Euskal Herria: Opinión: Los inmortales
Por Borroka garaia da!, 12 de enero 2016.-
Ningún movimiento de liberación puede subsistir sin realidades materiales, no al menos si quiere conseguir sus objetivos. La movilización, el activismo, la lucha ideológica o el parlamentarismo no serían mas que lírica al viento sin la existencia de esas realidades.
Las realidades materiales de la opresión nacional y social vasca son conocidas. El ejército, las policías, las instituciones, la judicatura y en general todas las expresiones surgidas para el proceso de control requerido por el capital en un marco concreto, o la organización de la violencia en un marco determinado que es lo que sería básicamente un estado.
¿Pero cuales son las realidades materiales de un proceso de liberación?. El hecho de que no existan erosiona el antagonismo y acaba produciendo armonía o frustración. Armonía con el sistema existente debido a que se trabaja sobre sus realidades materiales y frustración porque no se abre paso una nueva realidad. Ya que es imposible, un sistema opresivo no deriva gradualmente hacia la libertad sino que a lo sumo produce transformaciones adaptativas. Son los cortes radicales los que crean una nueva realidad y esos cortes no se producen mediante gradualismo sino en una lucha de contrarios hegemónica con un antagonismo visceral, única forma de dejar atrás el proceso adaptativo de las relaciones de poder. Y esa hegemonía no se fábrica en el aire sino en núcleos que desestabilizan al poder constituido como forma alternativa a la legitimidad del sistema en una lucha donde solo puede quedar uno, igual que en la peli de los inmortales.
Si vamos a partes del Kurdistán tenemos el confederalismo democrático con las comunas como forma de poder nacional y social frente a los estados. Si vamos a Venezuela también encontraremos a las comunas como forma de poder hegemónico aun con sus dificultades. Si vamos a territorio zapatista encontraremos las comunidades que de forma autónoma crean una nueva realidad, si nos vamos hasta la revolución rusa encontraremos los soviets, si nos vamos a Catalunya oiremos hablar del proyecto de estructuras de estado (aun no constituidas) y quizás oiremos hablar del proceso de poder popular que se inició con las consultas alegales. Si vamos a comunidades indígenas encontraremos núcleos de poder por todas partes. Si vamos al alzamiento de pascua irlandés veremos el bosquejo de toda la estructura del poder nacional irlandés. Si vamos a muchos barrios marginales de muchas partes del mundo veremos como se organiza lo común. Podemos ir a la historia y a cualquier proceso de liberación pasado o presente para darnos cuenta que ante una situación dada si no existen realidades materiales grandes o pequeñas que no enfrenten en legitimidad a lo existente, si no existen poderes en guerra con el poder oficial, que durante un tiempo coexisten con él en una dura batalla hasta sacarlo de escena, no existirían ninguna independencia de pueblos oprimidos ni procesos abiertos de liberación social. Y que toda movilización, que todo activismo, que toda lucha contra el sistema sea dura o suave, que toda propaganda, parlamentarismo y que toda lucha ideológica que no se asienta en un núcleo de realidad material para alimentarlo se lo lleva el viento.
Ahora la pregunta es: ¿Cuáles son o es el núcleo de poder nacional y social vasco al que alimentándolo pueda crear mayorías y activarlas en una lucha hegemónica y antagónica visceral que primero coexista luchando en legitimidad contra el estado de las cosas y luego sustituya las realidades materiales de la opresión nacional y social vasca?
No hace falta que nos salga humo de la cabeza para darnos cuenta que no existe absolutamente ninguna que tenga ese papel en relación a un poder nacional vasco y que el proceso de liberación nacional y social puede perfectamente sucumbir sin ello ahogado en las realidades materiales de los estados. Posiblemente dar con la fórmula de ese poder que combata la legitimidad de los estados y el capital creando al mismo tiempo una realidad diferente sea la chispa que encienda la pradera y nos saque del impasse actual y quizás las localidades pequeñas y los barrios puedan ser el punto de partida para empezar a tejer toda esa red que pueda propiciar los saltos cualitativos requeridos en el tiempo. Eliminar en la práctica los ayuntamientos españoles (que lo son todos) y transferir el poder a la batzarre. Un poder cualitativamente diferente compitiendo en legitimidad con el poder estatal y basado en la cooperación y la ayuda mutua. Mucha gente pequeña, en lugares pequeños (o no), haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo. En cientos de pueblos de Euskal Herria el soberanismo de izquierda es mayoritario, pero no hegemónico. El núcleo de construcción por donde empezar la nueva Euskal Herria: Sus pueblos en rebeldía como base material donde empezar a levantar ese otro mundo posible donde quepa una Euskal Herria libre.
¿Es posible? ¿Ni siquiera una prueba piloto?
Dirigente de Sortu plantea que el Colectivo de Presos Políticos Vascos “debe adecuarse a la nueva época”
Resumen Latinoamericano/ Gara / 12 de enero 2016.-
En el marco del proceso Abian (de debate interno en el partido independentista Sortu), el dirigente Rufi Etxeberria ha abogado, en nombre de Sortu, por que el Colectivo de Presos y Presas políticas vascas (EPPK, en su sigla en euskera) aborde una recaracterización que incluya nuevos pasos hacia la excarcelación, desde una posición de «audacia».
Considera que deben pasar a tener un papel activo como «presos independentistas», superando su papel anterior de «frente de cárceles» basado en la resistencia
Rufi Etxeberria, responsable del área para la resolución del conflicto de Sortu, ha aprovechado una charla en Iruñea junto a Josu Beaumont para trazar reflexiones interesantes y novedosas sobre la cuestión carcelaria y el papel del Colectivo de Presos y Presas Políticas Vascas. Alerta de que «la caracterización actual de EPPK corresponde a otra época política», centrada en la resistencia, y que corresponde pasar a «hacer su aportación en el terreno de la resolución, contribuyendo a la vía de la soluciones».
La reflexión encaja dentro del proceso Abian, y en este aspecto concreto se materializaría en que los prisioneros aporten en lo sucesivo como «presos independentistas»; desarrollen una nueva política de relaciones con los agentes vascos que genere un trabajo común por su vuelta a casa para que esta sea una causa ganada por la sociedad vasca; y actúen «con audacia» en el ámbito jurídico «dado que la salida de los presos no va a venir de la mano de un acuerdo alcanzado en torno a una mesa, sino que se deberá dar desde el desarrollo de la legislación, y es necesario prepararse para ese escenario».
Tras las movilizaciones exitosas del sábado, Etxeberria ha destacado la validez de Sare y Bagoaz para aunar fuerzas y voluntades diversas, así como el de Etxerat para difundir y testimoniar la situación de los presos «con más legitimidad que nadie». Considera que «el impulso decisivo para la vuelta a casa de los presos vascos vendrá de la mano del movimiento popular». Y que en ese camino, «se debería abrir una dinámica compartida entre agentes sociales, políticos y sindicales con la participación de EPPK».
Las reflexiones parten de un balance de lo ocurrido desde ‘‘Zutik Euskal Herria’’ (2010), con cierta carga autocrítica. Afirma Etxeberria por ejemplo que se ha actuado como si las fases de resolución de consecuencias y causas del conflicto fueran rígidas y consecutivas, cuando en realidad «van entrelazadas». También señala que no se ha acertado en la aplicación de la unilateralidad, porque ha estado latente el «esquema histórico bilateral». Para corregirlo, plantea que «no podemos seguir a la espera» de los estados y que «tenemos que situar la resolución de las consecuencias del conflicto dentro del desarrollo del proceso soberanista o independentista, más que en una estrategia de fases». Así, la vuelta a casa de presos y refugiados continúa como «objetivo de primer nivel», pero «dentro de una estrategia política independentista que debe ser eficaz y fructífera».
