28-12-2015
Triple Crimen
Son los hermanos Cristian y Martín Lanatta y Víctor Schillaci
Triple crimen: piden captura internacional para los tres prófugos
Triple Crimen
Son los hermanos Cristian y Martín Lanatta y Víctor Schillaci
Triple crimen: piden captura internacional para los tres prófugos
Los fugados cumplían pena de prisión perpetua por los asesinatos de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, acribillados a balazos en agosto de 2008. La gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal removió a toda la cúpula del Servicio Penitenciario Bonaerense y el Secretario de Seguridad de la Nación, Eugenio Burzaco, confirmó que se pidió la captura internacional.
Tres de los condenados por el triple crimen de General Rodríguez se fugaron ayer del penal de la localidad de General Alvear. Por esto, la gobernadora María Eugenia Vidal removió a toda la cúpula del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB). Los fugados fueron los hermanos Cristian (40) y Martín Lanatta (41) y Víctor Schillaci (33), quienes cumplían la pena de prisión perpetua por los asesinatos de Sebastián Forza (34), Damián Ferrón (37) y Leopoldo Bina (35), acribillados a balazos en agosto de 2008. Además, el Secretario de Seguridad de la Nación, Eugenio Burzaco, confirmó que se pidió la captura internacional de los tres y aseguró que se reforzaron los controles en las fronteras para evitar que puedan salir del país.
"Lo que hemos hecho en las últimas horas fue pedir la captura internacional de los tres, verificar las fronteras para evitar la fuga y colaborar con la recaptura", dijo el funcionario nacional en declaraciones en Radio América. Burzaco calificó la fuga como un hecho grave y dijo que "se está trabajando" para encontrarlos. "Estas personas están acusadas de un delito gravísimo que es homicidio y han participado de una banda que hizo el famoso negocio de la efedrina, por lo cual es un tema que nos preocupa", agregó el secretario de Seguridad nacional.
El funcionario explicó que, a su criterio, la fuga de los tres presos "no beneficia a nadie" y que "es un problema que esta gente peligrosa se haya fugado. Hoy, todo nuestro esfuerzo va a estar en encontrarlos y ponerlos nuevamente donde tienen que estar".
Además, Burzaco aseguró que "en este tipo de fugas siempre hay ciertas connivencias, es muy difícil fugarse de un penal sin que alguien desde adentro ayude. Si hay alguien que ha sido corresponsable de este hecho le caerá todo el peso de la ley, este es un hecho grave y no puede haber miramientos si alguien fue cómplice en este proceso".
"Hoy nuestro foco está concentrado en la recaptura y con los días veremos si existe un mensaje y quiénes están involucrados detrás del tema", explicó. Finalmente, el funcionario dijo que "el hecho golpea a los argentinos, que se hayan escapado tres presos peligrosos golpea al país y vamos a trabajar para volver a llevarlos a donde tienen que estar".
La fuga
Las distintas fuentes consultadas aseguraron que la fuga se produjo ayer a la madrugada, cuando los tres presos se encontraban en el sector de sanidad de la cárcel de General Alvear, un partido bonaerense ubicado a unos 220 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires. Los presos estaban alojados allí por razones de seguridad, por decisión de la jueza de Ejecución Penal 1 de Mercedes, Marcela Otermín, tras la denuncia de Martín Lanatta que involucraba al entonces jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, en el triple crimen.
Según determinaron los investigadores, pasadas las 2.30 de la madrugada, los tres presos sorprendieron a dos guardiacárceles especiales que tenían destinados a su cuidado y los amenazaron, al parecer, con una réplica de arma de fuego.
Los evadidos estaban vestidos con ropas oscuras, similares a las que utiliza personal del SPB, y tras dejar a los dos guardias encerrados en uno de los baños transitaron por los distintos pasillos de la unidad hasta llegar al exterior de la misma.
Una vez allí, los presos se apoderaron de un Fiat Europa de un efectivo del SPB y, a bordo del mismo, recorrieron casi doscientos metros hasta llegar al puesto 1, donde redujeron a un tercer guardia que estaba apostado en el lugar, lo amordazaron y se lo llevaron cautivo en el auto.
