18 de septiembre de 2015

LA PLATA: UNA NUEVA MARCHA PARA RECLAMAR JUSTICIA A 9 AÑOS DE LA DESAPARICIÓN DE JORGE JULIO LÓPEZ.

18.09.2015
LA PLATA 
Una nueva marcha para reclamar justicia a 9 años de desaparición de Jorge Julio López 
Organizaciones de derechos humanos, estudiantiles, políticas y sociales marcharon en La Plata para recordar y exigir justicia por el testigo clave en el juicio que condenó a prisión perpetua a Miguel Etchecolatz por crímenes de lesa humanidad.

Las agrupaciones se concentraron en Plaza Moreno, frente al municipio donde se realizó el juicio contra Miguel Etchecolatz, y desde allí marcharon hasta la casa de Gobierno provincial donde se realizó el cierre.

López desapareció de su domicilio en el barrio platense de Los Hornos el 18 de septiembre de 2006 mientras se sustanciaba el juicio por delitos de lesa humanidad ante el Tribunal Oral Federal 1, donde dio testimonio sobre su secuestro ocurrido en octubre de 1976 y relató haber sido torturado por Etchecolatz mientras estuvo detenido en la comisaría quinta de La Plata.

Rubén López, el hijo de Jorge Julio López, no participó de la marcha pero hace unos días dio a conocer una carta pública en la que aseguró no saber si alguien busca a su padre y sostuvo que este año lo recordará bajo "la no protesta".

"Este 18 de septiembre se cumplen 9 años de la presunta desaparición forzada de persona de Jorge Julio López, tal cual figura la carátula de la causa que es investigada por el Tribunal Federal 1 de La Plata, en su momento a cargo del juzgado el Dr. Blanco, que derivó la investigación al Fiscal Marcelo Molina titular de la Fiscalía Especial por delitos de Lesa Humanidad", señaló.

Añadió en el texto que "en lo personal, hace 9 años que mi viejo no está, no se encuentra, no se sabe, no sé si lo buscan, creo que sí, por ahí soy ingenuo" y manifestó que "este año decidí, a título personal, no protestar, porque me parece en vano, lo que por derecho constitucional nos corresponde, es tener Justicia".

Rubén López graficó que "como desde el primer día, me tocó dar la cara ante los medios, hoy les pido disculpas por no atenderlos este año, ya que no tengo respuestas a sus preguntas, no puedo contestar siempre lo mismo al cuestionario de hace 9 años".

Además, hoy la Comisión provincial por la Memoria difundió la ficha personal de López confeccionada en 1977 por la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (DIPPBA), en el marco de la última dictadura militar.

La ficha remite al legajo de la Mesa DS (delincuente subversivo) número 2703, tomo 5, cuya carátula dice: “Detenidos a disposición del P.E.N.”. En la foja 365 aparece el nombre de Jorge Julio López, identificado como “integrante de montoneros”.

En el documento, fechado el 24 de marzo de 1977, figura como detenido en la Comisaría Quinta de La Plata que funcionaba como centro clandestino de detención.
Fuente:Telam



LA INVESTIGACION DEL CASO JULIO LOPEZ, A NUEVE AÑOS DE SU DESAPARICION
La pista de las huellas y el entregador
Los investigadores utilizarán un “sistema de fichas dactiloscópicas”, similar al que permitió identificar a Luciano Arruga. También buscan a una persona conocida de López que habría logrado engañarlo para que saliera de su casa aquel 18 de septiembre de 2006.
Por Adriana Meyer

Julio López, sobreviviente de la dictadura y testigo en el juicio al represor Miguel Etchecolatz.
Ahora van a buscar a Jorge Julio López por sus huellas digitales y entre los centenares de cuerpos NN aparecidos en los últimos años en todo el país. Así lo aseguró a Página/12 una alta fuente de la investigación, quien precisó que utilizarán un “sistema de fichas dactiloscópicas” similar al método con el cual pudo ser identificado otro desaparecido en democracia, Luciano Arruga. Durante los nueve años que transcurrieron desde la última vez que fue visto López –sobreviviente de la dictadura y testigo en el juicio que condenó al genocida Miguel Etchecolatz– no pocas veces fue requerida la extracción de ADN a sus familiares cada vez que algún juez tomaba la iniciativa de esclarecer un caso en el que había un cuerpo sin identificar. Pero ahora los investigadores intentarían encontrarlo haciendo un uso sistemático de los libros de ingresos de dactiloscopía de las policías, tal como hizo el Equipo Argentino de Antropología Forense para los años de dictadura. 

