NSA espió a la Secretaría de Seguridad Pública de México
Publicado el 1/07/14 • en Contrainjerencia
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PEPE FLORES – Según documentos revelados por Edward Snowden en posesión del diario alemán Der Spiegel, la NSA también espió al organismo federal de seguridad pública en México.
De acuerdo con una investigación del diario alemán Der Spiegel -basada en los documentos revelados por Edward Snowden-, existen pruebas de que la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos (NSA, por sus siglas en inglés) espió a la Secretaría de Seguridad Pública de México dentro de la operación conocida como White Tamale (Tamal Blanco).
White Tamale se hizo célebre en octubre de 2013 cuando el mismo diario publicó que la NSA espiaba el correo electrónico del presidente Felipe Calderón. Este operativo se llevaba a cabo a través de una oficina especializada en este tipo de operaciones (Oficina de Operaciones de Accesos a Medida; TAO, por sus siglas en inglés). También se hizo público que esta intervención de comunicaciones se hacía mediante la intercepción de dispositivos -computadoras portátiles o teléfonos móviles-, a los cuales se les cargaba con software de espionaje.
La última pieza de Der Spiegel, fechada al 29 de diciembre de 2013, revela que la NSA vigiló las actividades de la Secretaría de Seguridad Pública (hoy en día, Comisión Nacional de Seguridad, bajo la Secretaría de Gobernación). En una primera instancia, obtuvieron acceso a las cuentas de correo de diferentes oficiales de la secretaría y, posteriormente, se infiltraron en servidores y dispositivos para grabar y transmitir datos desde la dependencia.
¿Quién espía a quién?
Para Der Spiegel, el espionaje de la NSA al SSP obedecía a una necesidad de “saber todo acerca del narcotráfico, la trata de personas y la frontera México-Estados Unidos”, temas cruciales en la agenda bilateral mexicana durante la administración pasada. Pero es probable que se hallan topado con más que eso.
El espionaje a la Secretaria de Seguridad Pública se dio, principalmente, durante el sexenio de Felipe Calderón, caracterizado por el combate frontal a la delincuencia organizada y al narcotráfico. Durante esta etapa, la SSP se convirtió en una de las secretarías con mayor influencia política y con una participación constante con Estados Unidos a través de la Iniciativa Mérida.
A través de la Iniciativa Mérida, México -específicamente, la SSP- recibió el Sistema Técnico de Vigilancia, un equipo que le permitía a la dependencia federal hacer una intervención puntual de las telecomunicaciones.
El equipo es capaz, entre otras cosas, de interceptar comunicaciones en protocolos TDMA, CDMA, GSM, IDEN, AMPS y PCS; interceptar y descifrar SMS; monitorear y grabar llamadas de voz o bajo protocolo VoIP; y almacenar hasta 25 mil horas de voz con metadatos (fecha, hora, duración, número entrante y saliente). Existen sospechas justificadas en documentos filtrados de Stratfor por WikiLeaks que este sistema se utilizó para espiar a disidentes y activistas, más que para vigilar a criminales.
Así mismo, la SSP también se ha visto envuelta en el escándalo de FinFisher en México. En julio de 2013, se detectó la presencia de FinFisher, un software de espionaje vendido a gobiernos, dentro de dos redes de telecomunicaciones en el país (Iusacell y Uninet).
Investigaciones posteriores señalaron que el software fue vendido a la Procuraduría General de la República (PGR) a través de la empresa Obses de México. También se reveló que la Secretaría de Seguridad Pública dio 37 contratos a Obses de México entre los años 2007 y 2012. Al igual que con el Sistema Técnico de Vigilancia, la sospecha es que FinFisher ha sido empleado para monitorear activistas. A octubre de 2013, el programa seguía activo en las redes de comunicación mexicanas.
Una reacción tibia
La reacción mexicana a las revelaciones de Edward Snowden pueden calificarse de tibias. Mientras que la canciller Angela Merkel ha reclamado personalmente al presidente Obama por las sospechas de espionaje o la presidente Dilma Rousseff incluso dio un airado discurso al respecto ante Naciones Unidas, la política mexicana ha sido la del silencio, a pesar del espionaje tanto al presidente Calderón como al entonces candidato (y hoy, mandatario de México) Enrique Peña Nieto.
En el caso de Peña, la NSA interceptó más de 85 mil mensajes de textoprovenientes del actual presidente mexicano. El servicio diplomático siguió la vía más discreta para pedir explicaciones, sin que se sepa hasta el momento el resultado de las pesquisas. Cuando se reveló que las embajadas y consulados de EE.UU en México (Distrito Federal, Guadalajara, Monterrey y Hermosillo)también servían como centros de recolección de datos, tampoco hubo aspavientos del gobierno mexicano.