Las fuentes agregaron que los Lanatta y Schillaci continuaron la marcha con el custodio, de apellido Santos, de rehén hasta Villa Belgrano, un barrio ubicado a un par de cuadras de la cárcel y abandonaron el auto con el guardia en su interior.
Una cámara de seguridad captó a las 2.45 cuando los presos descendieron del auto en el cruce de las avenidas Belgrano y 9 de Julio, en Villa Belgrano. Después se observó el paso de una camioneta negra que dobló a gran velocidad por la prolongación de 9 de Julio rumbo a la ruta nacional 205, distante unos 30 kilómetros de dicho punto.
Fuentes judiciales precisaron que ese segundo vehículo, una Toyota Hilux también fue abandonada en la fuga, mientras que minutos después, el guardia Santos pidió ayuda a vecinos del lugar que llamaron al 911. En el interior del Fiat se secuestró la réplica de arma de fuego. Todo indica que los evadidos también se apoderaron de otras armas largas pertenecientes al SPB antes de completar la fuga.
Fuentes judiciales indicaron a Télam que Martín Lanatta contaba con una custodia especial desde que en agosto pasado denunció públicamente que Aníbal Fernández estuvo vinculado al triple crimen pero que la custodia le fue retirada después de las elecciones.
"No sabemos por qué se levantó la custodia especial, se supone que es una decisión judicial", dijo ayer por la tarde a la prensa Juan, hermano de uno de los guardias que se encontraba en el penal al momento de la fuga. Sin embargo, otra de las fuentes consultadas sostuvo que el primer guardia que redujeron pertenecía a la custodia permanente dispuesta sobre Martín Lanatta.
Investigación y custodia
Tras la fuga, se dio intervención al fiscal Cristian Citterio, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 20 descentralizada en General Alvear y al juez de garantías 3 de Azul, Federico Barberena, quienes quedaron a cargo de la causa. Citterio expresó en declaraciones periodísticas que no se descara ninguna hipótesis y confirmó que los prófugos tuvieron ayuda externa para poder ejecutar la fuga.
Unos 600 efectivos de la policía bonaerense con tres helicópteros de la fuerza y efectivos del Grupo Halcón, fuerzas federales y de Interpol continuaban con la diligencias en procura de recapturar a los evadidos. Además, el Ministerio de Seguridad bonaerense dispuso custodia policial para los familiares de las víctimas, y los fiscales y abogados de la causa, y el gobierno bonaerense ofreció dos millones de pesos para quien aporte datos fehacientes que permitan recapturar a los fugados.
En diciembre de 2013, los hermanos Lanatta ya habían intentado escaparse junto a Marcelo Schillaci (hermano de Víctor) del penal de Sierra Chica pero la maniobra fue abortada por el SPB. Mientras que en el caso de la fuga de General Alvear, los pesquisas judiciales creen que hubo una falla de los penitenciarios que debían custodiar a los evadidos.
Actualmente, los hermanos Lanatta están con condena firme por la Cámara de Casación bonaerense mientras que los Schillaci apelaron ante la Suprema Corte de Justicia provincial.
Fuente:Infojus
OPINION
Bendito sea el narcoPor Horacio Verbitsky
Patricia Bullrich. Margarita Stolbizer. Marcos Peña.
“El narcotráfico da mensajes todo el tiempo, pero no nos va a amedrentar”, dijo la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich. “Es un mensaje mafioso para el nuevo gobierno”, agregó su compañera Margarita Stolbizer. Para el ministro de Seguridad Bonaerense, Cristian Ritondo, es probable que el dinero del narcotráfico haya pagado las complicidades que permitieron la evasión. El jefe de gabinete Marcos Peña proclamó un “compromiso absoluto” del gobierno de Maurizio Macrì, “de terminar con este flagelo” y la gobernadora María Eugenia Vidal se colocó en el papel de víctima. Esto pasa porque Maurizio Macrì anunció que combatiría al narcotráfico. También afirma que la responsabilidad corresponde a la administración anterior, porque aún no se había designado a las nuevas autoridades del Servicio Penitenciario. Por eso no sólo abrirá sumarios sino también presentará denuncias penales. Tendrá que mirar muy bien alrededor: antes de que las concrete, la Procuradora General María Falbo se lanzó en auxilio de uno de los sospechados, el viceministro de Justicia César Albarracín, a quien hoy le tomará juramento como fiscal adjunto de Casación, cargo para el que lo designó el ex gobernador Daniel Scioli con notables antelación y previsión. Algo pasó por lo que la ceremonia se suspendió a último momento.
