26 de junio de 2016

NOTICIAS DE ROSARIO y LA PROVINCIA.

LA VIGIL: UNA FORMA DE RECONSTRUIR COLECTIVAMENTE UNA HISTORIA DE RESISTENCIA
Todo está guardado en la memoria
La comisión directiva de la Biblioteca Popular Constancia C. Vigil lanzó una campaña para recuperar el material publicado antes de la intervención militar de 1977 y desperdigado en la ciudad y la región. Rifas, afiches, libros, todo suma.
Por Martín Stoianovich
La histórica biblioteca de Tablada, hoy recuperada, va por el rescate de sus primeros años.
Cuando se ingresa a la Biblioteca Popular Constancio C. Vigil por la entrada de Gaboto 450, hay que atravesar una serie de pasillos que, con carteles que sirven como guía, conducen al espacio donde se amontonan los libros. Ahí es donde hay lugar para seguir acumulando historias. Después de la intervención militar durante la última dictadura, en febrero de 1977, y sobre todo desde su reapertura en 2013, los y las integrantes de la Vigil encarnaron un nuevo proceso de construcción de uno de los espacios más emblemáticos del barrio Tablada y también de la ciudad. Un proceso que es la continuación de un legado histórico que no pudo terminar la dictadura ni los períodos de vaciamiento político, económico, social y cultural que le continuaron. Por estos días, desde la Comisión Directiva lanzaron una campaña para recuperar y reconstruir el archivo histórico de La Vigil que a lo largo de los años se fue desparramando por la geografía local y regional.

"Todo está guardado en la memoria", dicen desde las redes sociales para promover la recolección de todo tipo de material que haya sido producido y publicado por la institución. Desde talonarios de rifas, afiches, carnets de socios, volantes, hasta los propios libros y demás publicaciones de la Editorial Biblioteca. Los que quedaron hacia el interior de las familias, los que circulan por ferias o librerías de usados, y también los libros que la dictadura pretendió desterrar. Como El fusilamiento de Penina, libro del rosarino Aldo Oliva, del cual en la dictadura se destruyeron más de cinco mil ejemplares. En 2003, revisando los rincones de su casa, un ex integrante de la Comisión Directiva, encontró un ejemplar sobreviviente. Ni siquiera el propio Oliva había guardado uno. En agosto del año pasado la Editorial Biblioteca lo relanzó y materializó así el sueño de seguir creciendo.

Iván Cótica es uno de los tres bibliotecarios que tiene hoy La Vigil y también integrante de la Comisión Directiva. Mediando mates entre libros que sobresalen por distintos rincones, cada vez que se refiere a los años previos y luego de la intervención militar habla de "aquella época". No la vivió, ni tampoco alguno de los integrantes de la actual Comisión. 

Pero hay una continuación que hace que cada uno y cada una que hoy cumple una función pase a formar parte de la misma historia. "Estamos obligados a hacerlo", dice Iván respecto de la recuperación de lo que llaman el Archivo Vigil. Pero no es una obligación sujeta a los estándares de un trabajo formal. Es, por lo que se palpa en el diálogo y el cruce de ideas, una convicción que responde al sentido de pertenencia. "Como institución sabíamos que es algo que queremos hacer", agrega y dice que el objetivo es "difundir la información y la historia de la Biblioteca".

"Uno de los objetivos principales que tuvo la intervención militar, más allá del robo y el saqueo, fue hacer desaparecer y borrar a la Biblioteca de la historia", cuenta. Acaso el objetivo de cada intervención militar en "aquella época". "El ataque fue principalmente contra la institución, por eso es importante recuperar su historia", suma. También, parte de esa misma historia son las desapariciones de personas vinculadas a La Vigil que dejó en la dictadura la patota del comandante de Gendarmería Agustín Feced. Ocho integrantes de la Comisión Directiva fueron desaparecidos y torturados por más de seis meses en 1977. 

También los socios, como aquellos veinticinco que hoy continúan desaparecidos.

La idea de recuperar el archivo surge en 2013, cuando una socia, archivista de profesión, hizo la propuesta presentando un proyecto a la Comisión Directiva. Una vez aceptado se puso en marcha y de a poco comenzó a tomar forma.

