11 de octubre
de 2013, 7:32
– HISTORIA Y POLÍTICA, LECTURAS PARA UN FIN DE SEMANA LARGO - 12 DE OCTUBRE
2013
Argentina, 10 de
octubre de 2013, 12:26 hs.
Comunicado de prensa del Grupo de Curas Opción por los Pobres
Mensaje a la Sociedad Argentina
con motivo de las
próximas elecciones
legislativas del 27 de octubre 2013
En
nuestro pasado encuentro nacional de curas, en agosto, hicimos llegar a la
sociedad un mensaje con motivo de los 30 años de democracia. Celebrando una
nueva jornada electoral el próximo 27 de octubre, quisiéramos invitar –en ese
mismo marco- a nuestras hermanas y hermanos argentinos a reflexionar juntos:
En
política se eligen “proyectos”, es decir, propuestas del país que queremos, y
los medios para lograrlo. Como grupo de curas, no imaginamos ni queremos un
proyecto que no pretenda ser cada vez más inclusivo, en el que los pobres sean
no solamente destinatarios de buenas políticas sino verdaderos protagonistas.
En
un “proyecto” se tiene en cuenta de dónde venimos, dónde estamos y hacia dónde
queremos ir. Invitamos a todas y todos a recordar las consecuencias funestas
del neoliberalismo de los 90, continuación de lo empezado en la dictadura
cívico-militar, y alertamos ante los intentos visibles o encubiertos que
pretenden que volvamos a esa “noche oscura”. No hace falta demasiada memoria
para recordar cómo ese proyecto hundió el país y provocó hambre, desocupación,
injusticia, desigualdades y muerte.
Reconocemos
muchos logros en nuestro momento presente, como la recuperación de la producción
y el empleo, el mejoramiento de los principales indicadores sociales; la
discusión del salario en paritarias; la Asignación Universal
por Hijo y madres embarazadas; el plan Conectar Igualdad y el plan ProCreAr;
una más justa movilidad jubilatoria, y la recuperación de la jubilación
solidaria; el lugar dado a la
Educación y la importancia que las escuelas primarias y
secundarias tienen a lo largo y ancho del país: en 10 años se sextuplicó el
presupuesto educativo y se crearon nueve universidades públicas y el Ministerio
de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva; la mayor presencia del Estado
en inversiones para beneficio público y control de la actividad privada o en la
re-estatización de algunos servicios, ya que las empresas deben servir a un
proyecto de país y no a los arbitrios del capital.
Sabemos
que falta mucho todavía. Observamos limitaciones en lo referido a la
desvalorización del poder adquisitivo del salario afectado por la inflación y
la necesidad de una más justa distribución de la renta y la movilidad social
ascendente que siga disminuyendo los niveles de pobreza; la incidencia negativa
del empleo no registrado, aun cuando se ha reducido significativamente desde
fines de 2003; el acceso a la vivienda y la tierra como derechos constitucionales
por encima de las imposiciones del mercado.
Como
creyentes cristianos que somos no podemos olvidar la Doctrina Social de
la Iglesia a
la hora de decidir un voto. Y en estos
valores podemos coincidir también con muchos no cristianos o no creyentes de nuestra
patria. No podemos pensar en votar proyectos basados en la autodenominada
ortodoxia económica del libre mercado. El proyecto económico liberal se opone a
la mirada cristiana, ya que la libre competencia y la acumulación de lucro se
convierten en absolutos en pos de los cuales “se sacrifica todo, acentuando la
desigualdad y la marginación de las grandes mayorías” (Puebla 194). Un proyecto inclusivo no consiste en dar
migajas a los pobres, porque “no se trata sólo de dar lo superfluo a quien está
necesitado, sino de ayudar a pueblos enteros -que están excluidos o marginados-
a que entren en el círculo del desarrollo económico y humano; esto será posible
no sólo utilizando lo superfluo que nuestro mundo produce en abundancia, sino
cambiando sobre todo los estilos de vida, los modelos de producción y de
consumo, las estructuras consolidadas de poder que rigen hoy la sociedad”
(Centesimus Annus 58). El papa Francisco ha señalado también que “la adoración
del antiguo becerro de oro ha encontrado una versión nueva y despiadada en el
fetichismo del dinero y en la dictadura de la economía sin un rostro y un
objetivo verdaderamente humano” (Discurso a los embajadores de Kirguistán,
Antigua y Barbuda, Luxemburgo y Botswana, 16/5/2013).
Los
cristianos no podemos votar proyectos basados en el liberalismo económico que
acentúen el individualismo y la primacía de la ganancia personal. Hemos de
fijar la mirada en proyectos colectivos e inclusivos, con fuerte presencia del
Estado como garante de lo público y regulador de la igualdad de oportunidades
desde la justicia social y el bien común, ya que la propiedad privada no es un
dogma intocable, debe tener un sano límite impuesto por la necesidad de todos.
Dice el Concilio Vaticano II que “Dios ha destinado la tierra y cuanto ella
contiene para el uso de todo el género humano. Por consiguiente, los bienes
creados deben llegar a todos de una manera equitativa, dirigida por la justicia
y acompañada por la caridad” (Gaudium et Spes 69). La propiedad privada es un
derecho secundario, el único derecho
natural primario es el destino universal de los bienes. Para Jesús de Nazaret
la acumulación de ganancia no puede ser un fin en sí mismo, los bienes deben
circular, y la economía no puede estar desconectada de la sociedad: “¡Necio! Esta
misma noche te reclamarán el alma; ¿y para quien será lo que has
acumulado?" (Lc 12,20)
Sabemos
que en una campaña electoral muchos candidatos y candidatas intentan convencer
al público que resolverán todos los problemas (apoyados por asesores de imagen
venidos del ámbito del marketing publicitario que venden tanto
electrodomésticos como personas), pero son en realidad globos inflados sin
sustancia o sin proyecto visible y público. Invitamos a nuestros hermanos y
hermanas a escuchar propuestas y no slogans pegadizos y agradables a los oídos
pero vacíos de contenido como cuando se habla livianamente de la
"inseguridad" o de "la plata de los jubilados". Recordando
que estas elecciones definen cargos legislativos y no ejecutivos, alentamos a
los candidatos a expresar a la sociedad sus ideales, sus proyectos y el modelo
de país que defienden. Debemos exigir como ciudadanos que los candidatos
propuestos digan clara y explícitamente qué van a hacer, cómo lo van a hacer, y
con qué recursos, y que –escuchando atentamente- sepamos elegir la propuesta
que según nuestro criterio, mejor defienda a los pobres. Si bien es cierto que
la corrupción y la deshonestidad pueden opacar las buenas ideas e incluso
frustrarlas y se debe trabajar para erradicarlas, tampoco podemos caer en la
tentación -inducida por muchos- de desestimar el decisivo valor de la política
como herramienta necesaria para construir futuro. Si se imponen conceptos (con
cierto fundamento en la realidad pero superficiales) tales como “los políticos
son todos corruptos”, estaremos abonando el terreno para las ideas
autoritarias, economicistas, antipopulares y antidemocráticas.
