30 de agosto de 2015

CUBA.

Territorio de Guantánamo ocupado por Estados Unidos debe ser devuelto
Resumen Latinoamericano / 28 de Agosto 2015 .- 

La Celac lo considera como relevante en el proceso de normalización entre las dos naciones La Comunidad de Estados Latinoame­ricanos y Caribeños (Celac) ha considerado que la devolución a Cuba del territorio que ocupa la Base Naval de los Estados Unidos en Guantánamo, sería un elemento relevante en el proceso hacia la normalización de relaciones entre la República de Cuba y los Estados Unidos.

Así lo dio a conocer en un comunicado, durante la XIII Reunión de Coordinadores Nacionales de la Celac, que sesionó en Quito, Ecuador, desde el pasado día 26 hasta ayer, y en la cual la delegación cubana estuvo presidida por Abelardo Moreno, viceministro de Relaciones Exteriores.

El texto íntegro aprobado expresa: 
La Comunidad de Estados Latinoame­ricanos y Caribeños (Celac),

Reiterando su compromiso con el multilateralismo, los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional, incluyendo la igualdad soberana y la integridad territorial de los Estados,

Reafirmando la Proclama de la América Latina y el Caribe como Zona de Paz, acordada en su II Cumbre en La Habana, el 29 de enero de 2014,

Consciente de la existencia por más de un siglo, de la Base Naval de los Estados Unidos en Guantánamo, territorio de la República de Cuba,

Actuando a la luz del proceso hacia la normalización de relaciones entre la República de Cuba y los Estados Unidos de América, que constituye un elemento que contribuye a la estabilidad de la América Latina y el Caribe,

Considera que la devolución a la Re­pública de Cuba del territorio que ocupa la Base Naval de los Estados Unidos en Guan­tánamo debe ser un elemento relevante de ese proceso, mediante un diálogo bilateral apegado al Derecho Internacional.


Legado de Vilma Espín llega a la escena 
Por Amelia Duarte de la Rosa Fotos: Héctor Planes de la Corresponsalía de Resumen Latinoamericano en Cuba / 28 de agosto de 2015 .- 

Inspirada en la vida de una de las heroínas de la Revolución cubana, Vilma Espín, y con motivo de los 85 años de su natalicio y el aniversario 55 de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), el Ballet Nacional de Cuba, dirigido por la prima ballerina assoluta Alicia Alonso, estrenó ayer en la noche el balletVilma, en la Sala Avellaneda del teatro Nacional de Cuba.

Vilma Espín, la guerrillera, la revolucionaria, la forjadora de la lucha de las mujeres cubanas
La obra, con coreografía de Eduardo Blan­co, abarca en un solo acto de tres escenas, los acontecimientos más trascendentales de la vida de la heroína, tan querida y recordada por nuestro pueblo.

Momentos de su infancia, su juventud temprana, su afición por el ballet abrieron la pieza coreográfica para luego mostrar pasajes de su lucha revolucionaria como miembro del movimiento 26 de Julio y guerillera en la Sierra Maestra.

La tercera y última escena se centró en el triunfo de la Revolución y la creación de la FMC, de la cual Vilma fue presidenta. Sobre el ballet, la propia Alicia apuntó “que hace un recuento de sus grandes aportes a la construcción de un mundo nuevo en nuestra Patria, a la vez que rememora su hermosa trayectoria desde muy joven”.

En la velada, Asela de los Santos, compañera de lucha de Vilma, entregó un ramo de flores a Alicia. Los roles protagónicos lo asumieron —en esta ocasión— Anette Delgado, Dani Hernández y Chanell Cabrera, secundados por solistas y el cuerpo de baile del Ballet Nacional, junto a alumnos de nivel elemental de la Escuela Nacional de Ballet.

Con música del maestro Frank Fernández, guion de Isabel Moya y Débora Castro Espín, vestuario de Frank Álvarez, concepción y realización de video de Alejandro Pérez, el ballet se presentará hoy sábado en el mismo escenario, a las 8:30 p.m.

Al estreno mundial asistieron Mercedes López Acea, miembro del Buró Político del Partido y vicepresidenta del Consejo de Es­tado; Abel Prieto Jiménez, asesor del Pre­sidente de los Consejos de Estado y de Mi­nistros; dirigentes de la Federación de Mujeres Cubanas, encabezadas por su presidenta Teresa Amarelle Boué, así como fundadoras de la organización, personalidades de la cultura, dirigentes de las FAR y el Minint, familiares y amigos.






Gravemente herido, terrorista CIA Posada Carriles está hospitalizado en Miami 
Resumen Latinoamericano, 29 de agosto 2015.- 

Luis Posada Carriles, autor intelectual del atentado del avión de Cubana de Aviación donde murieron los 73 pasajeros que iban a bordo incluidos varios jóvenes deportistas, en 1976, sufrió un grave accidente y se encuentra hospitalizado.

Según informaciones de América Tevé, Posada Carriles, sufrió fractura de tres costillas y una clavícula, también tiene una herida en un brazo, sin confirmar que haya fractura. Está muy golpeado y es posible que quede ingresado.

Los círculos mafiosos cubanoamericanos de Miami hacen circular la versión no confirmada de que el viejo asesino conducía su auto, sin acompañantes, cuando “notó que era seguido por dos autos”.

“En cada uno de ellos había cuatro hombres”, dijo luego. “En plena persecución, el primero de los vehículos se colocó a la altura del auto de Posada y bajó la ventanilla, tras lo cual el perseguido se salió de la carretera.

El otro auto, entonces, lo embistió en la cuneta, por la puerta del chofer.

El vehículo de Posada quedó inservible. Los dos autos involucrados se dieron inmediatamente a la fuga”, cuenten los autores de esa version NO confirmada.

Posada Carriles fue condenado en 2004 a ocho años de cárcel en Panamá por cargos contra “la seguridad colectiva” y por “falsificación de documentos”, pero fue indultado el mismo año por la Moscoso, presidenta mafiosa saliente.


MAS INFORMACIÓN SOBRE EL TERRORISTA QUE DISFRUTABA DE IMPUNIDAD EN EE.UU.
Luis Posada Carriles, autor intelectual del atentado del avión de Cubana de Aviación donde murieron los 73 pasajeros que iban a bordo incluidos varios jóvenes deportistas, en 1976, sufrió un grave accidente en su auto en Miami y se encuentra hospitalizado.

Según informaciones de medios del sur de la Florida, Posada Carriles sufrió fractura de tres costillas y una clavícula, también tiene una herida en un brazo, producida durante un accidente mientras conducía su carro.

Absuelto en 2011 de 11 cargos de perjurio, fraude y obstrucción de procedimiento por un tribunal de migración de Texas que llevaba su caso, Posada Carriles disfrutaba de un plácido retiro en Miami, a pesar de las profusas pruebas de su participación en el crimen del avión cubano y de una campaña con bombas en hoteles de la Isla, que costó la vida a un joven turista italiano en 1997.

El terrorista, quien también tiene ciudadanía venezolana, es reclamado por el gobierno de Venezuela, donde planificó la voladura del avión y de donde se escapó, hace 30 años. Posada Carriles se fugó de una prisión venezolana, tras emplear disfraces durante el cambio nocturno de vigilantes y un carnet falsificado, el pelo teñido y bigotes postizos para evadirse el 18 de agosto de 1985.

Luego se refugió y se movió por Honduras, Guatemala y El Salvador, desde donde apoyó las actividades de la contrarrevolución en Nicaragua, entre otras acciones realizadas en la región centroamericana.

El historial del conocido terrorista y agente de la CIA desde 1960 incluye la organización de un intento de asesinato contra el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, cuando realizaba en Chile una visita oficial al entonces presidente Salvador Allende.

En su calidad de prófugo de las justicia venezolana, el mercenario continuó sus acciones terroristas y aparece como el autor intelectual y organizador de una serie de atentados con bombas contra hoteles de La Habana en 1997.

Estos hechos los reconoció públicamente un año después en una entrevista al diario estadounidense The New York Times.

Orquestó también un nuevo ataque contra Fidel Castro, esta vez en Panamá, donde el líder cubano se encontraba en noviembre de 2000 para participar en una Cumbre Iberoamericana.

La acción fue frustrada y Posada Carriles detenido junto a Gaspar Eugenio Jiménez, Pedro Remón y Guillermo Novo -todos connotados criminales- por conspirar para asesinar al dignatario cubano.

Luego de un largo proceso penal, los terroristas fueron condenados por el intento de atentado con explosivos contra la vida de Fidel Castro, pero el 26 de agosto de 2004 recibieron el indulto dictado por la presidenta panameña, Mireya Moscoso, en los últimos días de su gobierno.

En 2005 ingresó en Estados Unidos y poco después fue arrestado por problemas migratorios. Excarcelado bajo fianza el 19 de abril de 2007, Posada Carriles fue liberado en abril de 2011 por un jurado de El Paso, Texas, que ignoró todas las pruebas presentadas y lo declaró inocente de los cargos presentados por el gobierno norteamericano.

Desde entonces, luego de ser juzgado solo por mentiroso y no como asesino, camina libremente por las calles estadounidenses.


Cuba-EEUU: Al imperialismo ni un tantico así, nada Imperialismo-
Francisco Farina/Resumen Latinoamericano, 24 de agosto de 2015 – 

“Eso es lo que no pueden perdonarnos, que estemos ahí en sus narices, ¡y que hayamos hecho una Revolución socialista en las propias narices de Estados Unidos!”. (Fidel Castro Ruz, 16 de abril de 1961)

El nuevo vínculo diplomático entre Cuba y los Estados Unidos precisa, por su importancia, un análisis profundo sobre qué implica, en qué contexto se realiza, y qué queda por resolver.

Un conflicto de más de medio siglo. 
La ruptura de vínculos A Estados Unidos a fines de 1958 y principios de 1959 no le desagradaban tanto los barbudos que derrotaron al dictador Fulgencio Batista. Tampoco creían que la revolución promulgada por Fidel Castro, el Ejército Rebelde y el Movimiento 26 de Julio se radicalizarían. Fueron dos intensos años de agresiones imperialistas y de respuestas revolucionarias (nacionalizaciones, reforma agraria, etc.) que tendrán su punto más álgido en la intervención militar de Playa Girón y la declaración del carácter socialista de la revolución entre los días 15 y 17 de abril de 1961. Cuba declara una “Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes”, frente al imperialismo estadounidense. 

Previamente, el 3 de enero de 1961, Estados Unidos rompe las relaciones diplomáticas con Cuba y cierra su embajada en La Habana. Un año más tarde, Cuba, por iniciativa de los Estados Unidos, es excluida de la Organización de los Estados Americanos.

Los anuncios de diciembre y el contexto mundial 
El 17 de diciembre de 2014 será un día que quedará en la historia. Junto a la victoria del pueblo cubano materializada en la liberación de los tres de “los cinco” que permanecían presos en Estados Unidos, hubo una capitulación del imperio importante de consideración: Obama tuvo que reconocer de distintas maneras su incapacidad frente a Cuba: “El aislamiento no ha funcionado”, el bloqueo representa un “enfoque desactualizado” hacia Cuba; “no podemos seguir haciendo lo mismo y esperar obtener un resultado diferente”; “esta política (el bloqueo) se basó en la mejor de las intenciones” pero “su efecto ha sido prácticamente nulo”. Como resumen, la postura de Washington y sus futuras intenciones se condensa en lo que Obama expresó: “terminaremos con un enfoque obsoleto que por décadas fracasó en promover nuestros intereses y, en cambio, comenzaremos a normalizar la relación entre los dos países”.

Raúl Antonio Capote, periodista cubano, hace un aporte a la cuestión: “El gobierno de los Estados Unidos tuvo que reconocer al gobierno cubano, nunca lo había hecho en 56 años, tuvo que reconocer la legitimidad del gobierno revolucionario en vida de los principales líderes de la revolución, algunos de ellos en ejercicio del poder. Estados Unidos tuvo que sentarse a dialogar y eso es fruto de la resistencia del pueblo cubano frente a una guerra de agresión que ensayó todo el arsenal del Imperio para derrotar a la Revolución, guerra económica, militar, biológica, etc.”. La correlación de fuerzas en el continente también es un factor importante: “Es fruto de los cambios ocurridos en nuestro hemisferio, de la existencia del ALBA y la CELAC, es la derrota de una política equivocada, obsoleta, que no les dio ningún resultado, ahora buscan una nueva manera de derrotar a Cuba socialista” explica Capote.

La voz del líder histórico de la revolución se hizo esperar un tiempo. “No confío en la política de Estados Unidos ni he intercambiado una palabra con ellos, sin que esto signifique, ni mucho menos, un rechazo a una solución pacífica de los conflictos o peligros de guerra”, sentenció en una carta dirigida a los “compañeros de la Federación Estudiantil Universitaria”, por el 70 aniversario de su ingreso a la Universidad de La Habana.

Las conversaciones
Luego de más de 50 años sin diálogos diplomáticos, intentar un balance de las incipientes reuniones y mesas de diálogos es por demás apresurado. Hemos analizado en Marcha las distintas mesas que se sucedieron desde entonces (Conversaciones Cuba-Estados Unidos y la voz de Fidel; Nueva ronda Cuba-EEUU: el otro Diálogo de Paz y Tercer encuentro entre Cuba y Estados Unidos).

En la primer reunión se trabajaron las problemáticas del narcotráfico, las migraciones, y otros ejes referidos a las posibilidades de evitar o limitar el impacto de derrames de petróleo, gestiones de búsqueda y salvamento, casos de accidentes aéreos y marítimos, y el monitoreo de movimientos sísmicos. En la segunda oportunidad el objetivo principal fue el de lograr avanzar en resolver las trabas para la apertura de las embajadas. Y en la tercera ronda de negociaciones se lograron avances referidos a la decisión del presidente Obama de excluir a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo internacional y la reanudación de los servicios bancarios de la sección de intereses de Cuba en Washington.

Los resultados de estas negociaciones tuvieron su última noticia con la apertura de las embajadas en cada una de las capitales. En primer lugar, el 20 de julio, Cuba tuvo su reapertura de la embajada en Washington. A esto se suma la visita oficial del secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, a Cuba el pasado 14 de agosto. Sus dichos fueron claros: “No somos enemigos ni rivales, somos vecinos”.

El Bloqueo, la gran deuda pendiente
“Esto no quiere decir que lo principal se haya resuelto. El bloqueo económico, comercial y financiero que provoca enormes daños humanos y económicos a nuestro país debe cesar. Aunque las medidas del bloqueo han sido convertidas en ley, el presidente de los Estados Unidos puede modificar su aplicación en uso de sus facultades ejecutivas”, advertía Raúl el 17 de diciembre. Este eje también estuvo presente en todas sus posteriores declaraciones y en la de los representantes y delegados en las mesas de diálogos.

El 3 de febrero de 1962, John Fitzgerald Kennedy, el entonces presidente de los Estados Unidos, ordenó el bloqueo económico, comercial y financiero total contra Cuba. Este fue el eslabón más complejo a sortear por el gobierno de la isla. Casi tres décadas después, caída la Unión Soviética, Estados Unidos apretó aún más el cinturón. Las pérdidas económicas se cuentan en miles de millones de dólares.

Meses previos a diciembre de 2014, desde los sectores de poder económico de Estados Unidos –a través de las editoriales del New York Times– presionaban al gobierno de Barack Obama para que facilite la posibilidad de ingresar a Cuba para abrir los mercados y facilitar sus negocios. Las empresas de telecomunicación, algunos sectores del agro y del turismo fueron quienes se mostraron más interesados.

Frente a la situación de estos sectores empresariales ansiosos de eliminar el bloqueo, explica Rolando Astarita: “Yo veo CNN y da la impresión de que CNN está a favor a que se acabe con el bloqueo. Ahora, hay sectores muy fuertes, que tienen peso político, que están en contra. Si se levanta el bloqueo, se va a acelerar la tendencia de entrada de capitales de mercancía, de formas de acumulación. Ya en estos momentos, por lo menos hasta 2014, la principal entrada de divisas de Cuba eran las remesas de Miami”.

Para graficar la situación, explica citando a “un personaje de Padura, que dice `hay cansancio histórico´. Cansancio histórico es gente que se sacrificó en la zafra para batir los récords, o en las misiones en África, en las guerras, etc. Hoy es muy difícil reconstruir para mucha de esta gente que apenas sobrevive, para una juventud que no encuentra salida, hay un problema gravísimo de falta de perspectiva. Esto aparece reconocido en el Granma, amplios sectores de la juventud cubana que descreen de la política, del socialismo”. Al contrario, Capote explica que el pueblo cubano está “dispuesto a demostrar la viabilidad de su modelo económico, afectado por 56 años de guerra económica” y se pregunta “¿cuánto podríamos hacer? si tanto hemos hecho con tan poco. Si tanto hemos logrado, ha sido gracias al éxito de nuestro modelo socialista, en condiciones normales estaríamos en mejores condiciones para construir el socialismo próspero y sustentable que deseamos, ¿cuánto podremos hacer entonces por nuestro pueblo y por el resto del mundo, si tanto hemos hecho con apenas nada?” grafica en relación al ahogo que es condenado Cuba a través del bloqueo.

Cuba es un pueblo libre de analfabetismo desde 1960, con el mejor nivel de salud en América Latina y llegando así a sostener la tasa de mortalidad infantil más baja de su historia en un promedio de 4,2 por cada mil nacidos vivos. Los Estados Unidos apenas han cambiado su estrategia y no su objetivo frente a Cuba. La victoria frente al reclamo histórico y justo por el levantamiento del bloqueo –considerando la situación económica de la isla– puede ser, según algunos análisis, un arma de doble filo. Sólo podrán sostenerse los logros y los derechos del pueblo, mientras los nuevos escenarios sirvan para consolidar y fortalecer el socialismo.


¿Adónde va Cuba?
Habaneros congregados ante la sede de la embajada estadounidense, en espera de acto de inauguración oficial , en La Habana, Cuba, el 14 de agosto de 2015.
Por Pedro Miguel / Resumen Latinoamericano / 18 agosto 2015 .- 

Tras el inicio de la normalización de relaciones entre Estados Unidos y Cuba, muchos se imaginan que el futuro inmediato de la isla es una privatización en masa de fábricas, servicios, escuelas y hospitales y panoramas urbanos repletos de McDonalds, mafiosos, anuncios luminosos, vehículos de lujo y mendigos. Piensan que la reapertura de la embajada estadounidense en La Habana es el preludio de la instauración de una tiranía del mercado y que la isla se dirige a repetir lo que ocurrió en Rusia, China, Vietnam o Polonia: la claudicación –esta vez honorable– al propósito de construir una economía y una institucionalidad al servicio de la sociedad y no de los capitales.

Tal perspectiva está construida sobre un razonamiento falso: que el acuerdo para el deshielo entre ambos países incluye la vuelta sin más de Cuba a la economía regida por el mercado, a la democracia representativa al estilo occidental y un acatamiento de las fórmulas neoliberales del llamado consenso de Washington. Pero no: ni la Casa Blanca pudo imponer tales condiciones para el restablecimiento de relaciones ni el gobierno cubano pretendió exigir a cambio de la reapertura de embajadas que la administración de Obama expropiara la banca privada. El proceso de normalización es lo que es: una negociación complicada y barroca para superar la animadversión de más de cinco décadas entre ambos países.

Ciertamente, la hostilidad histórica de Estados Unidos hacia el régimen cubano y sus expresiones prácticas (desde los intentos de invasión y los atentados terroristas auspiciados por Washington hasta el férreo embargo económico) han modelado en buena medida la vida interna de la isla y en ésta habrá de reflejarse cualquier variación significativa de la política anticubana de los estamentos del poder estadunidense. Pero la transformación en la que está empeñada la nación caribeña viene de mucho antes de que Obama decidiera imprimir un giro en la actitud de la Casa Blanca hacia Cuba y avanza por sus propios ejes.

El punto principal de esa transición es que la economía planificada se ha mostrado, al menos en la circunstancia actual del mundo, inviable. La idea de suprimir el mercado por decreto y de que el Estado sería capaz de operar por sí mismo la producción y la distribución de las mercancías y de establecer patrones para su consumo se reveló como una quimera desastrosa desde hace 25 años, con el derrumbe del bloque del este.

Cuba no sólo se quedó sin aliados políticos y estratégicos y sin sus más importantes socios industriales y comerciales, sino también sin paradigma económico para sustentar su proyecto político y social. Desde entonces La Habana ha estado empeñada en la búsqueda de una reformulación que permita preservar los legados más importantes de la revolución, que son la soberanía, las conquistas sociales y la consolidación entre la población de una ética colectiva que se mantiene en pie y que es mucho más sólida que los procesos de lumpenización heredados del periodo especial, que la corrupción en algunos ámbitos de la administración pública y que el florecimiento del individualismo en ciertos sectores dedicados a negocios de oportunidad. El producto de más de seis décadas de educación socialista no va a derrumbarse porque una bandera estadounidense haya sido izada en un edificio de La Habana.

Un contraejemplo de la perdurabilidad de tal legado es el hondo daño moral causado en México por los gobiernos neoliberales (de Salinas a Peña Nieto), los cuales, en 30 años de predicar y practicar el pragmatismo extremo, el egoísmo y el desprecio por el bienestar colectivo, han conseguido el acanallamiento de muchos estamentos sociales que son, a estas alturas, una suerte de base social para la persistencia de la corrupción y el saqueo sistematizado de los bienes nacionales. Las dificultades para remontar aquí esa impronta ideológica –a pesar de los gigantescos agravios causados a la sociedad por el ejercicio gubernamental orientado por ella– dan una idea de lo arduo que sería la demolición, en Cuba, de los valores colectivos y solidarios que constituyen el impedimento insalvable para cualquier intento de implantación de un neoliberalismo salvaje e incluso de una restauración capitalista a secas.

La normalización de los vínculos bilaterales está en marcha y aún le queda por delante un tramo muy largo. Es razonable suponer que incidirá en un alivio paulatino a las penurias que la isla padece desde siempre por culpa del bloqueo estadounidense, pero no hay razón para suponer que genere bruscos cambios internos. La dirección y el ritmo de la evolución institucional y económica del país está en manos de los cubanos, y eso hasta el propio John Kerry lo reconoce.
Envío:ResumenLatinoamericano

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