Ninguno de los proyectos de emergencia autoriza la presunción de que Vidal afectó pactos y perturbó negocios preexistentes. Todo lo contrario: ya se trate de la policía, del Sistema Penitenciario o de la infraestructura y los servicios públicos, las respectivas declaraciones de emergencia sólo sirven para liberar al poder administrador de todo tipo de controles, tanto para la contratación y ejecución de obras como para las compras de todo tipo de materiales e insumos. No enfrentan la corrupción, la favorecen. Los fundamentos para declarar la emergencia penitenciaria se basan en una realidad innegable, pero que no guarda relación alguna con el escape. Lo que la gobernadora invocó fue la superpoblación carcelaria y las deplorables condiciones de detención de las personas privadas de su libertad, por lo que se requiere una urgente inversión en infraestructrura. Es obvio que ése no era el caso de los sicarios del triple crimen de General Rodríguez, cuyos privilegios llegaban al ingreso a su lugar de reclusión de cámaras y micrófonos y a la posesión de armas, de fuego o de juego. Tampoco explica por qué los tres condenados estaban juntos, los sistemas de control electrónico no funcionaban y la Inteligencia no alertó sobre lo que se incubaba. Jueces, fiscales y defensores que conocen la UP 30 se ríen ante la versión oficial.
Para ningún lector de esta columna es una sorpresa que durante los últimos ocho años, el Servicio Penitenciario gozó de márgenes excepcionales de autonomía, que coincidieron con un incremento insensato de la tasa de prisionización y de la violencia intramuros como forma perversa de gobernabilidad, que luego se vuelca en forma inevitable a todas las calles de la provincia. Por primera vez en la historia, el SPB pudo colocar a uno de sus hombres al frente de la Justicia y de la Seguridad bonaerenses, el alcalde mayor penitenciario Ricardo Blas Casal. El debate acerca de la situación en que se encontraban su viceministro César Albarracín y la directora del SPB, Florencia Piermarini, es bizantino. Ambos presentaron la renuncia, pero luego de una reunión de Casal con su sucesor, Carlos Mahiques, fueron confirmados por el nuevo gobierno. Después de la fuga, las versiones de cada uno difieren. Albarracín y Piermarini insisten en que habían renunciado, el gobierno replica que los confirmó, aunque no está claro por qué lapso. Pero ya fuera por acción u omisión, no puede ponerse en duda que la responsabilidad corresponde a la Administración provincial, que el 10 de diciembre cambió de titular, ya sea que el servicio estuviera acéfalo o con sus anteriores autoridades confirmadas.
Las referencias de todos los funcionarios al narcotráfico y la mafia son una coartada para no mirar de frente el desastre del Servicio Penitenciario, cuya capacidad de negociación política con los sucesivos gobiernos describe una progresión, en la que cada etapa es un escalón desde el que trepar al siguiente. La misma ministra Bullrich y su segundo, Gerardo Millman, el delegado de Stolbizer en Seguridad, invocaron el espantajo del narco para rechazar el fallo de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza que se propuso reintroducir la legalidad en el imperio discrecional del servicio penitenciario de esa provincia, tan parecido al bonaerense. Los jueces mendocinos no pretenden gran cosa: sólo que se cumplan las leyes, las constituciones y las convenciones internacionales con rango constitucional, por las cuales nadie puede permanecer detenido por tiempo indefinido por mera decisión policial o del ministerio público, sin control judicial. Para Bullrich y Millman, las adecuaciones presupuestarias que insumiría el cumplimiento del fallo distraerían recursos que la emergencia de seguridad prefiere destinar al denominado combate contra el narcotráfico, que sirve para justificar cualquier barbaridad. Las consecuencias de esta miopía están a la vista. Bendito sea el narco, que provee a los gobernantes una respuesta muy simple para los problemas más complejos.