Por el momento están en etapa de recolección de material. Primero el archivo documental como folletos, rifas, carnets, volantes, afiches, fotos de la comunidad en cualquiera de los espacios del edificio. La invitación a la ciudadanía consiste en donar el material o, en caso de pretender conservarlo, acercarlo a La Vigil para que se haga una copia digital. Luego viene la tarea más compleja de recuperación de libros y material publicado. Desde la puesta en marcha de la Editorial Biblioteca en 1966 se publicaron 92 libros, muchos de ellos reunidos en distintas colecciones.

Iván calcula que faltan unos diez libros de ese total. Algunos, como el que cuenta la historia del anarquista catalán Joaquín Penina, fueron desaparecidos por la dictadura militar. Otros, como los infantiles, Iván cuenta que fueron quedándose en el interior de cada familia. Suponen que también pudieron dejar de existir por su propio uso y paso de mano en mano. "Se rompían rápido, como eran de grandes tiradas, el material no era de la mejor calidad. 

Se privilegiaba que llegue a todos y sea barato", cuenta. Esto también nutre la esperanza de saber que de los miles de libros que salían para niños y niñas, algunos podrán volver algún día.

La recuperación del archivo lleva implícita otra tarea: recuperar también los lazos sociales hacia el barrio Tablada primero, y luego el resto de la ciudad. Porque aquellos lazos también fueron castigados por la dictadura. Por eso la apertura de la campaña. Lo explica Iván: "Decidimos ampliar la búsqueda a los socios y el público en general, para que la comunidad colabore con la creación y organización del archivo". Pero también a través de otras actividades, como las clásicas rifas que forman parte de la historia de La Vigil. En sus principios, las rifas pagadas en cuotas mensuales con sorteos llegando a fin de año, fueron una forma de juntar fondos pero con el paso de los años su crecimiento se consolidó, tal como explica Iván, como "un motor financiero". Hoy sigue funcionando, para no socios y socios que pueden optar por la rifa independientemente del pago de la cuota de la Biblioteca.

Seguir fortaleciendo la relación de La Vigil con Tablada es un desafío atravesado por la realidad del barrio que fue reconfigurándose en los últimos años, como consecuencia del vaciamiento social, cultural y económico con el que el neoliberalismo atacó a los sectores populares. Iván habla de la diferencia del barrio en "aquella época" con la actualidad. 

"Durante los sesenta, los setenta, el barrio en general era más humilde. Ahora aumentó el nivel socioeconómico en algunos sectores pero se segmentó más", cuenta. El desafío está en continuar profundizando los lazos con la parte más próxima del barrio, quizás la más emparentada con La Vigil, pero también con los rosarinos de las callecitas y pasillos de Tablada que van modificando la fisonomía del barrio hacia el lado del río y la histórica Villa Manuelita. "Queremos llegar a gente que más lo necesita", dice Iván. Talleres, cursos, y actividades salen de esta Biblioteca Popular como herramientas para otra recuperación importante: la identidad de los vecinos y las vecinas, parte fundamental de una historia que sigue en movimiento.



UN JOVEN QUE FUE APARTADO DE SUS PADRES, VICTIMAS DEL TERRORISMO DEL ESTADO
Tras la verdadera historia de José LuisPor Juan Carlos Tizziani
En 2009, un estudio genético reveló que José Luis es el hijo biológico de Rubén Maulín y Luisa Pratto, dos sobrevivientes del terrorismo de Estado. Esta semana, un tribunal federal pudo establecer fehacientemente que fue apartado de sus padres.

Desde Santa Fe.
José Luis hoy. Había nacido el sanatorio Reconquista, el 26 de marzo del año 1977.
Imagen: Eduardo Seval
El certificado dice que nació el 26 de marzo de 1977, a las 10.30, que se llama José Luis Segretín y es hijo de Luis Angel Segretín y de Cecilia Ramona Góngora. La partida es del 6 de abril de 1977 y testimonia que Góngora se presentó ante la oficina del Registro Civil de Reconquista con el certificado de la médica Elsa Nasatsky y lo anotó como hijo propio y de su esposo. En 2009, el estudio genético reveló que José Luis es el hijo biológico de Rubén Maulín y Luisa Pratto, dos sobrevivientes del terrorismo de Estado. Así se descubrió que los papeles eran falsos. El viernes, ante el Tribunal Oral de Santa Fe, Góngora y Nasatsky reconocieron sus firmas al pie de esos documentos truchos en un juicio que investiga el operativo que borró la identidad del recién nacido y lo privó de "vivir con su familia legítima", "de todos sus derechos" y "de su libertad", según la acusación del Ministerio Publico. Las dos se arrepintieron de las viejas firmas. Góngora descargó la culpa en su marido que falleció hace 30 años, en 1986. "Fue el error más grande de mi vida, no voy a aceptar otro porque no lo tengo", le dijo a los jueces. Y Nasatsky se escudó en un extenso relato de desmemoria y conjeturas, que cerró con lágrimas: "Este juicio me arruinó la vida".

El tercer imputado era el ex jefe del centro clandestino que operó en las III Brigada Aérea, Danilo Sambuelli, que falleció a fines de 2014, cuando cumplía una condena a 21 años de prisión por secuestros, torturas y la "violación agravada" de Griselda Pratto, la tía de José Luis.

El debate arrancó con la lectura de las acusaciones y al día siguiente, las dos imputadas ampliaron sus indagatorias. Góngora rompió un silencio de años porque en el trámite de la causa se había negado a declarar y hasta aceptó preguntas del fiscal Martín Suárez Faisal y de los abogados querellantes Lucila Puyol y Guillermo Munné. Nasatsky fue más selectiva, habló ella, le respondió a los jueces José María Escobar Cello, María Ivón Vella y Luciano Lauría y a su defensor Roberto Busser, pero no a la Fiscalía y la querella.

José Luis nació en el sanatorio Reconquista, el 26 de marzo de 1977. Góngora dijo que ella no estaba en la ciudad porque casi un mes antes se había peleado con su esposo. "El intentó matarme", contó. Así que tomó su documento y se volvió a Buenos Aires, a la casa paterna. Su padre era empleado civil de la Fuerza Aérea, al servicio de los jefes que se sucedieron en la Brigada Aérea de El Palomar, entre ellos el ex dictador Basilio Lami Dozo.
Góngora dijo que después del nacimiento, Segretín llamó al padre de ella y la convenció para que volviera a Reconquista a cuidar al bebé. El 6 de abril, el marido le pidió que lo inscribiera en el Registro Civil. "Poné tu documento y el mío y anótalo". Ella lo hizo y firmó la partida como si José Luis fuera hijo del matrimonio.

-¿Por qué lo inscribió usted? -le preguntó Escobar Cello.
-No pregunté. Fui yo y firmé. Cuando volví me di cuenta que hice mal, pero me tenía que callar la boca porque hoy no estaría acá ûrespondió.

Más adelante, la jueza Vella volvió a preguntar sobre este punto, pero Góngora ofreció dos versiones. Primero dijo que Segretín le había dado un sobre de una empresa de colectivos "con el certificado de nacido vivo" que firmó Nasatsky. "Me trajo el sobre y se fue a trabajar" a la Terminal de Reconquista, donde era boletero. Y unos minutos después -ante otra pregunta del fiscal- dijo que no había abierto el sobre.

-¿Qué instrucción recibió?
-Me dijo: "Andate al Registro Civil, poné tu documento y el mío y anótalo".

-¿Usted llevó la libreta de casamiento?
-No.

Escobar Cello pidió que le exhibieran la partida de nacimiento de José Luis que ella había firmado. "¿Reconoce su firma?"
-Sí -contestó Góngora.

-¿Esa documentación que figura allí (el certificado de la vacuna BCG y el análisis de grupo sanguíneo) los llevó usted?
-No miré ese papel- se defendió la mujer.

El fiscal le recordó que antes, ante la pregunta de la jueza Vella, había dicho que adentro del sobre estaba el "certificado de nacido vivo" que firmó Nasatsky. Ahí saltó el defensor oficial Martín Gesino. "Ella no entregó el papel (en el Registro Civil), entregó el sobre".

-Sí le entregué el sobre ûabundó Góngora. El fiscal se fue de la audiencia seguro de que la imputada conocía el contenido de ese sobre.

En varios pasajes de la indagatoria, Góngora descargó el enojo en su marido, a quien llamó "alcoholico". "Me engañó, me mintió. También la médica", dijo. Insistió que en esa pelea que derivó en el escape a Buenos Aires, en febrero de 1977, Segretín había "intentado matarla, me puso un cinto en el cuello". Y con el tiempo, se dio cuenta de otras "porquerías". "Si yo lo hubiera denunciado, no estaría acá en este momento".

Nasatsky se escudó en la desmemoria. Dijo que no se acordaba del caso, así que se ubicó fuera de la escena y comenzó a conjeturar sobre el deber ser. Nunca explicó cómo ocurrieron los hechos, aunque si desmintió las versiones de Luisa y Griselda Pratto.

"¿Quién se llevó el bebé?", se preguntó la médica. "Luisa dice que lo llevé yo, eso no es cierto". Y especuló que al niño lo habría sacado Segretín del sanatorio. "Nunca se podían ir del sanatorio la madre sin el hijo, se iban juntos".
-Le tengo que preguntar cómo lo sabe. ¿Son conjeturas? ûle planteó Escobar Cello.
-Si- respondió Nasatsky.

Fue allí cuando el presidente del Tribunal pidió que le exhibieran el certificado de nacido vivo de José Luis. "Si, esa es mi firma", admitió.

Le preguntaron cómo había certificado el nombre de los padres, si había pedido los documentos de identidad. Un rato antes, Góngora había dicho que ella no estaba en Reconquista y se había llevado su DNI. "¿De dónde sacaba la información?", insistió el juez.

-Preguntábamos, salía del interrogatorio que se hacía -respondió Nasatsky. "La madre se habrá registrado como Cecilia Góngora de Segretín, ese el nombre que le dio a la enfermera", dijo. Y se victimizó. "Se me hizo un juicio que arruinó mi vida. Nunca más atendí un parto, dejé de atender en el sanatorio, no pisé él sanatorio desde ese momento (cuando comenzó la investigación judicial). Esta gente me arruinó la vida".
Fuente:Rosario12






 26.06.2016
Las importaciones golpean a la Cristalería San Carlos y su producción bajó un 30%
La apertura del mercado y los excedentes de China y Brasil afectan a la industria nacional. Ingresan productos similares con precios 50% menores. Reclamos al gobierno nacional.


 "Hemos detectado declaraciones de copas que estaban entrando por un centavo de dólar", afirmó Ricardo Gaminara, gerente general de la Cristalería San Carlos. Única en su tipo en Latinoamérica, por los productos que elabora y el trabajo artesanal que realiza, se sumó al grupo de industrias preocupadas que están siendo perjudicadas por la apertura de las importaciones.
Desde la fábrica señalan que la capacidad de competir en este contexto económico es casi nula. Los incrementos registrados en los costos de producción, más el ingreso de productos provenientes de países con excedentes de productos, como Brasil y China, golpean al sector. Desde diciembre, la empresa sancarlina disminuyó su producción un 30 por ciento, realiza un sistema de rotación entre sus empleados y no renueva los puestos vacantes por retiro y jubilaciones. La empresa, que llegó a tener 250 operarios, hoy tiene 108 empleados.

"Solicitamos el sistema de licencias no automáticas para que todo lo que ingresa sea controlado"
Desde la gerencia expresaron el deseo de solucionar este tipo de dificultades que afecta tanto a la industria como a los trabajadores. Piden la implementación de las licencias no automáticas en el proceso de importación y el fortalecimiento de la producción nacional. 

Ante este escenario, no renuncian a agudizar el ingenio pero anticipan: "Si había alguna inversión para hacer queda en stand by".
El referente de la Cristalería planteó dos aspectos. Por un lado, el tipo de cambio estancado frente al incremento que tuvieron los costos de producción locales y, por el otro, las asimetrías con diferentes países. Gaminara describió: "32 años atrás, la relación del mercado brasileño del Cristal era siete veces a uno con respecto al argentino. Hoy, ese mismo mercado creció hasta 29 veces. La crisis de Brasil provoca que cualquier sobrante en la producción se vuelque a la exportación". En este sentido, explicó: "Significa que con un día de producción de todo el sistema brasileño de cristal, en Argentina cubren 29 días de trabajo".

Las diferencias con el país asiático son aún más sorprendentes, ya que el desequilibrio en la producción entre China y Argentina asciende a 57 veces contra uno. "Es decir, un día de producción de China significa casi dos meses de trabajo nuestro", resaltó Gaminara y remató: "Cuando abren las compuertas de la aduana de Argentina, llegan todos los sobrantes".
El empresario indicó que esta situación empezó a vislumbrarse desde finales de noviembre del año pasado, con las elecciones presidenciales definidas. "Esto comenzó cuando se sabía que la visión de la economía iba a pasar más por este segmento y no por el otro", aseguró.

"Tenemos un plan de contingencia, de continuar tendremos que bajar la producción un 50%"
La particularidad está dada también por los tipos de productos que ingresan, que en su gran mayoría son de consumo masivo: son réplicas, pero más económicas. "La mercadería que ingresa no es cara o costosa. Porque en eso sí nosotros tenemos ventaja comparativa. Siempre lo que entra es lo más barato y eso expone a una industria pequeña nacional, en vías de desarrollo o desarrollada, contra grandes producciones masificadas y baratas. Si hoy usted compra algo chino no tendrá garantía pero es tan barato que la gente lo compra igual", sostuvo.

Acompañadas por otras empresas del rubro, reclaman al gobierno nacional que vuelva a implementar medidas para controlar las importaciones. "Solicitamos que vuelvan a mantener el sistema de licencias no automáticas. Para que todo ingreso sea controlado", señaló el referente de la Cristalería San Carlos, y recordó que sería importante analizar qué productos se fabrican en el país,cuáles no se fabrican, y si no se realizan "que se les dé la posibilidad a la industria argentina de fabricarlo". Ricardo Gaminara afirmó: "Es un modo de defender la industria y las pyme".

El gerente general de la emblemática industria sancarlina aseguró que han detectado declaraciones de copas que estaban entrando por un centavo de dólar. Desde el sector pidieron por controlar no solamente los precios específicos de cada producto, sino de revisar el kilaje de la mercadería. De esa forma, se deberían pagar impuestos en relación a la cantidad de kilos de vidrio o cristal ingresado.
La actual situación no se limita al análisis o simplemente a catarsis. Este contexto provoca que se modifiquen proyectos o que se reformen las estrategias del empresariado. "Hay que ver la política final que se quiere instrumentar y dónde quiere llegar el gobierno. No está claro el proyecto final que tienen. Es bastante incierto. Entonces, uno trata de aplicar la mayor mesura posible. Si había alguna inversión para hacer, la misma queda en stand by. Es difícil armar una estructura o mantener una estrategia cuando el mercado va cayendo. Hay que agudizar el ingenio y tener un buen convencimiento para salir fortalecido".

Menos producción y trabajo
A inicios de los años 90, en el país se contabilizaba un total de nueve cristalerías similares a la arraigada en San Carlos. Hoy solamente queda una, y se encuentra en la provincia de Santa Fe. "Quedamos solo nosotros", confiesa Ricardo Gaminara.
De continuar este escenario, no descartan disminuir su producción a un 50%. "Desde diciembre disminuimos la producción en alrededor de un 30, 35 por ciento. Ahora tenemos un plan de contingencia. Si sigue empeorando tendremos que bajar casi hasta el 50 por ciento para mantener la estructura de la empresa", advirtió.

Sobre el plantel de empleados que tiene la Cristalería, su gerente general detalló: "Nosotros tenemos un sistema de rotación implementado. Se van perdiendo días de trabajo. Se ha reducido la planta, sobre todo los trabajos no relevantes. A su vez, el personal que se va retirando no se está reponiendo".



26.06.2016
EN ASAMBLEA EXTRAORDINARIA DE ASOCIADOS
El miércoles 29 deciden el futuro de SanCor
La oferta se trataría del pago de 100 millones de dólares por la manufactura de yogures, flanes y postres, más dos plantas de producción en Arenaza y Córdoba, así como la transferencia de todas las marcas vinculadas al Negocio SanCor Frescos y todos los derechos de propiedad intelectual sobre dichas marcas.
El miércoles 29 deciden el futuro de SanCor
 El próximo miércoles 29 se llevará a cabo la asamblea extraordinaria de asociados que convocó el Consejo de Administración de SanCor Cooperativas Unidas Limitada en la que se definirá el futuro de esa firma ya que tratarán el traspaso -total o parcial- del área productos frescos a otra empresa, informaron desde dicha cooperativa.

Si bien los voceros de SanCor no dieron mayores precisiones de las transacciones comerciales ni de las medidas que tomaron o piensan tomar por el estado de crisis que vive la firma -como trascendidos que indicaban el inicio del ofrecimiento de retiros voluntarios para los empleados- sí se difundió oficialmente el orden del día para la asamblea citada para las 9 en su casa central de Sunchales, departamento Castellanos, a 145 Km. de la capital santafesina.

En la agenda se expresa que, más allá de los puntos formales, son dos los ejes de la Asamblea: la "ratificación de la constitución por parte de SanCor de la sociedad "Alimentos Refrigerados S.A." ("ARSA") para desarrollar el negocio de frescos".

"Consideración de la transferencia a ARSA de las marcas vinculadas al negocio de frescos, de las unidades operacionales industriales de Arenaza y Córdoba y de los derechos y activos correspondientes al negocio de frescos", especificaron.

El segundo punto es la "Consideración de las relaciones comerciales de suministro, distribución, comercialización y administración a entablar con ARSA para el desarrollo del negocio de FRESCOS".
También tratarán la "Consideración de la transferencia del noventa por ciento (90%) de las acciones representativas del capital social de ARSA, el precio y los términos y condiciones de transferencia".

El programa detalla que también será tema de la reunión la "ratificación de las resoluciones adoptadas por el Consejo de Administración y de los documentos suscriptos por el Presidente, Secretario y/o los apoderados de SanCor, vinculados a la transacción, hasta el día de la fecha".

Finalmente, agregan que se votará la "Delegación en el Consejo de Administración y/o apoderados de la Cooperativa para que negocien las cláusulas contractuales, los términos y condiciones para la transacción y para realizar todos aquellos actos y suscribir los documentos necesarios para implementar la transacción".

De esta manera queda claro que tratarán una nueva oferta luego haberse rechazado otras opciones y que de acuerdo a lo trascendido desde fuentes cooperativas, se trata del pago de 100 millones de dólares por la manufactura de yogures, flanes y postres, más dos plantas de producción en Arenaza y Córdoba, así como la transferencia de todas las marcas vinculadas al Negocio SanCor Frescos y todos los derechos de propiedad intelectual sobre dichas marcas.

Esa oferta afirman que podría contemplar la transferencia del personal afectado al Negocio SanCor Frescos hasta un máximo de 500 personas.

Además, el acuerdo podría contemplar una opción a favor de SanCor de recomprar la empresa al Comprador, en un valor y plazo a acordar.

De aprobarse la transferencia, ésta involucra la prestación por parte de SanCor del suministro de leche líquida para la fabricación de los productos, la distribución, servicios administrativos y de gestión, así como la investigación y desarrollo vinculados al Negocio SanCor Frescos.

Cabe resaltar, que hoy en día SanCor cuenta con una estructura de 4.700 empleados directos y 15 plantas, ubicadas en Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires, más de 3.000 empresas integran la cadena de valor de SanCor generando más de 20.000 empleos indirectos, según indicaron fuentes de la cooperativa.
Fuente:AgenciaFe

No hay comentarios: