31 de mayo de 2015

POEMARIO: MANOS DE ARENA.

30.05.2015 
Juan Rapacioli
"Manos de arena"

Un poemario nacido del dolor y la pérdida que encuentra luz en el amor y la escritura



En Manos de Arena, el poeta Alberto Valera despliega las piezas más íntimas de su vida, "un manojo de turbulencias de mi corazón", para elaborar un poemario que trabaja sobre el dolor, las pérdidas, los desaparecidos, la muerte en todas sus formas, pero que finalmente encuentra una nueva luz en compañía de Betty, su mujer.


Publicado por Editorial Buenos Aires Publicitaria, dirigida por "un bohemio contador", Nito Arias, según cuenta el autor en diálogo con Télam, el poemario es "una forma de elaborar las pérdidas, de ver el nacimiento y la permanencia de lo que estaba y está, de lo nuevo, de lo que vive".

"El libro un manojo turbulencias de mi corazón, que se expresa en versos que intento conseguir con estética, aunque poco me importa si lo consigo o no, son como un volcán en erupción que va largando hacia el cielo su nube de cenizas y hacia los costados su lava", define el autor.

Valera (La Plata, 1952) es licenciado en Sociología por la Universidad de Buenos Aires y autor de 12 libros. Desde joven estuvo ligado a organizaciones sociales, estudiantiles y políticas. Su padre, su hermana y una de sus sobrinas fueron desaparecidos por la última dictadura militar.

Estuvo exiliado en Barcelona, donde junto a otros militantes creó COSOFAM y La Casa Argentina en Cataluña, dos organismos de exiliados. A su regreso, su dolor lo llevó a pasar dos años de su vida en clínicas y hospitales psiquiátricos. Su mujer, Betty, con quien lleva casado más de 20 años, lo ayudó a salir adelante en la vida y en la escritura.

"Escribo atrocidades porque atroz fue el tiempo que nos tocó vivir", sostiene Valera sobre el espíritu que atraviesa el libro, marcado por "la vieja lucha entre las humanas pulsiones de vida y de muerte, el humor, el amor, la memoria, el compromiso, Malvinas y, aunque no tanto en este último libro, Pueblos Originarios".

Sin vacilar, Valera cuenta: "He tenido dos o más severos intentos de suicidio. El último hace dos años largos, pero pienso que si en el fondo lo hubiera querido, no estaría con vida…"

Y se pregunta: "¿Cómo suicidarse si se es amado? Con Betty, con Cecilia y Guillermo, mis dos hermanos vivos que jamás me abandonaron, con Chicha, con un montón de amigos. En fin, puntales que se mezclan con el viento y le dan calor a mi vida, siempre".

"Los intentos han sido instantáneas, reacciones impulsivas. La última vez mi perrita se puso a aullar como un lobo y a morderme para que no siga tomando pastillas", gráfica el poeta.

Y sobre el libro, ilustrado por Rocambole, señala que "el primer texto -'Conectarse'- está escrito por un menor de un instituto penal, hoy mayor de edad, preso. Fue, y no era de extrañar, el gran ausente en la presentación que hicimos en la Biblioteca Nacional".

El otro escrito, cuenta Valera, es de Fredy Astehgott, "un amigo que escribe de diez y que hoy lucha contra un ACV".
Fuente:Telam

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