24 de mayo de 2016

DICIEMBRE TRÁGICO: CONDENARON AL EX SECRETARIO DE SEGURIDAD Y A LA EX CUPULA DE LA POLICIA FEDERAL POR CRIMENES DEL 19 Y 20 DE DICIEMBRE DE 2001.

LA RESPONSABILIDAD DE LA SANGRE
Por Ailín Bullentini

Por primera vez se condenó a los responsables políticos por las consecuencias de una represión que ordenaron y debieron haber controlado: el secretario de Seguridad y la cúpula policial del 19 y 20 de diciembre de 2001 fueron sentenciados por las muertes y heridas provocadas



CONDENARON AL EX SECRETARIO DE SEGURIDAD Y A LA EX CUPULA DE LA POLICIA FEDERAL POR CRIMENES DEL 19 Y 20 DE DICIEMBRE DE 2001
Una represión con responsables políticos
Fue la primera sentencia condenatoria para funcionarios políticos por ordenar y no controlar un operativo represivo. Enrique Mathov, ex secretario de Seguridad de la Alianza, recibió cuatro años y nueve meses. Rubén Santos, ex jefe de la Policía Federal, cuatro años.
Por Ailín Bullentini

Los acusados en el momento de escuchar el fallo en la sala AMIA de los tribunales de Comodoro Py.Imagen: Joaquín Salguero
El ex secretario de Seguridad del Gobierno de Fernando De la Rúa, Enrique Mathov y la cúpula de la Policía Federal en aquellos años, Rubén Santos, Raúl Andreozzi y Norberto Gaudiero, se convirtieron ayer en los primeros funcionarios públicos de la historia argentina en ser condenados penalmente por las consecuencias de una represión que ordenaron, implementaron y debieron haber controlado. El Tribunal Oral Federal número 6 los halló culpables del “homicidio culposo” de Diego Lamagna, Gastón Riva y Carlos Almirón, tres de los cinco provocadas por el operativo policial que arrasó las calles del centro de la Ciudad de Buenos Aires el 20 de diciembre de 2001, y las “lesiones culposas” provocadas a unas decenas de sobrevivientes tras aquellos sucesos. Las condenas fueron bajas -entre tres y cinco años-, pero fueron reconocidas por los familiares de esas víctimas y sus abogados como históricas. Sin embargo, no fueron todos festejos en la sala AMIA de los Tribunales de Comodoro Py, ya que los jueces absolvieron a seis de los otros 13 policías acusados en el juicio: la mayoría estaba imputado por el asesinato de Alberto Márquez, quien falleció en la Avenida 9 de Julio de dos tiros en el pecho. A los efectivos sentenciados, los condenaron por “homicidio en agresión”

El presidente del tribunal, José Martínez Sobrino, y los vocales Rodrigo Giménez Uriburu y Javier Anzoategui se sentaron en el estrado apenas unos minutos después del horario que habían fijado para la tarea que tenían por delante: dar sentencia en la –por el momento– única causa que investigó las consecuencias criminales de la represión con la que Fernando De la Rúa se despidió de la presidencia el 20 de diciembre de 2001. Una sala repleta de sobrevivientes, amigos de las víctimas y varios integrantes del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), entre ellos su presidente, Horacio Verbitsky, tragó saliva y se dispuso a escuchar, con el peor de los pronósticos en la cabeza. “Por fin llegó el día. Nos hubiera gustado que llegara antes, porque pasaron 15 años, pero llegó y solo tengo en mi corazón que si no hay Justicia terrenal, espero y sé que habrá Justicia divina”, resumió Marta Almirón –su hijo, Carlos Almirón, falleció a sus 23 años de un tiro en el pecho– poco antes de ingresar al recinto audiencias.

