Taty Almeida dijo que la marcha del 18F es "insólita y tiene fines políticos"

La Línea Fundadora de Madres no participará de la marcha.
La presidenta de la Línea Fundadora de Madres de Plaza de Mayo, Taty Almeida confirmó a la agencia Télam que no adhieren a la marcha convocada para el 18 de febrero por considerar "desvirtuado" su propósito
17 de Febre de 2015
La presidenta de la Línea Fundadora de Madres de Plaza de Mayo, consideró que el pedido de justicia está "desvirtuado" debido a los sombríos personajes que se sumaron.
La presidenta de la Línea Fundadora de Madres de Plaza de Mayo, consideró que el pedido de justicia está "desvirtuado" debido a los sombríos personajes que se sumaron.

La Línea Fundadora de Madres no participará de la marcha.
Almeida afirmó que la movilización a la que adhieren dirigentes de la oposición, la Sociedad Rural, los sindicalistas Hugo Moyano y Luis Barrionuevo -entre otros- es "insólita y tiene fines políticos".
"Existe la libertad de expresión y todo el mundo tiene derecho a expresarse pero esta marcha se ha desvirtuado y no tiene como fin el pedir justicia cuando por ejemplo, adhiere Cecilia Pando, quien estuvo de acuerdo con el robo de bebés durante la dictadura cívico militar", dijo Almeida al referirse a la dirigente defensora del terrorismo de Estado.
En esa línea, cuestionó también a los fiscales que convocaron a la movilización al señalar que, "son quienes tiene que impartir justicia y en vez de eso, salen a pedirla" y criticó a Germán Moldes y a Raúl Plee, que lideraron la convocatoria, y que fueron cuestionados por la dirigencia judía por sus investigaciones en la causa AMIA.
"Se ha convertido en la Biblia y al Calefón", resumió Almeida al recordar que a la marcha adhieren las conducciones de DAIA y de la AMIA. (Télam)
Fuente:ElDiario24
- 19/02/15
- Para Hebe de Bonafini, la marcha por Nisman "fue una paparruchada"
- La titular de Madres, además, dijo que la oposición usó "al pobre fiscal muerto".
Hebe de Bonafini salió a criticar la "marcha del silencio" realizada ayer en homenaje al fallecido Alberto Nisman y en sintonía con el discurso oficial, que la calificó de "opositora", sostuvo que los políticos que participaron de la movilización "usaron al pobre fiscal muerto".
La titular de Madres de Plaza de Mayo calificó al 18F de "paparruchada" y que "el minuto de silencio fue relativo, porque mientras querían hacer silencio, otros decían de todo de la Presidenta".
En diálogo con radio Del Plata a última hora de anoche, cuando todavía duraba el eco de la movilización en homenaje al fallecido fiscal especial de la causa AMIA, Bonafini afirmó:
"No me gustan las marchas con carteles que nadie sabe quienes escriben o con consignas que las gritan al montón, y son muy jodidas, pero nadie se hace cargo, entonces no es del silencio".
La dirigente de Madres y férrea defensora del kirchnerismo había dicho, en enero, que Nisman era "un muerto" que le tiraron a Cristina. Ahora, eligió descalificar la masiva concurrencia para pedir justicia por la muerte del fiscal.
"Me parece que es una marcha con mucha agresividad contenida y se ponen contentos cuando gritan cosas contra la Presidenta porque son cobardes, de silencio nada", agregó.
Al tiempo que hizo un análisis electoral del hecho: "Saben que no van a ganar (las elecciones) y tienen bronca que le sale por los poros, y como no saben cómo hacerlo, hacen esto de hoy que fue una paparruchada".
Fuente:laOtraInfo
La titular de Madres de Plaza de Mayo calificó al 18F de "paparruchada" y que "el minuto de silencio fue relativo, porque mientras querían hacer silencio, otros decían de todo de la Presidenta".
En diálogo con radio Del Plata a última hora de anoche, cuando todavía duraba el eco de la movilización en homenaje al fallecido fiscal especial de la causa AMIA, Bonafini afirmó:
"No me gustan las marchas con carteles que nadie sabe quienes escriben o con consignas que las gritan al montón, y son muy jodidas, pero nadie se hace cargo, entonces no es del silencio".
La dirigente de Madres y férrea defensora del kirchnerismo había dicho, en enero, que Nisman era "un muerto" que le tiraron a Cristina. Ahora, eligió descalificar la masiva concurrencia para pedir justicia por la muerte del fiscal.
"Me parece que es una marcha con mucha agresividad contenida y se ponen contentos cuando gritan cosas contra la Presidenta porque son cobardes, de silencio nada", agregó.
Al tiempo que hizo un análisis electoral del hecho: "Saben que no van a ganar (las elecciones) y tienen bronca que le sale por los poros, y como no saben cómo hacerlo, hacen esto de hoy que fue una paparruchada".
Fuente:laOtraInfo
Adolfo Pérez Esquivel : No voy a la marcha el 18F
Adolfo Pérez Esquivel aseguró que no irá a la movilización de los fiscales en recuerdo de Nisman porque "se suman un montón de oportunistas políticos que jamás defendieron los derechos humanos".

El dirigente social también se quejó de que el Gobierno apela a la "bravuconada" y "no llama a la serenidad, a la reflexión", y lo exhortó a "traer calma y no seguir con esta política de confrontación permanente".
En declaraciones a radio La Red, Pérez Esquivel le pidió "responsabilidad" a la jefa de Estado: "No puede jugar con que primero es un suicidio, después un asesinato. Hay que ser prudente en esto y llevar serenidad a la población. Hay mucha gente angustiada sobre esto".
"Estamos en un momento muy difícil en el país, con mucho dolor, tristeza y desconcierto en la población. Hay que tener mucho cuidado, más una jefa de Estado, que tiene que traer calma y no seguir con esta política de confrontación permanente", continuó.
Pérez Esquivel dijo que hay que llegar al "esclarecimiento de la muerte del fiscal Nisman" y continuar "la investigación" sobre "sus denuncias" contra la Presidenta y otros funcionarios por presunto encubrimiento de Irán en la causa AMIA.
Cuando se le preguntó si concurrirá a la marcha del miércoles próximo, contestó: "No voy a estar, no. Me parece bien que los fiscales recuerden a un colega que murió y no se sabe cómo tiene que haber seguridad para ellos. Pero detrás de esta marcha se suman un montón de oportunistas políticos que jamás defendieron los derechos humanos".
"Al contrario -agregó-, lo rechazan y ahora se suben al mismo caballo para sacar réditos políticos. No voy a participar, no tengo ningún interés. Esta marcha en campaña electoral, con una oposición tremenda que ataca pero que no propone, es peligrosa".
Por otra parte, cuestionó que "el Gobierno hizo una bandera de los derechos humanos del '76 al '83. Ahí cerró. Nada para ahora, que hay graves violaciones a los derechos humanos".
"Cuando uno ve las muertes por desnutrición en Salta y Chaco, uno tiene que pensar qué hacen los gobernadores, las políticas sociales, sanitarias y de respeto a los pueblos originarios, contemplados en la Constitución Nacional y que hoy el mismo gobierno nacional y los provinciales violan sistemáticamente. ¿De qué derechos humanos estamos hablando?", se preguntó.
Fuente:DiarioElAnalista
NO VAMOS A LA MARCHA PERO...
Exigimos a los fiscales que convocan al 18F, tan preocupados por investigar la muerte del fiscal Alberto Nisman y homenajearlo, que actúen de la misma forma y agoten todas las instancias legales para condenar a los autores intelectuales y materiales de los asesinatos de los 4.321 jóvenes asesinados por el aparato represivo del estado argentino desde diciembre de 1983. Aportamos para tal fín los datos publicados el 30 de Enero de 2015 por la CORREPI_Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional, y copia del archivo presentado en el año 2010.
De Walter Bulacio a Ismael Sosa: 4.321 pibes asesinados el aparato represivo del estado argentino
30 de Enero de 2015
Ismael Sosa suena a Walter Bulacio, porque era un pibe que quería ir a un recital de rock, y se topó con la policía. Y suena a Luciano Arruga, porque estuvo desaparecido, desde que se lo vio detenido, hasta que apareció su cuerpo –esta vez cinco días, no cinco años después.
Suena también a un montón más de pibes apaleados y verdugueados en otros recitales, a la salida de bailantas, en canchas de fútbol o en la esquina, nomás.
Suena a los 218 desaparecidos en democracia, a los 2.778 asesinados por el aparato represivo estatal desde el 25 de mayo de 2003, a los 4.321 desde diciembre de 1983.
Esta vez fue en Córdoba. Tocaba La Renga (una de las bandas más solidarias, por largos años, con la campaña de CORREPI Por Walter y Por Todos) y el chico que flotaba en el Embalse de Río Tercero se llamaba Ismael Sosa.
Pronto leeremos, como en 1991, como todas las otras veces, las “explicaciones” de la policía y de sus responsables políticos. Nos hablarán de que los pibes “se querían colar”, que había “inadaptados” y que los uniformados tuvieron que emplear “la fuerza mínima necesaria para restablecer el orden”.
En 1991, el argumento del comisario Miguel Ángel Espósito fue que los chicos “estaban aglomerados en la vía pública y bailaban”.
El comisario que hace hoy de Espósito en Villa Rumipal, Córdoba, explicará pronto a algún medio el rol de la policía: Como brazo armado del estado, dirigido por el gobierno de turno, su función es garantizar el orden establecido, y, cuando se ve amenazado, restaurarlo por medio de la fuerza. Eso se llama control social. Con “la fuerza mínima necesaria”, desde luego. Eso se llama economía de recursos.
Entre Walter e Ismael, miles de chicos fueron asesinados a golpes o con otros métodos de tortura, en la calle, en comisarías u otros lugares de detención; murieron fusilados por el gatillo fácil o desaparecieron a manos de las fuerzas de seguridad argentinas.
De vuelta: 2.778 asesinados por el aparato represivo estatal desde el 25 de mayo de 2003, y 4.321 desde diciembre de 1983. Más de doscientos desaparecidos. El 51% del total no había cumplido 25 años. Ninguno era el hijo de un empresario, de un diputado, de un banquero o de un juez. Todos eran hijos del pueblo trabajador.
Mañana CORREPI va a marchar junto a los familiares y amigos de Luciano Arruga e infinidad de organizaciones, en el sexto aniversario del asesinato y desaparición de Luciano Arruga. Será también una marcha por Ismael, y por Walter, y por los 4.321.
¡Contra la represión, organización y lucha!
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ARCHIVO 2010
Recopilación de casos de personas asesinadas por el aparato represivo del estado 1983/2010
Una vez al año, desde 1996, CORREPI, acompañando su tarea militante diaria, presenta el Archivo de Casos de Personas Asesinadas por las Fuerzas de Seguridad del Estado. Con estos datos nos proponemos mostrar que el alcance y la extensión de la represión que padece el pueblo, responde a una política de estado. Un estado dividido en clases, que necesita de la explotación de la amplia mayoría del pueblo por una reducida minoría, y que, para poder garantizarla, inevitablemente hace uso de la violencia y la represión. Esta sistematicidad de la represión queda evidenciada cuando vemos que todos los gobiernos, sean de la procedencia que sean, como administradores de este estado de clase, garantizan el disciplinamiento y el orden social con la represión, que puede adquirir, según las circunstancias, distintas modalidades, pero cuyo denominador común es la sistematicidad.
El caso de un gobierno como el de los Kirchner es paradigmático en este sentido. Frente a su autoproclamación como gobierno “defensor de los DDHH”, se contraponen los datos concretos que evidencian la efectividad de su política represiva. Gracias a su demagogia, ha logrado una importante legitimación que silencia, aún más, el alcance de su eficacia represiva: Son 3.093 los datos confirmados de personas asesinadas por el estado desde diciembre de 1983 a noviembre de 2010. De ellas, 1.633 fueron muertas bajo la administración del gobierno de los Kirchner. Hasta 2009, el año 2001 había sido el año con mayor registro de muertes a manos del estado, con 242 casos. Pero en 2009 las fuerzas de seguridad estatales mataron 253 personas; y en los 12 meses transcurridos desde que presentamos el Archivo 2009, registramos 219 casos. Se evidencia, así, que la represión de la clase dominante es aún mayor en momentos de cíclicas crisis del capitalismo.
Este Archivo no es un pulido trabajo estadístico por muchos motivos. El fundamental es que, a pesar de que perfeccionamos cada año los mecanismos de búsqueda y procesamiento de datos, la creciente invisibilización de los episodios represivos, especialmente los que afectan a los sectores sociales más vulnerables, hace que no lleguemos a conocer infinidad de casos. Es imposible calcular la “cifra negra” del gatillo fácil y de las muertes en cárceles y comisarías o por la tortura. Sólo podemos afirmar que, permanentemente, incorporamos, además de los casos ocurridos en el año en curso, otros de años anteriores, comprobando, en la práctica, que muchos homicidios perpetrados desde el estado no trascienden siquiera en esta humilde base de datos.
En segundo lugar, este no es un trabajo destinado solamente a cruzar datos y obtener gráficos, aunque contar con esos elementos demostrativos del alcance de la represión estatal sea sumamente útil y permita acceder a una realidad que padecemos a diario, pero que los distintos gobiernos ocultan con el fin de mantener su legitimidad. Con la confección del Archivo, CORREPI se propone generar una herramienta que sirva a la organización y la lucha antirrepresiva, poniendo a disposición de militantes, organizaciones, periodistas, y la sociedad en su conjunto, un reflejo de lo que es el día a día represivo en nuestro país.
El objetivo de este Archivo, de su permanente actualización y de su presentación pública cada año, no es, entonces, contribuir a un simple lamento por la creciente cantidad de pibes muertos. Nuestro fin es aportar al análisis de la situación que vive nuestro país, contribuyendo a formar conciencia popular sobre la represión cotidiana como política de estado. Porque, adopte la forma que adopte, la represión es siempre de clase, y tiene la finalidad de perpetuar y profundizar la explotación.
Las pautas que utilizamos para la construcción del Archivo son las siguientes:
1. Incluimos todo caso que implique la aplicación de política represiva estatal y la utilización de los recursos del aparato estatal cuyo resultado sea la muerte de la víctima.
1. Incluimos todo caso que implique la aplicación de política represiva estatal y la utilización de los recursos del aparato estatal cuyo resultado sea la muerte de la víctima.
2. Respecto de los victimarios, incluimos todo caso en que los responsables sean miembros de las agencias represivas del estado: policía federal, policías provinciales, gendarmería, prefectura, servicio penitenciario, seguridad “privada” o fuerzas armadas.
3. No incluimos enfrentamientos reales.
4. Incluimos todas las modalidades represivas que utilizan los gobiernos. A los fines estadísticos, las clasificamos en: gatillo fácil (fusilamientos); muertes en cárceles y comisarías (que en buena medida corresponden a la aplicación de tormentos); fusilamientos en movilizaciones u otras protestas; muertes intrafuerza o intrafamiliares (casos en que el autor utiliza, para “resolver” un conflicto interno o familiar, los recursos represivos que le provee el estado); causas fraguadas, o consecuencia de otros delitos; otras circunstancias (desapariciones, etc.).
5. Cerramos la búsqueda de datos entre fin de octubre y principios de noviembre, de modo que buena parte de noviembre y todo diciembre se incluyen en el Archivo siguiente.
Algunas conclusiones:
Este año se evidencia un avance cuantitativo y cualitativo en la represión que llamamos “selectiva”, es decir, la que se descarga contra las organizaciones y militantes populares.
En “democracia”, son 56 los asesinados en movilizaciones populares, cifra que muestra claramente cuál es la respuesta de los diferentes gobiernos de turno ante los reclamos del pueblo: Víctor Choque en 1995, Teresa Rodríguez en 1997, los muertos en la masacre del puente de Corrientes en 1999, los 39 muertos en la represión del 19 y 20 de diciembre de 2001, Darío Santillán y Maximiliano Kosteki en el puente Pueyrredón en 2002, Luis Cuéllar en 2003, Carlos Fuentealba en 2007 y Juan Carlos Erazo en 2008. En 2010, cuatro manifestantes fueron asesinados mientras participaban de una movilización: Facundo Vargas (Pacheco), Nicolás Carrasco (Bariloche), Sergio Cárdenas (Bariloche) y Mariano Ferreyra (Ciudad de Buenos Aires). Los tres primeros, en marchas contra el gatillo fácil (caso Villanueva, el primero, y Bonefoi, los dos restantes). Mariano Ferreyra, militante del Partido Obrero, fue asesinado cuando, junto a su organización, acompañaba una medida de fuerza de los trabajadores ferroviarios tercerizados.
Mucho más ocultas se mantienen las cifras que corresponden a los ajusticiamientos del gatillo fácil y las muertes por la tortura en cárceles, comisarías e institutos de menores. Es la represión de tipo “preventivo” que se aplica con mayor sistematicidad, que tiene por objeto controlar y disciplinar a los sectores pobres no organizados, sin otro criterio de selectividad que la pertenencia de clase.
Los números confirman que, en la Argentina “democrática”, una vez finalizado el trabajo encomendado a los militares de la última dictadura, la represión cambió de forma para adaptarse a las necesidades del nuevo sistema político. A partir de 1983, ya no se reprimiría tanto en forma abierta y selectiva, sino silenciosamente, con masividad y sin repercusión pública. La dictadura cumplió la tarea, iniciada años antes, de aniquilar la resistencia de trabajadores organizados altamente combativos, de organizaciones revolucionarias y de grupos políticos radicalizados. Reemplazados los gobiernos militares por los “presentables” gobiernos “democráticos”, cobró central importancia esta “represión preventiva”, cuyo objetivo es disciplinar a la clase de cuyo seno surgen la resistencia y la confrontación. Así, los gobiernos que administran el estado argentino tratan de garantizar que “Nunca Más” el sistema de explotación capitalista sea cuestionado seriamente en el país. Qué mejor, para alcanzar ese fin, que atemorizar al pueblo por medio de castigos ejemplares aplicados cotidianamente, potenciados por un alto grado de naturalización hacia el interior de la clase reprimida, y de invisibilización hacia afuera.
Si la pertenencia a la clase trabajadora es la regla casi absoluta, al punto que los pocos casos registrados de víctimas de clase media o alta afectan a quienes estaban en el lugar, con la ropa o el aspecto “equivocados”, el análisis del componente etario permite ratificar que los jóvenes son el blanco favorito de esa política preventiva. Los jóvenes son el sector con mayor potencialidad de rebeldía, y, por ende, quienes primero y más profundamente deben ser disciplinados. Más de la mitad del total (53%) corresponde a la franja de varones pobres de menos de 25 años.
La distribución territorial de los casos, aun haciendo abstracción de que hay distritos de los que tenemos ninguna o poquísima información, ratifica que el gatillo fácil y la tortura no son patrimonio de una provincia o una fuerza, sino que son utilizados en todo el país, cualquiera sea el color del gobierno local, con expresa preferencia por los grandes conglomerados urbanos que concentran el mayor índice de pobreza, y, por lo tanto, tienen una mayor necesidad de prevenir la potencial organización popular contestataria. Como se aprecia en los gráficos, la distribución de casos en proporción a la población de cada provincia licua la hegemonía bonaerense, destruyendo el mito de que el gatillo fácil es sólo o mayoritariamente herramienta de los “patas negras”, que quedan equiparados, y hasta superados, según el caso, por sus colegas de otras fuerzas o provincias. Igualmente ilustrativo es el cuadro comparativo de ciudades de con gobiernos locales de distinto signo político.
Otra conclusión que surge del estudio de los datos objetivos es que, como dice CORREPI, “no hay purga que pare el gatillo fácil”, ni se puede atribuir superficialmente la continuidad y profundización represiva a “resabios de la dictadura, a “desbordes individuales” o a “planes de estudio inadecuados con poca formación en DDHH”. Es significativa la cantidad de hechos protagonizados por “nuevos cuadros” de las estructuras que, una y otra vez, han sido reformadas, purgadas, descabezadas, capacitadas y sometidas a cursos y talleres de DDHH, muchas veces dictados por dirigentes de ONGs que apuestan a la posibilidad de la “democratización” del aparato represivo del estado.
Se observa, a partir del último tercio de los ’90, que los integrantes de otras fuerzas de seguridad, como prefectura naval o gendarmería, aparecen con mayor frecuencia como victimarios. Ello responde linealmente a la creciente presencia de estas fuerzas, otrora limitadas a las fronteras o los cursos fluviales, en el patrullaje urbano, participando activamente en el control territorial. Gendarmería ha sido también, desde mediados de los ’90, la fuerza favorita a la hora de reprimir conflictos sociales, y la preferida en los crecientes procesos de militarización, como en Santa Cruz o el Hospital Francés. Igual camino sigue la Prefectura, cuyo grupo de elite Albatros tuvo intervención en conflictos gremiales como el de los trabajadores pesqueros de tierra en el puerto de Mar del Plata o el del Casino.
No es ajena a este incremento la influencia del entrenamiento y “capacitación” para enfrentar conflictos de baja intensidad, bajo la excusa de la “guerra global contra el terrorismo”, que todas las fuerzas de seguridad, y en particular, sus grupos de choque y desplazamiento rápido, vienen recibiendo, en forma creciente, por parte de EEUU. Además de los cursos, programas de “intercambio”, ejercicios conjuntos y otras iniciativas del Ministerio de Defensa y el Departamento de Estado norteamericanos, hay un constante aporte en tecnología y pertrechos.
La creación de policías municipales son un elemento de perfeccionamiento y descentralización de la tarea represiva estatal que permite una mayor efectividad y control sobre los territorios más pobres del conurbano bonaerense.
Párrafo aparte merecen las estructuras de seguridad, custodia o vigilancia privadas, generalmente dirigidas por miembros de alto rango del aparato represivo oficial, en retiro o en actividad. Sus integrantes, en la mayoría de los casos, son también personal de las fuerzas, incluyendo exonerados, disponibles o suspendidos por delitos diversos, lo que hemos probado una y otra vez, desmintiendo lo que declama la letra de las leyes y reglamentos.
El reciente asesinato de Mariano Ferreyra hace visible el uso de patotas paraestatales, en general dirigidas o compuestas por elementos de choque vinculados a la estructura del partido de gobierno (punteros barriales, “batatas” sindicales o miembros de barras bravas de fútbol), que toman en sus manos, en apariencia “privadas”, la represión a los trabajadores organizados por fuera de las burocracias. Este mecanismo, que ha usado con particular predilección el gobierno asumido en 2003 y reelecto en 2007, tiene la enorme ventaja de poner al aparato represivo oficial a resguardo de eventuales críticas, al tiempo que sirve para anatemizar la organización independiente de los trabajadores. Siempre que pueden, ante los ataques de las patotas, los medios titulan “batalla entre sectores sindicales”, sin distinguir, deliberadamente, entre las burocracias oficialistas y los delegados o comisiones internas no burocráticas.
A poco de cerrar la recepción de datos para este Archivo, mientras seguimos preguntando dónde están Jorge Julio López, Luciano Arruga, Luciano González, y medio centenar más de desaparecidos en “democracia”, la policía de Santiago del Estero sumó el nombre de Juan Ramón Díaz, de 23 años, a esa lista.
También es constante, aunque con una incidencia muy menor en el total, el número de hechos que podemos denominar “intrafuerza” o “intrafamiliar”, es decir, episodios en los que víctima y victimario resultan camaradas de una misma fuerza, o parientes. Se comprueba así que los integrantes del aparato represivo del estado utilizan, para dirimir sus conflictos personales, sus “internas” y hasta sus problemas conyugales o familiares, los métodos, herramientas y recursos que el estado pone a su disposición para cumplir su fin institucional. Como lo explicaba Rodolfo Walsh hace casi medio siglo, “sus conflictos personales y aun sus pequeños incidentes cotidianos suelen resolverse por la vía del arma reglamentaria”(1) .
Por último, es necesario destacar la persistencia, como política de estado, de la sistemática aplicación de tormentos a personas legal o ilegalmente detenidas, que en muchos casos ocasiona la muerte del torturado. Una parte significativa de las muertes en cárceles y comisarías corresponde a torturas seguidas de muerte, pese a lo cual no llegan a una docena las condenas en todo el país por ese delito. Paralela y complementariamente al uso habitual de métodos de tortura como el apaleamiento, el submarino seco (“bolsita”) o la picana eléctrica, el aparato judicial es reacio a calificar hechos obvios de tortura como tales, porque esa figura legal señala con más claridad que ninguna otra la responsabilidad institucional. Jueces y fiscales, así como compiten por quién usa más tipos alternativos (apremios, severidades o vejaciones), todos excarcelables, y que permiten poner rápidamente en la calle a los torturadores, agudizan su inventiva para caratular escandalosamente “homicidio preterintencional en concurso con vejaciones”, o bien “homicidio calificado en concurso con apremios”, clarísimos casos de tormento seguido de muerte. Mucho menos aplican la figura que alcanza a los superiores jerárquicos por la facilitación de la tortura(2).
En relación a las muertes en las comisarías, cabe destacar también que la gran mayoría de las personas que luego fallecen, no estaban detenidas por delitos y a disposición de un juez, sino que habían sido víctimas de arrestos policiales para establecer identidad (averiguación de antecedentes) o contravenciones y faltas, probando así que estas facultades de las fuerzas de seguridad para detener personas arbitrariamente son clave para brindar la ocasión para la tortura. El estado hace una defensa irrestricta de las normas que permiten a las policías detener indiscriminadamente “sospechosos”, cuyo perfil siempre coincide con lo que ellos mismos describen como “morocho, joven y de barrios conflictivos”.
Esa defensa institucional de las faltas, contravenciones y la averiguación de antecedentes incluye mantener incumplida la sentencia de la Corte Interamericana de DDHH en el Caso Bulacio que ordenó a la Argentina, hace más de seis años, derogarlas por ser contrarias al Pacto de San José de Costa Rica. Sobre esos inverosímiles suicidios en cárceles y comisarías, decía también Walsh, en el artículo citado: “Como todo el mundo sabe, la melancolía que inspiran las altas paredes de una celda fomenta negras ideas en los jóvenes débiles de espíritu, los ebrios, los chilenos carteristas y, en general, la gente sin familia que pueda reclamar por ella. Otro factor deprimente que acaso contribuya a la ola de suicidios en tales calabozos son las inscripciones que dejan los torturados”.
1) La secta del gatillo alegre: El enigma de La Matanza, Rodolfo Walsh, 1968.
2) Nada más claro, para entender esta permanente política judicial en el marco del conjunto de las políticas represivas del estado, que el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, dictado en 2007, en el caso del comisario de la PFA René Jesús Derecho. Se juzgaba un hecho puntual de tortura, cometido en 1988 por el funcionario en una comisaría.
La Corte decidió que, como “en democracia” la tortura no puede considerarse sistemática, se trataba de un delito individual ajeno a la categoría de crimen estatal. Por ende, tampoco era un delito de lesa humanidad. Con ese razonamiento, resolvieron los cortesanos que la acción penal estaba prescripta, liberando al funcionario de toda responsabilidad penal.
GRÁFICO N°1: Cantidad de casos acumulados por archivo.
El gráfico nº 1 corresponde al acumulado de casos en cada actualización del Archivo, desde la primera publicación en 1996. Cada año, además de los casos ocurridos en los últimos 12 meses, incorporamos otros de los años anteriores, que recién llegan a nuestro conocimiento.
GRÁFICO N°2: Cantidad de casos durante las gestiones de Nestor Kirchner y Cristina Fernandez de Kirchner
GRÁFICO N°2: Cantidad de casos durante las gestiones de Nestor Kirchner y Cristina Fernandez de Kirchner
Hasta el año pasado, nunca se había superado el total de casos de 2001 (con 39 víctimas, solamente, entre el 19 y 20 de diciembre). En 2009, Cristina Fernández de Kirchner impuso un nuevo récord. Con 997 asesinados durante la presidencia de Néstor Kirchner y 637 en lo que va de la presidencia de Cristina Fernández, el gobierno inaugurado en 2003 es el que más ha matado, a través de su aparato represivo, desde 1983.
GRÁFICO N°3: modalidades.
Es evidente la supremacía, como modalidad de la represión preventiva, de los fusilamientos de gatillo fácil, seguidos por las muertes bajo custodia.
Se manifiestan en especial las siguientes modalidades:
1- El fusilamiento o gatillo fácil “propiamente dicho”, la mayoría de los casos motivado por la “pinta” de la víctima (joven y pobre) y respecto de quienes son sospechados de haber cometido delitos, aun hechos menores como arrebatos, o que huyen sin poner en riesgo a terceros luego de un delito consumado o tentado. Es evidencia flagrante de que las políticas de mano dura y tolerancia cero, que consisten en la ejecución extrajudicial sumarísima, se aplican cotidianamente, al amparo del consenso social obtenido por las campañas mediáticas para legitimar estos homicidios. Se continúa verificando en algunas zonas –como el conurbano bonaerense o algunas zonas de la Ciudad de Buenos Aires- el accionar de escuadrones de la muerte que ejecutan operaciones de “limpieza social” fusilando metódicamente adolescentes en conflicto real o presunto con el sistema penal, así como las desapariciones, especialmente de jóvenes, previamente hostigados por el personal policial;
2- La muerte de personas privadas de su libertad, sea en unidades carcelarias, en comisarías o en institutos de menores, presentadas oficialmente como inverosímiles suicidios por ahorcamiento o en incendios. Muchos de estos casos son, lisa y llanamente, hechos de tortura seguida de muerte;
3- La muerte de transeúntes o terceros provocada por el desprecio por la vida humana por parte de los funcionarios policiales, que priorizan a cualquier precio la captura de un delincuente real o presunto aunque ello implique poner en peligro a personas ajenas al hecho;
4- Los asesinatos en el marco de la protesta social, en marchas, movilizaciones y cortes de ruta, que suman 56 desde 1995. Es importante señalar que, del total de siete asesinados en movilizaciones populares por el gobierno kirchnerista (Cuéllar, Fuentealba, Erazo, Vargas, Cárdenas, Carrasco y Ferreyra), los últimos cuatro ocurrieron durante el año 2010, en enero, junio y octubre.
5- Los asesinatos en el marco de causas fraguadas para “hacer estadística” y exhibir una eficiencia muy lejana a la real; los hechos resultantes de otros delitos cometidos por miembros de las fuerzas de seguridad, y los hechos de corte privado, por discusiones familiares o laborales, que son literalmente “liquidados” por el funcionario público usando su condición de tal.
6- Se reconfirma la constante participación policial en delitos comunes, vendiendo información, proveyendo zonas liberadas, proporcionando armas o interviniendo directamente en la organización de robos tipo comando, tráfico de drogas y autos robados, secuestros extorsivos, trata de personas, etc., incluso a veces como parte de “operaciones de prensa” para ganar prestigio desbaratando los ilícitos que ellos mismos generan, o para ganar espacios en sus disputas de poder internas.
