23 de julio de 2014

SAN JUAN: A UN AÑO DE LA FUGA DE LOS GENOCIDAS, IMPUTARON A LA MUJER DEL REPRESOR OLIVERA.

HISTÓRICA BURLA A LA DEMOCRACIA
A un año de la fuga, imputaron a la mujer del represor Olivera
Se trata de la psicóloga Marta Ravasi. También imputaron a los penitenciarios federales que trasladaron a Olivera y De Marchi y permitieron la fuga que cumple un año el 25 de julio. Por Gustavo Martínez Puga
domingo, 20 de julio de 2014

A un año de la fuga, imputaron a la mujer  del represor Olivera
Gustavo de Marchi, Jorge Olivera y Marta Ravasi.
A un año de la indigerible fuga de los represores Jorge Antonio Olivera y Gustavo de Marchi, condenados a reclusión perpetua y 25 años de prisión, respectivamente, en el primer juicio por delitos de lesa humanidad cometidos en San Juan, la justicia federal imputó a la esposa de Olivera y a los agentes del Servicio Penitenciario Federal que intervinieron en el traslado que permitió el escape del Hospital Militar de Palermo, Capital Federal.

La psicóloga Marta Ravasi, esposa del mayor retirado Olivera,  “fue imputada por el artículo 281, primer párrafo, del Código Penal Argentino”, precisó una fuente de los tribunales de Comodoro Py, donde la causa se tramita con hermetismo porque “estos tipos están libres y cualquier dato que se publique puede perjudicar la investigación. No hay que olvidar que tuvieron un apoyo increíble para escaparse”, precisó la fuente judicial porteña.

Ese artículo por el que imputaron a Ravasi regula la “evasión y el quebrantamiento de pena” y dice que “será reprimido con prisión de un mes a cuatro años, el que favoreciere la evasión de algún detenido o condenado, y si fuere funcionario público, sufrirá, además, inhabilitación absoluta por triple tiempo”.

Eso implica que, si luego llega a ser encontrada culpable de ese delito, efectivamente no irá a prisión porque la pena es excarcelable.

Con esa imputación sobre sus espaldas, la psicóloga Ravasi fue indagada en el Juzgado en lo Criminal y Correccional N°11, a cargo de Claudio Bonadío. En esa causa interviene la Fiscalía Federal N°5, la cual es subrogada por Eduardo Taiano.

Marta Ravasi está sospechada de haber sido informante del Ejército durante la última dictadura militar, cuando su marido era el Jefe de Inteligencia en el Regimiento de Infantería de Montaña 22 de San Juan. Es una militante católica que despotrica contra los “zurdos” y “el marxismo”, según sus propios relatos en una entrevista televisiva.

Su accionar fue una pieza clave para que su marido y De Marchi se fugaran el 25 de julio de 2013: ella pidió los turnos en el Hospital Militar de Palermo para que su marido fuera atendido por el dermatólogo. Trajo esos papeles desde Capital Federal y gestionó ante el Juzgado Federal de San Juan el traslado de su marido desde el Servicio Penitenciario Provincial a la cárcel de Marcos C. Paz, para que luego lo llevaran al Hospital Militar.

Marta Ravasi también sacó los turnos en el Hospital Militar para que el teniente primero retirado Gustavo de Marchi sea atendido por un psiquiatra. A partir de esa acción, y la posterior fuga, a Marta Ravasi no se la vio más por el Hospital Militar, donde trabajaba como psicóloga y donde se la dejó cesante.
En la práctica, los militares o ex militares sólo se hacen revisar en los hospitales militares. Olivera y De Marchi se agarraron de esa costumbre para ganarse ilegalmente la libertad.

MULTA ECONÓMICA
Sin lugar a dudas que tuvieron colaboración extra a Marta Ravasi. Por ese motivo es que también en el Juzgado N°11 de Capital Federal imputaron a los guardias del Servicio Penitenciario Federal (SPF) que protagonizaron el traslado desde Marcos C. Paz hasta el Hospital Militar.

“Hubo indagatoria al personal del SPF que hizo el traslado y se los imputó por el artículo 281, párrafo dos, que es para los funcionarios”, precisó la fuente judicial porteña, quien pidió no precisar la cantidad ni la identificación de los penitenciarios federales involucrados en el proceso judicial.

Según el Código Penal Argentino, ese artículo dice que  “si la evasión se produjere por negligencia de un funcionario público, éste será reprimido con multa de pesos argentinos mil a pesos argentinos quince mil”.

De acuerdo a lo informado hasta ahora, tanto Olivera como De Marchi no habrían cometido ningún delito al escaparse. Es que, para que se configure ese delito debe haber “violencia en las personas y fuerza en las cosas” para que logren el objetivo. De todas maneras, según la fuente judicial porteña, “eso podría cambiar. Hay que tener en cuenta la plataforma fáctica, pero prefiero no adelantar más detalles”.

DESAPARECIERON

Hay que recordar que Olivera y De Marchi se fugaron sin usar violencia ni forzar las cosas. Simplemente, desaparecieron de la oficina del tercer piso del Hospital Militar en la que los habían dejado los penitenciarios federales.

Según las declaraciones periodísticas del fiscal Eduardo Taiano realizadas en agosto del año pasado, “lo llamativo es que no sólo no estaban cerradas con llave las puertas, sino que sólo una custodia hacía guardia, por lo que se investiga si se retiró aunque sea unos minutos, lo que posibilitó que se escapen Olivera y De Marchi”, publicó Diario de Cuyo.

Además, el fiscal Taiano agregó otro dato clave en esas declaraciones del año pasado: “En el hospital no hay cámaras de seguridad, por lo que no podemos contar con filmaciones para reconstruir la fuga”.

Olivera y De Marchi habían sido condenados por el Tribunal Oral Federal de San Juan el 4 de julio de 2013. Cuatro días después, su esposa trajo a la provincia los turnos médicos para iniciar el pedido legal de traslado a Marcos C. Paz. Veintiún días después de la condena del juicio que duró 15 meses, los represores obtuvieron ilegalmente la libertad, protagonizando una de las perores burlas al sistema democrático argentino.

La reacción a la “mojada de oreja”
Tras la fuga de Jorge Olivera y Gustavo de Marchi, hubo una fuerte reacción del Gobierno Nacional, desde donde se intentó tomar medidas ejemplificadoras.

*El Ministerio de Justicia de la Nación ofreció una recompensa de 2 millones de pesos para el que aporte algún dato certero que lleve a dar con el paradero de Oliver y De Marchi.

*El Gobierno Nacional congeló los bienes, cuentas, tarjetas y el fideicomiso de los represores fugados, con la intención de cortarles las fuentes de financiamiento.

*A partir de la fuga, el Ministerio de Defensa de la Nación prohibió que los detenidos por delitos de lesa humanidad sean atendidos en los hospitales militares.

*El Gobierno Nacional denunció a los penitenciarios federales involucrados en la fuga y echó al director de esa institución. Por otro lado, le dieron de baja a 7 militares del Hospital Militar.
Fuente:TiempoSanJuan

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