Al momento de sus últimas palabras, Santos le dedicó una advertencia al tribunal: “Midan las consecuencias, los violentos y la inseguridad ganaron la calle”. Las primeras condenas no solo contradijeron el deseo del ex titular de la federal, sino que también revirtieron el presagio generalizado: una sentencia condenatoria para ex funcionarios políticos por su responsabilidad en el control de una represión, algo que nunca había pasado en la historia del país. “La condena, cercana a lo que pedíamos, se dio para los cuatro imputados. No hay antecedente similar”, remarcó Rodrigo Borda, abogado del CELS y querellante por los casos de Arena y Lamagna. Ningún funcionario político fue enjuiciado por las muertes de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, acribillados en una represión en la estación de Avellaneda en junio de 2002; por el asesinato del docente Carlos Fuentealba o por las víctimas fatales del ataque policial tras la toma del Parque Indoamericano, bastante más acá en el tiempo. “Con este fallo queda claro que la Policía no actuó como oveja descarriada de un gobierno que se preocupaba por lo que pasaba en la calles, sino que las muertes fueron las conclusiones de decisiones que ese gobierno tomó”, culminó Borda.
Algunos aplausos surgieron desde el público cuando Martínez Sobrino leyó “penalmente responsable” en referencia a Mathov. Lo culpó por las muertes de Lamagna, Almirón y Riva, y las lesiones ocasionadas a un puñado de heridos, y lo penó con cuatro años y nueve meses de prisión. La pena para Santos, quien entonces dirigía la Policía Federal, fue de cuatro años por el mismo delito. A Gaudiero, lo penaron con tres años y seis meses de prisión. Entonces, era titular de la Dirección General de Operaciones (DGO). A Andreozzi, jefe de la Superintendencia de la Federal al momento de la represión, lo condenaron a tres años de cárcel en suspenso. Los cuatro llegaron al juicio acusados de abuso de autoridad y violación de deberes de funcionario público. La fiscalía, representada en el debate oral por Mauricio Viera, Santiago Vismara, Mariano Domínguez y José Piombo, solicitó que se los condene por el homicidio culposo de las cinco víctimas fatales que cayeron entre la Plaza de Mayo y la 9 de Julio producto del operativo represivo de aquel 20 de diciembre, las lesiones culposas a 48 heridos, abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público. Los ex funcionarios públicos debían ordenar, implementar y controlar la represión que precedió la caída del gobierno de la Alianza: “Ninguno puede evadir esa función, aunque así lo pretendan de acuerdo a la escala jerárquica”, había planteado el Ministerio Público Fiscal durante su alegato. El TOF 6 tomó la calificación, pero no la cantidad de casos: solo los condenó por tres de las cinco muertes. El CELS y el abogado Rodolfo Yanzón, en una querella conjunta, los habían responsabilizado de “no prevenir las consecuencias nefastas de la represión que no solo no controlaron, sino que aplicaron e incrementaron aquel día”. Esa querella había pedido penas de cinco años para Santos y Mathov, y de cuatro años y algunos meses para Gaudiero y Andreozzi.

María Arena oyó el fallo desde una punta de la sala. También ubicada en primera fila. La acompañaron sus hijos, que eran pequeños cuando mataron a su papá, Gastón Riva. Lloraron con ella cuando oyeron las condenas y gritaron “presente” tras cada uno de los cinco apellidos mencionados ayer, cuando la lectura había culminado y los familiares de Márquez y Almirón protestaron las absoluciones de algunos de los imputados. Y, “a pesar de la pena” y de lo resuelto en los casos de Márquez, Almirón y Benedetto, celebró las condenas a la cúpula política. “No creo que alcance ni que termine de reparar y eso lo veo en los ojos de mis hijos, pero es importante que nos vayamos con sus condenas”, destacó. Karina Lamagna recordó aquello y por eso se enojó durante la lectura. “No es lo que esperábamos en cantidad de años, pero se temía lo peor, así que haber llegado a esta instancia, a un juicio con un secretario de gobierno imputado y a partir de hoy condenado es histórico y un pequeño triunfo”, reflexionó más tarde. El “pequeño” lo atribuyó a “lo que falta”: “Falta una condena a De la Rúa, una condena a los policías que fueron absueltos”.
En mayo de 2015, la Corte Suprema de Justicia confirmó el sobreseimiento de De la Rúa en la investigación sobre las muertes y los heridos de la represión que él había ordenado horas antes de renunciar a la presidencia. Borda planteó la posibilidad de que la sentencia de ayer permita avanzar en el análisis de la responsabilidad del ex presidente a nivel internacional, en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, donde lo denunciaron en noviembre pasado.



Tres mujeres
Maria Arena, la viuda de Gastón Riva, dijo al salir de la sala de audiencias: “Me siento muy triste a pesar de todos estos años, y a pesar de que la condena sea muy buena, es la máxima condena posible, pero a pesar de eso no alcanza y no termina de reparar, es lo que veo en los ojos de mis hijos”. A su lado estaba Karina Lamagna, la hermana de Diego Lamagna, se secó las lágrimas de la emoción y agregó que “se llegó a algo impensado, no es la condena que yo esperaba, así que vamos por más, por (Fernando) De la Rúa en primer lugar y por todos. Pero en parte es un triunfo”. Un rato más tarde, pasada la explosión de bronca que compartió con sus familiares, amigos y también con varios de los sobrevivientes que estaban escuchando la sentencia, Marta Pinedo, viuda de Alberto Márquez, se preguntaba indignada: “¿Qué son cuatro años? Nada, y los otros libres y sobreseídos. Los identificamos, presentamos de todo para condenar a (Orlando) Oliveiro y los otros, condenas para la cúpula y el ejecutor libre. Se esperaba lo contrario, salimos muy mal, él fue quien lo mató junto a los otros, tenían que estar presos. Había pruebas, videos, de todo. Vamos a seguir peleando y luchando”.



“Un mensaje oportuno”
Por Adriana Meyer

“Es la primera vez que son condenados los responsables políticos de una decisión represiva que enlutó al país, y a una pena muy cercana a la que habíamos pedido para el secretario de Seguridad Enrique Mathov y el jefe de Policía Rubén Santos, lo máximo posible en el contexto probatorio de este caso donde ellos condujeron la represión y crearon las condiciones para que los homicidios se produjeran era de cinco años, y les dieron cuatro y nueve meses. Por eso no puede decirse que éste sea un caso de impunidad”, fue la contudente definición de Horacio Verbitsky, presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels), organismo querellante en el juicio.

Cuando ingresaron los fotógrafos y camarógrafos a la sala de audiencia el grupo de policías de menor rango se tapó la cara. No así Santos y Mathov. “La actitud de ellos ha sido altiva y desafiante, de ninguna manera de arrepentimiento ni de vergüenza”, apuntó el periodista.

Sin embargo, Verbitsky destacó que lo que sí es vergonzoso es que “hayan pasado 15 años para condenar a los responsables de asesinatos cometidos el 19 y 20 de diciembre de 2001, ahí hay un tema de reforma estructural del sistema de justicia, del cual haría bien en ocuparse el presidente de la Corte Suprema en lugar de hablar de impunidad”.

¿Cuál es el mensaje hacia la política?, le preguntaron sobre la sentencia. “Es de suponer que de ahora en más los secretarios de seguridad y los jefes de policía lo van a pensar dos veces, es un mensaje especialmente oportuno con este nuevo gobierno que comenzó con balas a chicos de una murga, de lo cual al día de hoy no hay un sumario que explique nada sobre ese hecho”.

Y sobre la ausencia del ex presidente Fernando de la Rúa como acusado, Verbitsky ratificó que llevarán el caso “al sistema americano de protección de los derechos humanos” porque “el estado de sitio no es carta franca para hacer cualquier cosa, aquí se usó para hacer una represión alevosa disparando a matar a las personas y provocando la tragedia que ocurrió”.




La primera vez
Por Adriana Meyer


“Por primera vez en un caso de represión fueron condenadas algunas de las responsabilidades políticas de funcionarios del partido que gobernaba, pero nos ha sorprendido lo que pasó con la responsabilidad directa de lo que sucedió en la avenida 9 de julio, con las lesiones de (Paula) Simonetti y (Martín) Galli, y la muerte de Alberto Márquez, que absolvieron a Oliverio”, dijo a Página/12 Rodolfo Yanzón, abogado de varios de los heridos durante la masacre de diciembre de 2001.

Aunque con la cautela de quien aún no conoce los fundamentos, que recién serán dados a conocer el 4 de agosto, el letrado lamentó que el tribunal haya descartado la hipótesis de la querella y la fiscalía que acusó al grupo comandado Oliverio por homicidio con dolo directo. “No sé de qué manera sostienen que fue ‘homicidio en agresión’, que es una figura para peleas de bandas y donde la autoría no está clara, como si hubieran participado en una riña”, indicó. Ante este escenario, que desencadenó un fuerte repudio, impotencia y dolor entre los familiares y los sobrevivientes, Yanzón se inclinó por especular que para los magistrados no fue suficiente la prueba presentada. “Les quedó claro que el grupo agresor fue esa brigada de policías de Asuntos Internos, pero no compartieron nuestra visión de que fueron en forma concertada, para los jueces fue como una pelea”, respondió. Sin embargo, ratificó que “las filmaciones son muy claras, espero que los jueces no se hayan tirado contra los manifestantes y que no digan que hubo piedrazos y que eso provocó el accionar policial, como dijeron ellos (los acusados), que se vieron desbordados”. Todo indica que los jueces separaron los sucesos ocurridos en el Obelisco del operativo para desalojar la Plaza de Mayo.

El abogado de Galli y Simonetti, entre otras víctimas, coincidió en que la expectativa sobre la sentencia era inversa, es decir, que hubiera condenas para los responsables directos y fueran absueltos sus superiores y el funcionario político Mathov. “Hay una decisión clara: si hay represión como la que hubo el poder político va a pagar”.
Fuente:Pagina12




19 y 20 de diciembre Represión 2001: 

condenaron a cuatro años al exsecretario de Seguridad de la Alianza Así lo resolvió el Tribunal Federal Oral N° 6. Enrique Mathov cumplirá con cuatro años y nueve meses. También condenó al exjefe de la policía federal, Ruben Santos, a 4 años. Los fundamentos se conocerán en agosto.
Lunes 23 de mayo de 2016

Por la brutal represión sucedida el 19 y 20 de diciembre del 2001, el Tribunal Federal Oral N° 6 sentenció al exsecretario de Seguridad del gobierno de la Alianza Enrique Mathov a 4 años y 9 meses de cárcel. Mientras que al exjefe de la policía federal Ruben Santos le fue aplicada la pena de 4 años.

El juicio investigó las responsabilidades políticas por los cinco homicidios cometidos en el marco de la represión llevada a cabo por la policía el 19 y 20 de diciembre del 2001 en la ciudad de Buenos Aires, como así también la tentativa de homicidio de otras dos personas, que resultaron heridas de gravedad, consignó el medio Ámbito.com.

El principal responsable juzgado fue el entonces secretario de Seguridad del gobierno de la Alianza, Enrique Mathov, quien, al igual que todos los demás imputados, transitó el proceso en libertad.

El accionar de sus superiores, en cambio, no fue parte de este proceso dado que el ex presidente Fernando de la Rúa fue sobreseído y el entonces ministro del Interior, de quien dependía la Secretaría a cargo de Mathov, era el radical Ramón Mestre, quien falleció hace ya más de trece años, indicó el mismo medio. 



