Por Luis Bastús
Los dueños de los super chinos se reunieron con el ministro de Seguridad Lamberto, tras el saqueo en Villa Gobernador Gálvez. Temen que los ataques contra esos comercidos se reediten como en diciembre de 2012. La provincia les aseguró vigilancia y tareas preventivas. En Rosario y zona funcionan más de 200 autoservicios chinos.
REPRESENTANTES DE AUTOSERVICIOS CHINOS SE REUNIERON CON EL MINISTRO LAMBERTO.
Vigilancia contra intentos de saqueos
Los comerciantes asiáticos manifestaron su preocupación tras el ataque al super chino de Villa Gobernador Gálvez. El ministro les garantizó vigilancia y seguridad en la zona de los comercios. Desde la cámara siguen sospenchando de elementos políticos.
Por Luis Bastús
Los comerciantes chinos temen que haya réplicas de estos ataques como fue en diciembre de 2012.Imagen: Sebastián Granata
Los comerciantes chinos llevaron ayer su preocupación al ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, luego del saqueo perpetrado contra un supermercado de su comunidad, en Villa Gobernador Gálvez, y mientras persisten en el temor de volver a ser blanco de un fenómeno amplificado como ocurrió en diciembre de 2012. Lamberto les reiteró la certeza del gobierno en considerar que los sucesos del miércoles fueron ataques vandálicos de origen delictivo, ajenos a una demanda social, y por lo tanto limitables al control de la policía y el apoyo de Gendarmería. El director de la Federación de Supermercados y Asociaciones Chinas de Argentina, Miguel Calvete, no estuvo en la reunión, pero opinó que el ataque al negocio Hua Ding estuvo condimentado por factores singulares que explican porqué en otras ciudades los rumores eran los mismos pero aquí pasaron a los hechos. En su lectura vinculó a algunos de los que participaron del pillaje con el intendente villagalvense Pedro González. Una decena de comerciantes de origen asiático, en representación de los alrededor de 200 autoservicios chinos que funcionan en Rosario y alrededores, se reunieron al mediodía con Lamberto. El abogado Pablo Barello, que los representa desde la Federación y desde la Cámara de Autoservicios y Supermercados Propiedad de Residentes Chinos en Argentina (Casrech), valoró el hecho de que "el ministro abrió un canal directo con el gobierno y con los jefes policiales e inspectores de zona para que cada supermercadista pueda hablar con ellos directamente por esta situación que nos tiene muy preocupados". Agregó que "estas familias que hay detrás de cada supermercado tiene mucho en riesgo como para decir que se van tranquilas de la reunión, pero se nos dijo que lo ocurrido no obedece a una crisis social sino a delincuentes, y que la gente no se sumó como sí ocurrió el año pasado. El año pasado muchos comerciantes perdieron su negocio, sus ahorros, sus bienes, y muchos eligieron irse. Hoy ellos quieren seguir en Rosario, pero no quieren volver a perderlo todo", analizó Barello.
El titular de Seguridad les confirmó que el Ejecutivo manejaba información sobre la probabilidad de que ocurrieran ataques como los sucedidos en zona sur, pero que lo esperaban para mediados de diciembre. El representante del colectivo de supermercadistas chinos coincidió en que "hoy la situación es distinta a la de 2012, porque esta vez parecen haber actuado personas con antecedentes penales, soldados de bunkers de drogas. No consideramos que haya sido un saqueo, sino una situación puntual de delincuencia". Y reveló que le pidieron a Lamberto que "la seguridad que deben garantizar para poder trabajar no nos signifique un costo extra, adicional al que ya afronta cada negocio", en alusión a los posibles argumentos que la policía pueda llegar a esgrimir en los barrios a la hora de reforzar la vigilancia sobre estos comercios, más vulnerables que de costumbre en este contexto. "Y además, para que esta gente desista de armarse para defenderse por mano propia", acotó para explicar las balas que los dueños del Hua Ding dispararon contra la horda que los atacaba, y que causó heridas en cuatro personas.
Desde Buenos Aires, Calvete contextualizó lo ocurrido con "rumores similares que también circulan en el conurbano, en San Martín, en Mar del Plata, pero que en Rosario pasaron a los hechos".
-Por qué en Rosario sí y en otros conglomerados no?, preguntó Rosario/12.
-Creo que tienen que ver las particularidades propias del ambiente político local, que todos conocemos, y la sumatoria de otros condimentos que no existen en otros lugares, como cierto malestar policial, con ex policías desplazados, barrabravas y delincuentes comunes", respondió. Calvete sumó a su análisis "la actitud del intendente de Villa Gobernador Gálvez, de color político diferente al de la provincia, que justificó el saqueo al decir el disparate de que el comerciante había prometido regalar mercadería". En rigor, quien lanzó esa hipótesis no fue Pedro González sino su secretario de Gobierno, Rodolfo Cavalieri. Calvete cerró: "Seguramente hay una vinculación entre el intendente y los que saquearon ese supermercado". Este diario intentó comunicarse con González, quien no atendió los llamados.
Fuente:Rosario12
Seguirán presos 44 detenidos por los incidentes en comercios
30 nov, 2013
Ayer pasaron por Tribunales pero se negaron a declarar. No hay registro de que hayan actuado en los saqueos de 2012.
30 nov, 2013

Las 44 personas que habían sido detenidas en las últimas horas por haber participado en los robos a comercios de Villa Gobernador Gálvez y la zona sur de Rosario seguirán en esa condición durante todo el fin de semana. Ese grupo tuvo que presentarse ayer en los Tribunales provinciales a declarar. Ante el juez y de manera individual sólo se limitaron a negar su participación en los hechos y no aceptaron contestar las preguntas del magistrado. Todos los involucrados quedaron imputados por el delito de robo agravado en circunstancias de hurto calamitoso y por la participación de menores.
Las 44 personas que están detenidas tuvieron que pasar ayer por el Juzgado de Instrucción Nº 13 a cargo de Gustavo Pérez de Urrechu, quien lleva adelante la causa judicial en la que se investigan los robos a supermercados de Rosario y Villa Gobernador Gálvez del miércoles pasado.
Esas personas fueron llamadas a declaración indagatoria por el delito de robo agravado en circunstancia de hurto calamitoso y participación de menores. Además, a algunos de ellos se les agrega la imputación de resistencia a la autoridad.
Ante el magistrado, los 44 imputados negaron haber participado de los robos y luego decidieron no responder las preguntas que tenía preparada el juez.
Hasta el momento todos los imputados solicitaron la excarcelación, que debe decidir el juez. Antes, tres fiscales evaluarán si están de acuerdo o no con esta medida, tal lo dispuesto por la cámara penal. Los representantes del Ministerio Público tendrán en cuenta para su análisis que la imputación tiene una expectativa de pena de al menos 4 años de prisión.
Según surge de los archivos informáticos del sistema penal del Poder Judicial ninguno de los 44 detenidos participó en los saqueos que se consumaron en el mes de diciembre del año pasado en la ciudad y Villa Gobernador Gálvez.
Fuentes judiciales salieron ayer a mencionar ese dato luego de que trascendiera información de que varias de las personas imputadas contaban con ese antecedente. Igual, los voceros aclararon que eso no implica que los detenidos no cuenten con historiales por otros hechos delictivos.
Supermercados
En tanto, el ministro de Seguridad provincial, Raúl Lamberto, recibió ayer al mediodía a los comerciantes chinos que fueron víctimas de robos.
Pablo Barello, delegado de la Federación de Supermercados Chinos, dijo al salir del encuentro que “la reunión fue positiva”. “El ministro nos atendió personalmente y nos abrió un canal directo a los comerciantes”, agregó.
El dirigente destacó que Lamberto les manifestó que los sucedido entre miércoles y jueves en la ciudad “fueron hechos delictivos puntuales, no se trata de una crisis social generalizada de la ciudad de Rosario”
Barello también resaltó la preocupación que existe entre los propietarios de estos locales, ya que “los comerciantes de origen chino arriesgan todo, no sólo su negocio sino su familia y sus ahorros personales”.
Recordó que en diciembre del año pasado, cuando también hubo episodios de robos a supermercados y autoservicios, “muchos perdieron todo”.
Según el dirigente algunos negocios ya volvieron a abrir sus puertas, mientras que otros irán decidiendo “según el contexto donde están instalados”.
“Ellos vinieron a quedarse, a invertir en el país y trabajan muchísimo. Por eso pedían que el Estado les dé seguridad y les permita trabajar”, concluyó Barello.
“Chino, te voy a matar”
Yang tiene 30 años y el año pasado fue noticia al ser su comercio saqueado y tener que volverse a China con su familia para buscar ayuda. “Ya pasó casi un año y a pesar de las pruebas que presenté con mi abogado, de los daños que hicieron al súper, la Municipalidad no me dio una mano con nada”, reclamó el titular de Asia 2, en Pasaje Sanguinetti al 5200. Después del robo de diciembre, los vecinos apoyaron a Yang y a su familia pero tuvieron que volver a su país natal. “Por suerte, un pariente pudo darme algo de dinero así que seis meses después pude volver a abrir. Igualmente, con la seguridad que tengo que pagar, además del alquiler de los volquetes, para que no entren otra vez, se me va toda la ganancia. Hace un mes que no compro mercadería”, aseguró.
El miedo de Yang es por perder su trabajo y el de su familia, pero también lo invade la impotencia al ver (como pasó el miércoles por la tarde) a “un señor en moto, que venía mostrando un revólver”. Eso no fue todo: “Cuando pasó frente al mercado me dijo: «Chino, te voy a matar!» así que voy a seguir con los volquetes en la puerta y la seguridad para cuidar lo que es nuestro”.
Sobre los ataques a los comercios de la comunidad, Yang no se animó a decir que tuvieran la mira puesta en ellos: “A mi parecer, todo paisano que sea trabajador, que nunca tuvo problemas con nadie, no tiene por qué ser atacado de esta manera. Tenemos todos los impuestos pagos, hace seis años que estamos en el barrio y la gente nos quiere mucho. Algunos dicen que el chino tiene plata y no es así. Nosotros trabajamos todo el año, todo el día, vinimos al país sin un peso y lo que tenemos lo hemos ganado con mucho trabajo. No voy a permitir que otra vez me roben el fruto de mi trabajo y de mi familia”, aseguró.
Mientras tanto, Yang seguirá con los volquetes en los ingresos de su supermercado, como también la vigilancia de los efectivos policiales contratados.
Delincuentes
El concejal del Partido del Progreso Social y ex intendente Héctor Cavallero sostuvo ayer que los ataques a supermercados en Villa Gobernador Gálvez y la zona sur de Rosario fueron incitados por “delincuentes” y los diferenció de los desbordes de 2001 sosteniendo que en aquel momento, cuando el estallido social terminó de desbarrancar al gobierno de Fernando de la Rúa, había “hambruna”.
“Es totalmente distinto, en aquel entonces había una hambruna importante, en aquel momento también ocurrió que se mezclaron delincuentes, pero en este caso me parece a mí que los que hicieron la punta son grupos de delincuentes”, sostuvo el concejal.
“También hay sectores de narcotráfico ligados y como todas las cosas van curiosos, gente necesitada, sí hay que investigar a esta gente que organizadamente con motos, pagando, han instigado a concurrir, me parece correcto el accionar del gobernador, y también hay que incrementar el trabajo social”, concluyó el ex intendente de la ciudad.
Fuente:ElCiudadanoyLaGente
Sábado, 30 de noviembre de 2013
Amsafé Rosario advierte sobre el riesgo social en las zonas vulnerables de la ciudad
En el acto también había representantes de la Escuela Nº 243, a la que concurrió Gastón, el adolescente de 16 años a quien mató de rebote una bala de pelea ajena.

Los docentes de la escuela del barrio Santa Lucía conviven a diario con la marginalidad y la violencia. (Foto: M. Bustamante)
Por Silvia Carafa
“Las políticas sociales están resultando insuficientes”, dijo ayer el titular de Amsafé Rosario, Gustavo Terés. A las puertas de las vacaciones, cuando los estudiantes llenan de risas y redoblantes las calles por el fin de curso, el miércoles en las Cuatro Plazas (Provincias Unidas y Mendoza), un grupo de escuelas del oeste rosarino se reunieron con una consigna, “que no nos asesinen más pibes”. En esa brutal diferencia, la afirmación de los docentes se inviste de sentido. Entre agosto y noviembre la escuela del barrio Santa Lucía, lloró a tres ex alumnos muertos en el marco vulnerable de sus jóvenes vidas.
En el acto también había representantes de la Escuela Nº 243, a la que concurrió Gastón, el adolescente de 16 años a quien mató de rebote una bala de pelea ajena. En ese atardecer los maestros hablaron profundo y el video “El banco vacío”, con el que la escuela de Santa Lucía ganó el concurso del Concejo Municipal, marcó la cancha: basta de que las zonas más dolientes sigan poniendo las vidas en el conflicto abismal del narcotráfico y la exclusión como su correlato.
Según Terés, de las 235 víctimas de la violencia en Rosario a lo largo de 2013, el 80 % son menores de 25 años. Y por si fuera poco, el 40 % de los adolescentes entre 16 y 18 años que llega al Irar, tiene la marca de los apremios ilegales. Bandas, rehenes, complicidad de las fuerzas de seguridad. La cosa cambió mucho, pero no fue por sorpresa.
En esas cifras y en los últimos seis meses del año están incluidos los ex alumnos de la escuela de Santa Lucía: Mariela, de 19 años, quien murió a manos del narcotráfico; Macarena, de 17, que se suicidó como un año antes había hecho su hermano, eyectados de la vida por la marginación, y Emiliano, a quien le dieron un tiro en el estómago en la zona de 27 de Febrero.
“Hace cinco años en una feria de ciencias los alumnos de nuestra escuela hablaban sobre el impacto que tenían las drogas en los barrios, y a una de sus mejores portavoces, Mariela Soledad Nievas, la quemaron en un búnker y agonizó 28 días”, relata la psicopedagoga de la escuela de Santa Lucía, Dora Rodríguez.
Un corsé de hierro. En aquella misma feria de ciencias los alumnos de Dora, de una pincelada de brocha gorda, ajustaron la realidad que tanto les cuesta asumir a las autoridades. “No se puede elegir lo que no existe”, dijeron en septiembre de 2008.
Fuera de la escuela, en las barriadas profundas, no hay nada para hacer, deambulan, pierden el norte que con tanto esfuerzo ensamblaron en las aulas. “Hay que escuchar lo que dicen los chicos, lo hacemos desde hace años, pero se nos acabaron las herramientas, la escuela sola ya no puede con esto”, contó Dora.
Según la profesional, en el horario de clases en el barrio Santa Lucía, encerrado entre las vías, Circunvalación, Colombres y Cerrito, ya no hay tiros, pero de noche el lugar se transforma. “Si quienes tienen que poner los ojos acá no los ponen, esto sigue mal, enterrar a ex alumnos es un golpe terrible”, aseguró.
Para Terés, el tema necesita marco referencial para advertir su complejidad. “Si estamos viendo una situación de emergencia, hay que tener políticas de emergencias con inversiones distintas a las programadas, y articular entre todos los niveles del Estado”, explicó el gremialista.
“Hay que fortalecer la educación pública, crear equipos interdisciplinarios, comunidades terapéuticas preventivas y espacios recreativos con presencia continua”, enumeró Terés, sólo a modo de ejemplo, para hacer frente a la desolación de las barriadas. “A veces las autoridades creen que los barrios terminan en el edificio de la escuela, pero siguen muchas cuadras más allá”, enfatizó.
Sábado, 30 de noviembre de 2013
Los jóvenes anuncian sus propias tragedias
“Sentimos que no le importamos a nadie, acá los chicos se mueren por las drogas”. Entre quienes decían esto el 17 de septiembre de 2008 estaba Mariela Soledad Nievas.“Sentimos que no le importamos a nadie, acá los chicos se mueren por las drogas”. Entre quienes decían esto el 17 de septiembre de 2008 estaba Mariela Soledad Nievas. Fue en una de las ediciones de la Feria de Ciencia y Tecnología. Reflexiva y con una sonrisa la adolescente habló para La Capital.
En el acto también había representantes de la Escuela Nº 243, a la que concurrió Gastón, el adolescente de 16 años a quien mató de rebote una bala de pelea ajena. En ese atardecer los maestros hablaron profundo y el video “El banco vacío”, con el que la escuela de Santa Lucía ganó el concurso del Concejo Municipal, marcó la cancha: basta de que las zonas más dolientes sigan poniendo las vidas en el conflicto abismal del narcotráfico y la exclusión como su correlato.
Según Terés, de las 235 víctimas de la violencia en Rosario a lo largo de 2013, el 80 % son menores de 25 años. Y por si fuera poco, el 40 % de los adolescentes entre 16 y 18 años que llega al Irar, tiene la marca de los apremios ilegales. Bandas, rehenes, complicidad de las fuerzas de seguridad. La cosa cambió mucho, pero no fue por sorpresa.
En esas cifras y en los últimos seis meses del año están incluidos los ex alumnos de la escuela de Santa Lucía: Mariela, de 19 años, quien murió a manos del narcotráfico; Macarena, de 17, que se suicidó como un año antes había hecho su hermano, eyectados de la vida por la marginación, y Emiliano, a quien le dieron un tiro en el estómago en la zona de 27 de Febrero.
“Hace cinco años en una feria de ciencias los alumnos de nuestra escuela hablaban sobre el impacto que tenían las drogas en los barrios, y a una de sus mejores portavoces, Mariela Soledad Nievas, la quemaron en un búnker y agonizó 28 días”, relata la psicopedagoga de la escuela de Santa Lucía, Dora Rodríguez.
Un corsé de hierro. En aquella misma feria de ciencias los alumnos de Dora, de una pincelada de brocha gorda, ajustaron la realidad que tanto les cuesta asumir a las autoridades. “No se puede elegir lo que no existe”, dijeron en septiembre de 2008.
Fuera de la escuela, en las barriadas profundas, no hay nada para hacer, deambulan, pierden el norte que con tanto esfuerzo ensamblaron en las aulas. “Hay que escuchar lo que dicen los chicos, lo hacemos desde hace años, pero se nos acabaron las herramientas, la escuela sola ya no puede con esto”, contó Dora.
Según la profesional, en el horario de clases en el barrio Santa Lucía, encerrado entre las vías, Circunvalación, Colombres y Cerrito, ya no hay tiros, pero de noche el lugar se transforma. “Si quienes tienen que poner los ojos acá no los ponen, esto sigue mal, enterrar a ex alumnos es un golpe terrible”, aseguró.
Para Terés, el tema necesita marco referencial para advertir su complejidad. “Si estamos viendo una situación de emergencia, hay que tener políticas de emergencias con inversiones distintas a las programadas, y articular entre todos los niveles del Estado”, explicó el gremialista.
