20 de diciembre de 2014

CÓRDOBA-MEGACUSA LA PERLA: UN SECUAZ DE BARREIRO TAMPOCO PUDO IDENTIFICAR UN SITIO DE ENTERRAMIENTO.

Viernes 19 de Diciembre de 2014
Un secuaz de Barreiro tampoco pudo identificar un sitio de enterramiento
José “Quequeque” Herrera fue llevado a Villa Ciudad de América, para reconocer el lugar donde supuestamente está enterrado un desaparecido. La pesquisa, otra vez, dio negativa
Por Adrian Camerano
A medida de que pasan los días, como un castillo de naipes se va desmoronando la operación de golpe de efecto mediático lanzada por el represor Ernesto Barreiro el 10 de diciembre pasado. Nada menos que el Día Internacional de los Derechos Humanos fue la fecha elegida por el “Nabo” para ponerse en el centro de la escena y saltar a la portada de los diarios; a sala vacía (un privilegio concedido por los jueces del TOFN°1, aquel día y este miércoles pasado también) quien quizás sea el más político de los imputados en la megacausa brindó una lista de 25 desaparecidos y tres supuestos sitios de enterramiento.

El impacto fue tal que ese mismo día el tribunal dispuso una inspección ocular en el predio de La Perla, pero en el terreno Barreiro no pudo precisar lo que había asegurado en la sala de audiencias, y empezó a vislumbrarse que la movida estaba, por lo menos, “floja de papeles”.

Sin embargo, muchos “compraron”. Algunos medios, por caso, y fundamentalmente funcionarios judiciales hablaron de una “ruptura del pacto de silencio”, conmovidos sin dudas por la efectiva puesta en escena del ex líder carapintada. A aquella jornada siguió un raid mediático del imputado, donde hasta se dio el gusto de aseverar públicamente que “en La Perla no murió nadie”.

Con el correr de los días la espuma bajó, y quedó comprobado lo que desde un principio aseguraron desde los organismos de Derechos Humanos: Barreiro montó una escena, eficaz por cierto, a tomar “con pinzas” dada la catadura del protagonista.

El segundo capítulo del lamentable “show” de Barreiro terminó, de algún modo, de desmontar la operación. Se produjo este miércoles, cuando otro imputado, José “Quequeque” Herrera, repitió la actuación de su jefe político y tampoco pudo precisar el lugar donde ellos mismos dicen que han enterrado desaparecidos. Integrante del selecto grupo de “investigadores” que dicen querer aportar a la verdad y la justicia, Herrera fue conducido hasta Villa Ciudad de América acompañado de un secretario judicial y tampoco pudo indicar dónde supuestamente está enterrado el desaparecido incluido en la famosa lista aportada por Barreiro. Nómina, por otra parte, compuestas por nombres que -por supuesto- ya figuraban en los expedientes judiciales.

"Resultó negativa" informó ayer el presidente del tribunal al referirse a la frustrada recorrida por el lugar situado cerca de la Ruta 5. Díaz Gavier es otro de los que estaba muy entusiasmados al principio, y ahora volvió a la prudencia.

La inconsistencia fue tal, que quedó por ahora descartada una inspección ocular en la zona. Tarde o temprano, la verdad se impone.
Fuente:ElArgentinoCdba.







19-12-2014
Declararon ayer cuatro personas
La Perla: 199 audiencias y 435 testigos en un megajuicio que crece

Se realizó ayer la última audiencia del año. Más de cuatrocientos testigos pasaron por el estrado para declarar sobre lo que sucedió en el centro clandestino más grande de Córdoba durante la última dictadura. “Nos encaminamos a una sentencia condenatoria”, dijo a Infojus Noticias Claudio Orozs, abogado de una de las cinco querellas.
Por: Laureano Barrera
Telam
El velo de los crímenes atroces sucedidos en La Perla cada vez se descorre más. Con la audiencia que se llevó a cabo ayer, la última del año, se completaron 199 días de juicio: 435 testigos pasaron por el estrado para evocar lo que sucedió en el centro clandestino más grande de la provincia de Córdoba hace 38 años, durante la última dictadura cívico militar. “Ha sido un año larguísimo. El cúmulo de pruebas que vamos receptando viene confirmando todos los requerimientos de elevación a juicio que hicimos, y nos encaminamos a una sentencia condenatoria”, evaluó ante Infojus Noticias Claudio Orozs, uno de los cinco abogados de la querella de Familiares e HIJOS.

Además del valor probatorio de los relatos, para el periodista Alexis Oliva, este año se cobraron fuerza durante las audiencias tres temas novedosos: “Uno es la cuestión de la esperanza de encontrar los restos, después del hallazgo de huesos en octubre, después de buscar durante 10 años. La segunda es la dimensión económica con la causa Mackentor, que habla del interés económico de la dictadura y del favorecimiento de ciertas empresas monopólicas (en este caso Supercemento). Y la tercera es la complicidad de la justicia, sobre el final de la dictadura y el principio de la democracia”, enumeró el periodista que se encarga de seguir día a día el juicio.

La última audiencia
En la audiencia de ayer declararon cuatro testigos que dieron detalles sobre los secuestros en sus familias durante la represión ilegal.

María Ester Landaburu fue a declarar por la desaparición de su hermana Elsa Alicia Landaburu y su compañero Osvaldo López. Fue el 27 o 28 de marzo de 1976, cuando la casa de las hermanas Landaburu fue allanada por un grupo de gente jóven, armados y vestidos de militar. El 4 de abril de 1976 salió un artículo en el diario donde se informaba que habían sido asesinados en un supuesto enfrentamiento. “En realidad no hubo ningún enfrentamiento, con posterioridad pudimos reconstruir todo lo que había pasado”. Por sobrevivientes, sus padres supieron que su hija fue uno de los asesinatos que se cometió de esa forma.

Silvia del Carmen Fonseca estuvo presente en el secuestro de Ruben Motta, la noche del 6 de enero de 1976 cuando se encontraba por casualidad en su casa visitando a la madre de los chicos que era su amiga. Era la novia de Oscar, el hermano de Rubén. Fue un secuestro colectivo, que la inteligencia cordobesa apodó “Operativo Moncholo”, que en la jerga policial era como le decían a la Tendencia Revolucionaria del peronismo. Secuestraron a más de treinta militantes y los tuvieron 48 horas en La Perla, torturándolos. Rubén está desaparecido.

Las últimas dos testigos fueron Elena Jorgelina Bustillo y Gustavo Bustillo. Eran la hija y el hermano de Ramiro Sergio Bustillo, aprendiz en la fábrica militar. Fue una caída en cadena de militantes del  Partido Comunista argentino, que Menéndez ordenó secuestrar entre el 17 y 18 de octubre de 1977. Primero fueron llevados a una dependencia de la policía, después trasladados a La Perla. Fueron torturados sin pausa, y los cinco fusilados un tiempo después. Ramiro era uno de ellos. “Más allá de su secuestro quiero poder dar cuenta de quién era él. Tengo la necesidad de poder humanizarlo y que no sea un numerito más que suma los 30.000”, dijo Elena. Su padre era cariñoso y alegre, y le gustaba jugar al básquet.

Enterramientos
Los jueces además clausuraron –al menos provisoriamente- la pista sobre tres sitios de supuestos enterramientos clandestinos que se había abierto con las declaraciones del ex mayor del Ejército Ernesto “Nabo” Barreiro el miércoles de la semana pasada. Ese día dijo saber de tres lugares donde habían sido sepultados algunos secuestrados de la dictadura y aportó una lista de 25 nombres. El defensor oficial Carlos Casas Nóblega, leyó 19 nombres en una entrevista radial y generó mucha expectativa en los familiares. Sin embargo, esta semana, cuando debía señalar los lugares con precisión, Barreiro –que declaró a sala vacía- fue muy vago y dijo que en el momento de los asesinatos estaba de vacaciones. Los jueces le preguntaron quién conocía de primera mano esos lugares: los ex policías Luis Manzanelli y José Hugo Herrera, contestó el “Nabo”.

A su turno, Manzanelli negó conocer esos sitios. A José Hugo Herrera –según los sobrevivientes, torturador feroz y violador serial en La Perla- lo acompañó ayer un secretario del Tribunal a una villa llamada ciudad América, pero no pudo precisar nada. Los jueces decidieron entonces dar por cerrada la búsqueda hasta que los acusados no aporten datos más concretos.

“No quiero que el árbol no tape el bosque”, concluyó Orozs sobre estas supuestas confesiones que por ahora resultaron un bluff. “No hubo víctimas que no hayan exigido dos cosas de los acusados: que digan dónde están los nietos apropiados y donde está el cuerpo de los desaparecidos. Yo me sumo a exhortación, pero no de esta manera que fue bastante cínica”.
Fuente:Infojus

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