Compromisos estatales incumplidos
En la primera parte de esta charla en el Palacio del Condestable de Iruñea, Rufi Etxeberria ha revelado compromisos incumplidos por el Estado, previos a Aiete, sobre todo en la cuestión de los presos. Se trata de acuerdos alcanzados con la comunidad internacional por el Gobierno de Zapatero pero que tenían carácter de «compromisos de Estado», por lo que Sortu seguirá reclamando su materialización al futuro Gobierno español.
En revelaciones nunca hechas hasta ahora, Etxeberria ha explicado que los mediadores internacionales les detallaron que Madrid aceptaba liberar a los presos enfermos, mejorar las condiciones de vida de todos los prisioneros y trasladarlos a Euskal Herria de modo escalonado. Nada de ello se ha llevado a la práctica, porque el PP decidió «poner el contador a cero» y acabó además forzando la expulsión de la delegación de ETA. Con todo, el dirigente de Sortu deja claro que la opción de que el Estado español incumpliera sus compromisos ya era contemplada como posible por la izquierda abertzale, vistos los antecedentes existentes. De hecho, con ‘Zutik Euskal Herria’ se había puesto en marcha la estrategia unilateral. No obstante, dice que Sortu seguirá reivindicando ese cumplimiento pendiente, porque está comprometido con la comunidad internacional y se le debe a la sociedad vasca
Más de 1000 personas reivindicaron la AMNISTIA en el Casco Viejo de Bilbao
Resumen Latinoamericano/ 10 de Enero 2016.-
Según informa el portal web Amnistía Garrasia, del Movimiento Nacional por la Aministía y contra la Represión, al finalizar la gran manifestación por los presos y presas vascas en Bilbao el sábado 9 pasado,
se realizó -como viene ocurriendo en los últimos años- otra movilización que recorrió las calles del Casco Viejo, portando una pancarta reivindicatoria de la Amnistía para quienes se encuentran como rehenes de los estados español y francés en las cárceles.
Los manifestantes mostraron ikurriñas y banderolas solidarias con los presos y presas vascas y gritaron consignas exigiendo su libertad.
Pepe Rei, una voz libre contra el pensamiento único
Por Enric Llopis /Resumen Latinoamericano/ Rebelión / 10 de Enero 2016.-
Leer extractos del libro:
1- Xabier Makazaga: “Terrorismo-de-estado-franco-espanol”
2- Carlos Aznarez: “La injerencia imperialista en América Latina”
3- Juan Manuel Olarieta: “Radiografía del miedo”
4-Jose Mari Lorenzo “Capitalismo, sinónimo de crisis”
5-”No nos perdonaron” Fernando Alonso, Begoña Capape, Edurne Sanmartin”
6- Ahoztar Zelaieta
7- Ardi Beltza: La oveja negra que tira del hilo” Txisko Espinosa
8- Fahrenheir 490.3 Libertad de Expresión y monarquía” Rebeca Quintáns
9- “Un linchamiento que buscaba restablecer la censura”Gustavo Luca de Tena
10- “Salto del Negro: políticos y sociales” Guillermo Martorell
11- “Carta desde la cárcel a Pepe: el amigo, el colega, el compañero” Iñaki Gonzalo “kitxu”
A Pepe Rei (Barbantes, 1947) no le asustaban los tentáculos del Leviatán. Buceaba en las cloacas estatales, removía los lodos de la corrupción, los desafueros y las tramas oscuras del poder mediante una herramienta, el periodismo de investigación, que le permitía revelar la verdad sin aderezos ni medias tintas. Lo hizo sobre todo en Egin, donde dirigió el Equipo de Investigación hasta que el juez Garzón decidió el cierre del periódico en julio de 1998.
En este medio informó, junto a sus colaboradores, del llamado fraude de las “tragaperras”, perpetrado por empresarios cercanos al PNV (esta denuncia motivó la entrada de la Ertzaintza en diciembre de 1993 en la redacción del periódico en Hernani, de donde se llevó material en cajas embaladas); también de las acciones de espionaje por parte del CESID a la sede de HB en Vitoria; o de la presencia de agentes del servicio de espionaje español en el Hotel Alcalá de Madrid, el mismo día (20 de noviembre de 1989) que fue asesinado en ese lugar Josu Muguruza. O de los abusos perpetrados en el Cuartel de Intxaurrondo y la figura del general Rodríguez Galindo.
Detenido, encarcelado, criminalizado por políticos y medios de comunicación oficiales, este periodista de corazón sensible escribió once libros de investigación, entre otros, “Intxaurrondo, La trama verde”, “Garzón: la otra cara”, “La red Galindo”, “El Jesuita” (sobre Xabier Arzalluz) o la biografía “El periodista canalla”. También impulsó la revista “Ardi Beltza”, cuyo primer número vio la luz en enero de 2000 y fue clausurada por Baltasar Garzón casi un año después. En la misma operación el juez resolvió el ingreso en prisión de Pepe Rei por colaboración con banda armada. Tenaz, incansable, tozudo indagador, a partir de mayo de 2001 continuó colaborando en un nueva publicación, “Kalegorria”, que se mantuvo con vida hasta 2004.
Con prólogo del exdiputado de la CUP David Fernández, “Pepe Rei Aurrera!” es el libro de 330 páginas y 14 artículos con el que la Asociación Cultural Pepe Rei rinde homenaje al aguerrido periodista vasco-gallego, y reivindica el periodismo de investigación y denuncia social. Todos los textos que componen la publicación están escritos por compañeros de profesión o personas que han conocido a Pepe Rei. Abre el libro un artículo del escritor Xabier Makazaga sobre el terrorismo de estado franco-español. “Fueron las increíbles chapuzas que cometieron los organizadores y ejecutores de los atentados reivindicados con las siglas GAL, las que permitieron dejar al descubierto la directísima responsabilidad de las autoridades españolas”, afirma este exrefugiado en Iparralde (1981) y autor de “La red: el tormento en la España constitucional” y “Manual del torturador español”. Aclara asimismo que la “guerra sucia” en Iparralde (País Vasco norte) no hubiera sido posible sin la complicidad del estado francés. Makazaga distingue tres etapas en la “guerra sucia”. La primera (1975-76) se concretó en numerosos atentados con explosivos, iniciados con una bomba en la librería Mugalde de Hendaia; intentos de asesinato no consumados y la desaparición de Eduardo Moreno Bergaretxe (“Pertur”). La segunda etapa, ya en periodo democrático, se saldó con ocho muertos y un desaparecido, y fue protagonizada por dos gobiernos conservadores: la UCD en España y la UDF en Francia. Entre 1983 irrumpen los GAL, tercera etapa del terrorismo de estado, esta vez con gobiernos socialistas a los dos lados de la frontera. El secuestro, tortura y asesinato de Lasa y Zabala marcaron el inicio de la barbarie.
El abogado Juan Manuel Olarieta se remite en un texto titulado “Radiografía del miedo” a lo que el diplomático canadiense Peter Dale Scott llama el “Estado profundo”, una de cuyas expresiones son las bandas parapoliciales, “que constituyen una evidencia de la transformación fascista del estado burgués”. Olarieta recuerda cómo en los orígenes del fascismo las primeras organizaciones “negras”, llamadas “bandas de la porra”, reventaban las manifestaciones obreras. “Esa función la desempeñan hoy los policías antidisturbios, es decir, funcionarios especializados del Estado”. Concluye este letrado de Barakaldo, encarcelado en una decena de ocasiones, que en países como España o Italia, los “incontrolados” que tomaron parte en la “guerra sucia” fueron parte del aparato estatal.