Se manifiestan en especial las siguientes modalidades:
1- El fusilamiento o gatillo fácil “propiamente dicho”, la mayoría de los casos motivado por la “pinta” de la víctima (joven y pobre) y respecto de quienes son sospechados de haber cometido delitos, aun hechos menores como arrebatos, o que huyen sin poner en riesgo a terceros luego de un delito consumado o tentado. Es evidencia flagrante de que las políticas de mano dura y tolerancia cero, que consisten en la ejecución extrajudicial sumarísima, se aplican cotidianamente, al amparo del consenso social obtenido por las campañas mediáticas para legitimar estos homicidios. Se continúa verificando en algunas zonas –como el conurbano bonaerense o algunas zonas de la Ciudad de Buenos Aires- el accionar de escuadrones de la muerte que ejecutan operaciones de “limpieza social” fusilando metódicamente adolescentes en conflicto real o presunto con el sistema penal, así como las desapariciones, especialmente de jóvenes, previamente hostigados por el personal policial;
2- La muerte de personas privadas de su libertad, sea en unidades carcelarias, en comisarías o en institutos de menores, presentadas oficialmente como inverosímiles suicidios por ahorcamiento o en incendios. Muchos de estos casos son, lisa y llanamente, hechos de tortura seguida de muerte;
3- La muerte de transeúntes o terceros provocada por el desprecio por la vida humana por parte de los funcionarios policiales, que priorizan a cualquier precio la captura de un delincuente real o presunto aunque ello implique poner en peligro a personas ajenas al hecho;
4- Los asesinatos en el marco de la protesta social, en marchas, movilizaciones y cortes de ruta, que suman 56 desde 1995. Es importante señalar que, del total de siete asesinados en movilizaciones populares por el gobierno kirchnerista (Cuéllar, Fuentealba, Erazo, Vargas, Cárdenas, Carrasco y Ferreyra), los últimos cuatro ocurrieron durante el año 2010, en enero, junio y octubre.
5- Los asesinatos en el marco de causas fraguadas para “hacer estadística” y exhibir una eficiencia muy lejana a la real; los hechos resultantes de otros delitos cometidos por miembros de las fuerzas de seguridad, y los hechos de corte privado, por discusiones familiares o laborales, que son literalmente “liquidados” por el funcionario público usando su condición de tal.
6- Se reconfirma la constante participación policial en delitos comunes, vendiendo información, proveyendo zonas liberadas, proporcionando armas o interviniendo directamente en la organización de robos tipo comando, tráfico de drogas y autos robados, secuestros extorsivos, trata de personas, etc., incluso a veces como parte de “operaciones de prensa” para ganar prestigio desbaratando los ilícitos que ellos mismos generan, o para ganar espacios en sus disputas de poder internas.
GRÁFICO N°4: Víctimas mayores y menores de edad.
El 32% de los casos corresponde a personas de 21 años o menos. Pero si se analizan los rangos de edad que muestra el siguiente gráfico, se constata que apenas un 12% tenían más de 36 años. La joven edad de las víctimas es un claro indicador del contenido de control social de la represión preventiva.
GRÁFICO N°5: Rango de edad de la víctima.
GRÁFICO N°5: Rango de edad de la víctima.
El 52% de los casos corresponde a personas de 25 años o menos. Si se suman los de 35 o menos, se llega al 71%.
La distribución territorial de los casos parece mostrar una hegemonía absoluta de la provincia de Buenos Aires, seguida de lejos por Santa Fe, Córdoba, la ciudad de Buenos Aires y Mendoza, como lo muestran este gráfico y la tabla con los valores parciales.
GRÁFICO N°6: Cantidad de casos por provincia.
Pero si se obtiene el índice de casos por millón de habitantes de cada distrito, vemos una imagen bien diferente:
GRÁFICO N°7: Índice de casos por millón de habitantes.
Se revela así que, dejando de lado la colosal supremacía poblacional de la Pcia. de Buenos Aires, cae a un tercer lugar en el cálculo por millón de habitantes, detrás de Tierra del Fuego y Santa Fe, gobernadas por el ARI y el Partido Socialista, respectivamente. Esto confirma que las políticas de mano dura no son patrimonio exclusivo bonaerense ni de un partido político en particular: son una necesidad operativa del sistema político-económico imperante, gobierne quien gobierne.
A similar conclusión se debe llegar si se comparan los parciales de diferentes municipios con gobiernos de distintos partidos políticos, como lo muestra el Gráfico nº 8. Peronistas kirchneristas o antikirchneristas, radicales, del Partido Socialista, del PRO, de partidos vecinalistas o “progresistas” con proyección nacional, todos reprimen al unísono, más allá de sus variantes en el discurso, porque todos gobiernan para la burguesía. Nótese el índice del partido de Morón, por ejemplo, superior al de la ciudad de Buenos Aires y parejo con Hurlingham, o los muy elevados de Tigre, Lomas de Zamora y Rosario.
GRÁFICO N°8: Comparación de municipios con gobiernos de distintos partidos (casos por 100.000 habitantes).
Finalmente, el Gráfico nº 9 muestra la proporción entre las distintas fuerzas, con preeminencia absoluta de las policías. Debe repararse en la alta incidencia de la policía federal, responsable por sí sola del equivalente a una sexta parte del conjunto de todas las provinciales. La participación de gendarmería y prefectura se sigue incrementando, a medida que toman más intervención en el patrullaje urbano. La diferencia entre el parcial correspondiente al servicio penitenciario (21%) y las muertes bajo custodia (34%) se debe a que buena parte de esas muertes en calabozos se produce en comisarías.
GRÁFICO N°9: Porcentaje según fuerza.
Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional.
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A la breve compilación de estos tres materiales recientemente enviados, queda por agregarle, para un cuadro completo de LA VIOLENCIA ESTATAL EN LA ARGENTINA, todo aquello referido a la “desaparición” de personas, tanto en dictadura como en democracia, prostitución y trata de personas, con su consecuencia, solamente en la Argentina, de CIENTOS de mujeres y niñas “desaparecidos”: es decir, secuestrados y esclavizados, o asesinados, comercio de órganos, esclavitud, superexplotación, esclavización de niños, mal llamado “trabajo infantil”, violencia de género, maltrato institucional, abandono y desprotección de los niños y los mayores, desocupación, indigencia, pobreza, tortura en comisarías e instituciones públicas, manicomialización, criminalización de la protesta y de la pobreza, entre otros modos de violencia grave o extrema.
Este panorama demuestra sin ambages la constitucionalidad VIOLENTA del Estado capitalista, tanto en sus formas democráticas como dictatoriales y es un importante punto de partida para discusiones cruciales referidas al posible futuro socialista de nuestros países y el carácter de la “liberación” y “libertad” por las que luchamos.
Por Nicolás Lantos
A un mes de la muerte de Nisman, miles de personas, de una composición social similar a la de los cacerolazos, marcharon bajo la lluvia desde Congreso hacia Plaza de Mayo en la concentración convocada por un grupo de fiscales. También como en los cacerolazos, la oposición participó en segunda línea y buscó rédito en los medios.
UNA MULTITUD MARCHO HACIA LA PLAZA DE MAYO EN LA CONVOCATORIA REALIZADA POR LOS FISCALES OPOSITORES
Con los paraguas en lugar de las cacerolas
La marcha no tuvo banderías partidarias, pero sí un evidente tono crítico al Gobierno. Participaron discretamente todos los precandidatos presidenciales de la oposición. Luego salieron a expresar su opinión por los medios.
Por Nicolás Lantos
Por Nicolás Lantos
La cabecera de la marcha quedó para el grupo de fiscales que realizó la convocatoria.
Imagen: Leandro Teysseire
Miles de personas se manifestaron ayer frente al edificio en el que funciona la Unidad Fiscal AMIA en el marco de la marcha del silencio, convocada por un grupo de fiscales para conmemorar un mes de la muerte en circunstancias aún no esclarecidas de Alberto Nisman. Sin pancartas políticas ni banderas partidarias, pero con un notorio tono crítico hacia el gobierno nacional, la columna encabezada por familiares del fiscal homenajeado, funcionarios judiciales y políticos de las principales fuerzas de la oposición caminó bajo una lluvia constante y pesada entre el Congreso de la Nación y la Plaza de Mayo, donde se realizó un corto acto. El único, y breve, orador, fue el dirigente sindical Julio Piumato, que dio un acotado discurso desde el camión-escenario montado sobre Yrigoyen.
A pesar de su bautismo como “marcha del silencio”, hubo algunas consignas en carteles y pancartas de pequeño tamaño, que hacían énfasis en un pedido de justicia, también presente en algunos cantitos. También hubo carteles y cantos que apuntaban contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner mencionando una supuesta responsabilidad en la muerte de Nisman. Con todo, este tipo de pancartas eran mucho menos que durante los cacerolazos de 2012 y 2013. La asistencia también fue claramente menor a la de otras convocatorias opositoras masivas durante el kirchnerismo, pero su composición fue la misma: promedio de edad y de poder adquisitivo medio tirando a alto.
De acuerdo con los cálculos que se manejaban en el Gobierno nacional, basados en los de las fuerzas de seguridad, la concurrencia fue de alrededor de 60 mil personas. En cambio, según la Policía Matropolitana –que fue modificando sus números, siempre para arriba–, los asistentes llegaron a 400 mil.
La movilización en el centro de la ciudad de Buenos Aires tuvo sus réplicas en el interior del país y, en menor medida, en algunas ciudades del exterior donde residen argentinos. Córdoba, Rosario y Mar del Plata fueron sede de las principales y en casi todas las provincias hubo una convocatoria. A través de las redes sociales, la protesta excedió las fronteras del país y hubo argentinos en Estados Unidos, Europa y hasta en Africa que subieron sus fotos con banderas o carteles de apoyo al llamado #18F.
La vanguardia
Aunque la convocatoria estaba anunciada para las 18, más de una hora antes sus organizadores comenzaron a llegar a la plaza Lorea, donde los esperaban fotógrafos, cronistas y cámaras de televisión, además de algunos asistentes tempraneros a la marcha, que los recibieron con calidez. Los fiscales Guillermo Marijuan, Carlos Stornelli, Raúl Plee, Ricardo Sáenz y José María Campagnoli, junto a Piumato, posaron para la foto, pero se negaron a dialogar con la prensa, aduciendo que el silencio era parte de la consigna de la cita. Abundaron entre los colegas abrazos y sonrisas, al tiempo que comentaban las réplicas que su movida estaba teniendo en el interior y en el exterior.
Delante de ellos, solamente los familiares de Alberto Nisman, encabezados por su ex mujer, la jueza federal Sandra Arroyo Salgado; sus hijas Iara y Kala Nisman y su madre, Sara Garfunkel, quienes llevaban una bandera negra y estuvieron protegidos por empleados del gremio de judiciales que montaron guardia alrededor de ellos hasta que subieron a un automóvil para recorrer el último tramo del camino. Arroyo Salgado, un día antes de la manifestación, había difundido un comunicado en el que aclaraban que la presencia de la familia del fiscal en la movilización “se orienta a rendir reconocimiento a la persona que fue y al funcionario” y que no adhería a “distintos motivos de reivindicación y reclamo” que le sumaron a la convocatoria “voces de otros sectores sociales, políticos y mediáticos”.
En un tercer lugar marchaban los referentes de la oposición que decidieron acompañar a Marijuan, Stornelli, Sáenz, Plee, Campagnoli y Piumato: había dirigentes de la Unión Cívica Radical, el PRO, el justicialismo disidente, el Frente Renovador y el Partido Socialista, todos los grandes partidos o espacios del arco político crítico del gobierno nacional. Los precandidatos presidenciales con aspiraciones en las elecciones de este año tuvieron asistencia perfecta: Julio Cobos, Mauricio Macri, Sergio Massa, Hermes Binner, Elisa Carrió y Ernesto Sanz fueron de la partida. Hubo, con ellos, otros representantes de la “familia judicial”, como el fiscal Germán Moldes, y los jueces Miguel Angel Caminos, Carlos Geminiani y Ezequiel Berón de Astrada.
También se mantuvieron cerca de la cabecera las autoridades de la DAIA y la AMIA, que se pusieron al frente de su propia columna, con un millar de asistentes. “No convocamos a la marcha, solamente adherimos”, aclaró el presidente de DAIA, Julio Schlosser. Su vicepresidente, Waldo Wolff, habló de “honrar la memoria del fiscal Nisman y reafirmar el pedido de justicia en la causa AMIA”. Fue un rara avis: el recuerdo del principal atentado terrorista en suelo argentino estuvo ausente en las pancartas, los cantitos y las consignas de la multitud y de los organizadores. A pesar de la nutrida concurrencia en la columna de AMIA y DAIA, no estuvieron representados los familiares de las víctimas del ataque del 18 de julio de 1994, quienes declinaron de forma casi unánime de participar.
En la Plaza
La mitad disponible (por las vallas que la dividen) de la Plaza de Mayo estaba llena –pero no repleta– de gente que soportaba estoica bajo la lluvia insistente aguardando la llegada de la columna principal. Los paraguas lisos y estampados, negros o coloridos, los pilotos de nylon azules, amarillos, rojos y verdes, los impermeables de marca y las protecciones improvisadas con bolsas de consorcio o de supermercado daban el mismo resultado: todos, en pocos minutos, acababan democráticamente empapados por igual. El agua no persuadía a los teléfonos celulares a mantenerse a salvo en bolsillos o carteras: abundaban los retratos del momento, las ubicuas selfies y las quejas porque “no hay señal para tuitear”.
Sobre Yrigoyen, frente al edificio donde funciona la fiscalía especial que Nisman encabezaba, estaba montado el pequeño escenario, en la parte de atrás de un camión. Desde allí se pedía por altoparlantes a la gente que hiciera espacio para dejar lugar a los que arribaban a la Plaza por avenida de Mayo, Yrigoyen, Diagonal Norte y Rivadavia. A pocos metros de allí, estratégicamente ubicado debajo de la galería techada de esa vereda, un miniestudio de televisión cobijaba a los presentadores de la señal TN, del Grupo Clarín, que le dedicó a la marcha una cobertura especial. Otros colegas suyos, menos afortunados, debían hacer malabares con el paraguas para trabajar y permanecer a salvo de la lluvia al mismo tiempo.
Los fiscales llegaron al punto cúlmine de la movilización y fueron recibidos como estrellas de rock por una multitud que los llenó de aplausos a medida que se ponían bajo los focos.
La gente repetía el nombre de Nisman y la consigna “Nunca más”. El que tomó la palabra fue Piumato: “Este homenaje es mantener la transición del dolor que nos causó la muerte de un fiscal de la Nación, el doctor Alberto Nisman, acompañando el sentimiento de la familia”, dijo, brevemente, antes de pedir un minuto de silencio. Luego, se cantó el himno nacional y finalmente, mientras algunos comenzaban a desconcentrar, volvieron los cantitos, algo ambiguos.
–Señora, ¿está diciendo “Argentina Argentina” o “Asesina Asesina”? –le consultó este diario a una manifestante.
–No sé –respondió ella–, es lo mismo.
LOS MANIFESTANTES HABLABAN DE LOS FISCALES Y DEL GOBIERNO, PERO NO DE LA AMIA
Algunas voces dentro del silencio
Bajo los paraguas las mujeres fueron mayoría y, en cambio, no abundaron los jóvenes. “Debíamos haber reaccionado cuando la Presidenta se fue de viaje y dejó a (Amado) Boudou de presidente. Si hubiéramos salido ahí, sería otra historia”, dijo una docente.
Por Marta Dillon
Por Marta Dillon
Las conversaciones particulares sólo muy esporádicamente se interrumpían con un grito de “¡Justicia!”.Imagen: Pablo Piovano
No fue el cielo lo que se desplomó sobre los manifestantes, ni siquiera la lluvia que cayó copiosa y sin pausa desde quince minutos antes de la hora señalada, las seis de la tarde, fue un techo parejo y agobiante de paraguas abiertos al mismo tiempo, cada uno sobre la cabeza de su propietario, un espacio individual apenas compartido con una amiga, una pareja, un familiar, pero marcando siempre el límite del aire alrededor como una faja de contención para lo que puede ser nombrado en singular. Así se marchó ayer, una junto al otro, uno junto a la otra, en la misma calle, bajo la misma impiadosa cortina de agua, cada cual en su isla de razones particulares que, como camalotes que consiguen teñir un río de verde, convergieron para dar cuerpo y nombre a la que se llamó con mayúsculas La Marcha del Silencio.
No fue el cielo lo que se desplomó sobre los manifestantes, ni siquiera la lluvia que cayó copiosa y sin pausa desde quince minutos antes de la hora señalada, las seis de la tarde, fue un techo parejo y agobiante de paraguas abiertos al mismo tiempo, cada uno sobre la cabeza de su propietario, un espacio individual apenas compartido con una amiga, una pareja, un familiar, pero marcando siempre el límite del aire alrededor como una faja de contención para lo que puede ser nombrado en singular. Así se marchó ayer, una junto al otro, uno junto a la otra, en la misma calle, bajo la misma impiadosa cortina de agua, cada cual en su isla de razones particulares que, como camalotes que consiguen teñir un río de verde, convergieron para dar cuerpo y nombre a la que se llamó con mayúsculas La Marcha del Silencio.
Y es cierto que apenas hubo voces, que la profusión de paraguas que daba tanto una moderada épica como una acústica particular para el chapoteo de los pasos sobre los charcos aislaba a las y los manifestantes en el murmullo de conversaciones particulares que sólo muy esporádicamente se interrumpían con un grito: “¡Justicia, justicia!” ¿Justicia por quién? ¿Justicia para quién? “Justicia para nosotros”, contestó una mujer a la pregunta de la cronista, parada sobre un banco de cemento a la vera de la Avenida de Mayo, de espaldas a la Plaza del Congreso. Una docente de 65 que había caminado una cuadra desde su departamento para encontrar su puesto de lucha en ese banco y desde ahí juraba que se le caían las lágrimas frente a lo que veía, aunque no era fácil advertirlas. “Es que al fin despertamos, esto lo tendríamos que haber hecho antes.”
–¿Antes cuándo? –preguntó esta cronista.
–Antes, antes. Cuando tuvimos la oportunidad. Cuando la Presidenta se fue de viaje y dejó a (Amado) Boudou de presidente. Si hubiéramos salido ahí, sería otra historia.
Hay que avanzar y el silencio como consigna es tan potente que hasta se escuchan quejas cuando el grito de justicia se propaga.
Una pareja de amigas, mujeres maduras de pieles bronceadas, evalúan incluso si el otro grito repetido “¡Argentina! ¡Argentina!” no desmerece al título de la marcha; enseguida se convencen. “Y aparte se tienen que enterar que nosotros también somos argentinos.” ¿Por qué cree que su pertenencia está en duda? “Yo lo siento todo el tiempo, para este gobierno no existimos, como no nos pueden comprar, no existimos.” Las dos amigas participaron de los cacerolazos, pero ahora creen que es distinto, que esta marcha es un “compromiso de otra índole”, que ahora tienen que ser “escuchadas” aunque no haya palabras en la convocatoria.
–¿Sabés qué pasa? –dice la que ha tenido el buen tino de llevar una capa de lluvia prestada por su hija con una estampa de Pocahontas–. Que ahora no se van a reír de lo que reclamamos porque ahora hay un muerto. No es el corralito al dólar, no es el campo. Es un muerto, ¿entendés?
Esa gravedad atraviesa la marcha, el fiscal muerto es un límite, se escucha. Ni una sola vez, siquiera al pasar, en las ocho cuadras de marcha recorridas bajo la misma lluvia la cronista escuchó la sigla de la mutual judía, AMIA, ni el número de personas que murieron ahí ni el completo desconocimiento, 21 años después, de cómo se perpetró ese atentado. Pero se escuchan otras conversaciones:
–El día que apareció muerto Nisman fuimos a la quinta, con cacerolas, la gente le gritaba “Asesina” –contaba una mujer al hombre que la acompañaba, los dos en edad madura, de acuerdo con el promedio de edad de la manifestación que, a diferencia de los cacerolazos, hacía notoria la falta de gente joven.
–Lo que pasa es que los argentinos somos muy maleducados, no respetamos nada. Si no podemos respetar algo tan sencillo como no pisar el césped, qué querés –se quejaba otra mujer mientras obviaba que acaba de poner en riesgo el ojo de la cronista con su inmenso paraguas.
Las mujeres eran amplia mayoría, llegaban al frente del Congreso en grupos o en parejas, casi siempre del brazo unas de otras, compartiendo estrategias caseras para cubrirse de la lluvia, como las bolsas de residuos compradas a las apuradas en un supermercado en diagonal a la confitería El Molino que se atestó rápidamente.
–Es indignante que San Pedro sea kirchnerista –se quejó un hombre, la cabeza blanca de canas, junto a su esposa, que no alcanzó a reírse del chiste. Estaban los dos parapetados bajo el sobretecho de la puerta de un banco y la incomodidad le quitó efecto a su chiste.
–¿Sabés qué están mostrando en la tele? –preguntó una chica a otra que miraba en su teléfono inteligente las alternativas de la marcha de la que estaba participando. Es que tenía ganas de irse, pero quería estar segura de que las pantallas no mostraran éxodo alguno.
–¿Conocés a los fiscales que convocaron? –fue la pregunta que se impuso a esta estudiante universitaria que no dijo su nombre.
–No, pero les agradezco con todo mi corazón. Lo que generaron es realmente único, esto es un sueño –dijo la futura arquitecta de 27–. Lástima que haya tan poca gente joven.
No conocía a los fiscales y tampoco sabía que las marchas del silencio fueron un modo de exigir justicia que encontraron, en 1990, un grupo de adolescentes de un secundario católico que salieron a la calle junto a una monja después del asesinato de una compañera, María Soledad Morales. No sabía esta estudiante que el silencio entonces tenía que ver con la imposibilidad de nombrar de esas niñas de uniforme la violación y el asesinato de una de las suyas, la violencia sexista que terminó con la vida de María Soledad como si su cuerpo hubiera sido material de uso y descarte.
Ahora están lejos de ser adolescentes quienes propusieron el silencio para poner el cuerpo en la calle, los que tienen que proveer justicia dejando que detrás de ellos se pida justicia por pura necesidad de decir algo.
“¿Justicia para quién?” contestó otra mujer madura a la pregunta de la cronista, “Justicia para la Justicia”, cerró sin darse cuenta de qué modo incongruente estaba narrando lo que sucedía a su alrededor, esa marcha de la que ella misma era parte, en el pequeño espacio individual que su paraguas protegía.
LOS DIRIGENTES POLITICOS DE LA OPOSICION QUE PARTICIPARON DE LA MARCHA
Con declaraciones en las redes sociales
Marcharon sin hacer declaraciones, pero difundieron sus consignas y fotos en Twitter o Facebook. Estuvieron, entre otros, Mauricio Macri, Sergio Massa, Elisa Carrió, Julio Cobos, Hermes Binner y Patricia Bullrich.
Por Werner Pertot
Ocultos bajo un techo de paraguas que parecía no tener fin sobre la Avenida de Mayo, los dirigentes de la oposición se mezclaron entre la multitud y eligieron un bajo perfil en la marcha convocada por un grupo de fiscales. Bajo una lluvia torrencial que calaba hasta los huesos, la mayoría prefirió no hacer declaraciones in situ, pero sí se expresaron por las redes sociales adonde no dejaron de subir sus fotos en la marcha y apuntalar su posición. En la primera manifestación callejera de la que participa, el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, eligió comunicarse mediante slogans como “Sólo la verdad nos hará libres”. El massista Francisco de Narváez consideró que “la Presidenta no puede caminar por las calles”. Otros compararon la marcha con aquellas que se hicieron por José Luis Cabezas.
Apenas arrancó, quedó en claro que no iba a haber silencio en la marcha. Primero fueron los aplausos, luego los cánticos de “Ar-gen-tina” como en los cacerolazos. De hecho, se oyó alguna cacerola perdida entre la multitud. Hacia allí fueron los dirigentes opositores, que marcharon detrás de los fiscales que encabezaron la marcha adentro de un corralito de militantes del gremio de judiciales que se llevaban puesto todo a su paso para avanzar. Un grupo de señoras que vivaban al fiscal José Campagnoli casi terminan en el piso por no correrse a tiempo. La familia del difunto fiscal Alberto Nisman marchaba en otro corralito similar. En cambio, los políticos iban sueltos entre las personas, en grupos pequeños y sin identificación. La mayoría eligió Twitter o Facebook para dar el presente con alguna foto de ocasión.
Así se lo vio, por ejemplo, a Macri acompañado por su esposa Juliana Awada, que llevaba el paraguas. El jefe de Gobierno optó por no dar a conocer su ubicación para no recibir preguntas de los periodistas, la misma táctica que utilizó el candidato presidencial del Frente Renovador, Sergio Massa, quien envió una foto en la que se lo ve empapado y en compañía de su esposa, Malena Galmarini. Macri eligió su Facebook para expresar una serie de consignas: “En silencio por la República. Por la independencia de la Justicia. Por la verdad. Sólo la verdad nos hará libres”.
La lluvia comenzó poco antes de las seis de la tarde y cayó sin piedad sobre la multitud. Los vendedores de pilotos, paraguas o bolsas de nylon se hicieron su agosto. No les fue tan bien a quienes intentaban vender banderas argentinas (a 50 pesos cada una). Entre la multitud se pudo ver a un trajeado Felipe Solá –no se puso piloto– bañado hasta los huesos por la lluvia. También al radical Julio Cobos, que llevaba un paraguas celeste con lunares violetas. Cobos llegó junto con Ernesto Sanz desde el Comité Nacional de la UCR.
–Eh, mirá. ¡Es Lavagna! –dijo una señora que llevaba una vela bajo su paraguas. Una de las pocas que no se apagaron.
El ex ministro de Economía sonrió y le dio la mano, debajo de un techo de múltiples paraguas y bajo una gabardina que lo ocultaba aún más. “No, hoy hacemos silencio”, dijo a este diario cuando se le quiso hacer una pregunta. Idéntica respuesta dieron otros dirigentes opositores, que marchaban sin bandera, ni identificaciones partidarias.
Los únicos que rompieron la consigna fueron un grupo de extranjeros que llevaban banderas que decían: “No necesitas una Iglesia, sino a la sangre de Jesús Vivo. Lee el Nuevo Testamento”. Página/12 presenció cómo los manifestantes les reclamaron a los gritos que bajaran las banderas a dos jóvenes rubios (un chico y una chica). Cuando no hicieron caso, dos manifestantes forcejearon para sacárselas. Una bandera terminó rota.
–¡Se van a ir al infierno! –les gritó el joven, con un acento francés.
–¡Volvete a tu país! –le contestó una de las manifestantes. La escena no pasó a mayores.
Mientras la multitud empezaba a cantar el Himno, la senadora Gabriela Michetti subía una foto en la que se la ve bajo un paraguas y con una camisa con un motivo de pajaritos. El vicepresidente primero de la Legislatura, Cristian Ritondo, encabezó el bloque del PRO, que salió de la Legislatura con paraguas gigantes blancos y celestes que decían: “Nisman 18F”.
Elisa Carrió, en cambio, tenía un vestido negro y rojo. La 9 de Julio fue el non plus ultra de Carrió, quien dijo que no llegaría a Plaza de Mayo. “Nosotros acompañamos la Marcha del Silencio hasta el Obelisco, Plaza de la República. Bajo ningún concepto vamos a Plaza de Mayo”, escribió hace unos días. Con una gabardina beige, su ex socio Pino Solanas marchó separado de ella, pero también de Hermes Binner, Victoria Donda y Margarita Stolbizer, que caminaron juntos bajo la lluvia. Toda una metáfora del Frente Amplio Unen.
Patricia Bullrich, con un piloto blanco, avanzó lentamente bajo la lluvia torrencial, al igual que Luis Barrionuevo y su esposa, Graciela Camaño. Más astuto, el rabino Sergio Bergman se tomó el subte a Plaza de Mayo y esperó la manifestación en la zona del Obelisco. Por la noche, Bergman convocaba a una nueva marcha el 18 de marzo.
“Es siempre ellos o nosotros, amigos o enemigos”, se quejó De Narváez, el autor de la consigna “Ella o vos”. Mientras tanto, desfilaban los manifestantes que habían optado por ponerse una mordaza en la boca. Otros, en cambio, gritaban: “¡Nisman!”. Y la multitud respondía: “¡Presente!”.
No muy lejos de ese grupo caminaba el dirigente de los peones rurales Gerónimo “Momo” Venegas, quien afirmó que a Nisman “lo mataron en democracia”. Igual hipótesis sostuvo el dirigente de Libres del Sur Jorge “Huevo” Ceballos, quien comparó la marcha con las que se hicieron por José Luis Cabezas. “Podés tener diferentes opiniones sobre Nisman, pero no deja de ser un crimen contra la democracia”, afirmó. El gobernador cordobés, José Manuel de la Sota, anunció que se bajaba de la marcha, porque debía atender las consecuencias del temporal en Córdoba. De todas formas, aclaró por Twitter que estaría “espiritualmente” y sumó su consigna: “Verdad, justicia y castigo”.
Mauricio Macri y Juliana Awada, Elisa Carrió, Patricia Bullrich, Hermes Binner y Victoria Donda.
(Clara congoja.)
FuenteFoto:Pagina12
Réplicas en el interior
En simultáneo con la marcha a Plaza de Mayo hubo movilizaciones en distintas ciudades del país. Las más concurridas fueron las Mar del Plata, Córdoba y Rosario. Entre los manifestantes marplatenses estuvo el juez Pedro Hooft, denunciado por su presunta complicidad con la dictadura. En Rosario la protesta se concentró en el Monumento a la Bandera. Allí se hicieron presentes, entre otros candidatos, el ruralista Eduardo Buzzi y el radical Mario Barletta; también el senador socialista Rubén Giustiniani. El único gobernador que participó en una de las marchas fue Claudio Poggi, de San Luis; en Córdoba, José Manuel de la Sota expresó su adhesión, pero suspendió su viaje a Buenos Aires por la crisis generada por el temporal. Entre las capitales provinciales donde hubo movilizaciones estuvieron La Plata, Santa Fe, Salta, Río Gallegos, Ushuaia, Posadas y La Rioja. También hubo marchas en el interior de las provincias; en Córdoba, por ejemplo, se marchó en 15 localidades. De la misma manera hubo manifestaciones en Puerto Iguazú, Tupungato, Comodoro Rivadavia y Bahía Blanca.
Adhesiones fuera del país
Grupos de residentes argentinos en el exterior se concentraron frente a las embajadas o consulados para adherir a la marcha por Nisman. La serie de protestas en sintonía con el 18F comenzó, por una cuestión horaria, en Australia, donde una veintena de manifestantes se movilizaron frente al Consulado argentino en Sydney. En Israel, la marcha se realizó frente a la embajada local en Tel Aviv. Estas expresiones se repitieron en una veintena de ciudades como Berlín y Frankfurt (Alemania), Río de Janeiro, San Pablo y Belo Horizonte (Brasil) y Toronto (Canadá). En la embajada argentina en París, los residentes se concentraron bajo la consigna “Je suis Nisman”. Londres y Roma también estuvieron entre los puntos donde hubo grupos manifestando frente a las sedes diplomáticas. Otro sitio en el que hubo argentinos movilizándose fue Punta del Este, donde los veraneantes se congregaron frente al Consulado de Maldonado y caminaron hasta la Parada 16 de Playa Mansa.
Fuente:Pagina12
18-2-2015
Marcha
A un mes de la muerte de Nisman
18F: una marcha bajo la lluvia en homenaje al fiscal Nisman
Marcha
A un mes de la muerte de Nisman
18F: una marcha bajo la lluvia en homenaje al fiscal Nisman
Los fiscales Stornelli, Marijuán, Sánz, Campagnoli y Moldes, marcharon junto con Sandra Arroyo Salgado y sus hijas hacia Plaza de Mayo. También participó de la manifestación la madre de Nisman, Sara Garfunkel, y el titular del gremio de Judiciales, Julio Piumato.
La jueza Sandra Arroyo Salgoda, ex mujer de Nisman-Fotos Haar-Heer-Kaminetzquy-García Medina.
Bajo una lluvia que por momentos fue torrencial, los manifestantes del 18F llegaron después de las 20 a Plaza de Mayo. Luego de unos minutos de confusión al principio del diluvio, con cientos de personas intentando refugiarse en las entradas de los edificios y las galerías, se desarmó el corralito previsto para los integrantes del poder judicial y empezó la marcha del silencio. Junto a la cabeza de la marcha, que encabezaron los fiscales, estuvo la madre del fiscal, Sara Ganfurkel, la ex esposa, la jueza Sandra Arroyo Salgado, y las dos hijas que tenían en común.Una vez en la plaza, los fiscales se subieron a un palco y se hizo un minuto de silencio. Al final, se cantó un improvisado himno nacional. De a poco, la gente fue desconcentrando.
Todo había empezado poco después de las 16.30, cuando el grupo de fiscales encabezado por Carlos Stornelli, Guillermo Marijuán, Ricardo Sáenz, José María Campagnoli y Germán Moldes cruzó desde la esquina de Rivadavia y Paraná hacia el centro de la Plaza de los Dos Congresos, donde cientos de personas gritaban “justicia, justicia”. También se sumó al gupo el titular del gremio de judiciales, Julio Piumato. Desde allí, junto a la familia de Nisman, marcharon a la Plaza de Mayo, al cumplirse un mes del fallecimiento del fiscal especial del caso AMIA. La movilización se hizo bajo una intensa lluvia. Los paraguas de los asistentes lo cubrieron todo.
"Gracias por estar aquí", repetía el fiscal Germán Moldes, mientras que Piumato se negaba a hacer declaraciones a la prensa: "Esta es una marcha del silencio", se justificaba, al tiempo que impartía órdenes a un grupo de hombres vestidos de negro encargados de la seguridad.

Entre ponchos de lluvia y paraguas, también se vendieron banderas argentinas y remeras con la estampa “Yo soy Nisman", "18F”. Algunos carteles decían “Somos Nisman”, “Basta de corrupción”, “Justicia y verdad”, “Nisman presente”. El fiscal Marijuan recibía a los que entraban al corralito que se armó alrededor de la plaza Lorea. Entre los manifestantes estuvieron el rabino Sergio Bergman, que no pudo entrar al sector designado para las autoridades judiciales; Sergio Massa marchó acompañado por su mujer, Malena Galmarini. Mauricio Macri también fue junto a su esposa, Juliana Awada. Otros que estuvieron: Elisa Carrió, Ernesto Sanz, Julio Cobos, Hermes Binner, Margarita Stolbizer y Victoria Donda.
“Se viene el cielo abajo”, dijo un hombre canoso de camisa a cuadrillé, cuando poco antes de las 18 las nubes negras taparon el cielo. Los vendedores de paraguas aparecieron de la nada. La gente corría y se agolpaba en los edificios y bares de la zona para resguardarse de la lluvia. “Qué lástima”, dijo un sesentón por lo bajo. Al lado, un joven de casi dos metros tenía la boca tapada con una cinta que decía: “Necesito un país con independencia para mi justicia”. De a ratos se escucharon aplausos. El Palacio Barolo y el teatro Avenida recibieron a una multitud ansiosa por cubrirse de la lluvia que obligó a acelerar los tiempos de la marcha hacia la Plaza de Mayo. Una camioneta del gremio judicial encabezó la movilización.

Se vieron combis especiales que decían "marcha del silencio". Venían de Castelar, Luján, Ituzaingo, San Antonio de Padua. De ellas bajaron hombres y mujeres mayores con banderas. En la 9 de Julio y Avenida de Mayo hubo desde temprano gente esperando el paso de la marcha. "Tiene que pasar la lluvia", decían algunos manifestantes. La mayoria eran mujeres, algunas con flores en la mano.
Desde la sede de la AMIA –Pasteur al 600- partió minutos después de las 17 una columna de unos 1500 de miembros de la comunidad judía institucionalizada que organizó AMIA y DAIA, escoltada por la Policía Federal y la Metropolitana y luego de recorrer varias cuadras se mezcló con los adherentes a la marcha en el Congreso de la Nación. Antes de empezar el recorrido, el presidente de la DAIA, Julio Schlosser, aclaró la posición de la instituciones judías. "No encabezamos la marcha porque no la convocamos, sólo adherimos", dijo y además agregó: "No quiero que se confunda mi participación con lo que otros puedan decir. Yo voy por respeto al fiscal y su memoria".

La marcha del 18F se replicó en varias ciudades del interior del país. En Mar del Plata, Santa Fe, Rosario, Córdoba y Mendoza, las concentraciones que fueron convocadas por universidades, colegios de abogados y organizaciones judías, empezaron después que en Buenos Aires, entre las 18 y las 19.
Sobre Hipólito Yrigoyen 448, donde funciona la UFI-AMIA, decenas de personas esperaban la llegada de la marcha, que llegó pocos minutos desdués de las 20. Cuando los fiscales llegaron se subieron a un palco y la multitud comenzó a gritar "Justicia", al tiempo que Piumato pedía silencio. "Les pido un minuto de silencio", repitió, tras improvisar un breve discurso en memoria del fiscal Nisman. El acto culminó a las 20.15 con la entonación del Himno Nacional, otra vez bajo la intensa lluvia y sin incidentes.
Fuente:Infojus
19 de Febrero de 2015
Mantuvo un breve encuentro, en su habitual besamanos de los miércoles, con integrantes de la Asociación 18J
Según fuentes pontificias, la invitación fue cursada hace meses. Pero Bergoglio fijó fecha una vez que supo cuándo se haría la marcha de Buenos Aires. "De mí esperen todo lo posible", le dijo Francisco a sus interlocutores.

Plaza San Pedro - El Papa saluda a Burstein, que fue acompañado por Graciela Linial, Hugo Fryszberg y Carlos Komarovsky.
La lluvia que azotó a Buenos Aires en el comienzo de la "marcha del silencio" ( ver páginas 8 a 11) despertó todo tipo de lecturas místicas entre los asistentes políticos y religiosos. Algunos, con humor, y otros con ironía, pensaron en bendiciones. Otros, en castigos diluvianos. Sin embargo, donde no hubo dudas respecto al mensaje divino, fue en el Vaticano, donde Francisco decidió saludar en el habitual besamanos de los miércoles a cuatro integrantes de la Asociación 18J de Sobrevivientes, Familiares y Amigos de las Víctimas del Atentado contra la AMIA.
El pedido de encuentro de los visitantes, según confiaron a este diario fuentes pontificias, había sido cursado con meses de anticipación, aunque la fecha definitiva fue elegida por Bergoglio. Y cuando el momento de la realización de la marcha porteña ya había sido fijada. La cita fue breve y no se trató de una audiencia privada, sino de un encuentro frente a la Plaza San Pedro: el escenario elegido por el ex arzobispo porteño para rodear las intrigas del caso Nisman, sin referirse públicamente a él y apelar al tema desde su componente más estructural: las investigaciones judiciales irresueltas sobre los atentados a la AMIA y la Embajada de Israel.
"De mí esperen todo, que haga todo lo posible", contestó el Papa cuando los familiares, encabezados por Sergio Burstein, le pidieron "que interceda" ante el gobierno de Israel "para que deje que declare el ex embajador israelí en Argentina Itzhak Aviran". Y también ante el de Irán "para que ese país se ponga a derecho" y facilite la declaración indagatoria de los funcionarios investigados, que podrían hacerlo a partir del Memorando de
Entendimiento.
El pedido formulado a Bergoglio busca que interceda para facilitar la declaración de Avirán, embajador israelí en Buenos Aires entre 1993 y 2000, y máximo interlocutor de la Casa Rosada durante la etapa más compleja y sinuosa de la instrucción judicial. El diplomático habló en enero pasado del caso y aseguró que "la gran mayoría de los culpables no está en este mundo, y lo hicimos nosotros". El testimonio del ex embajador coincide con otra revelación que estremeció a la comunidad internacional, también en enero pasado, cuando Newsweek y The Washington Post, sortearon un año de presiones y revelaron, basados en funcionarios de Washington, que la CIA y el Mossad prepararon un coche bomba para matar a Imad Fayez Mughniyah, líder del grupo Hezbollah, sospechado de haber coordinado el ataque contra la embajada israelí en 1992.
"Si Aviran hubiese podido declarar y explicar por qué dijo lo que dijo en su momento, quizás (el fiscal) Alberto Nisman estaría vivo", deslizó Burstein acompañado por Graciela Linial, Hugo Fryszberg y Carlos Daniel Komarovsky. Respecto a Irán, los familiares insistieron con la intervención papal, basados en la audiencia del viernes pasado de Bergoglio con la vicepresidenta de ese país, Shahindokht Molaverdi.
"La fecha en que nos recibió Francisco no es casualidad. Siempre nos opusimos a esta marcha que convocan aquellos que lo hacen en defensa propia y que siempre le faltaron el respeto a Nisman", explicó Burstein y cargó contra los fiscales Germán Moldes y Raúl Pleé, "los principales encubridores para lograr una búsqueda de la verdad y encontrar justicia". "No nos olvidamos tampoco del papel de la dirigencia de la comunidad judía", acusó el familiar y aclaró un dato que ya le había mencionado al Papa: "Con los dirigentes no tenemos trato. También son responsables del encubrimiento", en referencia al ex presidente de la DAIA Ruben Beraja, que está entre los acusados que comparecerán en el próximo juicio oral que indaga el supuesto encubrimiento del atentado.
Fuente:TiempoArgentino
19-2-2015
Nisman
Opinión
Stella Martini

Nisman: cuando la prensa va más rápido que el acontecimiento
Nisman
Opinión
Stella Martini

Nisman: cuando la prensa va más rápido que el acontecimiento
La experta en comunicación Stella Martini sostiene que la cobertura mediática de la muerte del fiscal Nisman lo transformó en una herramienta en una batalla donde, con operaciones diarias, se busca que "que el caos desinformacional se incremente y sumerja al ciudadano en un estado de irritabilidad y desazón". Allí, sostiene la autora, hay que buscar alguns de las razones del estado de irritabilidad y desazón, que expresaban algunos de los que se movilizaron en el #18F.
Patrick Haar
La marcha del miércoles 18, convocada por un grupo de fiscales, “fue un funeral popular. La multitud no sólo velaba a Nisman, el último muerto, sino a todos. A los caídos en su momento por la represión, a las víctimas de la inseguridad, de la corrupción, de la pauperización”, afirma la cabeza de una nota de opinión en Clarín.com del mismo día.
Las muertes trágicas engendran héroes, en especial si hay medios dispuestos a escribir las crónicas propicias. En el “funeral popular” el columnista de Clarín cree escuchar una memoria histórica que no se manifestó, y un lamento no expresado, que en todo caso habría sido falto de verdad. Los números de la realidad niegan la pretendida “pauperización” mortal: el desempleo no alcanza el 8% y la promoción de condiciones de vida dignas es política pública. Pero es una crónica a la que solo le interesa instalar el caso del “último muerto”, quizás su caracterización más riesgosa. ¿Somos inmortales desde el 18 de enero? ¿O solo se trata de una figura de estilo?
El último recurso, “el último muerto”. Si esta expresión resulta irreverente es porque la misma nota lo es. Se deshonra a un muerto otorgándole una cualidad que no es tal, ninguneando a tantos otros, porque somos mortales. Una nota que integra una serie de alta relevancia política, como es el caso que se analiza, indica quién es su lector.
Esta columna pretende dialogar con los participantes de la marcha, y también con los que la usaron como un fácil recurso de marketing político, mal que les pese a quienes no quisieron banderas partidarias. Es también un recurso comunicacional de más de una cobertura mediática exasperada, una agenda en la que el fiscal Nisman vuelve a morir violentamente una y otra vez, porque ya no importan ni su denuncia ni su muerte. Los medios corporativos se apropiaron de Alberto Nisman y, como su “último muerto”, lo hicieron trofeo para su disputa con el modelo de país que sigue construyendo el gobierno nacional. Y como trofeo, lo manipulan para que motorice denuncias contra situaciones equívocas, esas que son efectivamente a la inversa de lo que las noticias cuentan.
Hay una justicia que está investigando las circunstancias de la muerte del fiscal, por eso es necesario que las noticias la anulen para que el caos desinformacional se incremente y sumerja al ciudadano en un estado de irritabilidad y desazón, que son causa probable del “miedo” al que aludían algunos de los manifestantes entrevistados por la televisión. En este tipo de cobertura, “la prensa va más aprisa que el acontecimiento”, expresión acuñada por el sociólogo francés Dominique Wolton. La prensa corporativa presiona con una operación diaria, que nunca carece de complicidades. Las declaraciones de la fiscal Fein, a cargo de esta primera etapa de la causa, se recortan, simplifican y parodian. Todo resultado es sospechado porque no hay descubrimientos revulsivos, funcionales al accionar político de tales medios. Pero ese inconveniente puede ser corregido, aparecen los datos filtrados y posibilitan otras noticias que “se adelantan” a los hechos, o que los reemplazan, obligando a la fiscalía a revelar lo que el secreto del sumario protege, según lo establecido en el artículo 12 del Código procesal penal, situación que perjudica a la misma querella. Por caso, el “borrador” en la papelera de Nisman, inútil porque su autor lo desechó. La noticia afectó la credibilidad de la fiscal.
Cuando las filtraciones no son suficientes para la discordia mediática, surgen novedosas fuentes, los testigos del procedimiento que iniciara la investigación y presentados como oráculos inapelables, poniendo una vez más en la cuerda floja la labor de la fiscalía. El cuestionamiento al relevamiento de pruebas de la madrugada del 19 de enero en casa del fallecido fiscal se explica en notas reñidas con cualquier criterio de responsabilidad periodística. Tanto la fiscal como la jueza, aun cuando se las reconoce como “no amigas” del gobierno, han dejado de ser confiables en la agenda de los medios corporativos. Algunas especulaciones aseguran que los jueces más fieles al grupo de medios más grande de la Argentina están en otro ámbito. Y a él querría conducir la propuesta informativa.
En la noche de la marcha del miércoles 18 de febrero, algunos programas televisivos revelaron los resultados supuestos de las pruebas toxicológicas, sin indicar las fuentes. La noticia resultó burda por el desconocimiento de la misma producción que o por ignorancia o por desdén por la audiencia avalaba la explicación de que “cantidades no significativas” de rivotril en la sangre “quiere decir media pastilla, lo que cualquiera puede tomar”. Este tipo de información y de opinión, de carácter especulativo, se ha visto encuadrado por el teatro jurídico, con la participación de supuestos especialistas, peritos, expertos en temas penales y psicológicos que desde sus minutos de gloria escénica legitiman cualquier rumor o intrerpretación arbitraria. Una muerte violenta se explica como jugando. El sensacionalismo ha llegado a una expresión que se puede clasificar de pornografía informativa.
El respeto a la figura del fiscal Nisman ha desaparecido, transformado él mismo en una herramienta, un recurso más en la estrategia de una batalla política donde los medios corporativos, lejos de ser los guardianes de la democracia que declaman, muestran su pertenencia al campo de la especulación financiera. Por eso, no hay límites en el recurso a diferentes retóricas que, como en la nota citada al comienzo, exaltan la muerte y el dolor como sinónimos de un heroísmo que reconstruiría la nación. El juicio mediático recién ha comenzado. La difamación sistemática y la instigación a la sospecha ante cualquier discurso institucional, incluso aquel que proviene de un actor cercano ideológicamente a tales medios lo aseguran. La jueza Arroyo Salgado, querellante de la causa, demandó no politizar el caso. La fiscal de la causa pidió prudencia a los medios, y resguardo de las fuentes.
Finalmente, ¿qué pasa con aquellos que quieren entender lo que está sucediendo? En el desconocimiento de las claves del comportamiento mediático radicaría la dificultad de pensar y de construir opinión libremente, actividades fundamentales para que vivamos en democracia.
Fuente:Infojus
19 de Febrero de 2015
Por Gustavo Cirelli.
La apelación al silencio en el Miércoles de Cenizas de 2015 quedará en la memoria colectiva, para una numerosa minoría, como una jornada en que desfilaron por las calles del centro porteño agrupados detrás de una consigna difusa en la que desde la corporación judicial se reclamó, justamente, justicia para que se esclarezca la muerta del fiscal Alberto Nisman, un deceso dudoso, que está siendo investigado por otra representante del Poder Judicial, la fiscal Viviana Fein.
Fueron miles y miles los ciudadanos que reclamaron justicia, encolumnados detrás de los fiscales Guillermo Marijuan, Carlos Stornelli, José María Campagnoli, Raúl Pleé y otros miembros de la familia judicial, quizá sin tener muy presente la trayectoria de semejantes integrantes de dicha corporación.
La sociedad argentina tiene experiencia en marchas multitudinarias, muchas de ellas, como efímeras expresiones coyunturales. El caso Blumberg, que congregó a decenas de miles en el Congreso en reclamo de mayor seguridad y mano dura, es un ejemplo. Marcó la agenda mediática de aquellos días y llevó a la dirigencia política, con representación parlamentaria, a cometer el error de endurecer leyes punitivas como solución mágica.
Hubo también otras marchas opositoras al gobierno kirchnerista, como la del 8N, que convocaron según los propios medios hegemónicos, a más cantidad de personas que las que se movilizaron ayer.
Los efectos del 18F habrá que analizarlos con el tiempo. Qué dejará la apelación al silencio que impusieron los organizadores, tratando de emular a las multitudes francesas acongojadas tras la masacre en Charlie Hebdo, por caso, en otra pieza más de la sincronizada maquinaria montada hace tiempo y echada a rodar hace más de un mes, es una incógnita. Lo concreto es que ayer se expresó un sector de la sociedad en plenitud de las libertades democráticas, pero paradójicamente, con la intención de sus organizadores de erosionar a un gobierno electo por las mayorías.
El silencio no es salud.
19-2-2015
Nisman
Declaraciones en Vorterix
Arroyo Salgado: "Alberto no se podía suicidar y menos con un arma"
Nisman
Declaraciones en Vorterix
Arroyo Salgado: "Alberto no se podía suicidar y menos con un arma"
La jueza federal y ex mujer del fiscal Nisman habló por primera vez con los medios en el programa Guetap. "No admito el suicidio de Alberto por su personalidad, mucho menos con un arma de por medio", dijo.
Patrick Haar
Tras haber participado ayer de la marcha en homenaje a su ex marido, Alberto Nisman, la jueza federal Sandra Arroyo Salgado reiteró su hipótesis de que el fiscal a cargo de la UFI –AMIA no se suicidó. "Alberto no se podía suicidar por su humanidad, no tenía motivos, por su personalidad... No admito esa posibilidad y menos con un arma de por medio", dijo en declaraciones al programa Guetap en radio Vorterix. "Queremos que se despeje en el expediente si esto fue un suicidio o un homicidio, más allá de mi certeza, que no es objetiva",agregó la jueza. en un tramo de la entrevista.
Arroyo Salgado cuestionó que no se hayan podido designar peritos de parte para la autopsia de Nisman y puso como ejemplo cuando tuvo a su cargo la investigación por la muerte del prefecto Febrés condenado por crímenes de lesa humanidad. ”Esperé con un criterio amplio, que para poder hacerle la autopsia, las partes pudieran designar peritos de parte para poder controlarla. Yo presencié todo el proceso. Cuanto menos en eso, lo hubiese hecho distinto", dijo refiriéndose a la fiscal Viviana Fein y a la jueza Fabiana Palmaghini.
“Nos enteramos del viaje de regreso el domingo 11 de enero”
Sobre el viaje de regreso de Alberto Nisman a Buenos Aires mientras estaba en Europa celebrando los 15 años de su hija, la jueza dijo: “Mi hija y yo nos enteramos el domingo 11 (de enero). Ella (la hija mayor) estaba con el papá y yo recién llegada con la más chiquita a Barcelona. Ellos tenían previsto ir a Andorra para después encontrarnos en París”. La ex mujer del fiscal dijo que ese repentino cambio de planes, que la obligó a ir a buscar a su hija al aeropuerto de Barajas en Madrid, provocó un entredicho entre ellos.
“Más allá de que ejerzo una magistratura con una gran vocación por la justicia y por el derecho, lo cierto es que también para mí la familia es una prioridad en mi vida. Fue bastante impactante…era un viaje que veníamos programando desde junio. Y como yo estaba en desconocimiento de las cuestiones en las que él venía trabajando, no entendía muchas cosas, no las podía dimensionar. El me transmite a mí que se estaba volviendo por una operación de la madre. Yo le dije: ‘bueno, pero tan repentino, no podés esperar?’. Después tal vez puedo conjeturar unas razones. Pero ese día yo no tenía claro por qué se estaba volviendo”.
"No conocía la denuncia, me enteré estando allá"
Consultada por Reinaldo Sietecase y Romina Manguel acerca de su había tenido oportunidad de leer la denuncia presentada por Nisman contra la Presidenta de la Nación-entre otros-, dijo que no: “Me enteré de esa denuncia estando allá. No seguí nada. Y de repente me veo teniendo que reorganizar un montón de cosas”, dijo. Y agregó en caso de confirmarse la certeza que ella tiene (de que no fue un suicidio) , fue de una alta sofisticación.
Arroyo Salgado también se refirió críticamente a la investigación sobre la muerte del ex marido: “Me vi en la obligación de pedir un veedor de la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos) porque en esta coyuntura judicial, política, mediática, no están dadas las garantías de una investigación imparcial, sin riesgos en la búsqueda de la Justicia”.
La jueza informó que en la última inspección ocular al departamento de Le Parc donde fue hallado muerto el fiscal, el perito de parte en Criminalística, Salcedo, usó un tipo de tecnología que no se había usado anteriormente en la escena del crimen, porque ni la Policía Federal ni la Metropolitana- según dijo Arroyo Salgado- cuentan con esas herramientas.
“Sí, conocía a Lagomarsino”
“La verdad es que había amenazas que tramitan en el juzgado del doctor Luis Rodríguez, eran respecto de él y de nuestras familia. Él me las transmitió y no le di demasiada trascendencia. Ahora en este caso en particular pedí fotocopias del expediente para interiozarme del tenor de las amenazas, como querellante”.
Sobre si conocía a Diego Lagomarsino, el técnico informático que dice haberle prestado a Nisman el arma que se halló en la escena del crimen, y empleado de la fiscalía AMIA que nadie sabe bien qué hacía, Arroyo Salgado fue terminante: “Sí, conocía a Lagomarsino. Se dijeron muchas cosas.
Pero hay muchas cosas sobre las cuales no me han preguntado y hasta que no tenga ciertas garantías, no voy a hablar. Por eso pedí el veedor. Por ahora, prefiero no avanzar”.
“No voy a polemizar sobre lo que dijo la Presidenta”
Consultada sobre los dichos de la Presidenta cuando se convocó a la marcha, dijo que no iba a polemizar y aclaró que “mis hijas son alegres, son alegría, esperanza, y trató de transmitirles saber guardar silencio cuando hay que guardarlo”.
La participación en la marcha
Sobre su participación en la marcha del 18F, señaló que "fue muy emocionante y difícil para mí y para mis hijas. No queríamos dejar de estar más allá de las diferencias que en lo funcional pueda yo tener con los fiscales que hicieron la convocatoria", sostuvo. Y agregó que marcharon para "rendir homenaje a la memoria de Alberto por la persona que fue, el vínculo familiar, y porque fue con quien conviví 17 años y tengo dos hijas con él -dijo- y además rendir homenaje a su labor profesional porque es innegable la contracción y la valentía con la que ejerció su función. La contracción a punto tal que era una de sus grandes prioridades, y las diferencias a nivel de pareja muchas veces pasaban por ahí".
Fuente:Infojus
19 de Febrero de 2015
EL EX MINISTRO DE JUSTICIA ADVIRTIÓ QUE SE TRATA DE "DESNATURALIZAR" LA INVESTIGACIÓN
Arslanian cuestionó la difusión "deliberada" de la hipótesis de que a Nisman lo mataron.

Arslanian - Se refirió a los "supuestos".
El ex ministro de Justicia, León Arslanian, cuestionó la difusión de una hipótesis de homicidio alrededor de la muerte del fiscal de la causa AMIA, Alberto Nisman, y de "todo tipo de suspicacias referidas a supuestos".
"No me parece nada bien que se fomente y consolide la idea de que se trató de un homicidio y no de una crisis personal que bien pudo haber llevado al fiscal a tomar una decisión en ese sentido", expresó el ex juez. "Todas las pruebas apuntan a eso (al suicidio), por más esfuerzos que se hagan por ver cómo desnaturalizan, incluso con la aparición de testigos que deliberadamente buscan desacreditar una investigación en curso", agregó, haciendo referencia a la testigo que declaró hace unos días en el diario Clarín sobre supuestas irregularidades alrededor del operativo posterior a la muerte del fiscal.
Para Arslanian, hay una búsqueda de algunos sectores de instalar la probabilidad de que a Nisman lo hayan matado. "Estoy cansado de escuchar 'la bala asesina' y todo tipo de suspicacias referidas a supuestos y escenarios que no se corresponden con la realidad de una investigación que, hasta donde yo sé, se ha llevado en las condiciones razonables y rigurosas. Y el intento de que el caso vaya a parar al fuero federal está en línea con esto que digo."
El abogado también se refirió, en radio Vorterix, a las palabras de la presidenta Cristina Fernández, quien abonó a la teoría del posible homicidio. "Tal vez ella no haya tenido la información lo suficientemente válida o le haya parecido (mejor) no contrariar a una opinión pública que se venía configurando de esa manera", dijo al respecto Arslanian, quien advirtió a los medios de comunicación que insisten sobre ese punto: "Aunque se descarte la hipótesis de homicidio, en el imaginario colectivo la configuración que se hizo es que esto es un crimen. Entonces tendremos el ataque a la Embajada de Israel sin resolver, la AMIA sin resolver y tendremos la muerte de Nisman sin resolver".
El ex ministro de Justicia se refirió, además, al pedido de imputación realizado por el fiscal Gerardo Pollicita a la presidenta y otros funcionarios y legisladores, a raíz de la denuncia presentada por Nisman días antes de morir. "La actuación del fiscal Pollicita... creo que él ha optado por un camino que le debe haber parecido el más cómodo, que es no salir de la rutina que caracteriza la intervención fiscal frente a una denuncia".
Fuente:TiempoArgentino
18-2-2015
Nisman
Se siguen tomando testimoniales
Nisman: la fiscal confirmó que declaró Stiuso
Nisman
Se siguen tomando testimoniales
Nisman: la fiscal confirmó que declaró Stiuso
En un nuevo comunicado, la fiscal Viviana Fein informó que ya se produjo de la declaración del ex espía Antonio Stiuso y que se recibieron los resultados de las pericias toxicológicas. No trascendió el contenido ni de la de la testimonial ni de las pericias.
El ex hombre fuerte de la SIDE, Antonio “Jaime” Stiuso, ya declaró como testigo ante los miembros de la fiscalía que investiga la muerte del fiscal especial para la causa AMIA, Alberto Nisman, y luego de hacerlo habría abandonado el país hacia Uruguay, según informaron fuentes con acceso a la investigación.
La declaración del ex espía, que según el peritaje realizado sobre los teléfonos del fiscal recibió tres llamadas de Nisman horas antes de su muerte, se produjo durante el fin de semana largo y en medio de un estricto hermetismo, informó la agencia Télam. Pese a ello, trascendió que la testimonial se habría realizado en el despacho del fiscal ante la Cámara Criminal y Correccional porteña, Ricardo Sáenz, superior jerárquico inmediato de la fiscal Viviana Fein, que condujo el interrogatorio.
Un comunicado emitido esta tarde por la Fiscalía Criminal 45 indicó escuetamente que “ya se recibió la declaración testimonial del Ingeniero Stiuso” y que dicho acto “fue debidamente notificado a las partes”. El texto indicó que “para preservar el curso de la investigación”, el contenido de las declaraciones testimoniales ni las pericias médicas “no se difundirán”.
Stiuso fue el principal proveedor de información del fiscal durante los diez años que estuvo al frente de la fiscalía especial para el atentado a la mutual israelita AMIA, en 1994, según relató el propio Nisman en varios de los reportajes que brindó en los días previos a su muerte. Según el juez de la causa, Rodolfo Canicoba Corral, tenía “dominio” de la actividad de Nisman, quien por otra parte, consultaba sus escritos antes de presentarlos a la embajada de los Estados Unidos
Tras conocerse que Nisman había llamado tres veces por su teléfono Nextel a Stiuso en las horas previas a su muerte, la fiscal Fein lo citó a prestar declaración testimonial bajo juramento de decir verdad bajo pena de incurrir en el delito de falso testimonio. Para ello, la Secretaría de Inteligencia lo relevó de la obligación de mantener secreto sobre su actividad como espía, siguiendo expresas indicaciones de la presidente Cristina Kirchner.
El comunicado emitido hoy por la fiscalía se refiere también a los exámenes toxicológico e histopatológico que las propia fiscal había informado que serían dados a conocer hoy. Pese a ello, fuentes vinculadas a la investigación dejaron trascender que en su cuerpo fue hallado una “cantidad poco significativa” de alcohol, una “baja dosis” del ansiolítico clonazepán y una cantidad significativa de cafeína.
En cualquier caso, las pericias habrían revelado que el fiscal se encontraba consciente al momento de morir, lo que despejaría la hipótesis de una droga que doblegó su voluntad en ese momento. Según los datos difundidos oficialmente, esas pericias fueron entregadas hoy a la Fiscalía y contienen “el informe completo del peritaje toxicológico y parte de las pruebas histopatológicas, practicadas sobre el cuerpo de Nisman”.
Habría quedado pendiente “la prueba de cotejo del ADN obtenido de las uñas” del fiscal fallecido, que podría contener novedades si se encontrara un perfil genético diferente al del propio Nisman, pese a que la autopsia realizada por el Cuerpo Médico Forense no indicó la existencia de lesiones defensivas.
"Para preservar el curso de la investigación, la fiscalía hace saber que no se difundirán ni el contenido de las declaraciones testimoniales ni de los informes médicos recepcionados", concluyó la fiscalía.