A más de una semana de la última revelación de Der Spiegel (y a pesar de haber sido reproducido el tema por medios mexicanos), de nuevo reluce el silencio gubernamental ante la problemática. Si la NSA ha espiado al presidente de México y sus organismos federales, parece no generar un inconveniente (al menos, público) para la administración actual, contraria a la preocupación expresada por otros mandatarios.
Mientras, sólo resta preguntarnos: ¿qué otras cloacas destaparan los documentos filtrados por Snowden en 2014?
Fuente: http://www.fayerwayer.com/2014/01/la-nsa-espio-a-la-secretaria-de-seguridad-publica-de-mexico/
De acuerdo con una investigación del diario alemán Der Spiegel -basada en los documentos revelados por Edward Snowden-, existen pruebas de que la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos (NSA, por sus siglas en inglés) espió a la Secretaría de Seguridad Pública de México dentro de la operación conocida como White Tamale (Tamal Blanco).
White Tamale se hizo célebre en octubre de 2013 cuando el mismo diario publicó que la NSA espiaba el correo electrónico del presidente Felipe Calderón. Este operativo se llevaba a cabo a través de una oficina especializada en este tipo de operaciones (Oficina de Operaciones de Accesos a Medida; TAO, por sus siglas en inglés). También se hizo público que esta intervención de comunicaciones se hacía mediante la intercepción de dispositivos -computadoras portátiles o teléfonos móviles-, a los cuales se les cargaba con software de espionaje.
La última pieza de Der Spiegel, fechada al 29 de diciembre de 2013, revela que la NSA vigiló las actividades de la Secretaría de Seguridad Pública (hoy en día, Comisión Nacional de Seguridad, bajo la Secretaría de Gobernación). En una primera instancia, obtuvieron acceso a las cuentas de correo de diferentes oficiales de la secretaría y, posteriormente, se infiltraron en servidores y dispositivos para grabar y transmitir datos desde la dependencia.
¿Quién espía a quién?
Para Der Spiegel, el espionaje de la NSA al SSP obedecía a una necesidad de “saber todo acerca del narcotráfico, la trata de personas y la frontera México-Estados Unidos”, temas cruciales en la agenda bilateral mexicana durante la administración pasada. Pero es probable que se hallan topado con más que eso.
El espionaje a la Secretaria de Seguridad Pública se dio, principalmente, durante el sexenio de Felipe Calderón, caracterizado por el combate frontal a la delincuencia organizada y al narcotráfico. Durante esta etapa, la SSP se convirtió en una de las secretarías con mayor influencia política y con una participación constante con Estados Unidos a través de la Iniciativa Mérida.
A través de la Iniciativa Mérida, México -específicamente, la SSP- recibió el Sistema Técnico de Vigilancia, un equipo que le permitía a la dependencia federal hacer una intervención puntual de las telecomunicaciones.
El equipo es capaz, entre otras cosas, de interceptar comunicaciones en protocolos TDMA, CDMA, GSM, IDEN, AMPS y PCS; interceptar y descifrar SMS; monitorear y grabar llamadas de voz o bajo protocolo VoIP; y almacenar hasta 25 mil horas de voz con metadatos (fecha, hora, duración, número entrante y saliente). Existen sospechas justificadas en documentos filtrados de Stratfor por WikiLeaks que este sistema se utilizó para espiar a disidentes y activistas, más que para vigilar a criminales.
Así mismo, la SSP también se ha visto envuelta en el escándalo de FinFisher en México. En julio de 2013, se detectó la presencia de FinFisher, un software de espionaje vendido a gobiernos, dentro de dos redes de telecomunicaciones en el país (Iusacell y Uninet).
Investigaciones posteriores señalaron que el software fue vendido a la Procuraduría General de la República (PGR) a través de la empresa Obses de México. También se reveló que la Secretaría de Seguridad Pública dio 37 contratos a Obses de México entre los años 2007 y 2012. Al igual que con el Sistema Técnico de Vigilancia, la sospecha es que FinFisher ha sido empleado para monitorear activistas. A octubre de 2013, el programa seguía activo en las redes de comunicación mexicanas.
Una reacción tibia
La reacción mexicana a las revelaciones de Edward Snowden pueden calificarse de tibias. Mientras que la canciller Angela Merkel ha reclamado personalmente al presidente Obama por las sospechas de espionaje o la presidente Dilma Rousseff incluso dio un airado discurso al respecto ante Naciones Unidas, la política mexicana ha sido la del silencio, a pesar del espionaje tanto al presidente Calderón como al entonces candidato (y hoy, mandatario de México) Enrique Peña Nieto.