Deseamos
fervientemente una jornada electoral desarrollada como fiesta democrática, en
armonía y en paz, sin menospreciar la enorme alegría de vivir en libertad para
expresar nuestras ideas y convicciones políticas a través del voto.
Grupo de Curas en la Opción por los Pobres
Octubre de 2013
CONTACTOS PARA PRENSA:
• Padre Néstor Cruz García (Nepi) - Celular:
(011) 15 65 24 91 09
• Padre Eduardo de la Serna - Tel Fijo: (011) 42
13 06 83
• Padre Roberto Mural - Celular: (0385) 155
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A Perón se lo realiza, no se lo recita
Por Jorge Rachid
Perón
nacionalizó la banca y el crédito
Nuestro
gobierno puso el Banco Central y el Mercado de Valores al servicio del Pueblo
por ley
Perón
nacionalizó los ferrocarriles
Nosotros
recuperamos Aerolíneas Argentinas y estamos reparando el desguace de los
ferrocarriles
Perón
nacionalizó el comercio exterior creando el IAPI
En
este período el estado recuperó el control del comercio interior y exterior,
quizás la política mas atacada hoy
Perón
nos enseñó que gobernar es crear trabajo
Desde
el 2003 cinco millones y medio de puestos de trabajo se crearon
Perón
creó el estatuto del peón rural y las leyes laborales incorporando los derechos
del trabajador en la
Constitución Nacional
Nuestro
gobierno reinstaló las Convenciones Colectivas, la Ley de Contrato de Trabajo, el
Consejo del Salario, las leyes del peón rural, del empleo doméstico, el
monotributo social
Perón
apostó a la integración regional con el “A B C”, Argentina, Chile , Brasil y el
ATLAS, Asociación Latinoamericana de Trabajadores, haciendo lo mismo con los
centros de estudiantes (reunión de Bogotá, 1948)
El
gobierno amplió el MERCOSUR, creó la
UNASUR y apoyó la
creación de la CELAC
con centroamérica y el caribe
Perón
trazó un eje de confrontación con EEUU, de soberanía nacional y “Braden o Perón”
fue la disyuntiva.
Néstor,
Lula y Chavez dijeron NO AL ALCA en el 2005, cambiando el mapa latinoamericano
Perón
hizo de la obra pública su punta de lanza del desarrollo económico
Nuestro
gobierno desde el 2003 amplió la
inversión llevando agua corriente y cloacas, nuevas rutas y represas al país
Perón
apostó al desarrollo nuclear y los avances tecnológicos
Hoy
hemos recuperado al científico 1000 desde el exterior, adonde fueron expulsados
por las políticas neoliberales, desarrollamos y estamos exportando satélites
orbitales, radares tridimensionales, centrales atómicas
Perón
expropió el diario La Prensa
ante su golpismo destituyente
Nuestro
gobierno promulgó la Ley
de Medios Audiovisuales
Perón
nunca quizo ingresar el FMI
Nuestro
gobierno eliminó las auditorías y extorsiones de ese organismo internacional
Perón
amplió derechos sociales desde el voto de la mujer a las pensiones graciables
El
gobierno peronista legisló el derecho de las minorías discriminadas, los
pueblos originarios, los menores de 18 años para votar, nuevos contratos
civiles con derechos sucesorios
Perón
construyó escuelas en todo el país
Desde
el 2003 1400 nuevas escuelas pueblan la Argentina
Nos
enseñó constitucionalmente Perón "que los únicos privilegiados eran los
niños"
Se
creó ahora la
Asignación Universal por Hijo para casi 3,6 millones de
menores de 18 años con vacunación y escolarización obligatoria.
Creó
Perón la fábrica Militar de Aviones y la industria automotriz, Pulquis 1 y 2 ,
el rastrojero, la moto Puma, el sedán Graciela
El
gobierno recuperó la Fábrica
cordobesa, dinamizó la industria automotriz, esta sustituyendo importaciones,
apuesta al desarollo industrial, eje de confrontación al modelo agro exportador
Perón
convocó al la California
para la explotación petrolera ante la crisis del 52-54
Nuestro
gobierno convocó a Chevrón para el nuevo proceso de Fraking en Vaca Muerta
Perón
tuvo a Ramón Carrillo
A
nosotros aún nos falta una política integral, pero desde la ley de genéricos,
derechos de los pacientes, fertilización asistida, salud reproductiva,
trazabilidad de medicamentos, ley de producción pública de medicamentos, muerte
digna entre otras, estamos en camino, junto a la creación de hospitales e
incorporación de tecnología
Perón
convocó al Congreso de Filosofía de Mendoza llamando al conjunto de pensadores
nacionales e internacionales
Nosotros
estamos convocando al Congreso del Pensamiento Nacional Sudamericano con
compatriotas de la
Patria Grande
Perón
fue combatido por "la corrupción y el despotismo" justificando el
golpismo fusilador del 55 y del 76 sobre "el tirano prófugo"
A
nuestro gobierno lo quieren esmerilar de la misma manera
Perón
convocó a una Constituyente para cambiar el eje de una Constitución liberal y
colonizadora del siglo XlX
Nosotros
queremos una Constituyente para una nueva Constitución del siglo XXl que
entierre la neoliberal del 94
Perón
tuvo una década que fijó un nuevo paradigma
Lo
hemos recuperado desde el 2003
A quienes aún no creen,
les pido humildemente revisen su adhesión peronista, ya que Perón sigue vigente
en lo doctrinario, dando respuestas a las demandas actuales, sin claudicaciones
nacionales.
(El diseño gráfico de este artículo es
responsabilidad de a la Agrupación Señales Populares)
-- --
09.10.2013 | a 46 años del
asesinato de ernesto guevara
El Che y el
peronismo
La imagen del Che fue reducida a la del
guerrillero que menospreciaba a los movimientos nacionales y populares.
Por:
Norberto
Galasso
Hoy
se cumplen 46 años del asesinato de Ernesto "Che" Guevara en Bolivia.
Resulta entonces oportuno disipar algunos equívocos acerca de su posición
respecto del peronismo, pues agrupaciones de la vieja izquierda se preocuparon
durante muchos años por ofrecer la imagen de un "Che" antiperonista.
