20/05/2016
Paulo Pécora
Rinden homenaje a Raymundo Gleyzer a 40 años de su desaparición
EL PRÓXIMO VIERNES SE REALIZARÁ UNA PROYECCIÓN GRATUITA DE UNA VERSIÓN RESTAURADA DE SU FILME “LOS TRAIDORES” Y LA PRESENTACIÓN DEL LIBRO “COMPAÑERO RAYMUNDO”, ESCRITO POR LA PERIODISTA CYNTHIA SABAT Y SU VIUDA, JUANA SAPIRE.
El evento se realizará el 27 de mayo, elegido en la Argentina como el Día del Documentalista, a las 19, en la sala 3 del Cine Gaumont (Rivadavia 1635) con la presencia de las autoras del libro sobre Gleyzer, que destacaron en sus páginas su calidad técnica como director, su sensibilidad artística y sobre todo su lúcida mirada político-social sobre problemas que hoy siguen teniendo una dolorosa actualidad.
La vida y obra del autor de “La tierra quema” (1964) y “México, la revolución congelada” (1971), que estudió cine en la Escuela de Bellas Artes de La Plata y trabajó como cronista y camarógrafo en el noticiero Telenoche de Canal 13, luego de lo cual militó dentro del PRT-ERP y formó parte del colectivo Cine de la Base, están reflejadas en este nuevo libro que forma parte de la colección del Incaa “
Hasta la memoria siempre”, que incluye obras dedicadas a Jorge Cedrón, Gerardo Vallejo y Fernando Birri.
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Tras la presentación del libro y la proyección de “Los traidores” (1973), su emblemático filme sobre la corrupción y los crímenes mafiosos en el seno de la burocracia sindical argentina, los homenajes a Gleyzer continuarán el sábado 28, a las 19, en la Manzana de las Luces (Perú 272), el miércoles 1 de junio a las 19 en el Centro Cultural de la Cooperación (Corrientes 1543) y el viernes 3 a las 19 el Centro Cultural Haroldo Conti (Del Libertador 8151).
Según adelantó a Télam la periodista y poeta Cynthia Sabat, que también dirigió “Fuego eterno”, un mediometraje sobre Gleyzer, “este no es sólo un libro sobre cine, porque además de recopilar sus escritos, sus cartas, sus guiones, y reconstruir su vida y las circunstancias en las que produjo cada una de sus películas, me pareció importante contar las consecuencias del terrorismo de Estado en su familia, en sus amigos”.
-¿Por qué y cómo llegaste a involucrarte tan profundamente con el recuerdo de Raymundo?
-Cuando era adolescente me encontré con una película suya y quedé conmovida por su mirada. Naturalmente surgió preguntarme quién era el cineasta detrás de ese cine, cuál fue su vida, su historia.
El hecho de pensar en su desaparición es de por sí muy shockeante y uno no puede dejar de preguntarse “qué puede haber hecho ese hombre para que lo secuestren, lo torturen y lo desaparezcan”.
El proceso de mi investigación fue guiado por esa pregunta.
-¿Hasta qué punto fue tan necesario para que además te llevara a filmar una película sobre el tema?
-Ese mediometraje documental se convirtió en un filme catártico que me ayudó a terminar la segunda parte del libro, la más oscura: la de la desaparición y el exilio. La historia de Raymundo, su vida, su desaparición, me conmovieron y me despertaron curiosidad desde que vi sus películas. Pero además, siempre me preguntaba qué habrá pasado con su familia, con sus compañeros del Cine de la Base.
Todos los textos terminaban exponiendo los datos de su desaparición. Ahí se terminaba todo. Ahora hay una historia muy rica para contar: la del exilio de su familia y sus compañeros; la de su búsqueda desesperada; la del crecimiento de su mito y la de la justicia, a partir de los juicios por el centro clandestino de detención El Vesubio.
-¿Qué tipo de escritura pusiste en juego?
-Desde un principio, el libro se planteó como testimonial, de investigación. Pensamos en un libro que pueda leer y disfrutar cualquier persona, porque relata un puñado de vidas extraordinarias. Me preocupé por enmarcar cada película y cada hecho histórico en un contexto socio-político claro, para que lo puedan leer las nuevas generaciones así como también lectores de Latinoamérica y del mundo.
El libro se basa en entrevistas a Juana pero también a quienes conocieron a Raymundo y compartieron momentos importantes de su vida y de su hacer cine. Está escrito en una primera persona que es la de Juana pero a la vez también la mía.
-¿Cómo estructuraste el libro, en base a qué criterios?
-Las películas nos ofrecían un criterio para organizar los capítulos. Aprovechamos eso, hasta la desaparición de Raymundo. Después los capítulos tienen como eje la búsqueda de Raymundo y los esfuerzos denodados de sus amigos por su aparición con vida; la película “Las AAA son las tres armas”, filmada por sus compañeros en el exilio; la nueva vida de Juana y Diego en Perú y después en Nueva York, y el legado y los juicios.
-¿Cómo fue tu relación con Sapire y hasta qué punto te abrió las puertas de sus recuerdos?
La relación con Juana fue de mucha afinidad desde un principio. Ella venía pensando en escribir un libro, hasta que nos encontramos y tras dar su testimonio en el juicio por El Vesubio, en agosto de 2010, me propuso escribirlo juntas.
Pertenecemos a dos generaciones, por lo que fue realmente interesante confrontar las dos visiones sobre los hechos; la de ella, más testimonial, emocional, vivencial; la mía, más reflexiva, con la distancia de los hechos necesaria para poner en duda, para plantear puntos de vista que a ella no se le ocurrían. Fue una experiencia única que me transformó en alguien nuevo.
-¿Quién fue Raymundo y qué legado dejó para las nuevas generaciones de cineastas?
-Creo que Raymundo fue la quintaesencia de su tiempo. Encarnó todo aquello que significaba la revolución. Sucedió que él era un artista que sentía que la cámara era la extensión de su cuerpo, y que el cine era un arma para lograr la liberación. Fue un hombre comprometido e íntegro, y lo que lo distinguió fue su humanismo, su capacidad de liderazgo y su inagotable capacidad de trabajo.
-¿Cuál fue la dimensión política de Raymundo y qué actualidad tiene su pensamiento?
-Raymundo fue miembro del PRT-ERP en una época en la que la Revolución socialista parecía al alcance de la mano y donde la Revolución cubana era el espejo en el que se miraba toda América Latina. Con el advenimiento del tercer peronismo, el PRT continuó con su militancia anticapitalista, antimilitarista, y antiburguesa.
Y Raymundo no solamente no dejó de hacer cine, sino que filmó 'Los traidores', que pone en la mira a la burocracia sindical, íntimamente ligada al peronismo. Esa película lo puso en peligro a él y a todos los que trabajaron en ella. Pero nos dejó uno de los testimonios más contundentes de su época.
Fuente:Telam
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