17 de enero de 2016

EE.UU.

Obama pide en último informe al Congreso levantar bloqueo a Cuba 
Resumen Latinoamericano / 12 de Enero 2016.- 

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, hizo un nuevo llamado al Congreso, el último en un mensaje a la Unión, para que levante el bloqueo contra Cuba, al señalar el fracaso de la política de aislamiento contra la isla.

“Cincuenta años de aislar a Cuba fracasaron, colocándonos en retroceso en América Latina”, dijo el mandatario al pronunciar su último discurso sobre el estado de la nación ante una sesión conjunta del Congreso.

Obama defendió su decisión de restablecer en julio relaciones bilaterales con Cuba, después de medio siglo de ruptura y enfrentamiento entre Washington y La Habana.

El mandatario dijo que el fracaso de la política promovida bajo la premisa de esos días fue lo que lo llevó a “abrir la puerta y el comercio” con la isla.

Asimismo recordó que la política de aislamiento a la isla que llevaron a cabo sus antecesores entorpeció las relaciones de Washington con América Latina. “¿Quieren consolidar su liderazgo y credibilidad en el hemisferio?

Reconozcan que la Guerra Fría se acabó, levanten el embargo”, exhortó ante la nula reacción de los legisladores republicanos. Obama también abogó por el cierre del centro de detención de Guantánamo.

“Es caro, es innecesario y sólo sirve como un folleto de reclutamiento para nuestros enemigos”, dijo el mandatario. De acuerdo con Obama, el liderazgo que el país precisa “depende del poder de nuestro ejemplo.

Es por eso que continuaré trabajando por el cierre de la prisión de Guantánamo”. Obama retomó su vieja promesa de campaña de cerrar el centro de detenciones y que hasta ahora no ha podido cumplir, a pesar de sus repetidos llamados al Congreso a sumarse al esfuerzo.
Foto: Obama durante su último discurso sobre el estado de la nación. Foto: The New York Times


Estados Unidos pide a países americanos expresarse sobre Venezuela 
Resumen Latinoamericano / 12 de Enero 2016.- 

Estados Unidos llamó este lunes a los países americanos a expresarse abiertamente a favor de la democracia en Venezuela y abogó nuevamente por el respeto a la mayoría opositora en el Legislativo, enfrentado al gobierno chavistas.

“Seguimos apoyando al pueblo venezolano en su trabajo hacia un futuro democrático, pacífico y próspero”, dijo un funcionario del Departamento de Estado que prefirió mantener el anonimato.

“Alentamos a otros en la región a hablar en defensa de esos valores democráticos”, añadió el responsable a la AFP en un comunicado.

La oposición venezolana obtuvo el 6 de diciembre 112 de las 167 curules que componen el parlamento unicameral, lo que le da amplios poderes para designar y destituir funcionarios de los otros poderes públicos.

Al asumir el control legislativo el 5 de enero, la colorida alianza opositora MUD enterró casi 17 años de hegemonía chavista en el Congreso.

Pero el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), acusado por la oposición de ser aliado del chavismo, declaró este lunes “nulas” las acciones del Parlamento mientras mantenga a tres asambleístas opositores impugnados.

Poco después la oposición venezolana aseguró que sus 112 diputados “van a seguir legislando” y que la sentencia del TSJ “es de imposible acatamiento”, según dijo el legislador opositor Simón Calzadilla.

“Seguimos llamando por el respeto a la voluntad del pueblo, la separación de poderes y el proceso democrático”, indicó el funcionario estadounidense.

“El diálogo político es la mejor manera de enfrentar los serios desafíos que enfrentan los venezolanos”, añadió, reiterando el llamado a liberar a dirigentes opositores presos.

El presidente venezolano Nicolás Maduro acusó la semana pasada a Estados Unidos de alentar la confrontación interna para “intervenir” en Venezuela con el apoyo de la mayoría opositora recién instalada en el Parlamento.

Aunque carecen de embajadores desde 2010, Caracas y Washington mantienen normales relaciones comerciales.


Estados Unidos agrava el drama mesoamericano
Por Nils Castro / Resumen Latinoamericano / 12 de Enero 2016.-

Tras algunos días de “drama humanitario”, se le reabrió el camino a unos 6 u 8 mil migrantes cubanos atascados en Costa Rica. Un drama menor si se compara a los peligros que plagan la ruta de sus análogos centroamericanos y, ni qué decir, del millón de hijos del Oriente Medio que últimamente logró cruzar el Mediterráneo.

