Antropología Forense se prepara para exhumar los cuerpos de Estigarribia y Píccoli
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En el caso de Píccoli la exhumación se llevará a cabo el próximo lunes 4 de mayo en el cementerio de la localidad de Sáenz Peña, mientras que la de “Ñaro” Gómez Estigarribia se practicará el miércoles 6 en el cementerio de la ciudad de Corrientes.
En ambos casos, la diligencia estará a cargo de los jueces federales de estas jurisdicciones, Dra. Zunilda Niremperger –Sáenz Peña- y Dr. Carlos Soto Dávila –Corrientes-, y los trabajos de antropólogos y médicos forenses se desarrollaran en las morgues de los hospitales de cada localidad.
El objetivo central de las exhumaciones, que estarán a cargo del Equipo de Antropología Forense (EAAF), es determinar las causas de las muertes, heridas de armas de fuego en huesos, fracturas y otras lesiones, búsqueda de proyectiles en el cuerpo, entre otras cuestiones, informó el fiscal federal ad hoc, Diego Vigay, de la Unidad de Derechos Humanos.
Según la versión “oficial”, los dirigentes campesinos fueron asesinados en supuestas refriegas, lo que fue expuesto incluso en expedientes judiciales de la época, pero desde la Unidad de Derechos Humanos la Fiscalía Federal sostienen que existen fuertes indicios para pensar que dichos enfrentamientos fueron fraguados y que pudieron ser literalmente “ejecutados”, repitiendo la sistemática de la Masacre de Margarita Belén o el caso Martinelli.
LAS VÍCTIMAS
Las víctimas fueron Raúl “Ñaro” Gómez Estigarribia, docente rural correntino y dirigente campesino, asesinado por fuerzas conjuntas a cargo del oficial Tadeo Betolli en la localidad de Corzuela en febrero de 1977; y el caso de Carlos Servando Píccoli, agricultor y dirigente de los Centros Juveniles Agrarios, quién fue asesinado por agentes de la policía del Chaco en la zona rural de Sáenz Peña en 1979, luego que su regreso al país en el marco de la debinubada “Contraofensiva”.
Cabe destacar que en el caso de la emblemática Margarita Belén o el reciente caso del estudiante Martinelli fue determinante el trabajo de los antropólogos del Equipo Argentino de Antropología Forense quienes pudieron determinar con precisión las heridas de arma de fuego sufridas por las víctimas y el análisis de cómo se produjeron cada una de ellas y a partir de ello reconstruir lo que fueron literalmente fusilamientos, además de revelar significativas anomalías en los certificados de defunción de los médicos policiales.
RECONSTRUCCIÓN DE LOS HECHOS
Según reconstruyó la Unidad de DDHH de la Fiscalía Federal, el dirigente rural y docente Gómez Estigarribia era intensamente buscado por las Fuerzas Armadas por su militancia en las Ligas Agrarias y el 12 de febrero de 1977 había organizado una reunión en un domicilio de la localidad de Corzuela.
Sobre ese encuentro tomó conocimiento el oficial del Ejército, Tadeo Bettolli, quién se encontraba operando en la zona en la persecución a las Ligas Agrarias y monta un operativo para tenderle una emboscada. Así, Gómez Estigarribia fue trasportado en un vehículo por un testigo que asegura que estaba desarmado por seguridad, ya que habían viajado por la ruta y debían sortear los controles policiales sin correr riesgos.
Como parte de la emboscada, las fuerzas conjuntas del Ejército y la Policía del Chaco habían dejado la luz prendida del exterior de la casa y se aseguraron que Gómez Estigarribia no pudiera ingresar a la misma, quedando así totalmente expuesto.
Fue atacado ni bien llegó al lugar, con disparos de arma de fuego de todos los integrantes de la comisión de al menos cinco efectivos; provocándole, según la autopsia policial, al menos tres heridas en el tórax, en la pierna izquierda y en una mano. Además se entregó a los familiares un certificado de defunción del Registro Civil donde se certifica falsamente como motivo de la muerte de Gómez Estigarribia un Accidente en la ciudad de Resistencia, el que, incluso, se encuentra adjuntado al expediente judicial.
En cuanto al caso de Carlos Servando Píccoli fue perseguido por su activa participación como dirigente y referente de las Ligas Agrarias del Chaco, y era buscado también profusamente desde el año 1975, por parte las Fuerzas Armadas.
Es por esa razón que debió exiliarse del país en España y regresa a la provincia del Chaco en el año 1979, volviendo a la actividad de militancia junto a Armando Molina -actualmente desaparecido- en la reconstrucción de las Ligas Agrarias que consistía en la visita y el diálogo con pequeños productores y la entrega de volantes, promoviendo el regreso de la democracia, siempre en la clandestinidad en resguardo de su vida.
Además, existen testimonios de campesinos que dan cuenta de la presencia en la zona de Píccoli y Molina lo que puso en aviso a las fuerzas de seguridad.
Durante las primeras horas del 22 de abril del año 1979, Píccoli se trasladaba en bicicleta por un camino vecinal del paraje Pampa Florida de la zona rural de la ciudad de Sáenz Peña, cuando es sorprendido por un retén policial, constituido por dos agentes armados con un fusil FAL y con una pistola ametralladora PAM 3, y es ultimado en el lugar. © 2015 Microsoft Términos Privacidad y cookies Desarrolladores Español
Fuente:Momarandu
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