El comunicado, publicado en el sitio Fiscales.gob.ar, señala que:
-Que ya se recibió la declaración testimonial del ingeniero Stiuso. Dicho acto fue debidamente notificado a las partes.
-Que en el día de la fecha se recepcionaron en la Fiscalía el informe completo del peritaje toxicológico y parte de las pruebas histopatológicas, practicadas sobre el cuerpo del Dr. Nisman, quedando pendiente la realización de un estudio.
-Por otra parte, está pendiente la prueba de cotejo del ADN obtenido de las uñas del fallecido fiscal.
-Asimismo, en el día de la fecha, la fiscal y su equipo continuaron tomando declaraciones testimoniales.
-Para preservar el curso de la investigación, la fiscalía hace saber que no se difundirán ni el contenido de las declaraciones testimoniales ni de los informes médicos recepcionados.
Fuente:Infojus
19 de Febrero de 2015
La funcionaria judicial recibió los resultados del examen toxicológico practicado a Nisman
Un comunicado de la Fiscalía 45 informó oficialmente sobre la testimonial del ex director de Operaciones de la SI, pero aclaró que no se brindarán detalles sobre lo dicho por el ex espía, y tampoco sobre la pericia histopatológica.

Fein - La fiscal emitió un comunicado escueto, en el que enunció las novedades pero evitó ampliar la información.
La fiscal Viviana Fein, a cargo de la investigación por la muerte de Alberto Nisman, confirmó ayer que le tomó declaración testimonial al ex director de Operaciones de la Secretaría de Inteligencia (SI), Antonio "Jaime" Stiuso. A través de un comunicado donde de manera escueta da cuenta de los avances del expediente, la funcionaria confirmó además que finalmente recibió, tras un mes de ser hallado con un disparo en la cabeza, los estudios toxicológicos practicados sobre el cadáver. Aunque las pericias podrían aportar información que puede provocar un vuelco en la hipótesis de investigación, la fiscal decidió no hacer públicos los datos vertidos en el informe "para preservar el curso de la investigación". Resta completar una serie de estudios entre los que se encuentra un cotejo de ADN encontrado en las uñas del fiscal, y uno de los puntos clave: la "apertura" del contenido de los celulares, notebook y tablets que pertenecían a Nisman.
"Ya se recibió la declaración testimonial del nngeniero Alberto Stiusso. Dicho acto fue debidamente notificado a las partes", sostuvo el primer punto del parte de la Fiscalía Nº45, que incluyó una gaffe en el nombre del ex espía. Según pudo saber Tiempo, esa declaración se llevó a cabo el martes feriado de carnaval y tal como había sido pedido por su abogado, Santiago Blanco Bermúdez, la cita se produjo bajo un máximo secreto y fuera de las oficinas de Fein. El lugar del encuentro fue la sede de la Fiscalía General que comanda Ricardo Sáenz, con la presencia de Stiuso, su abogado y la fiscal con su secretario. El contenido de la declaración, según informó ayer Fein, será mantenido en reserva. Alegando que se trato de un caso de excepción para mantener la seguridad del testigo, como prevé el Código Procesal, las partes no pudieron presenciar el acto y fueron notificadas en el día de ayer. Al ex espía se lo convocó para que diera cuenta de la relación que mantenía con Nisman y el motivo de los reiterados llamados que el fiscal hizo a un teléfono a nombre de Stiuso horas antes de morir, cuya última comunicación duró más de 10 minutos.
La expectativa centrada en el resultado de las pericias toxicológicas, destinadas a informar el hallazgo de cualquier sustancia que pudiera dar cuenta de alguna irregularidad, por ahora deberá continuar. La fiscal informó que recibió el estudio completo y "parte de las pruebas histopatológicas", pero anunció que no revelaría su contenido. La decisión de resguardar el resultado no es extraña. Ya sea por motivos que hacen a su esfera privada, o porque se considera indicado para profundizar la pesquisa, las autoridades pueden reservar los resultados de las pericias. La ex mujer de Nisman, Sandra Arroyo Salgado, había puesto en la mira a la fiscal Fein y a la jueza de la causa, Fabiana Palmaghini, cuando cuestionó la semana pasada en el Congreso la difusión de detalles de la investigación.
Fein informó que está pendiente "la prueba de cotejo del ADN obtenido de las uñas del fallecido fiscal", algo que había sido requerido entre las primeras diligencias y anunció que su equipo continuaría hoy con declaraciones testimoniales. Por su parte, el Secretario de Seguridad, Sergio Berni, avaló su próxima citación para que declare en el expediente, aunque afirmó que "no hubo nada reprochable" en su accionar apenas ocurrido el hallazgo. Uno de los ejes pendientes tiene que ver con los contenidos que pueden rescatarse de los teléfonos celulares del fallecido fiscal, hecho que aun sigue a la espera tras ser definidos los puntos de pericia por los representantes de la querella.
Fuente:TiempoArgentino
NISMAN NO ESTABA DORMIDO NI INCONSCIENTE CUANDO RECIBIO EL DISPARO
Consciente al momento de morir
El dato surge del examen toxicológico de la sangre extraída del cuerpo del fiscal. El estudio reveló que había ingerido bajas dosis de dos sedantes y un pequeño nivel de una bebida alcohólica fuerte. Se refuerza la hipótesis del suicidio.
Por Irina Hauser y Raúl Kollmann
Por Irina Hauser y Raúl Kollmann
La fiscal Fein recibió ayer el estudio toxicológico de Nisman.
El examen toxicológico de la sangre extraída del cuerpo de Alberto Nisman dio como resultado que el fiscal estaba plenamente consciente al momento de morir. Sólo se encontraron restos, en pequeñas cantidades, de dos sedantes –Rivotril y Alplax (o similar)–, y un pequeño nivel de una bebida alcohólica fuerte, tipo vodka. Los datos refuerzan la hipótesis del suicidio porque esto significa que cuando se produjo el disparo, nadie tenía dormido o inconsciente a Nisman. Es decir que nadie pudo utilizar su cuerpo para simular una escena suicida; por ejemplo, agarrándole la mano y usándola para disparar desde menos de un centímetro. Quedan todavía pendientes varios estudios, entre ellos completar la anatomopatología y ver si hay algún rastro bajo las uñas del fiscal.La coordinadora del área química del Cuerpo Médico Forense, Ana María Perkins, encabezó el estudio cuyo resultado indica que de ninguna manera Nisman tenía una combinación de sedantes y alcohol suficiente para provocarle un estado de inconsciencia. La concentración de alcohol en sangre resultó bajísima, menos de 0,5 gramo por litro, y las dosis de Rivotril y Alplax también estuvieron en niveles mínimos. Debe pensarse que, por ejemplo, para algo parecido a un coma alcohólico, se necesita entre seis y diez veces más de lo encontrado en el cuerpo de Nisman. Y lo mismo ocurre con las dosis de los ansiolíticos. Jueces y criminalistas con vasta experiencia afirman que es muy habitual encontrar rastros de alguna bebida fuerte en suicidas. Es una forma de inhibir los temores. De todas maneras, no es un dato concluyente.
Los resultados de la toxicología apuntan a que Nisman estaba en pleno uso de sus facultades al momento del disparo. El punto entonces es si alguien pudo acercarse a menos de un centímetro, dentro del baño, y le disparó por sorpresa, ya que no hay lesiones defensivas en su cuerpo ni se percibieron rastros de lucha en el baño. Esto ya configuraría un cuadro de dos alternativas.
- Una: que Nisman se disparó a sí mismo, planteamiento que es hipótesis principal del informe de autopsia.
- Dos: que le haya disparado alguien de su más cercana intimidad, que pudiera acercarse tanto, dentro de un baño, para dispararle. Se trata de una hipótesis improbable. Sobre todo teniendo en cuenta que, según testimonió la mamá de Nisman, el cuerpo del fiscal obstruía la puerta con la cabeza. Es decir que resultaría muy difícil para el homicida salir del baño sin dejar rastros, pisadas o arrastres.
A todo esto se agrega un elemento de relevancia. Fue Nisman el que consiguió la pistola calibre 22 que le provocó la muerte, ya que se la pidió prestada a un hombre de su confianza, el informático Diego Lagomarsino. Y su voluntad de conseguir un arma quedó demostrada porque también le pidió una pistola a su custodio de mayor antigüedad, Rubén Benítez.
En la hipótesis de un asesinato sofisticado, no encaja que un sicario o un superagente de Inteligencia haya usado una pistola calibre 22, viejísima, con proyectiles también viejísimos, un arma que el propio Lagomarsino pensaba que podía fallar.
Con todos estos datos, aunque faltan estudios y medidas de prueba, la toxicología agrega un elemento más que refuerza la idea de que Nisman se quitó la vida.
- Falta todavía completar la anatomopatología. El centro de ese estudio es ahora el análisis del orificio de entrada del disparo, algo sobre lo que se trabajó ayer en la Morgue Judicial.
Por lo que se sabe, no hay discrepancias entre los forenses oficiales y de parte: el disparo se efectuó a menos de un centímetro. La polémica se plantea por la ubicación del disparo, dos centímetros por encima de la oreja. Los peritos de Arroyo Salgado –Osvaldo Raffo, Julio Ravioli y Daniel Salcedo– sostienen que es un lugar atípico para un suicida, en tanto que los peritos oficiales están de acuerdo en que el lugar es poco habitual, pero afirman que hay bastantes casos. La discrepancia tendrá que ser saldada por la jueza, Fabiana Palmaghini.
- Falta ver si bajo las uñas de Nisman se encontraron rastros genéticos de otra persona. Indicaría algún nivel de pelea.
- Falta el análisis de los archivos encontrados en las computadoras y los celulares. Es decir, el contenido de todo tipo de mensajes.
- Está pendiente una autopsia psicológica, en la que intervendrán peritos oficiales y el psiquiatra forense designado por Arroyo Salgado, Ricardo Risso.
- Falta el estudio completo de las cámaras de seguridad de Le Parc. Lo que se busca es determinar si ingresó alguien extraño o sospechoso en el edificio.
- La fiscal Fein todavía no la ordenó, pero se supone que habrá una nueva pericia sobre el arma. Consistirá en hacer otro disparo con la Bersa calibre 22 y ver si deja o no rastros del fulminante.
La toxicología conocida ayer parece sumar a la conclusión provisoria de los forenses: “No hubo participación de terceras personas en la muerte del doctor Nisman”. En cualquier caso, la fiscal y la jueza tendrán que investigar obligatoriamente si Nisman fue presionado o inducido a matarse. Hoy por hoy, la calificación del expediente es “muerte por causas dudosas” y se supone que seguirá así hasta que se terminen todas las medidas de prueba y las declaraciones.
La testigo debe declarar
Natalia Fernández, la testigo que describió desprolijidades del procedimiento en el departamento de Alberto Nisman tras su muerte, está citada a declarar hoy ante la fiscal Viviana Fein. La chica es una de cuatro testigos públicos convocados en la madrugada del 19 de enero para presenciar cómo se recogieron las pruebas. La mujer dio a entender a través de Clarín que todo se hizo de manera caótica. Habló de que los uniformados subrayaban papeles, le ofrecían café de la cafetera de Nisman y hasta comían facturas en un clima jocoso. Incluso señaló que la fiscal tenía una bolsa con cinco proyectiles adentro (cuando la autopsia determinó que hubo un solo disparo). La fiscal dijo que su descripción era “descabellada”, pero la citó a declarar y convocará también a los otros tres testigos. Ayer declaró uno de los prefectos, que intervino esa madrugada y desacreditó a Fernández. Hoy declara también una bioquímica que intervino en el análisis de rastros de ADN en el baño, el arma y la ropa. La semana próxima, el 24, está citado a declarar –tras un pedido de los abogados de Diego Lagomarsino– el secretario de Seguridad, Sergio Berni.
Fuente:Pagina12
EL EX HOMBRE FUERTE DE LA SI DECLARO ANTE LA FISCAL FEIN QUE NO HABLO CON NISMAN EN LOS DIAS PREVIOS A SU MUERTE
Stiuso transfirió las llamadas telefónicas
El espía aseguró que “desde Navidad no hablaba” con el fiscal fallecido. Explicó que el celular suyo al que llamó Nisman los días anteriores a su muerte lo usa Alberto Massino, otro ex agente de su máxima confianza. Afirmó no conocer a Diego Lagormarsino.
Por Irina Hauser y Raúl Kollmann
El ex jefe de Operaciones de la SI declaró el martes, en pleno feriado por Carnaval, y después abandonó el país rumbo a Uruguay.
“No, no hablé con Nisman. Desde Navidad que no hablaba con él.” En pleno feriado de Carnaval se concretó, finalmente, el testimonio del ex jefe de Operaciones de la Secretaría de Inteligencia (SI), Antonio “Jaime” Stiuso. Su relato, preguntas de por medio, ocupa apenas cuatro páginas y su primera afirmación fue que no habló con Nisman el día anterior a su muerte. Sin embargo, el Nextel con el que se comunicó el fiscal está a su nombre. En la declaración, Stiuso dejó en claro que ese aparato figura como de él, pero que quien lo utilizaba era otro ex agente del organismo, Alberto Massino, quien fuera director general de Análisis y hombre de la absoluta confianza de Stiuso. A esa misma línea Nisman había llamado también los días previos. Es evidente que ahora Massino deberá ser convocado a dar testimonio. En la fiscalía de Viviana Fein reina la impresión de que la esperada declaración no aportó nada sustancial para el esclarecimiento de la muerte.
Después de declarar, Stiuso viajó a Uruguay: lo hizo ayer mismo por tierra, vía la ciudad de Colón, Entre Ríos. Es la vía que usa siempre cuando sale del país, para no dejar en evidencia su verdadero destino. Había sido citado por la fiscal Fein por las llamadas de Nisman a un celular suyo en los días previos a aparecer sin vida, cuando hizo la denuncia por supuesto encubrimiento de los iraníes implicados en el atentado a la AMIA. El ex jefe de Operaciones tenía 277 celulares a su nombre: era previsible que dijera que no fue él quien habló con el fiscal en esos días. Dijo –según pudo saber Página/12– que estaba al tanto de que Nisman trabajaba en la denuncia contra Cristina Kirchner y otras personas, pero que él no colaboró con esa pesquisa. Señaló que sólo se dedicaba a la del ataque terrorista propiamente dicho, y que la causa era “la vida” de Nisman y la suya también.
Cuando la fiscal le pidió precisiones sobre quién usaba el celular en cuestión, Stiuso señaló a Massino, otro ex agente desplazado, una persona de su máxima confianza que trabajó en la causa AMIA. Como director de Análisis, Massino recibía información de las distintas bases de la central de Inteligencia (incluso en otros países). Solía acompañar a Stiuso a la mayoría de las reuniones.
Pese a que Stiuso en su testimonio se despega de la denuncia por encubrimiento de Nisman, hay un dato llamativo: según fuentes judiciales en el expediente AMIA las escuchas, incluidas las que usó Nisman para denunciar a la Presidenta, fueron transcriptas por la propia SI. Es algo inhabitual, ya que cuando un juez pide intervenciones telefónicas la SI se limita a entregar los audios y el juzgado se ocupa de que las transcripciones las haga alguna fuerza de seguridad. Las escuchas de AMIA, según este relato, las recibía Nisman con un oficio muchas veces firmado por Stiuso.
