29 de mayo de 2014

LA PLATA-LA CACHA: JULIÁN AXAT "HUBIERA QUERIDO DEFENDER A MIS PADRES, SER ESA DEFENSA QUE ELLOS NO TUVIERON".

“Jueces de la democracia siguen con prácticas de la dictadura”
Axat comparó el accionar de quienes rechazaban habeas corpus a su abuelo con quienes trataron con él cuando como defensor oficial se presentaba por chicos maltratados en comisarías.

28.05.2014


Julián Axat declara en el marco del juicio por los crímenes cometidos en La Cacha (Foto: Matías Adhemar) Julián Axat declara en el marco del juicio por los crímenes cometidos en La Cacha (Foto: Matías Adhemar)
Por Pablo Spinelli
spinellipa@gmail.com

Julián Axat, hijo de los desaparecidos Rodolfo Jorge Axat y Ana Inés Della Crocce, declaró en el juicio por los crímenes cometidos en La Cacha, por donde pasaron sus padres, y emparentó el accionar de los jueces que durante la dictadura le negaban habeas corpus a su abuelo o le imponían altas costas, con los magistrados de la actualidad, con quienes él trato como defensor oficial de menores, y ponían trabas a sus presentaciones a favor de chicos víctimas de la violencia policial. Durante su testimonio, el abogado repitió el derrotero que vivió su familia, en especial sus abuelos y tíos, en la búsqueda de sus padres, así como la secuencia que pudo reconstruir en torno al secuestro. También reflexionó sobre lo que significó para él crecer sin sus padres, en una sociedad platense que aún no hablaba abiertamente sobre el genocidio. En ese terreno es que resaltó los cambios que se vienen dando desde 2003, los cuales permitieron que los responsables estén hoy siendo juzgados.

“Quiero aprovechar este ámbito para trasladar mi experiencia como defensor oficial de menores, y la continuidad que encuentro en la conducta de los jueces de la dictadura con muchos de los que actúan en democracia”, dijo Axat, ex defensor oficial de menores y flamante coordinador del Programa de Acceso Comunitario a la Justicia.

Lo hizo después de relatar los cruces personales que su abuelo, el abogado Carlos Alberto Axat, tuvo con el ex juez Héctor Gustavo de la Serna Quevedo, quien rechazó el habeas corpus por la desaparición de sus padres, e interpuso las costas del trámite. Inmediatamente viajó al presente para hablar de los jueces de la democracia que sostienen una “endogamia corporativista”. Mencionó el caso de Pedro Soria, y habló de su experiencia personal cuando realizaba presentaciones por menores víctimas de persecución policial y apremio.

“Han tenido, en plena democracia, la misma reacción, y en muchos casos me han impuesto costas que no he pagado y no estoy dispuesto a pagar aunque incurra en desobediencia civil”, manifestó.
“Son prácticas de la dictadura que tienen continuidad en la dictadura”, dijo Axat, aunque se esperanzó con los “vientos de cambio” que soplan desde hace “10 o 12 años”, y que permiten que estos juicios se realicen.

Para el abogado, estas instancias judiciales son reparadoras para los hijos, quienes ahora sí pueden hablar con naturalidad de su tragedia. Recordó entonces su difíciles años de infancia y adolescencia, en los que hablar de sus padres en la escuela o con sus amigos “era una incomodidad”.

Resaltó en ese punto, el papel que tuvo en su vida su tía Cristina y sus abuelos, con quien creció. “Yo no tengo conciencia de cuándo supe que mis padres estaban desaparecidos, porque siempre se manejaron con la verdad”, explicó. Pero recordó con dolor los días en que optaba por ocultar las desapariciones porque no era un tema que la sociedad había asumido.

Como contraposición resalta que hoy sus propias hijas, de 15 y 3 años hablan de sus abuelos desaparecidos con naturalidad. Vuelve entonces a elogiar los juicios por crímenes de lesa humanidad. “Sin estas audiencias, sin estos ejercicios, nosotros seguiríamos incómodos por nuestra historia”, concluyó.

Cadena de mandos. Antes, Axat reclamó que se haga justicia sobre la cadena de mando que regía al centro clandestino de detención de La Cacha, de La Plata, donde fueron desaparecidos sus padres.

"Es raro que los hijos de los desaparecidos, que vivimos pocos años o meses con ellos seamos testigos. Los verdaderos testigos son los que no están", reflexionó ante el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata. "Nuestros cuerpos -afirmó- de algún modo percibieron o sintieron esto que hicieron las patotas. Si yo tenía 7 meses y lloré, el sólo hecho de haber estado ahí me hace ser un testigo legítimo y ello revalida la posición de los hijos en este juicio".

Axat declaró por la desaparición de sus padres, secuestrados el 12 de abril de 1977, cuando el ex defensor oficial de menores tenía 7 meses. "Nuestros padres son los verdaderos testigos pero no pueden contar qué les pasó antes de que los ejecuten", remarcó y añadió que "pero estamos nosotros, los hijos al menos podemos ponernos en su lugar y acercar una palabra".
A
nalizó que hubiera querido defender a sus padres, “ser esa defensa que ellos no tuvieron como sí tienen estos señores que están aquí sentados con sus abogados. Quise ser abogado para hacer justicia por ellos”.

En ese punto reclamó que "se haga justicia sobre la cadena de mando que no puede salir impune" y remarcó que "uno de los imputados responsables directo dijo que no podría haber hecho nada si de arriba así no lo disponían, con eso solo ya deben condenarlos a perpetua".

Sus padres. El actual coordinador del Programa de Acceso Comunitario a la Justicia recordó que su madre era bibliotecaria de la Universidad Nacional de La Plata, estudiaba antropología y militaba en las villas de Abasto y Las Quintas; y su padre era referente de Montoneros en el frigorífico Swift, “para trabajar en la concientización obrera”.

Reflexionó que la dictadura buscaba el "exterminio de la clase obrera" y el centro clandestino de La Cacha "estaba destinado a desarticular el movimiento obrero de La Plata, Berisso y Ensenada".

Sus padres fueron secuestrados y desaparecidos la noche del 12 de abril de 1977, cuando él se encontraba junto a ellos y a sus tíos en la casa de su abuela materna, en la calle 9 entre 47 y 48.

Contó que cuando sonó el timbre su abuela atendió y le dijeron que eran las fuerzas de seguridad allanando el edificio. "Golpearon fuerte la puerta y le dijeron que toda la manzana estaba rodeada. Ingresó un grupo numeroso de personas, vestidos de civil, con uniforme militar, unos con el rostro cubierto, otros al descubierto", dijo, y agregó que "a mi abuela y tío los sacaron al pasillo; a mis tías las separaron e interrogan; a mis padres los separan y supongo que también los encapucharon".

"Mi abuela escuchaba gritos dentro del departamento, después se llevaron a mis padres. Cuando se estaban por llevar a mi tía, alguien le dijo ‘a vos no’. Y la dejaron conmigo. A los 20 minutos aparecieron mis abuelos paternos, que venían de su casa porque los militares habían ido antes a su casa en 16 entre 46 y 47. Luego supimos que antes habían allanado nuestro domicilio en 7 entre 523 y 524", relató.

En otro tramo, dijo que sus padre fueron vistos en La Cacha hasta principios de agosto de 1977. Su mamá tenía 26 años y su papá 30 años.
Fuente:Diagonales
Envío:Agnddhh




28.05.2014
El hijo de dos desaparecidos declaró como testigo en el juicio por "La Cacha"
Julián Axat: "Hubiera querido defender a mis padres, ser esa defensa que ellos no tuvieron"

Julian Axat, abogado y actual funcionario que presenció a los 7 meses de edad el secuestro de sus padres
La Plata.- El flamante coordinador del Programa de Acceso Comunitario a la Justicia, Julián Axat, reclamó hoy que se haga justicia sobre la cadena de mando que regía al centro clandestino de detención de La Cacha, de La Plata, donde fueron desaparecidos sus padres. "Es raro que los hijos de los desaparecidos, que vivimos pocos años o meses con ellos seamos testigos. Los verdaderos testigos son los que no están", afirmó Axat ante el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, en el marco del juicio por delitos de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de La Cacha. "Nuestros cuerpos -afirmó- de algún modo percibieron o sintieron esto que hicieron las patotas. Si yo tenía 7 meses y lloré, el sólo hecho de haber estado ahí me hace ser un testigo legítimo y ello revalida la posición de los hijos en este juicio".

Axat declaró hoy por la desaparición de sus padres, Rodolfo Jorge Axat y Ana Inés Della Crocce, secuestrados el 12 de abril de 1977, cuando el actual fiscal tenía 7 meses. "Nuestros padres son los verdaderos testigos pero no pueden contar qué les pasó antes de que los ejecuten", remarcó y añadió "pero estamos nosotros, los hijos al menos podemos ponernos en su lugar y acercar una palabra".

Analizó que "hubiera querido defender a mis padres, ser esa defensa que ellos no tuvieron como sí tienen estos señores que están aquí sentados con sus abogados. Quise ser abogado para hacer justicia por ellos".
   
Axat reclamó que "se haga justicia sobre la cadena de mando que no puede salir impune" y remarcó que "uno de los imputados responsables directo dijo que no podría haber hecho nada si de arriba así no lo disponían, con eso solo ya deben condenarlos a perpetua".
   
El coordinador del Programa de Acceso Comunitario a la Justicia recordó que su madre "era bibliotecaria de la Universidad Nacional de La Plata, estudiaba Antropología y hacía militancia de base en las villas de Abasto y Las Quintas; y a mi padre la organización (Montoneros) le asigna ser el referente en el frigorífico Swift para trabajar en la concientización obrera", explicó.
   
Reflexionó que la dictadura buscaba el "exterminio de la clase obrera" y el centro clandestino de La Cacha "estaba destinado a desarticular el movimiento obrero de La Plata, Berisso y Ensenada".

Recordó que sus padres fueron secuestrados y desaparecidos la noche del 12 de abril de 1977, cuando él se encontraba junto a ellos y a sus tíos en la casa de su abuela materna, en la calle 9 entre 47 y 48 en La Plata y contó que cuando sonó el timbre "mi abuela atendió y le dijeron que eran las fuerzas de seguridad allanando el edificio".
   
"Golpearon fuerte la puerta y le dijeron que toda la manzana estaba rodeada. Ingresó un grupo numeroso de personas, vestidos de civil, con uniforme militar, unos con el rostro cubierto, otros al descubierto", dijo y agregó que "a mi abuela y tío los sacaron al pasillo; a mis tías las separaron e interrogan; a mis padres, los separan y supongo que también los encapucharon". Sostuvo que "mi abuela escuchaba gritos dentro del departamento, después se llevaron a mis padres. Cuando se estaban por llevar a mi tía, alguien le dijo `a vos no`. Y la dejaron conmigo. A los 20 minutos aparecieron mis abuelos paternos, que venían de su casa porque los militares habían ido antes a su casa en 16 entre 46 y 47. Luego supimos que antes habían allanado nuestro domicilio en 7 entre 523 y 524".

"Mis padres fueron vistos en La Cacha hasta principios de agosto de 1977, al ser secuestrados mi mamá tenía 26 años y mi papá 30", relató y apuntó que los represores "destruyeron todo, con un particular ensañamiento, en la casa de mis padres en Ringuelet". Axat aseguró que el secuestro de sus padres trastornó a la familia. "Mi tía Cristina hizo un gran esfuerzo por ser como mi madre y su hijo para mí es mi hermano", confesó. "Yo no tengo conciencia de cuándo supe que era hijo de desaparecidos, mi infancia y adolescencia fueron muy difíciles", reconoció.

Recordó que "cuando me preguntaban por mis papás, yo debía decir `no, están desaparecidos` y a veces inventaba que estaban de viaje o decía que mi tía era mi mamá". Aseguró que "gracias a estos 10 años de transformación de este país" sus hijas, de 15 y 3 años, "viven el terrorismo de otra manera y este juicio es parte de la transformación". "Ello también da cuenta de que ese deseo de nuestros padres militantes sociales se está haciendo realidad", reflexionó.

En este juicio se investigan los delitos contra 135 personas cometidos por 21 represores de la dictadura en el centro clandestino de detención "La Cacha".
Fuente:Telam
Envío:Agnddhh

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