1 de febrero de 2015

UNA MARCHA POR JUSTICIA PARA LUCIANO.

AL CUMPLIRSE SEIS AÑOS DE LA DESAPARICION DE ARRUGA, ENCONTRADO ENTERRADO COMO NN
Una marcha por justicia para Luciano
Piden que se encuentre a quienes acosaron y torturaron al joven que murió en la autopista en enero de 2009.
El caso Arruga es considerado uno de desaparición forzada a manos de Bonaerenses.
Para marcar los seis años de su desaparición, familiares y amigos del joven Luciano Arruga y organismos de derechos humanos organizaron una caravana por La Matanza reclamando justicia. El cuerpo del muchacho fue encontrado, tras años de búsqueda, recién en octubre pasado, enterrado como un NN en el cementerio de Chacarita. Según un comunicado de ayer del Centro de Estudios Legales y Sociales, CELS, “hoy sabemos que, según consta en la causa judicial por su desaparición forzada, la noche del 31 de enero de 2009 fue impactado por un auto mientras cruzaba desesperado por el carril rápido de la avenida General Paz, a la altura de Emilio Castro”. Y detallan que “el primer testigo que llegó al lugar esa noche vio un patrullero de la Bonaerense en la colectora”.

Arruga fue trasladado por una ambulancia del SAME al Hospital Santojanni, donde fue operado. Falleció a las 8 de la mañana del 1º de febrero de 2009.

“No hay modo de reparar el tiempo que se perdió para encontrarlo y el daño que provocaron a la investigación las fiscales bonaerenses Roxana Castelli y Celia Cejas, y el juez Gustavo Banco. La familia, el CELS y la APDH La Matanza denunciaron a estos funcionarios por mal desempeño, y deberán rendir cuentas ante el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y Funcionarios bonaerense”, indicaron desde el CELS.

Durante todos estos años, la familia de Luciano llevó adelante una lucha incansable para hallarlo y para lograr justicia. Ellos denunciaron que Luciano fue asesinado por la policía por haberse negado a robar para ellos. Vanesa Orieta, hermana del joven de- saparecido, contó que a Luciano le habían ofrecido armas y autos, y dejarle liberadas algunas zonas para que cometiera robos bajo “protección” policial. Como el joven se negó, comenzaron a detenerlo sistemáticamente. “Lo golpeaban, lo llevaban a la comisaría y lo amenazaban diciéndole que iba a aparecer en un zanjón”, relató en numerosas ocasiones la hermana de Luciano. La propia Vanesa lo había acompañado al destacamento de Lomas del Mirador en una de estas detenciones. Allí escuchó la golpiza y las amenazas. “Sacame de acá que me están moliendo a palos”, le había suplicado su hermano en aquel momento.

Según detalló el CELS, el 22 de septiembre de 2008 Arruga había sido detenido ilegalmente por efectivos del destacamento de Lomas del Mirador durante más de ocho horas. “El sargento bonaerense Julio Diego Torales junto a otros dos agentes aún no identificados, torturaron a Luciano con golpes, insultos y amenazas”, explicaron. “El 25 de marzo comenzará el juicio oral contra Torales, quien se encontraba a cargo del destacamento. De este proceso pueden surgir elementos para identificar a los otros policías responsables”, añadieron.

Recién el 17 de octubre del año pasado se pudo establecer que Arruga terminó enterrado como NN porque no llevaba documentos encima. El CELS había presentado un hábeas corpus que resultó crucial para que se averiguara el destino del chico, y el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) confirmó el 2 de diciembre que el ADN del cuerpo enterrado como NN le pertenecía.

Ayer, el CELS reclamó castigar a quienes torturaron a Luciano Arruga y renovó el pedido de “verdad y justicia”. “Es imprescindible que se sancione a quienes lo detuvieron y torturaron y se dé finalmente una respuesta a la familia sobre las circunstancias de su muerte y las responsabilidades implicadas en su desaparición.”
Fuente:Pagina12





31-1-2015
Luciano Arruga
A seis años de su desaparición y muerte
Postales de una marcha multitudinaria por Luciano Arruga

“Yo sabía, yo sabía. Que a Luciano lo mató la policía” fue el grito en forma de canción que más se escuchó durante la movilización en el barrio 12 de Octubre. Militantes de distintas organizaciones políticas, sociales y de derechos humanos; jóvenes independientes y padres con sus hijos caminaron en caravana, atravesando distintos puntos vinculados al hostigamiento y persecución que sufrió el adolescente.
Por: María Florencia Alcaraz

Fotos Santiago Cichero
Miles de personas marcharon por las calles de La Matanza a seis años de la desaparición y muerte de Luciano Arruga. La caravana partió desde la plaza que lleva el nombre del adolescente de 16 años en el barrio 12 de Octubre, donde vivía. Y terminó en la colectora de General Paz a la altura de Mosconi, cerca del lugar en el que el 31 de enero de 2009 un auto lo atropelló luego de que cruzara desesperado, como escapando, la General Paz. Luciano estuvo desaparecido hasta octubre del año pasado cuando se supo que su cuerpo había sido enterrado como NN en el cementerio de Chacarita. Desde un primer momento hasta el día de hoy la policía bonaerense es señalada como la principal responsable.