Además, consultados sobre las líneas activas de investigación mencionaron que están tras la pista de quien habría sido el “entregador” de López, es decir, de alguien conocido por él que habría logrado engañarlo para que salga de su casa para nunca más volver. En tanto, la querella reclama por medidas importantes que siguen pendientes, como los cruces telefónicos.

A partir de nuevos testimonios obtenidos en la causa, que tramita en el juzgado federal 1 de La Plata pero fue delegada en la fiscalía que encabeza Marcelo Molina, surgieron “algunos teléfonos interesantes” que, precisamente, tendrían que ver con el presunto “entregador” de López. “A pesar de que lo pedimos hace un año y medio, no hay ninguna fuerza que se haga cargo de hacer el cruce con las demás llamadas entrantes y salientes que hay en el expediente, está todo trabado, se trata de un aporte mínimo de tecnología”, se quejó el abogado querellante Aníbal Hnatiuk. Ante esto, las fuentes de la causa respondieron que “no hay actitud de rechazar el pedido”, y confirmaron que la medida “se va a hacer”, pero aún no habrían solucionado un problema surgido en el sistema I2 que se venía utilizando.

En un principio, la investigación se había enfocado en un sobreviviente del circuito represivo Camps que estuvo detenido con López y luego se hizo policía. Pero no fue el único sospechoso de haber sido quien le tocó la puerta a López, aquel 18 de septiembre.

En su barrio, Los Hornos, vivían varios ex policías y ex agentes del servicio penitenciario a quienes el testigo conocía y saludaba al pasar, como buen vecino. Tal como denunció ayer en el Congreso una de sus abogadas, Myriam Bregman, las fuerzas de seguridad mantuvieron “expedientes paralelos”. De hecho, a siete meses de desaparecido López, Hnatiuk y la abogada Guadalupe Godoy, también representante del testigo en el juicio contra Etchecolatz, detectaron que la Policía Federal tenía 600 declaraciones que no estaban en el expediente: eran 2 mil páginas de testimonios de vecinos y pesquisas que hasta ese momento nadie había visto, según plasmaron los periodistas Werner Pertot y Luciana Rosende en Los días sin López.

Hace un año, los investigadores centraban sus esperanzas en la llamada “pista del karateca”, que los llevó a hurgar, de nuevo, en el entorno más cercano a López y sus familiares. Aunque no fue descartada, nada sustantivo salió de allí. Ahora el foco está puesto en la persona que logró que López saliera de su casa en forma voluntaria, tras lo cual desapareció. Pero ese pajar en que quedó transformado el expediente hace muy improbable el hallazgo de al menos una aguja.


Reclamo por los archivos
Ayer en el Congreso, la diputada Myriam Bregman (FIT) presentó un proyecto de ley que exige la apertura de los archivos en poder del Estado referidos a la desaparición de Jorge Julio López, que también lleva la firma de Nicolás del Caño. “Nos consta que hay archivos, la SIDE acumula información y hace seguimientos de, por ejemplo, los viajes de Nora Cortiñas a Trelew, infiltraron agentes como Balbuena, pero cuando se pidió a la SIDE que colabore con la investigación de López contestó con informes de la guía telefónica, que aportó el propio agente Antonio Stiuso, para encubrir a la Bonaerense”, dijo. Estuvo presente Cortiñas (Madres Línea Fundadora), Enrique Fukman (AEDD), Carlos Zaidman (Justicia Ya La Plata), María del Carmen Verdú (Correpi), Claudia Ferrero (Apel), Elsa Pavón (Asociación Anahí), Pablo Pimentel (Apdh La Matanza), Graciela Rosenblum (LADH), Christian Castillo (FIT), Carla Lacorte y otros miembros del Ceprodh.
Fuente:Pagina12

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