“Hay que fortalecer la educación pública, crear equipos interdisciplinarios, comunidades terapéuticas preventivas y espacios recreativos con presencia continua”, enumeró Terés, sólo a modo de ejemplo, para hacer frente a la desolación de las barriadas. “A veces las autoridades creen que los barrios terminan en el edificio de la escuela, pero siguen muchas cuadras más allá”, enfatizó.
Sábado, 30 de noviembre de 2013
Los jóvenes anuncian sus propias tragedias
“Sentimos que no le importamos a nadie, acá los chicos se mueren por las drogas”. Entre quienes decían esto el 17 de septiembre de 2008 estaba Mariela Soledad Nievas.“Sentimos que no le importamos a nadie, acá los chicos se mueren por las drogas”. Entre quienes decían esto el 17 de septiembre de 2008 estaba Mariela Soledad Nievas. Fue en una de las ediciones de la Feria de Ciencia y Tecnología. Reflexiva y con una sonrisa la adolescente habló para La Capital.
Nievas estaba junto a sus compañeras en el stand de la Escuela de Santa Lucía. Presentaban la revista “Tomala vos, dámela a mi”, en la que los mismos alumnos contaban lo que pasaba en el barrio. Y vaya si pasaba.
“Hace cinco años atrás, ella decía qué eran las drogas y cinco años después ella termina quemada y asociaron su muerte a un búnker”, dijo la psicopedagoga de la escuela, Dora Rodríguez. Y contó que la joven estaba muy comprometida con difundir cómo este tema afectaba a los jóvenes. También participó en un concurso de dibujos sobre la problemática.
La crónica policial recogió la tragedia de la joven y el relato estremece desde el principio “La corta y trágica vida de una chica que se ganó la plata y la muerte en un búnker”, arranca la nota en la edición de La Capital.
¿Y si Mariela Soledad Nievas hubiera encontrado cómo sostener lo que pensaba en la Feria de Ciencias?
¿Podría haberlo hecho en el entramado vulnerable en el que la plantó la vida? Era muy reflexiva, dijeron sus docentes. Pero no alcanzó. Quizás nadie pueda solo.
Dora, la psicopedagoga que trabajó los temas de exclusión y adicciones con el curso que Nievas sorpresivamente abandonó, no tiene dudas. “Mientras asisten a la escuela algo los contiene, pero al quedar afuera son aún más vulnerables, todos los ministerios deberían trabajar para encauzar la problemática de estos jóvenes”.
“No les importamos a nadie”, dijo Mariela Soledad. Tal vez no sea cierto. Tal vez Dora al fin logre sumar más gente a su lucha.
Fuente:LaCapital“Hace cinco años atrás, ella decía qué eran las drogas y cinco años después ella termina quemada y asociaron su muerte a un búnker”, dijo la psicopedagoga de la escuela, Dora Rodríguez. Y contó que la joven estaba muy comprometida con difundir cómo este tema afectaba a los jóvenes. También participó en un concurso de dibujos sobre la problemática.
La crónica policial recogió la tragedia de la joven y el relato estremece desde el principio “La corta y trágica vida de una chica que se ganó la plata y la muerte en un búnker”, arranca la nota en la edición de La Capital.
¿Y si Mariela Soledad Nievas hubiera encontrado cómo sostener lo que pensaba en la Feria de Ciencias?
¿Podría haberlo hecho en el entramado vulnerable en el que la plantó la vida? Era muy reflexiva, dijeron sus docentes. Pero no alcanzó. Quizás nadie pueda solo.
Dora, la psicopedagoga que trabajó los temas de exclusión y adicciones con el curso que Nievas sorpresivamente abandonó, no tiene dudas. “Mientras asisten a la escuela algo los contiene, pero al quedar afuera son aún más vulnerables, todos los ministerios deberían trabajar para encauzar la problemática de estos jóvenes”.
“No les importamos a nadie”, dijo Mariela Soledad. Tal vez no sea cierto. Tal vez Dora al fin logre sumar más gente a su lucha.


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