La relación de Stiuso y Nisman era conocida en tribunales y despachos oficiales, y dieron cuenta de ella desde el juez Rodolfo Canicoba Corral (a cargo de la causa AMIA) hasta el periodista Santiago O’Donnell (quien también mostró los Wikileaks que revelaron que Nisman recibía instrucciones de la Embajada de Estados Unidos). Ante Fein, el ex espía reconoció el trato frecuente, que según dijo empezó con la creación de la Unidad AMIA. Lo describió como una persona abocada a su trabajo y aseguró que la noticia de su muerte lo había “sorprendido”.
El ex jefe de Operaciones había sido relevado de la obligación de guardar secretos sobre lo que hizo y vio desde que ingresó a la ex SIDE en 1972 hasta que se jubiló el 5 de enero. Pero su declaración se ciñó a la muerte de Nisman y los días precedentes. Al enigmático técnico informático Diego Lagomarsino, el dueño del arma (Bersa calibre 22) desde la que salió el disparo mortal, dijo que no lo conoce y que no había escuchado mencionarlo. Lagomarsino estaba contratado por Nisman por 40 mil pesos mensuales desde 2008, pero no está claro su trabajo. El mismo declaró que el sábado 17 de enero, Nisman lo convocó a su departamento en Puerto Madero y le pidió un arma porque desconfiaba de la custodia y temía por sus hijas. El informático, de 35 años, volvió a su casa en zona norte a buscar la pistola (lo que corroboran las cámaras de la autopista) y dijo que se la llevó al fiscal al anochecer. Al día siguiente Nisman fue hallado sin vida. La versión que Lagomarsino hizo llegar a este diario a través de una jueza a la que le pidió ayuda tenía una diferencia: decía que Nisman le había comentado que fue Jaime (Stiuso) quien le advirtió que no confiara en sus custodios y cuidara a sus hijas.
En el arma, el baño donde apareció muerto y en la ropa de Nisman sólo se halló su propio ADN. En cambio en una taza, en la cocina, fue encontrado ADN de otra persona. Como Lagomarsino refirió que se había servido un café, la jueza Fabiana Palmaghini ordenó que se coteje ese material genético con el del joven. Lagomarsino fue ayer al Cuerpo Médico Forense y dio una muestra de sangre. Como el técnico no iba a la oficina y se desconocía su tarea, la Procuración rescindió su contrato, igual que el de Claudio Rabinovich, quien dijo dedicarse a tareas de comunicación. Stiuso declaró que tampoco lo conoce.
Stiuso declaró en presencia de su abogado, pero ni el defensor de Lagomarsino –Maximiliano Rusconi– ni el defensor oficial que representa a las hijas de Sandra Arroyo Salgado y la madre de Nisman se enteraron de que declaraba anteayer pese a que el primero pidió estar presente. El acta tiene un error llamativo: está fechada como si hubiera sido un mes antes, 17 de enero, y todo indica que la declaración se tomó en el Palacio de Tribunales, en la oficina del fiscal general Ricardo Sáenz.
Fuente:Pagina12
18-2-2015
AMIA
En conferencia de prensa
El bloque de diputados del FpV invitó al fiscal Pollicita al Congreso
En conferencia de prensa
El bloque de diputados del FpV invitó al fiscal Pollicita al Congreso
Es para que brinde información sobre la denuncia a la que dio curso contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por encubrimiento en la causa AMIA. Lo convocaron para el próximo lunes a las 16.
Por pedido de las Comisiones de Justicia, Asuntos Constitucionales y Relaciones Exteriores, el bloque de diputados del Frente para la Victoria (FpV) invitó al fiscal Gerardo Pollicita a que concurra al Congreso el lunes próximo a las 16 para que dé información sobre la denuncia a la que dio curso contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por encubrimiento en la causa AMIA. La convocatoria se hizo esta tarde, en una conferencia de prensa encabezada por los diputados Julián Domínguez y Juliana Di Tullio.
Así, el funcionario judicial que pidió abrir una investigación contra la jefa de Estado en función de la denuncia que hizo el fallecido fiscal Alberto Nisman, podría concurrir a un plenario de comisiones de la Cámara de Diputados a explicar los fundamentos de la denuncia que presentó ante el juez Daniel Rafecas.
El viernes pasado, Pollicita presentó su escrito ante el juez Daniel Rafecas, impulsando la denuncia presentada por el titular de la UFI-AMIA, cuatro días antes de fallecer, por el presunto encubrimiento del atentado terrorista a la sede de la AMIA. La denuncia involucra a la presidenta, al canciller Héctor Timerman y a otros dirigentes sociales y políticos, por un presunto plan para beneficiar a ciudadanos iraníes en la causa AMIA.
Según el requerimiento de instrucción redactado por Pollicita fueron imputados, además de la Presidenta y el canciller, los demás mencionados en la denuncia del fiscal Nisman: el diputado Andrés Larroque, los dirigentes Luis D'elía y Fernando Esteche; el dirigente islámico Jorge Yusuf Khalil, el ex juez Héctor Yrimia y Ramón "Alan" Bogado. El fiscal que requirió el avance de la investigación dejó de lado los pedidos de indagatoria a la Presidenta y a Timerman que había solicitado y publicitado en decenas de medios el fiscal Nisman.
18-2-2015
NismanRetomó hoy su actividad
El juez Rafecas define si da lugar a las medidas de pruebas que pidió Pollicita
El juez Rafecas define si da lugar a las medidas de pruebas que pidió Pollicita
El magistrado tiene a su cargo definir si dará lugar a las medidas de pruebas solicitadas por el fiscal Gerardo Pollicita en el marco de la denuncia de Alberto Nisman contra la Presidenta y el canciller Héctor Timerman. Rafecas dijo que le llevará "entre tres y cinco días hábiles" estudiar la causa. Salvo por la presencia de la prensa, el despacho del juez no modificó su actividad habitual.
Sol Vazquez
El titular del juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 3, Daniel Rafecas retomó hoy su actividad en los tribunales de Comodoro Py, luego de que el fiscal Gerardo Pollicita le remitiera el expediente donde se investiga la firma del Memorándum de Entendimiento con Irán por el atentado en la AMIA.
El juez que tiene a su cargo definir si dará lugar a las medidas de pruebas solicitadas por Pollicita dijo que le demandará "entre tres y cinco días hábiles" estudiar la causa. Salvo por la presencia de la prensa, el despacho del juez no modificó su actividad habitual. Recién cerca del mediodía, el magistrado salió de su despacho y, en el pasillo del tercer piso de tribunales, confirmó que recién esta mañana recibió copia del primer cuerpo de la causa, que se dispone a estudiar.
El magistrado decidió adelantar el regreso de sus vacaciones, tras la presentación que realizó el fiscal Pollicita pidiendo una serie de medidas de prueba en la denuncia que involucra a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, al canciller Héctor Timerman y a otros dirigentes sociales y políticos, por un presunto plan para beneficiar a ciudadanos iraníes en la causa AMIA.
El pasado martes 3 de febrero Pollicita y Rafecas fueron sorteados para hacerse cargo de la denuncia que, inicialmente, había sido presentada por Nisman en el juzgado Federal Nª 4 de Ariel Lijo, el 14 de enero, en plena feria judicial. Y ahora, el juez debe definir si dará lugar a las medidas de prueba requeridas por el fiscal, que en primera instancia dejó de lado los pedidos de indagatoria a la Presidenta y a Timerman que inicialmente había solicitado el fiscal Nisman.
19 de Febrero de 2015
REASUMIÓ AYER SU JUZGADO Y DEBERÁ RESOLVER SI DA CURSO O NO A LA OFENSIVA CONTRA LA PRESIDENTA
El juez tiene tiempo hasta el próximo miércoles para resolver si convalida lo actuado por el fiscal muerto y su sucesor en el caso por el supuesto plan para exculpar a iraníes de la voladura a la AMIA.

Juez - Tras la seguidilla de excusaciones de otros jueces, la Cámara Federal mandó a sorteo la causa y recayó en Rafecas.
Daniel Rafecas analiza por estas horas cuál será el destino de la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman acerca de un supuesto plan criminal decidido por el gobierno para desvincular a los acusados iraníes por el atentado a la AMIA. Tras acortar su licencia y retomar el control del Juzgado Federal Nº3, donde finalmente quedó radicado el expediente, ayer recibió todas las fotocopias correspondientes a la presentación realizada el pasado 14 de enero, así como el requerimiento de instrucción que el fiscal federal Gerardo Pollicita formuló el pasado viernes. El magistrado también tiene en su poder la documentación presentada por la Procuración del Tesoro, en representación del Estado, que fue presentada ante la justicia con el objetivo de desvirtuar los ejes de la acusación de Nisman y desvincular de cualquier accionar irregular a la presidenta Cristina Fernández y al canciller Héctor Timerman. Rafecas cuenta hasta medidados de la semana que viene para tomar una decisión sobre el rumbo que tendrá el expediente.
Hasta anoche, el juez se encontraba interiorizándose de todos los pormenores de la denuncia presentada por Nisman que también involucra al diputado Andrés Larroque y a los dirigentes Luis D´Elía, Fernando Esteche, Jorge Khalil y dos supuestos "espías".
Los próximos días serán de estudio de toda la documentación referida por los abogados del Estado –en tanto consideran que hay funcionarios imputados en el ejercicio de sus atribuciones legales– y del requerimiento de Pollicita, que no se apartó una coma de los términos vertidos por Nisman, pero formalizó las imputaciones y abrió la instancia de investigación.
Además, el fiscal consideró impulsar unas 50 medidas de prueba, entre las que se encuentra la desgrabación de los 330 discos con escuchas telefónicas a cuatro abonados correspondientes a Khalil, de donde surgen todos los diálogos que se utilizan como evidencia de una supuesta "diplomacia paralela"; la desclasificación de documentos reservados de Cancillería acerca de cómo fueron realizadas las gestiones diplomáticas de acercamiento con Irán; y también algunos vinculados a los detalles del comercio bilateral con el país persa, además de allanamientos que habían sido solicitados por Nisman.
Rafecas podría darle curso a algunas de esas medidas de prueba amparado en lo que Pollicita postuló: en esta instancia debe probarse si la denuncia tiene sustento o no. Tan solo con la desgrabación se anticipa un farragoso trámite del expediente, cuya desestimación, en el actual contexto político, no sería factible.
Para decidir sobre las medidas, Rafecas deberá cruzar la información de la propia denuncia y las hipótesis que traza con la prueba aportada por la Procuración del Tesoro. En ese extenso documento difundido el jueves por la noche se encuentran sistematizados algunos de los puntos clave por los que el gobierno rechaza la acusación.
Un paso esencial es que el juez analice si los hechos descriptos constituyen un delito; si comparte el encuadre legal con el fiscal (encubrimiento agravado por favorecimiento personal e incumplimiento de los deberes) o si decide mutarlo; y si considera todas las imputaciones formuladas en el requerimiento, o estima que hay distintos grados de responsabilidad en la maniobra descripta.
Pollicita no pidió indagatorias, como si lo había hecho el fallecido titular de la UFI AMIA, ni tampoco convalidó los millonarios embargos requeridos oportunamente por Nisman, por lo que el juez solo deberá coincidir en si la causa sigue abierta y de qué manera prosigue.
Hasta el miércoles tiene tiempo.
Fuente:TiempoArgentino
18-2-2015
AMIA
Documentos
Las cartas que Timerman envió a las autoridades de Israel y EEUU
AMIA
Documentos
Las cartas que Timerman envió a las autoridades de Israel y EEUU
Estas son las dos cartas a las que se refirió la Presidenta en el acto por la central nuclear Néstor Kirchner (Atucha II). El canciller las envió a EEUU e Israel para que "no se utilice a la Argentina como lugar de enfrentamiento".
El canciller Héctor Timerman envió cartas a Estados Unidos e Israel para pedir que sus gobiernos incluyan en la agenda de negociaciones con Irán los atentados terroristas a la AMIA y a la Embajada de Israel. Así lo dio a conocer la presidenta Cristina Fernández de Kirchner primero en su cuenta de Twitter y después en el acto en Zárate, donde inauguró “Atucha II”, la tercera central nuclear del país.
En esas cartas, el Gobierno nacional vuelve a reclamar a ambos países que “no interfieran en los asuntos internos” relacionados con los dos atentados. Por otra parte, se declara a favor de "la resolución pacífica de los conflictos en base a negociaciones entre las partes involucradas" y deja en claro que "el pueblo argentino no tiene que tolerar, y mucho menos sufrir, que su país sea un teatro de operaciones políticas, de inteligencia, o peor aún, de hechos y acciones más graves, por conflictos que le son completamente ajenos a su historia”. En el acto de hoy, Cristina Fernández de Kirchner resaltó: "somos un país pacífico, somos todos hijos de inmigrantes, nos peleamos más por fútbol y política pero jamás por las religiones que profesamos".

Qué dice la carta a los Estados Unidos
En la carta dirigida al Secretario de Estado de los Estados Unidos, John Kerry, Timerman escribió: “Argentina ve con preocupación las divergencias de su gobierno y el estado de Israel sobre las negociaciones para concluir un acuerdo que reduzca las tensiones sobre temas nucleares entre los miembros permanentes del Consejo de Seguridad más Alemania y la República Islámica de Irán”, dice. Y ratifica la postura del gobierno de "apoyar la resolución pacífica de los conflictos en base a negociaciones entre las partes involucradas”.
“La Argentina, cabe recordar, lamenta que su gobierno no haya aceptado nuestro pedido que la causa del atentado terrorista a la sede de la Mutual Judía (AMIA) sea incluido en las negociaciones con la República Islámica de Irán, tal como se lo solicitáramos por escrito el mismo día que se hicieron públicas las negociaciones que hasta entonces habían sido mantenidas en secreto”, señala Timerman.
El canciller vuelve a pedir que “el tema de la AMIA sea incluido en las negociaciones con la República Islámica de Irán” y asegura que se seguirá confiando en el Poder Judicial de Argentina, responsable de su esclarecimiento en virtud de la división de poderes”, que sin embargo “aún no ha logrado detener, juzgar no condenar a los perpetradores de tan aterrador hecho”, en el que 85 personas perdieron la vida.
“Nos oponemos por principios políticos y morales a cualquier acto que promueva la violencia o la violación de la soberanía tanto en forma abierta como en forma encubierta. Argentina se ve en la necesidad de reiterar que nuestro territorio no sea utilizado para fines de intereses geopolíticos y militares de terceros países”, cierra Timerman.
La carta a Israel, con mención a la Corte
En la carta al ministro de Relaciones Exteriores del Estado de Israel, Avigdor Lieberman, Timerman escribió: “La Argentina ve con preocupación las divergencias de su gobierno y los Estados Unidos de Norteamérica sobre las negociaciones para concluir un acuerdo que reduzca los temas nucleares entre los miembros del Consejo de Seguridad más Alemania y
la República Islámica de Irán”.
Al igual que en la carta a los Estados Unidos, dice que solo puede reiterar la postura de “apoyar la resolución pacífica de los conflictos en base a las negociaciones entre las partes involucradas”. También informa que volvió a solicitar que “el tema de la AMIA sea incluido en las negociaciones con la República Islámica de Irán” por el atentado a la Asociación Mutual.
Timerman menciona que la responsabilidad por la investigación del atentado a la embajada de Israel, donde murieron 29 personas, está en manos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. “En este caso la responsabilidad de la investigación, por las leyes diplomáticas vigentes, es responsabilidad de la Corte Suprema de Justicia, la cual hace años que no informa sobre ninguna actuación o avance en la investigación”, escribió.
“Nos oponemos por principios políticos y morales a cualquier acto que promueva la violencia o la violación de la soberanía tanto en forma abierta como en forma encubierta”, y nuestro territorio “no sea utilizado para fines de intereses geopolíticos y militares” de terceros países.
Fuente:Infojus
Fuente:Infojus
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