7 de febrero de 2016

COLOMBIA.

Califican de pobre ayuda prometida por Obama a Colombia 
Resumen Latinoamericano / PL / 05 de febrero de 2016 – 

El Partido Comunista Colombiano (PCC) calificó hoy de pobre la ayuda prometida por el presidente estadounidense, Barack Obama, para apoyarel postconflicto en el país andino al tiempo que cuestionó las motivaciones de ese ofrecimiento.

Pobre anuncio hizo el presidente (Obama): 450 millones de dólares anuales para la paz, contrasta con más de 10 mil millones para la guerra, cuando al decir de muchos expertos, la primera es más costosa que la segunda; constituye una burla que los medios masivos maquillan convirtiendo el hecho en algo histórico y singular, subrayó el PCC.

En opinión de esa agrupación política, la víspera Washington ratificó su dominio imperial sobre Colombia.

En una ceremonia en la Casa Blanca junto a su homólogo Juan Manuel Santos, Obama dio a conocer su decisión de destinar dicha suma para respaldar la venidera etapa posbélica en la nación suramericana, paquete que llamó Paz Colombia y el cual deberá incluirse en el presupuesto de 2017.

El compromiso monetario debería ser a largo plazo, pero su continuación dependerá del próximo inquilino de la Casa Blanca.

La otra infamia y expresión clara del dominio imperialista es la celebración de los 15 años del plan Colombia concebido y escrito en inglés, un plan contrainsurgente, distante de la supuesta estratagema de combatir el narcotráfico, manifestó el Partido Comunista desde su sitio Web.

Dicho acuerdo rubricado por Bogotá y Washington data de 1999, en momentos cuando Andrés Pastrana ocupaba la Presidencia de la Republica. Sumisos y obedientes estuvieron Santos y Pastrana ante la convocatoria ordenada por el gobernante de los Estados Unidos (para asistir al acto), insistió ese movimiento.

El PCC llamó a los colombianos a condenar el mencionado plan y sus variantes, a exigir soberanía nacional, dignidad y patriotismo, inspirados en los preceptos del respeto a la autodeterminación de los pueblos y el pensamiento bolivariano.

¿Para qué sirvió el Plan Colombia?: para la implementación de los desastrosos Tratados de Libre Comercio, para hundir las garras estadounidenses en territorio nacional, colocar aquí la plataforma para amenazar a hermanos país, entre ellos, nuestros vecinos (con siete bases norteamericanas), sirvió para abrir las fronteras a multinacionales y transnacionales, reprobó la organización.

Desde 2012 representantes gubernamentales y de las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) dialogan en Cuba con el objetivo de hallar una salida negociada a la larga guerra interna, que ha dejado como saldo unos 300 mil muertos.

En correspondencia con los adelantos hasta la fecha, tales pláticas podrían finalizar en los meses venideros con la firma de la paz. Resta instalar una mesa de concertación similar con el también guerrillero Ejército de Liberación Nacional. Estados Unidos ha ratificado su apoyo a las gestiones pacifistas y nombró a un enviado especial para las conversaciones en la capital cubana entre el Ejecutivo y las FARC-EP.


Plan Colombia: un balance a 15 años de su implementación
Oto Higuita / Resumen Latinoamericano / Prensa Rural / 05 de febrero de 2016 – 

El Plan Colombia, estrategia antinarcóticos y contrainsurgente, es presentado al mundo y al país como un éxito militar y político. Nada más falaz, si tenemos en cuenta el daño y tragedia causado a la población civil durante el conflicto armado de más de cinco décadas. 

En primer lugar, un balance sobre el Plan Colombia debe hacerse teniendo en cuenta no solo los intereses de los que lo diseñaron e implementaron, las élites en el poder en Colombia y los Estados Unidos, quienes hoy nos recuerdan sus éxitos; sino también los intereses y la voz de las víctimas de un largo conflicto armado que causó centenares de miles de asesinatos, desaparecidos, secuestrados, violados/as y millones de desplazados. 

Segundo, si bien el Plan Colombia se implementó en una primera fase como una estrategia para combatir el tráfico de drogas ilícitas y reducir el flujo y los cultivos de coca al 50% durante sus primeros 6 años (1999 – 2005); además de mejorar la seguridad retomando las áreas controladas por grupos armados ilegales; en el informe presentado por la Oficina de Contabilidad del Gobierno de Estados Unidos(GAO) al Presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Joe Biden en el 2008, se afirma que este objetivo no se cumplió, y que había que darle un nuevo impulso. [1]

Esta estrategia de guerra fue concebida durante los períodos presidenciales de Andrés Pastrana (1998-2002) y Bill Clinton (Estados Unidos 1997-2001), para poner fin a las amenazas a la democracia que plantea el tráfico de drogas y el terrorismo, según el Departamento de Estado de los Estados Unidos,restablecer el control del Estado y la legitimidad en áreas de importancia estratégica previamente dominadas por grupos armados ilegales, a través de un enfoque por fases que combina seguridad, lucha contra el narcotráfico, y las iniciativas de desarrollo económico y social. [2] Por eso hacer el balance sobre su impacto y resultados, no sólo debe tener en cuenta el inmenso costo del mismo, 10 billones de dólares, o el debilitamiento de la insurgencia de que hablan los estrategas que lo diseñaron; es fundamental contar, además, con la voz de las millones de víctimas que la guerra causó y donde el Plan Colombia fue determinante. [3]

Antecedentes del Plan Colombia 
Los antecedentes del Plan están en el cambio de la correlación de fuerzas entre insurgencia y Estado ocurrida a partir de la segunda mitad de los años 90. La presidencia de Andrés Pastrana (1998-2002) se dio en un contexto de of­­ensiva de las guerrillas de las FARC, que lo llevaron a iniciar los diálogos del Caguán durante su gobierno buscando ganar tiempo para diseñar el Plan Colombia, con la ayuda y asesoría de las agencias de inteligencia de los Estados Unidos.

Aquel momento de preocupación que se vivía entre las élites en el poder, lo registró así la prensa: “La segunda mitad de la década de los años 90 fue, tal vez, la más aciaga de las etapas que han padecido las Fuerzas Armadas de Colombia.

Se vivieron la tomas de Mitú, capital de Vaupés, que duró tres días en poder de las FARC, donde fueron asesinados 20 policías y secuestrados 81; la masacre de Puerres (Nariño), con 31 soldados asesinados en septiembre de 1996; de la vereda El Billar, Cartagena del Chairá (Caquetá), en marzo de 1998 con 64 soldados muertos, 19 heridos y 43 secuestrados, y la toma del cerro de Patascoy (Nariño) el 21 de diciembre de 1997, con 11 militares muertos y 18 secuestrados.” [4]

Ante esta delicada situación, las élites en el poder alcanzan un amplio consenso sobre la necesidad de reorganizar, fortalecer y pedir asesoría, entrenamiento y ayuda militar de los Estados Unidos para contener el avance de la guerrillera y buscar su derrota.

Para Pastrana y sus asesores del Pentágono, el objetivo principal con los diálogos era frenar el avance de la guerrilla, retomar el control de amplios territorios cambiando el balance de fuerzas, superando la desmoralización de las tropas.

De ahí el contenido contrainsurgente del Plan y la importancia de ganar tiempo, mientras se fortalecían y dotaban de más y mejores equipos de guerra las Fuerzas Armadas, que en adelante aparecerían ante la opinión y el país rejuvenecidas por una campaña publicitaria e ideológica permanente, lanzada a través de los grandes medios de comunicación y agencias de inteligencia, mostrándolas como los verdaderos héroes de la patria y las garantes de la seguridad de todos los colombianos.

Al tiempo que se utilizaba la misma campaña para lanzar una ofensiva publicitaria de desprestigio y guerra sucia contra la insurgencia, que generara en el imaginario público la idea de que aquellas guerrillas históricas, ahora eran unos simples narcoterroristas que habían perdido su norte político y la condición originaria de rebeldes en armas, contra un Estado opresor.

El ex presidente Pastrana mismo ha reconocido en innumerables ocasiones que el objetivo con los diálogos no era la paz con las guerrillas, sino el fortalecimiento de las Fuerzas Armadas y la recuperación del terreno perdido ante el avance sostenido y en progreso de éstas.

Para la guerrilla, los diálogos se rompieron por la falta de decisión y voluntad política del Estado y sus Fuerzas Armadas para contener el paramilitarismo que se expandía por el país. Pero habría que preguntarse si al Estado en aquel momento le convenía deshacerse de una aliado estratégico como el paramilitarismo, que llevó a cabo la misión de generar terror como ningún otro ejército podía hacerlo, en las bases y apoyos de la guerrilla (población civil).

De ahí el apoyo y asesoría por parte de las Fuerzas Armadas estatales al paramilitarismo, permitiéndole desarrollar las operaciones de guerra sucia y terrorismo contra la población. Que como se vio durante los años siguientes, sembró de muerte y desolación campos y ciudades. Sin duda, al conocer que su enemigo histórico en realidad se estaba preparando militarmente para enfrentarlas, a través de una estrategia integral contrainsurgente, pensar que los diálogos se iban a sostener era ingenuo.

La CIA, el Pentágono y el Departamento de Estado en el diseño del Plan Colombia
En un amplio artículo publicado por The Washington Post de diciembre del 2013, se explica y describe con detalle el papel de la CIA, el Pentágono, el Departamento de Estado y las agencias de inteligencia estadounidenses en la guerra en Colombia.

Allí se afirma, con base en entrevistas a altos funcionarios estadounidenses y colombianos, cómo a través de un programa de operación encubierta, la CIA ayudó a las Fuerzas Armadas colombianas a asesinar más de 20 comandantes de la guerrilla.

Los fondos de donde proviene la financiación de la operación encubierta,“ un multimillonario presupuesto para operaciones secretas [que]no hace parte del paquete de $ 9,000,000,000 de dólares de la mayoría de ayuda militar de EE.UU. del llamado Plan Colombia”. [5]

La operación encubierta consiste en proporcionar dos servicios esenciales: inteligencia en tiempo real que permite ubicar los líderes de las FARC y el ELN, y, a partir de 2006, una herramienta particularmente eficaz con la cual matarlos.

Una bomba convencional de 500 libras con un equipo de orientación con Sistema GPS de $ 30.000 dólares que la transforma en una bomba inteligente de alta precisión. Las bombas inteligentes, también llamadas munición guiada de precisión o PGM, son capaces de matar a una persona en la selva densa y tupida si su ubicación exacta puede ser determinada y las coordenadas programadas en el cerebro pequeño de la computadora de la bomba.

De esta forma, se afirma en el artículo, fueron asesinados altos mandos de la guerrilla como Raúl Reyes en el 2008, en Ecuador, hecho que desató un conflicto diplomático entre el gobierno de Álvaro Uribe y el de Rafael Correa; el Negro Acacio, Martín Caballero, y decenas de mandos medios y combatientes. Para asegurarse de que los militares colombianos no harían un mal uso de las bombas, los agentes de inteligencia “aparecieron con una solución novedosa.

La CIA mantendría el control de la clave cifrada insertada en la bomba, que descifraba las comunicaciones con los satélites GPS de tal forma que pudieran ser leídos por los ordenadores de la bomba.

La bomba no podía alcanzar su objetivo sin la clave. Los colombianos tendrían que pedir la aprobación para algunos objetivos, y si hacían mal uso de las bombas, la CIA podría negar la recepción de GPS para uso futuro.”

Sin embargo, el artículo del The Washington Post no suministra información del impacto de esa guerra fallida contra las drogas, de más de 40 años, que se inició desde los años 70 durante el gobierno de Richard Nixon contra la población campesina y civil; ni sobre los bombardeos indiscriminados y fumigaciones de cultivos de pan coger, que sigue empleando el ejército que fortalecieron con la ayuda, asesoría y entrenamiento militar, a través del Plan Colombia, causando terror sobre poblaciones que sufren por no tener otra alternativa de subsistencia que cultivos de coca, y de vivir en territorios en disputa militar.

Nadie duda de la participación e injerencia abierta y directa del gobierno de los Estados Unidos en el largo conflicto armado.

Los beneficios son mutuos: defender un aliado como Colombia para seguir con el TLC, la extracción de petróleo, carbón, oro, minerales estratégicos, adquisición de materias primas a bajo costo, asegurar la inversión de capitales extranjeros, mantener las siete bases militares en abierta violación a la soberanía y sin consulta previa a la ciudadanía, y buscar estabilizar y terminar con una guerra de guerrillas que no pudo derrotar, aunque sí cambiar la correlación de fuerzas y llegar a un consenso con sus aliados colombianos, para establecer unos diálogos de paz que pongan fin al conflicto armado.

En un país que aún no transita de la guerra a la paz, la reconciliación y normalización de la vida democrática, no hay mucho para celebrar, menos cuando sigue siendo una de las sociedades más desiguales del mundo, donde la brecha entre ricos y pobres en lugar de disminuir aumenta. [6]

En cambio el informe ¡Basta Ya! Colombia: Memorias de guerra y dignidad, del Centro Nacional de Memoria histórica, sí entrega cifras. Allí se indica que entre 1958 y el 2012 murieron 220.000 personas como consecuencia del conflicto armado, de los cuales 180.000 eran civiles; 25 mil fueron desaparecidos; 27 mil secuestrados; casi 6 millones desplazados de sus tierras y expropiados de sus bienes; y más de 5 mil fueron asesinados, mal llamados falsos positivos, [7] por las Fuerzas Armadas y reportados como guerrilleros caídos en combate. [8]

Si se tiene en cuenta los intereses políticos, económicos y militares de los autores del Plan, Estados Unidos y la élite dominante colombiana, éste arroja un resultado bastante positivo, a pesar de su prolongación en el tiempo, el elevado costo, y una guerrilla debilitada. Pero si se consideran los intereses de la población afectada, principalmente campesinos pobres, comunidades afro e indígenas y sectores urbanos empobrecidos y desplazados, el Plan Colombia significa una trágica y horrorosa experiencia una vez que sus derechos fueron vulnerados, perdieron sus seres queridos, sus tierras, sus bienes, además de haber soportado el sufrimiento y horror de la guerra.

Para lograr una verdadera reconciliación entre toda la familia colombiana, algo muy probable hoy, se requiere como condición que todos los que causaron, apoyaron y asesoraron la guerra asuman su responsabilidad histórica, contando la verdad de lo que pasó con las múltiples y sistemáticas violaciones de los derechos humanos, restituyendo el honor y dignidad a millones de víctimas de comunidades campesinas, afros, indígenas, trabajadores, estudiantes, profesores, intelectuales, sindicalistas, defensores de derechos humanos, reparando sus pérdidas materiales, devolviendo sus tierras, y comprometiéndose a nunca más permitir esta larga noche de horror.

Por eso los autores y estrategas del Plan Colombia, no podrán salir de más de cinco décadas de guerra en Colombia con las manos limpias, las tienen manchadas con la sangre de miles de ciudadanos colombianos inocentes. Un acuerdo de paz para que sea estable y duradero pasa por un compromiso serio con la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición. Celebremos cuando el fin de la guerra sea un hecho real y con ella culmine la larga noche de terror.

La reconciliación sea el camino que conduzca a una paz estable y duradera, y a la construcción de la justicia social.
[1] http://www.gao.gov/products/GAO-09-71 
[2] http://go.usa.gov/3AvWC 
[3] http://goo.gl/eeOWvJ
[4] http://goo.gl/eeOWvJ 
[5] http://goo.gl/uPvYwO 
[6] http://goo.gl/e3v2UM
[7] http://goo.gl/FPwORV [8] http://goo.gl/sjiYFC


Exigen la libertad del dirigente colombiano Huber Balleteros 
5 febrero 2016. 

La Campaña Nacional e Internacional “YO TE NOMBRO LIBERTAD” denuncia y hace públicas situaciones que violentan los derechos fundamentales de Huber Ballesteros Gómez, quien en calidad de prisionero político de conciencia se encuentra recluido en la Cárcel La picota de la ciudad de Bogotá.

El 25 de agosto del año 2013, la Fiscalía General de la Nación profirió orden de captura por los presuntos delitos de rebelión y financiación al terrorismo contra Huber de Jesús Ballesteros Gómez, quien al momento de su detención integraba la Comisión de Negociación del Paro Nacional Agrario y Popular, habiéndose reunido tres días antes de su detención, el 22 de agosto del año 2013, con el Presidente del Senado de la República y varios Representantes a la Cámara, con el propósito de generar escenarios de dialogo entre los campesinos y el gobierno nacional. El Paro Nacional Agrario de ese año, se convertiría en la movilización agraria más importante y con mayor contundencia en los últimos 30 años de la historia colombiana.

Huber es un destacado defensor de Derechos Humanos, dirigente agrario, sindical y político de oposición; dicho liderazgo se remonta a década de los 80’s, como integrante de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (ANUC), y a partir de allí, como líder agrario del Sindicato de Pequeños Agricultores del Departamento del Cauca – SIMPEAGRIC, y de la Federación Nacional Sindical Unitaria Agropecuaria (FENSUAGRO-CUT) donde ocupó diversos cargos directivos a partir del año de 1994. En el año de 1997, tras el asesinato del dirigente agrario Víctor Julio Garzón, asumió la secretaría general de esta organización social, y con posterioridad ocupó otros cargos como Vicepresidente y responsable de relaciones internacionales del Comité Ejecutivo Nacional[i], Siendo a su vez integrante del Comité Ejecutivo de la Central Unitaria de Trabajadores-CUT, vocero de la Mesa Nacional y Agropecuaria de Interlocución y Acuerdos-MIA y de la Junta Patriótica Nacional del Movimiento Político y Social Marcha Patriótica.

Desde que Huber fue privado de la libertad, han pasado 870 días (equivalentes a 29 meses) y su situación jurídica sigue sin resolverse. Son múltiples las circunstancias en las que se ha develado la intencionalidad política que hay detrás de un juicio que pretende adelantarse sobre la base de evidencia manipulada, falsos testimonios y la complicidad de jueces y fiscales.

A partir de la acusación en la que la Fiscalía señala que el dirigente supuestamente promovía y divulgaba el ideario de las FARC-EP, y que mantenía relación con altos mandos de dicha guerrilla, las supuestas pruebas bajo las cuales se ha realizado la imputación no hacen referencia a hechos concretos, lo que pone en evidencia como los señalamientos y la persecución contra los dirigentes agrarios y sociales sindicándolos del delito de rebelión, son características del procesamiento de defensoras y defensores de Derechos Humanos en Colombia.

Las irregularidades en torno al debido proceso han estado presentes durante el tránsito de la acusación. En múltiples ocasiones el derecho fundamental a ejercer una defensa adecuada a su favor ha sido violentado, pues ante la insistencia de tener tiempo suficiente para contar con los elementos debidos, el Juez de conocimiento no ha dudado en reprochar y señalar esta como una conducta dilatoria y tramposa por parte del acusado. Antecedidos por una acusación ambigua, los testimonios de Raúl Agudelo Medina alias “Olivo Saldaña” y de Jorge Didier Polanía Sánchez, ambos desmovilizados de la insurgencia, hacen parte de como las “pruebas reina” de la Fiscalía pese a que dichos testimonios carecen de veracidad. Sobre este aspecto, es importante señalar que en la actualidad se adelanta un proceso penal contra alias “Olivo Saldaña” por haber organizado junto con Luis Carlos Restrepo ex Alto Comisionado de Paz del Gobierno de Álvaro Uribe Vélez otras personas, la entrega de una supuesta estructura guerrillera de las FARC-EP que luego de años de litigio se comprobó que en realidad nunca existió y que por el contrario fue otro de los tantos montajes mediáticos que ocurrieron en ese oscuro periodo: El supuesto frente “Cacica La Gaitana” y que los dos hombres que acusan a Huber han estado involucrados en varios procesos contra otros dirigentes de FENSUAGRO en los que se ha comprobado la falsedad de sus testimonios, llevando finalmente a la absolución de los cargos imputados.

A partir de la información encontrada en los supuestos computadores pertenecientes a comandantes de la guerrilla como Alias Raúl Reyes e Iván Ríos, obtenidos en operaciones militares y cuyo acceso ha sido denegado en repetidas ocasiones a la defensa, argumentando para ello razones de seguridad nacional, se pretende sustentar las acusaciones que la misma Fiscalía ubica en presuntas conversaciones que abarcan hasta octubre del año 2011, dos años antes de producirse la detención; este material probatorio material probatorio (computadores) ha sido cuestionado por la Corte Suprema de Justicia y algunos Tribunales Superiores.