Las muertes en 2001 Verbitsky tras la sentencia por la represión: "Es la primera vez en democracia" '
'Aquí se usó una facultad prevista por la Constitución para ejecutar una masacre alevosa'', señaló Verbitsky ante los medios de prensa en la puerta de Comodoro Py, a poco de conocerse la sentencia.
Lunes 23 de mayo de 2016

La única autoridad política juzgada por la represión del diciembre del 2001, el entonces secretario de Seguridad, Enrique Mathov, fue condenado este lunes a 4 años y 9 meses de prisión por el asesinato de cinco personas y lesiones a más de un centenar en víspera de la renuncia del entonces presidente Fernando de la Rúa. 

El periodista y dirigente del CELS, un organismo que querelló en representación de los familiares de las víctimas en este juicio, afirmó que “es muy bueno” que después de 15 años se haya “hecho justicia”. 

De un total de 17 juzgados, el Tribunal Oral Federal 6 condenó también a la cúpula de la Policía Federal encabezada por los comisarios Rubén Santos, con 4 años de prisión, y al director general de Operaciones, Norberto Gaudiero, a 3 años y seis meses, por los mismos delitos. 

Por su parte, el ex superintendente de Seguridad Metropolitana, Raúl Andreotti, fue condenado a 3 años en suspenso, una pena sin aplicación efectiva, y al igual que los anteriores por el delito de "homicidio culposo", es decir sin que mediara intención o dolo. 

El veredicto, con nueve condenados y ocho absueltos, fue silbado por un sector de la vasta concurrencia que colmó esta tarde la Sala Amia de los Tribunales de Comodoro Py donde se dictó sentencia. El ex presidente Fernando de la Rúa ya había sido sobreseído por el juez federal Claudio Bonadio por entender que era ajeno a los hechos que ocurrían en la calle antes de huir de la Casa Rosada en helicóptero.
Fuente:DiarioRegistrado




Los muertos del 19/20 de diciembre de 2001


– ACOSTA, Graciela, 35 años. Militante de DDHH. Estaba con una amiga buscando a sus hijos. Se acercó a un supermercado frente al que unas mil personas reclamaban comida. Recibió dos impactos de bala, disparados rodilla en tierra por un policía al que su amiga vio perfectamente. Provincia: Santa Fe
– ALMIRÓN, Carlos “Petete”, 24 años Petete era militante de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) y de la Coord. de Desocupados 29 de Mayo. Recibió un disparo de la policía en el pecho en Av. 9 de Julio y Av. de Mayo cuando encabezaba una columna de manifestantes que intentaba volver a la Plaza de Mayo.
– ALVAREZ Villalba, Ricardo, 23 años Asesinado en Rosario, Santa Fe.
– ARAPI, Ramón Alberto, 22 años Estaba con amigos tomando tereré en el Barrio Nuevo de Corrientes. Entró al barrio una camioneta Ford F-100 bordó sin leyendas identificatorias y sin patente, con cinco hombres, cuatro con el uniforme de combate azul-celeste de la policía de Corrientes. Arapi trató de esconderse, pero dos de los policías lo corrieron y alcanzaron. Uno lo golpeó y le pegó un tiro que entró por el pecho y salió por la espalda.
– AREDES, Rubén, 24 años Fue asesinado por la Policía federal mientras participaba en un corte de calles en Ciudad Oculta, Ciudad de Buenos Aires. Recibió cuatro balas de plomo por la espalda.
– AVACA, Elvira, 46 años Recibió un escopetazo frente a un supermercado frente al que pasaba con su hija en Cipolletti, Río Negro. Recibió el disparo en la zona lumbar. El calibre de la bala es policial.
– AVILA, Diego, 24 años Asesinado en Villa Fiorito, Buenos Aires.
– BENEDETTO, Gustavo Ariel, 30 años Se encontraba en la esquina entre la Avenida de Mayo y Chacabuco, Ciudad de Bs. As., donde se estaba llevando a cabo una manifestación. Recibió un balazo en la cabeza que le provocó la muerte, disparado desde el interior del Banco HSBC, donde prestaba servicios como custodio privado el ex militar Varando, represor de La Tablada.
– CAMPOS, Walter, 17 años Estaba esperando cajas de comida junto a cientos de personas frente a un supermercado en Rosario (Sta Fe), cuando un tirador de elite de las TOE (Tropas de Operaciones Especiales) le disparó a la cabeza.
– CÁRDENAS, Jorge, 52 años Fue herido la noche del 19 en las escalinatas del Congreso de la Nación, y falleció varios meses después.
– DELGADO, Juan, 28 años Estaba con otras personas reclamando alimentos frente a un supermercado en Rosario, Santa Fe. Llegó un camión que aparentaba traer comida. Cuando los manifestantes se agolparon alrededor, de atrás aparecieron seis móviles policiales que dispararon contra la gente. Delgado fue herido con balas de goma cuando huía de la represión. Un policía lo tumbó de un cachiporrazo en las piernas, lo apuntó con su itaka, pero se había quedado sin carga, por lo que sacó la pistola y le disparó a menos de un metro de distancia.
– ENRIQUEZ, Víctor Ariel, 21 años Asesinado en Almirante Brown, Buenos Aires.
– FERNÁNDEZ, Luis Alberto, 27 años Vendía sandías frente a un supermercado en la provincia de Tucumán. Durante la represión a manifestantes, un gendarme le disparó a poca distancia en la cabeza. Murió dos días después.
– FERREIRA, Sergio Miguel, 20 años Baleado durante la pueblada del 19 y 20 de diciembre de 2001. Murió un año después a raíz de una complicación hepática desencadenada por el balazo en el hígado recibido cuando la policía cordobesa reprimió duramente un saqueo a un supermercado del barrio Villa El Libertador.
– FLORES, Julio Hernán, 15 años Asesinado en Merlo, Buenos Aires.
– GARCÍA, Yanina, 18 años Recibió un disparo en el abdomen cuando, desesperada por los ruidos de las balas, salió a la vereda a buscar a su pequeña hija. En Rosario, Santa Fe
– GRAMAJO, Roberto Agustín, 19 años Un grupo de jóvenes estaba siendo perseguido por la Policía, que les disparaba balas de goma, en Alte. Brown, Buenos Aires. A la corrida se tuvieron que sumar todos los que estaban en la calle, ya que la Policía disparaba a mansalva. Un vecino pudo observar que en una obra en construcción que está ubicada en diagonal a su ventana había dos policías escondidos en las columnas. Uno de los policías disparó con balas de goma para lograr la retirada de los jóvenes, mientras que el otro policía se quedó escondido en la tercera columna de la obra en construcción y sacó el arma reglamentaria y efectuó tres o cuatro disparos. Uno de los disparos atravesó la cabeza de Roberto, que iba de su casa a la de su tío.