O para ser aun más preciso: algunas, lo caracterizaron como "un
loquito", un aventurero que por casualidad participó en una revolución
triunfante en Cuba. Otras, intentaron apropiárselo mostrándolo como lo más
opuesto a las luchas de los trabajadores peronistas. Varias eran las facetas
que podían rescatarse en la lucha de Ernesto Guevara: su humanismo
revolucionario, el planteo del "hombre nuevo" que vino a oxigenar a
un socialismo tergiversado por el stalinismo, su concepción latinoamericanista,
su antiimperialismo, su posición antiburocrática y su participación en la lucha
armada que llegó a la victoria en Cuba. Pero de todas ellas, sólo se tomó la
última y el poster del Che, metralleta en mano, se multiplicó en las
habitaciones de los adolescentes de la clase media. Hubo, es cierto, quienes lo
emparentaron, como ejemplo revolucionario, con Evita, pero a condición de
considerar a Perón como un militar fascista.
La
inoperancia y la impotencia de las izquierdas tradicionales –el reformismo de
los socialdemócratas conformes con sancionar leyes sociales que no se aplicaban
y el sometimiento de los comunistas a las orientaciones de la III Internacional
rusificada por Stalin bajo la concepción del socialismo en un solo país, así
como el trotskismo tergiversado– favorecieron la reducción de la figura del Che
a la del guerrillero que menospreciaba o descalificaba a los movimientos
nacionales y populares por su escasa vocación revolucionaria que sólo era
posible cuando la política se sometía al dictado de las armas. En el caso
argentino, se llegó a oponerlo lisa y llanamente a movimientos como el
peronismo del '45.
Pero
sucedió que un día el padre del Che publicó el libro Aquí va un soldado de
América donde reprodujo cartas de Ernesto a sus familiares que refutaban la
fábula de la pseudoizquierda. Ese libro circuló escasamente por los ámbitos de
la izquierda tradicional pero, con el correr de los años, no han podido lograr
silenciarlo.
De
allí resulta que el Che no hizo política en la Argentina ni se fue a
recorrer América Latina porque le resultase insoportable el peronismo de la Argentina. Apenas
si concurrió a algún acto antiperonista, siendo adolescente, llevado por su
padre. En sus dos viajes por América Latina puede decirse que el Che se buscaba
a sí mismo, quería encontrar algo donde poner sus fuerzas que fuera humana y
éticamente valorable, ya fuese atender leprosos corriendo el peligro del
contagio, o sumergirse en las tradiciones de los pueblos originarios para
recuperar los orígenes perdidos o simplemente, conocer en profundidad los
diversos lugares del mundo de esa época que le había tocado vivir. En esas
andanzas encontró latinoamericanos que le hablaban bien de Perón y Evita y a
medida que comprendió la necesidad de la lucha antiimperialista comenzó a
valorar lo realizado en la en Argentina a partir de 1945. Y de ahí provienen
las cartas que su padre dio a conocer, provocando el escándalo del mexicano
Jorge Castañeda: "El padre del Che intenta reescribir la historia al
sostener que su hijo no era un combatiente antiperonista" (p. 55 de La
vida en rojo). Indignación sin sentido, por supuesto. El padre sólo reproducía
cartas de su hijo hasta ese momento desconocidas.
En
ellas, el Che es contundente. Respecto al bombardeo del 16 de junio de 1955
afirma: "...no hay escapatoria posible ante la historia para los mierdas de
los aviadores que después de asesinar gente a mansalva se van a Montevideo a
decir que cumplieron con su fe en Dios". Con respecto al derrocamiento de
Perón sostiene, en otra carta: "Te confieso con toda sinceridad que la
caída de Perón me amargó profundamente..." Critica en otras cartas a la
mal llamada Revolución Libertadora y se burla del proyanquismo de su padre y
del antiperonismo de su madre y de su tía, definiéndose muy críticamente
respecto de Aramburu y su gente. No es casualidad tampoco que ya triunfante la Revolución en Cuba,
denomine "Descamisados" a su escuadrón, ni que sostenga "que en
Cuba los únicos privilegiados deben ser los niños", repitiendo
literalmente la frase de Perón. Tampoco es casual su amistad con John W. Cooke
y su propuesta de que Perón pase a residir en Cuba. En este sentido, hay
quienes perjuran que llegó a visitarlo a Perón en España y que le dio apoyo
financiero para su regreso a la Argentina. También le envía a sus padres "un
abrazo del tamaño del monumento al descamisado, no es el que iban a hacer sino
el que está en el corazón del pueblo argentino junto a la imagen de nuestra
querida pareja presidencial".
Picardías
de las izquierdas que desvían los impulsos de adolescentes bien intencionados
en querer cambiar el mundo. Tan graves como lo fueron también las picardías de
la derecha peronista que ocultó mucho tiempo esta declaración de Perón al
producirse el asesinato del Che: "Era uno de los nuestros... quizás el
mejor." Hoy que Latinoamérica va hacia la reconstrucción de la Patria Grande ,
conviene empezar a eliminar estos malentendidos como el del supuesto rencor
entre San Martín y Bolívar para colocar en un mismo camino a aquellos que – con
matices o tácticas distintas – jugaron un rol fundamental por lograr su
liberación, su unificación y el hombre nuevo. - http://tiempo.infonews.com/2013/10/09/editorial-110870-el-che-y-el-peronismo.php
Contemporáneas.opiniones.pensadores.teorías/http://tiempo.infonews.com/2013/09/01/argentina-108571-el-capitalismo-es-peor-que-el-feudalismo.php
01.09.2013 | León Pomer,
autor de “La guerra del paraguay: ¡gran negocio!”
"El
capitalismo es peor que el feudalismo"
Por: Manuel
Alfieri
El
historiador fue uno de los pioneros en contar la verdad sobre la Guerra de la Triple Alianza ,
eufemismo que el liberalismo utilizó para terminar con la independencia de
Paraguay. Critica a la "moda" del revisionismo histórico, advierte
sobre los intelectuales que "defienden los intereses dominantes" y
asegura que "el capitalismo es un sistema que lleva a su propia
destrucción".
León Pomer escribió casi una veintena de libros y
es uno de los intelectuales más importantes que tiene la Argentina. Sin
embargo, y al igual que muchas de sus obras, todavía permanece oculto para gran
parte del público aficionado a la historia argentina y latinoamericana. Es
lógico: a lo largo de toda su carrera se dedicó a indagar en cuestiones de las
que aún hoy parte de la academia y los grandes medios no quieren hablar. Lejos
de los flashes y el rumor de los pasillos televisivos, Pomer se jacta de que su
nombre nunca haya aparecido en las páginas del diario Clarín. "Publiqué 18
libros y nunca me mencionaron, algo que es un honor para mí", dice. Y al
instante agrega: "En La
Nación tampoco. Son cuestiones político–ideológicas."
Pero esa situación no le molesta. A él solo le importa una cosa: que lo lean.
Su exclusión no resulta extraña. En su trabajo insignia, La Guerra del
Paraguay: ¡Gran negocio!, Pomer se metió con los actores políticos y
económicos más poderosos de la época.