En el caso de Peña, la NSA interceptó más de 85 mil mensajes de textoprovenientes del actual presidente mexicano. El servicio diplomático siguió la vía más discreta para pedir explicaciones, sin que se sepa hasta el momento el resultado de las pesquisas. Cuando se reveló que las embajadas y consulados de EE.UU en México (Distrito Federal, Guadalajara, Monterrey y Hermosillo)también servían como centros de recolección de datos, tampoco hubo aspavientos del gobierno mexicano.
A más de una semana de la última revelación de Der Spiegel (y a pesar de haber sido reproducido el tema por medios mexicanos), de nuevo reluce el silencio gubernamental ante la problemática. Si la NSA ha espiado al presidente de México y sus organismos federales, parece no generar un inconveniente (al menos, público) para la administración actual, contraria a la preocupación expresada por otros mandatarios.
Mientras, sólo resta preguntarnos: ¿qué otras cloacas destaparan los documentos filtrados por Snowden en 2014?
Fuente: http://www.fayerwayer.com/2014/01/la-nsa-espio-a-la-secretaria-de-seguridad-publica-de-mexico/
Agentes antidroga de EEUU y ‘narcos’ mexicanos se reunían en secreto
Publicado el 1/07/14 • en Contrainjerencia
Publicado el 1/07/14 • en Contrainjerencia
Agentes de la oficina antidrogas estadounidense (DEA) y del Departamento de Justicia de Estados Unidos mantuvieron reuniones secretas con miembros de los cárteles mexicanos, incluido el dirigido por ‘El Chapo’ Guzmán –uno de los narcotraficantes más buscados del mundo–, según detallan una serie de documentos publicados por el diario mexicano ‘El Universal’.
El periódico asegura que el Gobierno de Estados Unidos estaba al corriente de dichas reuniones, que se celebraron sin que participaran autoridades mexicanas. De la misma forma, denuncia que la dirección regional de la DEA autorizó las reuniones y permitió que los miembros de los carteles de la droga continuaran funcionando.
Según la investigación, basada en informes judiciales y citas de algunos de los funcionarios estadounidenses que participaron en estos encuentros clandestinos con los ‘narcos’, los agentes de la DEA o representantes del gobierno estadounidense llegaron a proporcionar, incluso, datos que fueron clave para hacer algunas detenciones.
Estas reuniones habrían tenido lugar principalmente durante los sexenios del expresidente Vicente Fox (2000-2006) y Felipe Calderón (2006-2012) y de forma especial con el cártel de Sinaloa. De esta forma, la oficina antidrogas estadounidense obtenía información de las bandas rivales y, con ella, se aseguraban detenciones o intercepciones de cargamentos.
“No es como entrevistar a un fugitivo que camina en mi oficina en San Diego (Estados Unidos). Allí puedo arrestar al fugitivo, en México no puedo”, afirmó el agente de la DEA Manuel Castañón en una declaración judicial, en el proceso a Vicente Zambada Niebla, incluida en la investigación realizada por el citado diario.
En este sentido, el texto señala que en algunas ocasiones los agentes de la DEA o el propio Gobierno estadounidense proporcionaban datos obtenidos en estas reuniones, sin citarlas, al Gobierno de México para que éste procediera a las detenciones.
De hecho, entre 2006 y 2012, doce de las capturas más importantes contaron con la participación de la DEA, según los datos de la propia agencia antidrogas, que se han negado a responder a cualquier pregunta relacionada con esta investigación. - EP
El periódico asegura que el Gobierno de Estados Unidos estaba al corriente de dichas reuniones, que se celebraron sin que participaran autoridades mexicanas. De la misma forma, denuncia que la dirección regional de la DEA autorizó las reuniones y permitió que los miembros de los carteles de la droga continuaran funcionando.
Según la investigación, basada en informes judiciales y citas de algunos de los funcionarios estadounidenses que participaron en estos encuentros clandestinos con los ‘narcos’, los agentes de la DEA o representantes del gobierno estadounidense llegaron a proporcionar, incluso, datos que fueron clave para hacer algunas detenciones.
Estas reuniones habrían tenido lugar principalmente durante los sexenios del expresidente Vicente Fox (2000-2006) y Felipe Calderón (2006-2012) y de forma especial con el cártel de Sinaloa. De esta forma, la oficina antidrogas estadounidense obtenía información de las bandas rivales y, con ella, se aseguraban detenciones o intercepciones de cargamentos.
“No es como entrevistar a un fugitivo que camina en mi oficina en San Diego (Estados Unidos). Allí puedo arrestar al fugitivo, en México no puedo”, afirmó el agente de la DEA Manuel Castañón en una declaración judicial, en el proceso a Vicente Zambada Niebla, incluida en la investigación realizada por el citado diario.