Privilegiados, los cubanos migran con la certeza de que podrán atravesar México sin grandes percances y establecerse enseguida en Estados Unidos. Si bien el acuerdo entre los gobiernos centroamericanos establece que estos viajeros pagarán sus boletos aéreos a El Salvador y los autobuses de ahí hasta la frontera estadunidense, ellos tienen cómo costeárselos, como le consta a los coyotes que los condujeron hasta Costa Rica.

Todo lo contrario ocurre a los cientos de miles de mexicanos y centroamericanos que cada año enfrentan múltiples infortunios intentando llegar a Estados Unidos, o incluso después de lograrlo. Janet Murguía, la presidenta del Consejo Nacional de la Raza (NCLR) informa que durante la administración del presidente Obama 2 millones y medio de extranjeros han sido deportados, un promedio de 650 diarios o casi 2 por minuto.

Reconocidas personalidades mundiales intercedieron por los cubanos encallados en Centroamérica. Sin embargo, generalmente sus llamados pasaron por alto la situación de los millares de migrantes centroamericanos, cuyo trayecto está brutalmente sujeto a vejámenes, atracos y asesinatos, a los que luego se agregan las deportaciones. Según el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), en el año fiscal que terminó en septiembre de 2015, las autoridades estadunidenses capturaron y deportaron a unos 462 mil inmigrantes indocumentados. En lo que toca a los latinoamericanos, principalmente mexicanos (146,132), guatemaltecos (33,249), salvadoreños (21,920) y hondureños (20,309), en su mayoría gente que al arribar presentó una petición de refugio que después algún juez rechazó.

Eso representó una reducción de las deportaciones respecto al año anterior. Los funcionarios y expertos la explican observando que ahora México ataja y deporta ‑‑a sus expensas‑‑ mayor cantidad de migrantes centro y sudamericanos. Según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza norteamericana, una de las ventajas de esta colaboración es que en 2015 Estados Unidos “solo” detuvo a 39,970 menores sin acompañantes que buscaban entrar al país, 42% menos que el año anterior. De enero a noviembre de este año la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación detuvo a 32 mil 293 centroamericanos menores de 17 años, superando los 23 mil 96 capturados en 2014. 

Incluyendo a los adultos, en los primeros 10 meses de 2015 México deportó 130,826 centroamericanos que pretendían llegar a la frontera estadunidense, 41% más que en 2014. De estos, 60,120 eran guatemaltecos, 44,696 hondureños, 24,887 salvadoreños y 1,123 nicaragüenses. La Oficina de Washington para América Latina (WOLA) en el verano de 2014 el gobierno mexicano puso en marcha el Programa Frontera Sur, con el cual incrementó un 73% la detención de migrantes. Según WOLA, la presión sobre los migrantes los ha forzado a buscar rutas alternas, más peligrosas, haciéndolos más vulnerables ante los abusos tanto de los traficantes y los delincuentes locales como de las autoridades.

Hace poco el Washington Post informó que en enero el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (DHS) de Estados Unidos iniciará redadas para deportar a miles de menores y familias que ingresaron irregularmente al país. Esto afectará a muchos millares adicionales de personas. No sorprende, pues, la renuencia con que varios gobiernos centroamericanos ahora accedieron a resolver ‑‑por esta sola vez‑‑ el tránsito de los migrantes cubanos a través de sus países.

Carlos Raúl Morales, canciller de Guatemala ‑‑el país más castigado por las deportaciones estadunidenses y mexicanas‑‑ transparentó el asunto al aclarar que su gobierno cooperará a condición de que se respete la legalidad, la seguridad y las limitaciones materiales de cada país, permitiendo el paso gradual de quienes ya estaban varados en Costa Rica. Pero reclamó que otros asuman el gasto logístico, que México confirme que franqueará el paso de estos migrantes, que se garantice que no habrá retorno y que con esto no se mande un mensaje equivocado a los tratantes de personas que después dé ocasión a otras oleadas de migrantes.

En ese caso, advirtió, “pudiéramos estar terminando el trabajo que inició el coyote”. Importantes funcionarios señalaron que esta situación ‑‑que ahora se regionalizó al involucrar a Ecuador y Colombia, a siete países centroamericanos y a México‑‑ no es generada por los centroamericanos sino por la persistencia de la política estadunidense de hostigamiento a Cuba, con su Ley de Ajuste Cubano y su política de “pies secos‑pies mojados”. Por consiguiente, insistieron en que el gobierno de Washington debe asumir su responsabilidad, no solo aportando facilidades y asumiendo costos, sino eliminando cuanto antes esas políticas, que ya se ha convertido en una causa regional de conflictos.
*Nils Castro. Escritor y catedrático panameño.
Envío:ResumenLatinoamericano

No hay comentarios: