23/07/2014
El Equipo Argentino de Antropología Forense volvió a cumplir con diligencias instruidas por la Justicia Federal que investiga el destino de los cuerpos de más de diez presos políticos desaparecidos tras el fusilamiento del 13 de diciembre de 1976.
Peritos del Equipo Argentino de Antropología Forense (Eaaf) volvieron a practicar excavaciones en el cementerio San Francisco Solano por orden de la Secretaría de Derechos Humanos Penal N° 3, del Juzgado Federal de Resistencia, a cargo de Carlos Skidelsky, en procura de dar con los restos de los desaparecidos hace 38 años en la Masacre de Margarita Belén.
Los trabajos se realizan en el sector G de la necrópolis capitalina, en tres parcelas ubicadas a metros de las que fueron removidas algunos años atrás con idénticos fines y con resultados relativos. Ayer, los trabajos fueron interrumpidos por las inclemencias climáticas y serán retomadas cuando las condiciones meteorológicas lo permitan, y las tareas se extenderán a otras cuatro locaciones.
El principal objetivo de las investigaciones es hallar los restos de unas diez personas que, de acuerdo a lo que obra en la causa, integraban el contingente de más de veinte presos políticos que era trasladado en un convoy militar, presuntamente, hacia una cárcel en la provincia de Formosa, el 13 de diciembre de 1976, y que fueran fusilados a la vera de la ruta nacional 16, en inmediaciones de la localidad de Margarita Belén. Según la versión de la dictadura, la caravana fue abordada por un grupo de civiles armados con la intención de liberar a los prisioneros, y que diez de ellos murieron en el enfrentamiento, mientras el resto se dio a la fuga, pero la Justicia verificó que también fueron acribillados.
Ya en el inicio de la investigación se supo que en realidad se trató de un fusilamiento y que diez cadáveres fueron oficialmente sepultados de manera formal Resistencia, según constan en los libros que treinta años después permanecían en los estantes de la administración, en los que figuraban las identidades de algunos y otros fueron consignados como NN. Pocos días después del entierro, el cadáver de Patricio Blas Tierno fue exhumado y entregado a sus familiares.
Tumbas colectivas
En procedimientos anteriores, el Eaaf descubrió tumbas colectivas en el cementerio San Francisco Solano, en las parcelas a las que la Justicia Federal identificó gracias a los testimonios ofrecidos por los operarios encargados de cavar las fosas en el cementerio en los días de la masacre, y que fueron ubicados por Amanda Mayor de Piérola, ya fallecida, madre de uno de los desaparecidos: Fernando Piérola, con la colaboración de un grupo de periodistas.
Pero las pericias demostraron que las tumbas colectivas no guardaban relación con modalidades de la dictadura y el terrorismo de Estado, sino que eran el resultado de un procedimiento irregular practicado naturalmente en el cementerio por muchos años: cuando se vencían los plazos de disposición de la parcela, los restos pasaban al osario común, pero esta acción era un mero formalismo administrativo que nunca se llevaba a la práctica ya que los restos no se retiraban, sino que las siguiente inhumaciones se hacían directamente encima.
Con ese antecedentes, la Justicia interpreta que debajo de sepultados con posterioridad podría permanecer aún los restos de los desaparecidos. Mientras, el producido de la remoción es puesto a resguardo y a disposición de la Justicia y custodiado por Gendarmería Nacional. La directora del cementerio, Mónica Franzack dio ayer explicaciones a familiares preocupados por este nuevo operativo, que temían por el destino de los restos óseos removidos.
Fuente:ChacoDiaPorDia
No hay comentarios:
Publicar un comentario