Una Abuela de Plaza de Mayo sanrafaelina recuerda a su hija
"Mi historia es como la de muchas otras abuelas", expresó Carlota Ayub, miembro de Abuelas de Plaza de Mayo y una de las fundadoras de la Comisión de Solidaridad con Familiares de Presos y Desaparecidos en la Argentina (Cosofam, entidad que formó junto a otros exiliados en España a finales de los '70). Sin embargo, cada historia es única. La suya lo es no sólo por el hecho nefasto de haber perdido a una hija, sino por la vida que le tocó después.
Carlota nació en San Rafael, es madre de Graciela Quesada, desaparecida durante la última dictadura militar. Tiene casi 90 años, pero está llena de energía. "Hay que sacar fuerzas de flaquezas", señaló, haciendo referencia a su familia repartida entre España y Argentina, que le sirve de sostén.
La mujer viaja con frecuencia a Mendoza, donde vive uno de sus hijos, Carlo Enrique, y son él y sus hermanos los que la definen. "Tengo cuatro hijos y una desaparecida", indicó. Ya pasaron 27 años desde que Graciela desapareció, pero aún sigue viva en su memoria como una "mujer hermosa y alta", tan alta que recuerda que cuando era pequeña se acomplejaba y alguna vez dijo que se quería cortar las piernas. Momentos como ése aparecen en su memoria. Y si a una madre el nacimiento de un hijo le puede cambiar la vida, su desaparición también marca un antes y un después. En el caso de Carlota, el secuestro de Graciela la llevó a crear Cosofam, desde donde ella podía hacer algo por su memoria.
A través de esa comisión, muchos exiliados argentinos intentaban comunicarle al mundo lo que sucedía en el país. Además, realizaban eventos para recaudar dinero para las Abuelas de Plaza de Mayo. Actualmente, entre sus muchas actividades hay una que les sirve para homenajear a los desaparecidos. Se trata de la plantación de árboles en Barcelona.
En tanto, en la Plaza de la Memoria de San Rafael, se plantaron aromos, los preferidos de Graciela, en memoria de los 41 desaparecidos sanrafaelinos. Muchos eran jóvenes, como su hija, que cuando fue vista por última vez tenía 20 años y dos niños. Ante esto, Carlota entiende que militar es algo natural en ellos. "Si no se meten los jóvenes ¿quiénes se van a meter? Porque ellos son los idealistas y si eran estudiosos e inteligentes era natural que estuvieran en contra de los gobiernos establecidos", relató convencida y lamentó: "Nosotros les dábamos libertad para que pensaran y libertad de acción, pero parece que trabajar en política era un pecado y por eso los hicieron desaparecer".
Pero la madre y abuela no piensa bajar los brazos y, tras años de búsqueda, aún espera. "Estoy perdiendo las esperanzas pero ¡¿quién te dice que no aparezca?!".
En noviembre, Carlota cumple 90 años y comentó que lo festejará porque hay que agradecerle a la vida lo que le dio, "aunque me haya golpeado tanto".
Conferencia
Hoy Ayub se presentará en una conferencia de prensa junto a Educadores Popular Aldabón, organización que forma parte de la red de búsqueda de hijos de desaparecidos. Desde la organización invitan a quien tenga dudas sobre su origen se comuniquen al 02604 421937 y al 154564620.
Fuente:DiarioSanRafael
Carlota nació en San Rafael, es madre de Graciela Quesada, desaparecida durante la última dictadura militar. Tiene casi 90 años, pero está llena de energía. "Hay que sacar fuerzas de flaquezas", señaló, haciendo referencia a su familia repartida entre España y Argentina, que le sirve de sostén.
La mujer viaja con frecuencia a Mendoza, donde vive uno de sus hijos, Carlo Enrique, y son él y sus hermanos los que la definen. "Tengo cuatro hijos y una desaparecida", indicó. Ya pasaron 27 años desde que Graciela desapareció, pero aún sigue viva en su memoria como una "mujer hermosa y alta", tan alta que recuerda que cuando era pequeña se acomplejaba y alguna vez dijo que se quería cortar las piernas. Momentos como ése aparecen en su memoria. Y si a una madre el nacimiento de un hijo le puede cambiar la vida, su desaparición también marca un antes y un después. En el caso de Carlota, el secuestro de Graciela la llevó a crear Cosofam, desde donde ella podía hacer algo por su memoria.
A través de esa comisión, muchos exiliados argentinos intentaban comunicarle al mundo lo que sucedía en el país. Además, realizaban eventos para recaudar dinero para las Abuelas de Plaza de Mayo. Actualmente, entre sus muchas actividades hay una que les sirve para homenajear a los desaparecidos. Se trata de la plantación de árboles en Barcelona.
En tanto, en la Plaza de la Memoria de San Rafael, se plantaron aromos, los preferidos de Graciela, en memoria de los 41 desaparecidos sanrafaelinos. Muchos eran jóvenes, como su hija, que cuando fue vista por última vez tenía 20 años y dos niños. Ante esto, Carlota entiende que militar es algo natural en ellos. "Si no se meten los jóvenes ¿quiénes se van a meter? Porque ellos son los idealistas y si eran estudiosos e inteligentes era natural que estuvieran en contra de los gobiernos establecidos", relató convencida y lamentó: "Nosotros les dábamos libertad para que pensaran y libertad de acción, pero parece que trabajar en política era un pecado y por eso los hicieron desaparecer".
Pero la madre y abuela no piensa bajar los brazos y, tras años de búsqueda, aún espera. "Estoy perdiendo las esperanzas pero ¡¿quién te dice que no aparezca?!".
En noviembre, Carlota cumple 90 años y comentó que lo festejará porque hay que agradecerle a la vida lo que le dio, "aunque me haya golpeado tanto".
Conferencia
Hoy Ayub se presentará en una conferencia de prensa junto a Educadores Popular Aldabón, organización que forma parte de la red de búsqueda de hijos de desaparecidos. Desde la organización invitan a quien tenga dudas sobre su origen se comuniquen al 02604 421937 y al 154564620.
Fuente:DiarioSanRafael
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