda. "No podemos dejar de trabajar, los dos somos jubilados y cobramos una jubilación mínima", afirmó y se entusiasmó con el crédito que otorga seis meses de gracia "porque eso da un poco de aire para arrancar".
Y la mudanza no quieren que sea muy lejos. "Encontramos en este barrio nuestro lugar. Los vecinos nos paran por la calle para preguntarnos dónde nos mudamos, nos vamos reencontrando con gente y tampoco podemos dejar de pensar en las familias que perdieron más que un capital", señaló la mujer.
Otro que decidió mudarse es Lisandro Cagnano, dueño del minimarket de Salta 2114, que ahora reabrirá en Sarmiento y San Lorenzo. Su cuñada, que atendía el lugar en el momento de la explosión "no puede pensar en volver a trabajar allí, donde se le cayó el techo en la cabeza", dijo Luciano.
Sin embargo, también explicó que "por el tipo de negocio, un quiosco trabaja mucho con gente de paso y el barrio está parado, esa es otra razón". Admitió que no es fácil, pero no se queja de su situación. "No puedo ponerme a la altura de gente que perdió todo, casa y familiares. Yo perdí plata y nada más, me duele, pero es sólo eso", dijo.
Fuente:AgenciaFe


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