Resulta más que reprochable que Juez de conocimiento del proceso, Guillermo Sanabria Cruz, Juez Octavo Penal del Circuito Especializado de Bogotá haya validado las anteriores vulneraciones al principio de igualdad de armas y de legalidad de la prueba a cargo de la Fiscalía, sentando además, con ello, nuevas violaciones a los derechos de defensa y a un debido proceso.

Por otra parte, el papel de instituciones del Ministerio Público como la Defensoría del Pueblo y la Procuraduría General de la Nación, ha dejado la huella de actuaciones negligentes y mal intencionadas en desmedro de las garantías del dirigente político, quien al no contar con la posibilidad de ser asistido por un abogado de confianza, acudió desde finales del año 2014 a la posibilidad constitucional y legal de solicitar un defensor público. Hecho a partir del cual debió asumir la desidia y el desinterés de quien fue designado al interior de la entidad para atender su caso, ocasionando así un detrimento significativo a su derecho de contar con una defensa técnica y material adecuada.

Pese al vencimiento de términos procesales, y habiéndose realizado audiencia el día 4 de diciembre de 2015, la Jueza 4 con funciones de control de garantías, negó la solicitud de libertad cargando en contra de Huber, el tiempo en el que fue representado por la Defensoría, decisión que fue confirmada el pasado 25 de enero por el Tribunal Superior del Distrito Judicial. Y es que han sido múltiples las acciones adelantadas en el proceso penal ordinario, además del empleo de acciones constitucionales, siendo los resultados negativos en todas las oportunidades, tanto para obtener la recuperación de su libertad, como para intentar un procedimiento acorde con las garantías propias de un debido proceso. En fecha reciente, se instauró un recurso de Habeas Corpus, que fue nuevamente negado por el Tribunal.

Con todas y cada una de las precisiones que pueden hacerse, resulta evidente que nos encontramos frente a un auténtico caso de discriminación y persecución en virtud de una elección legítima y legal por el ejercicio de la defensa de los Derechos Humanos y la oposición política en Colombia. Huber Ballesteros ha sido sometido al igual que cientos de líderes y lideresas de diversos sectores sociales, a un proceso reiterado de negación de su libertad y de sus derechos fundamentales, por el hecho mismo de adelantar una lucha frontal contra la injusticia de un sistema que condena a las mayorías a la miseria y al desarraigo.

Por ello EXIGIMOS al gobierno del Presidente Juan Manuel Santos, la LIBERTAD INMEDIATA de HUBER BALLESTEROS GÓMEZ, como un gesto sincero de la decisión de poner fin a la persecución a los luchadores sociales en la intención de transitar hacia condiciones distintas que permitan cimentar las bases de una sociedad que renuncie a la represión violenta de las diferencias. De igual manera, INSTAMOS con urgencia a todas las instituciones y organismos encargados de la protección y promoción de los Derechos Humanos, a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas y a las organizaciones sociales en Colombia, a realizar una especial vigilancia a la Audiencia de solicitud de revocatoria de la medida de aseguramiento programada para este LUNES 8 DE FEBRERO, a mantener un constante acompañamiento al proceso penal que se adelanta en la actualidad en medio de notorias irregularidades y fundado en el interés de negarle a los sectores populares la oportunidad de contar con la libertad de uno de los dirigentes con mayor trayectoria y reconocimiento en el país.

Huber ha sido y seguirá siendo el ejemplo de nuevas generaciones de luchadores del Pueblo, los mismos que no descansaremos hasta verlo en libertad para continuar junto a él y junto a todos los prisioneros políticos, haciendo realidad el sueño de una Colombia distinta.

¡¡POR EL CESE DE LA CRIMINALIZACIÓN DE LA PROTESTA SOCIAL Y POPULAR!!

¡¡LIBERTAD INMEDIATA PARA HUBER BALLESTEROS Y LOS PRISIONEROS DEL MOVIMIENTO SOCIAL!!