ANIBAL FERNANDEZ SOBRE LAS FUGAS
“Algo iban a cobrar”
“Más vale que los capturen vivos y vuelvan a la cárcel porque, si no, los responsables serán Vidal y su ministro de Seguridad, Ritondo”, tuiteó el ex jefe de Gabinete Aníbal Fernández, quien desde la cárcel fue acusado por el condenado y ahora prófugo Martín Lanatta por TV como el autor intelectual de los asesinatos en General Rodríguez. La denuncia fue en plena campaña y nunca se pudo comprobar. En respuesta, María Eugenia Vidal dijo: “Justamente en este caso le pido que se llame a silencio”. “Es lo único que no voy a hacer”, retrucó Fernández, quien volvió sobre la idea de que el escape puede haber sido un “pago” por la denuncia de campaña.
“A Lanatta y sus cómplices se les prometieron cosas por la operación mediática eje de la campaña de Cambiemos, y se las tienen que cumplir”, sostuvo Aníbal Fernández. “Estos tipos ‘fugados’ son asesinos, que formaron parte de la campaña, junto con el actual gobierno”, insistió.
El ex jefe de Gabinete comentó que en su momento le había pedido al ex ministro Ricardo Casal que garantice la seguridad de Lanatta y que ahora repetía el pedido con la actual gestión. “Más le vale que tanto la gobernadora Vidal como sus ministros se responsabilicen de devolverlos vivos a la cárcel. Por fin nos enteramos cuánto cobraron los Lanatta por la falsa denuncia que llevó a Vidal a la provincia”, escribió Fernández. Lo que tampoco toleró fue que Vidal le reclamara que se llamara a silencio. “Los que deben llamarse a silencio son los que hicieron estos gestos vergonzosos para llegar a la gobernación. En 18 días parecen haberles pagado a todos los que colaboraron con la campaña”, retrucó. E insistió: “La gobernadora Vidal, su ministro de Seguridad y su ministro de Justicia son responsables de esta fuga”.
“Me enlodaron de la mejor manera que pudieron para intentar sacar una ventaja electoral. Todos sabíamos que para hacer semejante cosa algo iba a cobrar. Todos suponíamos que era guita. No. Era guita y esto que pasó ahora”, continuó Fernández. Para el ex candidato, “si no le hubieran pagado a este tipo que estaba en prisión con cadena perpetua por la muerte de esos tres pibes hubiera sido imposible” que Vidal ganara en la provincia de Buenos Aires. También apuntó contra el equipo periodístico de Periodismo para Todos, el programa de Jorge Lanata que le dio el micrófono al ahora prófugo Lanatta para que hable. “La gente de Jorge Lanata entró seis veces a la cárcel”, subrayó.
En tanto, desde el kirchnerismo, presentaron un pedido de informes por la fuga. Vidal ayer aseguró que “el narcotráfico ha penetrado la política”, pero no señaló a quién o quienes se refería. Diputados y senadores del Frente para la Victoria reclamaron que precise esas declaraciones.
El presidente del bloque legislativo bonaerense, José Ottavis, dijo: “Nos parece que tenemos que apoyar a la gobernadora en su necesidad y en su pedido de justicia y en su afán de llegar a la verdad, pero también le queremos pedir que nos ayude a nosotros a poder avanzar en este pedido y que nos diga quiénes son las personas que ella conoce y sabe que son de la política y tienen que ver con el narcotráfico”. “Este caso viene de una historia de acusaciones de tipo políticas. Nosotros observamos que la operación periodística que llevó adelante el programa de Jorge Lanata con estos tres reclusos dando testimonio y acusando a uno de nuestros candidatos en la última elección, fue intencional. Y la verdad que es muy sospechoso y nos hace pensar que la fuga puede tener que ver con una devolución de favores por parte de un sector político para que no gane nuestro partido político”, indicó Ottavis, quien reclamó que los prófugos aparezcan “con vida” para “poder saber y desentrañar hasta las últimas consecuencias cuál es la verdad sobre las acusaciones que ellos vertieron con intenciones políticas unos meses atrás.”
