12 de septiembre de 2015

VENEZUELA.

Conflicto fronterizo:Santos y Maduro aceptan verse
11 de septiembre 2015.- 

El mandatario venezolano dijo que es necesaria la reunión con su par colombiano para crear una comisión que arroje luz sobre los problemas de la frontera, con el apoyo de organismos internacionales. Primero se reúnen las cancilleres. Familias caminan cerca del peaje de Paraguachón, en Zulia, donde rige el estado de excepción. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y su par de Colombia, Juan Manuel Santos, aceptaron reunirse para dialogar sobre la crisis fronteriza entre ambos países. La noticia fue anunciada por el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, quien anticipó que previo al encuentro dialogarán mañana la canciller venezolana, Delcy Rodríguez y su homóloga colombiana, María Angela Holguín. Entre tanto, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos inició ayer una visita a la frontera colombo-venezolana para poder observar de primera mano los efectos del conflicto bilateral.

Patiño señaló que ambos mandatarios aceptaron una invitación hecha en nombre de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) para iniciar un diálogo. El primer paso será el encuentro de mañana entre ambas jefas de la diplomacia en Quito. “La reunión servirá para iniciar un diálogo con el objeto de tratar los temas sensibles entre ambos países como paso previo a una reunión presidencial”, explicó Patiño. Las cancilleres serán quienes acuerden una fecha y lugar para la cita entre jefes de Estado. “Somos profundamente optimistas. Vamos a tener resultados positivos”, vaticinó el canciller ecuatoriano. Patiño manifestó además que él participará en el encuentro de mañana junto a su par uruguayo, Rodolfo Nin Novoa. Uruguay ocupa actualmente la presidencia pro tempore de la Unasur, mientras que Ecuador tiene la de la Celac. “Venezuela y Colombia expresaron todo su agradecimiento a los gobiernos amigos y a las instituciones por las preocupaciones demostradas”, remarcó el canciller ecuatoriano.

Patiño realizó el anuncio luego de que Maduro señalara que debe hablar con su par colombiano para resolver la crisis fronteriza por la vía del diálogo. “Creo que usted (Santos) ha cometido un error muy grave al irrespetar al presidente de Venezuela, pero así y todo, a pesar de sus ofensas, estoy obligado a hablar con usted y a resolver por la vía del diálogo estos asuntos”, señaló el mandatario venezolano en una intervención televisiva desde el Palacio de Miraflores. Horas antes, el presidente colombiano había señalado que “la revolución bolivariana se está autodestruyendo”.

Maduro afirmó que es necesaria la reunión con Santos para crear un plan, con el apoyo de organismos internacionales, para configurar una Comisión Sudamericana de la Verdad de la frontera colombo-venezolana, compuesta por expertos sudamericanos en el tema. Además, insistió en sus esfuerzos para que los gobiernos latinoamericanos colaboren en el encuentro entre ambos mandatarios. “Yo estoy listo. Ni pongo ni acepto condiciones. Quien pone condiciones es que no quiere reuniones, es una buena excusa, pero excusa medio infantil. Yo voy a donde me cite el presidente (de Ecuador, Rafael) Correa, el presidente (de Uruguay, Tabaré) Vázquez, la presidenta (de Argentina) Cristina Fernández.”

 Entre tanto, la visita de la comisión de la CIDH, que finalizará mañana, tiene como objetivo verificar en el terreno las condiciones en las que se encuentran los colombianos que fueron expulsados del territorio venezolano o decidieron retornar a su país a raíz de la situación en la frontera. La delegación está compuesta por el comisionado y jurista chileno, Felipe González, relator sobre derechos de las personas migrantes y relator para Venezuela; el comisionado José de Jesús Orozco Henríquez, relator para Colombia, y el secretario Emilio Alvarez, entre otros funcionarios. Conforme a las normas que rigen a su mandato, la CIDH, que depende de la Organización de Estados Americanos (OEA), pidió permiso a los gobiernos de Colombia y Venezuela para visitar ambos lados de la frontera. La Comisión recibió conformidad de Bogotá, pero Caracas aún no se pronunció al respecto. En caso de recibir la aprobación de Maduro, la delegación realizará la inspección durante la próxima semana.

El itinerario iniciará en Bogotá y luego seguirá en Cúcuta y Villa del Rosario, en el departamento del Norte de Santander. Durante su estancia en Colombia, los enviados de la CIDH se reunirán con autoridades colombianas, organizaciones de la sociedad civil, representantes de organizaciones internacionales y personas afectadas por la situación fronteriza.

La visita del organismo a la frontera entre Colombia y Venezuela se produce días después de que el secretario general de la OEA. el uruguayo Luis Almagro, visitara Cúcuta para conocer en persona lo que ocurre en la zona.

Maduro ordenó el pasado 19 de agosto el cierre fronterizo en seis municipios del estado de Táchira tras, según el Ejecutivo venezolano, el ataque de paramilitares colombianos contra tres militares y un civil venezolanos. Dos días después, decretó el estado de excepción en esa zona argumentando una lucha contra el contrabando, la delincuencia y el paramilitarismo colombiano. El 20 de agosto amplió tanto el estado de excepción como el cierre fronterizo a cuatro municipios más de Táchira y finalmente el lunes esa medida abarcó tres entidades del estado de Zulia, en el noroeste venezolano.


Cancillería venezolana publica en The New York Times comunicado sobre situación en frontera con Colombia
Resumen Latinoamericano/ 10 de Sept. 2015 .- 

El Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores ha publicado un comunicado de prensa en el diario estadounidense The New York Times para informar verazmente a los lectores en Estados Unidos sobre la verdadera situación en la frontera con Colombia.

A continuación el texto íntegro en español:

Colombia ha sido devastada por más de 50 años por un conflicto civil que ha presentado problemas de seguridad para Venezuela a lo largo de su frontera común. Los efectos de esta guerra, incluido el tráfico de drogas, la violencia paramilitar y el segundo mayor número de personas desplazadas en el mundo, se han extendido en todo el hemisferio, lo que ha llevado a EE.UU. a nombrar a un enviado especial para el proceso de paz en 2015. Venezuela ha jugado un papel crucial durante los gobiernos de los presidentes Hugo Chávez y Nicolás Maduro en la búsqueda de una solución al conflicto, incluida la ayuda para negociar la liberación de los cautivos y el apoyo a las conversaciones de paz.

Sin embargo, Venezuela ha visto obligada a tomar medidas extraordinarias constitucionales mediante el cierre de parte de su frontera con el fin de proteger a sus ciudadanos y ciudadanas. Las graves amenazas para nuestra seguridad nacional y económica han aumentado en los últimos años, incluyendo la incursión de la violencia paramilitar, el narcotráfico y la proliferación de prácticas comerciales ilícitas como el contrabando de gasolina subsidiada, alimentos, medicinas y otros productos básicos, así como también a través de esquemas de manipulación de divisas que afectan las condiciones económicas de la población. A pesar de estos problemas, Venezuela mantiene su compromiso de apoyar la paz y la garantía del bienestar y los derechos humanos de los refugiados y refugiadas, los migrantes y los ciudadanos y ciudadanas por igual. El 4 de septiembre, Venezuela ordenó la apertura parcial de la sección de la frontera que había cerrado con el fin de facilitar el comercio legal, y permitir a los estudiantes y trabajadores y trabajadoras para cruzar.

Amenazas a la Seguridad Económica y Ciudadana: la violencia paramilitar 
El último incidente que estimuló las medidas extraordinarias fue un ataque a tres miembros de las Fuerza Armada Bolivariana y un civil mientras realizaba una operación contra el contrabando en la ciudad fronteriza de San Antonio del Táchira. Desafortunadamente, éste no ha sido el único caso de la violencia paramilitar colombiana en Venezuela durante los últimos meses, sino más bien parte de una amplia compilación que incluye casos tan graves como el asesinato del congresista Robert Serra, miembro de la Asamblea Nacional de Venezuela, y muchos otros.

Contrabando 
El contrabando se ha convertido en una actividad lucrativa a lo largo de la región fronteriza entre Venezuela y Colombia, en particular con respecto a la gasolina y alimentos, medicinas y productos básicos que son subsidiados en Venezuela. Por ejemplo, los contrabandistas de pueden obtener un beneficio de 3.000% en la transferencia de gasolina ilegalmente desde Venezuela a Colombia. En Cúcuta, Colombia, 5 galones de gasolina cuestan 14.000 bolívares, mientras que en Venezuela el costo no es más de 3 bolívares. Otros productos básicos y de los hogares como la harina de maíz utilizado para hacer las arepas tradicionales cuesta 650 bolívares en Colombia en comparación con 19 en Venezuela. Esto es lo que se conoce como “contrabando de extracción”.

• Al menos el 30% de las importaciones de alimentos de Venezuela terminan de contrabando fuera del país.

• Alrededor del 40% de los bienes de Venezuela en general salen del país en forma de contrabando. • 80% de los productos vendidos en Cúcuta, Colombia, se introduce de contrabando desde Venezuela

• El cierre de la frontera está ahorrándole a Venezuela más de 260.000 galones de gasolina por día.

• Venezuela pierde al menos dos mil millones de dólares al año debido de contrabando. 

Manipulación de la moneda 
Estas prácticas buscan socavar el valor del bolívar venezolano. Las personas con billetes venezolanos de 100 bolívares pueden venderlos en los mostradores de cambio de divisas en Colombia por 140 bolívares cada uno y volver a Venezuela con el 40% por ciento de beneficio para cada billete de 100 bolívares vendido. En Cúcuta, más de 1.000 centros de intercambio contribuyen a la devaluación de facto del bolívar venezolano.

Las medidas adoptadas por el Gobierno de Venezuela

El presidente Maduro ha anunciado un “estado de excepción” en dos zonas de la frontera. El Gobierno venezolano ha pedido repetidamente a sus contrapartes colombianas para desarrollar una estrategia común para la zona fronteriza y que sea “una zona Bolivariana de cooperación”, según el presidente Maduro ha descrito.

El estado de excepción ha permitido a la policía y fuerzas de seguridad venezolanas lo siguiente:
• Detención de al menos 32 presuntos paramilitares;

• Desmontar un casa de prostitución en el cual menores de edad estaban siendo explotadas sexualmente;

• Descubrimiento y asalto de una casa utilizada para la producción de explosivos;

• Descubrimiento de una fosa común con 13 cadáveres;

• Descubrimiento y asalto de mazmorras subterráneas presumiblemente utilizados para esconder secuestrados;

• Aprovechamiento de 385 toneladas de alimentos subsidiados durante los primeros cinco días de operaciones; y

• Restricciones en el desvío ilícito de miles de toneladas de alimentos, miles de barriles de gasolina y otros productos subsidiados que habían sido transportados ilegalmente por la frontera a ciudades fronterizas colombianas.

Colombianos en Venezuela: Una historia de la paz y la integración
Hay 5,7 millones de ciudadanas y ciudadanos colombianos que viven en Venezuela que han sido incluidos en los programas sociales, incluyendo la educación gratuita y la asistencia sanitaria, y los alimentos subsidiados, así como la vivienda. Se estima que un promedio de 150.000 colombianos emigran a Venezuela cada año en busca de una vida mejor. El Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha reconocido la integridad de Venezuela en la atención a los refugiados, reconociendo su liderazgo mundial al permitir que los refugiados puedan beneficiarse de sus programas sociales y al no tener campos de refugiados, facilitando así el proceso de asimilación en la sociedad venezolana.

El Presidente Nicolás Maduro confía en que podamos construir una nueva frontera de paz, trabajo productivo, unión y respeto en el marco de la legalidad.



Venezuela-Colombia. Dos excelentes aportes: ¿Crisis de la frontera ó crisis social colombiana?
Por Javier Calderón Castillo/ Resumen Latinoamericano/ Marcha Patriótica/ 10 de Sept. 2015.- 

El cierre de la frontera colombo-venezolana en el paso del Puente Internacional Simón Bolívar, al igual que la promulgación del estado de excepción en 5 municipios del Estado Tachira en Venezuela está siendo mostrada por la prensa hegemónica como un ataque a Colombia y a los colombianos. Más allá de las matrices mediáticas, la medida tomada por el presidente Maduro ha desnudado un problema profundo generado por dos modelos distintos de proyecto político-económico: el colombiano, profundamente neoliberal, represivo y contrainsurgente, que tiene al paramilitarismo como su estrategia; y el venezolano, un proyecto posneoliberal, distribuidor de la riqueza y que tiene como fundamento la alianza pueblo-fuerzas armadas.

Para entender lo que esta ocurriendo, es preciso recordar que en 1999, en los preparativos del Plan Colombia, fueron desplegados más de 5 mil paramilitares al mando del temible Mancuso, perpetrando masacres, amenazas y tomando control sobre la política departamental. Mataron o desplazaron al movimiento social y popular, se tomaron la seguridad privada de los barrios, copando la economía fronteriza y la política local, todo con el apoyo de las fuerzas armadas estatales y por los planes de guerra consignados en los manuales contrainsurgentes y antipopulares dictados desde Estados Unidos.

Ningún gobierno colombiano ha generado políticas sociales para los habitantes de la frontera, la pobreza es la regla en los departamentos (provincias) de Norte de Santander, la Guajira, Arauca, Vichada, no han llegado políticas de generación de empleo digno, de mejoramiento de la salud, de ampliación de la cobertura y calidad de la educación, ni mucho menos se ha ampliado la democracia. Todo lo contrario, desde la política central y local se han permitido los dominios de los prestamistas, usureros, traficantes de seres humanos, narcotraficantes, contrabandistas, entre otros. Una política de frontera que obliga a los colombianos de esas regiones exigir a Miraflores lo que no le exige a la Casa de Nariño.

Lo que ha generado un impacto negativo en la economía venezolana y ha ocultado la ausencia de políticas sociales redestributivas en la frontera. Una dinámica delictiva liderada por el narco-paramilitarismo colombiano, que ha generado una cadena de corrupción con ganancias exhorbitantes, según el presidente de la federación de productores avicolas- FENAVI de Colombia, al mes ingresan del vecino país alrededor de 1500 toneladas de pollo de contrabando (Sandoval: 2015), en 2006 entraban al país ilegalmente cerca de 672.000 galones de gasolina provenientes de Venezuela (Revista Semana, 2006), lo cual permite dimensionar el negocio que tiene una cadena de valor y corrupción que llega hasta las estaciones de gasolina en Colombia ( Egea: 2013, pág. 97)[1]. 

Pero la acción narco-paramiltar no es sólo económica. Con la llamada Parapolítica en Colombia quedó demostrada la estrecha relación de políticos de derecha colombianos con el poder narco que ostentan los paramilitares, una estrategia de poder territorial que se extendió en todos los departamentos de frontera y que se irradia hacía Venezuela en la forma de injerencia extranjera en la política Venezolana (El Tiempo; infografía: 2009), ¿es casualidad que de los 335 municipios que tiene Venezuela la oposisición gobierne en 68, y que de estos 68,32% estén en la frontera con Colombia?; los hechos nos indican que no es casual, que corresponde a una política apoyada por la derecha colombiana y en especial por el extremista Alvaro Uribe Vélez.

El cierre de la frontera decretado por el gobierno Venezolano, es una medida que obliga a discutir la política social y económica del Estado colombiano, no las políticas venezolanas. Desde Colombia el gobierno y la prensa hegemónica le exige a los vecinos que respeten los derechos humanos de los migrantes, cuando el gobierno colombiano viola sistemáticamente el de su propia población; le exigen a Venezuela no cerrar la frontera, porque allí los colombianos reciben salud, educación y sobreviven de los negocios generados por el contrabando de la gasolina, con la comida subsidiada de MERCAL y PDVAL, entre otras cosas. El gobierno colombiano y los medios hegemónicos le exigen a Venezuela otorgar derechos a la población colombiana, que el gobierno neogranadino no le otorga a los cucuteños ni a ningún otro colombiano.

El presidente Santos hace uso del negacionismo, cuando minimiza el exodo de colombianos/as hacía Venezuela. En el país vecino hay más de 300 mil refugiados o peticionarios de refugio desplazados por el paramilitarismo, y más 3.5 millones de migrantes o exiliados de la crisis social y económica colombiana. Muchos colombianos tuvieron casa propia por la misión vivienda Venezuela, tuvieron estudios superiores por la misión Miranda, todos quieren la ciudadanía venezolana para que les llegue algo de bienestar que nunca les ha llegado de Bogotá.