Desde una perspectiva diferente -las injerencias imperialistas en América Latina- el periodista y director de Resumen Latinoamericano, Carlos Aznárez, quien en su día también escribió en Egin, Gara, Egunkaria, Ardi Beltza y Kalegorria, recuerda que el Movimiento por la Paz, la Soberanía y la Solidaridad entre los Pueblos ha contabilizado 47 bases militares extranjeras operativas en el continente (sin incluir Puerto Rico); otras fuentes elevan el número a 64, si se agregan las “misiones encubiertas” de agencias de Estados Unidos y ONG. La injerencia cobra formas muy diversas, apunta Aznárez, por ejemplo los procesos de militarización de la lucha antidroga en México o Guatemala; o las maniobras conjuntas en territorio continental o alta mar en las que participa Estados Unidos. El periodista detalla país a país el intrusismo imperialista en América Latina. Así, “todo el territorio de Haití es una gigantesca base donde se combinan tropas de Estados Unidos y de Naciones Unidas (Minustah)”. Es más, la Minustah “se ha convertido en una tropa de ocupación y represión del pueblo haitiano”. En Panamá, Estados Unidos cuenta con doce bases aeronavales las costas del Pacífico y el Caribe. Además de los países concretos, el colaborador de Hispan TV y Russian Today resalta el rol desempeñado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), encargada de repartir la mayor parte de la ayuda exterior (no militar) de la potencia estadounidense. “En realidad es uno de los buques insignias de la CIA y el Departamento de Estado para penetración en América Latina y el Caribe”.
El beneficio que obtiene el capital financiero hoy hegemónico se sitúa en torno al 15% del capital invertido, frente al 5% obtenido en la llamada economía productiva. Además, el potencial destructor del capitalismo se manifiesta en que, sólo en el siglo XX, en guerras insertas en este sistema económico han muerto más de 200 millones de personas. Sólo en la primera década de la crisis que comenzó en 2008, Estados Unidos ha invertido un billón de dólares en operaciones bélicas y de control militar, mientras alberga a 40 millones de pobres. En los albores del siglo XXI, 95.000 personas concentran el 25% de la riqueza mundial. En el continente latinoamericano, la crisis se ensaña con 120 millones de personas que viven en estado de grave precariedad. Unos 400 millones de menores laboran en el mundo en situación parecida a la esclavitud. Son números desgarradores que aporta el historiador y docente en la Universidad de Deusto, Josemari Lorenzo Espinosa, en el libro “Pepe Rei Aurrera!”. El título de su artículo es también la conclusión del mismo: “Capitalismo, sinónimo de crisis”.
Los periodistas Fernando Alonso, Begoña Capape y Edurne San Martín formaron parte del Equipo de Investigación de Egin. El texto que firman en el libro de la Asociación Cultural Pepe Rei se sintetiza en un titular que a la vez resume la experiencia en el diario: “No nos perdonaron”. En el rotativo con sede en Hernani se destaparon los escándalos de los empresarios de las máquinas tragaperras, “gente próxima al PNV”, “que estaban realizando ingresos de miles de millones de pesetas”; el narcotráfico en el cuartel de Intxaurrondo, la “guerra sucia” del general Rodríguez Galindo y el GAL “verde”. En los casi nueve años que duró la aventura profesional, el Equipo de Investigación de Egin coordinado por Pepe Rei publicó 800 reportajes. Los tres periodistas cuentan en el libro algunos pormenores biográficos de Mikel Lejarza Egia, apodado “El Lobo”, un infiltrado del CESID en ETA al que también investigaron. “Fue el responsable de que decenas de militantes de la organización armada cayeran en manos de la policía o murieran bajo sus balas; rendido a los servicios secretos franquistas, acabó con la vida de al menos tres ciudadanos vascos que combatían contra la dictadura”, subrayan los periodistas. Recuerdan Fernando Alonso, Begoña Capape y Edurne San Martín que a finales de los 80, HB se querelló contra “El Lobo” por falsa identidad. Posteriormente el afamado personaje reapareció como “chantajista”.
El libro reproduce portadas y páginas interiores del diario Egin sobre un asunto que generó enormes controversias en marzo y abril de 1998, y que hizo que se retratara cada actor político o mediático: “El CESID quería filmar en vídeo las reuniones de HB”; “Descubiertos”; “Localizado el espía”; “Localizado en Gasteiz otro espía del CESID” o “Militares de Araka espiaban a HB”. En la cuestión profundiza Ahoztar Zelaieta, miembro del Equipo de Investigación de Egin, redactor de Ardi Beltza y Kalegorria, y autor de “Cárteles vascos en Brasil: el juego sucio de la internacionalización”. Zelaieta, que participó en la investigación sobre la red de espionaje con el periodista Dabi Mendizabal, recuerda “indescriptibles” viajes en coche, las cautelas ante posibles detenciones, búsqueda en los buzones para identificar a los “topos”, “peinado” de papeleras y contenedores en los se que encontraban facturas telefónicas y bancarias… “No teníamos ni email ni Google”. Los redactores elaboraban y compartían sus bases de datos, que completaban con información de bibliotecas, hemerotecas y entrevistas. “La presencia de Pepe abría muchas puertas; con su pequeña libreta, le bastaban cinco apuntes para encaminar a la fuente a que no se reservara ninguna información”, destaca Ahoztar Zelaieta.
El periodista Txisco Espinosa también mantuvo una relación cercana a Pepe Rei, sobre todo en su trabajo como diseñador en Egin, Ardi Beltza y Kalegorria. Subraya entre las experiencias la botadura de Ardi Beltza, publicación de venta mensual y por suscripciones, que se fraguó a partir de charlas y presentaciones “pueblo a pueblo”, “día a día”, y que contaba con grupos de apoyo en todo el estado. La revista tenía 13.000 suscriptores en el momento de su cierre (abril de 2001). La portada del primer número (enero de 2000) marcaba claramente la línea editorial de la publicación: “Topos en ETA. Localizados en sus escondites”, titular al que complementaba el siguiente antetítulo: “Los encontramos en Barcelona, Madrid y Alicante”. La aventura periodística, de la que Espinosa resalta el trabajo en equipo, duró 16 meses, en los que se publicaron 15 revistas y libros como “Golpes de afecto solidarios”, “Prensa rosa, voto azul” o “Gran Hermano”. Pero la principal apuesta editorial fue el libro “Un rey golpe a golpe”, biografía no autorizada de Juan Carlos de Borbón escrita por Rebeca Quintans con el pseudónimo de Patricia Sverlo. Publicado en varias ediciones a partir de noviembre de 2000, el texto alcanzó los 50.000 ejemplares.
En otro artículo incluido en “Pepe Rei aurrera!”, la doctora en periodismo Rebeca Quintans recuerda que el diario ABC denunció e 2001 que “Un rey golpe a golpe” pudiera consultarse en las bibliotecas de la Diputación de Gipuzkoa o el Ayuntamiento de Bilbao. O cómo El Mundo se hizo eco un año después de un supuesto apoyo institucional al libro en Baleares. Grandes superficies como “El Corte Inglés” se negaron a la distribución del texto. “Aún así, se vendía como rosquillas”. En una línea similar, se editaron después otros trabajos: “Hasta la coronilla. Autopsia de los borbones”, de Iñaki Errazkin; “Juan Carlos I: el último Borbón”, de Amadeo Martínez Inglés” o “Una monarquía protegida por la censura”, de Iñaki Anasagasti. “Pepe Rei aurrera!” se completa con las aportaciones de los periodistas Gustavo Luca, Iñaki Gonzalo Casal “Kitxu” y Antonio Álvarez Solis; el criminólogo Guillermo Martorell, el fotógrafo Germán Gallego y las viñetas de “Tasio”. ¿Quién fue Pepe Rei? Un periodista que “a golpe de teclado y coraje, se convirtió en el enemigo público número uno de un Estado que apestaba a estiércol, sangre y corrupción”, destaca la Asociación Cultural nacida en enero de 2013 para reivindicar el periodismo de denuncia
Envío:ResumenLatinoamericano









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