¡¡NO MÁS FALSOS POSITIVOS JUDICIALES!! ​–
Consejo Patriótico Argentina Movimiento Político y Social Marcha Patriótica


Crece consenso por la paz consenso
La Habana, Cuba, sede de los Diálogos de paz,
2 de febrero 2016 Año de la paz

Al inicio de esta nueva jornada de trabajo por la Paz de Colombia en La Habana, manifestamos el beneplácito de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo (FARC-EP), por la disposición de los países miembros de la CELAC a integrar la Misión Política surgida de la Resolución 2261 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que llevará a cabo la veeduría y monitoreo del eventual Cese al Fuego y de Hostilidades, Bilateral y Definitivo, e igualmente, de la Dejación de las Armas, una vez sea firmado el respectivo acuerdo.

Al aceptar este servicio altruista y de humanidad que busca propiciar el fin de una prolongada guerra, reafirman las jefas y jefes de Estado y de Gobierno de América Latina y el Caribe, con ocasión de la IV Cumbre de la CELAC escenificada en Quito, que la terminación del conflicto en Colombia beneficiará a toda la región y reafirma los propósitos acordados en la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz.

De todo corazón, gracias Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños por su solidaridad con Colombia. Los pueblos de Nuestra América, y todos los pueblos del mundo tienen derecho a la paz; a la paz como derecho síntesis, condición fundamental para la concreción de todos los derechos humanos. Los pueblos, sí, los pueblos movilizados deben ser los protagonistas principales de la lucha justa por paz y vida digna.

En intercambios sostenidos en los últimos días entre la Delegación de Paz de las FARC-EP y un importante grupo de dirigentes de partidos de izquierda y progresistas de Colombia, y posteriormente con el ex alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, explicábamos que el detonante de la solidaridad mundial con la paz de Colombia, sin duda, tenía que ver con la concreción de nuevos acuerdos decisivos para la marcha del proceso relacionados con las Víctimas del Conflicto; Desescalamiento de la guerra; adopción del Sistema integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición; el entendimiento para la creación de la Comisión de Esclarecimiento de la Verdad, y de manera relevante, el acuerdo sobre Jurisdicción Especial para la Paz, que definitivamente contribuye a quitar de la senda obstáculos que parecían inamovibles, lo que ha hecho que la llama de la esperanza tremole con más fuerza en el corazón de quienes anhelan reconciliación.

Para que el proceso de paz alcance nuevas metas, se necesita que el pueblo de Colombia lo siga empujando hacia adelante, con más pasión, porque es ahora o nunca que tendremos paz con dignidad. Por eso, y pensando en la participación de la gente, plenamente convencidos de que la construcción de la paz es asunto de la sociedad en su conjunto que requiere la participación de todos, con los líderes de la izquierda y partidos progresistas hemos abierto el debate, al que invitamos a todo el país, sobre la urgencia de un acuerdo social y político por la paz y la Constituyente, así como los efectos desastrosos del cambio climático.

De manera especial agradecemos el inmenso apoyo al propósito de la paz, que han brindado con su presencia en la Habana y sus ideas, amigos de la reconciliación de Colombia como el Ex Director de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza, Ana isábel Prera, el sociólogo Argentino Atilio Borón, el expresidente de Uruguay Pepe Mujica y la senadora Lucía Topolansky.
DELEGACIÓN DE PAZ DE LAS FARC EP.


Camilo y el amor al prójimo 
por Revista Insurrección 

Primero llegó el Papa bueno, recordado como Juan XXIII, quien alzó la voz por la dignidad humana y convocó a todos a luchar por ella, incluidos los revolucionarios socialistas.

Así nació el diálogo entre cristianos y marxistas. Enseguida, surgió Camilo cargado de amor al prójimo, de una visión crítica nacida en las ciencias sociales, y de compromiso con la lucha por el poder para las mayorías empobrecidas y excluidas.

Aquí están las raíces de la opción por los pobres, la visión crítica, la lucha política y el compromiso radical, que años después dieron origen a la Teología de la liberación.

En esos años maravillosos, florecieron otras escuelas que también buscaron la emancipación, como la reivindicación afro descendiente hecha por Franz Fanon, la Pedagogía del oprimido, la Teoría de la dependencia y el resurgir de la literatura latinoamericana, donde el Realismo mágico del maestro García Márquez tiene un lugar destacado.

