ROSARIO - DIFUSIÓN.

		Newsletter 70     Viernes 21, Noviembre 2014
	Proyecto de Ordenanza de Espectáculos Públicos Nuestra opinión "No es posible definirse por el ordenamiento de la nocturnidad atendiendo a una convivencia entre derechos , si ya sea por falta de rigor en la norma o por laxitud en su aplicación, se parte de tolerar que los derechos de actores fundamentales en la conformación del espectáculo público sean supinamente ignorados, relegándoselos a la clandestinidad e indocumentación e introduciendo un elemento de tensión social que pone palmariamente de manifiesto el carácter solo declamatorio de la postulada convivencia pacífica". Sindicato de Músicos de Rosario Comisión Directiva
	Rosario, 20 de Noviembre de 2014   A los integrantes de la Comisión de Gobierno y Cultura del Honorable Concejo Municipal De nuestra mayor consideración: Nos complace someter a su digna consideración, desde nuestro humilde punto de vista basado en el conocimiento práctico, algunas reflexiones con relación a la nueva Ordenanza de Espectáculos Públicos que se halla en avanzado proceso de redacción y de la cual Ud. es uno de sus artífices más destacados. En tal sentido, compartimos decididamente su aspiración de pretender a través de esa norma jurídica ordenar la nocturnidad rosarina permitiendo una convivencia de derechos en la que se conjuguen adecuadamente el derecho del público al esparcimiento con el derecho del empresario a invertir y el derecho del municipio al cumplimiento de la ordenanza. Sin embargo tememos que ese objetivo deseado naufrague otra vez en el mar del reglamentarismo absoluto y los compartimentos estancos, quedando relegado a no ser más que una mera expresión de deseos. Es que no podemos obviar emitir nuestra más dura crítica a la visión sesgada según la cual se puede hablar de una convivencia de derechos en el espectáculo público y a la vez soslayar controlar mínimamente el cumplimiento de los derechos laborales de los músicos, que muchas veces son una pieza fundamental para el funcionamiento exitoso del emprendimiento empresarial y un aporte sustantivo al sano divertimento del público. No se puede invocar supuestos convenios y normas vigentes que impedirían interferir en áreas propias de otros niveles estatales para, con tan sutil argumento, presentar al municipio como imposibilitado o incapaz de oponerse al trabajo informal y a la violación de derechos de trabajadores del espectáculo público. Esto nos suena a una mera excusa para no intervenir. Si todos los organismos del estado deben tener como finalidad primaria el cumplimiento del principio de legalidad, en la meta de preservar ese principio a rajatablas no se puede hablar de interferencia sino de complementariedad entre las diversas áreas del estado municipal, provincial y nacional. La inspección de la nocturnidad es una actividad que nadie mejor que el municipio, por sus posibilidades y características, está en condiciones de cumplir con eficiencia. Si es necesario, se debe suscribir convenios de colaboración con otros entes, como ser verbigracia, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de la Provincia de Santa Fe, para que en tal tarea de relevamiento de los establecimientos de espectáculos públicos con desenvolvimiento en la noche, se incluya terminantemente la no tolerancia del empleo precarizado de los músicos. Proponemos que se arbitren las regulaciones legales necesarias para que el municipio, al inspeccionar un local de cualquier rubro, quede habilitado a solicitar libros de altas y bajas de personal y contratos de eventuales visados por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, verificando que consten inscriptos los trabajadores presentes en ese ámbito y si tal extremo no se cumpliera, considerarlo objeto de sanción, llegando inclusive a la clausura temporaria, hasta tanto no se regularice debidamente la situación laboral del personal ante la autoridad de aplicación competente, mediante el otorgamiento de los libre deuda correspondientes. Confiados en que estas expectativas por justas queden debidamente incluidas en la nueva norma, aprovechamos la oportunidad para saludarles con la mayor deferencia.