– GUÍAS, Pablo Marcelo, 23 años Asesinado en San Francisco Solano, Buenos Aires
– ITURAIN, Romina, 15 años Asesinada durante la pueblada del 19 y 20 de diciembre, mientras estaba en su casa, adonde ingresó una bala policial disparada contra quienes protestaban frente a un supermercado en Paraná, Entre Ríos.
– LAMAGNA, Diego, 26 años Murió después de haber sido herido en el pecho con un perdigón de plomo. Según testigos, le dispararon policías de civil desde un auto particular en la Ciudad de Buenos Aires.
– LEGEMBRE, Cristian, 20 años Asesinado en Castelar, Buenos Aires
– LEPRATTI, Claudio “Pocho”, 35 años Militante comunitario. Estaba en la terraza de la escuela en la que colaboraba (era profesor de filosofía, y ayudaba como cocinero) cuando el móvil n° 2270 del Comando de Arroyo Seco se dirigía a reprimir un corte de calles de los vecinos del barrio. Los policías detuvieron el móvil y empezaron a disparar. Pocho gritaba que no lo hicieran porque había muchos chicos. Velásquez, el efectivo condenado a 14 años de prisión, dijo en la reconstrucción que disparó sin apuntar y que no sabía si tenía balas de goma o de plomo. El proyectil que lo mató ingresó por la garganta. Fue en Rosario, Santa Fe.
– MÁRQUEZ, Alberto, 57 años Durante la manifestación en la Ciudad de Buenos Aires, de una camioneta salieron civiles y uniformados que empezaron a disparar indiscriminadamente. Alberto Márquez recibió dos balazos en el tórax a consecuencia de los cuales murió. Uno de los autores es el comisario Oliverio, jefe de asuntos internos de la PFA, quien está detenido.
– MORENO, David Ernesto, 13 años Salió corriendo cuando la policía empezó a disparar contra los vecinos que se agolpaban frente a un supermercado en la provincia de Córdoba. La autopsia determinó que David fue herido con cinco proyectiles, algunos de goma y otros de plomo. De la nuca le extrajeron una posta de plomo que pertenecería a un cartucho disparado por una escopeta calibre 12/70 de la Policía. Los impactos en su cuerpo y en los de los otros heridos fueron por la espalda, por lo que se descarta que hayan sido lesionados por otras armas que las que disparaban los uniformados.
– PACINI, Miguel, 15 años Asesinado durante en la provincia de Sta Fe, recibió varios disparos en el cuello.
– PANIAGUA, Rosa Eloísa, 13 años Había ido con su familia a buscar comida en un supermercado en Paraná, Entre Ríos, porque el comisario del barrio había hecho correr la voz de que entregarían mercadería. Al llegar los esperaban policías y gendarmes. La bala entró por la parte superior de la cabeza y salió por la boca.
– PEDERNERA, Sergio, 16 años Baleado durante la pueblada del 19 y 20 de diciembre en la provincia de Córdoba. El menor se encontraba en la calle buscando comida para su familia en el marco de los reclamos masivos que se realizaron en supermercados, cuando recibió una bala policial en el tórax que le produjo una paraplejia. Un año después falleció en el hospital.
– PEREYRA, Rubén, 20 años Baleado por la policía cuando regresaba a su casilla llevando al hombro una caja con alimentos entregados en un supermercado. En Rosario, Sta Fe
– RAMÍREZ, Damián Vicente, 14 años Asesinado de un balazo en el cuello en la esquina de Maciel y Cristianía, Gregorio de Laferrere, Buenos Aires.
– RIOS, Sandra Asesinada durante la pueblada del 19 y 20 de diciembre. Sin datos.
– RIVA, Gastón Marcelo, 30 años Circulaba en moto por la Avenida de Mayo en la Ciudad de Buenos Aires, cuando recibió un disparo en el pecho proveniente de alguna de las armas de un grupo de cuatro policías que estaban disparando.
– RODRÍGUEZ, José Daniel Asesinado en Paraná, Entre Ríos.
– ROSALES, Mariela, 28 años Asesinada en Lomas de Zamora, Buenos Aires.
– SALAS, Ariel Maximiliano, 30 años Asesinado en la esquina de Maciel y Cristianía, Gregorio de Laferrere, Buenos Aires.
– SPINELLI, Carlos Manuel, 25 años Fusilado desde un Gol blanco durante la rebelión popular del 19 y 20 de diciembre. Sucedió en Pablo Nogués, Buenos Aires.
– TORRES, Juan Alberto, 21 años Sufrió una herida de arma de fuego en la zona abdominal. En Corrientes.
– VEGA, José, 19 años Asesinado en Moreno, Buenos Aires.
– VILLALBA, Ricardo, 16 años En Rosario, Sta Fe, recibió un tiro en un ojo cuando vecinos manifestaban pidiendo alimentos frente a un autoservicio. Murió el 23 de diciembre.
Fuente:LaVaca

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