En este sentido, el texto señala que en algunas ocasiones los agentes de la DEA o el propio Gobierno estadounidense proporcionaban datos obtenidos en estas reuniones, sin citarlas, al Gobierno de México para que éste procediera a las detenciones.
De hecho, entre 2006 y 2012, doce de las capturas más importantes contaron con la participación de la DEA, según los datos de la propia agencia antidrogas, que se han negado a responder a cualquier pregunta relacionada con esta investigación. - EP
México: Fox busca buitres del petroleo por “amor a México
Publicado el 1/07/14 • en Contrainjerencia
Publicado el 1/07/14 • en Contrainjerencia
(APRO) – El expresidente Vicente Fox Quesada afirmó hoy que su propuesta de impulsar la creación de un fondo de 500 millones de dólares para financiar a empresarios que quieran invertir en la industria petrolera del país la hizo únicamente pensando en su amor a México.
“No tengo participación, son mis ganas de mantenerme activo, mi amor a México y a los mexicanos. Estoy activo y con muchas ganas de servir a México y crear empleos”, señaló en entrevista radiofónica con Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula.
Añadió:
“Es un fondo especializado en energía y estructura para las pequeñas y medianas empresas del país que se acerquen a Pemex y saber que cuentan con los fondos para realizar estos proyectos”.
El guanajuatense, quien celebró la aprobación de la reforma energética, reiteró que su iniciativa es una cruzada para reunir fondos a través de inversiones y que éstos se unan a los fondos nacionales.
Explicó que para concretar el proyecto falta la aprobación de las leyes secundarias en materia energética, mismas que detallarán cómo será la participación de las empresas que inviertan en el sector.
Asimismo, adelantó que por ahora se dedicará a dar conferencias en diversas partes del mundo para promover las inversiones y tener todo listo para cuando se determinen las formas de participación de las empresas.
“Voy al Congo a una conferencia para llevar la voz de México, del México que dejó atrás las ataduras y se atrevió a ver al futuro”, apuntó.
Remató:
“(El fondo) Es una acción buena para México y los mexicanos, para las pequeñas y medianas empresas”.
Ayer, Vicente Fox anunció la creación de un fondo petrolero por 500 millones de dólares para participar en la industria energética mexicana.
“Hay un gran interés afuera, la industria va a crecer”, afirmó el expresidente en declaraciones a los periodistas en la sede de la fundación política que lleva su nombre, en el estado de Guanajuato.
Mencionó que quienes aporten el dinero cobrarán intereses “en términos muy competitivos internacionales muy moderados”.
Destacó que acaba de regresar de Estados Unidos y Canadá, donde promovió las inversiones “y lo atractivo” de la reforma energética aprobada en el Congreso de la Unión.
En los mercados de esos países, aseguró, “hay un gran entusiasmo tras la enmienda constitucional”.
“No tengo participación, son mis ganas de mantenerme activo, mi amor a México y a los mexicanos. Estoy activo y con muchas ganas de servir a México y crear empleos”, señaló en entrevista radiofónica con Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula.
Añadió:
“Es un fondo especializado en energía y estructura para las pequeñas y medianas empresas del país que se acerquen a Pemex y saber que cuentan con los fondos para realizar estos proyectos”.
El guanajuatense, quien celebró la aprobación de la reforma energética, reiteró que su iniciativa es una cruzada para reunir fondos a través de inversiones y que éstos se unan a los fondos nacionales.
Explicó que para concretar el proyecto falta la aprobación de las leyes secundarias en materia energética, mismas que detallarán cómo será la participación de las empresas que inviertan en el sector.
Asimismo, adelantó que por ahora se dedicará a dar conferencias en diversas partes del mundo para promover las inversiones y tener todo listo para cuando se determinen las formas de participación de las empresas.
“Voy al Congo a una conferencia para llevar la voz de México, del México que dejó atrás las ataduras y se atrevió a ver al futuro”, apuntó.
Remató:
“(El fondo) Es una acción buena para México y los mexicanos, para las pequeñas y medianas empresas”.
Ayer, Vicente Fox anunció la creación de un fondo petrolero por 500 millones de dólares para participar en la industria energética mexicana.
“Hay un gran interés afuera, la industria va a crecer”, afirmó el expresidente en declaraciones a los periodistas en la sede de la fundación política que lleva su nombre, en el estado de Guanajuato.
Mencionó que quienes aporten el dinero cobrarán intereses “en términos muy competitivos internacionales muy moderados”.
Destacó que acaba de regresar de Estados Unidos y Canadá, donde promovió las inversiones “y lo atractivo” de la reforma energética aprobada en el Congreso de la Unión.
En los mercados de esos países, aseguró, “hay un gran entusiasmo tras la enmienda constitucional”.
Envío:Amarelle



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