12.05.2014
Carlos Orlando Generoso, alías "Fragote", suboficial del SPF
En la ESMA, un torturador se jactaba de haber participado en el asesinato del padre Mujica
Fragote. Tenía "extraviados ojos verdes" y participó en el asesinato de Rodolfo Walsh
El suboficial del Servicio Penitenciario Federal Carlos Orlando Generoso, miembro del "Grupo de Tareas" que operaba en la ESMA, se jactaba de haber participado en el asesinato del padre Carlos Mujica, denunció Carlos Muñoz, un ex detenido-desaparecido sobreviviente al cautiverio en ese centro clandestino de detención. Muñoz fue torturado por Generoso, que en la ESMA se hacía llamar "Agustín" pero a quien por sus compañeros de fechorías solían llamar "Fragote". Después de torturarlo, Generoso solía ir al sótano de la ESMA, dónde Muñoz trabajaba como esclavo en el laboratorio fotográfico falsificando documentación a pedido de sus captores y carceleros, a fin de conversar con él, tratando de extraerle información por métodos incruentos.
Carlos Orlando Generoso, alías "Fragote", suboficial del SPF
En la ESMA, un torturador se jactaba de haber participado en el asesinato del padre Mujica
Fragote. Tenía "extraviados ojos verdes" y participó en el asesinato de Rodolfo Walsh
El suboficial del Servicio Penitenciario Federal Carlos Orlando Generoso, miembro del "Grupo de Tareas" que operaba en la ESMA, se jactaba de haber participado en el asesinato del padre Carlos Mujica, denunció Carlos Muñoz, un ex detenido-desaparecido sobreviviente al cautiverio en ese centro clandestino de detención. Muñoz fue torturado por Generoso, que en la ESMA se hacía llamar "Agustín" pero a quien por sus compañeros de fechorías solían llamar "Fragote". Después de torturarlo, Generoso solía ir al sótano de la ESMA, dónde Muñoz trabajaba como esclavo en el laboratorio fotográfico falsificando documentación a pedido de sus captores y carceleros, a fin de conversar con él, tratando de extraerle información por métodos incruentos.
Fue en estas ocasiones, puntualizó Muñoz, que "Fragote" se jactó tanto de haber integrado las escuadras asesinas de la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina) como de haber participado en el asesinato de Mujica, a quien acusaba de ser de los peores "subversivos" por infundirle ideas "comunistas" a los jóvenes.
A continuación, el texto completo que Muñoz -que milita en el peronismo junto a vicegobernador bonaerense, Gabriel Mariotto- subió a su página de Facebook:
Generoso: "Se aplica a la persona que ayuda y da lo que tiene a los demás sin esperar nada a cambio." (Diccionario de la Real Academia Española).
Carlos Orlando Generoso, alias Fragote o Agustín, suboficial del Servicio Penitenciario Federal, no hacía honor a su apellido, en ese pequeña habitación identificada con el número 13, en el fondo del sótano del casino de oficiales de la ESMA estaba decidido a no ayudarme en nada y lo que si daba era mayor voltaje a la picana que usaba para "interrogarme".
Había que reconocerle originalidad para ese execrable oficio de torturador, porque el tipo, cada tanto, te ponía la picana en los ojos, y así literalmente te hacía ver las estrellas.
Se había integrado al Grupo de Tareas entre finales de 1976 y principios de 1977, convirtiéndose en miembro de los grupos operativos. En 1975, con 32 años de edad se incorporó como suboficial subayudante (adjunto Foja de Servicios) en el Servicio Penitenciario Federal en el área de inteligencia, y de allí fue destinado a la ESMA.*
Su pico de gloria probablemente lo haya tenido cuando Massera, en 1978 le concedió la "medalla de Honor al Valor en Combate por su desempeño en las funciones de Guerra, en comisión permanente del Grupo 3.3". Su probada participación en el asesinato de Rodolfo Walsh, o su viaje al Uruguay para interrogar y traer a la ESMA a un grupo de argentinos secuestrados en las afueras de Montevideo, así como el secuestro de Sara Solarz, esposa del dirigente montonero Marcos Osatinsky, o el asesinato de Roberto Stefano, militante baleado en la vía pública cuando una patota intentaba secuestrarlo, y donde todos los testimonios apuntan a Generoso como el autor de los disparos, pueden haber sido determinantes para justificar su premiación otorgada por el jefe de todos los asesinos.
Pero "Fragote" como solían decirle sus amigos del GT, tenía también el triste privilegio de haber sido dentro de la "patota" de la ESMA, junto a los policías federales Roberto González, Juan Carlos Linares, y Juan Antonio del Cerro miembro de la Triple A, la organización paraestatal creada por Lopez Rega y el comisario (Alberto) Villar para asesinar a militantes y luchadores populares. Y "Agustín", como gustaba hacerse llamar a este suboficial de extraviados ojos verdes, estaba orgulloso de ese pasado cercano, y a veces su bocaza lo perdía.
Amigote de correrías del torturador y abusador de compañeras Héctor Febres, alias "Daniel" o "Selva", fue el quien tuvo conmigo las primeras "charlas" en el sótano tras las sesiones de picana y tortura.
La situación era casi kafkiana, el mismo tipo que hasta un par de días antes se había comportado como un torturador feroz, se mostraba afable y me trataba amablemente intentando sacarme información con otros métodos. Y en ese ir y venir donde lo que yo precisaba era tratar de ganar tiempo, y donde cada minuto fuera de "capuchita" en el altillo del casino de oficiales significaba la oportunidad de juntar fuerzas para seguir aguantando, "Fragote" me preguntaba sobre mi familia, mi pequeño hijo, y el a su vez hablaba lo suyo.
Así en un momento contó, con un claro dejo de orgullo, su participación en el asesinato del cura Carlos Mujica, allá por Mayo de 1974 reivindicando su actuación en la triple A y tildando a Mujica de "comunista". "Son los peores dijo, porque se agarran de la religión cristiana, dijo, y me mostró el crucifijo que colgaba de su cuello. "Le llenan la cabeza con comunismo a los más pibes," remató.
En enero de este año Carlos Orlando Generoso falleció en su domicilio impune, había atravesado una larga estadía en la cárcel de Marcos Paz, en el pabellón de Lesa Humanidad, acompañado con parte de sus compañeros asesinos y torturadores, estaba siendo juzgado por los crímenes de la ESMA, pero su corazón, y las múltiples complicaciones de su salud hicieron que no llegara vivo a la sentencia. Jamás se arrepintió de sus crímenes.
En un día como hoy hace ya 40 años caía baleado por la Triple A, Carlos Mujica, un cura que compartía la vida y los sueños de quienes menos tienen, luchando por una patria Justa, Libre y Soberana.
Porque su muerte no fue en vano, hoy somos miles los que lo recordamos y tomamos sus banderas como propias.
Nota de la Redacción:
* Lo que indica que a la muerte de Mujica todavía no formaba parte del SPF.
Fuente:Telam
23 04 2014
TESTIMONIOS
139. "Semejantes crímenes que se cometieron en el país no pueden no tener condena penal"
Fue la declaración de Lila Pastoriza, sobreviviente de la ESMA. Además, dieron testimonio Cecilia Vázquez de Lutzky y Máximo Carnelutti, ex detenidos-desaparecidos en el mismo centro clandestino de detención, tortura y exterminio.
El testimonio de Cecilia Vázquez de Lutzky
La testigo declaró por videoconferencia desde París y relató los hechos juzgados en relación al operativo en la Iglesia de la Santa Cruz.
Cecilia tenía 22 años de edad cuando, en diciembre de 1977, fue testigo del secuestro y desaparición forzada del grupo de familiares que se reunía en Estados Unidos 3150, llamado "Grupo de la Santa Cruz". Ella militaba en Vanguardia Comunista y participaba en grupos de apoyo a presos políticos. Posteriormente, Cecilia también fue llevada a la ESMA.
La testigo quiso "simplemente agradecer el trabajo que están haciendo de investigación, elucidación, memoria y justicia".
El caso de Máximo Carnelutti (358)
Apodado "Tano" y "Javier", a los 25 años de edad fue privado ilegalmente de su libertad, con violencia, abuso de funciones y sin las formalidades prescriptas por la ley, en agosto de 1977. El operativo estuvo a cargo de integrantes del Servicio de Inteligencia Naval (SIN), quienes lo llevaron a la denominada "Casa del SIN". El 17 de octubre de ese año Máximo fue llevado a la ESMA, donde permaneció en cautiverio bajo condiciones inhumanas de vida. La víctima fue liberada de la ESMA a fines del año 1978.
El testimonio de Máximo
"Fui secuestrado en la Ciudad de Buenos Aires, muy probablemente el 20 de agosto de 1977, creo que era un sábado, pero no puedo recordar la calle. Yo vivía en una pensión en Constitución y tomé un autobús para llegar allá", contó al comenzar su declaración.
Máximo relató el operativo de su secuestro y narró que en el asiento trasero del vehículo en el que lo raptaron estaba Marta Peuriot (caso 343). Además, declaró que durante su cautiverio pudo ver a Norma Arrostito (caso 149), Viviana Cohen (caso 359), Edgardo Moyano (caso 360), Ana María Ponce (caso 327), Pilar Calveiro (caso 272), Graciela Tauro (caso 279), Silvia Laura Castilla, Susana Siver (caso 351), Miriam Lewin (caso 446), Alberto Ahumada (caso 89), Lila Pastoriza (caso 318).
El caso de Lila Victoria Pastoriza (318)
"Lidia" o "Burbuja" fue privada ilegalmente de su libertad el 15 de junio de 1977, aproximadamente a las 17:30 horas frente a la plazoleta hoy conocida como "Julio Cortázar", en Serrano y Honduras, en la Ciudad de Buenos Aires. El operativo estuvo a cargo de un grupo de personas armadas y vestidas de civil, integrantes del Servicio de Inteligencia Naval. La víctima fue introducida en una camioneta, la cual chocó con un vehículo del Ejército. Esto ocasionó que Lila quedara inconsciente y la fisura de dos de sus costillas. Luego fue llevada a la ESMA, donde permaneció en cautiverio bajo condiciones inhumanas de vida, bajo el número 348. El 25 de octubre de 1978 fue liberada, cuando le suministraron pasajes desde la Armada Argentina y fue embarcada en un vuelo de la compañía aérea Iberia, con destino a la ciudad de Madrid, en España.
El testimonio de Lila
En el marco de las reglas de Casación para agilizar los juicios por delitos de lesa humanidad y evitar instancias de revictimización, Lila Pastoriza amplió sus declaraciones anteriores.
"A mí me dieron número cuando me subieron a Capuchita. A poco tiempo de ser secuestrada, desde junio hasta principios de enero de 1978, pasé a estar en Capucha y Pecera, con el mismo número. Las numeraciones eran únicas en la ESMA. No se cambiaban y todos los que ingresaban a la ESMA a través del Grupo de Tareas 3.3.2 eran numerados en ese momento", relató la sobreviviente.
Los vuelos de la muerte
"Me acuerdo fundamentalmente de esa fecha, 17 junio, podría ser 16, pero creo que era 17. Era un viernes. En general se hacían los miércoles, pero esa vez fue un viernes. Recuerdo mucho lo que pasó ese día. Me llevaron a un lugar, supe que era Capucha. Fue un traslado muy grande, después supe que habían traído gente del ERP porque no había más lugar en Campo de Mayo. Ahí había muchísima gente, como 40. Me acuerdo de esa fecha por eso", sostuvo Lila, quien también se refirió al traslado del 10 de agosto de 1977, "porque fue hecho con mucha violencia por el SIN y el Grupo de Tareas. Se llevaron gente que estaba conmigo, que había caído en el mismo grupo, como Mario Galli (caso 312), su mamá (Felisa Wagner de Galli, caso 309) y su mujer (Patricia Flynn de Galli, caso 310), y a otra gente de Capuchita. Fue muy duro. Es un traslado que recuerdo especialmente por el impacto que tuvo en nosotros".
Testigo
Luego, en su declaración testimonial, Lila respondió preguntas sobre las víctimas que vio dentro de la ESMA y los represores que pudo reconocer. "En estos juicios una recuerda todas estas cosas y revive la situación que vivió ahí adentro. Los crímenes que se cometieron reafirman la necesidad de justicia y de estos juicios. Semejantes crímenes que se cometieron en el país no pueden no tener condena penal", sostuvo al finalizar.
Próxima audiencia
El juicio continuará el jueves 24 de abril desde las 9:30 horas con más declaraciones testimoniales.
24 04 2014
TESTIMONIOS
La testigo declaró por videoconferencia desde París y relató los hechos juzgados en relación al operativo en la Iglesia de la Santa Cruz.
Cecilia tenía 22 años de edad cuando, en diciembre de 1977, fue testigo del secuestro y desaparición forzada del grupo de familiares que se reunía en Estados Unidos 3150, llamado "Grupo de la Santa Cruz". Ella militaba en Vanguardia Comunista y participaba en grupos de apoyo a presos políticos. Posteriormente, Cecilia también fue llevada a la ESMA.
La testigo quiso "simplemente agradecer el trabajo que están haciendo de investigación, elucidación, memoria y justicia".
El caso de Máximo Carnelutti (358)
Apodado "Tano" y "Javier", a los 25 años de edad fue privado ilegalmente de su libertad, con violencia, abuso de funciones y sin las formalidades prescriptas por la ley, en agosto de 1977. El operativo estuvo a cargo de integrantes del Servicio de Inteligencia Naval (SIN), quienes lo llevaron a la denominada "Casa del SIN". El 17 de octubre de ese año Máximo fue llevado a la ESMA, donde permaneció en cautiverio bajo condiciones inhumanas de vida. La víctima fue liberada de la ESMA a fines del año 1978.
El testimonio de Máximo
"Fui secuestrado en la Ciudad de Buenos Aires, muy probablemente el 20 de agosto de 1977, creo que era un sábado, pero no puedo recordar la calle. Yo vivía en una pensión en Constitución y tomé un autobús para llegar allá", contó al comenzar su declaración.
Máximo relató el operativo de su secuestro y narró que en el asiento trasero del vehículo en el que lo raptaron estaba Marta Peuriot (caso 343). Además, declaró que durante su cautiverio pudo ver a Norma Arrostito (caso 149), Viviana Cohen (caso 359), Edgardo Moyano (caso 360), Ana María Ponce (caso 327), Pilar Calveiro (caso 272), Graciela Tauro (caso 279), Silvia Laura Castilla, Susana Siver (caso 351), Miriam Lewin (caso 446), Alberto Ahumada (caso 89), Lila Pastoriza (caso 318).
El caso de Lila Victoria Pastoriza (318)
"Lidia" o "Burbuja" fue privada ilegalmente de su libertad el 15 de junio de 1977, aproximadamente a las 17:30 horas frente a la plazoleta hoy conocida como "Julio Cortázar", en Serrano y Honduras, en la Ciudad de Buenos Aires. El operativo estuvo a cargo de un grupo de personas armadas y vestidas de civil, integrantes del Servicio de Inteligencia Naval. La víctima fue introducida en una camioneta, la cual chocó con un vehículo del Ejército. Esto ocasionó que Lila quedara inconsciente y la fisura de dos de sus costillas. Luego fue llevada a la ESMA, donde permaneció en cautiverio bajo condiciones inhumanas de vida, bajo el número 348. El 25 de octubre de 1978 fue liberada, cuando le suministraron pasajes desde la Armada Argentina y fue embarcada en un vuelo de la compañía aérea Iberia, con destino a la ciudad de Madrid, en España.
El testimonio de Lila
En el marco de las reglas de Casación para agilizar los juicios por delitos de lesa humanidad y evitar instancias de revictimización, Lila Pastoriza amplió sus declaraciones anteriores.
"A mí me dieron número cuando me subieron a Capuchita. A poco tiempo de ser secuestrada, desde junio hasta principios de enero de 1978, pasé a estar en Capucha y Pecera, con el mismo número. Las numeraciones eran únicas en la ESMA. No se cambiaban y todos los que ingresaban a la ESMA a través del Grupo de Tareas 3.3.2 eran numerados en ese momento", relató la sobreviviente.
Los vuelos de la muerte
"Me acuerdo fundamentalmente de esa fecha, 17 junio, podría ser 16, pero creo que era 17. Era un viernes. En general se hacían los miércoles, pero esa vez fue un viernes. Recuerdo mucho lo que pasó ese día. Me llevaron a un lugar, supe que era Capucha. Fue un traslado muy grande, después supe que habían traído gente del ERP porque no había más lugar en Campo de Mayo. Ahí había muchísima gente, como 40. Me acuerdo de esa fecha por eso", sostuvo Lila, quien también se refirió al traslado del 10 de agosto de 1977, "porque fue hecho con mucha violencia por el SIN y el Grupo de Tareas. Se llevaron gente que estaba conmigo, que había caído en el mismo grupo, como Mario Galli (caso 312), su mamá (Felisa Wagner de Galli, caso 309) y su mujer (Patricia Flynn de Galli, caso 310), y a otra gente de Capuchita. Fue muy duro. Es un traslado que recuerdo especialmente por el impacto que tuvo en nosotros".
Testigo
Luego, en su declaración testimonial, Lila respondió preguntas sobre las víctimas que vio dentro de la ESMA y los represores que pudo reconocer. "En estos juicios una recuerda todas estas cosas y revive la situación que vivió ahí adentro. Los crímenes que se cometieron reafirman la necesidad de justicia y de estos juicios. Semejantes crímenes que se cometieron en el país no pueden no tener condena penal", sostuvo al finalizar.
Próxima audiencia
El juicio continuará el jueves 24 de abril desde las 9:30 horas con más declaraciones testimoniales.
24 04 2014
TESTIMONIOS
140. "Todas las propiedades de los secuestradores pasaron a manos de los secuestradores"
Así lo denunció la sobreviviente Norma Cozzi. Además, declararon Patricia Choncol, miembro del "Grupo de la Santa Cruz", y Jaime Feliciano Drí, ex detenido-desaparecido en la ESMA.
El testimonio de Patricia Ruth Chonchol
"(Sé) Lo que me contó Cecilia cuando nos encontramos unos días después (de los hechos en la Iglesia de la Santa Cruz). Yo no había ido ese jueves a la reunión porque estaba en La Plata, sí estaba al tanto de todo lo que se estaba haciendo. Yo fui con ´Gustavo Niño´ al Buenos Aires Herald. Cuando nos encontramos Cecilia me comentó que se estacionaron varios Falcons en la puerta, que sabían perfectamente quién tenía la plata para la solicitada", relató Patricia, quien agregó que "cada vez que una viene a presentar testimonio, espera que se agilicen las condenas, que se llegue a hacer justicia".
El caso de Jaime Feliciano Drí (420)
El "Pelado" tenía 36 años de edad, era diputado por el Partido Justicialista e integrante del Consejo Superior del Movimiento Peronista Montonero. El 15 de diciembre de 1977, alrededor de las 14:00 horas, fue privada ilegalmente de su libertad por personal de las Fuerzas Armadas de Uruguay, vestido de civil, en las afueras de la ciudad de Montevideo. Los captores dispararon contra Drí y su acompañante, Juan Alejandro Barry, lo que ocasionó la muerte de Barry. Por su parte, Drí recibió heridas de armas de fuego en ambas piernas. Durante su detención en Uruguay, Drí fue brutalmente torturado por personal de las Fuerzas Armadas de Uruguay y Oficiales de la Marina de Argentina. A los pocos días fue trasladado a la Argentina por el Grupo de Tareas 3.3.2 de la ESMA, quienes lo llevaron a ese centro clandestino de detención, tortura y exterminio, en el que permaneció en cautiverio bajo condiciones inhumanas de vida con el número 049. El 27 de diciembre de 1977 fue entregado al personal del Ejército y llevado a los centros clandestinos "Quinta de Funes", "Escuela de Educación Técnica Número 288- Osvaldo Magnasco" y "La Intermedia". El 23 de marzo de 1978 fue devuelto a la ESMA. El 9 de julio de ese año fue trasladado a Puerto Pilcomayo, en la frontera con Paraguay, desde donde logró fugarse el 19 de julio de ese mismo año.
El testimonio de Jaime
El sobreviviente amplió su declaración testimonial por videoconferencia desde Panamá, en el marco de las reglas sugeridas por Casación para abreviar el juicio y evitar instancias de revictimización.
Jaime indicó que en las torturas en Uruguay pudo reconocer a "Mariano" (el Teniente de Navío Raúl Scheller): "es uno de los que vi en los sótanos de la casa o chalet al que fui llevado luego de ser detenido en Montevideo, Uruguay. Fue quien habló cuando me bajaron al sótano y ahí pude ver los métodos de tortura a los cuales me habían sometido; el que habló fue él. Me avisó, me dijo: ´Mañana te vamos a llevar a la Argentina´, y me hizo la notificación. Ese señor, ya trasladado a la ESMA, me ha visitado en varias oportunidades, pero voy a tener mayor relación con él cuando regreso de Funes, es decir de manos del Segundo Cuerpo de Ejército", relató.
"En ese momento me dijo: ´Yo no entré a la Marina para ser torturador; vine para luchar por la Patria´", contó Jaime, quien agregó que también pudo ver al Prefecto Héctor Febres, apodado "Selva", y al Mayor del Ejército Juan Carlos Coronel, alias "Maco".
Dentro de la ESMA identificó como represores a Alfredo Astiz, Juan Carlos Rádice y Carlos Galián (alias "Pedro Bolita"), entre otros.
Los casos de Norma Cristina Cozzi y Héctor Eduardo Piccini (557 y 558)
"Paula" o "Moni" y "Tata" fueron privados ilegalmente de la libertad, con violencia, abuso de funciones y sin las formalidades prescriptas por la ley, el 24 de agosto de 1979 a la noche. Ambos fueron secuestrados en la vivienda que habitaban en Charcas 2786, en Morón, Provincia de Buenos Aires. El operativo fue realizado por varios hombres vestidos de civil armados, integrantes del Grupo de Tareas 3.3.2, quienes les vendaron los ojos y los introdujeron en un vehículo con el que los condujeron a la ESMA. Las dos víctimas permanecieron en cautiverio bajo condiciones inhumanas de vida y fueron liberadas el 22 de febrero de 1980.
El testimonio de Norma
La sobreviviente amplió su declaración testimonial por videoconferencia desde Panamá, en el marco de las reglas sugeridas por Casación para abreviar el juicio y evitar instancias de revictimización.
"Yo pertenecía a una organización política cuya sigla era GOR, Héctor también", contó Norma.
Delitos sexuales en la ESMA
A la testigo le preguntaron por el caso de Nora Wolfson (caso 549), sobre quien denunció que fue violada sexualmente: "Esta psicóloga tenía un apodo, ´Mariana´. Estaba vinculada al ´Grupo Villaflor´, era militante de las FAP. ´Mariana´ había sido secuestrada antes que yo. Había estado, esto dicho por ella y otros, unos días en Capucha y en algún momento, creo que camino a las duchas o en las duchas, había sido violada por miembros de las Fuerzas. Luego la pasaron a Cuatro (Sótano) y Pecera. Era psicóloga, sabía varias lenguas, la hacían trabajar traduciendo textos periodísticos. A ellos (los represores) les interesaba saber qué pasaba en el exterior". Nora Wolfson sigue desaparecida.
La Isla del Silencio
Al igual que otros sobrevivientes, Nora Cozzi recordó haber sido llevada a la Isla, "de noche, esposados, encapuchados, en unos camiones. Ahí nos alojaron en la parte inferior de algunas de las casas o casillas típicas de la zona".
PARA TI
A Nora le preguntaron si tuvo conocimiento sobre una nota periodística en la que fue forzada a participar la detenida-desaparecida Thelma Jara de Cabezas (caso 535): "Después de haberla sometido a todo ese trato, montaron un falso reportaje que apareció en la revista PARA TI. A ella la hicieron bañarse, vestirse y peinarse con mucha dedicación, y la llevaron en dos oportunidades a sacarse fotos y participar en un reportaje. Lo que dijo ahí fue absolutamente tergiversado. El título de la nota decía: ´Habla la madre de un subversivo muerto´. Gustavo era estudiante secundario. Conservan algunas palabras, pero la mayor parte de lo que ponen es falso y la escena está montada como si estuviera en libertad", relató.
"Lindoro"
Era el apodo del entonces Suboficial de la Armada, ya retirado, Víctor Roberto Olivera. Nora sostuvo que fue "una de las primeras personas a las que yo veo con (Ricardo Miguel) Cavallo. Era un tipo joven". Luego agregó que "era uno de los ´Pablos´. Supimos que fue uno de los responsables de la muerte de Raimundo Villaflor (caso 540) en la tortura. Después de haber participado en el asesinato de Raimundo tenía una fijación con Josefina Villaflor (caso 537), a quien perseguía y acosaba. Ella contaba a veces que el tipo estaba obsesionado con ella, que la manoseaba, que era como su pertenencia, por así decirlo".
Robo de bienes
"Todas las propiedades de los secuestradores pasaron a manos de los secuestradores: dinero, auto y, en nuestro caso, la vivienda, vivíamos en Morón. Un día, una tarde, me vinieron a buscar. Yo estaba todavía en Capucha. Me hicieron bañar, arreglar, me trajeron ropa, me dijeron que me pintara un poco y me llevaron a un lugar, supongo que a una inmobiliaria. Me hicieron firmar un boleto de compra-venta, a través del cual se realizaba la venta de mi casa. La casa estaba a nombre mío", denunció Nora.
Próxima audiencia
El juicio continuará el lunes 28 de abril desde las 9:30 horas con más declaraciones testimoniales.
Fuente:EspacioMemoriayDDHHexEsma
"(Sé) Lo que me contó Cecilia cuando nos encontramos unos días después (de los hechos en la Iglesia de la Santa Cruz). Yo no había ido ese jueves a la reunión porque estaba en La Plata, sí estaba al tanto de todo lo que se estaba haciendo. Yo fui con ´Gustavo Niño´ al Buenos Aires Herald. Cuando nos encontramos Cecilia me comentó que se estacionaron varios Falcons en la puerta, que sabían perfectamente quién tenía la plata para la solicitada", relató Patricia, quien agregó que "cada vez que una viene a presentar testimonio, espera que se agilicen las condenas, que se llegue a hacer justicia".
El caso de Jaime Feliciano Drí (420)
El "Pelado" tenía 36 años de edad, era diputado por el Partido Justicialista e integrante del Consejo Superior del Movimiento Peronista Montonero. El 15 de diciembre de 1977, alrededor de las 14:00 horas, fue privada ilegalmente de su libertad por personal de las Fuerzas Armadas de Uruguay, vestido de civil, en las afueras de la ciudad de Montevideo. Los captores dispararon contra Drí y su acompañante, Juan Alejandro Barry, lo que ocasionó la muerte de Barry. Por su parte, Drí recibió heridas de armas de fuego en ambas piernas. Durante su detención en Uruguay, Drí fue brutalmente torturado por personal de las Fuerzas Armadas de Uruguay y Oficiales de la Marina de Argentina. A los pocos días fue trasladado a la Argentina por el Grupo de Tareas 3.3.2 de la ESMA, quienes lo llevaron a ese centro clandestino de detención, tortura y exterminio, en el que permaneció en cautiverio bajo condiciones inhumanas de vida con el número 049. El 27 de diciembre de 1977 fue entregado al personal del Ejército y llevado a los centros clandestinos "Quinta de Funes", "Escuela de Educación Técnica Número 288- Osvaldo Magnasco" y "La Intermedia". El 23 de marzo de 1978 fue devuelto a la ESMA. El 9 de julio de ese año fue trasladado a Puerto Pilcomayo, en la frontera con Paraguay, desde donde logró fugarse el 19 de julio de ese mismo año.
El testimonio de Jaime
El sobreviviente amplió su declaración testimonial por videoconferencia desde Panamá, en el marco de las reglas sugeridas por Casación para abreviar el juicio y evitar instancias de revictimización.
Jaime indicó que en las torturas en Uruguay pudo reconocer a "Mariano" (el Teniente de Navío Raúl Scheller): "es uno de los que vi en los sótanos de la casa o chalet al que fui llevado luego de ser detenido en Montevideo, Uruguay. Fue quien habló cuando me bajaron al sótano y ahí pude ver los métodos de tortura a los cuales me habían sometido; el que habló fue él. Me avisó, me dijo: ´Mañana te vamos a llevar a la Argentina´, y me hizo la notificación. Ese señor, ya trasladado a la ESMA, me ha visitado en varias oportunidades, pero voy a tener mayor relación con él cuando regreso de Funes, es decir de manos del Segundo Cuerpo de Ejército", relató.
"En ese momento me dijo: ´Yo no entré a la Marina para ser torturador; vine para luchar por la Patria´", contó Jaime, quien agregó que también pudo ver al Prefecto Héctor Febres, apodado "Selva", y al Mayor del Ejército Juan Carlos Coronel, alias "Maco".
Dentro de la ESMA identificó como represores a Alfredo Astiz, Juan Carlos Rádice y Carlos Galián (alias "Pedro Bolita"), entre otros.
Los casos de Norma Cristina Cozzi y Héctor Eduardo Piccini (557 y 558)
"Paula" o "Moni" y "Tata" fueron privados ilegalmente de la libertad, con violencia, abuso de funciones y sin las formalidades prescriptas por la ley, el 24 de agosto de 1979 a la noche. Ambos fueron secuestrados en la vivienda que habitaban en Charcas 2786, en Morón, Provincia de Buenos Aires. El operativo fue realizado por varios hombres vestidos de civil armados, integrantes del Grupo de Tareas 3.3.2, quienes les vendaron los ojos y los introdujeron en un vehículo con el que los condujeron a la ESMA. Las dos víctimas permanecieron en cautiverio bajo condiciones inhumanas de vida y fueron liberadas el 22 de febrero de 1980.
El testimonio de Norma
La sobreviviente amplió su declaración testimonial por videoconferencia desde Panamá, en el marco de las reglas sugeridas por Casación para abreviar el juicio y evitar instancias de revictimización.
"Yo pertenecía a una organización política cuya sigla era GOR, Héctor también", contó Norma.
Delitos sexuales en la ESMA
A la testigo le preguntaron por el caso de Nora Wolfson (caso 549), sobre quien denunció que fue violada sexualmente: "Esta psicóloga tenía un apodo, ´Mariana´. Estaba vinculada al ´Grupo Villaflor´, era militante de las FAP. ´Mariana´ había sido secuestrada antes que yo. Había estado, esto dicho por ella y otros, unos días en Capucha y en algún momento, creo que camino a las duchas o en las duchas, había sido violada por miembros de las Fuerzas. Luego la pasaron a Cuatro (Sótano) y Pecera. Era psicóloga, sabía varias lenguas, la hacían trabajar traduciendo textos periodísticos. A ellos (los represores) les interesaba saber qué pasaba en el exterior". Nora Wolfson sigue desaparecida.
La Isla del Silencio
Al igual que otros sobrevivientes, Nora Cozzi recordó haber sido llevada a la Isla, "de noche, esposados, encapuchados, en unos camiones. Ahí nos alojaron en la parte inferior de algunas de las casas o casillas típicas de la zona".
PARA TI
A Nora le preguntaron si tuvo conocimiento sobre una nota periodística en la que fue forzada a participar la detenida-desaparecida Thelma Jara de Cabezas (caso 535): "Después de haberla sometido a todo ese trato, montaron un falso reportaje que apareció en la revista PARA TI. A ella la hicieron bañarse, vestirse y peinarse con mucha dedicación, y la llevaron en dos oportunidades a sacarse fotos y participar en un reportaje. Lo que dijo ahí fue absolutamente tergiversado. El título de la nota decía: ´Habla la madre de un subversivo muerto´. Gustavo era estudiante secundario. Conservan algunas palabras, pero la mayor parte de lo que ponen es falso y la escena está montada como si estuviera en libertad", relató.
"Lindoro"
Era el apodo del entonces Suboficial de la Armada, ya retirado, Víctor Roberto Olivera. Nora sostuvo que fue "una de las primeras personas a las que yo veo con (Ricardo Miguel) Cavallo. Era un tipo joven". Luego agregó que "era uno de los ´Pablos´. Supimos que fue uno de los responsables de la muerte de Raimundo Villaflor (caso 540) en la tortura. Después de haber participado en el asesinato de Raimundo tenía una fijación con Josefina Villaflor (caso 537), a quien perseguía y acosaba. Ella contaba a veces que el tipo estaba obsesionado con ella, que la manoseaba, que era como su pertenencia, por así decirlo".
Robo de bienes
"Todas las propiedades de los secuestradores pasaron a manos de los secuestradores: dinero, auto y, en nuestro caso, la vivienda, vivíamos en Morón. Un día, una tarde, me vinieron a buscar. Yo estaba todavía en Capucha. Me hicieron bañar, arreglar, me trajeron ropa, me dijeron que me pintara un poco y me llevaron a un lugar, supongo que a una inmobiliaria. Me hicieron firmar un boleto de compra-venta, a través del cual se realizaba la venta de mi casa. La casa estaba a nombre mío", denunció Nora.
Próxima audiencia
El juicio continuará el lunes 28 de abril desde las 9:30 horas con más declaraciones testimoniales.
Fuente:EspacioMemoriayDDHHexEsma

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