LA MASACRE DE SAN PATRICIO PERMANECE IMPUNE.

02.07.2014
"La masacre de San Patricio" permanece impune
Recordarán en Mercedes a los seis palotinos asesinados en una parroquia de Belgrano hace 38 años

Los asesinos dejaron junto a los cuerpos de las víctimas un dibujo de Mafalda palpando el bastón de un policía y diciendo: "¿Es éste el palito de abollar ideologías?" 
La Comisión Municipal por la Memoria de la ciudad bonaerense de Mercedes invita al acto recordatorio del 38º aniversario de la "Masacre de San Patricio", el asesinato de cuatro sacerdotes y dos seminaristas de la orden de los palotinos en la madrugada del 4 de julio de 1976.El acto se realizará el viernes a partir de las 10.30 en la iglesia de San Patricio situada en la calle 14 entre 19 y 21 de la citada ciudad bonaerense, situada a unos cien kilómetros al oeste de la ciudad de Buenos Aires. El presidente de la citada comisión, Oscar Apezteguia, recordó que los sacerdotes Pedro Dufau (68 años), Alfredo Leaden (57) y Alfie Kelly (43), y los seminaristas Salvador Barbeito Doval (29), nacido en Galicia, y el seminarista Emilio Barletti (23), fueron asesinados luego de que un grupo armado irrumpiera en la parroquia de San Patricio, en el porteño barrio de Belgrano.

"Hoy, 38 años después, nos encontraremos recordándolos y homenajeando sus vidas con la colocación de placas recordativas en las paredes de la casa parroquial de la cual formaron parte, del colegio y la parroquia", dice una tarjeta confeccionada por la orden.

Los padres palotinos están presentes en Argentina desde fines del siglo XVIII. La orden fue fundada por el sacerdote romando San Vicente Pallotti, fallecido en 1850 y canonizado por Juan XXIII. El colegio San Patricio comenzó a funcionar en Mercedes en 1887.

Repercusiones
La Masacre de San Patricio fue muy pobremente investigada por la justicia y las jerarquías eclesiásticas no presionaron para revertir esta situación. Supuestamentem el encargado de la misma fue el nuncio apostólico (embajador del Vaticano) Pío Laghi, que era estrecho amigo del almirante Emilio Eduardo Massera.

El ya fallecido escritor Eduardo Kimel publicó un libro llamado precisamente "La masacre de San Patricio" que puso en evidencia aquellas circunstancias, y sufrió por ello una persistente persecución judicial que sólo encontró lìmute con un fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

A partir de ese fallo se despenalizó la figura de "calumnias e injurias" en casos de interés público según el proyecto de ley presentado por la presidenta Cristina Fernández al Congreso y sancionado por éste en 2009.

La "Ley Kimel" se sancionó muy poco antes de que periodista y escritor  falleciera tempranamente, a los 57 años.

Hipótesis
Según el libro de Kimel, la matanza fue consumada por un "grupo de tareas" de la Armada con base en la ESMA en coordinación con policías de la Superintendencia de Seguridad Federal (SSF).

Dos días antes, Montoneros había hecho detonar un artefacto explosivo en el comedor de la mencionada SSF (en la calle Moreno 1417), más conocida como "Coordinación Federal", uno de los centros clandestinos de detención más terribles, con un saldo de 23 muertos y unos sesenta heridos.

En el lugar del crimen los asesinos dejaron escritas con tiza y con sangre de los asesinados varias leyendas. La escrita con tiza en una puerta decía: "Por los camaradas dinamitados en Seguridad Federal. Venceremos. Viva la Patria". La escrita con sangre en una alfombra: "Estos zurdos murieron por ser adoctrinbadores de mentes virgenes y son MSTM", en referencia al Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo.

Al menos uno de ellos, el más veterano, Pedro Dufau, no sólo no era miembro del MSTM sino que era bastante conservador, y acérrimo antiperonista.

Coincidencia  
Además de la masacre de San Patricio, hoy se cumplen 37 años de la desaparicón de la mercedina Stella Maris Bojorge, de 23 años, quien había cursado hasta el tercer año de Medicina en la UNLP.
Stella Maris fue secuestrada en la casa de sus padres, en la localidad de Mercedes, en la madrugada del 2 de julio de 1977.

Fue llevada al ccd “La Cacha”, ubicado en Olmos, La Plata, donde fue torturada y por fin asesinada junto a otros detenidos-desaparecidos en la madrugada del 22 de septiembre de aquel año en el Parque Pereyra Iraola.

Mercedes, la ciudad donde nació el genocida Jorge Rafael Videla y gustaba refugiarse Raúl Guglielminetti, también fue cuna de otros detenidos-desaparecidos cuyos verdugos permanecen impunes, casi todos vinculados al peronismo revolucionario.
Fuente:Telam