En respuesta, sobrevino la oscurana del capitalismo neoliberal y con ella, intentaron ahogar las luchas liberadoras e imponer un pensamiento único; el de ellos, la minoría dominante. Cuatro décadas después, “cesó la horrible noche” y una parte de los perseguidos de ayer, se convierten en los reivindicados de hoy.

Llegó el Papa Francisco y el 23 de mayo de 2015, colocó a Monseñor Romero como prototipo de Santo, a quien hay que aprenderle su entrega hasta la muerte a la causa de los pobres, la verdad, la paz y la justicia social.

El pasado 9 de julio, en charla con los movimientos sociales, en Santa Cruz, Bolivia, el Papa latinoamericano reiteró sus postulados liberadores: “Se está castigando a la tierra, a los pueblos y las personas de un modo casi salvaje (…) el capital se convierte en ídolo y dirige las opciones de los seres humanos (…) (en) un sistema que se ha hecho global”. 

“Poner la economía al servicio de los pueblos, unir nuestros pueblos en el camino de la paz y defender la Madre Tierra”. “La globalización que nace de los pueblos crece entre los pobres, debe sustituir esta globalización de la exclusión y la indiferencia”.

Lo que sigue es una lucha por el Buen Vivir para los pueblos del mundo, que pase la página de los desastres, que deja el modo de vida occidental capitalista; en medio de una Guerra mundial que se combate por partes, como lo denuncia el Papa Francisco.

Perennes siguen siendo, el “ver, juzgar, actuar”, empuñado por los cristianos liberadores; como vigente es su testimonio de compromiso y entrega hasta las últimas consecuencias, a la causa noble de las mayorías empobrecidas y excluidas.

Si Camilo, el Cura guerrillero, regresara hoy 50 años después de su partida en Patio Cemento, volvería a increpar a la minoría dominante, para que entregara el poder al pueblo y para que escogiera, por cuál vía lo haría.

Y si a Camilo le preguntaran por la ruta a seguir, no dudaría en afirmar, que la apropiada es la trazada en Bolivia, en julio pasado, por el Papa Bergoglio.

Como Camilo y el Papa Francisco, el sardo Antonio Gramsci, llama al compromiso con las mejores causas de la humanidad:

“Creo que vivir quiere decir tomar partido. Quien verdaderamente vive, no debe dejar de ser ciudadano y partisano.

La indiferencia y la abulia son parasitismo, son bellaquería, no vida. Por eso odio a los indiferentes”.


Organizaciones de la izquierda colombiana se reúnen con las FARC y plantean convocar a un acuerdo social y político por la paz 

Comunicado
La Habana Cuba 29 de enero de 2016.
Los abajo firmantes, dirigentes de los sectores democráticos y de izquierda, integrantes del Frente Amplio por la Paz, nos reunimos en la Habana, con la delegación de las Farc-Ep.

Durante la conversación se discutió la posibilidad de convocar a un acuerdo social y político por la paz y la constituyente, entre otros mecanismos de refrendación y sostenibilidad de la paz que se avecina.

Así mismo, instamos al Gobierno Nacional y a las Farc-Ep a conformar a la mayor brevedad la comisión para la creación del estatuto de la oposición y a que integren la misión encargada de la reforma electoral previstas en el punto dos (2) de los acuerdos de la Habana. La posibilidad de acabar con la guerra en Colombia hoy es una realidad.

El compromiso y la responsabilidad de construir un nuevo país en paz es de todas y todos los colombianos; es un momento histórico al que invitamos sin mas demoras a toda la sociedad colombiana.

Llegó la hora de la paz, de la unidad, de la reconciliación y de construir un país al alcance de los sueños de las próximas generaciones.

Iván Cepeda-Senador, Ángela M. Robledo-Representante a la Cámara, Alirio Uribe-Representante a la Cámara, Hollman Morris-Concejal, Jaime Caicedo-PCC, Andrés Gil-Marcha Patriótica, Gabriel Becerra-UP, Jorge Rojas-Colombia Vital y Javier Calderón-Marcha Patriótica.
Envío:ResumenLatinoamericano

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