A través de una minuciosa investigación, develó por
primera vez los entretelones de uno de los conflictos bélicos más importantes
del siglo XIX, señaló con nombre y apellido a quienes se beneficiaron con la
guerra, denunció el rol jugado por el entonces presidente Bartolomé Mitre y
apuntó contra Gran Bretaña, la potencia mundial que financió a los ejércitos de
Argentina, Brasil y Uruguay para arrasar con un territorio autónomo que no se
adaptaba a las directrices liberales de la época: Paraguay.
En una extensa charla con Tiempo Argentino en su departamento de La Boca , este antiguo y
desilusionado militante del Partido Comunista, exiliado en Brasil durante la
última dictadura, desafió aquel precepto arcaico que sostiene que los
historiadores sólo están para hablar del pasado y tocó todo tipo de temas:
desde la Guerra
del Paraguay, pasando por la actualidad latinoamericana y los abusos del
sistema capitalista, hasta los debates historiográficos que se dan fuera y
dentro de la academia. De formación intelectual marxista, pero influenciado por
varias corrientes ideológicas, Pomer no se para en ninguna de las veredas
impuestas por historiadores profesionales y divulgadores. Pero, aclara, le
encanta que la historia salga de las bibliotecas y se haga cada vez más masiva.
–¿Cuándo
comenzó a interesarse por la historia?
–Cuando
era muy chiquito, mi viejo me sentaba en las rodillas y me leía cuentos de
historia para niños, en una colección que venía de España. Para él, el libro
era una cosa sagrada. Yo creo que ahí arranca la cosa. Después, a los 16 años
comencé a escribir en revistas estudiantiles. Pero recién en el '68 aparece mi
primera publicación importante: La
Guerra del Paraguay: ¡Gran negocio!
–¿Qué
historiadores leía en esa época?
–Mi
influencia proviene de múltiples lecturas. Yo tengo una formación marxista,
pero no pertenezco a ninguna escuela historiográfica particular, y con el
correr de los años fui acumulando influencias de muchos autores. Por ejemplo,
Bourdieu, Foucault, Mariátegui, con su americanismo. Una reivindicación en la
que coincide con Jaureteche, en el sentido de pensar con conceptos que reflejen
nuestra realidad, que no sean prestados de Europa.
–¿Una
especie de marxismo latinoamericanista?
–Abelardo
Ramos, que era un gran constructor de frases, hablaba de un "marxismo de
indias". Mariátegui reivindicaba el valor de las comunidades, de las
antiguas civilizaciones, y reivindicaba sus modos de vida, mucho más humanos
que los del capitalismo. Por otro lado, nunca fui revisionista. Entiendo que el
papel del revisionismo ha sido muy importante, pero es una corriente con un
amplio abanico ideológico y una de sus características, en muchos casos, es que
hay escasa rigurosidad. Por ejemplo, José María Rosa citaba de memoria y se
equivocaba. El trabajo de archivo, en cambio, es un trabajo pesado, aburrido y
sucio.
–¿Por
qué se interesó por la Guerra
del Paraguay?
–A
los 35 años, con un amigo viajamos a Paraguay, a Villa Encarnación. Cuando
llegamos a Asunción conocimos a Juan O'Leary, un revisionista histórico
paraguayo, de 90 años, muy bien erguido y con buena memoria. Él nos empieza a
hablar de la Guerra Guasu ,
como le dicen ellos, y me dejó muy intrigado.
–¿Usted
ya había leído algo sobre la guerra?
–No,
muy poco. Cuando volví a Buenos Aires empecé a leer. Lo que había eran puros
elogios del papel civilizador de la Argentina. Me fui desasnando y fui construyendo
mi libro, donde hablo del "gran negocio" de los proveedores de los
tres ejércitos aliados: Argentina, Brasil y Uruguay. Porque los soldados tenían
que comer todos los días, reponer los zapatos, los uniformes, las armas. Fue un
negocio fabuloso.
–Es
por eso que usted prefiere llamarla "guerra de la triple infamia", en
lugar de Triple Alianza.
–Creo
que quien la llamo así por primera vez fue Galasso. Y es correcto. El embajador
inglés en Buenos Aires participaba de las reuniones del gabinete de Mitre. Fue
una guerra infame por donde se la mire.
–¿Cuál
fue el rol de Mitre?
–Mitre
fue el más lúcido y culto representante de la oligarquía mercantil de la
provincia de Buenos Aires. Es Mitre el que arma la estrategia para extender la
dominación de esa oligarquía sobre el conjunto del territorio nacional. En
1861, Urquiza le regala la batalla de Pavón, y ahí se dan las condiciones para
que se invadan los 14 ranchos, para tratarlos como una conquista e incendiar
pueblos. Ese es el momento de extender la dominación al interior, en alianza
con la oligarquía azucarera de Tucumán.
–¿Y
la Guerra del
Paraguay fue la forma de consolidar esa expansión?
–Es
un episodio indispensable. En primer lugar, para derribar al gobierno blanco
uruguayo, con el cual Mitre no profesaba ninguna simpatía. Mitre intentaba
consolidar un poder interior y para eso debía impedir que algún poder exterior
pudiese servir a sus enemigos.
–Todavía
hoy se relativiza el rol de Gran Bretaña en esta guerra, pero para usted el
papel británico fue clave. ¿Por qué?
–Porque
Paraguay no sólo era enemigo de Mitre, sino que también era un modelo
antiliberal. Como tenía total autonomía y una participación estatal fuerte,
constituía una afrenta a las ideas liberales de la época. Paraguay estaba
inserto en un contexto mundial.
Había
una gran potencia central, Gran Bretaña, que organizaba el planeta en función
de crear las condiciones para la penetración del capital para hacerse de
materias primas y alimentos. Era una potencia que estaba configurando el globo
para poder ingresar libremente, sin regulaciones que obstruyeran sus intereses.
Además están los empréstitos británicos, que ocurren previos a la guerra,
durante y después y permitieron que la guerra dure mucho más de lo que habría
durado. Porque ni los recursos de Brasil y mucho menos los de Argentina,
permitían aguantar cinco años de guerra.
La
guerra del Paraguay es una forma, entonces, de integrar a un país con
desarrollo autónomo como el paraguayo al mercado mundial. Si hay historiadores
que ignoran esto, es por mala fe.
–Usted
sostiene que, para las ideas liberales de aquella época, Paraguay era un pueblo
"bárbaro". ¿Esa lógica se puede ver hoy en día también?
–Claro.
En Europa, por ejemplo en The Economist,
ya no usan la palabra "bárbaro", pero sí hablan de ignorancia, de
tozudez. Es lo que ellos despectivamente llaman "populismo", que no
se ajusta a los moldes constitucionales que han fracasado rotundamente en
Europa. En el populismo hay una participación de las masas que la juridicidad
burguesa no acepta; no acepta que las masas se puedan expresar directamente.
Siempre tienen que hacerlo por la intermediación de sus representantes.
Es
un típico ingrediente liberal de una juridicidad propia del capitalismo.
Entonces, ahí hay una deformación ideológica que no llega al nivel de Clarín o
de Perfil – que están en un nivel delictuoso, donde no hay respeto por la
verdad elemental – pero sí es cierto que The Economist es un diario muy
ideológico. Y lo ideológico siempre deforma.
–¿Qué
significa eso? ¿Cómo hace un intelectual para que lo ideológico no termine
primando por sobre los hechos?
–En
primer lugar, hay que ver qué clase de intereses priman en la cabeza de ese
intelectual. A veces, el intelectual no es consciente, pero está defendiendo
intereses dominantes, simplemente porque su formación cultural lo lleva a
utilizar valores y significados que le proporcionó la clase dominante. En
segundo lugar, está la honestidad intelectual. Si yo busco documentos y
encuentro cosas que contrarían las hipótesis que tengo, yo no debo ignorarlas,
porque eso va a corregir el error en mis hipótesis. La hipótesis no es una
verdad: es una tentativa de arribar a una cierta verdad a partir de una idea
previa. Entonces, si uno no corrige esa hipótesis, está falseando la historia.
Cuando aparece la verdad, no hay que tratar de ocultarla o justificarla.
–¿Y
en cuanto a lo ideológico?
–Yo
me fui del Partido Comunista de muy joven, porque nos dimos cuenta de que eso
se derrumbaba, que era una gran mentira. Sin embargo, yo, como historiador, no
puedo traicionar mis convicciones. Y por eso sigo pensando que si hubo un
sistema podrido en este mundo, es este que estamos viviendo. El capitalismo es
peor que el feudalismo. En el feudalismo todavía existían comunidades, con toda
la opresión que significaba el régimen feudal, en las cuales el apoyo recíproco
y la fraternidad tenían un valor para los pobres. En cambio, como dice
Tocqueville, el capitalismo es una sociedad egoísta, de seres a los que no les
importa absolutamente nada el destino de sus vecinos.
Hoy
leí un artículo donde un organismo que estudia los cambios climáticos explica
que tenemos 20 años para cambiar esta situación de destrucción ecológica,
porque de lo contrario la humanidad entera se va al diablo. La vida se va a
hacer imposible para gran parte de las manifestaciones de la vida. Nos vamos a
liquidar. El capitalismo es un sistema que lleva a su propia destrucción.
–En
ese marco, ¿cómo pueden defenderse los países latinoamericanos que, con matices
entre sus distintos gobiernos, tienen políticas y perspectivas distintas a las
europeas?
–Mirá,
hoy el gobierno de Venezuela está bastante jaqueado, el de Dilma está pasando
por bastantes apreturas, el de Cristina acaba de tener una derrota electoral.
Si estos gobiernos consiguen reponerse y dar continuidad a este proceso que ha
tenido manifestaciones magníficas, entonces podemos tener confianza de que
estaremos en mejores condiciones de defender un desarrollo autónomo. Ahora
tenemos que enfrentar un debilitamiento simultáneo, la constitución de la
alianza del Pacífico, que tiene un poder económico y bélico muy importante. Y
eso es para tener en cuenta.
–¿Cómo
ve a la academia actual? ¿Se mete en los debates importantes o la ve más bien
alejada de la realidad?
–No;
está alejada y sus interpretaciones de la historia dejan mucho que desear. El
mero hecho de que la guerra del Paraguay esté ausente de los cursos en la
universidad… eso ya no es ignorancia, sino ocultamiento deliberado. Por
ejemplo, una antigua alumna mía, Mirta Lobato, hoy es profesora y no incluye en
su programa de estudio a la
Guerra del Paraguay. Ella sostiene que fue una "guerra
externa". Inventar ese argumento significa que hay algo que no es exactamente
lo equivalente a la honestidad que debe tener un historiador.
–Hoy
en día hay un debate entre dos posturas que parecen irreconciliables: los
divulgadores y los llamados historiadores profesionales. ¿Usted se para en
alguna de esas veredas?
–Yo
estoy parado en el Instituto Varela, que dirige Norberto Galasso. A mí me cuesta
trabajo encontrar historiadores en el Instituto Dorrego, por ejemplo, con la
excepción de Hugo Chumbita. La habilidad de Pacho O'Donnell es leer diez libros
sobre Rosas y publicar un libro sobre Rosas. Jamás ha ido a un archivo y desde
el punto de vista metodológico es muy rudimentario.
Enfrente
están Luis Alberto Romero y compañía, que son discípulos de Halperín Donghi, un
gran historiador, muy inteligente, que maneja la ironía. Pero ellos no son
grandes historiadores. Lo único que tienen es el monopolio de la academia y del
CONICET.
–¿Le
gusta que la historia sea cada vez más masiva y aparezca en televisión, radio y
diarios?
–Me
encanta. Yo lo he visto a José Pablo Feinmann, por ejemplo, que no es
historiador pero sabe de historia y me parece muy bien la divulgación que hace.
Félix Luna era un gran divulgador y tiene obras muy importantes. Después está
Felipe Pigna, que tiene menor estatura intelectual que Luna, pero hace bien en
popularizar la historia, sacarla de cenáculos cerrados, hacerla masiva, algo
que siempre es positivo.
Castelli,
el elegido
Para
León Pomer, el personaje más interesante de la historia argentina fue Juan José
Castelli, uno de los hombres de Mayo. “En Tiahuanaco, él lee un documento que
si se hubiera podido realizar significaba la ruptura del régimen colonial, la
liberación de los indios y su igualación con los no indios. Castelli era
posiblemente el hombre más culto de los hombres de la revolución”, aseguró el
historiador.
Las
debilidades de la integración regional
Todas
las mañanas, León Pomer dedica dos horas y media de su día a leer noticias
internacionales. "Eso me ayuda a entender un poco lo que pasa acá",
explica. Para el historiador, el proceso de integración latinoamericana está en
un momento de "debilitamiento" producto de las complicaciones que
tuvieron –y tienen– los gobiernos de la Argentina , Brasil y Venezuela. A esa delicada
situación se suma lo que él llama las "amenazas" de Paraguay y Uruguay.
"Tabaré Vázquez, viejo amigo de Estados Unidos y posible candidato del
Frente Amplio el año que viene, declaró que está convencido de que EE UU ya
abandonó su política imperialista y, de paso, salió a criticar al Mercosur. En
Paraguay, antes de que Cartes asumiera, un senador dijo que debían mirar más a la Alianza del Pacífico.
Ellos, además, reniegan del ingreso de Venezuela al Mercosur. Vamos a ver qué
pasa con eso, pero hay una amenaza ahí, es para tener en cuenta", sostuvo
Pomer.
–¿Por
qué cree que el pueblo paraguayo eligió como presidente a un personaje como
Cartes? ¿El progresismo cometió errores?
–Cartes
es un prontuariado en Brasil por contrabandista y tiene denuncias por
narcotráfico. El grave error del progresismo fue dividirse en tres grupos. Es
esa manía que tiene la izquierda por fragmentarse. El otro error fue haber
confiado excesivamente en su propia fuerza, hubo una falta
En La Guerra del
Paraguay: ¡Gran negocio!, publicado por primera vez en 1968, Pomer
denunció el rol de Gran Bretaña y desnudó sus vínculos con el mitrismo, los
colorados orientales y el Imperio del Brasil.
conocimiento
total por lo que se estaba jugando ahí. Por otro lado, el Partido Colorado armó
un régimen clientelístico en un pueblo con carencias sociales tremendas. El
clientelismo implica que el pobre va a seguir siendo pobre, pero de vez en
cuando va a tener algún rédito. Es lo que hacen acá algunos caudillos del PRO.
Memoria de ARCHIVO (2012)
CCESDneuquén/Galasso
escribe.contesta.polemiza/entrevistas/2012.I.22 ENTREVISTA DE PAULA BISTAGNINO La Mañana de Neuquén
22-I-2012, 01:30| Nacionales |PUNTOS DE VISTA
NORBERTO
GALASSO
“Tenemos que
evolucionar hacia un socialismo del siglo XXI”
El
historiador y ensayista Norberto Galasso analiza el kirchnerismo, dice que
seguirá apoyando el proyecto desde afuera y que la izquierda debe entender que
la opción es entre este modelo o el enemigo.
Por PAULA BISTAGNINO
Desde
hace más de cinco décadas, cuando egresó de la Facultad de Ciencias
Económicas como contador, el historiador, ensayista y militante de la llamada
Izquierda Nacional, Norberto Galasso, se ha dedicado a trabajar en pos del
pensamiento nacional y popular. A través de libros que reúnen las ideas de Raúl
Scalabrini Ortiz, Arturo Jauretche, Manuel Ugarte y Juan José Hernández
Arregui, entre otros, ha permitido a las nuevas generaciones conocer figuras
olvidadas por la
Historia Oficial. Pero, siempre, sin descuidar su activo
compromiso político con el presente, que en la década del 90 lo mantuvo
“remando en el desierto” y que hoy lo encuentra apoyando al kirchnerismo:
“Néstor Kirchner fue una sorpresa enorme que no esperábamos porque veníamos de
la hegemonía del Consenso de Washington, las privatizaciones y el liberalismo
y, si bien nosotros nunca abandonamos, el escepticismo era muy grande. Pero
cuando empezamos a observar que se reivindica como hijo y nieto de las Madres y
Abuelas, cuando se saca de encima el monitoreo del FMI pagando la deuda, cuando
hace bajar los cuadros de los represores, entendimos que se estaba
reconstruyendo un movimiento nacional y que era posible recuperar banderas que
se creían abandonadas”, explica el dirigente del Frente Popular Enrique Santos
Discépolo y director del Instituto Histórico Felipe Varela, que en 2011 editó
su último libro, De Kirchner a Perón.
¿Cuáles
son sus expectativas del segundo mandato de Cristina Fernández?
Sabemos
que estamos en el medio una situación difícil provocada por la crisis económica
mundial, que daría la impresión de que está obligando al Gobierno a desacelerar
sus avances, especialmente con algunas políticas en pos de una más prudente
administración de los recursos, como la eliminación de subsidios. Hay que ver
cómo se sigue. Pero nuestra idea de profundización del modelo es, tal cual lo
venía planteando la
Presidenta , ir por la nacionalización del comercio exterior y
del aparato financiero. Todavía queda la recuperación del petróleo y la
minería. Y terminar con el trabajo en negro, que es lo más injusto. Bueno,
vamos a ver: el triunfo con el 54 % da una fuerza política importante como para
avanzar en ese terreno, pero la situación económica mundial puede perjudicar
esos avances y entonces tenemos que ser realistas y ver hasta dónde se puede
ir. De cualquier modo entendemos que no se puede esperar nada del otro lado.
¿Quiénes
están “del otro lado”?
Los
enemigos: una gran fuerza externa que pesa mucho sobre los pequeños países, que
es el FMI actuando como intérprete y defensor de los intereses de los Estados
Unidos principalmente y de Gran Bretaña también. Es el imperialismo, aunque ya
no se use mucho esa palabra y es a través de las embajadas y de las grandes
multinacionales que en la
Argentina han conjugado con intereses mediáticos importantes,
como Clarín, que tiene 280 bocas en todo el país para expandir su pensamiento.
Y en la Sociedad Rural
como expresión de un país donde la soja tiene una gran importancia y donde
todavía hay grandes corporaciones agropecuarias.
Yo
creo que en esa coalición que se puso de relieve con el conflicto por la 125 y la Ley de Medios y en la presión
de Estados Unidos por construir el ALCA para crear un mercado interno para sus
empresas, ahí están visualizados los sectores que quieren trabar el desarrollo
de una Argentina autónoma y nacional, con salarios reales importantes, con
distribución de las utilidades de las empresas y con transformaciones sociales
de fondo.
Usted
ha criticado duramente a colegas, intelectuales y militantes, como Beatriz
Sarlo o Jorge Altamira, acusándolos de no haber entendido lo que está pasando.
Esta
es una historia que viene de bastante lejos porque ha pasado con el partido
socialista o comunista enfrentando a (Juan) Perón en el ’46 y casi todos los
partidos democráticos después en la Junta Consultiva Nacional (organismo de la Revolución Libertadora ),
sin comprender que los movimientos nacionales son contradictorios. Porque son
movimientos policlasistas y por lo tanto, son heterogéneos y complejos. Y que
uno a veces encuentra que no satisfacen absolutamente sus expectativas. Pero
que no se les puede decir: “Si no hacen todo, nos ponemos en contra”. (Raúl)
Scalabrini Ortiz había definido bien esta situación y decía que alguien podía
no entender o no estar de acuerdo con lo que hacía el peronismo, pero que la
opción no era entre Perón y el Arcángel San Miguel, o sea, no era entre el
peronismo y el socialismo sin ningún error. No, la opción era Perón o
(Federico) Pinedo, que era la vuelta a los conservadores. Entonces, a veces las
concesiones que puede hacer el movimiento nacional no hacen más que revelar la
fuerza que tiene el imperialismo. Y esa fuerza hace que a veces haya que
negociar y otras que retroceder. Eso no significa que tenemos que estar adentro
del peronismo o el kirchnerismo, porque nosotros no podremos subordinarnos,
pero nunca podemos estar enfrente. Nunca. Nosotros seguimos en la política que
sustentamos siempre, que es un apoyo desde una perspectiva independiente, desde
una izquierda nacional, considerando que todos los avances en pos de la Liberación , de la Justicia Social y la Independencia Económica
son fundamentales.
También
escribió una Carta Abierta a Fito Páez cuando él dijo que le daban asco los
porteños que votaron a Mauricio Macri y usted le dijo que lo entendía, pero que
eso era errarle al enemigo.
Claro.
Yo le decía que a mí me daban pena. Porque son sectores de clase media que a
veces incluso tienen un ingreso menor al de los obreros, que sufrieron el
menemismo y que no usufructúan el modelo pro imperialista, pero que tienen una
formación vieja como consecuencia de toda una historia que arranca en la
concepción “civilización o barbarie”; que fueron educados creyendo que lo de
afuera siempre es mejor y que los empresarios no roban; que la política puede
no tener ideología, etc. Entonces, si bien a mí también me da bronca ese
hombre, igual que a Fito, creo que lo que hay que hacer, es trabajar para traerlos
a nuestro campo. Hay que tratar, aunque no nos guste, que no se vayan con el
enemigo. Es difícil, pero quizá si los hacemos leer a Jauretche... Porque ésa
es la perspectiva. Jauretche decía que él no era un vivo, sino un gil que se
avivó: “A mí me hicieron gil desde chico. La escuela, los grandes diarios, los
letreros de las calles, las estatuas de las plazas”, etc. Es eso: hay que
avivarse y avivar a esos sectores medios que miran a la villa con desprecio y
sueñan con acceder a la clase alta. A mí me dan pena, pero los quiero para
nosotros.
¿Qué
es el kirchnerismo con relación al peronismo?
(Se
ríe) Eso es lo que está siempre en discusión. Es complejo, porque para algunos
el kirchnerismo es la recuperación del peronismo después del desastre del
gobierno de (Carlos) Menem. Otros, en cambio, compañeros que conozco, se
definen como kirchneristas no peronistas, porque ven en el kirchnerismo rasgos
propios que no tuvo el peronismo, como puede ser el matrimonio igualitario o la
reivindicación de los Derechos Humanos hasta las últimas consecuencias.
Mientras que en otras cosas sí hay una continuidad, como en la unidad
latinoamericana: Perón hablaba del ABC (Argentina, Brasil y Chile) y Néstor y
Cristina avanzaron en la UNASUR
y ahora en el CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños). Yo
creo que hay sentidos en lo que es una continuidad y un recupero y hay otros
aspectos que son singulares y nuevos.
Personalmente,
¿usted cree que fue un acierto del kirchnerismo asimilarse al Partido
Justicialista?
Hay
una realidad: Néstor quiso hacer el intento de la transversalidad tomando lo
mejor de los distintos partidos para
crear una especie de tercer movimiento histórico. Y esto fracasó. Porque además
tenía el peligro de que (Eduardo) Duhalde copase el PJ y lo utilizara como un
elemento de oposición al Gobierno. Entonces probablemente no fue una elección,
sino que las circunstancias históricas lo llevaron a entender que era
fundamental tener buena relación con los intendentes y los gobernadores porque,
de otra manera, estaba en una situación débil.
Lo
importante, es ver que no pasó lo que cuenta (José Pablo) Feinmann en El Flaco, cuando dice que él le advirtió
a Kirchner que si tomaba el PJ para liquidar a Duhalde se iba a tansformar en
Duhalde. Eso no se produjo. Si bien es cierto que hizo algunos acuerdos con
intendentes y gobernadores, él siguió adelante con su política. Es que, dadas
las características policlasistas de estos movimientos, el purismo es
imposible. Esto pasaba también en la época de Perón y se llamaba la “conducción
pendular”, que se apoya en distintos sectores y que hace que haya giros y
movimientos que no siempre van en una línea perfecta, porque son los
acontecimientos los que van marcando dónde tienen su sustento principal.
¿Qué
es lo que más lo sorprendió de este proceso? ¿Hay algo que creyó que nunca iba
a ver?
Sí,
la Unión Latinoamericana.
Es una de las cosas más importantes de este tiempo y que a la vez es un sueño
viejo que viene desde (Bernardo de) Monteagudo, desde (Simón) Bolívar, de (José de) San Martín... Se
intentó muchas veces y jamás se pudo lograr, ni siquiera acercar a lo que
tenemos hoy. Es impresionante lo que se ha avanzado, aunque todavía falta y
esto se ha puesto de manifiesto en la solidaridad y apoyo que demostró la
cuestión de las Malvinas.
De
todas maneras, casi todo me sorprende porque yo en 2000 incluso pensé que el
peronismo se había terminado y que la mayoría de sus banderas estaban
enterradas para siempre. Son cambios muy fuertes en diez años, que es un
período muy corto para la historia de un país y de un Continente, porque (Hugo)
Chávez, (Rafael) Correa o Evo (Morales), también vinieron a cambiar esto.
¿Cómo
cree que el kirchnerismo va a ser recordado por la historia?
Como
un tipo que vino a cambiar la política y devolverle la capacidad de
transformación. Pero también como un trasgresor, un político de ruptura en la
manera de hacer política, que se pelea con Clarín y le dice: ¿Qué te pasha
Clarín? ¿Estás nerviosho? Que muestra otra cara argentina al mundo también,
porque él cambió la posición en los organismos internacionales. Y sobre todo,
un tipo que, como él mismo dijo, no dejó sus convicciones en la puerta de
entrada de la Casa
de Gobierno.
EDITORIAL: Punto de Encuentro - PÁGINAS:
456 – PRECIO: $ 130.-Galasso recupera la obra y figura de
Manuel Ugarte
En
"Hacia
la unidad latinoamericana", el historiador Norberto Galasso
compila una serie de artículos de Manuel Ugarte, prolífico escritor y político
argentino de origen socialista - figura clave del pensamiento emancipador de
América latina - que fue apartado, por sus ideas nacionales, de la historiografía
oficial.
El
libro, publicado por la
Editorial
Punto de Encuentro, es el
primero de la colección "Manuel Ugarte, el precursor de la Patria Grande ",
que busca rescatar del olvido la figura de este intelectual comprometido que a
principios del siglo XX expresó con énfasis la necesidad de unión entre los
países de Latinoamérica.
Junto
a Leopoldo Lugones, José Ingenieros, Ricardo Rojas, Macedonio Fernández y
Manuel Gálvez, Ugarte perteneció a la `generación argentina del 900`, marcada
por una fuerte actividad intelectual. Pero de todos ellos, sólo él fue
discriminado de la "alta cultura" por buscar la reconstrucción de la
nación latinoamericana y la liberación social de sus trabajadores.
Ugarte,
que ya en 1901 publica el artículo "El peligro yanqui", denunciando
las intervenciones estadounidenses en América latina, escribió muchos libros
que no se editaron en Argentina y que ahora, bajo la mirada de Galasso, comienzan
a ser publicados. Algunos títulos importantes son: "Mi campaña
iberoamericana" (1922), "El dolor de escribir" (1932) y "El
porvenir de América latina" (1910).
"¿Cómo
es posible que en un país donde tanto charlatán, tanto abogado de intereses
extranjeros, tanto figurón que nada aportó al país, tiene su estatua y es
nombrado en los colegios y en los medios, cómo es posible que una maldición tan
tremenda haya caído sobre Manuel Ugarte para silenciarlo?", se pregunta
Galasso en el prólogo del libro.
Y
apunta: "la explicación se encuentra en el Archivo General de la Nación. Allí están
los periódicos que constatan una gira de Manuel Ugarte, entre 1910 y 1912, por
todas las capitales de América Latina convocando a la unión de nuestros países
en la Patria Grande
y alertando sobre el peligro del expansionismo norteamericano".
"Ugarte
publicó casi cuarenta libros y, sin embargo, los gobiernos conservadores de la Argentina le negaron el
Premio Nacional de Literatura". "Ugarte señalaba - continúa el
historiador - en 1901, hace más de un siglo, que los países latinoamericanos
debían cumplir el sueño unificador de San Martín y Bolívar y construir la Patria Grande.
Señalaba,
asimismo, que si no lo hacían resultarían vasallos, sometidos por la expansión
de Estados Unidos y de Inglaterra". Galasso afirma: "Ugarte predicaba
la necesidad de una cultura nacional latinoamericana, para enfrentar tanto
europeísmo y tanta yanquización".
"El
socialismo en nuestra América latina tiene que ser nacional", sostenía un
adelantado Ugarte en una conferencia realizada en El Salvador en 1912,
motivando el rechazo de las posiciones internacionalistas del Partido
Socialista, que lo expulsaron en dos oportunidades, en 1913 y en 1935.
Ugarte
es autor de una prolífica obra literaria desacreditada por sus posiciones
políticas: "podemos verificar que publicó casi cuarenta libros y que, sin
embargo, los gobiernos conservadores de la Argentina le negaron el Premio Nacional de
Literatura", cuenta el historiador.
Y
continúa: "le negaron una cátedra y le escamotearon por largo tiempo una
jubilación de periodista a quien había publicado en los principales periódicos
de América latina, España y Francia. Sólo en los últimos años de su vida le
llegó un reconocimiento. El presidente Perón lo designó embajador en México,
Nicaragua y Cuba (1946-1950)".
Ugarte
murió el 2 de diciembre de 1951 en Niza por emanaciones de gas que hacen
suponer un suicidio. Dejó una extensa obra marcada por la necesidad de una
unión latinoamericana, una Patria Grande, que se pare contra todas las formas
de conquista extranjera. Recién ahora, gracias al trabajo de Galasso, empieza a
conocerse masivamente.
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EN LA SIGUIENTE Y ÚLTIMA PÁGINA, UNA
INTERESANTE INFORMACIÓN
24.06.2013 18:56 - El legislador y
candidato a diputado nacional por el Frente Para la Victoria , Juan Cabandié,
el historiador Norberto Galasso y el periodista Hernán Brienza encabezaron una
clase pública en el barrio porteño de Barracas para defender el dictado de
Historia argentina. "La historia nos permite saber de dónde venimos y
forma parte de la construcción de nuestra identidad", resaltó Cabandié al
participar de la charla abierta, convocada por Unidos y Organizados, frente a la Escuela 2 de Educación Media
de Barracas, donde también se congregaron gremialistas, docentes y jóvenes de la Federación de
Estudiantes Secundarios.
En
ese marco, el diputado porteño y dirigente de La Cámpora repudió el fallido
intento del Gobierno porteño de eliminar la materia “Historia Argentina” del
secundario al sostener que la iniciativa refleja "el pensamiento de la
centro derecha que encabeza Mauricio Macri que quiere que el revisionismo no
tenga lugar en la escuela para que los alumnos, futuros trabajadores, no tengan
la capacidad de ser sujetos críticos".
A
su turno, Galasso definió a la medida como "un intento más de sectores
reaccionarios de despolitizar y quitarle a los argentinos la idea de que
venimos de algo, que fuimos algo y que vamos hacia algo. Se trata de que los
jóvenes no sepan y que se dispersen con programas de televisión cómicos que no
profundizan".
"Macri
debe pensar, si es que alguna vez piensa, que esto de la historia no conviene,
porque no vaya a ser que los chicos sepan de la historia negra de los grupos
económicos que se enriquecieron con la dictadura mientras había 30 mil
desaparecidos", agregó.
La
clase pública, de la que participó un centenar de estudiantes, tuvo el fin de
rechazar los cambios curriculares lanzados por el macrismo para las diez modalidades
de Bachillerato de la
Nueva Escuela Secundaria que comenzará a implementarse en
2014, dentro de los cuales se había incluido la quita de la asignatura Historia
Argentina.
La
medida, asimismo, fue resistida tanto por historiadores, profesores, dirigentes
de gremios docentes y legisladores de diferentes sectores políticos al punto
que lograron que, en principio, se diera marcha atrás con la propuesta de
reforma.
Brienza,
en tanto, se sumó a los cuestionamientos al señalar que "no sorprende que
sea la derecha la que quiere impedir el proceso de construcción de la identidad
de los chicos". "Prohibir el dictado de esos contenidos en cuarto y
quinto año del secundario es prohibir que puedan contactarse con la miseria que
hizo la derecha y es un intento de esa derecha por dejarnos sin historia, sin
pasado, porque en el pasado estuvieron ellos lastimando", resaltó.
La
charla contó también con la presencia del diputado del Frente para la Victoria , Francisco
"Tito" Nenna; del secretario de UTE-Capital, Eduardo López; y del
director de la escuela media Néstor Reveschi.
Hace
unos días, un grupo de historiadores, investigadores científicos, docentes,
estudiantes de universidades, institutos terciarios y escuelas enviaron una
carta al ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, en la que expresaron
su rechazo a la propuesta de eliminar la materia.
Los
firmantes manifestaron que es "imprescindible que las autoridades
replanteen su propuesta curricular e incluyan la enseñanza de la Historia en los cinco
años" de la Nueva
Escuela Secundaria (NES).
"La
carta la presentamos el pasado 12 de junio en el Ministerio de Educación de la Ciudad por mesa de entradas
y pedimos que se convoque a las instituciones donde hay gente capacitada, para
pensar este tema", dijo a Télam el historiador Fabio Wasserman de la
facultad de Filosofía y Letras de la UBA.
Precisó que entre las numerosas adhesiones se encuentra la de
los historiadores e investigadores Hilda Sábato, José Carlos Chiaramonte, Jorge
Gelman y Noemí Goldman, entre muchos otros. - http://www.telam.com.ar/tags/4341-norberto-galasso/noticias
Pje. Rivarola 154 (Bs. As., Centro)
0054 - 11 - 4372 2358
Ciudad de BUENOS AIRES, Rca. Argentina
-- --
Corresponsalía Región Comahue (Patagonia Norte)
Antonio Angel Coria
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