Santos y la derecha colombiana, niegan cinicamente la existencia del paramilitarismo, pero sigue siendo una política de Estado, apoyada por empresarios y terratenientes que pretenden mantenerse en el poder a sangre y fuego, como lo demuestran los hechos. Estos paramilitares representan los sectores del poder que no quieren la paz con justicia social, los que pretenden seguir encendiendo las fronteras para promover una crisis en Venezuela que ponga en jaque a la región y con ello los mismos diálogos de paz, en los que el país vecino actúa como facilitador, y ha jugado un papel central como acompañante del sueño de la solución política al conflicto que moviliza al pueblo colombiano.

El Estado colombiano se debe hacer cargo del subsidio a la gasolina en la frontera, de la atención médica integral y gratuita de la población, de las políticas de empleo digno y bien remunerado, que subsidie los alimentos, que genere planes de vivienda social, que amplíe la oferta educativa estatal en todos sus niveles. Que el Estado nacional se haga cargo de los derechos de los habitantes de la frontera con venezuela es una tarea del movimiento político y social colombiano que está emergiendo como alternativa. Hay que lograr tener un gobierno que genere tantos derechos sociales en Colombia, que viajar a Venezuela, o cualquier otro país, sea una opción de turismo o de movilidad y no la única opción para vivir dignamente. Eso sólo será posible cuando se derrote al neoliberalismo.

El gobierno Venezolano debería incluir al movimiento popular y social colombiano en la búsqueda de soluciones a lo que se ha denominado crisis fronteriza, generar un puente real con los proyectos latinoamericanistas en Colombia que trabajan en búsqueda de una sociedad posneoliberal. El pueblo venezolano y colombiano son hermanos y no pueden permitir que broten distancias entre dos naciones que son las dos alas del mismo ideario bolivariano, la diplomacia de los pueblos puede convertirse en la alternativa para luchar conjuntamente contra el paramilitarismo y el neoliberalismo que padecen los colombianos y que se pretende imponer en Venezuela.

La crisis que existe entonces es la pobreza generalizada en Colombia, producto del modelo neoliberal y la represión sistemática. La crisis es entre dos modelos antagónicos que están en disputa en toda nuestra américa.
Por Javier Calderón Castillo 
Marcha Patriótica Internacional 



SOBRE LA CRISIS EN LA FRONTERA COLOMBO-VENEZOLANA 
Por Hubert Ballesteros Gómez – Prisionero político del régimen colombiano.
Cárcel La Picota Pabellón de Alta seguridad septiembre
2 de 2015

DEL OPORTUNISMO OFICIAL, LA ULTRADERECHA Y OTRAS YERBAS
La situación que se viene presentado en la frontera colombo-venezolana, no es un asunto que alegre a nadie; ni ha colombian@s ni a venezolan@s.

Los grandes medios de comunicación de Colombia acostumbrados como están, a moldear la llamada “opinión pública” a favor de los intereses del régimen oligárquico que nos gobierna, se han encargado de posicionar de manera maniquea la noticia, presentado al gobierno del presidente Nicolás Maduro como el verdugo y a los colombianos y a su gobierno como las víctimas de una decisión perversa y carente de toda lógica y razón.

Lo verdaderamente perverso y vergonzoso en toda esta lamentable situación, es la manera como el gobierno colombiano en cabeza de su presidente Juan Manuel Santos, su Canciller María Ángela Holguín, el Ministro del Interior Juan Fernando Cristo, la ultra derecha del centro democrático y los grandes medios de desinformación como Caracol, RCN, CM&, Noticias Uno, NTN 24, Blu Radio, la W, El Tiempo y todos aquellos medios que sirven de caja de resonancia a los intereses del establecimiento, han venido mostrando lo que se vive por parte de este grupo de colombianos.

Antes de entrar en juicios de valor y de inscribirse en el círculo maquiavélico del establecimiento, es importante hacer historia, documentarse y analizar las causas que llevaron a tan elevado número de compatriotas a abandonar el país y buscar mejor suerte donde nuestro vecino; de igual manera no se pueden pasar por alto las razones del gobierno de la república Bolivariana de Venezuela para adoptar las medidas que por supuesto están afectando a nuestros connacionales.

En primer lugar, lo que viene ocurriendo en la frontera Nor-Oriental de nuestro país, es solo parte y continuidad de un drama mayor, generado por quienes hoy vociferan y quieren aparecer como los defensores de nuestro pueblo y guardianes supremos de la dignidad y la soberanía nacional, pretendiendo además que se les reconozca en el concierto internacional como los adalides en la defensa y el respeto a los Derechos Humanos. 

Nuestra ingenuidad o amnesia, no debe llevarnos al punto de olvidar que es el Estado colombiano el responsable de más de seis millones de desplazados internos, de cientos de miles de asesinatos en contubernio con las bandas paramilitares que actúan no solo con su complacencia sino bajo sus órdenes; ¿o es que acaso los políticos, los militares, policías y empresarios que entregan las listas de personas para que sean asesinadas no pertenecen o tienen relación alguna con el Estado? Yo particularmente pienso que sí.

Sería bueno que los grandes medios de desinformación, nos dijeran por qué además de los millones de desplazados internos tenemos a millones de emigrantes repartidos por el mundo. Claro, no lo dirán porque son plenamente conscientes de que muchos de ellos han huido de la violencia y la persecución estatal y muchísimos otros, huyendo de la pobreza en que ésta oligarquía parásita y criminal ha sumido a nuestro pueblo, miseria que representa una de las peores formas de la violencia del Estado.

Igualmente resulta paradójico ver como en la matriz de opinión se posiciona como criminal el falso hecho de que se esté señalando a todos los colombianos habitantes de la frontera de ser paramilitares, siendo que el silencio ha sido absoluto frente a los señalamientos que a diario tienen como objetivo a campesinos, indígenas, afrodescendientes, estudiantes, líderes y lideresas de diversos sectores sociales y populares, quienes no solamente son tildados de guerrilleros y facinerosos sino que son llevados a la cárcel, asesinados, amenazados, desplazados y perseguidos en una diversidad de formas que se corresponden con una práctica sistemática que tiene como propósito último aniquilar la posibilidad de ejercer el derecho a la oposición política en Colombia. Claro queda que en este país no interesa a los medios de comunicación evidenciar la verdadera persecución que ante las legítimas expresiones del descontento, responde con balas y muerte.

Por otro lado, niega la oligarquía colombiana hacer parte de un entramado golpista contra el gobierno Bolivariano, pero es obvio que están comprometidos con la política de Washington y la derecha golpista venezolana. No de otra manera se explica la falta de objetividad en la información que esconde deliberadamente datos que le permitirían a los oyentes y televidentes colombianos hacerse una opinión objetiva, mucho más amplia y serena sobre lo que está sucediendo. Por ejemplo, que sería de la matriz de la opinión si en ella se ubicaran interrogantes como los siguientes:

¿Por qué en el Estado Táchira y en particular en San Antonio se consume más gasolina que en Caracas? ¿Por qué la demanda de alimentos y mercancías que Venezuela produce o importa con precios subsidiados es más alta en Táchira que en la capital Venezolana? La razón es evidente, las bandas de contrabandistas hoy contraladas por paramilitares desangran la economía venezolana y así como en décadas anteriores se les dio en nuestro territorio patente de corso, para traficar con drogas con el objetivo de que sirvieran de herramienta para-estatal para perseguir y aniquilar a la oposición política, hoy se les extiende esta misma patente para que controlen el comercio ilegal en la frontera, afectando así la economía y la paz social de los venezolanos.

Para nadie es un secreto que las bandas paramilitares que hoy el gobierno denomina como BACRIM, controlan también en las ciudades colombianas no solo la economía del narco y microtráfico, sino que también influyen mediante monopolios armados la economía legal de muchos productos en las plazas de mercado y en los barrios de ciudades como Medellín, Bogotá, Cali, Pereira, Barranquilla para citar solo algunos ejemplos.

Éste modelo es el que sin duda, se aplica en la frontera, fenómeno conocido por las autoridades colombianas, quienes cínicamente se niegan a combatirlo. Con éste modelo, seguramente, muchas de las familias que han sido deportadas o que han tenido que salir ante la situación presentada, han estado siendo revictimizadas por estos grupos que los obligan a trabajar para ellos, dejando a los denominados bachaqueros, tan sólo lo mínimo para su subsistencia.

Al apreciar las condiciones de pobreza en que han vivido y en que regresan nuestros compatriotas cabe preguntarse ¿Quién se queda con las multimillonarias ganancias del contrabando? ¿Por qué estos temas no son del interés de los medios de comunicación en sus “investigaciones”? ¿Por qué omiten decir en sus “objetivas informaciones” que las medidas del Gobierno Bolivariano de Venezuela se están aplicando tan solo en 120 kilómetros de los más de 1.200 que constituyen la frontera común? La posición es apenas lógica, si se entiende que esta proviene están y han estado siempre empeñados en hiperbolizar las dificultades que tiene nuestro hermano vecino y en ocultar y negar sus logros, buscando generar la sensación de que el gobierno venezolano, es un régimen xenófobo creando la impresión que allá se está persiguiendo a todos los colombianos, cuando los deportados y los que han salido por considerar que su permanencia puede ser irregular son una ínfima minoría frente a los más de cinco millones de colombianos que viven en ese país. Y no es que lo que les viene ocurriendo a este grupo de nacionales colombianos en ese territorio no sea lamentable, pero es mucho más lamentable ver como funcionarios del gobierno colombiano, miembros vergonzantes de la ultra derecha y los medios de comunicación aprovechan la situación para sacar dividendos políticos en época electoral que solo tienen por objetivo esconder las lacras de nuestro sistema económico y político y contribuir con la política gringa en alianza con la derecha venezolana hacia la desestabilización del régimen Chavista, en una clara y absoluta falta de decoro y respeto por la autodeterminación de los pueblos.

¡No señores del gobierno! ¡No señores de la ultraderecha colombiana! ¡No señores hipócritas de los grandes medios de desinformación, faltos de ética y respeto por el ejercicio periodístico! No será mediante la mentira, y la tergiversación de los hechos lamentables que les están ocurriendo a nuestros compatriotas en la frontera como resolverán los problemas de nuestro país y los de los millones de colombianos que abandonan nuestro suelo buscando nuevas oportunidades.

Será mediante la adopción de profundas reformas a nuestro sistema económico y político, será desmontando todo el entramado criminal paramilitar que actúa con la complacencia y el apoyo de muchos estamentos del Estado, y será mediante la firma de un acuerdo de paz que siente las bases para la construcción de la justicia social.

Colombian@s, no permitamos que nuestra opinión sea moldeada por los grandes medios que dedican horas y horas, días y días a repetir una versión acomodada y falseada de los hechos, miremos nuestra historia, examinémonos como sociedad y busquemos los verdaderos responsables de las desgracias y de las dificultades que hoy viven nuestros compatriotas en la frontera. Un análisis serio, objetivo y no manipulado, nos debe llevar a la innegable conclusión de que aquí, quien debe cambiar y quien es el verdadero responsable, es el régimen colombiano.

¡No permitamos que nos pongan a buscar el ahogado río arriba ni la fiebre en las sábanas!



Condenan al opositor Leopoldo López a 13 años de prisión
Resumen Latinoamericano / RT /11 sep 2015 

El opositor ultraderechista venezolano Leopoldo López ha sido condenado a 13 años y 9 meses de prisión.

El político, identificado con el ala más radical de la oposición venezolana, permanece arrestado desde febrero de 2014, imputado como responsable por las muertes de civiles que se registraron durante las violentas protestas que lideró en Caracas.

El opositor ultraderechista venezolano Leopoldo López ha sido condenado a 13 años, 9 meses, 7 días y 12 horas de prisión por su papel en las protestas de 2014, que dejaron decenas de civiles muertos, informa Telesur.

La sentencia trascendió extraoficialmente en las cercanías del Palacio de Justicia. López se encuentra preso acusado por tres delitos relacionados con los hechos violentos registrados en Venezuela en febrero del año pasado durante las manifestaciones antigubernamentales que dejaron 43 muertos y cientos de heridos.

El político lleva 18 meses en prisión. Junto con el líder opositor fueron juzgados los estudiantes Ángel González, Demian Martin y Christian Holdack por participar en las manifestaciones antigubernamentales.

A la espera de conocer la sentencia, partidarios del líder opositor y simpatizantes chavistas protagonizaron choques frente al Palacio de Justicia de Caracas.

Un activista del partido Voluntad Popular, liderado por López, falleció este viernes a causa de un infarto frente al Palacio, informa la formación política.




LA FRONTERA ¡TERRITORIO SOCIALISTA!:
Propuesta CRBZ para una nueva Frontera 
Resumen Latinoamericano, 9 de septiembre 2015.-

La llamada crisis fronteriza con Colombia ha permitido colocar el debate sobre nuestras fronteras como un tema estratégico para nuestra soberanía, estabilidad política y seguridad del estado. La actual coyuntura pone sobre todo de manifiesto cuan débil y cuantas amenazas para el proceso revolucionario son y hay en nuestras fronteras, lo que debe llevarnos tanto al alto mando político militar como a todo el Chavismo revolucionario a la formulación de respuestas y acciones de fondo que ataquen estructuralmente la situación de nuestras fronteras, en este caso particular la frontera con Colombia.

Abordar el tema como un asunto estratégico para la revolución y el Estado es un prerrequisito para un abordaje correcto y con profundidad que lleve a la organización y definición de un plan de acción coherente, con objetivos estratégicos de corto, mediano y largo plazos claros y no medidas espasmódicas, improvisadas que no solo no resolverán el problema si no que supone pérdida de credibilidad y de confianza por parte del pueblo en los entes gubernamentales además de darle ventaja a las fuerzas del enemigo táctico y estratégico que tienen entre sus intenciones y objetivo el control de este espacio territorial para desestabilizarnos y derrocar la revolución bolivariana pues es este el fin último de todo cuanto el enemigo enquistado en la frontera hace.

LAS AMENAZAS EXTERNAS EN LA FRONTERA CON COLOMBIA
Debemos considerar en la formulación del plan estratégico para una nueva frontera Soberana y Chavista el conjunto de amenazas tanto externas como internas a las que nos enfrentamos como proceso revolucionario. Esto último es una premisa necesaria: la batalla en la frontera con Colombia es no una batalla de un gobierno o un país contra un conjunto de problemas o de diferencias con un gobierno vecino cualquiera, es sobre todos y en primer lugar la lucha en un espacio geopolítico fundamental de una revolución, de un proceso de cambio y en último lugar de un gobierno y de un pueblo en revolución.

Además detrás de la guerra económica y toda la ofensiva que viene desde Colombia está todo el poder militar-financiero que gobierna el mundo. Debemos saber claramente a quien nos estamos enfrentando. No es a un simple grupo de narco paramilitares sino a un poder supranacional que es quien, en los hechos, gobierna el mundo y a la oligarquía colombiana.

Las fuerzas externas que enfrentamos no solo quieren nuestra gasolina, nuestros alimentos como medio de negocio altamente rentable, esas fuerzas, el poder mundial, la derecha, la clase política colombiana, el establecimiento colombiano quieren derrocar la revolución, buscan ocupar nuestro territorio, quieren destruir el Estado Nacional y al gobierno chavista que hoy lo dirige y cuya existencia y permanencia suponen una amenazas estratégica para la continuidad histórica del estado neoliberal colombiano y de su clase política.

La batalla en la frontera con Colombia es ni más ni menos la progresión histórica de la sempiterna pugna entre dos visiones de país, de estado y de sociedad que subyacen en la dinámica de nuestros dos países: la visión Bolivariana y la visión santanderiana. Esta última, el santanderismo como concepción de la sociedad, de la república está profundamente enraizada en la clase política colombiana, en sus instituciones, en su liderazgo nacional. No así el pueblo llano, el pueblo humilde colombianos, el pueblo excluido y marginado por esa elite santanderiana el mismo que más temprano que tarde retomara la senda bolivariana de su destino histórico.

El santanderismo como concepción política dominante en la elite colombiana supone un proyecto de sociedad basado en la dominación de una minoría, la oligarquía colombiana, sobre las mayoría, supone una democracia restringida, supone un para estado neoliberal y unas FAN al servicio de esas elites y de sus privilegios, supone restricciones para el pueblo, es la entrega de la soberanía al capital trasnacional, es la anti unidad Latinoamericana.

Y la visión Bolivariana y hoy chavista que representamos nosotros como proceso es la antítesis de eso. Es todo cuanto hemos logrados, es democracia protagónica, es privilegiar el bienestar de la mayoría por encima de todo, es la defensa de la soberanía, es independencia verdadera de injerencia extranjera es salud, educación, cultura para todos y todas, es la unidad de los pueblos latinoamericanos, es solidaridad, es amor, es paz.

En la caracterización del cuadro estratégico en la frontera con Colombia debemos considerar como un elemento importante que en los negocios del contrabando, el tráfico de drogas, el paramilitarismo, la especulación con el dólar, los golpes contra el bolívar, etc. participan por igual las oligarquías de ambos países, la venezolana y la colombiana. Ambas oligarquías están asociadas en estos negocios y propósitos desestabilizadores, coordinadas por el dominio imperial, que coordina estos planes desde las siete bases militares. Es, pues, el poder transnacional quien está manejando las acciones y las teclas de todo esto.

En esta perspectiva histórica e ideológica debemos ubicarnos para el abordaje estratégico de la situación con Colombia. Nos enfrentamos al fin y al cabo a una elite con serios rasgos de fascista, a un narco Estado Neoliberal, a una derecha, no solo el uribismos ojo, que nos desprecia, nos subestima como pueblo y como gobierno, que ve en nosotros encarnado una enorme amenaza más allá de su retórica sobre nuestro supuesto fracaso como modelo. La colombiana es una elite totalmente entregada a los planes del imperialismo norteamericano para retomar su hegemonía sobre américa latina y juega un papel de peón en la geoestratégia imperial en el continente.

El establecimiento y la elite política colombiana como instrumento del imperialismo son por lo tanto nuestra mayor amenaza externa en la frontera. El contrabando, el paramilitarismo, el narcotráfico y todo el conjunto de delitos y acciones que de estos se derivan solo son medios e instrumentos de un plan para desestabilizarnos, plan que es mucho más amplio y global y que en este caso se ejecuta atacándonos por uno de nuestros flancos territoriales más débiles: la frontera con Colombia.

Son en resumen las principales amenazas externas en la frontera con Colombia:
El Estado Neoliberal Santanderiano colombiano, la elite política dominante y la oligarquía colombiana. Dentro de esto sin duda hay que considerar al Uribismos la fracción más beligerante pero no limitarnos a entenderla como la única amenaza o enemigo dentro del establecimiento colombiano

El Neo paramilitarismo como instrumentos armado de la agresión desde Colombia que se inscribe en el componente de GUERRA HIBRIDA del plan global.

El Narcotráfico al que tenemos que analizarlo y considéralo por separado porque si bien una buena parte de este está ligado al Neo paramilitarismo otra parte actúa mediante otros esquemas y modelos que igualmente suponen amenazas para la seguridad nacional.

LAS AMENAZAS INTERNAS EN LA FRONTERA CON COLOMBIA
La formulación de un plan estratégico para una Nueva Frontera Soberana y Chavista pasa como hemos dicho por tener claridad en el conjunto de amenazas, tanto externas como fronteras adentro, es decir amenazas debilidades y carencias internas.

Se hace necesario su identificación pues sobre este conjunto de debilidades y problemas cabalga en gran medida los planes del imperialismo y la oligarquía colombiana para desestabilizarnos. Desconocerlos seria ignorar criminalmente la mitad del problema en la frontera con Colombia.

En primerísimo lugar un fenómeno que sirve como propulsor a los grandes problemas que tenemos en la frontera como el contrabando, el narcotráfico y el paramilitarismo es el alto nivel de corrupción en las instituciones del Estado y del gobierno encargados de la seguridad, el resguardo, la fiscalización y control del tránsito de persona, mercancías y productos. Justo es decir que se trata de un fenómeno donde no solamente aparecen implicados elementos de las FANB y cuerpos de seguridad sino de todos los organismos públicos empleados en la seguridad, control y fiscalización fronteriza. La corrupción pública en la frontera explica en gran medida porque se ha expandido y consolidado tanto el contrabando y el paramilitarismo pues inhabilita e inhibe la capacidad del Estado para contrarrestar estas amenazas.

La lucha contra la corrupción en los órganos del Estado y de gobierno en la frontera debe ser un eje de cualquier plan que busque el aseguramiento estratégico de la Frontera con Colombia.

Por otro lado tenemos la debilidad de nuestra identidad cultural en la frontera. Si bien es un fenómeno normal que en una frontera las culturas y las identidades se crucen, se compartan y se enriquezcan mutuamente y hasta generen subculturas propias de esos territorios conformada por elementos de las culturas que se entrecruzan, en nuestro caso asistimos a una verdadera colombianización la población venezolana fronteriza. Este fenómeno, dado la estrategia anti venezolana del establecimiento colombiano, se constituye en una vulnerabilidad estratégica y por lo tanto en una amenaza. Al evaluar los rasgos culturales de nuestros compatriotas fronterizos nos damos cuentas de que prevalecen hábitos, costumbres, manifestaciones y expresiones claramente integrantes de la cultura colombiana en detrimento de nuestra identidad nacional.

No se trata de posiciones etnocentristas ni chovinistas si no de entender la cultura como un elemento constituyente de la soberanía de un pueblo, elemento que lo define y unifica. No tenemos nada contra la cultura y la identidad del pueblo colombiano, es más reconocemos su riqueza y valor. Pero cuando vemos el fenómeno en contexto de un conflicto estratégico como el que nos encontramos la colombianización creciente de nuestro pueblo en la frontera no puede menos que preocuparnos.

La nueva frontera soberana y Chavista debe implicar recomponer en la frontera con Colombia la soberanía cultural, popular y nacional. Debemos fortalecer los mecanismos, acciones y políticas que promuevan nuestros elementos identitarios y nuestra cultura. No se trata insistimos de rechazar ni despreciar el rico acervo cultural colombiano si no de reafirmar los nuestros.

La ausencia de una política revolucionaria de frontera que responda a los desafíos estratégicos y enmarcados en los grandes objetivos nacionales de la revolución es quizás la mayor de todas las debilidades estructurales en nuestra geopolítica fronteriza. La revolución Bolivariana a pesar de el Plan Nacional Simón Bolívar, de el Plan de la Patria que sirven de mapa estratégico para avanzar hacia la construcción del Socialismo venezolano no ha establecido en la formulación de un plan estratégico para la frontera una de sus prioridades. Autocríticamente debemos asumirlos.

Al igual que el resto de país la frontera ha percibido los avances que en materia de educación, salud, vivienda, infraestructura ha traído la revolución pero estos no han sido orientados dentro de una visión específica para un territorio que tiene especial importancia geopolítica y geoestratégica. Hay que decirlo si tapujo la revolución carece de una política revolucionaria de carácter estratégico para la frontera. Las acciones y planes se ejecutan de manera dispersa, sin claridad en los objetivos, sin planificación lo que merma su impacto y resultados.

La Frontera con Colombia requiere de un tratamiento geoestratégico de Estado y de gobierno por la importancia e implicación que tiene este territorio para la estrategia nacional. Este plan estratégico para la Nueva Frontera Soberana y Chavista debe tener como eje trasversal que defina su carácter revolucionario el papel protagónico del pueblo organizado así como la concreción y materialización en el territorio fronterizo de los objetivos históricos del plan de la patria. la solución estratégica para la frontera es una frontera chavista, soberna, reguarda por el poder organizado del pueblo, con instituciones eficientes y trasparentes, productivas y en donde la unidad cívico militar sea el elemento estratégico fundamental.

IDEAS GENERALES PARA LA FORMULACIÓN DE UN PLAN ESTRATÉGICO PARA LA NUEVA FRONTERA SOBERANA Y CHAVISTA.
Como aporte desde una perspectiva popular de base la CRBZ propone los siguientes elementos para una frontera socialista y popular.

CONSTRUCCION DEL MURO COMUNAL FRONTERIZO
A diferencia de los muros fronterizos de estados capitalista este se basara en poder popular organizado para el ejercicio de la soberanía, la presencia nacional y la producción. Se trata de impulsar mediante un plan especial un cordón comunal a lo largo de la frontera con Colombia cuyos ejes deben ser:

PROPIEDAD Y PRODUCCION SOCIAL:
Desarrollo y creación de empresas de propiedad social directa e indirecta comunal y mixta

Creación de los Distritos especiales de desarrollo cívicos militares.

Plan Estratégico de infraestructura (producción, vialidad, electrificación, saneamiento)

Crear un FONDO DE DESARROLLO SOCIALISTA FRONTERIZO con recursos orientados a al financiamiento de la actividad productiva en agricultura e industria tanto para el sector social como para los sectores realmente productivos privados. El establecimiento de un régimen especial para la actividad económica productiva en la frontera con excepciones arancelarias, incentivos crediticios, acceso especial a divisa.

CONTRALORIA SOCIAL POPULAR:
Impulso de la contraloría social, con la firme convicción de que el pueblo organizado asuma la fiscalización de las bombas de combustible, los alimentos de MERCAL, PDVAL y redes privadas de abastecimiento

Creación de redes de distribución de alimentos, insumos y combustible de carácter comunal

Crear, Organizar, entrenar y equipar redes de inteligencia social, como entidades de respaldo y apoyo a las acciones y medidas en curso definidas por las instancias correspondientes, esto en el marco del SP3.

ETICO -CULTURAL:
Rescate de la identidad nacional, los valores culturales patrios autóctonos y el fortalecimiento de la conciencia bolivariana antiimperialista; mediante la promoción de festivales político culturales, foros, cine foros, asambleas.

Masificación de conocimientos a través de misiones educativas, para el impulso de los saberes populares, la batalla de las ideas y equilibrar la guerra mediática.

Fomentar y orientar la Unidad Nacional alrededor Presidente Nicolás Maduro, y del comando político militar resaltando y apoyándolo como liderazgo de la Revolución Bolivariana

Definir y desarrollar una red de emisoras de radio, prensa y televisión en el eje fronterizo y sus zonas de influencia con impacto en todo el territorio nacional, para contrarrestar la ofensiva mediática de la oligarquía colombiana.

Iniciar una ofensiva ética y política contra la corrupción y contra la impunidad para garantizar la eficiencia y eficacia de los planes contra el contrabando y en defensa de la soberanía territorial y popular.

EN LO POLITICO-JURIDICO
Desde el partido (PSUV), realizar un plan especial para lograr fortalecer el partido a lo largo y ancho de la frontera.

Establecimiento de una OPERACIÓN o COMISION NACIONAL DE ABASTECIMIENTO Y SEGURIDAD ALIMENTARIA.

Incorporación del Poder Popular, Movimientos Sociales, Partidos políticos del Gran Polo Patriótico a las Comisiones Nacionales y estadales contra el contrabando, de abastecimiento y a las comisiones de vigilancia y control de las medidas adoptadas. 

Creación y funcionamiento regular y permanente de gabinetes ministeriales fronterizos. Instalar conferencias de Gobernadores y Alcaldes fronterizos para seguimiento de políticas.
Revisar con carácter de urgencia la Ley de Fronteras para valorar su adecuación a las exigencias de la actual situación.

Declaración de emergencia del sistema de Aduanas para acelerar los procesos de nacionalización de mercancías y alimentos.

Revisión a profundidad de Instituciones como SUNAGRO para garantizar la eficiencia y transparencia en sus procedimientos y perisología

EN LA SEGURIDAD Y DEFENSA INTEGRAL DEL TERRITORIO
Desplegar un plan estratégico de impulso de la MILICIA NACIONAL BOLIVARIANA a nivel nacional a fin de fortalecer la unidad cívico militar y la capacidad de autodefensa del pueblo
Diseñar un Plan Estratégico desde el alto mando Político Militar de la Revolución para incorporar a la FANB, a la Milicia Bolivariana, a los Movimientos Sociales y GPP en un Estado Mayor conjunto Comando Estratégico Operacional mixto aprovechando su potencial en experiencia y fortaleciendo la unidad pueblo Fuerza Armada

Impulso a la conformación de la Milicia Bolivariana en Consejos Comunales, Comunas y Ciudades comunales; Cuerpos de Combatientes en todas las EPS, FUNDOS ZAMORANOS Y PLANTAS DEL ESTADO a lo largo y ancho de nuestra frontera. 

Fortalecimiento del apresto militar de nuestras FANB en todo el corredor fronterizo. Establecer junto a los movimientos sociales un plan especial de conformación, formación ideológica y entrenamiento de milicias enmarcado en la milicia nacional bolivariana 

¡CONTRA EL PARAMILITARISMO MILICIA NACIONAL BOLIVARIANA Y UNIDAD CÍVICO MILITAR!

¡CONTRA EL CONTRABANDO Y LA CORRUPCIÓN EN LA FRONTERA PODER POPULAR!

¡CONTRA EL IMPERIALISMO Y LA OLIGARQUÍA COLOMBIANA UNIDAD NACIONAL! 

¡DONDE HAY PODER POPULAR NO HAY CORRUPCIÓN, NI CONTRABANDO NI PARAMILITARISMO!


Porque Santos es Uribe, que Latinoamérica no le falle a Venezuela
por Carlos Aznárez 
Si hay un aspecto positivo de los graves acontecimientos que llevaron al presidente venezolano Nicolás Maduro a cerrar a cal y canto la frontera con Colombia, es que Juan Manuel Santos ha colaborado activamente en desenmascararse ante quienes aún tenían dudas sobre su real perfil represor y de estrecha ligazón con la reaccionaria burguesía colombiana. En estos días a Santos "se le soltó la cadena” (como decimos en Argentina) y le brotó a cara descubierta su autentica vena uribista, aquella que brillaba por todo lo alto cuando fungía de Ministro de Defensa del gran pope del narcotráfico y el paramilitarismo.

Ahora, como en aquellos años de plomo para los sectores populares, Santos embiste contra Venezuela Bolivariana, se burla de sus políticas inclusivas, desprecia la gigantesca anfitrionía con que Hugo Chávez Frías primero y ahora Maduro han recibido a más de 6 millones de colombianos, a quienes les entregaron su respectiva cédula de identidad y los hicieron propietarios de 180 mil viviendas de las 800 mil que ayudó a construir el socialismo bolivariano.

Rabioso, Santos amenaza a diestra y siniestra al pueblo venezolano, pero por elevación extiende su advertencia guerrerista hacia Ecuador, Bolivia y cuanto país no comulgue con sus patrones de Washington, esos a los que les pondera su permanencia en una decena de bases militares.

Con su comportamiento actual, recuerda Santos a aquel que en 2006 se calzó ropas militares y no se las quitó hasta el 2009, acompañando a Uribe Vélez en auténticas masacres de pobladores a los que se les aplicó la “ley de falsos positivos”, contabilizándolos como “bajas de la guerrilla” . Sus tropas (las “legales”) no le fallaron en operativos combinados con los militares de EEUU y asesores israelíes, intentando desmantelar los campamentos insurgentes. Sólo basta recordar los gestos y dichos de Santos festejando con sus muchachos, la invasión a territorio ecuatoriano para bombardear el sitio desde donde el Comandante guerrillero Raúl Reyes hacía esfuerzos para lograr la apertura de conversaciones de paz. Su cuerpo, aniquilado por las bombas santistas fueron la más dramática imagen de las intenciones pacificadoras de Uribe y su ministro de Defensa.

Ni qué hablar del otro “ejército”, el de la motosierra y las invasiones sangrientas a los poblados campesinos. Esas Autodefensas paramilitares auspiciadas por Uribe, pero toleradas hasta el hartazgo por Santos y sus generales. Allí y no en otro lado están las razones de los miles de asesinados y millones de desplazados, muchos de los cuales fueron recibidos en Venezuela como hermanos de sangre y de historia. Como deseaba Simón Bolívar, el padre de todos ellos a ambos lados de la frontera.

Hubo un momento confuso en todo este proceso conflictivo entre Colombia y Venezuela, y se dio cuando en las últimas elecciones Santos se disfrazó de paloma de la paz (el poeta universal Rafael Alberti desde el más allá lo estará maldiciendo), y se ofreció a propios y extraños como el hombre que podía frenar el avance uribista. Fueron momentos complicados para un sector de la izquierda colombiana y no pocos hermanos de similar pensamiento en el continente. Como suele ocurrir, se impuso la táctica de “votar al menos malo”, o como señalara un dirigente popular: “Si gana Uribe nos ejecutan al día siguiente, con Santos duramos un año”. Pero lo menos malo generalmente siempre termina demostrando que no trae nada bueno. Y así fue en este caso. Santos espantó la blanca paloma de un cachetazo y se subió con todo a lo más alto de su talante prepotente y cínico.
Santos es Uribe y Uribe es Santos. No tengamos duda de ello. Son parte de la misma política de acumulación capitalista y pro-imperialista que soporta Colombia desde hace décadas. De a ratos confrontan y hasta aparentan un enojo definitivo, pero a ambos los sigue uniendo el espanto que ellos mismos provocan sobre la población campesina, obrera y estudiantil del país. ¿O acaso se diferenciaron a la hora de reprimir a los miles de movilizados durante los últimos paros agrarios? ¿O hubo desencuentros entre ellos cuando se trató de enviar a la prisión a dirigentes populares como Hubert Ballesteros, a los militantes de Marcha Patriótica o los recientes jóvenes luchadores del Congreso de los Pueblos?. ¿O alguien cree de buena fe que uno u otro no están detrás de las maniobras de corrupción, lavado de dinero y otras linduras que terminó con gran parte de ministros de los últimos gabinetes y figuras parlamentarias sometidas a juicio o enviados a prisión? 

Tampoco piensan distinto Álvaro y Juan Manuel sobre el futuro de Venezuela, y en estos días Santos se ha encargado de reafirmarlo, cuando amenaza con llevar a las autoridades del país hermano a los Tribunales internacionales para juzgarlos “por crímenes de lesa humanidad” o atiza la braza buscando la caída del gobierno bolivariano y chavista, para que los John Kerry o los Obama de turno se apoderen del petróleo que tanto los desvela. 

La escalada santista-uribista no se da en cualquier momento. Coincide con la ofensiva política, económica y militar imperialista en el continente, con el desembarco de marines en Perú, con las estrechísimas relaciones militares entre Paraguay y Uruguay con los Estados Unidos, que han derivado en asesoramiento in situ, y en grandes maniobras bélicas, Así aparecen en la superficie programas como el Capstone (recientemente firmado por generales y almirantes yanquis con sus pares paraguayos), o los operativos de “capacitación conjunta” de expertos militares estadounidenses con uniformados del Uruguay de Tabaré Vázquez. Precisamente el mandatario que se comunicó con Santos -no a Maduro- para ofrecerse como mediador en el conflicto fronterizo. Pero además, y esto es fundamental, detrás de toda esta furibundia del gobierno colombiano subyace la intencionalidad de más temprano que tarde, patear el tablero de la paz que subsiste en La Habana. A Santos no le interesa una paz con justicia social como aspiran las FARC, el ELN y la gran mayoría del pueblo colombiano. De allí que cualquier excusa, motorizada por el propio establecimiento del Palacio Nariño, les pueda servir para sus intenciones.

En este marco de gravedad que asedia a la Revolución Bolivariana, no caben medias tintas, y es por eso que la decisión -aunque tardía- tomada por el presidente Maduro de cerrar la frontera debe ser respaldada por todos los pueblos del continente. Pero también por sus instancias integradoras, como Unasur y la Celac, a las que hay que ayudar a desentumecer. Se trata de una razón de autodefensa lógica, planteada por un país al que le estaban robando gota a gota su economía mediante una guerra no declarada pero efectiva. Se trata de una medida sanitaria que busca destruir los bolsones de paramilitarismo y muerte implantados por el santísimo-uribismo al borde de Táchira, Zulia o en infinidad de bastiones de las grandes ciudades venezolanas. Una nación que todos estos años ha derrochado solidaridad con cada pueblo o gobierno que la necesitara, con sus misiones de salud, de alfabetización o con ese proyecto fundamental que es Petrocaribe no se merece esta infamia, como tampoco la de recibir las críticas de ONGs que se autocalifican de “defensoras de derechos humanos”, como el CELS y la CGIL de Argentina o la decididamente golpista PROVEA de Venezuela. Sin duda, el lobby “demócrata" gringo no pierde tiempo en arrimar más leña al fuego.


Nueva maniobra injerencista contra Venezuela: la CIDH ordena devolver frecuencia a televisora golpista 
Resumen Latinoamericano/ 07 sep 2015 . –

La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ordenó este lunes al gobierno de Venezuela restablecer la frecuencia a la televisora Radio Caracas TV (RCTV), que no se renovó y obligó al cierre de la cadena durante el gobierno del presidente fallecido Hugo Chávez

“El Estado (de Venezuela) deberá restablecer la concesión de la frecuencia del espectro radioeléctrico correspondiente al canal 2 de televisión conforme al párrafo 380 de la presente sentencia y deberá devolver los bienes objeto de las medidas cautelares, en los términos del párrafo 381 de la presente sentencia”, dice la el documento publicada en la capital de Costa Rica.

Además de la restitución de la frecuencia, que la CIDH considera una acción compensatoria en sí, se ordena el pago de 10 mil dólares a los accionistas y 50 mil a los trabajadores de RCTV, mencionados en la sentencia, los cuales deberá pagar en el plazo de un año.

La resolución también considera que el estado venezolano incurrió en una violación indirecta al ejercicio de la libertad de expresión al utilizar mecanismos tendientes a impedir la libre circulación de ideas y opiniones.

El fallo de la corte ordena que Venezuela, una vez que se restituya la frecuencia y los bienes a la televisora, establezca un proceso “abierto, independiente y transparente” para otorgar la concesión de la frecuencia y se garantice a los demandantes la posibilidad de participar sin ningún tipo de discriminación.

Según se describe en el documento de la Corte, la televisora había sido señalada por altos funcionarios del gobierno venezolano como “golpista” por haber apoyado, presuntamente, el golpe de estado de abril del 2002.

“En particular, se ha acusado a RCTV de apoyar abiertamente el paro de actividades que tuvo lugar entre finales del año 2001 y comienzos del 2002 al presentar propaganda a favor de la renuncia del presidente Chávez durante sus espacios de publicidad pagada”, dice la sentencia.

Durante la audiencia, que se celebró el año anterior, el gobierno venezolano alegó que esa televisora daba cobertura a las actividades de la oposición, pero no a las que eran favorables al gobierno venezolano.

Sin embargo, la Corte consideró que los mecanismos utilizados por Venezuela para no renovar la concesión de RCTV, que operaba de manera continúa desde 1953, constituyó una “restricción indirecta al ejercicio de la libertad de expresión”.
Foto: Protestas por el cierre de RCTV en mayo de 2007. 



Ejecutivo ordena cierre fronterizo de Paraguachón en el estado Zulia/Declaración de colombianos y colombianas residentes en Venezuela /¿qué halló Venezuela en su frontera con Colombia? 
Resumen Latinoamericano/ 07 Sep. AVN.-

El presidente de la República, Nicolás Maduro, ordenó este lunes el cierre de la fronterizo de Paraguachón, estado Zulia, con el fin de construir una frontera de paz colombo-venezolana.

“Luego de un diagnóstico exacto para construir una nueva frontera, procederé al cierre del paso fronterizo de Paraguachón en el estado Zulia, para seguir avanzando en la liberación de delitos criminales, paramilitares”, expresó el jefe de Estado, desde el Salón Néstor Kichner, en el Palacio de Miraflores, en Caracas, donde se llevó a cabo el Consejo de Ministros, para evaluar los acuerdos firmados en su reciente gira por Asia.

En declaraciones transmitidas por Venezolana de Televisión, el Mandatario Nacional decretó, además, un Estado constitucional de Excepción en los municipios Guajira, Mara y Almirante Padilla del estado Zulia, medida que entrará en vigencia este martes, al mismo tiempo que ordenó la movilización de tres mil efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana para el reforzamiento de labores de protección en el sector fronterizo, único paso legal hasta Colombia, por esa entidad occidental.

Entre otras acciones a tomar, se encuentra la restricción del tránsito en la alcabala que se encuentra en el Río Limón, ubicado en el municipio Mara, y un plan de acción integral sobre La Guajira.

“A donde llega la OLP (Operación para la Liberación y Protección del Pueblo) es que hay un conflicto. Llegamos a proteger al pueblo, en esta gran zona hay que hacer un punto y círculo. Convocar a los Consejos Comunales y aprovechar para establecer una nueva frontera. Esta zona es muy distinta, desde el punto de vista poblacional, cultural, a la zona fronteriza del Táchira”, subrayó el presidente Nicolás Maduro e informó que en los próximos días se tomarán más acciones en otros municipios fronterizos del estado Zulia.

En este sentido, el presidente Maduro solicitó el apoyo del pueblo venezolano, específicamente a los habitantes de Zulia e instó a la unión, por encima de las diferencias políticas. “Unámonos, más allá de las diferencias políticas. Unámonos, apoyemos al gobernador (del Zulia, Francisco Arias Cárdenas)”, enfatizó.

“Vamos estableciendo, con autoridad, con pleno respeto a los derechos humanos un nuevo orden de paz, sin paramilitarismo, sin contrabandismo, sin bachaqueo”, agregó el mandatario bolivariano.

El pasado 19 de agosto tres efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) resultaron gravemente heridos por un grupo de paramilitares mientras cumplían funciones de seguridad contra el contrabando de extracción. Frente a ese ataque a la soberanía y a la seguridad de Venezuela, el jefe de Estado venezolano, Nicolás Maduro, ordenó cerrar la frontera en el estado Táchira, medida que fue extendida de manera indefinida el viernes 21 de agosto.
AVN 07/09/2015 


Declaración de colombianos y colombianas residentes en Venezuela a la Revolución Bolivariana 
Colombianas y colombianos residenciados y naturalizados en esta tierra nos comprometemos a aportar en la creación del Movimiento Bolivariano de Colombianas y colombianos en Venezuela; así como en la construcción y defensa de la Patria Grande.

En ese sentido, declaramos que:
Respetamos la decisión soberana del Gobierno Bolivariano. Asimismo, consideramos necesario establecer mecanismos que nos permitan, desde nuestros espacios, participar en la creación de una zona fronteriza de convivencia, desarrollo productivo y paz; que coadyuven a continuar en la construcción de la Patria Grande.

Del mismo modo, repudiamos y denunciamos que el paramilitarismo es una estrategia de guerra imperial en asocio con las extremas derechas nacionales colombo-venezolanas para desestabilizar y socavar la integración y la unidad de pueblos latinoamericanos y el fortalecimiento de los proceso democráticos. En Colombia esta política de Estado es responsable del despojo de territorios y bienes, fosas comunes, falsos positivos y desplazamientos, los cuales han tenido repercusiones funestas en las zonas de fronterizas.
En esa medida, el Gobierno de Colombia no nos representa, pues, en nuestro país fue incapaz de garantizar el ejercicio y disfrute de nuestros derechos, forzándonos a desplazarnos a Venezuela sin absolutamente nada para salvar la vida. Por ello, reconocemos la acogida solidaria que el pueblo bolivariano y su gobierno nos ha brindado. De acuerdo con ello, exigimos al gobierno de Santos:

Ø La concreción de una salida política negociada al conflicto social y armado, que garantice la Justicia y la Paz y el retorno en condiciones dignas de miles de colombianas y colombianos.

Ø La derogación de leyes y decretos, entre ellas la Ley 08 que autoriza las casa de cambio para determinar libremente el valor del Bolívar sobre el que legaliza la Guerra Económica contra la Revolución Bolivariana.

De otro lado, solicitamos al Gobierno Bolivariano que continue en su papel de facilitador del proceso de Paz en Colombia; y hacemos un llamado a nuestros pueblos para no caer en la trampa de quienes temen la unión latinoamericana y han querido generar sentimientos de rabia y xenofobia entre dos pueblos hermanos.

Por último, invitamos a los connacionales a incluirse en la construcción de este Movimiento Bolivariano de Colombianas y Colombianos en Venezuela

¡Por la Patria Grande¡
Caracas, Venezuela 4 de septiembre de 2015



“Esto nos ha impactado”: ¿qué halló Venezuela en su frontera con Colombia? 

“Es una realidad que habla por sí sola y que demuestra cómo el capitalismo paramilitar de la ultraderecha colombiana ha tratado de hacerse del territorio venezolano”, ha denunciado este domingo el vicepresidente venezolano, Jorge Arreaza, en referencia al hallazgo de explosivos y una cárcel clandestina en el estado fronterizo de Táchira.

“Esto nos ha impactado”, ha comentado la segunda autoridad del Gobierno venezolano, informa Efe. Arreaza se encuentra en Táchira para monitorear la ejecución del estado de excepción decretado por el presidente Nicolás Maduro el viernes.

Desde la localidad fronteriza de La Invasión, de unas 2.000 viviendas, el vicepresidente ha reportado que se ha desmantelado una casa donde se fabricaban explosivos y ha denunciado la confiscación de armamento, precursores químicos, explosivos con sus detonantes, dinero venezolano en efectivo y lo que parecían ser vestimentas de grupos paramilitares colombianos.

Ha informado, además, sobre el descubrimiento de “una casa de citas” y ha precisado que allí explotaban a mujeres tanto venezolanas como colombianas. Ha enfatizado que el sitio tenía también una cárcel subterránea donde se presume que escondían a personas secuestradas.

a prisión tenía un boquete sin facilidad de acceso y contaba con colchonetas y un ventilador.
La Cancilleria estudia en articular mecanismos de seguridad y paz en la frontera.


Lo que no dice el gobierno colombiano 
Por Ángel Guerra Cabrera / Resumen Latinoamericano / 06 de Sept. 2015.- 

Nadie se deje impresionar por el rasgamiento de vestiduras de Bogotá contra Caracas supuestamente para defender los derechos humanos de sus ciudadanos en Venezuela, sonsonete amplificado por las corporaciones mediáticas.

El 29 de agosto el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ordenó cerrar por 72 horas la frontera común luego de que tres miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana(FANB) fueran baleados y heridos. El hecho ocurrió en San Antonio del Táchira, del lado venezolano, muy cerca de la ciudad colombiana de Cúcuta. El método de los agresores responde al patrón empleado por los paramilitares del país vecino.

Maduro también decretó el estado de excepción en seis municipios del estado Táchira, mientras miembros de la FANB eran desplegados en el límite con Colombia, cerca del lugar del ataque. El objetivo de estas y otras medidas tomadas por el gobierno bolivariano es la defensa de la soberanía territorial y los derechos humanos tanto de sus ciudadanos como de los cinco millones de colombianos residentes en Venezuela. Entre ellos, 110 mil desplazados por el conflicto bélico en su país según el informe de 2015 del órgano de la ONU para los refugiados, el cual ha reconocido siempre la actitud solidaria de Venezuela con aquellos.

La mayoría de los colombianos en Venezuela no existían legalmente hasta la llegada de Chávez a la presidencia pues no estaban ni inscriptos en el registro civil y fue él quien terminó con ese atropello y les propició adoptar la ciudadanía venezolana a todos los que lo desearan, con plenos derechos políticos y a los programas sociales bolivarianos, también al acceso de los refugiados.

En la frontera colombo-venezolana de 2219 kilómetros de extensión campea un gigantesco contrabando hacia Colombia de productos subvencionados de la canasta básica y gasolina venezolanos, que luego son revendidos en el país vecino a precios superiores pero por debajo de los del mercado colombiano. Encima, el tráfico de millones de bolívares con destino a los especuladores que los usan para comprar en Venezuela a precios subvencionados y luego revender más caro en Colombia.

La presencia creciente en Venezuela de paramilitares colombianos es clave para entender lo que pasa. Estos, desde el mandato de Chávez eran usados como carne de cañón contrarrevolucionaria por la derecha venezolana y la CIA con el aliento del entonces presidente Álvaro Uribe, que sigue en lo mismo. Esta situación ha llegado al extremo de que los paramilitares colombianos se están apoderando de las redes criminales del vecino a la vez que actúan como sicarios para la derecha venezolana. Frente a esto, el gobierno colombiano peca unas veces por omisión y otras por comisión

El reciente ataque a los militares venezolanos fue la gota que colmó la paciencia de Maduro. Hasta ahora Caracas exponía esta situación en las periódicas reuniones y contactos de alto nivel con Bogotá y a través de los canales diplomáticos. A la vez, llegado un momento comenzó a desplegar operaciones de limpieza de la FANB contra los paramilitares y, junto a otros órganos del gobierno, contra el desenfrenado contrabando pero con el inconveniente de hacerlo a lo largo de una frontera de selva y montaña sin la menor cooperación colombiana. El mandatario venezolano se había abstenido hasta ahora de tomar medidas drásticas en aras de mantener una convivencia civilizada con el país vecino y de evitar el estallido de un conflicto armado que podría derivar en una tragedia no solo para los dos pueblos hermanos sino para América Latina y el Caribe y dar un rudo golpe a los procesos de unidad e integración regional.

El gobierno de Colombia, nunca, salvo raras excepciones, ha prestado atención al territorio aledaño a su larga frontera desde los tiempos de la independencia. A lo largo de 6301 kilómetros limita, además de con Venezuela, con Brasil, Perú, Ecuador y Panamá

Se trata de un área en abandono económico, social, educacional, de salud, vivienda y asistencia social, según confirman datos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y las propias estadísticas oficiales colombianas.

La única solución sensata posible a este diferendo es mediante el diálogo constructivo y cordial entre las partes con el acompañamiento de UNASUR. Pero para ello el gobierno del presidente Juan Manuel Santos debe cesar la retórica antivenezolana y reconocer su responsabilidad en el desbordamiento del conflicto interno hacia Venezuela, con las consecuencias ya explicadas.
Envío:ResumenLatinoamericano

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