24 de septiembre de 2014

UNA REPARACIÓN HISTÓRICA EN EL LEGAJO DE CONTI.

AL MAESTRO CON CARIÑO
Por Ailín Bullentini
Como reparación a la memoria del escritor Haroldo Conti se modificó su legajo de docente. Donde decía “cesante por abandono de tareas” se lo reemplazó por “desaparición forzada”. Los legajos de todos los docentes desaparecidos durante la dictadura serán modificados de la misma manera


EL EXPEDIENTE DEL ESCRITOR DESAPARECIDO DECIA QUE HABIA QUEDADO CESANTE COMO DOCENTE POR ABANDONO DE TAREAS
Una reparación histórica en el legajo de Conti
Como parte de una iniciativa oficial para enmendar los documentos públicos referidos a los maestros que fueron víctimas de la dictadura, en el expediente de Haroldo Conti se aclaró que su trabajo fue interrumpido por su “desaparición forzada”. El acto se hizo en la ex ESMA.
Por Ailín Bullentini

El ministro Alberto Sileoni, el director del Centro Cultural Conti, Eduardo Jozami, y uno de los hijos del escritor, Ernesto Conti.Imagen: Rafael Yohai
Resulta que una noche los alumnos del colegio porteño Juan José Paso estrenaban profesor. Un señor desgarbado, serio, vestido con un piloto, entró al aula y se sentó en la tarima ubicada delante del escritorio docente: “Yo vine a enseñarles Instrucción Cívica, pero no sirve para nada. Así que si ustedes no me traicionan yo les voy a leer literatura latinoamericana y están todos aprobados”. Aquel docente era Haroldo Conti, más y fundamentalmente conocido como escritor. La anécdota fue relatada ayer por el locutor Tom Lupo –uno de los estudiantes del Paso a quienes Conti les ofreció aquel trato de confidencialidad–, en el marco del acto de reparación de su legajo docente en el que la leyenda “cesante por abandono de tareas” fue reemplazada por “desaparición forzada”. Es que el rastro de Conti se perdió en mayo de 1976, cuando el terrorismo de Estado lo desapareció por su militancia en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). El homenaje, que se llevó a cabo en el centro cultural que funciona en la ex ESMA y que lleva el nombre del escritor, profesor y militante, reunió a sus hijos y nietos con las autoridades del espacio, funcionarios de Educación y de Derechos Humanos, miembros de la Comisión de Trabajo por la Reconstrucción de Nuestra Identidad, impulsores de la restauración y miembros de organismos de derechos humanos.

“La propuesta de la Comisión me recordó, incluso a mí, que soy su hija y docente, la labor de mi viejo en las aulas. Fue impactante y emocionante”, recordó Alejandra Conti, minutos antes de recibir de la mano del ministro de Educación, Alberto Sileoni, el documento que registró de principio a fin la actividad de su papá como maestro, completamente restaurado.

La presentación y entrega del documento se llevó a cabo en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, uno de los espacios que funcionan en lo que, durante la última dictadura que asesinó al artista y docente homenajeado, fue un centro clandestino de tortura y exterminio, la entonces Escuela de Mecánica de la Armada.

“Vivimos en un país que comprende cada vez más la importancia de hacer memoria, que es seguir avanzando en la Justicia y en un compromiso ético afianzado en la verdad”, festejó el titular del Centro Cultural, Eduardo Jozami, quien recibió una copia del legajo restaurado. “La figura de Haroldo Conti es la indicada para ilustrar esto”, dijo.

Más tarde, el jefe de gabinete de la Secretaría de Derechos Humanos nacional, Agustín Di Toffino, recordó que además de escritor y docente, Conti fue “un militante revolucionario”.
Como lo viene haciendo desde hace bastante tiempo, la Comisión de Trabajo por la Reconstrucción de Nuestra Identidad –un grupo con asiento en el Ministerio de Planificación Federal, pero con acción en todas las áreas del Estado– se valió del decreto 1199/12, firmado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, para modificar el documento que lo identifica a Conti como empleado público y que, hasta ayer, mantuvo un “error brutal”.

En julio de 1979, el entonces ministro de facto a cargo del área educativa, Juan Rafael Llerena Amadeo, firmó un sumario contra Conti mediante el que se le endilgaba “abandono de cargo” y se lo dejaba cesante en su trabajo como docente. En ese mismo documento se denunciaba que “el profesor había dejado de concurrir a su lugar de trabajo –horas cátedra en los liceos 7 y 11 de la ciudad de Buenos Aires– el 5 de mayo de 1976”, pero se dejaba a un lado el descargo realizado por su hermana en las instituciones educativas: Haroldo Conti había sido secuestrado en la madrugada de aquel día; la familia había reclamado por él, pero no había logrado obtener respuestas. Desde ayer, el legajo de Conti dice la verdad: que el fin de su actividad docente fue consecuencia de su “desaparición forzada”.

Alejandra y Ernesto, los hijos mayor y menor del docente y escritor homenajeado, destacaron el valor “fundamental” de la enmienda del documento público. “Es realmente un acto de reparación, pero también de memoria y de Justicia”, insistió ella, que le pidió a su hijo Julián –quien “gracias al abuelo” recorre los primeros pasos de la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Buenos Aires– que la acompañara a “entrar a este lugar”, en referencia a la ex ESMA. Para Ernesto, que también estuvo acompañado por su propia familia, se trata de una reparación no sólo simbólica “en el sentido de lo que significa tener parte de la vida” de su padre en sus manos, sino también política, “porque hay un Gobierno que se comprometió y se compromete con recuperación de la memoria y la verdad”, apuntó.

Luego de entregar una copia del documento a Jozami y otra a Ramón Torres Molina, titular del Archivo Nacional de la Memoria –que también funciona en uno de los edificios del ex centro clandestino–, Sileoni insistió en “valorar” la decisión de los gobiernos de Cristina Fernández y de su predecesor, Néstor Kirchner, de impulsar la política de derechos humanos que “aún persiste, después de más de una década” y propuso mirar hacia adelante. “Hay una sociedad que debe seguir profundizándola”, dijo. Luego, dos estudiantes secundarios de la Ciudad leyeron el prólogo de Mascaró, uno de los libros fundamentales de Conti, y la carta con la que rechazó la beca Guggenheim. El acto concluyó con los tres “¡Presente! ¡Ahora y siempre!”, propuestos por las Madres de Plaza de Mayo Taty Almeida y Vera Jarach, que celebraron, desde la primera fila, cada una de las exposiciones.




SILEONI Y LA CORRECCION DE LOS LEGAJOS DOCENTES
“Tiene gran significación simbólica”
Por Julián Bruschtein

“Esto no es un mero hecho administrativo. Es un hecho de una gran significación simbólica y política. Todos conocemos al escritor de la talla que fue Haroldo Conti, pero estamos recuperando al Haroldo Conti profesor”, destacó el ministro de Educación, Alberto Sileoni, en diálogo con Página/12 después del acto de reparación del legajo docente del escritor (ver nota central). El proyecto surge a partir de un decreto presidencial de 2012 en el que se indica la corrección de las causas de cesantía de empleados públicos y que ahora se está aplicando a los maestros que fueron víctimas de la dictadura.

–¿Cómo se instrumenta la corrección de los legajos de docentes desaparecidos?
–Es una tarea que se está realizando junto con los trabajadores. A través de un programa que está arrancando y que tiene el propósito de poder poner en su lugar y de llamar desaparición forzada lo que antes se llamaba abandono de cargo. En el caso particular de Conti, hay una resolución del 27 de junio de 1979 en la que decía que había abandonado sus tareas desde el 5 de mayo del ’76 y que se lo había intimado para que regularice su situación. También que su hermana había informado que fue secuestrado el día anterior, y en los considerandos de la resolución hacen constar que “no obra en autos ninguna información que permita determinar que el docente se encuentra a disposición de autoridad alguna”. Termina diciendo que lo declara cesante por hallarse en la figura de abandono del cargo.

–¿Ahora se anula el acto administrativo anterior y se elabora uno nuevo?
–A partir del decreto presidencial 1199/2012 se dispone la inscripción de la condición de detenido-desaparecido en su lugar. Aquella disposición canalla la firmó (el ministro de Educación de la dictadura) Juan Rafael Llerena Amadeo, que murió el 13 de enero de este año, y el 14 el diario La Nación sacó una nota diciendo que murió un abogado católico dedicado y preocupado por la educación. Bajo su gestión desaparecieron 600 docentes y aproximadamente 200 alumnos en la Argentina. Por eso hicimos una resolución reparatoria, la 1374 del 4 de septiembre de 2013, en donde se revoca “la resolución anterior que dispuso la baja del profesor Haroldo Conti por abandono de cargo, dado que se encuentra en condición de desaparición forzada desde el 4 de mayo de 1976 y posee el legajo 00077 de la Conadep”. Se expone que la verdadera causa del cese de la relación laboral fue la desaparición forzada.

–La figura de Conti sirve para realzar esta reparación...
–Pareciera que es un dato menor, pero tiene una trascendencia simbólica en términos de justicia. Hoy se recuperó al profesor Haroldo Conti, y esto también tiene alguna significación: la reflexión sobre el profesor Haroldo Conti y su condición como tal. Se hace una reparación que es mucho más que la reparación de un legajo administrativo, es una reparación simbólica que ayuda a cerrar una herida.

–Pero además se trata de difundir esta situación, no es un mero acto administrativo...
–La idea es que esta reparación tenga visibilidad pública, que se haga en sitios de trabajo, donde se pueda exponer ante la comunidad que aquella persona que fue cesanteada por un supuesto abandono de cargo en realidad fue secuestrada y desaparecida.
Fuente:Pagina12





23-9-2014
Memoria 
En la ex ESMA
Haroldo Conti: de "abandono de cargo" a "desaparición forzada"
En un emotivo homenaje que se realizó en el centro cultural que lleva el nombre del docente, escritor y militante, se reparó su legajo docente. "Aunque quisieron, no pudieron hacerlo desaparecer", dijo su hijo Ernesto.
Por: Cecilia Devanna
Fotos:Majo Malvares
La resolución de 1979 decía que el profesor Haroldo Conti había hecho “abandono de cargo”. En el mismo informe, su hermana contaba había sido secuestrado el 5 de mayo de 1976 y estaba desaparecido.  Hoy, más de 35 años después, se agregó: “desaparición forzada”, como establece el decreto 1199/2012.  El acto de reparación del legajo se hizo en el Centro Cultural por la Memoria que lleva el nombre del escritor, en la ex ESMA.

Estuvieron el ministro de Educación, Alberto Sileoni; el director del Centro, Eduardo Jozami; el secretario ejecutivo del Consejo Federal de Derechos Humanos, Agustín Di Toffino, en representación de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, y los hijos de Conti, Alejandra y Ernesto. Desde las gradas los miraban un centenar de personas, entre ellas varias Madres de Plaza de Mayo. El autor de “Sudeste” y “La balada del álamo Carolina”, recordó Sileoni, fue uno de los 600 docentes desaparecidos durante la última dictadura cívico- militar.

Conti militaba en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y fue secuestrado, la madrugada del 5 de mayo, por una brigada del Batallón 601 de Inteligencia del Ejército Argentino de su casa en Palermo, a cien metros de la Comisaría 29ª de la Policía Federal Argentina. Desde entonces permanece desaparecido.

Sileoni entregó ejemplares del legajo  a Alejandra, Ernesto, a Jozami y a Di Toffino, y dio la palabra a sus hijos. Alejandra, conmovida, dijo que era un acto “de reparación, justicia y memoria”. Contó que ella a su papá lo nombra “como si estuviera vivo y es que, gracias a ustedes, –dijo mirando al público- sigue vivo”. La sala estalló en aplausos.

Su hermano menor, Ernesto, dijo que el nuevo legajo era una “reivindicación” que demostró “aunque quisieron, no los pudieron hacer desaparecer”. Ernesto contó que era muy fuerte para él estar en el predio de la ESMA y rodeado de Madres y estudiantes y con su hijito, Agustín Haroldo. “Todo esto tiene una lectura simbólica, pero también política, porque acá hay un gobierno que se compromete por la recuperación de la memoria y la verdad”, dijo Ernesto. Jozami definió a Conti como “un gran escritor y un gran militante que dejó todo por la militancia”.

Durante la proyección de un documental sobre Conti, los presentes pudieron conocer su voz y verlo caminando por el Delta, del que era fanático; o escribiendo en una vieja máquina.

El periodista Tom Lupo, ex alumno de Conti, recordó el día en que el escritor llegó a darles clase por primera vez. La materia era Instrucción Cívica, pero cuando Conti llegó les dijo: “se supone que iba a darles Instrucción Cívica, pero eso es una basura que no sirve para nada. Si ustedes no me traicionan, yo les voy a dar literatura argentina y latinoamericana y están todos aprobados”, recordó. Entonces Lupo agregó que lo primero que Conti les dio a leer fue, “María la Rubia”, del escritor Dalmiro Sáenz. Los aplausos estallaron otra vez.


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