EL TITULAR DE LA COMISION DE LA MEMORIA, HUGO CAñON, ANALIZO LA FUGA
El festejo de los presos con los guardias
Cañón dijo que los presos no pudieron escapar “sin complicidad interna” y vinculó la fuga con los festejos que Lanatta compartió con los agentes penitenciarios cuando Vidal ganó la gobernación, una información que publicó el diario La Nación en octubre.
Cañón destacó que los tres presos estuvieran juntos en la enfermería antes de escaparse.Imagen: Télam
“No puedo desvincular lo que pasó, la fuga, de los festejos que hubo en el penal de General Alvear cuando ganó la gobernación María Eugenia Vidal. Lo describió el diario La Nación. Abrieron la celda donde estaba Martín Lanatta para festejar la derrota del Frente para la Victoria. La festejaron juntos los penitenciarios y los que ahora están prófugos. Y eso pasó a las 12 de la noche, cuando los presos tenían que estar en su celda desde las 20. De manera que no me sorprende la fuga.” El análisis y el recuerdo fueron hechos por Hugo Cañón, titular de la Comisión Provincial de la Memoria (CPM), el organismo que en todos estos años monitoreó las cárceles del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) y que una y otra vez denunció las muertes, torturas y manejos mafiosos en las distintas unidades. Para el ex fiscal, el dato de que los tres condenados a prisión perpetua estuvieran juntos en la enfermería antes de la fuga es determinante e indica que “hubo una orden interna” y complicidades.
“Por supuesto que la permanencia en la enfermería de tres condenados a prisión perpetua por el mismo expediente no puede hacerse sin complicidad interna –dijo Cañón por Radio Del Plata–. Uno, después de haber recorrido unidades durante varios años, sabe cómo se manejan internamente, cómo responden al poder político y cómo se dan determinadas ordenes internas que llevan a que pasen cosas dramáticas.”
“Yo vinculé de inmediato la fuga con el festejo que describió el diario La Nación el 31 de octubre –agregó el ex fiscal–. Martín Lanatta abrazándose con los penitenciarios porque había ganado Vidal. Le abrieron la celda a las 24, lo cual demuestra toda una posición respecto a la expectativa que se abrió con el resultado electoral. Lanatta fue protagonista de una maniobra política, con operadores políticos de la talla de Elisa Carrió y el objetivo fue descalificar al candidato a gobernador del FpV. Todo eso fue muy obvio, muy evidente.
Ahora hay que estar atentos a ver qué pasa con estas personas, si están fugadas, si están fuera del país o no, o si aparecen abatidos en un supuesto enfrentamiento, un tiroteo. De esta última forma cerrarían un círculo y mantendrían la imputación en abstracto sobre la denuncia original y deslindándose de responsabilidad los que pudieron haber orquestado todo esto. Los Lanatta y Scillacci podrían hablar sobre aquella maniobra política. Los silencian para que no puedan hablar. Y así termina la historia. Por eso, la preocupación principal es que aparezcan con vida y que se pueda saber algo de cómo funcionó esta fuga.”
Cañón recordó que “la CPM monitoreó todas las unidades. Son más de 55, algunas como la de General Alvear algo alejadas de centros urbanos. Esta era una unidad de alta complejidad y de las más nuevas. Y según lo manifestado y escrito, eran presos sobre los que se habían adoptado las máximas precauciones y monitoreos de control. Por eso sorprende que esto haya ocurrido. Hace un año y medio vimos la fuga del penal de Ezeiza. También requirió de complicidad y el objetivo fue conseguir la renuncia del jefe del Servicio Penitenciario, Víctor Hortel, que molestaba”.
“Así que no son casualidades –redondeó Cañón–. Son operaciones que funcionan como un circuito mafioso. En el SPB hay actividades mafiosas en todo sentido, con recaudaciones ilegales, aprietes a presos, sobornos para poder conseguir visitas familiares, favores sexuales de hermanas y esposas de los presos con los penitenciarios y, además, todo sometido y regulado por un aparato político que, si está en esta trama mafiosa, el aparato penitenciario le resulta eficaz.”
Fuente:Pagina12
No hay comentarios:
Publicar un comentario