Por Washington Uranga
Para deshacer la campaña mediática desatada por la confusa desmentida de un vocero vaticano, el propio Papa tuvo que aclarar que la carta a CFK fue enviada por él mismo. “Algunos medios quisieron sacar agua de la tierra árida para generar conflictos, sin tener el rigor de informar con la verdad”, aseguró.
EL PAPA RATIFICO LA AUTENTICIDAD DE LA CARTA QUE LE ENVIO A CRISTINA FERNANDEZ DE KIRCHNER
Carta certificada por el propio Francisco
Jorge Bergoglio habló con el embajador argentino en el Vaticano, Juan Pablo Cafiero, y puso fin a las especulaciones. Además, se mostró “molesto” con algunos medios que buscaron “generar conflictos sin tener el rigor de informar con la verdad a la sociedad”.
Por Washington Uranga
Oscar Parrilli y Guillermo Oliveri fueron los encargados de difundir el diálogo entre Francisco y Juan Pablo Cafiero.Imagen: Télam
El propio papa Francisco tuvo que expresarse ayer para ratificar la autenticidad de su propia carta, a través de una llamada al embajador argentino en el Vaticano, Juan Pablo Cafiero. El Papa, en diálogo con el representante argentino, dio por tierra con todas las especulaciones que el jueves tejieron periodistas y medios de comunicación para acusar al Gobierno de falsificar una carta del Papa. Todo ello a pesar de la explicación que, oportuna y precisamente, ofrecieron el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, y el secretario de Culto, Guillermo Oliveri.
Si bien la palabra de Francisco resulta la más significativa para quitar toda duda, desde el Vaticano, el propio sacerdote Guillermo Karcher, el cerimoniere convertido insólitamente en vocero, asumió el “error”, pidió disculpas y hasta se excusó por el “exabrupto” utilizado al decir que la presunta falsificación de la carta había sido una jugada de “mala leche”. También en Roma, el director de la sala de prensa del Vaticano, el sacerdote jesuita Federico Lombardi, confirmó sin mayores comentarios la autenticidad de la carta, mientras en Buenos Aires varios medios y periodistas seguían poniendo en tela de juicio la validez del documento.
En Buenos Aires, el nuncio apostólico (embajador de la Santa Sede en Argentina), el obispo suizo Emil Paul Tscherrig, dijo también en declaraciones improvisadas en la puerta de su representación diplomática que en la Nunciatura “nunca” se había dado por falsa la carta. Para el nuncio “es una carta normal, un mensaje normal que se envía de un gobierno a otro gobierno”. De paso, arremetió sin mencionarlo contra Karcher, al señalar que hubo “una confusión, que no viene de esta casa, de esta Nunciatura”. Y en un mensaje dirigido a quienes especularon con enfrentamientos entre el Gobierno argentino y el Vaticano, pidió a los periodistas que “no aumentemos la pelea, porque no hay pelea”.
En su diálogo con el embajador Cafiero, el papa Francisco le aseguró que “es auténtica” y se mostró “molesto” con algunos medios de comunicación que “quisieron sacar agua de la tierra árida para generar conflictos sin tener el rigor de informar con la verdad a la sociedad”. El Papa autorizó a Cafiero a hacer pública la conversación y luego, en Buenos Aires, fue Oscar Parrilli el encargado de darla a conocer públicamente. El secretario general de la Presidencia dijo también que el embajador argentino agradeció a Francisco el “gesto de honestidad y respeto que une a la Santa Sede con la Argentina y que Francisco honra con la verdad”. Frente a estos hechos, dijo Parrilli, “el gobierno argentino no tiene ningún comentario más que realizar”.
Se supo también que el jueves ya avanzada la noche, cuando el nuncio Tscherrig fue contactado por los funcionarios argentinos, no sólo manifestó su sorpresa frente a las afirmaciones de falsedad de la carta, sino que, además de ratificar la autenticidad del documento, no ocultó su indignación por el uso que se hizo de la misiva, coincidiendo en esto con lo que horas después diría el propio Papa.
Tal como lo habían adelantado Parrilli y Oliveri el jueves en conferencia de prensa en la Casa Rosada, la carta transitó por todos los caminos diplomáticos habituales hasta llegar a la Presidenta. Como es costumbre, el mensaje fue transmitido por “cable” desde la oficina del Sustituto de la Secretaría de Estado del Vaticano, a cargo del arzobispo Angelo Be-cciu, encargado de las relaciones internacionales de la Santa Sede. Una vez llegada a Buenos Aires por esa vía, la nota fue transcripta en la Nunciatura –por ese motivo está en papel con membrete de esa representación diplomática– y enviada al Gobierno a través de la Secretaría de Culto, tal como se consignó desde las fuentes oficiales.
Es costumbre del Vaticano enviar mensajes papales a todos los países con los cuales mantiene relaciones diplomáticas cada vez que celebran fiestas nacionales. En el caso particular de Argentina, esto que es habitual y protocolar supera la formalidad dado que el papa Bergoglio le imprime a ese mensaje su estilo propio, que habla también de la relación personal que lo une con la Presidenta.
Al margen de la falta de rigurosidad mostrada por medios y periodistas en el manejo de la información, quedan todavía interrogantes acerca de la actitud asumida por el sacerdote Guillermo Karcher, poniendo en duda la autenticidad de la nota papal. Sobre todo teniendo en cuenta que no es atribución del cerimoniere pontificio, una especie de jefe de protocolo del Papa, ratificar o desmentir lo dicho por Francisco. Y que tampoco lo habilita para ello su condición de argentino.
Si bien en Buenos Aires, por lo menos entre el Gobierno y el Vaticano, la situación quedó totalmente esclarecida, habrá que esperar novedades respecto de las decisiones que se puedan tomar en Roma como consecuencia de los dichos de Karcher que en medios eclesiásticos locales dieron lugar a muchas calificaciones, siendo “imprudencia” la más tenue de las apreciaciones. Mientras tanto, la Iglesia y la jerarquía local se mantuvieron totalmente al margen del episodio y la preocupación que atravesó los pasillos eclesiásticos sólo se limitó a los comentarios –entre enojados y risueños– que siguieron a la sorpresa y al estupor inicial.
CFK RECIBIO MAS CARTAS POR LA CELEBRACION DEL 25 DE MAYO
Mensajes con saludos de varios presidentes
La carta con el saludo del papa Francisco a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y al pueblo argentino por el 204º aniversario de la Revolución de Mayo no fue la única que llegó a la Casa Rosada. Jefes de Estado de diversos países también enviaron sus salutaciones por la conmemoración, entre ellos los presidentes de Estados Unidos, Rusia, China, México y el rey de Arabia Saudita.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, felicitó a CFK y al “pueblo argentino” por la conmemoración y sostuvo que tanto Argentina como Estados Unidos comparten “valores culturales y democráticos”. También señaló que esos valores en común “continuarán fomentando las relaciones constructivas” y “brindarán oportunidades para afianzar la cooperación”.
Desde Moscú, Vladimir Putin destacó en su carta los avances de nuestro país en “materia económica, social y científico-técnica” y la “cooperación constructiva en diferentes esferas”. También afirmó que ambas naciones se encuentran unidas bajo un “carácter amistoso” y advirtió que le pertenece a Argentina “un papel relevante en la solución de problemas actuales de la agenda regional y global”.
El saludo chino remarcó que este 2014 se cumplen diez años del establecimiento de la asociación estratégica entre China y Argentina. Su presidente, Xi Jinping, dijo que espera su visita al país para “intercambiar opiniones” y “llevar adelante aún más” la relación entre ambos países.
El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, aprovechó para “reafirmar el compromiso” de su gobierno para trabajar conjuntamente en el fortalecimiento de la relación” entre ambos países. El rey de Arabia Saudita, Abdallah bin Abdulaziz Al-Saud, deseó a la Presidenta y a los argentinos “continuo progreso y felicidad”.
También saludaron a la mandataria los jefes de Estado de Cuba, Raúl Castro, el alemán Joachim Gauck, Adli Mansoyr, por Egipto, y el presidente de India, Pranab Mukherjee.
Fuente:Pagina12


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