“Yo sabía, yo sabía. Que a Luciano lo mató la policía” fue el grito en forma de canción que más se escuchó durante la multitudinaria movilización. Militantes de distintas organizaciones políticas, sociales y de derechos humanos; jóvenes independientes y muchos padres con sus hijos caminaron en caravana, desde las 13 hasta pasadas las 16, atravesando distintos puntos vinculados al hostigamiento y persecución que sufrió el adolescente.  “A Luciano lo mató la policía. Lo desapareció el Estado”, decía la bandera principal. La sostuvieron los familiares y amigos de distintas víctimas de la violencia institucional. Cada uno con la foto de su ser querido colgado en el pecho o en la remera que llevaban. La madre de Facundo Rivera Alegre, el joven desaparecido en Córdoba, la mamá de Kiki Lezcano, el hermano de Matías Bernhardt, los amigos se Sergio Ávalos y de Franco Zárate acompañaron a Vanesa Orieta, Mario, Mauro y Mónica Alegre, hermanos y madre de Luciano. Pablo Ferreyra, hermano de Mariano, también se sumó a la caminata. Además, estuvieron H.I.J.O.S., Familiares y Amigos de Víctimas y Heridos de la Tragedia de Once y de Cromañón. Más atrás estaban los distintos partidos políticos y organizaciones que a través de un sorteo se ordenaron en distintos lugares de la columna principal.

“Mi hermano Luciano tenía derechos que fueron vulnerados desde que nació. Se negó a robar para la policía y ese acto de dignidad terminó con su vida”, dijo Vanesa cuando agarró el micrófono. Durante la marcha recordó una y otra vez qué pasó con su hermano y cómo la policía se relaciona con los jóvenes de los barrios pobres. El relato apuntaba a convocar a los vecinos de La Matanza. “Es un llamado de atención a la Justicia que discrimina y criminaliza. Esa Justicia tiene nombres y apellidos de jueces y fiscales”, explicó.

Justicia con nombres y apellidos
La primera parada fue en el destacamento policial de la calle Indart, donde a Luciano lo golpearon y maltrataron en varias oportunidades. Ese lugar fue expropiado y transformado en un Espacio para la Memoria. Tres años después de su desaparición fue cerrado, pero el municipio local abrió un nuevo destacamento a tres cuadras. Ahí también se detuvo la marcha. La tercera parada fue en la comisaría 8va, de la cual dependía el destacamento, y que durante la última dictadura era conocida como “Sheraton”, un centro clandestino de detención. Después de más de tres horas de caminata, la movilización culminó al grito de “Luciano Arruga, presente, ahora y siempre”, el clásico cántico con el que se recuerda a los desaparecidos de la última dictadura militar.

Mónica, la madre de Luciano, agarró el micrófono: “Hace dos años agradecí a todos y cada uno de Familiares y Amigos, el año pasado le escribí una carta al Negro. Ese año no tengo palabras. Pero el Negro está, lo encontramos. Lo encontré el 17 de octubre y no era lo que esperaba”. El público que la escuchaba atento la aplaudió emocionado.
Las dos madres de Plaza de Mayo, Nora Cortiñas y Elia Espen, también hablaron en el acto de cierre. Además, Angélica Urquiza, la mamá de Kiki Lezcano, tomó la palabra y después se encontró en un largo abrazo con Mónica. Por último, se leyó el documento al que adhirieron las organizaciones que participaron de la marcha.

Cómo sigue la investigación
“Es un año muy importante para la causa, un año de investigación fuerte. Todos los indicios que surgieron después de la identificación tienen que profundizarse. Además, es un año en el que llegará a juicio la causa por torturas y el juicio político a las dos fiscales y al juez de garantías”, dijo a Infojus Noticias Maximiliano Medina, abogado del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) que representa a la familia Arruga. El junto a su par María Dinard marcharon también por las calles de La Matanza.

Después de la identificación del cuerpo, la Justicia Federal tiene el desafío de reconstruir que pasó con Luciano la noche del 31 de enero, cuando salió de su casa para ver a su hermana y nunca llegó. Todos los esfuerzos del juez federal Juan Pablo Salas, que tiene la causa por desaparición forzada, apuntan a resolver cómo fue que apareció sobre la General Paz. Además del conductor que lo atropelló, quien dijo que “corría desesperado”, como “escapando”, otro relato clave es el de un motoquero. Él fue la primera persona en llegar al lugar y vio un patrullero doble cabina de la policía bonaerense estacionado en la colectora con las luces bajas. La investigación apunta a revelar qué hacía ahí. Esa noche los registros del destacamento policial fueron adulterados y  varios móviles no presentaron posicionamiento. Uno de ellos apagó su registro de radio desde las dos a las cuatro de la mañana: Luciano fue atropellado a las tres y media.

Luciano hoy tendría 22 años. Tenía 16 años aquel 31 de enero de 2009 cuando fue visto por última vez y su familia denunció su desaparición. Después un primer momento su mamá y hermana dijeron que la policía bonaerense estaba detrás. Tres meses antes el joven había estado detenido en el destacamento de la localidad de Lomas del Mirador el 22 de septiembre de 2008, donde Vanesa escuchó que fue torturado. En principio, la causa por "averiguación de paradero" fue tramitada por las fiscales de La Matanza Roxana Castelli y Celia Cejas. Recién febrero de 2013 pasó al fuero federal. Los policías que estaban esa noche de guardia hoy están libres.
Fuente:Infojus

No hay comentarios: