9 de junio de 2014

JUICIO POR TRAGEDIA DE ONCE.

9-6-2014
Tragedia
Hoy a las 10
Tragedia de Once: jornada de testimonios claves

En la nueva audiencia se escuchará el relato de un grupo de sobrevivientes del choque ocurrido el 22 de febrero de 2012, en el que murieron 52 personas y 789 resultaron heridas. La causa tiene 29 imputados.



El Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 2 escuchará el relató del horror en primera persona cuando a partir de las 10 de la mañana comiencen a declarar sobrevivientes de la tragedia ferroviaria de Once. El accidente, ocurrido la mañana del 22 de febrero de 2012, terminó con la vida de 52 personas y dejó heridas a 789. La causa tiene 29 imputados, entre ellos el motorman de la formación, Marcos Córdoba y los ex secretarios de Transporte, Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi.

En la jornada de hoy brindarán su testimonio seis pasajeros de la formación conocida como “chapa 16” que esa mañana de febrero se estrelló contra el andén n° 2 de la estación terminal de Once. Qué vieron y qué escucharon los momentos previos al impacto serán las preguntas del fiscal Fernando Arrigo para intentar determinar cómo sucedió el choque.

La semana pasada, Ricardo Pérez, un testigo propuesto por las defensas de los acusados, aseguró que el día de la tragedia vio a “dos personas en la cabina”, aunque dijo no poder reconocer si se trataba de un
hombre o una mujer. Es la primera persona que en el transcurso del debate dio esa versión.
El juicio comenzó el 18 de marzo pasado, las audiencias se realizan todos los lunes y martes, y se prevé que terminen declarando un total de 300 testigos a lo largo de todo el año de debate.
  


2-6-2014
Accidente
Para uno de los testigos no hubo "una aplicación violenta del freno"
Tragedia de Once: el tribunal retó a uno de los abogados querellantes

El apercibimiento fue para Gregorio Dalbón, que discutió la semana pasada con la defensora del motorman, Valeria Corbacho. Los jueces entendieron que su conducta fue irrespuetuosa y provocativa. También declararon un empleado de la CNRT y tres pasajeras.
Por: Cecilia Devanna
Telam
El juicio oral y público por la tragedia ferroviaria de Once empezó con el apercibimiento del Tribunal Oral en lo Criminal Nº 2 al abogado querellante, Gregorio Dalbón. Luego llegó el turno de la declaración de los testigos. En el accidente, ocurrido el 22 de febrero de 2012, murieron 52 personas y 789 resultaron heridas.
La causa tiene 29 imputados.

La audiencia de hoy comenzó con la lectura de la resolución del Tribunal para apercibir a Dalbón, representante de la querella mayoritaria. Fue por un incidente que protagonizó con Valeria Corbacho, defensora del motorman Marcos Córdoba, en martes pasado.

El Tribunal recordó el llamado de atención que dos semanas atrás había hecho a Dalbón y aseguró que su conducta hacia Corbacho había sido “irrespetuosa y provocativa”. Por lo que se decidió apercibirlo. Y le recordaron que “debe adecuar sus conductas en la sala de audiencia”. Dalbón no estaba en la sala porque está de viaje.

Después fue el turno de las declaraciones de los testigos. El primero fue Ricardo Pérez, usuario del ferrocarril Sarmiento desde 1984. El hombre, que subió al tren en la estación Caballito, viajaba en el último vagón de la formación siniestrada, conocida como “chapa 16”. Empleado de la Comisión Nacional de

Regulación de Transporte (CNRT), Pérez no aportó demasiados datos significativos salvo que en la cabina vio a dos personas. “No podría identificar a la segunda persona que iba en la cabina. Iba de espaldas, no sabía si era un hombre o una mujer”.

Sobre el trayecto cercano a Once, Pérez explicó que la formación “desarrolló velocidad, pero no me alarmé. Sí me di cuenta de que algo no andaba bien cuando el tren entró al andén. Las personas que estaban ahí paradas, pasaban como muy rápido, después fue el choque”.

El hombre, que salió solo del vagón y fue a su trabajo, explicó que cuando llegó allí, se encontró con su jefe, el Ingeniero Horacio Fagiani, que iba para Once. “Me preguntó si venía de ahí, le dije que sí, me preguntó por el freno y le dije que no había escuchado una aplicación violenta del freno”, explicó con un modo que se mantuvo monocorde durante toda su exposición. Su rol en la CNRT fue indagado por las querellas y la defensa de Córdoba, y tras una hora en el estrado, Pérez se retiró.

Después llegó el turno de Fernando Correa, un testigo pedido por las defensas. Correa también trabajaba en la línea Mitre y se subió al tren “chapa 16” en la localidad de San Antonio de Pádua. Viajó en el primer vagón, en la mitad, pero “por la cantidad de gente que había, no escuché nada de lo que pasaba en la cabina”, explicó. Para él, el resto del trayecto fue prácticamente normal salvo en la estación “Floresta, que se adelantó unos metros y retrocedió”.

"Me sorprendió el impacto"
Siguieron las testigos mujeres. Primero declaró Giselle Olomus, una joven convocada por la querella Nº 1 para dar su testimonio. Ella se subió en Ramos Mejía, en el anteúltimo vagón de la formación. De ahí salió asustada tras el impacto de la formación contra el andén Nº 2. Lo hizo sin ayuda y llamó a su novio. Él se había bajado en la estación de Flores.  “Cuando lo llamé, él no podía entender cómo en el trayecto de él caminar cinco cuadras hacia su trabajo, yo ya había llegado y chocado en Once”. Cuando Corbacho le preguntó por los tiempos y la velocidad de caminata de su novio, titubeó, se puso nerviosa y respondió con evasivas.

“Me sorprendió el impacto”, dijo María del Carmen Márquez sobre el choque en el que cayó de frente y se abrió ambas rodillas. Después sintió “el griterío de la gente”. Ella iba parada, desde Merlo donde había subido, y notó que ese día, “el tren iba “más fuerte que de costumbre” y que en las estaciones “pegaba frenazos”.

Con voz fina y modos suaves, Marta Salas explicó que se subió al tren en Castelar y escuchó comentarios sobre los problemas de frenado. Lo dijo y se empezó a quebrar. Le ofrecieron agua. Bajó la vista y se restregó los ojos. Fue entonces cuando evocó el momento después del impacto. “Empecé a escuchar gritos, a una señora que pedía por sus hijos, a un abuelo bañado en sangre. Yo sentía un dolor muy grande en el hombro. Del SAME me dijeron que lo mío no era tan grave, que teníamos que ayudar antes a los que estaban peor. Después no pude hacer más nada, me shockee y más tarde me fui enterando lo que había pasado. Fue horrible, que quieren que les diga”, dijo esta mujer que quedó con una discapacidad en el brazo que se lastimó con el impacto.

El juicio prosigue con las declaración de un testigo y continuará mañana a las 10.




2-6-2014
Tragedia de Once
A las 10 en Comodoro Py
Continuarán declarando los sobrevivientes de la tragedia de Once

Telam
El juicio por la tragedia ferroviaria continuará hoy con las declaraciones testimoniales de los pasajeros de los dos primeros vagones de la formación accidentada el 22 de febrero de 2012. En el choque murieron 52 personas y 789 resultaron heridas.

El Tribunal Oral en lo Criminal N° 2 escuchará durante la jornada de hoy a cinco sobrevivientes de la tragedia ferroviaria de Once, en la que murieron 52 personas y 789 resultaron heridas. Por el choque, ocurrido el 22 de febrero de 2012 en el andén N° 2 de la estación de Once, hay 29 imputados. Entre ellos está el motorman de la formación, Marcos Córdoba, los ex secretarios de Transporte, Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi y los responsables de Trenes de Buenos Aires (TBA), la empresa concesionaria del servicio, Mario y Claudio Cirigliano.

En la causa se investigan los delitos de descarrilamiento culposo, agravado por muerte, y defraudación. El juicio comenzó el 18 de marzo y durante el primer mes se realizaron las indagatorias a los acusados, la mayoría de los cuales se negaron a declarar por lo que fueron leídas sus declaraciones iniciales en la causa.

Desde el 22 de abril se escuchan los testimonios de los sobrevivientes de la formación accidentada. Los testimonios sobre el horror que vivieron esa mañana y las condiciones en las que se viajaba habitualmente en el ferrocarril Sarmiento se repiten con cada testigo que sube al estrado y responde las preguntas del fiscal Fernando Arrigo, las tres partes en las que está dividida la querella y las de las defensas.

La semana pasada el imputado Roque Cirigliano (que no tiene relación de parentesco con los dueños de TBA, más allá de su apellido) pidió ampliar su indagatoria. En su testimonio admitió que el tren accidentado, conocido como chapa 16, había tenido su última reparación general entre 1995 y 2001”.





27-5-2014
Tragedia de Once
Trabaja hace 33 años en la empresa
Tragedia de Once: Roque Cirigliano amplió su declaración indagatoria

Afirmó que el tren que chocó el 22 de febrero de 2012 tuvo su “última reparación general” entre 1995 y 2001. Y dijo que el 45 por ciento de la flota del ferrocarril Sarmiento había sido renovada antes de la tragedia.


El juicio oral y público por la tragedia ferroviaria de Once tuvo un episodio que rompió con su rutina habitual. El ex gerente de Material Rodante de Trenes de Buenos Aires (TBA), Roque Cirigliano, uno de los 29 imputados en la causa, pidió ampliar su declaración indagatoria. Cirigliano (que a pesar de tener el mismo apellido no tiene ningún parentesco con los dueños de la empresa TBA, Sergio y Mario, también imputados en la causa) afirmó que el tren que chocó el 22 de febrero de 2012 tuvo su “última reparación general” entre 1995 y 2001.

La decisión de Cirigliano, que trabaja desde hace 33 años en la empresa,  fue en respuesta a las preguntas que el fiscal Fernando Arrigo hace a todas los pasajeros del tren y que siempre rondan respecto del estado de las formaciones del ferrocarril Sarmiento y de la calidad y la regularidad del servicio desde el momento del accidente hasta los años siguientes. Otra de las preguntas que nunca deja de hacer es si en algún momento viajaron en los vagones de doble piso del ferrocarril.

Al momento de ampliar su declaración indagatoria Cirigliano afirmó que el 45 por ciento de la flota del ferrocarril Sarmiento había sido renovada antes de la tragedia del tren de Once, aunque aclaró que la formación, conocida como “chapa 16”, no formó parte de este lote, y que su "última reparación general había sido entre 1995 y 2001", informó la agencia Télam.

Cirigliano  también afirmó que hacia el 2011 estaban los vagones de doble piso incorporados y que estos cumplían servicio "en toda la franja horaria y especialmente en los horarios pico". Y no respondió sobre otros temas, como el mantenimiento, el estado de los frenos y los controles que tenía en el chapa 16 y calificó al choque como un "desgraciado accidente".

Nuevo cruce con Dalbón:
Sobre el final de la audiencia hubo un nuevo cruce entre el presidente del Tribunal Jorge Tassara y el abogado querellante Gregorio Dalbón, quien había reclamado medidas para con los integrantes del público que abuchearon al imputado.

"No podemos taparle la boca a las personas", respondió Tassara y agregó que "en 20 años" de presidir juicios orales nunca tuvo "un querellante" como Dalbón, a quien pidió "por favor mantener el orden".

Dalbón, que increpa a los testigos que dan su testimonio en el juicio, suele presentar pedidos a los que el Tribunal no hace lugar. Ya le llamaron la atención en varias oportunidades y le citaron el Código de Ética del Colegio de Abogados.

El juicio continuó hoy con los relatos de cinco sobrevivientes que relataron lo que sucedió la mañana del 22 de febrero cuando el tren, manejado por el motorman Marcos Córdoba, no detuvo su marcha y se estrelló contra el andén n° 2 de Once causando la muerte de 52 personas y heridas a 789.




20-5-2014
Tragedia Once 
Hoy declaran ocho sobrevivientes
Tragedia de Once: "Pensaba que había sido una bomba"

Lo dijo la sobreviviente Graciela Del Valle Reyna; la primera en declarar en la audiencia de hoy por la tragedia ferroviaria que dejó 52 personas fallecidas y 789 heridas.
Por: Cecilia Devanna


El juicio oral y público por la tragedia ferroviaria de Once, que el 22 de febrero de 2012 mató a 52 personas y dejó heridas a 789, atraviesa su etapa más áspera. Los testimonios de los sobrevivientes dan cuenta del horror que se desató esa mañana, minutos después de las 8:30. Hoy, en la audiencia número 16, está previsto que cuenten su experiencia ocho sobrevivientes. La causa tiene 29 imputados.

La primera testigo en declarar esta mañana, frente al Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 2, fue Graciela Del Valle Reyna, una mujer joven que tomó el tren de la línea Sarmiento para llegar a Once y buscar trabajo. Desde el accidente trata de no viajar ahí, en especial ahora que está embarazada y no quiere que “la tiren, ni la empujen”. Le quedó mucho miedo por lo que vivió. “Ya estábamos llegando a Once. Yo me quería bajar y de repente estaba encima de otra gente”, relató.

Sobre los minutos previos recordó que “las columnas –de la estación de Once- pasaban como muy rápido y de golpe volamos como 6 metros. Después cada uno ayudó al otro a pararse”, explicó la mujer que no recordó si viajó en el cuarto o quinto vagón.

Cuando salió del tren descubrió que había sido un choque contra el andén, desde el impacto y hasta ese momento, “pensaba que había sido una bomba, por la explosión que se escuchó”.

Una guerra
Esa misma mañana, Nora Silvia Barreto fue desde su casa en Merlo hasta la estación de Paso del Rey a tomar el tren. Lo hizo para “viajar un poco mejor” porque ahí había menos gente. Aunque sabía que en el tren se viaja “pésimo, con gente colgada” igual se subía todas las mañanas para ir a las casas donde limpiaba por hora, “porque era el medio más económico”.

Cuando el tren entró a Once ella iba hablando con su hija por celular. Sintió la misma explosión que Reyna y también voló. Aunque siempre tomaba el primer vagón, ese día se ubicó entre el segundo y el tercero. “Me quedó la cola estancada entre uno y otro vagón. Un hombre me agarró la mano y me ayudó a pararme”.

Cuando se levantó vio que “había un muchacho estancado arriba pero yo no podía ayudarlo, estaba como perdida”.

Concreta en sus respuestas, con su relato dejó afuera preguntas y repreguntas de las partes. “Nunca estuve en una guerra pero vi películas del tema. Y ese día, cuando  bajé y miré todo, sentí que eso era una guerra. Fue terrible, no me lo voy a olvidar jamás”, afirmó.

El tercer testigo en declarar fue Eduardo Galeano, un usuario habitual del ferrocarril desde 5 años antes del accidente.  Ese día no vio qué pasó, “porque estaba entre mucha gente” pero “sintió el impactó” y se dio contra la puerta del motorman. Ahí se rompió su brazo derecho. “Él – por el motorman Marcos Córdoba- estaba parado del lado derecho de la cabina”, recordó. “Abrió la puerta un oficial y lo sacó enseguida.

Antes había habido un joven que lo había querido sacar”.

El fiscal Fernando Arrigo le preguntó si había escuchado hablar a Córdoba. “Sé que en el viaje hablaba por radio pero no de qué. Yo iba con los auriculares puestos”. Sobre el trayecto recordó que en Caballito, el tren se pasó unos metros hacia delante y después volvió hacia atrás. “A veces era normal que pasara algo así”, detalló.

“Fue todo muy rápido, hubo como una nube de tierra que no dejaba ver hacia el fondo, mucho grito, mucho desorden”, explicó el hombre cuyo brazo le quedó limitado de movimientos por la lesión que sufrió.






20-5-2014
Tragedia de Once
Hoy a las 10.00
Tragedia de Once: el relato del horror en primera persona

En la audiencia de hoy los jueces continuarán tomando declaración a ocho sobrevivientes del accidente en el que murieron 52 personas y 789 resultaron heridas. En el juicio hay 29 imputados y se espera que declaren cerca de 300 testigos.
Por: Cecilia Devanna


Telam
A dos meses del comienzo del juicio oral y público por la tragedia ferroviaria de Once, el Tribunal Oral en lo Criminal N°2 continuará tomando declaración a los testigos. Hoy será el turno de ocho pasajeros que la mañana del 22 de febrero de 2012 sobrevivieron al accidente en el andén N° 2 de la estación terminal de Once. Allí murieron 52 personas y 789 resultaron heridas. La causa tiene 29 imputados.

A partir de las 10, ocho de los pasajeros de la formación del ferrocarril Sarmiento conocida como “chapa 16” declararán frente a los jueces Jorge Tassara, Jorge Gorini y Rodrigo Giménez Uriburu. Los testigos son Eduardo Galeano, Juan Sebastián Vidal, Graciela Del Valle Reyna, Norma Silvia Barreto, Verónica Noelia More, Juan Ángel Siviero, Patricio Damián Grapiz y Raúl Nicolás López.

Las audiencias por el juicio se realizan todos los lunes y martes en los tribunales federales de Comodoro Py.

Está previsto que declaren más de 300 testigos. Durante el primer mes de debate oral quienes subieron al estrado fueron los 29 imputados por el accidente. La mayoría de ellos se negó a declarar, por lo que los secretarios del Tribunal leyeron sus testimonios iniciales.

"Fue como una bomba"
Ayer dieron su testimonio seis pasajeros de la formación accidentada. Entre ellos estuvo Nicolás Villanueva, un joven que iba en el primer vagón. “Cuando estaba llegando a Once dije: 'Gracias a dios estamos llegando' y no terminé de decirlo y fue como una bomba. Tuve varias personas arriba mío, traté de no desesperarme. Vi gente colgada en los asientos, muerta. Fue una pesadilla, no se veía nada por la tierra del tren. Cada vez era peor”, relató el joven.

Edubijes Ocaranza fue la primera testigo en sentarse a declarar frente a los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 2. La mujer, que hasta ese momento trabajaba como empleada doméstica, empezó contando cómo se subió al tercer vagón de la formación conocida como “chapa 16” en Merlo. “Dejé pasar los dos trenes anteriores porque venían repletos”, explicó. “Es inhumano viajar en el Sarmiento, es el tren de la muerte”, agregó Ocaranza que contestó con detalles a cada pregunta que le hizo el fiscal Fernando Arrigo, las tres partes en que está dividida la querella y algunos de los abogados defensores.

La mujer explicó que no supo cómo salió del tren ya que se despertó sobre el andén pero después sí que se pudo ir caminando por sus propios medios. ”Salí por la puerta, yo quería salir de ese infierno que estaba viviendo y así, como pude, llegué a mi trabajo”.

Sobre el recorrido del tren aseguró: ”fue despacito casi todo el trayecto. Arrancaba y paraba. Como que quería ganar velocidad pero no podía”. Y luego agregó que el tren estaba deteriorado, con “todos los asientos rotos y las puertas que no se cerraban”.

Después llegó el turno de Pamela González, una chica joven que también subió en la estación de Merlo. Lo hizo para llegar a su trabajo en la sucursal de la calle Florida de la tienda Falabella.

“En Morón el tren se pasó de la estación. En Flores también, ahí fue casi un vagón entero lo que se pasó de donde tenía que frenar”, explicó y coincidió con Ocaranza que el tren iba “un poco lento”.

Sobre el momento en que la formación entró en Once, explicó: “de repente escuché una explosión y gritos, ruidos. Todo el furgón se me vino encima y caí al piso. No tenía fuerzas para moverme. Me levanté como pude, salí sola y me apoyé contra una columna del andén a la espera de que alguien me pudiera ayudar”. La chica, que debió renunciar a su trabajo después del choque, aseguró que las puertas andaban mal, había momentos en los que solo se podía subir o bajar por las ventanillas y las demoras eran cosas de todos los días. “Ya me daba vergüenza decir en mi trabajo que llegaba tarde por el tren”.

Aceite para poder moverse
Después fue el turno de Cristian Villanueva que viajó en el primer vagón. “Yo siempre trato de esquivar el tema”, explicó el hombre, de unos 30 años a quien hoy no le quedó más remedio que hablarlo.

Ese día también subió a la formación conocida como “chapa 16” en Merlo. Después del impacto estuvo cuatro horas atrapado. “Estuve desde las 8:30 hasta las 12:30, que me sacaron los bomberos”, dijo llorando y contó que durante esas cuatro horas no dejó de pensar en su hijita que en ese momento tenía 18 meses.

Un corte de 13 centímetros en la cabeza y una parálisis parcial en su pierna izquierda fueron dos de las secuelas físicas que le dejó el choque. Estuvo ocho meses sin trabajar por las lesiones hasta que después pudo retomar su trabajo en el microcentro porteño.

“Yo iba pensando en lo que tenía que hacer ese día en mi trabajo, porque era el primero hábil después de un feriado de cuatro días y de golpe fue el choque. El tren nunca frenó. Fue todo muy rápido, los gritos, las ambulancias, el ruido de las moladoras”, detalló.

Nicolás Aráoz, viajó durante 14 años en el Sarmiento y lo sigue haciendo. La mañana del accidente también iba en el primer vagón. “Subí como pude”.

“El tren me pareció que venía normal, en Caballito me pareció que el tren salió rápido”, explicó. “Cuando estaba llegando a Once dije: `Gracias a dios estamos llegando´ y no terminé de decirlo  y fue como una bomba. Tuve varias personas arriba mío, traté de no desesperarme. Vi gente colgada en los asientos, muerta. Fue una pesadilla, no se veía nada por la tierra del tren. Cada vez era peor”.

Al igual que a Villanueva lo sacaron los bomberos al mediodía. Hasta entonces, desde afuera “nos tiraban aceite porque estábamos todos muy apretados. Los bomberos nos tapaban con camperas por el humo. Cada minuto que pasaba se moría gente”.



12-5-2014
Tragedia de Once
En el accidente ferroviario murieron 52 personas y 789 resultaron heridas
Tragedia de Once: "Empecé a ver a la gente cayendo en cámara lenta"

Lo dijo la primera sobreviviente en declarar hoy. Los jueces resolverán mañana sobre el pedido de una de las querellas que pidió cambiar la acusación del motorman Marcos Córdoba a "estrago doloso" y reclamó su detención. Además declararán testigos.

La decimosegunda audiencia del juicio oral y público por la tragedia ferroviaria de Once comenzó con un pedido de la querella, para que se rectifique el permiso de algunos de  los imputados para no asistir a las audiencias. El Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nª 2 no hizo lugar. Declararon dos sobrevivientes de la tragedia ocurrida el 22 de febrero de 2012 en la que murieron 52 personas y 789 resultaron heridos. Mañana lo harán ocho más y el TOC deberá expedirse sobre el pedido del querellante, Gregorio Dalbón para que se cambie la carátula del motorman, Marcos Córdoba.

A casi dos meses del inicio del debate hubo un cambio de salas. De la sala AMIA, en la planta baja de los tribunales de Comodoro Py se pasó al SUM, en el subsuelo. El detalle no es menor si se tiene en cuenta que en un espacio reducido quedaron a pocos centímetros de distancia los familiares de las 52 víctimas del choque con los de algunos de los 29 imputados. La mujer del ex secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, quien desde que comenzó el proceso acompaña a su marido a todas las audiencias, quedó sentada a cinco asientos de distancia de Luján Rey, mamá de Lucas Menghini, el joven que fue encontrado en una cabina del tren más de 48 horas después del impacto. No hubo incidentes. Ni se miraron.

La primera testigo en contar lo que vivió esa mañana fue Nicolasa Del Valle López. La mujer, que hasta entonces trabajaba como empleada de limpieza, subió al cuarto vagón del tren, conocido como “chapa 16”, en la estación de Merlo.

Del momento del impactó recordó: ”Sentí una explosión, apareció como una neblina y empecé a ver a la gente como cayendo en cámara lenta”.

Ana María Dattilo fue la segunda testigo en ser convocada al estrado. La mujer contó que la mañana de la tragedia subió al anteúltimo vagón del tren Sarmiento en la estación de Moreno. Iba sentada cerca de la ventana y explicó que “el tren andaba mal y, llegando a Once, la situación era cada vez peor”.

La mujer afirmó que, por el impacto, se golpeó la espalda contra el asiento y se despertó en el piso después de unos minutos inconsciente. Y relató cómo, vio “gente muerta apilada y una mano que pedía auxilio debajo”.

El estado deplorable en el que estaba la formación y la cantidad de gente que viajaba ese día y “superaba la normal” fueron algunos de los puntos a los que se refirió.

Cuando llegó el turno de las preguntas, los defensores hicieron hincapié en algunas contradicciones que parecían haber surgido en comparación con su relato original. Entre otras cosas le preguntaron si conocía a otra de las testigos y al imputado, Eduardo Sícaro. La mujer negó ambos hechos.  También resaltaron el hecho de que Dattilo denunció un mes después que había estado en el accidente y que su certificado médico databa del mes de abril. La mujer respondió cada una de las preguntas pero en el ambiente dejaron flotando la duda.

La audiencia entró en un cuarto intermedio hasta mañana a las 10:30, cuando está previsto que declaren ocho testigos. Para mañana también se espera el Tribunal se expida sobre el pedido del querellante Gregorio Dalbón respecto del cambio de calificación que pesa sobre el motorman, Marcos Córdoba.




5-5-2014
Tragedia Once
Hoy declaran cuatro sobrevivientes
Tragedia de Once: "Hubo un estruendo y el tren se quedó en silencio"

Lo dijo Guillermo Quintana, uno de los cuatro sobrevivientes que declararon hoy. El Tribunal autorizó a Pedro Ochoa Romero y a Ricardo Jaime a no presentarse a las audiencias.
Por: Cecilia Devanna

Leo Vaca
“Escuchamos un estruendo muy grande y el crujir de los fierros. El tren se quedó en silencio y cuando terminó el crujido estuvimos varios segundos más de silencio. Después empezamos a gritar”, dijo Guillermo Quintana, sobreviviente del accidente en el que murieron 52 personas y 789 resultaron heridas.  Fue el primer testimonio de la 11ava audiencia del juicio por la tragedia ferroviaria de Once por la que hay 29 imputados.

La mañana del 22 de febrero de 2012,  Guillermo tomó el tren  en la estación Ituzaingó. Fue la última vez que lo hizo. Sobrevivió al accidente pero desde entonces no pudo volver a poner un pie en una formación.

Es uno de los temas que habla en las sesiones de terapia a las que asiste desde el choque. Cuando subió al tren por última vez estaba preocupado porque se le arrugaba el traje, la camisa y la corbata que estrenaba esa mañana después del fin de semana largo de carnaval.

“Yo creo que eso influyó, el tren estaba más lleno que nunca. Era la mañana del primer día hábil después de un fin de semana de cuatro días”, explicó. Tranquilo y de hablar pausado, Guillermo respondió las preguntas del fiscal Fernando Arrigo y después, del abogado querellante, Gregorio Dalbón. Los embates de Dalbón parecieron más dignos de una parte de la defensa que de la querella y, como en todas las audiencias, puso el eje en el rol del maquinista Marcos Córdoba, imputado por descarrilamiento culposo.

Quintana fue el primero de los testigos en afirmar que el tren bajó la velocidad al entrar a la estación de Once.  “El tren estaba retrasado, deteriorado y muy lleno, no se podía respirar”, recordó. Que se pasó en dos estaciones y que en Morón primero lo anunciaron como un servicio rápido y después dijeron que era normal, fueron algunos de los datos que dio sobre el recorrido. “Hubo un cambio en eso”, aseguró.

Del momento del impacto contra el andén nº 2, recordó Quintana estuvo más de tres horas en el vagón. “Tuve la mala suerte de que me quedó el reloj pulsera de otro pasajero de cara a mí y vi como daban vuelta las agujas”. Estuvo internado en el hospital Ramos Mejía y para demostrar lo apretados que viajaban dio un ejemplo: “el cierre del pantalón me lastimó de tan aplastado que quedamos”.

Después de más de una hora y media de relato llegó el turno de Cristina Sanchez Amaro. La mujer, que hace dos décadas que viaja en el ferrocarril Sarmiento, aseguró “es un servicio malo, siempre sufrí accidentes en el tren”. Y detalló que la mañana de ese miércoles 22 el tren "paró en todas las estaciones, en Flores se pasó un poquito de largo y volvió después  a la estación del tren. En caballito salió un poco más rápido de lo normal y entro rápido a Once".

Ese día la mujer  viajaba en el sexto vagón del tren y pudo salir por sus medios. "Había mucha gente en el tren, en cada estación subían, en Merlo y Morón se sube mucha más gente". La mujer también explicó que en la formación "había cosas rotas, la gente subía por las ventanas, sin vidrios en pleno invierno".

Antes de empezar con las declaraciones, se anunció que por mayoría, el Tribunal en lo Oral y Criminal Federal N° 2  autorizó al ex secretario de Transporte, Ricardo Jaime y al ex interventor de la Comisión Nacional de Regulación de Transporte, Pedro Ochoa Romero, a no presentarse a las audiencias. Ambos ex funcionarios habían pedido no asistir más al juicio porque les resulta "costoso" trasladarse desde Córdoba.



1-4-2014
Tragedia de Once
"Quiero decirles a los familiares que hice todo lo posible por frenar"

Lo dijo el maquinista Marcos Córdoba, en la cuarta audiencia el Tribunal Oral Federal N°2, después de que se rechazaran todos los planteos de nulidad de la defensa.
Por: Sebastián Ortega

Enrique García Medina
”Quiero decirles a los familiares que hice todo lo posible por frenar ese tren. Les pido que por favor me crean”. Marcos Córdoba, el motorman de la formación del tren Sarmiento que el 28 de febrero de 2012 se estrelló en la estación de Once causando la muerte de 52 personas fue el primero de los 29 acusados en declarar en el juicio. Con un tono de voz nervioso, el maquinista relató –casi de memoria- el viaje desde la estación de Castelar hasta el momento del accidente y no contestó preguntas. Un rato antes, el Tribunal Oral Federal N°2 (TOF2) había rechazado todos los planteos de nulidad formulados por las defensas de los 29 acusados.

Córdoba esperó una hora sentado en primera fila junto a su abogada, Valeria Corbacho, hasta que llegaron los jueces. Durante veinte minutos más escuchó al secretario del tribunal que leyó el rechazo del tribunal a todas las nulidades planteadas las defensas en audiencias anteriores. Finalmente llegó su turno. El presidente del tribunal leyó su nombre y el joven, hijo de un maquinista y un ama de casa, de baja estatura, morocho, 27 años –aunque aparenta algunos menos-, vestido con camisa blanca, buzo y jean, caminó hasta el estrado.

“Relevo el tren a cien, doscientos metros de la estación Castelar”, empezó. Durante 25 minutos el motorman relató, sin alterarse, el recorrido por la estaciones de Ramos Mejía, Ciudadela, Liniers, Villa Luro, Floresta, Flores y Caballito. Al salir de esta estación, contó, en la cabina “se encendió la señal de precaución”. Una vez que se apagó la señal, el maquinista retomó su rutina: aumentó un punto la velocidad, sacó la aceleración, tocó bocina e ingresó en Once. Puso la marcha en “neutro” y se preparó para frenar manualmente en el Andén 2.

“Iba a frenar manualmente porque no estaba borracho ni drogado, señoría. No fui a ningún corso y la noche anterior descansé bien”, aclaró. En este punto subió el tono de voz y su respiración se aceleró: “Comencé a desesperarme cuando vi que me acercaba a la estación y al aplicar el freno no sentí el sonido dela válvula. Al ver que no podía hacer nada tiré la emergencia”. El maquinista parecía a punto de quebrarse. Por primera vez se salía de un libreto que parecía memorizado hasta en las pausas.

“Vi que no podía hacer nada, me tiro y por instinto me agarro de la manija de freno y aceleración. Lo único que esperaba era el impacto. En los últimos dos metros me levanto, ahí me golpeo la cara", recordó. Y se puso de pie. Moviendo las manos en el aire contó que dio aviso a la emergencia. “Pero se ve que el audio que trasmití no salió, yo sé que la radio andaba, escuché cuando el control decía «corten la corriente en andén dos», y ahí veo pasajeros al costado, al lado mío, veo que vienen los bomberos". Córdoba hablaba nervioso, le temblaba la voz. ”Quiero decirles a los familiares que hice todo lo posible por frenar ese tren.

Les pido que por favor me crean”, cerró su declaración.

Después de Córdoba fue el turno de Pedro Roque Ranieri, jefe del taller de Castelar. “Luego de que declaren los peritos voy a hacer todas las aclaraciones que correspondan”, dijo al negarse a hablar. El secretario del Tribunal leyó la indagatoria que el imputado brindó durante la instrucción.

En la puerta de los tribunales federales de Comodoro Py, Gregorio Dalbón, representante de una de las querellas -no estuvo presente en la audiencia-, habló con los canales de noticias. Según contó, las causas del accidente "quedaron esclarecidas a partir de la autoincriminación" de Córdoba. "Con su pedido de disculpas a los familiares de las víctimas ha quedado en evidencia su exclusiva responsabilidad, porque nadie pide disculpas por algo que no hizo", dijo Dalbón, pese a que en su declaración Córdoba nunca pidió disculpas ni se autoincriminó. La lista de indagatorias continuó con Luis Alberto Ninoná, gerente de las líneas Mitre y Sarmiento, quien sostuvo que sus tareas “estaban ligadas a lo administrativo”. Luego declaró el ingeniero mecánico y ferroviario Roque Ángel Cirigliano. "La infraestructura ferroviaria no depende del ámbito de mí responsabilidad y no me consta que alguna persona haya incurrido en ese mal uso. El personal a mi cargo, de material rodante, ha efectuado sus actividades profesionales del material rodante", dijo.

Daniel Guido Lodola, gerente de la línea Sarmiento, fue el último imputado en declarar hoy.

“Lamentablemente yo llevaba dos meses trabajando, por lo cual cuando esto sucedió era muy poco lo que yo podía hacer. No puedo entender las imputaciones que se me hacen, porque por ese tiempo no pude haber hecho nada de lo que se me imputa”, declaró.

Los jueces anunciaron un cuarto intermedio hasta el lunes próximo. La audiencia continuará con la indagatoria a los imputad
Fuente:Infojus

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