7 de abril de 2014

CHACABUCO: EXHIBEN 2 DE ABRIL DE DIEGO PARUELO.

07.04.2014
Exhiben 2 de abril de Diego Paruelo en Chacabuco 
Un reportaje fotográfico desnuda las secuelas de la cruenta guerra
El fotorreportero de Tiempo Argentino registró durante tres años una serie de imágenes del ex combatiente de Malvinas Sergio Gasco, quien al finalizar el conflicto sufrió sordera por una esquirla que le había perforado el tímpano. 





Por: Ivana Romero
En su ensayo "Mirar", el británico John Berger habla de ciertas fotos que nos atrapan, que nos permiten sumergirnos en el sufrimiento de los otros. "Después intentamos salir del momento de la fotografía y emerger en nuestras vidas. Y al hacerlo, el contraste es tal que el reanudarlas sin más nos parece una respuesta desesperadamente inadecuada a lo que acabamos de ver", dice.

Eso es lo que ocurre al mirar el ensayo fotográfico "2 de Abril" realizado por Diego Paruelo. Entre 2000 y 2003, el fotógrafo trabajó junto al ex combatiente de Malvinas Sergio Gasco. En esas imágenes, que en muchos casos registran la cotidianeidad de Gasco, se abre una sombra, un momento de silencio, y también de abismo. Esas fotos nos miran y nos interpelan. 

Esto es algo que, reconoce Paruelo, también le ocurrió a él mientras realizaba su investigación. "Lo que me llamaba la atención, por ejemplo, es el modo en que le brillaban los ojos en la foto de su documento del Ejército, antes de ir a Malvinas, y lo que esos ojos, ya opacos, dicen tiempo después, cuando Sergio posa con su chaquetilla de guerra", dice el fotógrafo para ejemplificar su decisión de retratar ese espacio de soledad de un hombre "que era muy divertido, muy gracioso cuando hablaba pero que al mismo tiempo tenía algo muy vuelto hacia adentro". 

La muestra se exhibe desde el sábado pasado en la Fotogalería Meridiano 0°, Avenida Alsina 29, de la localidad bonaerense de Chacabuco. 

"La idea original era hacer un ensayo sobre distintas historias y por eso me fui acercando a centros de ex combatientes, por ejemplo, el de Lanús. Al fin me di cuenta de que quería abarcar demasiado. Entonces aparece Fabiana. Ella era novia de Sergio desde antes de Malvinas. Cuando él vuelve, se casan y tienen a su hijo, Walter. Lo singular es que quien iba a las reuniones de los ex combatientes era ella, no él. Y un día me dijo 'si querés, te acompaño a casa y conocés a Sergio'. Así empezó todo", cuenta Paruelo.

A los 20 años, habiendo terminado el servicio militar, Gasco fue enviado a las islas. Su puesto asignado estaba a los pies del Monte Longdon, donde tuvo lugar una de las batallas más difíciles del conflicto bélico, que terminó con la victoria británica. Luego de la derrota, Gasco fue tomado como prisionero de guerra. 

Veinte años después, se encontró con una realidad adversa: sin trabajo y con graves secuelas psíquicas y físicas, desde estrés postraumático hasta una sordera provocada por una esquirla que le había perforado el tímpano. En abril de 2003 falleció por una enfermedad terminal. "El me decía 'yo era un salvaje, a mí me curtía la calle'. En la conscripción se escapaba, vivía siendo castigado y de hecho, cuando lo llaman para ir a la guerra, lo mandan a la primera fila. Decía que al principio no se hizo problemas pero que cuando empezó el conflicto, la guerra se transformó en otra cosa", relata Paruelo. De este modo, da cuenta del vínculo que estableció con Gasco "donde yo a veces usaba la cámara y a veces no, porque estas investigaciones no pueden apurarse". Su desafío, cuenta, era hacerse cada vez más invisible y que su cámara fuera un elemento capaz de convivir con la cotidianeidad del retratado. 

La muerte de Gasco fue, para Paruelo, "algo inesperado y doloroso porque a esa altura, Sergio ya era un amigo".

Paruelo empezó su ensayo con la tutoría de Daniel Pessah y lo completó en el taller de Adriana Lestido. Esta muestra ya se exhibió en algunos lugares como el Museo de la Memoria de Rosario y la sede porteña de la Alianza Francesa, en el marco del Festival de la Luz. 
un nuevo paradigma
En el conflicto de Malvinas fallecieron más de 600 argentinos. Las secuelas de la guerra y el abandono de sus responsabilidades por parte del Estado durante años precipitaron la muerte de muchos sobrevivientes. Si bien no hay cifras oficiales, se estima que esas muertes suman la misma cantidad que las acaecidas durante la guerra. No obstante, la situación cambió de 2003 hasta acá. Así lo afirma Ernesto Alonso, miembro del Centro de Ex Combatientes de La Plata (CECIM) y presidente de la Comisión Nacional de Ex Combatientes del Ministerio del Interior. "Hoy los ex combatientes reciben una pensión nacional, que los cubre a ellos y a sus familiares. También las provincias otorgan este beneficio. Además resolvimos el tema laboral para unos 2500 compañeros. Esto implica, por ejemplo, que ya no veas a ex conscriptos que tienen que salir a vender cosas para sobrevivir en los trenes o los colectivos. Es decir, las redes de contención desde el punto de vista de la asistencia socio-sanitaria funcionan", asegura.

"Siempre tuvimos el reconocimiento de la sociedad pero a eso se suma ahora el cambio de paradigma que realizó el Estado en la cuestión Malvinas. Hoy se entiende que se trató de una decisión de la dictadura cívico-militar. No reivindicamos la acción bélica porque nos embargó el futuro. Pero sí hay una fase pendiente: la justicia. Es necesario juzgar a quienes son responsables de vejámenes y torturas que sufrieron muchos soldados. La causa que iniciamos en 2007 se encuentra desde agosto de 2012 en la Corte Suprema de Justicia. Lo que falta ahora en términos de reparación está en manos del poder judicial", concluye. 
Fuente:TiempoArgentino

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